Paperas o Parotiditis

Es una enfermedad de origen viral. Se transmite de persona a persona a través de las secreciones que elimina una persona enferma al hablar, toser o estornudar o bien por contacto directo con cualquier objeto contaminado con estas mismas secreciones. El período de incubación se puede extender de 12-25 días.

¿Cuáles son los síntomas?

Los principales síntomas son:

– Hinchazón facial: es el síntoma más notable. Provocado por la hinchazón de las glándulas salivales. Ésta puede ser muy dolorosa y a veces es el único síntoma.
– Fiebre
– Dolor de cabeza
– Dolor en los músculos
– Cansancio
– Falta de apetito

En casos graves, las paperas pueden afectar otros órganos como el sistema nervioso central, el páncreas, los testículos y ovarios. Estos casos se pueden manifestar con alguno de los siguientes síntomas: somnolencia, dolor de cabeza intenso, dolor abdominal, vómitos, dolor en testículos y escroto. Estos son síntomas de afección grave por lo que frente a su presencia debe consultar en un centro de salud

¿A quiénes afecta?

Afecta principalmente a niños entre los 2 y 12 años que no han sido vacunados contra la enfermedad. Sin embargo, la infección puede ocurrir a cualquier edad. En los adultos puede ser más seria y traer otras complicaciones.

¿Cómo puede prevenirse?

Con vacunación. La vacuna antiparotídica se encuentra incluida en la vacuna Triple Viral (SRP: sarampión, paperas y rubéola). El Calendario Nacional de Vacunación recomienda aplicar la primera dosis al año de vida y un refuerzo al ingreso escolar.

Además se pueden tomar otras medidas como:

– Lavarse bien las manos con agua y jabón.
– No compartir cubiertos a la hora de comer.
– Limpiar las superficies que se tocan con frecuencias con agua y jabón (picaportes, juguetes, mesas).

¿Cuál es el tratamiento?

Una vez contagiado, no hay un tratamiento específico. Es importante acudir al médico inmediatamente si se cree estar en presencia de la enfermedad.
El tratamiento suele ser paliativo para calmar los síntomas con medidas como:

– Beber abundante cantidad de líquido para mantenerse hidratado.
– Consumir alimentos blandos que no requieran mucha masticación.
– Evitar los alimentos ácidos o los alimentos que hagan que la boca segregue saliva, como los cítricos.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina)

http://msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48/213-paperas-o-parotiditis#sthash.HPB2tB6T.dpuf

Difteria

La difteria es una enfermedad causada por una toxina producida por la bacteria Corynebacterium diphtheriae. Se propaga fácilmente a través de los estornudos y la tos. El uso generalizado de la vacuna contra la difteria permitió que no se detecten casos de esta enfermedad en la Argentina desde el año 2006.

¿Cuáles son los síntomas?

La difteria puede causar fiebre y dolor de garganta. Evoluciona con compromiso del estado general y una gruesa membrana gris cubre el interior de la garganta. Si no se trata oportunamente la enfermedad puede causar dificultades para tragar o problemas graves como parálisis, insuficiencia cardíaca e infección generalizada.


La difteria es una enfermedad causada por una toxina producida por la bacteria Corynebacterium diphtheriae.

¿Cómo se previene?

La herramienta básica para la prevención de esta enfermedad es la vacunación que se otorga en cada etapa de la vida. También el sistema de salud debe estar atento ante la posible aparición de casos para limitar su diseminación en los no vacunados.

Vacuna Pentavalente

El Calendario Nacional de Vacunación contempla la vacunación con la quíntuple celular o pentavalente a los 2-4- y 6 meses de vida. Continúa el esquema a los 18 meses con la cuádruple, a los seis años con la triple bacteriana celular, a los 11 con la triple bacteriana acelular y cada diez años con la doble bacteriana. Todas estas vacunas contienen el componente antidiftérico que proporciona las defensas necesarias para no contraer la enfermedad.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina) http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48/254-difteria#sthash.TbOAIAe4.dpuf

Hipertensión arterial

La hipertensión arterial es el aumento de la presión arterial de forma crónica. Es una enfermedad que no da síntomas durante mucho tiempo y, si no se trata, puede desencadenar complicaciones severas como un infarto de miocardio, una hemorragia o trombosis cerebral, lo que se puede evitar si se controla adecuadamente.

Las primeras consecuencias de la hipertensión las sufren las arterias, que se endurecen a medida que soportan la presión arterial alta de forma continua, se hacen más gruesas y puede verse dificultado al paso de sangre a través. Esto se conoce con el nombre de arterosclerosis.

Las revisiones periódicas son importantes para detectar la hipertensión.

¿Cuáles son sus causas?

Se desconoce el mecanismo de la hipertensión arterial más frecuente, denominada “hipertensión esencial”, “primaria” o “idiopática”. En la hipertensión esencial no se han descrito todavía las causas específicas, aunque se ha relacionado con una serie de factores que suelen estar presentes en la mayoría de las personas que la sufren. Conviene separar aquellos relacionados con la herencia, el sexo, la edad y la raza y por tanto poco modificables, de aquellos otros que se podrían cambiar al variar los hábitos, ambiente, y las costumbres de las personas, como: la obesidad, la sensibilidad al sodio, el consumo excesivo de alcohol, el uso de anticonceptivos orales y un estilo de vida muy sedentario.

¿Cómo se hace el diagnóstico?

La única manera de detectar la hipertensión en sus inicios es con revisiones periódicas. Mucha gente tiene la presión arterial elevada durante años sin saberlo. El diagnóstico se puede realizar a través de los antecedentes familiares y personales, una exploración física y otras pruebas complementarias.
– La presión arterial normal es cuando mide menos de 120/80 mmHg la mayoría de las veces.
– La presión arterial alta (hipertensión) es cuando la presión arterial es de140/90 mmHg o por encima la mayoría de las veces.
– Si los números de su presión arterial están entre 120/80 y 140/90 o superior, pero por debajo de 140/90, esto se denomina prehipertensión.

¿Cómo es el tratamiento?

La hipertensión no puede curarse en la mayoría de los casos, pero puede controlarse. En general debe seguirse un tratamiento regular de por vida para bajar la presión y mantenerla estable. Las pastillas son sólo parte del tratamiento de la hipertensión, ya que el médico también suele recomendar una dieta para perder peso y medidas como no abusar del consumo de sal, hacer ejercicio con regularidad.
Además de los cambios en el estilo de vida, existen numerosos fármacos para controlar la presión arterial.
Consejos para el paciente con hipertensión:
– Reducir el peso corporal si tiene sobrepeso.
– Reducir el consumo de sal a 4-6 gramos al día; consume menos productos preparados y en conserva, y no emplear demasiada sal en la preparación de los alimentos.
– Reducir la ingesta de alcohol, que en las mujeres debe ser inferior a 140 gramos a la semana y en los hombres inferior a 210 gramos.
– Realizar ejercicio físico, preferentemente pasear, correr moderadamente, nadar o ir en bicicleta, de 30 a 45 minutos, un mínimo de 3 veces por semana.
– Reducir el consumo de café.
– Consumir alimentos ricos en potasio, como legumbres, frutas y verduras.
– Abandonar el hábito de fumar.
– Seguir una dieta rica en ácidos grasos poliinsaturados y pobre en grasas saturadas.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina) http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48/108-hipertension-arterial#sthash.JyEXiiHw.dpuf

Maculopatía

Es una enfermedad que afecta la mácula, la parte central de la retina, generando pérdida de la visión central. La mácula tiene un tamaño un poco mayor que una cabeza de alfiler. Allí se concentran un tipo de células denominadas conos que permiten distinguir los detalles finos, leer y percibir los colores. Si bien no conduce a la ceguera absoluta, la maculopatía, produce severa incapacidad para la lectura o para ver nítidamente los objetos.

La maculopatía puede ser:

-Seca: se denomina así porque no genera hemorragias ni acumulación de líquido. Corresponde al 80% de los casos.

-Húmeda: se caracteriza por el crecimiento y sangrado de vasos por debajo de la retina. Corresponde al 20% de los casos.

¿A quiénes afecta?

Se manifiesta alrededor de los 60 o 65 años y pueden desarrollarla tanto hombres como mujeres. La maculopatía húmeda se observa más frecuentemente en pacientes diabéticos o con trastornos vasculares.

¿Cuál es el tratamiento?

La maculopatía seca no tiene tratamiento. Es un proceso degenerativo, que progresa pero que con el tiempo se autolimita. Para las húmedas se han propuesto distintos tratamientos orientados a cerrar los vasos sanguíneos patológicos e impedir que crezcan nuevos.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina)

http://msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48-temas-de-salud-de-la-a-a-la-z/329-maculopatia-#sthash.bX6uP63s.dpuf

Glaucoma

El glaucoma es una enfermedad que afecta el nervio óptico de manera progresiva y puede causar ceguera si no es tratada.

¿Cuáles son los síntomas?

En sus comienzos no presenta síntomas. Con el avance de la enfermedad, se experimenta pérdida progresiva de la visión.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico se realiza midiendo la presión ocular. Cuanto antes se lo diagnostique, mayor será la posibilidad de prevenir una pérdida seria de la visión.

¿Cómo puede prevenirse?

Para la prevención y detección es muy importante la consulta regular al oftalmólogo. Si bien los daños ocasionados son irreversibles, una vez detectado, su progresión puede ser detenida.

¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento usual consiste en la aplicación de colirios.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina)

http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48-temas-de-salud-de-la-a-a-la-z/325-glaucoma#sthash.ldGkaOAy.dpuf

Bronquiolitis

La bronquiolitis es una enfermedad bastante común y algunas veces grave, que expresa una inflamación aguda de las vías aéreas inferiores (bronquiolos). Afecta principalmente a los más pequeños, en especial a los bebés menores de 6 meses, y es más frecuente en los meses fríos (otoño e invierno). Es una causa frecuente de hospitalización de niños menores de un año durante el invierno y comienzos de la primavera.

La causa más frecuente de la bronquiolitis es el virus sincicial respiratorio (VSR). Más de la mitad de los bebés están expuestos a este virus en su primer año de vida. Otros virus que pueden causar la bronquiolitis pueden ser: adenovirus, influenza y parainfluenza.

¿Cómo se contagia?

El virus se transmite de una persona a otra por el contacto directo con las manos contaminadas con secreciones nasales o a través de gotitas aerotransportadas generadas al toser o estornudar, por aquellos que presentan la enfermedad.

¿Cuáles son los síntomas?

La bronquiolitis suele comenzar como un resfrío. Luego de dos o tres días de ese cuadro, algunos niños pueden tener pocos síntomas o síntomas menores y otros desarrollar más problemas respiratorios, como sibilancias (ruido similar a un silbido en el pecho, al respirar) y tos.

El niño con bronquiolitis puede presentar alguno de los siguientes síntomas:

  • Tos
  • Fatiga
  • Fiebre
  • Respiración muy rápida (taquipnea)
  • Aleteo nasal o retracción de los músculos del tórax en un esfuerzo por respirar.
  • Cansancio.
  • Color azulado en la piel, las uñas o los labios debido a la falta de oxígeno (cianosis): en este caso necesita tratamiento urgente.

¿Cómo puede prevenirse?

  •  Mantener la lactancia materna.
  •  No exponer a los niños al humo del cigarrillo.
  • Lavarles las manos a los niños con agua y jabón con frecuencia.
  • Mantener alejados a los bebés de aquellas personas que están resfriadas o tienen tos.
  • Si alguien en la familia tiene alguna infección de las vías respiratorias, debe lavarse las manos con frecuencia, especialmente antes de manipular al niño.

¿Cómo se trata?

Los antibióticos no son efectivos contra las infecciones virales. El tratamiento incluye broncodilatadores administrados con un aerosol y una aerocámara (generalmente denominados como “paf”).

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina) http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48/122-bronquiolitis-bronquitis#sthash.UpueVjVl.dpuf

Enfermedad por virus del Ébola

La enfermedad por virus del Ébola es una enfermedad hemorrágica febril que comienza de forma brusca con fiebre, dolor muscular, debilidad, dolor de cabeza y garganta. Evoluciona con vómitos, diarrea, rash, fallo renal y hepático, y posible hemorragia masiva interna y externa. En el estadio final, los pacientes desarrollan un fallo multiorgánico.

El periodo de incubación es de 2 a 21 días y la tasa de letalidad es del 50-90%. No existe ninguna opción profiláctica (vacuna) o terapéutica disponible.

Los brotes de enfermedad por el virus del Ébola (EVE) se producen principalmente en aldeas de África central y occidental, cerca de la selva tropical.

La enfermedad en humanos ha estado limitada hasta ahora sólo a algunas zonas de África.

El virus del Ébola provoca esta enfermedad hemorrágica febril.

¿Cómo se transmite?

El ébola se introduce en la población humana por contacto estrecho con órganos, sangre, secreciones u otros líquidos corporales de animales infectados. En África se han documentado casos de infección asociados a la manipulación de chimpancés, gorilas, murciélagos frugívoros, monos, antílopes y puercoespines infectados que se habían encontrado muertos o enfermos en la selva.

Posteriormente, el virus se propaga en la comunidad mediante la transmisión de persona a persona, por contacto directo (a través de las membranas mucosas o de heridas en la piel) con órganos, sangre, secreciones, u otros líquidos corporales de personas infectadas, o por contacto indirecto con materiales contaminados por dichos líquidos.

Otras formas de transmisión son el contacto directo con cadáveres de muertos por este virus y en el personal sanitario cuando ha habido contacto estrecho y no se han observado estrictamente las precauciones para el control de infecciones.

Los pacientes son contagiosos desde el momento en que empiezan a manifestarse los síntomas. No son contagiosos durante el periodo de incubación.

¿Cuáles son los síntomas?

Después del período de incubación, que puede durar alrededor de 2 a 21 días después de la infección, los síntomas abarcan:

  • Súbita aparición de fiebre.
  • Debilidad general.
  • Dolores musculares y de cabeza.
  • Faringitis, vómito, diarrea y erupción en la piel.

Los síntomas de la enfermedad más avanzada son:

  • Sangrado por nariz y oídos.
  • Sangrado por la boca y el recto.
  • Inflamación y sangrado por los ojos.

¿Cuál es el tratamiento?

No hay una cura conocida. Los medicamentos antivirales existentes no funcionan bien contra el virus del Ébola.
Las personas a las que se les ha diagnosticado esta enfermedad, deben recibir cuidados de soporte y para las complicaciones. Estos tratamientos incluyen mantener la presión arterial con fluidos endovenosos, utilizar oxigeno y transfusiones para reponer la pérdida de sangre.

¿Cómo puede prevenirse?

No hay una vacuna o medicamento para prevenir la infección por el virus del Ébola o la enfermedad.

La única forma de prevenirla en caso de tener que viajar a la región afectada es importante:
– evitar entrar en contacto con fluidos corporales (sangre, sudor, saliva, etc.) de personas o animales infectados,
– no manipular objetos cortantes (como agujas) y elementos personales que puedan estar contaminados con ellos,
– lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón.

Si una persona ha estado en una zona de riesgo o en contacto con un paciente con (o que se sospecha tenga) ébola y comienza a tener síntomas como fiebre, debe buscar atención médica de inmediato.

La consulta precoz es esencial para mejorar las posibilidades de supervivencia a la enfermedad, así como para controlar la propagación de la infección en la comunidad.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina) http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48-temas-de-salud-de-la-a-a-la-z/446-ebola#sthash.ieXLHQuY.dpuf

Enfermedad cardiovascular

La enfermedad cardiovascular es la enfermedad del corazón secundaria a arterosclerosis que afecta las arterias coronarias que nutren el corazón y otras arterias del cuerpo, especial la aterosclerosis de las arterias cerebrales, de la aorta y de las extremidades inferiores.

El conjunto de enfermedad arterial aterosclerótica es causa de infartos de diferentes órganos (corazón y cerebro), aneurisma o dilatación anormal de la aorta abdominal y gangrena de las extremidades inferiores.

La enfermedad coronaria es un tipo de enfermedad del corazón. Es causada por el bloqueo gradual de las arterias coronarias. Su corazón obtiene oxígeno y nutrientes de la sangre que fluye a través de estas arterias.

En la enfermedad coronaria, se forman acumulaciones gruesas de tejido graso en el interior de las paredes de las arterias coronarias. Estas acumulaciones se llaman placas.

Al engrosarse la placa, disminuye el flujo de sangre. Esto hace que el corazón reciba menos oxígeno. La placa, o un coágulo de sangre que se forma en la placa, pueden bloquear totalmente la arteria. Este adelgazamiento de las arterias por la placa, y a veces el bloqueo completo, aumentan el riesgo de sufrir un ataque cardíaco y de morir súbitamente.

Las EVC se clasifican de la siguiente manera:
* Enfermedades cerebrovasculares donde existen alteraciones de la circulación cerebral.
* Enfermedad isquémica del corazón que se debe a un estrechamiento progresivo de la luz de las arterias coronarias.
* Enfermedades vasculares periféricas la cual consta de trastornos de la circulación de arterias o venas, donde el flujo sanguíneo es lento u provocan el estrechamiento de vasos, dolor e hinchazón, lo cual pude provocar embolia pulmonar.

¿Cuáles son sus causas?

– Niveles elevados de colesterol, triglicéridos y otras sustancias grasas en la sangre.
– Presión arterial elevada.
– Elevados niveles de ácidos úrico en la sangre (ocasionados principalmente por dietas con un alto contenido proteico).
– Ciertos desórdenes metabólicos, como la diabetes.
– Obesidad.
– Tabaquismo.
– Falta de ejercicio físico
– Estrés crónico

¿Cómo se puede prevenir?

– Deje de fumar.
– Reduzca el consumo de alimentos con un contenido alto de grasas saturadas y colesterol.
– Revise los niveles de la presión sanguínea, el colesterol y de azúcar en la sangre y manténgalos bajo control.
– Haga ejercicio físico al menos 30 minutos diarios, la mayor parte de los días de la semana (o todos los días).
– Baje de peso si tiene sobrepeso y mantenga un peso saludable.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina) http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48/92-efermedad-cardiovascular#sthash.Nbp42r3E.dpuf