El signo de los cuatro, por Arthur Conan Doyle

Sherlock Holmes se enfrenta junto a su inseparable compañero, el Dr. Watson, a un caso que pondrá a pruebas sus capacidades deductivas. Una venganza, una desaparición y un cuantioso tesoro serán la base de este relato de Arthur Conan Doyle.

El Signo de los cuatro fue una de las obras que mayor cantidad de adaptaciones ha tenido en torno a la figura de Sherlock Holmes. Hablar de este personaje es hablar del detective que encarna uno de los iconos de la literatura policial, al punto que su nombre por momentos opaca al del mismo creador que le dio vida, Arthur Conan Doyle. En una época signada por el auge del evolucionismo planteado por Charles Darwin y el imperio del conocimiento científico de finales del siglo XIX, esta obra se encuentra constituida como un relato donde nuestro héroe encarna los valores del positivismo victoriano.

Enmarcada como policial clásico o “de enigma”, aquí les dejamos una breve guía para entender la obra.

Pero, ¿Qué es el policial clásico?

Lo policial abreva en crímenes, fugas, búsquedas y persecuciones y plantea un enigma que debe ser resuelto racionalmente. El fundador de este subgénero es el norteamericano Edgar Allan Poe (1809 – 1849) con la edición de su libro de cuentos Los crímenes de la calle Morgue (1841). El hecho de ser una entrega folletinesca hizo que fuera una forma literaria no tan respetada frente al canon y por tal razón fue revisitada nuevamente a finales del siglo XIX, cuando logró consagrarse.

El relato policial es aquel que, por medio de la deducción lógica, identifica al autor de un delito y revela sus móviles; está constituido de forma tal que se puede llegar a una conclusión a partir de sucesos lógicos precisos. El lector es parte fundamental en este género ya que gracias a su complicidad la historia avanza hacia su conclusión. La lectura se sostiene en tanto el lector es atrapado por el suspenso o la curiosidad de saber qué va a pasar.
Es posible reconocer en esos textos distintos elementos característicos del relato.

1. Un misterio que parece sin solución.
2. Un investigador y un criminal; los buenos y los malos. Por lo general son personajes con caracteres bien definidos.
3. Una metodología que permite descifrar el enigma por medio de la lógica y la observación.
4. Una parte importante del relato está destinada a mostrar el proceso de razonamiento del investigador.
5. Una técnica narrativa que mantiene el secreto hasta el momento del desenlace.

El relato policial de enigma surge del Positivismo; esta forma de producción del conocimiento se basa en la experiencia y en la observación de distintos fenómenos o hechos y la consecuente creación de una hipótesis que explique lo observado. Esta hipótesis y conclusión será puesta a prueba una y otra vez.

De esta forma vemos como la figura del detective representa al científico o investigador que pone a funcionar su cerebro para conocer y controlar la realidad.

Edgar Allan Poe, referente fundacional del policial clásico a través de su sagaz personaje, Dupin.

Un tesoro desde la India

El signo de los cuatro es la segunda novela de Arthur Conan Doyle con el personaje de Sherlock Holmes como protagonista y constituye un ejercicio más logrado que su trabajo anterior –Estudio en escarlata (1887)- en la construcción simétrica de la trama y el relieve de los personajes. Aquí se puede apreciar mejor la interacción entre Holmes y Watson, dando lugar al contraste entre ambos en los afilados diálogos, y Doyle expone –sobre todo en el magistral prologo de la aventura, el capítulo La ciencia de la deducción- su dominio del género policial, enmarcándolo bajo determinadas convenciones y denotando las cualidades intelectuales de Holmes para resolver los problemas desde el método científico y la deducción. Sin embargo, el autor no se queda en el retrato de una máquina que resuelve problemas, sino que introduce cierta angustia en su personaje y una marcada misantropía que se refleja en el desprecio por los sentimientos y las instituciones. Frente a un personaje que quizá pueda resultar antipático a los lectores se presenta el contraste del Dr. Watson, quien se encarga de redactar las vivencias y llega a involucrarse amorosamente a lo largo de la historia.

El capítulo dos (La exposición del caso) es el que abre la historia del caso sobre el cual va a focalizarse Holmes y que, inicialmente, se presentaba como algo sencillo pero que, como buen relato policial, se va abriendo como un ramal complejo que da lugar a una serie de hechos ocurridos en la India. El caso en cuestión son una serie de envíos enigmáticos que recibe la señorita Mary Morstan por parte de su padre, el General Morstan, quien ha desaparecido diez años atrás. En ese tiempo recibió una perla por cada año que pasó hasta que quien lo envía decide revelarse ante ella, pero sin que se encuentre involucrada la policía de alguna forma en el encuentro. Entre los papeles que facilita la señorita Morstan a Holmes se encuentran una serie de documentos entre los cuales se encontraba un papel con cuatro cruces que arriba indicaba “El signo de los cuatro” y una serie de nombres debajo. Este elemento será el disparador de la investigación de Holmes.

La acción transcurre en la Londres victoriana de finales del siglo XIX y comienzos del XX, dando lugar a la descripción de un espacio urbano en expansión que encuentra el refugio de sus crímenes en las calles brumosas y las luces amarillentas del alumbrado eléctrico. De este elemento, que nos da un exquisito contexto para la acción, se pueden deducir varias de las características que definen el lugar donde transcurren los crímenes: habitualmente se trata de lugares alejados, la periferia, que es la contraparte del iluminado mundo victoriano. Esta cuestión se puede ver en la frenética persecución del perro Toby guiando al detective y su compañero a lo largo de las calles y en el desenlace en el Támesis.

Documento fotográfico de la Londres victoriana.

Por otro lado, en su obra Doyle manifiesta varias de las inquietudes y simpatías de su tiempo. La defensa del colonialismo aparece referida en el retrato que hace de los indios, que se definen entre la ignorancia, la corrupción y la sumisión (prestar atención al personaje de Tonga); además de que no resulta casual que el autor ubique en una sublevación el eje de la historia que luego va a dar lugar al robo del Tesoro de Agra y la subsecuente secuela de crímenes. Otro elemento que ronda su obra es el uso de una pseudociencia que partía de las motivaciones cientificistas de su tiempo: la fisiognomía. Sostenida desde la antigüedad, esta disciplina indicaba que por la apariencia externa del rostro era posible reconocer el carácter y la personalidad del individuo. La aplicación al estudio de la criminalidad por parte del médico italiano Cesare Lombroso (1835 – 1909) definió que determinados rasgos como la forma mandibular, las orejas o la amplitud de la frente podían detectar y hasta “prever” el accionar criminal en determinadas personas.

El autor

Sir Arthur Ignatius Conan Doyle nació el 22 de mayo de 1859 en la ciudad de Edimburgo, Escocia, en un hogar problemático y con la ausencia de su padre, que falleció debido al alcoholismo. En la Universidad de Edimburgo concluyó la carrera de medicina y se destacó en numerosos deportes que luego serían los predilectos de su personaje Sherlock Holmes, como el boxeo. Durante sus estudios universitarios se embarco hacia África Occidental para ejercer como médico y en 1885 conoce a su primera esposa, Louise Hawkins, con quien tendrá dos hijos.

Para ejercer profesionalmente la oftalmología se muda a Londres en 1891, pero la poca actividad le va a permitir tener más tiempo para dedicarse a escribir. Atosigado y contrariado por la fama de su personaje principal, decide matarlo en una historia para dedicarse de lleno a novelas históricas de tono colonial que realzan el accionar de Gran Bretaña en Sudáfrica. Según su opinión, esto es lo que lo llevara a obtener el título de Sir en 1902. Sin embargo, la presión popular y el afecto sobre el personaje pesaran de tal forma, que el autor se verá obligado a “resucitar” al personaje en historias posteriores.

En 1906 Hawkins muere de tuberculosis y un año más tarde se casa con Jean Leckie, con quien tiene tres hijos más. Con el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914 intenta alistarse para las tropas británicas pero es rechazado debido a su edad (55 años), permaneciendo con la actividad de propaganda y apoyo civil a las tropas. Muere el 7 de julio de 1930 con 71 años en East Sussex, Inglaterra.

Tipos de cuentos

El cuento es una narración breve de sucesos inventados o ficticios, de carácter sencillo, que puede tener un fin moral o simplemente jocoso. Se diferencia del caso o sucedido en que a aquél se le supone un origen verídico

Si bien existen diferentes clasificaciones, estos son los principales tipos de cuentos:

Cuento maravilloso

Por cuentos maravillosos tradicionales se entiende a todos aquellos cuentos que nos contaban cuando éramos pequeños. Dichas narraciones existen en el folklore popular desde hace siglos y, en un principio se transmitían únicamente de forma oral y en ámbito familiar.

Con el transcurso del tiempo, algunos estudiosos de la literatura tradicional realizaron la labor de recopilar y transcribir todas estas historias. Entre las recopilaciones más conocidas encontramos las de los hermanos Grimm, la de Hans Christian Andersen o las del escritor italiano Collodi, también conocido por ser el creador de Pinocho.

Dichos cuentos, narran historias en las cuales hay una fuerte presencia de elementos fantásticos y, a veces, hasta pueden aparecer personajes temibles, que no existen en la vida real, como ogros, lobos feroces, brujas, etc. Muchas veces trataban de dar algún tipo de enseñanza a los niños. Además, estos relatos se caracterizan por no identificar el tiempo y lugar en el que se desarrolla la historia.

Las brujas son uno de los personajes principales de los cuentos maravillosos

Cuento fantástico

El cuento fantástico narra acciones cotidianas, comunes y naturales; pero en un momento determinado de la historia aparece un hecho sorprendente e inexplicable. Aunque se basa en elementos de la realidad presenta los hechos de una manera distinta al modo habitual de ver las cosas, de una manera asombrosa y, muchas veces, sobrenatural.

Los cuentos fantásticos presentan historias realistas que en algún momento son irrumpidas por hecho sobrenatural.

El cuento fantástico enfatiza en los misterios del hombre y su mundo: el tiempo, los sueños, las dimensiones, la muerte, entre otros. El autor del cuento fantástico toma esos misterios y valiéndose de sus recursos –además de la ausencia de respuestas – logra la incertidumbre. Desde elementos reales revierte la realidad y hace de lo fantástico una posibilidad. El lector se pregunta acerca de la posibilidad de los acontecimientos; el relato es verosímil a pesar de los elementos extraños.

La creatividad empleada por los autores de narraciones fantásticas es tal que hace tambalear el mundo conocido del lector.

Así, a través de los personajes emplean la metamorfosis; da vida a objetos inanimados y adquieren humanidad. Hay alteración en el tiempo y el espacio por medio de traslados, anacronismos, retrocesos, ruptura de leyes físicas, etc.

Un tema recurrente en los cuentos fantásticos es la interrelación entre el sueño y la realidad: sueño dentro de otro sueño, conciencia de que se está soñando, sueños comunes a varias personas; esto se ve claramente en el cuento de Julio Cortázar La noche boca arriba.

Cuento de ciencia-ficción

Los cuentos de ciencia ficción son relatos donde se toman aspectos técnico-científicos que se corresponden al ámbito de las ciencias y también tiene un aditamento de “ficción” porque se conjugan factores reales y posibles que entrañan la inclusión de lo ficticio, con cierta dosis de suspenso.

Este tipo de relatos narran historias, generalmente en el futuro, sobre cómo afectan a un personaje o a una comunidad los avances tecnológicos y científicos.

Estas historias comenzaron a definirse en inglés como science-fiction; la traducción más fidedigna sería “ficción científica” pero con el uso, el término ciencia ficción se impuso y el público de habla castellana identifica al género desde este vocablo.

El escritor estadounidense Ray Bradbury fue uno de los precursores del género de ciencia-ficción.

Cuentos realistas

En el cuento realista el autor busca dar una idea del mundo que lo rodea en todos sus aspectos: material, moral, económico, político y religioso. La realidad del hombre en su esencia y existencia, y la descripción del medio en el que éste se desarrolla como ser social e individual, son las aristas que trabaja este cuento. Las obras resultan a menudo profundas disquisiciones sobre la vida, las creencias, el lenguaje y las tradiciones del hombre. La anécdota deja de ser protagonista y es solamente un pretexto para la descripción de caracteres y de costumbres.

El escritor realista trata de narrar los hechos con objetividad valiéndose de la observación directa. Por lo general utiliza la tercera persona gramatical y adopta la posición de narrador testigo u omnisciente.

Como recurso para construir el verosímil describe detalladamente el escenario en que vive el hombre e incorpora el sentir humano con el objeto de crear un clima de realidad.

El espacio preferido es el ambiente de la burguesía urbana y el contexto rural. El autor se detiene en la observación de los aspectos más prosaicos. El tiempo de la acción es lineal. Las fechas son indicadas con precisión; algunos relatos aparecen desarrollados en un momento histórico determinado. Generalmente, la historia se desarrolla en la misma época del escritor. El ofrecer hitos temporales precisos permite al autor exponer los hechos en orden lógico y poner el acento en la construcción del verosímil que hace a la ficción.

Los cuentos realistas se caracterizan por una descripción detallada de la realidad.

Los personajes aparecen representados genéricamente. El estereotipo, la suma de virtudes y defectos que se reconocen fácilmente, proporciona al escritor los elementos para hacer explícita una doctrina social.

Como recurso para construir el verosímil el narrador realista reproduce el lenguaje de los personajes: habla local, modismos, formas coloquiales. Es importante, además, la mayor inclusión de diálogos como procedimiento para la caracterización de los personajes y su presentación objetiva.

Cuento policial

El relato policial es aquel que, por medio de la deducción lógica, identifica al autor de un delito y revela sus móviles; está constituido de forma tal que se puede llegar a una conclusión a partir de sucesos lógicos precisos. El lector es parte fundamental en este género ya que gracias a su complicidad la historia avanza hacia su conclusión. La lectura se sostiene en tanto el lector es atrapado por el suspenso o la curiosidad de saber qué va a pasar.

Es posible reconocer en esos textos distintos elementos característicos del relato:

  1. Un misterio que parece sin solución.
  2. Un investigador y un criminal; los buenos y los malos. Por lo general son personajes con caracteres bien definidos.
  3. Una metodología que permite descifrar el enigma por medio de la lógica y la observación.
  4. Una parte importante del relato está destinada a mostrar el proceso de razonamiento del investigador.
  5. Una técnica narrativa que mantiene el secreto hasta el momento del desenlace.
Agatha Christie fue una escritora de origen británico muy conocida debido a sus relatos policiales.

El relato fantástico

La literatura permite a los escritores transmitir emociones a los lectores por medio de los diferentes géneros que existen, como el narrativo, al cual pertenecen los relatos fantásticos, nombrados así porque rompen las normas establecidas con la realidad.

Relato

Es una narración estructurada que por medio del lenguaje permite representar hechos, sucesos y acontecimientos. Generalmente describen a detalle cierto hecho con una extensión mucho menor que una novela.

 

Uno de los principales exponentes latinoamericanos del relato fantástico fue el argentino Jorge Luis Borges.

Tipos de relatos

Los relatos pueden ser reales o ficticios. Algunos tipos de relatos son:

Leyenda: puede ser oral o escrita y generalmente puede presumirse que sucedió en la realidad. En muchas ocasiones suele ser modificada, especialmente cuando se transmite de forma oral de generación a generación.

Relato realista: explica de forma detallada el lugar donde se desarrolla la historia, su principal elemento utilizado es la descripción de la naturaleza y de los personajes. Este tipo de relato narra situaciones de la vida cotidiana.

Relato policial: su trama se desenvuelve en torno a uno o varios crímenes en los que se plantea la forma de resolverlos. Son generalmente narraciones de misterio y de persecución.

Relato fantástico: su elemento principal es lo irreal y la consecuencia que provoca en la realidad, por lo cual, los personajes se desarrollan en un espacio ilógico que sigue normas irracionales.

¿Qué es un relato fantástico?

Existe una gran variedad de definiciones relacionadas con el relato fantástico, la más común establece que se trata de aquella obra en la que se trabaja con elementos ligados con lo sobrenatural y lo real. En este tipo de relatos se desafían las leyes naturales y permiten incluso recrear realidades distintas en el mundo de la ficción.

 

Un relato fantástico es una obra de ficción en la que viven los personajes en un mundo imaginario.

Generalmente, la aparición de un elemento sobrenatural en la obra no tiene explicación dentro de la misma. Por otra parte, el autor hace uso de los misterios descritos en la trama con la finalidad de producir en el lector perplejidad, suspenso, curiosidad y en muchas ocasiones miedo.

Origen

El principal precedente de los relatos fantásticos se localiza en la mitología. Sin embargo, la mitología tiene un fin explicativo (como describir el origen del universo y la creación del hombre) mientras que el relato fantástico se concentra en entretener al lector y jugar con su imaginación.

El Poema de Gilgamesh es la primera obra que utilizó elementos fantásticos (2000 a. C.), era de origen sumerio y en su trama participaban dioses y gigantes.

De igual forma, los relatos fantásticos también suelen relacionarse con las obras de ciencia ficción por algunas semejanzas, pero en las obras de ciencia ficción se hace énfasis en el componente científico y no en la imaginación.

Popularidad

El relato fantástico es un estilo literario que cobró gran popularidad en los siglos XIX y XX. En esta época se popularizaron obras que continúan presente en la mayoría de las bibliotecas, algunos ejemplos son Alicia en el país de las Maravillas, Crónicas de Narnia, El Señor de los anillos y Harry Potter.

La saga de Harry Potter escrita por la británica J. K. Rowling ha vendido millones de copias alrededor del mundo.

Características

  • Poseen trama narrativa (con presencia de un narrador).
  • Describen escenas y situaciones que no pueden hallarse en la realidad.
  • La fantasía se describe como algo natural.
  • La manera en la que se desarrollan las acciones provoca incertidumbre en el lector.
  • Existen acontecimientos imposibles de explicar.
Es frecuente que el narrador de los relatos fantásticos sea el mismo protagonista.

Recursos empleados

La literatura fantástica emplea una serie de recursos que trasladan al lector a una atmósfera inquietante a lo largo de la historia. Los principales recursos usados son:

  • Empleo de imprecisiones en el espacio-tiempo, es decir, no se especifica dónde ni cuándo ocurren los hechos, lo que permite entretejer la historia en un contexto de irrealidad.
  • Uso de acciones repetidas por parte de los personajes involucrados que acentúan la incertidumbre.
  • Se evita el uso de la causalidad, generalmente los acontecimientos que se producen no tienen explicación lógica.
  • Manejo de estados de perturbación y desconcierto en los personajes, los cuales no pueden explicar de manera racional lo que sucede.
  • En muchos cuentos fantásticos se emplea la circularidad en la progresión de las acciones, es decir, se vuelve al principio del relato.

¿Por qué han tenido éxito los relatos fantásticos?

Es difícil determinar las razones por las cuales muchos lectores prefieren los relatos fantásticos. Se piensa que una de las causas de que estos relatos tengan tanto éxito es que permiten de alguna manera huir de la realidad y trasladarse a otros mundos. Otras personas consideran que los recursos usados en estas obras para crear incertidumbre las hacen interesantes.

Muchos lectores prefieren los relatos fantásticos porque permiten ir más allá de las barreras que de la lógica.