Brasil

Gigante en extensión, mítico en su cultura, imponente en sus paisajes extremos, inmenso en su selva y famoso por su música, su carnaval y su fútbol, Brasil es hoy uno de los países más poderosos entre los llamados emergentes.

Quinto país en el mundo por su extensión, tiene una dimensión que es aproximadamente la mitad de Sudamérica. Lindante con Guyana francesa, Suriname, Guyana, Colombia, Venezuela, Perú, Bolivia, Paraguay y Argentina, su territorio presenta una variedad de paisajes como no puede encontrarse en ningún otro lado. Allí se hospedan la mayor selva del mundo, la amazonia, altas montañas y costas, mesetas fértiles y áridas llanuras. Esta generosa geografía lo convirtió desde principios del siglo pasado en el soñado destino turístico de muchísima gente. Y entre la belleza de sus fuertes contrastes de selvas inexploradas, grandes ríos y zonas tropicales, su impactante costado urbano: São Paulo, la gran megalópolis convertida en un gigantesco ámbito de producción y comercio; Río de Janeiro, con sus atractivas playas al pie de los morros; Brasilia, su capital, moderna y dinámica; San Salvador de Bahía, mística y colonial, y podrían seguir una infinidad de nombres de ciudades distribuidas por todo su territorio.

Nombre: República Federativa do Brasil
Capital: Brasilia
Población: 210.385.000 habitantes
Superficie territorial: 8.515.770 km2
Extensión de las fronteras: 16.145 km
Extensión de la costa: 7.491 km
Cima más elevada: Pico de la Neblina – 2.995,30 (en la Sierra Imeri, norte del Estado Amazonas)
Lengua oficial: Portugués
Moneda: Real (R$)
Forma de gobierno: República Federativa Multipartidista con poder legislativo bicameral.
Religión: Ninguna oficial
PBI: 688.085.000
Esperanza de Vida: Hombres 63 años; Mujeres 69 años.
La Región Metropolitana de Sao Pablo tiene 20.874.115 habitantes (censo 2010) y está considerado como uno de los mejores centros financieros.

GEOGRAFÍA

GENERALIDADES

La república tiene frontera común con todos los países de Sudamérica excepto Chile y Ecuador.

Está limitada al norte por Venezuela, Guyana, Surinam, Guayana Francesa y el océano Atlántico; al este por el océano Atlántico; al sur por Uruguay; al oeste por Argentina, Paraguay, Bolivia y Perú y al noroeste por Colombia. La superficie total de Brasil es de 8.515.770 km², su distancia máxima de norte a sur es de 4.345 km y de este a oeste de 4.330 km. La mayoría de los habitantes de Brasil viven junto al océano Atlántico, especialmente en las grandes ciudades costeras.

La capital, situada en el interior, es Brasilia, con una población aproximada de 2.000.000 de habitantes. El país, que fue una posesión portuguesa, es el mayor productor de café en el mundo y posee grandes recursos minerales; la explotación de muchos de ellos se intensificó durante la década de 1980. Desde mediados del siglo XX se inició un importante proceso de industrialización que llevó al país a convertirse en la décima potencia económica mundial. Antes de ser una nación soberana, su territorio comenzó a ser delimitado con la firma de los Tratados de Madrid (1750) y Santo Ildefonso (1777), que acordaron la separación de las tierras españolas de las portuguesas en América.

Por arbitraje o por acuerdo directo, sin derramar una sola gota de sangre, los diplomáticos brasileños establecieron las fronteras de Brasil, basados en la documentación cartográfica, en la historia y en el principio de “uti possidetis”, o derecho por posesión, consagrado en el Tratado de Madrid.

Para tratar los asuntos de límites internacionales en una extensión de unos 16.145 kilómetros de frontera, el Ministerio de las Relaciones Exteriores mantiene en la Secretaría de Estado (en Brasilia) la División de Fronteras (DF), que coordina las actividades de dos Comisiones Técnicas:

• La Primera Comisión Brasileña Demarcadora de Límites (PCDL), con sede en Belém (Pará), encargada de las actividades en las fronteras de Brasil con Perú, Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam y Guayana Francesa.

• La Segunda Comisión Brasileña Demarcadora de Límites (SCDL), con sede en Rio de Janeiro, encargada de las actividades en las fronteras de Brasil con Uruguay, Argentina, Paraguay y Bolivia.

El tucán es el emblema de la selva Amazónica.

Territorio y recursos

Una vasta región de tierras altas, conocidas como tierras altas brasileñas o meseta brasileña, y la cuenca del río Amazonas son los rasgos fisiográficos dominantes de Brasil. La meseta es un altiplano erosionado que ocupa la mayor parte del país. Con una altura que varía entre los 305 y los 915 m, está surcada irregularmente por cadenas montañosas y por numerosos valles fluviales. Su borde sureste, por lo general paralelo a la costa, se eleva escarpadamente desde el océano en varias áreas.

La cuenca del río Amazonas ocupa más de un tercio de la superficie del país. En ella predominan las tierras bajas; la altura raramente supera los 150 m y los pantanos y llanuras inundadas ocupan vastas áreas de la región. Grandes zonas de la cuenca están cubiertas por selva lluviosa ecuatorial. Debido a la impenetrabilidad de este territorio, amplias áreas de las tierras bajas brasileñas sólo han sido exploradas recientemente. En el borde norte de la cuenca del Amazonas se sitúa otra área montañosa, parte de la elevación conocida como macizo de las Guayanas; las cordilleras incluyen la serra de Tumucuma, con alturas que superan los 700 m, la serra de Acaraí (con una altura máxima de 906 m) y la serra de Parima (con una altura máxima de 2.727 m). El pico da Neblina (2.995,30 m), situado en la serra do Imeri, en la frontera con Venezuela, es el punto más elevado de Brasil.

Vista aérea del Río Amazonas. Posee una longitud de 6800 km y se extiende desde los Andes peruanos hasta la Costa Atlántica de Brasil.
Caimanes de Brasil, en portugués se los llama jacaré tinga o papo amarelo. Habita en regiones pantanosas y en especial en las cuencas del Río Amazonas.

Suelo

Hay diferentes tipos de suelo en las áreas tropical y subtropical. La Amazonia, el valle del Amazonas y sus afluentes, es una amplia llanura aluvial en la que la inundación continuada limpia y rellena la capa superficial del suelo. Algunas mesetas aluviales bajas, sin embargo, sobresalen en el relieve. En el interior de la región Nordeste predomina el sertão semiárido. En las áreas de tierras bajas, el suelo soporta una densa vegetación selvática. El estado de São Paulo se caracteriza por la tierra rosa fértil, casi púrpura, debido a la descomposición del basalto, acelerada por el calor y la humedad.

¿Sabías qué...?
La Cuenca Amazónica representa una quinta parte de toda la reserva de agua dulce del planeta.

Hidrografía

Las cuencas hidrográficas en Brasil se forman a partir de tres grandes divisiones: la meseta brasileña, la meseta de las Guinas y la cordillera de los Andes. Los ríos son muy anchos en las llanuras, pero circulan encajados sobre el terreno en las mesetas, lo que permite su aprovechamiento hidroeléctrico. Oficialmente se divide en doce grandes cuencas hidrográficas, de las cuales siete llevan el nombre de sus ríos principales: Amazonas, Paraná, Tocantins, São Francisco, Parnaíba, Paraguay y Uruguay; las demás agrupan varios ríos, con desembocaduras independientes (cuencas agrupadas).

• Cuenca del Amazonas
• Cuenca del Atlántico Nordeste Occidental
• Cuenca del Tocantins
• Cuenca del Paraguay
• Cuenca del Atlántico Nordeste Oriental
• Cuenca del Parnaíba
•Cuenca de São Francisco
• Cuenca del Atlántico este
• Cuenca del Paraná
• Cuenca del Atlántico Sudeste
• Cuenca del Uruguay
• Cuenca del Atlántico Sur

Clima

Brasil, en general, es un país muy lluvioso. La temporada de lluvias depende de la región, ya que el país se extiende al norte y al sur del ecuador, aunque la mayoría del territorio se encuentra en el hemisferio sur. En el norte va de enero a abril, en noreste de abril a julio, y en el sur de noviembre a marzo. La fachada atlántica es la más lluviosa, con medias que superan los 1.200 mm anuales, aunque se distribuyen de forma desigual. En las depresiones mesetarias del nordeste, desde el valle del río São Francisco, hasta el norte de Minas Gerais, las precipitaciones se reducen por debajo de los 800 mm, y se hacen irregulares y torrenciales. Al sur del trópico de capricornio, las temperaturas medias descienden. En las áreas más elevadas, el verano es suave y el invierno riguroso, con nevadas ocasionales. Las lluvias son muy abundantes, entre 1.500 y 2.000 mm, y uniformemente distribuidas.

Las temperaturas son cálidas todo el año. Varían en medias de entre 19 y 27 ºC. El norte es más caluroso. Los meses más fríos tienen medias de 12 ºC y los más cálidos de unos 28 ºC. La oscilación térmica, tanto diaria como anual, es muy reducida. En la fachada atlántica encontramos medias entre 18 y 26 ºC. Entre el valle del río São Francisco y el norte de Minas Gerais las temperaturas medias se encuentran en torno a 27 ºC, con amplitudes térmicas anuales sobre 5 ºC. Al sur del trópico de capricornio las temperaturas medias son inferiores a los 18 ºC, con amplitudes térmicas anuales entre 9 y 13 ºC.

regiones de Brasil

• La región NORTE corresponde a la Amazonia, con Belém y Manaus (Acre Amapá – Amazonas – Pará – Rondônia
Roraima – Tocantins)

• La región NORDESTE agrupa todos los pequeños Estados costeros del Norte, con las ciudades de El Salvador, Recife, Natal, Fortaleza y Sao brillan. (Alagoas – Bahía – Ceará – Maranhão Paraíba – Pernambuco – Piauí Rio grande do Norte – Sergipe)

• La región SUDESTE forma el triángulo industrial, formado por Sao Paulo, Rio de Janeiro y Belo Horizonte. (Goiás – Mato Grosso – Mato Groso do Sul – Distrito Federal)

• La región CENTRAL OESTE corresponde a la meseta central de Brasil, con Mato Grosso y la capital federal, Brasilia (Espírito Santo – Minas Gerais – Rio de Janeiro – São Paulo)

• La región SUR reúne a los Estados del Sur, con las ciudades de Curitiba, Oporto Alegre y Florianópolis. (Paraná – Río Grande DO Sul – Santa Catarina).

Sao Pablo.
Río de Janeiro.
Recife.
Florianópolis.
¿Sabías qué...?
Sao Paulo ha recibido a inmigrantes de todo el mundo para solucionar el problema de mano de obra.

HISTORIA

La colonización

a la llegada de los portugueses en abril de 1500, Brasil se encontraba poblada por cerca de dos millones de indígenas, integrantes de grandes naciones compuestas de varios grupos étnicos, la mayoría pertenecientes a la familia lingüística tupí-guaraní.

El año 1534 es el que marca el inicio oficial de la colonización por parte de Portugal, cuando Juan III divide el territorio en doce capitanías hereditarias, en un sistema que el mismo rey cambia en 1549 para designar un gobernador general que se hiciera cargo de toda la administración. Desde entonces la relación de los portugueses con los pueblos originarios varió según los grupos; algunos fueron asimilados y otros reducidos y esclavizados o exterminados por las guerras y las enfermedades traídas por los colonizadores.

A mediados del siglo XVI el azúcar se convirtió en el principal producto de exportación en tanto crecía el comercio de esclavos africanos empujado por la fuerte demanda.

Los portugueses extendieron sus límites desalojando a los franceses. Tomaron Río de Janeiro en 1567, Sao Luís en 1615 y en 1669 avanzaron sobre la Amazonia. También se extendieron hacia el sur llegando hasta las orillas del Río de la Plata donde fundaron Colonia del Sacramento, en el actual territorio uruguayo. Pero el avance en esta región fue resistido de manera cruenta por las misiones jesuíticas.

A fines del siglo XVII comenzó la explotación de la minería en las zonas luego llamadas Minas Gerais, Mato Groso y Goiás.

Los españoles intentaron impedir la expansión de los portugueses dentro del territorio que les pertenecía de acuerdo con lo establecido en el tratado de Tordesillas de 1494, y consiguieron reconquistar la Banda Oriental en 1777. Sin embargo, el tratado de San Ildefonso firmado ese mismo año, confirmó la soberanía portuguesa sobre casi todas las tierras ocupadas durante su expansión territorial, menos la Banda Oriental, configurando la mayor parte de las fronteras actuales brasileñas.

El avance de las fuerzas napoleónicas sobre Portugal hizo que en 1808 la familia real portuguesa huyera hacia América estableciéndose en Río de Janeiro que se transformó así en la capital de facto de Imperio Portugués. En 1815 la colonia obtuvo el rango de reino soberano en unión con Portugal. Desde esa época y hasta 1828 en que se declaró la independencia de la Banda Oriental, mantuvo una disputa constante con las Provincias Unidas del Río de la Plata por ese territorio.

Durante la época Colonial, Ouro Petro, Municipio del Estado Minas Gerais, significó un importante lugar para la extracción de Oro.

La Independencia

Juan VI se reinstaló en Europa en 1821 dejando a su primogénito Pedro de Alcántara como príncipe regente. Poco después intentó darle nuevamente a Brasil el estatus de colonia, pero los brasileños se opusieron y Pedro se sumó a su causa declarando la independencia el 7 de setiembre de 1822. En octubre Pedro fue declarado primer emperador de Brasil iniciándose las acciones bélicas contra los ejércitos portugueses hasta que Portugal reconoció la independencia en 1825.

En 1831 Pedro I abdicó para regresar a Europa dejando a su hijo de cinco años como sucesor. Al no poder ejercer el nuevo emperador sus funciones, se creó una regencia y se generaron numerosos enfrentamientos que terminaron cuando Pedro II asumió como emperador. Durante sus 59 años de gobierno el país alcanzó la paz interna, un fuerte crecimiento económico y se impuso en tres guerras internacionales, la Guerra Grande, la Guerra contra Aguirre y la Guerra de la Triple Alianza.

Cuando Pedro II se encontraba en la cima de su popularidad y pocos brasileños querían cambiar de forma de gobierno, se produjo un golpe militar republicano apoyado por los esclavistas que rechazaban la abolición de la esclavitud pactada por el gobierno. Los insurgentes se hicieron con el poder en noviembre de 1889. En 1891 se aprobó una nueva constitución que convocaba a elecciones directas para el año 1894.

El siglo XX

La inestabilidad política y social marcó la primera parte del siglo XX hasta que en 1930 Getulio Vargas encabezó un golpe de estado y tomó el gobierno con apoyo militar. Con la promesa de la restauración democrática se mantuvo en el poder hasta finalizada la Segunda Guerra Mundial, cuando fue derrocado por un golpe militar. En 1946 se restituyó el régimen democrático y el general Eurico Dutra resultó electo presidente. Lo sucedió el mismo Vargas quien ganó las presidenciales de 1950, pero se suicidó en 1954 en medio de una crisis política.

Después de varios gobiernos provisionales, en 1956 Juscelino Kubitschek ocupó la presidencia y siguiendo una línea conciliadora consiguió el crecimiento económico y el desarrollo industrial.

Durante su mandato se construyó la ciudad de Brasilia, inaugurada en 1960. Al finalizar su periodo volvieron los tiempos inestables hasta que en 1964 los militares tomaron el poder. Anunciado como un régimen transitorio se convirtió en una dictadura dedicada a la persecución de los opositores. Pese a esto, el enorme crecimiento de la economía que se produjo durante esos años hizo que el régimen obtuviera altos índices de popularidad. Con la asunción presidencial de Ernesto Geisel empezó un periodo de apertura política que terminó con la represión y la censura. Su sucesor, Joao Figueiredo, fue el encargado de finalizar la transición hacia la democracia, que se hizo plena en 1985. Desde entonces se sucedieron José Sarney (quien asumió en lugar del electo Tancredo Neves, muerto antes de hacerse cargo), Fernando Collor, quien renunció tres años después, jaqueado por las denuncias de corrupción, Itamar Franco, su vicepresidente, quien se hizo cargo tal como correspondía por el orden sucesorio, y Fernando Henrique Cardoso, elegido en 1994 y reelecto en 1998.

Getulio Vargas.

Actualidad

Llegado el siglo XXI nuevos aires soplaron en la política brasileña y un viejo luchador, Luiz Inácio Lula da Silva se convirtió en 2002 en el primer presidente brasileño de extracción obrera. Lula fue reelegido en 2006 y sucedido en 2010 por la candidata de su partido, Dilma Rousseff, primera presidenta del Brasil.

CULTURA

MÚSICA

Un rasgo distintivo de su cultura, por el que es reconocido en todo el mundo, es por su música. El pueblo brasileño posee un sentido innato del ritmo, que se manifiesta cantando y bailando de manera cotidiana. Es posible que esto sea herencia de sus raíces africanas, descendientes de aquellos esclavos que fueron traídos a la fuerza a América, y que hacían de la música un acto colectivo de carácter festivo.

Esta música presenta una gran diversidad de ritmos en la que se percibe la influencia de los pueblos de tres continentes que confluyeron en su territorio. Se destaca el samba, mezcla de bolero con ritmos africanos, principalmente del tam-tam de Angola, y que es quizás el más popular. Otro de sus ritmos reconocidos es la bossa nova, originada en los años ´50 del siglo pasado, con un estilo intelectual y una renovada manera de cantar y tocar los instrumentos. Entre los principales compositores e intérpretes de este ritmo se cuentan Joao Gilberto y Tom Jobim. Hacia fines de la década de 1960 surgió el tropicalismo, un movimiento musical que mezcla todos los ritmos.

LITERATURA

Si bien los hablantes hispanos tienen poco acceso a la literatura brasileña, es reconocida por sus pintorescas descripciones y el costumbrismo peculiar que transmiten las obras. Entre sus autores más reconocidos y leídos entre los hispanoparlantes están Monteiro Lobato, Jorge Amado, José Mauro de Vasconcelos y Paulo Coelho.

DEPORTE

Dentro de un panorama en el que destacan varios deportes, hay dos actividades sobresalientes que más allá de su desarrollo profesional forman parte de su acervo cultural:

Capoeira
La capoeira es arte, lucha, filosofía, danza, deporte y mucho más. Analizada desde diferentes perspectivas, combina la fuerza y el control mental, con la herencia de un pueblo en lucha por su libertad. Nacida del intercambio entre las etnias negra, indígena y blanca hace unos 500 años, considerada en el pasado un juego prohibido, hoy la capoeira se ha convertido deporte nacional.

Fútbol
Fue introducido en 1894 por Charles Miller, un joven brasileño que de un viaje a Inglaterra trajo dos pelotas y organizó el primer partido oficial de la historia del futbol brasileño.

La influencia de este deporte en la sociedad brasilera se refleja también en la playa. Es que el fútbol es sin duda el juego de playa por excelencia: Es muy común ver jugar a los brasileros al fútbol en la playa, en todas sus modalidades, desde simples partidos hasta las invenciones del Fut-Volley o Fut-Tenis.

Mundial de fútbol Brasil 2014

Entre los días 12 de junio y 13 de julio de 2014, Brasil acogió la XX edición del que puede considerarse como principal evento deportivo mundial después de los Juegos Olímpicos: la Copa Mundial de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA), más popularmente conocida como Mundial de fútbol. En esta ocasión, la decepción de la hinchada local, que vio relegado su equipo a la cuarta plaza del torneo, solo tuvo parangón con la euforia de los seguidores alemanes, cuya selección se proclamó campeona del mundo por cuarta vez.

Un desafío económico para Brasil

Las grandes citas deportivas suelen ser ocasión para publicitar los logros materiales alcanzados por los países organizadores; en este sentido, aún queda cercano el recuerdo de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, que sirvieron de escaparate a la potencia económica de la nueva China.

Otro tanto ocurrió con el Mundial de Brasil 2014, puesto que la República brasileña, primera potencia económica de América Latina, figura en el llamado Grupo de los BRIC (Brasil, Rusia, India y China), estados con un acelerado crecimiento del producto interior bruto (PIB) que están llamados a ganar un protagonismo creciente en el mundo global de las próximas décadas.

Gracias a este crecimiento material pudo afrontar Brasil el elevado coste del Mundial, cifrado oficialmente por el gobierno brasileño en 28.000 millones de reales (alrededor de 13.000 millones de euros). Ese monto fue dedicado tanto a la edificación o reforma de los estadios donde se jugaron los partidos, como a la construcción de nuevos viales y otras obras públicas.

Estadio Maracaná, sede de la final de la Copa.

A pesar de la euforia deportiva, y aun patriótica, suscitada por el Mundial en buena parte de la sociedad brasileña, esta no fue ajena a las críticas por el inmenso desembolso crematístico que supuso el evento, y al cual deben sumarse los gastos generados por los Juegos Olímpicos de 2016, con sede en Río de Janeiro. Sobre todo si se consideran los escándalos de corrupción que rodearon, entorpecieron y en buena medida desprestigiaron los preparativos de ambos eventos.

Con ocasión de la Copa de Confederaciones, disputada en Brasil en junio de 2013, estallaron en el país multitudinarias protestas que denunciaban la inmensa diferencia entre el presupuesto dedicado a los fastos futbolísticos y el gasto público en programas sociales, así como las prácticas fraudulentas que impregnaban todas las esferas de la vida política y administrativa del país. Tal dimensión alcanzó este movimiento que la presidenta de la República, Dilma Rousseff, se vio obligada a promulgar una severa ley anticorrupción, acompañada de la promesa de una reforma constitucional que consolidara los derechos civiles y sociales.

Otro motivo de polémica constituyeron los desalojos forzados de numerosas personas que vivían en barrios pobres -las favelas- cercanos a los escenarios deportivos del Mundial. La medida fue muy criticada por distintas organizaciones defensoras de los derechos humanos, y añadió nuevos motivos de polémica en torno al evento deportivo.

La “Brazuca”

La FIFA recurrió a las nuevas tecnologías para garantizar la certeza de las decisiones arbitrales y la justicia de los resultados deportivos, evitando las polémicas que han acompañado en ediciones anteriores a jugadas de resultado incierto y trascendencia decisiva.

El Mundial 2014 fue el primero en utilizar balones inteligentes, capaces de indicar si han traspasado por completo la línea de gol. Para servir esta información, el balón disponía en su interior de un sistema electrónico de apenas 1,5 cm, que enviaba señales de radio a una computadora, la cual remitía el dato a un reloj de pulsera especial que llevaba el árbitro en su muñeca. Todo este proceso se efectuaba en menos de un segundo. El sistema fue probado con éxito en 2005, con ocasión de la Copa Mundial Sub-21 disputada en Lima (Perú).

El modelo de balón inteligente usado en Brasil recibió el nombre de Brazuca y fue desarrollado por dos conocidas empresas alemanas, dedicada una a la computación, la otra al diseño y fabricación de material deportivo.

La Brazuca fue la pelota utilizada en todos los partidos del mundial.

Sedes y participantes

Por lo que respecta a los escenarios de la competición deportiva, el Mundial de Brasil tuvo 12 sedes, las ciudades de Belo Horizonte, Brasilia, Cuiabá, Curitiba, Fortaleza, Manaos, Natal, Porto Alegre, Recife, Río de Janeiro, Salvador y Sao Paulo.

Participaron en la competición 32 selecciones en representación de otras tantas federaciones nacionales de cinco continentes, agrupadas en ocho grupos para la fase de liguilla: A (Brasil, Croacia, México y Camerún), B (España, Holanda, Chile y Australia), C (Colombia, Grecia, Costa de Marfil y Japón), D (Uruguay, Costa Rica, Inglaterra e Italia), E (Suiza, Ecuador, Francia y Honduras), F (Argentina, Bosnia-Herzegovina, Irán y Nigeria), G (Alemania, Portugal, Ghana y Estados Unidos) y H (Bélgica, Argelia, Rusia y Corea del Sur).

Los partidos fueron dirigidos por un plantel internacional de 25 árbitros.

Los equipos favoritos

El campeonato se presentaba más reñido que en competiciones anteriores, con varios aspirantes de peso a ganar el título mundial.

Brasil es la selección nacional con más copas del mundo en su haber: ha ganado el trofeo en cinco ocasiones, pero la última fue en 2002, por lo que la afición canarinha, que apoyó masivamente a sus jugadores, consideraba este Mundial como una ocasión de oro para seguir encabezando la lista de campeones.

España, por entonces vigente campeona del mundo y de Europa; Argentina, que suma dos copas mundiales y cuenta en sus filas con Lionel Messi, considerado el mejor jugador del mundo; y Alemania, tricampeona y siempre poderosa, eran los tres rivales más temidos del país anfitrión en la lucha por el triunfo.

Lionel Messi fue nombrado el mejor jugador del torneo, pero no pudo alzarse con el trofeo.

A la zaga de los anteriores figuraba el país europeo con más entorchados futbolísticos, Italia, cuatro veces campeona del mundo, que no contaba en esta edición con un equipo de la categoría de ocasiones anteriores pero siempre es un adversario temible, sobre todo por su dominio del juego táctico. A su nivel se encontraba un grupo de selecciones de potencial nada desdeñable, como Portugal (con Cristiano Ronaldo, Balón de Oro de 2013, que disputa a Messi la supremacía mundial individual), Inglaterra, Francia (como la anterior, una vez campeona del mundo), Holanda (en tres ocasiones subcampeona) y Uruguay (bicampeona), pero que de entrada no parecían candidatas al título.

El desenlace

La gran sorpresa de la primera fase fue la eliminación de España, que perdió con poca gloria su entorchado mundial, derrotada contundentemente por Holanda (1-5) y Chile (2-0), aunque se despidió con un triunfo intrascendente contra Australia (3-0). El otro sobresalto estuvo en el grupo D, donde Inglaterra e Italia se quedaron en la cuneta, desbancadas de la clasificación por Costa Rica y Uruguay.

Una vez resueltas las eliminatorias de octavos y cuartos, las semifinales fueron disputadas por las selecciones de Alemania, Brasil, Holanda y Argentina. Los germanos se deshicieron con una facilidad humillante de Brasil, a la que vapulearon ante su público por 7-1. Por su parte, los argentinos tuvieron que recurrir a la tanda de penaltis para superar a Holanda, tras acabar el tiempo reglamentario con empate a cero.

La frustración de la hinchada canarinha tocó fondo en la final de consolación, cuando su equipo se vio desbordado por los jugadores holandeses, que se impusieron por 0-3.

La gran final se disputó en el impresionante -y legendario- marco escénico del Estadio Maracaná de Río de Janeiro. En el primer tiempo, la maestría táctica de Javier Mascherano y las apariciones repentinas de Lionel Messi mantuvieron a los alemanes un tanto remisos, carentes del empuje ofensivo demostrado en partidos anteriores. Sin embargo, la fuerza y disciplina de los germanos, unida a la calidad de sus principales jugadores, acabaron imponiéndose en el segundo período, ampliado en la prórroga. El único gol del partido fue marcado por Götze en el minuto 113 de juego. Una diana para Alemania, pues le valió su cuarto campeonato mundial de fútbol.