Fue un destacado educador, político y eclesiástico chileno del siglo XIX, que contribuyó a la formación integral de la juventud, a la defensa de la libertad de enseñanza y a la consolidación de la iglesia católica en Chile. Su vida y obra son un testimonio de su vocación sacerdotal, su visión pedagógica y su liderazgo conservador.
1844
Se graduó de bachiller en teología y licenciado en leyes en la Universidad de Chile.
1851–1853
Viajó por Europa y Estados Unidos para estudiar los planes de enseñanza y régimen escolar de los seminarios.
1853
Fue nombrado rector del Seminario Pontificio de Santiago el 30 de octubre, cargo que ejerció por 25 años.
1864–1867
Fue elegido diputado por Rere. Integró la Comisión Permanente de Negocios Eclesiásticos y participó en el debate sobre las leyes laicas que buscaban limitar el poder de la Iglesia en el Estado.
1878
Fue nombrado obispo auxiliar de Santiago y arzobispo de Anazarba en 1895.
1888
Fue el primer rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile hasta su muerte en 1897 y promovió la educación católica y la formación de la juventud.
VIDA POLÍTICA
La vida política de Joaquín Larraín Gandarillas fue un reflejo de su compromiso con la iglesia católica y con los principios conservadores que defendía. Como diputado, participó activamente en el debate legislativo sobre las leyes laicas que pretendían separar a la Iglesia del Estado y limitar su influencia en la educación, el matrimonio y el cementerio. Como obispo auxiliar y arzobispo titular, colaboró con el arzobispado de Santiago, Mariano Casanova, en la defensa de los derechos de la Iglesia y en la organización de la jerarquía eclesiástica. Como primer rector de la Pontificia Católica de Chile, impulsó la formación de profesionales católicos y la difusión de la doctrina social de la iglesia.
¿Sabías qué?
Monseñor Joaquín Larraín Gandarillas, además de ser un destacado educador, político y eclesiástico, fue el hermano de cinco exparlamentarios chilenos: Patricio, Ladislao, Francisco de Borja, Raimundo y Juan Francisco.
Pedro Alcántara Herrán fue un destacado militar y político colombiano que participó en las guerras de la independencia de Nueva Granada y Perú. Ocupó la presidencia de la República de la Nueva Granada y su gobierno se caracterizó por una política conservadora, centralista y clerical.
1814
Pedro Alcántara Herrán se unió a las fuerzas patriotas.
1821
Ingresó al Ejército Libertador con el grado de capitán de caballería, bajo el mando de Antonio José de Sucre y participó en la liberación de Quito y Guayaquil.
1823
Acompañó a Antonio José de Sucre en la campaña del sur y fue ascendido a sargento mayor por Simón Bolívar.
1824
Luchó en las batallas de Junín y Ayacucho, donde se selló la independencia del Perú.
1827-1829
Asumió el cargo de administrador de Cundinamarca, una de las provincias de la Gran Colombia.
1830
Se desempeñó como ministro de Guerra del primer presidente de la República de la Nueva Granada, Joaquín Mosquera.
1836
Fue designado comandante militar del Istmo de Panamá.
1837
Ocupó la gobernación de la provincia de Cundinamarca.
1838–1839
Alcántara Herrán fue nombrado secretario de Relaciones Exteriores de la República de la Nueva Granada.
1841–1845
Fue elegido presidente de la República de la Nueva Granada.
1854–1856
Ocupó por segunda ocasión el cargo de ministro de Guerra bajo el mandato del presidente José de Obaldía.
1859
Asumió como comandante en jefe de los ejércitos de la Confederación Granadina, enfrentándose a la rebelión del general Tomás Cipriano de Mosquera.
1860
Se retiró de la vida política para dedicarse a sus asuntos personales y familiares.
SU GOBIERNO
Pedro Alcántara Herrán fue el cuarto presidente de la República de la Nueva Granada, que corresponde al territorio actual de Colombia. Durante su mandato, implementó una política conservadora que favorecía al centralismo, al poder de la Iglesia Católica y al orden social. Alguna de sus acciones incluyó la promulgación de la Constitución de 1843, que reemplazó la de 1832 y estipulaba un sistema unitario de gobierno, con un presidente elegido por el Congreso para un mandato de cuatro años sin opción a reelección inmediata. Además, censuró la prensa y limitó la libertad de expresión, otorgó el control de la educación al clero y permitió el retorno de los jesuitas. Herrán también enfrentó y resolvió un conflicto con Perú por los territorios de Pasto y Tumaco, manteniendo la soberanía de Nueva Granada sobre ellos.
¿Sabías qué?
Pedro Alcántara Herrán mantuvo su lealtad al bolivarianismo incluso después de la disolución de la Gran Colombia en 1830. Se opuso a la rebelión de Rafael Urdaneta, que pretendía restablecer la autoridad de Bolívar y apoyó el gobierno de José Ignacio de Márquez, que respetaba la Constitución de 1821.
La Revolución Liberal, conocida por algunos como la Guerra Civil Ecuatoriana, constituyó un movimiento revolucionario para lograr el derrocamiento de los gobiernos conservadores. Fue impulsada por grupos insurgentes que tuvieron en Eloy Alfaro su guía y líder. La revolución se inició el 5 de junio de 1895, en el importante puerto de Guayaquil a partir de la proclamación de Alfaro como Jefe Supremo. Alfaro fue nombrado Presidente Constitucional del Ecuador. Por diversas causas, en 1912 se dió fin a la Revolución con la muerte de su inspirador.
José María Urbina: el inicio de los cambios
El 25 de julio de 1851 se decretó en la Casa de Gobierno de la ciudad de Guayaquil la manumisión de los esclavos. Este fue el primer acto renovador de la política mantenida por los gobiernos anteriores al del general José María Urbina. Se inició así un proceso de cambios estructurales en Ecuador que condujeron al liberalismo.
¿Sabías qué...?
Las montoneras fueron el más importante fenómeno de movilización social del siglo XIX en el Ecuador republicano. Surgieron en el campo costeño desde principios de 1825, en su inicio el objetivo era reivindicar sus derechos y resistir ante la violencia cometidas por hacendados y autoridades del gobierno.
Pero los inicios de la verdadera Revolución Liberal se remontaron a la toma del poder por Ignacio de Veintemilla y sus intentos posteriores de erigirse en dictador. Es entonces cuando diferentes sectores de la sociedad comenzaron a organizarse en contra del gobierno. Veintimilla fue derrotado por las fuerzas organizadas por Eloy Alfaro, quien contó con el apoyo de conservadores. Los conservadores se mantuvieron en el poder hasta 1895, momento en que estalla la Revolución Liberal.
La Revolución Liberal
La Revolución Liberal se considera uno de los episodios más importantes de la historia ecuatoriana, por su impacto en la política y en la sociedad.
Vicente Lucio Salazar era presidente interino cuando Alfaro tomó el poder y fue proclamado Jefe Supremo. En 1897, bajo su iniciativa se elaboró la nueva Constitución y fue nombrado Presidente Constitucional. Lo sucedió en el gobierno un hombre que militaba en su misma posición: Leónidas Plaza Gutiérrez. A pesar de ambos defender las ideas liberales, existieron diferencias que los llevaron a ser opuestos. Eloy Alfaro volvió a la carga armada durante el gobierno de Lizardo García, a quien derrotó, erigiéndose nuevamente en el poder hasta 1911.
Cronología de la segunda mitad del siglo XIX
Con sólo 22 años de edad, Eloy Alfaro realizó lo que pudo considerarse una proeza: con la ayuda un grupo de campesinos tomó de rehén a Francisco Salazar, gobernador de Manabí. Esto ocurrió en Colorado, cerca de la ciudad de Montecristi, el 5 de junio de 1864. La acción fue un acto de rebeldía contra el presidente Gabriel García Moreno. A partir de esta acción Alfaro no se apartó, hasta la muerte, de la lucha liberal. Perseguido por la proeza realizada, huyó a Panamá, donde encontró refugio, se casó con Ana Paredes y ayudó a financiar las insurrecciones contra García Moreno.
¿Sabías qué...?
Lo que se obtuvo en el campo de batalla se perdió en las lides políticas y el régimen oligárquico impuso lo que se denominó el Periodo Progresista, que duró once años y tres gobiernos: el de José María Plácido Caamaño, el de Antonio Flores Jijón y el de Luis Cordero Crespo.
Treinta y un años más tarde apareció Alfaro en la escena política, luego de sufrir varias derrotas, como la de Balsamaragua, en Manabí, el seis de diciembre de 1884. Las derrotas sufridas no hicieron cambiar el rumbo de la lucha de Alfaro. Otro cinco de junio, pero de 1895, con la renuncia de Luis Cordero Crespo a la presidencia se produce una revuelta en Guayaquil, donde se proclamó al viejo luchador como jefe supremo y luego como presidente constitucional de Ecuador.
El 14 de enero de 1897 se promulgó lo que fue la primera constitución liberal de Ecuador. Entre los elementos que contenía para catalogarse como tal, están la consagración de los cultos, la abolición de la pena de muerte y la igualdad ciudadana ante la ley. En esta carta magna apareció un nuevo concepto de ciudadano: serían considerados como tal los mayores de 18 años que supieran leer y escribir.
El siglo XX se inició en Ecuador con una paradoja: los liberales aparecen divididos en dos bandos, los placistas y los alfaristas, ya que Alfaro había propuesto otros representantes para la candidatura a la presidencia, donde salió electo Leónidas Plaza, quien tuvo sus seguidores que se opusieron a las ideas más radicales del viejo luchador.
Cuatro años más tarde se celebraron nuevas elecciones. Los votantes eligieron a Lizardo García como sustituto en el cargo de presidente de Plaza. García permaneció poco tiempo en el cargo, ya que gobernó desde el 1 de septiembre de 1905 hasta el 15 de enero de 1906, cuando resultó derrocado por un golpe de Estado que impuso en el poder a Eloy Alfaro. Aquí se repitió el mismo esquema de lo sucedido en 1897: lo proclamaron Jefe Supremo, se realizó una Asamblea Constituyente, mientras fue nombrado presidente interino y finalmente fue electo presidente constitucional.
Antes de finalizar el año, el 23 de diciembre, se promulgó una nueva Ley de leyes, con modificaciones sustanciales, entre las que se contaron el reparto de tierras a campesinos y la separación de la Iglesia y el Estado. En la educación perdió supremacía el clero, ya que se declaró laicismo.
Características del liberalismo
Entre las características de la Revolución Liberal están la implantación del laicismo en el Ecuador, la separación de la Iglesia y el Estado, la libertad de culto, la confiscación de los bienes eclesiásticos, el quitarle la primacía al catolicismo como religión oficial del Estado, la enseñanza laica y el divorcio.
Un final trágico: La hoguera bárbara
Por segunda vez en su vida, Alfaro renunció al cargo y se refugió en Panamá. Esto ocurrió el 11 de agosto de 1911, tras protestas en su contra. Regresó al país intentando mediar en la Guerra Civil que estaba ocurriendo, pero lo encarcelaron, lo juzgaron y fue enviado a Quito. Es curioso que fue trasladado prisionero en el mismo ferrocarril que años antes inauguró.
El 28 de enero de 1912 una turba enardecida entró al panóptico, utilizando las armas de los propios soldados que Alfaro había despedido del penal. Lo amarraron, lo sacaron a la calle, donde le cortaron la barba y los testículos y los tiraron a la calle. En el Parque El Ejido improvisaron una hoguera y lo quemaron con leña y petróleo, en compañía de algunos seguidores y su familia.