A lo largo de la historia se mostrado el interés de las naciones y grupos sociales en mejorar las condiciones del ser humano. Esto ha originado distintas formas de gobierno y organización socioeconómica, entre las que destaca el capitalismo, el socialismo y el comunismo.
Capitalismo
Socialismo
Comunismo
Definición (RAE)
“Sistema económico basado en la propiedad privada de los medios de producción y en la libertad de mercado”.
“Sistema de organización social y económico basado en la propiedad y administración colectiva o estatal de los medios de producción y distribución de los bienes”.
“Movimiento y sistema político, desarrollados desde el siglo XIX, basados en la lucha de clases y en la supresión de la propiedad privada de los medios de producción”.
Ideas
Se opone a la intervención del gobierno en la economía.
Un mercado libre produce mejores resultados económicos para la sociedad.
Los medios de producción son de propiedad privada.
Da importancia al lucro individual.
Todos deben tener acceso a bienes públicos y artículos básicos.
Las industrias a gran escala son bienes colectivos.
Las propiedades y riquezas deben distribuirse equilibradamente en la sociedad, lo que disminuye la diferencia entre ricos y pobres.
Se eliminan las clases sociales.
Se suprime la propiedad privada de los medios de producción.
La propiedad privada de los medios de producción debe pertenecer al proletariado por ser su fuente de riqueza y producción.
El material económico debe distribuirse equitativamente.
Principales defensores
Richard Cantillon.
Adam Smith.
John Locke.
David Ricardo.
Thomas Malthus.
Karl Marx.
Friedrich Engels.
Lenin.
Henri de Saint-Simon.
Ferdinand Lasalle.
Karl Marx.
Friedrich Engels.
Lenin.
Stalin.
Mao Zedong.
Política
Puede coexistir con una variedad de sistemas políticos. Muchos capitalistas defienden la república democrática.
Puede coexistir con distintos sistemas políticos. Muchos socialistas defienden la democracia participativa.
Se basa en la dictadura del proletariado.
Economía
Economía de libre mercado.
Planificación democrática.
Planificación totalitaria.
Estructura social
Existen clases de acuerdo a su relación con el capital.
Las diferencias de clase disminuyen y el estatus radica en las distinciones políticas.
La única clase social legitimada es el proletariado.
Estructura de propiedad
La forma predominante de propiedad es la propiedad privada del capital y de otros bienes.
Predominan dos tipos de propiedad: la personal y la pública.
¡No se puede vivir sin agua! El 70% de nuestro cuerpo está formado por agua y significa un alimento para nuestro organismo porque contiene sales minerales. Además, es una herramienta útil para la realización de múltiples tareas diarias como el aseo. También contribuye a mantener los ecosistemas en equilibrio y a regular la temperatura tanto corporal como planetaria. Actualmente se habla mucho sobre este tema en torno a su contaminación y su empleo innecesario. A continuación te explicamos todo lo que necesitas saber.
Representación de una molécula de agua: dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno.
El agua en nuestro planeta
El agua es una sustancia química cuyas moléculas están compuestas por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno (H2O). Nuestro planeta Tierra está cubierto por 70% de agua, es la única sustancia capaz de experimentar tres estados: sólido, líquido y gaseoso. Así, en los témpanos encontramos agua sólida; en las gotas de lluvia, agua líquida; y en las nubes, vapor de agua.
En el mar el agua es salada, tiene aproximadamente 35 gr de sal disuelta por litro. El principal tipo de sal que posee es el cloruro de sodio y en menor proporción, cloruro de magnesio, sulfato de magnesio, sulfato de cobre y sulfato de potasio.
Sin embargo, no toda el agua de nuestro planeta contiene ese porcentaje de sal. Existen las aguas dulces de los arroyos, lagos y ríos que apenas tienen 3 gr de sal por litro. Este tipo de agua, que es la más escaza en el mundo, se puede potabilizar para que llegue a nuestros hogares. Actualmente se trabaja con la idea de potabilizar el agua de mar para consumo humano ya que sería una gran solución para la escasez de agua potable. Pero, tan sólo es un proyecto; el costo de potabilizar agua de mar para consumo masivo es muy elevado.
El ciclo del agua, también conocido como ciclo hidrológico, describe el movimiento continuo y cíclico del agua que circula entre los océanos, la atmósfera y la litosfera-biosfera de nuestro planeta. El agua de las precipitaciones (lluvia, nevadas y glaciares) alimenta manantiales, ríos, lagos y acuíferos. Gracias a este ciclo todos los seres vivos tienen acceso al agua. Para conocer su recorrido te dejamos en las hojas siguientes una infografía sobre este tema.
El agua en sus tres estados.
El agua como regulador de la temperatura
El agua, además de ser la principal fuente de vida de todos los seres vivos, juega un rol importante en la regulación de la temperatura a nivel corporal y planetario.
La temperatura corporal es regulada por el agua a través de la transpiración. El cuerpo incorpora agua de los alimentos que se consumen y de los subproductos del metabolismo. Cuando no se consume diariamente la cantidad de agua requerida, se genera un desequilibrio en los líquidos corporales, provocando deshidratación; en algunos casos puede ser causa de muerte.
¿Sabías qué...?
Una canilla que gotea desperdicia más de 75 litros de agua por día aproximadamente.
Por su parte, la hidrosfera y la atmósfera tiene un papel esencial en la regulación de la temperatura atmosférica. El agua de los mares y los océanos intercambian energía con la atmósfera en los períodos cálidos para devolverlo en períodos fríos, así se evitan los cambios bruscos de temperatura. Al mismo tiempo, los vientos empujan las corrientes marinas que distribuyen el calor: llevan agua caliente procedente de latitudes tropicales hasta regiones que son frías. Por otro lado, los casquetes polares y los hielos de los glaciares también contribuyen a la regulación de la temperatura terrestre al reflejar gran cantidad de radiación solar.
Propiedades
El agua cuenta con diferentes propiedades que se clasifican en organolépticas y en fisicoquímicas. Las primeras son las que percibimos con nuestros sentidos y las segundas tienen relación con la composición química.
PROPIEDADES ORGANOLÉPTICAS
Inodora: no tiene olor Incolora: no tiene color Insípida: no tiene sabor
PROPIEDADES FISICOQUÍMICAS
Polaridad: tiene una distribución irregular de la densidad electrónica. Capacidad calorífica: el agua necesita mucho calor para elevar su temperatura. Tensión superficial: es un fenómeno a través del cual la gota de agua pareciera tener una superficie resistente. Así, un insecto se puede posar sobre una gota y no hundirse mediante adaptaciones en sus patas. Capacidad de disolución: es el solvente universal. Cambios de estado: sólido, líquido y gaseoso.
Proceso de potabilización
El agua que llega a nuestro hogar puede proceder de un río, arroyo o lago. Éstas reciben el nombre de aguas superficiales porque fluyen sobre el suelo. En cambio si el agua proviene de un pozo, se denominan aguas subterráneas.
Cuando el agua se extrae del subsuelo, por medio de perforaciones, va sufriendo un proceso de filtración natural al pasar a través de las distintas capas porosas del terreno. Sin embargo, siempre debe ser controlada su calidad y, en algunos casos, es necesario someterla al proceso de desinfección.
Dado que las primeras napas de la tierra suelen estar expuestas a contaminación química y/o microbiológica debido a su cercanía con la superficie del terreno, el agua extraída a poca profundidad no es apta para su consumo.
El agua proveniente de fuentes superficiales se encuentra más expuesta que la subterránea a la incorporación de distintos materiales y microorganismos que puedan afectar su calidad. Por eso requiere de un procedimiento más complejo para su tratamiento.
Podemos sintetizar en 6 pasos el proceso de potabilización:
1. Cámara de carga: por lo general el agua se extrae con tomas ubicadas en torres construidas sobre el curso de agua. Estas tomas cuentan con un filtro que impide la entrada de rocas u otros sólidos de gran tamaño. 2. Coagulación: el agua llega a una cámara donde se le agrega una dosis de sustancias coagulantes. En este paso las partículas de suciedad, que enturbian el agua, quedan aglutinadas y esto permite que su extracción sea más sencilla. 3. Alcalinización: el proceso de decantación de los coágulos se lleva a cabo en piletas grandes.
4. Filtración: el agua decantada llega hasta un filtro donde pasa a través de sucesivas capas de arena de distinto grosor. Sale prácticamente potable. 5. Cloración: la desinfección se realiza con cloro gaseoso que elimina los microorganismos. 6. Control de calidad: antes de llegar al consumo, el agua es severamente controlada por químicos que analizan su calidad microbiológica.
Según datos de la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el consumo de agua promedio, a nivel global, actualmente es de alrededor de 800 m3 por persona por año.
Aguas residuales
Cuando limpiamos nuestro hogar, nos bañamos o cocinamos desechamos agua; es la que luego corre por las alcantarillas. A este tipo de agua se le denomina residual y es la que también proviene de los procesos industriales. Para devolverla al medio de donde fue tomada es necesario someterla a un proceso de limpieza para descontaminarla. Para esto se llevan cabo procedimientos físicos, químicos y biológicos que pueden sintetizarse de la siguiente manera:
1. Recepción del agua 2. Sedimentación: el agua es vertida en piletas donde se retienen los sólidos sedimentables, como la arena. 3. Descontaminación: por acción bacteriana se eliminan sustancias contaminantes.
Luego de esta etapa, se llevan a cabo tres procesos iguales al de la potabilización del agua. 4. Coagulación 5. Filtración 6. Cloración y desinfección 7. Devolución al ambiente
Contaminación del agua
Muchas de las actividades que realiza el hombre produce contaminación en el agua, de este modo pierde calidad. Es por esto que la gestión de aguas residuales debe llevarse a cabo con responsabilidad con el objetivo de evitar que esas aguas contaminadas, por los desechos industriales y domésticos, vuelvan a introducirse en el cauce de un río, lago, arroyo o mar.
Los materiales que se disuelven o quedan flotando en el agua generan un medio apto para el crecimiento de virus y microorganismos infecciosos. Algunas de las enfermedades que se transmiten por el consumo de agua contaminada son: cólera, gastroenteritis, meningitis, hepatitis infecciosa, entre otras.
Uno de los efectos de la contaminación es la eutrofización, proceso por el cual una excesiva cantidad de nutrientes, como el nitrógeno y fosfato, provoca la proliferación de vegetación y de otros organismos que agotan el oxígeno en el agua.
Los aportes adicionales de nutrientes, fósforo y nitrógeno a las aguas proceden generalmente de los residuos urbanos, de ciertas instalaciones industriales y del uso creciente de fertilizantes y pesticidas en la agricultura.
Cuando muere la vegetación y los peces, los mismos se pudren y aportan importantes cantidades de materia orgánica al medio. Por esta razón el agua comienza a emanar feos olores y adopta un aspecto descuidado disminuyendo drásticamente la calidad.
FUENTES DE CONTAMINACIÓN
Origen de la contaminación
Contaminantes
Consecuencias
Industriales
Minerales, plomo, mercurio, nitratos.
Efectos en la salud humana por intoxicación.
Agricultura
Herbicidas, plaguicidas, fertilizantes.
Intoxicación de fauna acuática.
Urbana
Plásticos, pinturas, ácido.
Asfixia de peces y vida acuática, alteración estética.
Doméstica
Detergentes, productos de limpieza, insecticidas.
Disminuye el oxígeno en el agua. Efectos nocivos sobre la comunidad acuática.
Accidentales
Petróleo.
Altera ecosistemas acuáticos.
África, un continente con pocos grifos
África cuenta con abundantes recursos hídricos que están muy subexplotados y se hallan distribuidos desigualmente entre países y regiones. Allí se encuentran algunos de los ríos más largos, anchos, regulares y caudalosos del mundo; entre ellos, el más largo: el Nilo (6.671 km). Pero, además, están el río Níger (4.160 km) y la cuenca del Zaire o Congo (4.200 km) que es el segundo más caudaloso del mundo, además del Senegal (1.600 km), el Zambeze (2.600 km), el Orange (1.860 km) o el Limpopo (1.600 km). A su vez, una reciente investigación de un equipo del British Geological Survey reveló que el mapa de aguas subterráneas de África esconde 660.000 kilómetros cúbicos de agua, es decir, cien veces la superficie de todo el continente.
Sin embargo, según las Naciones Unidas, millones de personas mueren cada año, en este continente, por enfermedades relacionadas con la falta de agua potable y de higiene. Algunas de las causas de este problema son: falta de infraestructura, desigualdad, cambio climático, etc. Esta situación ya está suponiendo una amenaza para la seguridad alimentaria en las regiones más áridas. A su vez, existen grandes zonas que no disponen de aguas superficiales, por lo que la explotación de las aguas subterráneas es muy frecuente.
Mujeres transportando agua en Etiopia.
La rutina diaria cambia radicalmente cuando la tarea de conseguir agua no significa abrir un grifo. Millones de mujeres y niñas emplean cinco horas al día en ir a buscar el agua. Esta tarea la realizan aunque el agua que puedan conseguir no tenga condiciones óptimas de calidad, además durante el camino corren peligro de enfrentarse a hombres que amenazan con violarlas. Así, estas mujeres pierden la posibilidad de invertir horas de sus vidas en trabajar, estudiar o estar con su familia.
• La escasez de agua afecta a todos los continentes y a cuatro de cada diez personas en el mundo.
• La escasez de agua obliga a la población a utilizar fuentes contaminadas de agua para beber. Ello también significa que no puedan asearse, lavar la ropa y limpiar sus casas adecuadamente.
• La escasez de agua induce a la población a almacenar agua en sus casas. Ello puede aumentar el riesgo de contaminación del agua doméstica y ofrecer criaderos para los mosquitos, que son los vectores del dengue, el dengue hemorrágico, el paludismo y otras enfermedades.
• La escasez de agua pone de relieve la necesidad de gestionar mejor los recursos hídricos.
La materia puede presentarse en dos formas distintas: homogénea y heterogénea, según que sus propiedades y su composición sean las mismas en cualquier punto o cambien al pasar de un punto a otro. La homogeneidad, tal como se entiende en química, es, pues, homogeneidad respecto a la subdivisión.
En cambio, un material heterogéneo es una mezcla en la que cada porción homogénea de la misma constituye lo que se denomina una fase. Una roca de granito, por ejemplo, es un material heterogéneo en el que se pueden observar a simple vista distintos componentes: partículas pequeñas y oscuras de mica, cristales de cuarzo duros y transparentes, y cristales oblongos y grises de feldespato. Cada fase de una mezcla presenta distintas propiedades y la separación de las mismas puede en general realizarse por medios mecánicos.
Sustancia pura y disolución
Una sustancia pura o especie química es una fase homogénea de composición constante. Si la composición de una fase homogénea puede variar se habla de disoluciones. Las disoluciones pueden ser de distintos tipos, pero las más comunes son de un sólido en un líquido; por ejemplo, de sal común en agua.
La composición de una sustancia o cuerpo puro no varía con los cambios de estado. Así, el agua tiene la misma composición en forma de hielo, de agua líquida o de vapor. Si se varía la presión, la temperatura de fusión (o solidificación) de una sustancia pura también varía, pero tampoco en este caso cambia la composición del líquido (o sólido) que se obtiene. En cambio, la composición de una disolución sí varía con los cambios de estado o con los cambios de presión y temperatura. Por ejemplo, si se enfría una disolución en agua caliente de sal común, parte de la sal precipita, ya que la sal es más soluble en agua caliente que en agua fría.
Una disolución puede variar su composición luego de un cambio de estado.
Elementos y compuestoS químicos
El agua y el azufre, por ejemplo, son sustancias puras, pero la primera es un compuesto y la segunda es un elemento o, en otras palabras, la molécula de agua está formada por dos átomos de distinto tipo (hidrógeno y oxígeno), mientras que la molécula de azufre está formada únicamente por átomos de azufre. Si sometemos el agua a cambios de estado, su composición no varía (es una sustancia pura), pero por medios químicos podemos descomponerla en hidrógeno y oxígeno, sus elementos constituyentes. Esto puede lograrse, por ejemplo, haciendo pasar vapor de agua sobre hierro calentado al rojo: el hierro extraerá el oxígeno de las moléculas de agua dando origen a la formación de un óxido de hierro, mientras que el hidrógeno quedará libre.
Con el azufre es imposible hacer algo así: podemos calentarlo y su molécula pasará de una forma (alotrópica) a otra, pero seguirá estando formada únicamente por átomos de azufre. También podemos intentar hacerlo reaccionar con otro elemento o con un compuesto, pero siempre tendremos lo mismo: azufre que no ha entrado en combinación o bien azufre que se ha combinado con otros elementos, nunca dos componentes distintos de esa sustancia que a la que llamamos azufre, por la simple razón de que se trata realmente de un elemento químico y, por lo tanto, está constituido por un único tipo de átomos.
Disoluciones
Las disoluciones o soluciones son sistemas formados de dos componentes: el disolvente y el soluto.
Se llama disolvente al componente más abundante, y soluto al que se halla en menor cantidad; sin embargo, en la práctica, en muchos casos no queda claramente delimitado cuál de los componentes es el soluto y cuál el disolvente.
En el lenguaje corriente, cuando se habla de disoluciones se suele hacer referencia a disoluciones de un soluto sólido en un disolvente líquido (casi siempre agua, con mucho el más común de los disolventes de sustancias inorgánicas), pero de hecho hay otros ocho tipos de disoluciones, ya que tanto el soluto como el disolvente pueden estar en estado sólido, líquido o gaseoso.
En una solución solo se distingue una fase de la materia.
La mayoría de las reacciones químicas se producen con las sustancias reaccionantes disueltas, y para el reconocimiento de una sustancia o la determinación de algunas de sus características a menudo es conveniente recurrir a su disolución. De ahí la gran importancia que posee su estudio. Por ahora sólo indicaremos que conviene distinguir entre disoluciones diluidas (poco soluto), concentradas (bastante cantidad de soluto) y saturadas (aquellas en que el disolvente no puede admitir más soluto). En disolución acuosa muchos compuestos se ionizan y entonces estas disoluciones son conductoras de la electricidad.
Disolventes fundamentales para el químico son: el agua, el agua destilada, los ácidos y bases inorgánicos, la bencina, el alcohol ordinario, la acetona, el éter, el sulfuro de carbono, etcétera.
Dispersiones coloidales
La distinción entre mezcla y disolución a partir de su homogeneidad o heterogeneidad es muy precisa en el ejemplo del granito y puede asimismo ser suficientemente precisa en el caso de las suspensiones. Un ejemplo de suspensión puede ser la de arena muy finamente pulverizada mezclada en agua: a diferencia de lo que ocurriría si se tratase de una disolución, la arena acaba por depositarse, aunque lo hará tanto más lentamente cuanto menores sean las partículas. La explicación de este diferente comportamiento estriba en que en una suspensión las partículas están constituidas por agrupaciones de un número muy grande de moléculas, mientras que en una disolución las partículas son moleculares.
Un caso menos evidente es el de las dispersiones coloidales, en las que las partículas tienen un tamaño que, aun siendo considerablemente superior al de las partículas en disolución, es muy inferior al de las partículas de las suspensiones, hasta el punto de que las partículas coloidales pasan a través de todos los filtros corrientes y no se depositan ni siquiera después de un período de reposo prolongado. Para fijar ideas, se puede afirmar que si el tamaño de las partículas es mayor que 0,2 (micras, siendo 1 = 10-3 mm) nos hallamos ante una suspensión; cuando está comprendido entre 0,2 y 1 m (milimicra, 10-6 mm), se trata de una dispersión coloidal, y si es menor que 1 m, se puede hablar propiamente de disolución. En el caso de las dispersiones coloidales, se habla de fase dispersa y de medio de dispersión, conceptos equivalentes a los de soluto y disolvente usados en el caso de las disoluciones. Como en el caso de las disoluciones, existen nueve tipos distintos de dispersiones coloidales, correspondientes a los tres posibles estados de la fase dispersa y del medio dispersante.
Separación de mezclas heterogéneas
En muchas ocasiones, tanto en el laboratorio como en la industria, se plantea la necesidad de separar los distintos componentes de una mezcla. Entre las distintas técnicas que se emplean con este fin cabe mencionar las siguientes:
Para separar sólidos de líquidos:
Separación por decantación, que consiste en dejar que el sólido acabe por depositarse en el fondo de un recipiente (en ocasiones, la decantación puede acelerarse por centrifugación);
Separación por filtración, en la que se utiliza un material (papel de filtro, porcelana porosa, etc.) que por el tamaño de sus poros permite el paso del líquido pero no el de las partículas sólidas;
Separación por centrifugación, basada en que las partículas en suspensión o en dispersión resultan afectadas por la fuerza centrífuga, con lo que tienden a escapar de la masa del líquido (esta técnica se emplea, por ejemplo, en la industria azucarera).
Para separar sólidos de sólidos:
Separación magnética, utilizable para extraer, por ejemplo, partículas de hierro o de otro metal ferromagnético de una mezcla;
Separación por levigación, que se basa en someter la mezcla a un chorro de agua, que arrastra con mucha mayor facilidad las partículas menos densas (se usa, por ejemplo, para separar una mezcla de arena y oro, aprovechando que este último es mucho más denso);
Separación por disolución, que puede usarse, por ejemplo, para extraer la sal de una mezcla de arena y sal: se añade agua, con lo que la sal se disuelve, y después, tras filtrar la disolución, el agua se evapora, con lo que la sal precipita.
Para separar líquidos inmiscibles:
Separación por centrifugación, según el principio ya explicado (también se emplea para la separación de emulsiones);
Separación por decantación, que en este caso suele hacerse usando un embudo de decantación, el cual, al abrir su llave, permite la salida del líquido de mayor densidad.
Separación de disoluciones
La separación de los diversos componentes de una disolución es más difícil que la de los componentes de una mezcla, ya que en este caso los medios puramente mecánicos no son efectivos y es preciso recurrir al calentamiento de la disolución para llevar a cabo la separación a partir del vapor:
Disolución de un sólido en un líquido: separación por evaporación, que se realiza calentando la disolución en una vasija abierta y poco profunda, con lo que, al irse evaporando el líquido, la disolución se va concentrando y, si se prosigue hasta la total evaporación del líquido, se obtiene el soluto precipitado.
Disolución de un líquido en otro: separación por destilación simple, aplicable cuando los puntos de ebullición de los dos líquidos son notablemente diferentes y en la que se procede calentando la disolución hasta una temperatura algo superior al punto de ebullición del líquido más volátil y condensando por enfriamiento el vapor recogido.
Disolución de varios líquidos en otro líquido: separación por destilación fraccionada, que se basa en que cada líquido tiene un punto de ebullición distinto; puede realizarse en una sola operación mediante las llamadas columnas de fraccionamiento, tal como se hace en el caso del petróleo crudo.