Nuestro antebrazo está formado por dos huesos largos igualmente importantes: el cúbito y el radio. Estos, en conjunto, permiten la movilidad del brazo y la muñeca. Las fracturas pueden ocurrir en uno o ambos huesos y en diferentes niveles, ya sea en el extremo distal o proximal. Asimismo, las causas son variadas.
Anatomía del antebrazo
Ubicación de los huesos del antebrazo en el cuerpo humano: radio (1) y cúbito (2).
El cúbito y el radio son huesos largos y levemente curvados.
El cúbito y el radio están paralelos desde el codo hasta la muñeca. En el codo se articulan con el húmero, en la muñeca se articula con el carpo.
El cúbito está del lado del dedo meñique, mientras que el radio está del lado del dedo pulgar.
El cúbito es un poco más largo que el radio.
El cúbito y el radio soportan músculos, tendones, vasos sanguíneos y ligamentos de importancia para el cuerpo.
Partes de los huesos del antebrazo.
Rotura de huesos
Los huesos del antebrazo pueden romperse o fracturarse de dos formas: fractura única (cuando se rompe solo el radio o el cúbito) o fractura combinada (cuando se rompen ambos huesos).
Si la fractura es combinada y hay una lesión articular en la muñeca o en el codo, pueden clasificarse como fracturas de Galeazzi o Monteggia.
Tipos de fracturas combinadas en el antebrazo
Fractura de Galeazzi: es una fractura del tercio medio distal del radio. Con ella ocurre una dislocación del cúbito en la muñeca.
Ejemplo de radiografía de una fractura de Galeazzi.
Fractura de Monteggia: es una fractura del tercio proximal del cúbito, lo que conlleva a la dislocación del radio en la articulación del codo.
Ejemplo de radiografía de una fractura de Monteggia.
¿Sabías qué?
Por lo general, los huesos del antebrazo se fracturan después de caerse fuertemente, por una lesión deportiva o luego de un accidente automovilístico.
Tratamiento
Tratamientos no quirúrgicos
Consiste en el uso de un yeso durante un tiempo determinado.
Se emplea en fracturas estables y simples.
El médico seguirá el progreso con las radiografías.
No se puede levantar ni soportar pesos mientras se use el yeso.
Tras retirar el yeso, se inicia fisioterapia.
Tratamientos quirúrgicos
Se trata de una intervención de una o más incisiones en el antebrazo.
Los huesos rotos se mantienen unidos a través de placas o tornillos.
Tras la cirugía se coloca una férula.
No se puede levantar ni soportar pesos tras la intervención, hasta que el médico lo indique.
El médico seguirá el progreso con las radiografías.
Durante el primer siglo después de Cristo, el vidrio fue inventado y los romanos miraban a través del cristal para probar y experimentar. Más adelante, descubrieron que si se tenía una de estas lentes sobre un objeto, el objeto parecería más grande.
¿Qué es el microscopio?
Un microscopio es un instrumento utilizado para ampliar un objeto y verlo en detalle. Existen muchos tipos de microscopios que cuentan con diferentes niveles de ampliación y que producen diferentes tipos de imágenes. Algunos de los microscopios más avanzados permiten incluso ver átomos.
Un microscopio se utiliza comúnmente en un laboratorio microbiológico y se emplea para el estudio de organismos.
Invención del microscopio
Como muchas invenciones en las que existen disputas sobre quienes fueron los inventores originales, el microscopio no es una excepción.
Data del primer siglo, los romanos investigaron el uso del vidrio y cómo la visión de objetos a través de él hacía que los objetos parecieran más grandes.
¿Sabías qué...?
A Robert Koch, un médico alemán y microbiólogo, se le atribuye el descubrimiento de los bacilos del cólera y la tuberculosis.
Las primeras formas simples de la ampliación eran lupas, por lo general alrededor de 6x a 10x y se utilizaron para inspeccionar diminutos insectos, como las pulgas.
Los primeros microscopios se utilizaron para estudiar los insectos y fueron apodados “vidrios de pulgas”.
Zacharias Jansen y el primer microscopio compuesto
En la década de 1590, dos fabricantes holandeses Zacharias Jansen y su padre Hans comenzaron a experimentar con estas lentes. Colocaron varias de ellas en un tubo y descubrieron que el objeto cerca del extremo del tubo se veía mucho más grande que en cualquier lupa simple.
Sus primeros microscopios eran más una novedad que una herramienta científica, ya que la máxima ampliación era solo alrededor de 9x y las imágenes eran algo borrosas.
Los primeros microscopios tenían solamente una lente y fueron referidos como microscopios simples.
Se cree que el padre de Zacharias Jansen le ayudó a construir el primer microscopio en 1595. Zacharias le escribió a William Boreel sobre la invención, y en la década de 1650, Boreel relató el diseño del microscopio.
Anton van Leeuwenhoek
Fue uno de los pioneros de la microscopía. A finales del siglo 17 se convirtió en el primer hombre en fabricar y utilizar un microscopio real.
Van Leeuwenhoek logró un mayor éxito que sus contemporáneos puesto que desarrolló maneras de hacer lentes superiores. Creó un nuevo tubo de lente que tenía un poder de ampliación de 270x.
Van Leeuwenhoek fue el primero en ver y describir las bacterias, la levadura y la circulación de los glóbulos sanguíneos en los capilares.
El trabajo de Van Leewenhoek fue verificado y desarrollado por el científico inglés Robert Hooke, que publicó el primer trabajo de estudios microscópicos llamado Micrographia en 1665. Los estudios detallados de Hooke fomentaron el estudio en el campo de la microbiología y la ciencia biológica avanzada.
Tipos de microscopios
El tipo más común de microscopio es un microscopio óptico que utiliza lentes para formar imágenes de la luz visible.
Otros microscopios
Un microscopio electrónico utiliza electrones en lugar de luz para crear la imagen ampliada. El primer microscopio electrónico fue el microscopio electrónico de transmisión, inventado en 1931 por Ernst Ruska y el microscopio electrónico de barrido en 1935 por Max Knoll.
Un microscopio óptico con una sola lente se conoce como microscopio simple y uno con dos lentes se conoce como microscopio compuesto.
Partes del microscopio
Sistema mecánico: funcionan como soporte de las lentes y otros elementos.
Brazo: soporta el tubo y lo conecta a la base.
El brazo es la parte por donde se debe sujetar el microscopio para transportarlo.
Base o pie: parte inferior del microscopio, se utiliza para el apoyo y le proporciona estabilidad.
Platina: plataforma plana donde se coloca el portaobjetos con la muestra a observar.
Pinzas de sujeción: sirve para sujetar la preparación.
Tornillo macrométrico: se emplea para el movimiento rápido hacia arriba o hacia abajo del tubo o la platina, y además con él se puede localizar la imagen a observar.
Tornillo micrométrico: permite colocar en la posición adecuada, cualquiera de los objetivos que se encuentran en él.
Tubo: conecta el ocular a las lentes objetivas.
Sistema de iluminación: elementos que transmiten, reflejan y regulan tanto la intensidad como la cantidad de luz que va a incidir sobre la muestra.
Fuente de iluminación: luz fija utilizada en lugar de un espejo. Si el microscopio tiene un espejo, se utiliza para reflejar la luz de una fuente externa a través de la parte inferior de la platina.
La fuente de luz es de 110 voltios.
Condensador: el propósito de la lente del condensador es enfocar la luz sobre la muestra; las lentes condensadoras son más útiles en las potencias más altas, 400x y más.
Diafragma: se utiliza para variar la intensidad y el tamaño del cono de luz que se proyecta hacia arriba en la diapositiva.
Sistema óptico: conjunto de lentes responsables del aumento y resolución.
Objetivo: tiene como función colectar la luz proveniente de la muestra y proyectar una imagen nítida, real, invertida y aumentada hacia el cuerpo del microscopio.
Ocular: sirve para observar la imagen real e invertida que produce el objetivo por medio de dos funciones, una es la de aumentar la imagen y transformarla en una imagen virtual derecha con respecto a la imagen del objetivo que posteriormente el ojo endereza, y otra es aclarar el campo óptico o plano circular en el que aparece el objeto.
Hoy en día los microscopios compuestos son tan avanzados que pueden ampliar hasta 1.000 veces el tamaño de la muestra.
La leishmaniasis visceral es una enfermedad grave que afecta a personas y perros. En Misiones, Formosa, Corrientes y Santiago del Estero se han presentado casos de esta enfermedad.
¿Cómo se transmite?
Se transmite a través de la picadura de un insecto muy pequeño (2 a 4 mm) denominado flebótomo o conocido también como torito, plumilla o carachai. Cuando este insecto pica a un perro infectado con el parásito que causa leishmaniasis, al tomar su sangre también lo ingiere. La próxima vez que pique a otro perro o persona, el parásito pasará a ellos infectándolos. No se transmite persona a persona ni con el contacto directo con los perros.
¿Cuáles son los síntomas?
En las personas, la leishmaniasis visceral afecta al bazo, hígado, médula ósea y otros órganos. Los síntomas que produce son fiebre prolongada, aumento de tamaño del abdomen, pérdida de apetito, disminución de peso, tos seca, diarrea y vómitos.
En los perros los síntomas que produce son decaimiento, falta de apetito, falta de pelo y descamación especialmente alrededor de los ojos y en el hocico, crecimiento exagerado de las uñas, úlceras en la piel y hemorragia nasal.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento incluye el tratamiento farmacológico y el sintomático y de las complicaciones de la enfermedad. Se recomienda la internación de los pacientes durante los primeros 7 a 10 días para su seguimiento clínico y terapéutico estricto. El Ministerio de Salud de la Nación provee la medicación en forma gratuita a todo el país.
¿Cómo se puede prevenir?
La primordial medida preventiva es erradicar el flebótomo de los hogares y evitar que los perros se infecten, y detectar los síntomas que en el perro pueden hacer sospechar leishmaniasis. Para eso:
– Erradiquemos hojas y malezas de los alrededores de las viviendas y la basura acumulada en nuestras casas.
– Mantengamos el terreno alrededor de la vivienda libre de malezas y corrales, y los animales domésticos y mascotas alejados de la vivienda durante la noche.
– Utilicemos repelentes para insectos, mosquiteros o telas metálicas.
– Usemos camisas de manga larga y pantalones o coloquémonos repelente en el caso de transitar por zonas selváticas o con mucha vegetación.
– Se deben limpiar los lugares donde habitan los perros y evitar que sean picados por los flebótomos mediante collares o pipetas repelentes que deben ser renovadas según las instrucciones.
– Debemos estar atentos si nuestra mascota presenta alguno de estos síntomas y si aparece llevarlo al veterinario:
a) Caída del pelo especialmente alrededor de los ojos y las orejas.
b) Fatiga.
c) Pérdida de peso.
d) Seborrea escamosa (como caspa).
e) Crecimiento exagerado de las uñas.
f) Ulceras en la piel.
g) Hemorragia nasal.
– Se debe evitar el traslado de perros sanos e infectados desde y hacia zonas con leishmaniasis visceral.
Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina)