Vacunas

¿Qué son las vacunas?

Las vacunas son una parte muy importante para el cuidado de la salud de toda la comunidad. Ellas son las encargadas de brindar protección sobre numerosas enfermedades muy serias.

¿Cómo se obtiene una vacuna?

Las vacunas se obtienen a partir de un procedimiento por el cual se inactiva o debilita el microorganismo que causa la enfermedad. Cuando la vacuna se administra a una persona hace que el cuerpo lo reconozca y produzca defensas contra la enfermedad. Si esta persona entra en contacto con el microorganismo para el cual fue vacunada, las defensas se encargarán de protegerlo para que no tenga la enfermedad o ésta sea leve.

¿Qué síntomas puedo tener después de vacunarme?

Al aplicarnos una vacuna inyectable ésta puede causar dolor, enrojecimiento e inflamación en el lugar de la aplicación. En general, estos efectos desaparecen espontáneamente. En un grupo pequeño de personas puede aparecer fiebre y decaimiento durante un par de días. Si surge alguna duda se debe consultar al profesional de la salud.

¿Por qué son tan importantes las vacunas?

Las vacunas y el agua potable son las dos herramientas más importantes para la prevención de enfermedades. Hace muchos años, cuando no existían las vacunas, algunas enfermedades producían miles de muertes por año. Gracias a una correcta vacunación en la Argentina no existen casos autóctonos del sarampión desde el año 2000. Sin embargo, es muy importante la vacunación para evitar el contagio por casos importados. Esto quiere decir que si las vacunas son administradas en forma adecuada menos personas van a contraer las enfermedades contra las que nos protegen.

¿Qué puede pasar si no nos vacunamos?

En el caso de no vacunarnos, si tenemos contacto con el microorganismo causante de la infección podemos tener la enfermedad. Algunas de estas enfermedades pueden producir complicaciones importantes o incluso la muerte.

Además, es fundamental tomar conciencia que no sólo podemos enfermarnos nosotros sino también contagiar a personas más vulnerables que no pueden recibir las vacunas como por ejemplo a los bebés recién nacidos.

¿Dónde debemos vacunaros?

En todos los vacunatorios y hospitales públicos del país, en caso de vacunaciones masivas se realizan casa por casa o en puestos móviles para llegar en menor tiempo a mayor número de personas.

¿Cuánto cuestan las vacunas?

Todas las vacunas del Calendario Nacional de Vacunación son gratuitas y obligatorias para la población que corresponda según calendario nacional de vacunación vigente.

¿Es importante conservar el carnet de vacunación?

El carnet de vacunación es un documento muy importante porque en él se registran todas las vacunas aplicadas a lo largo de la vida. Por este motivo debemos cuidarlo y presentarlo cada vez que nos acercamos a vacunar o a una consulta médica.

Las vacunas del Calendario Nacional de Vacunación:

Vacuna BCG

Vacuna Pentavalente

Vacuna Hepatitis A

Vacuna Hepatitis B

Vacuna Gripe

Vacuna Sarampión

Vacuna Rubéola

Vacuna paperas

Vacuna Tos convulsa

Vacuna Polio

Vacuna VPH

Vacuna Neumococo

Vacuna Fiebre Amarilla

Vacunas fuera del Calendario Nacional de Vacunación

Las vacunas especiales son aquellas que no se encuentran dentro del Calendario Nacional pero sí las provee el Dirección Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles (DiNaCEI) para casos particulares por indicación médica a personas en situaciones especiales.

A continuación se mencionan algunas:

-Vacuna antirrábica

-Vacuna antipoliomielítica inactivada (Salk)

-Vacuna antivaricela

-Vacuna Rotavirus

-Vacuna fiebre tifoidea

-Gama Globulina

¿Qué vacunas debo darme si viajo al exterior?

Un aspecto muy importante desde el punto de vista de la salud individual y pública es cuidar desde la prevención a quienes viajan, a quienes viven en los destinos que estos visitan y, a su regreso, a quienes viven en su propio país.

Los viajes son una forma muy frecuente –y a veces dramática- de rápida transmisión de enfermedades. Debemos recordar como ejemplos la epidemia reciente causada por el virus A H1N1 y el SARS en 2003.

Algunas de estas enfermedades se previenen con vacunas; otras, en cambio, a través de medidas más o menos específicas. Por ejemplo, hay destinos para los cuales el médico entrenado en la especialidad evalúa de acuerdo a los riesgos la pertinencia de la prescripción de fármacos contra el paludismo (o malaria), la diarrea del viajero, el mal de montaña, etcétera. Finalmente, existen recomendaciones contra las mordeduras de animales, el buceo. Y desde luego, un capítulo aparte es el asesoramiento de grupos especiales, como las embarazadas, las personas con enfermedades del sistema inmune, etcétera.

Es fundamental que quienes viajan sean asesorados por profesionales que estén formados y actualizados en el tema. Las agencias de turismo no son entidades que reemplacen el consejo médico.

El sistema público de salud cuenta con centros de Medicina del Viajero que ofrecen asesoramiento a los viajeros en forma gratuita. Esto no incluye las vacunas que se recomienden, a menos que sean ofrecidas por el estado, como la de la fiebre amarilla, la doble de adultos, la triple viral.

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires funciona en el Hospital de Infecciosas Francisco J. Muñiz, Uspallata 2272, el CEMPRA-MT, servicio de Medicina del Viajero y Medicina Tropical. Los teléfonos: 4304-5554/2180, 4305-0357, interno 231. Lunes a Viernes de 8.30 a 12.30 horas. Se otorgan turnos telefónicos o en persona. Su e-mail: cempramt@intramed.net

En el Hospital San Martín, Calle 116 entre 69 y 70, La Plata, funciona el CEMEVI. Debe solicitarse turno telefónico de lunes a viernes al (0221) 425-1717 interno 217.

En el ámbito privado funcionan también centros de medicina del viajero en los hospitales Italiano, Británico y Alemán. Hay otras instituciones privadas que prestan este servicio, a las que se refiere mediante la consulta con los correspondientes seguros médicos.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina)

http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48/252-vacunas#sthash.JgRnmudm.dpuf

Hepatitis B

La hepatitis B es una inflamación que ataca directamente al hígado y puede causarle daño grave. Las personas infectadas pueden permanecer sin síntomas durante años y transmitirla a otras personas. Aunque la hepatitis B se trata con medicamentos, hay una vacuna segura y efectiva que puede prevenir la enfermedad y forma parte del calendario de vacunación obligatorio.

¿Cuáles son los síntomas?

Muchas personas con hepatitis B pueden no tener ningún síntoma.
Sin embargo, entre algunos de los posibles síntomas, pueden tener: fatiga, náusea o vómitos, fiebre y escalofríos, orina de color oscuro, materia fecal de color más claro, ojos y piel amarillos (ictericia) y dolor del lado derecho, que puede reflejarse en la espalda.

¿Cómo se transmite?

Se transmite por el contacto con la sangre, por tener relaciones sexuales sin preservativo (a través del semen y secreciones vaginales) y secreciones corporales (por saliva, sudor, lágrimas) de una persona infectada a otra; y de madre a hijo, fundamentalmente durante el parto.

¿Cómo se trata?

Para la etapa aguda, el tratamiento indicado es el reposo.
Para la etapa en la que aparecen problemas hepáticos, hay medicamentos que curan la enfermedad.

¿Cómo se previene?

Se previene a través de la vacuna contra la hepatitis B que está en el Calendario Nacional de Vacunación.
Además, la infección puede prevenirse usando preservativo en todas las relaciones sexuales, no compartir agujas u otros elementos punzantes o cortantes.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina)

http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48/115-hepatitis-b#sthash.96c6SlVu.dpuf

Hepatitis A

Hepatitis significa “inflamación del hígado”. El virus de la hepatitis A se contrae cuando una persona come alimentos o toma agua que está contaminada con el virus o tiene contacto cercano con una persona que está infectada.

La infección se puede propagar con más facilidad en lugares cerrados como guarderías, hogares de tránsito y colegios.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas de la hepatitis incluyen: fiebre, náuseas, vómitos, pérdida del apetito y cansancio. A veces también causa dolor o sensibilidad en el hígado, piel u ojos amarillos (ictericia), orina oscura y heces blanquecinas.

Sin embargo, muchas personas infectadas con el virus de la hepatitis A tienen pocos o ningún síntoma, como por ejemplo en el caso de los niños pequeños es más probable que no tenga síntomas.

La mayor complicación de esta enfermedad es la insuficiencia hepática aguda cuyo tratamiento es el trasplante hepático, con una alta mortalidad.

¿Cómo se previene?

Una forma efectiva de prevenir la hepatitis A es la implementación de medidas higiénicas como lavarse las manos después de ir al baño, de cambiar los pañales y antes de preparar alimentos. Además se recomienda cocinar bien los alimentos, consumir agua hervida o purificada y condiciones ambientales adecuadas, como una correcta eliminación de excretas. En nuestro país, esta enfermedad constituía el 90% de las hepatitis agudas que afectaban a los niños. Sin embargo, con la inclusión de la vacunación desde 2005, la Argentina ha permitido disminuir a cero los trasplantes por esta causa.

Vacuna Hepatitis A

Se aplica una dosis de la vacuna a los 12 meses de vida o a niños que nacieron a partir de 2005 (en el caso de no haberla recibido al año).También está recomendada para poblaciones de riesgo previa evaluación médica.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina)

http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48/257-hepatitis-a

Gastritis

La gastritis es la inflamación del revestimiento interno (mucosa) del estómago. La gastritis puede presentarse en forma rápida (gastritis aguda) o mantenerse en el tiempo (gastritis crónica).

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas más frecuentes de la gastritis son:

-Acidez gástrica.

-Inapetencia.

-Nauseas.

-Vómitos.

-Dolor en la parte superior del vientre o el abdomen.

-Sensación de distensión del abdomen.

-Vómitos con sangre.

-Deposiciones negras.

Sin embargo, a veces la gastritis puede ser asintomática.

¿Cuáles son las causas?

Las principales causas de la acidez son:

-consumo excesivo de alcohol,

-algunos medicamentos como la aspirina o el ibuprofeno cuando se toman durante largo tiempo,

-infección del estómago por la bacteria Helicobacter pylori,

-fumar,

-consumo de comidas muy condimentadas,

-el exceso de secreción de ácido gástrico, como el provocado por el estrés, generalmente asociado a una cirugía o a una internación.

¿Cómo se trata?

El tratamiento depende de la causa de la gastritis y a veces será necesario recurrir a algún tipo de medicación.

Además de los medicamentos, también se deben mantener algunos hábitos como:

– Evitar la ingesta de comidas y bebidas que agravan los síntomas como pimienta, picantes, café y té.

– Evitar el uso prolongado de irritantes como el ácido acetilsalicílico (aspirina), los antiinflamatorios o el alcohol.

– Masticar bien la comida y comer lentamente.

– Fraccionar la dieta en pequeños volúmenes.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina)

http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48-temas-de-salud-de-la-a-a-la-z/386-gastritis

Otitis

Se denomina otitis a la infección o inflamación de cualquier sección del oído es causada por diferentes microorganismos. Existen dos tipos: la otitis media y la otitis externa.

La otitis externa o de nadador es la inflamación del conducto el oído externo y el conducto auditivo externo. Se puede producir por la entrada de agua o por traumatismos.

La otitis media involucra el oído medio que está localizado detrás del tímpano,. Es muy común en la primera infancia y la causa en general es infecciosa.

Las otitis media agudas son comunes en los bebés y en los niños, y aunque también pueden ocurrir en adultos, son menos comunes que en los niños.

Los factores de riesgo para las infecciones agudas del oído incluyen:
• Asistir a guarderías
• Cambios de clima
• Clima frío
• Exposición al humo
• No ser amamantado
• Uso de biberones
• Infección reciente del oído

¿Cuáles son los síntomas?

El síntoma principal de la otitis externa es el dolor de oído, la sensación de oído tapado, picazón y a veces supuración del oído.

La otitis media aguda, se presenta de forma repentina y los síntomas más frecuentes son:
• Dolor de oído
• Sensación de malestar general
• Fiebre
• Vómitos
• Secreción de líquido por el oído
• Los niños pequeños suelen rechazar el alimento presentar irritabilidad frecuente y llanto inconsolable

Generalmente, una infección de oído es un problema médico menor que mejora sin complicaciones, aunque en raras ocasiones pueden presentarse complicaciones o secuelas .

¿Cómo se trata?

El tratamiento depende del tipo de otitis del cual se trate. Las otitis externas suelen tratarse con gotas para los oídos que contienen antibióticos y esteroides para reducir la hinchazón del canal auditivo, mientras que el tratamiento de las otitis media en general es a base de antibióticos y antiinflamatorios. Es importante seguir correctamente las indicaciones del médico.

¿Cómo se puede prevenir?

Para evitar las otitis externas se recomienda
• Utilizar tapones para los oídos a la hora de nadar
• Evitar los hisopos
• Evitar la humedad ambiental
Para prevenir las otitis medias se recomienda:
• La lactancia materna retrasa la aparición de las otitis
• En lo posible evitar el uso de biberones, pero en el caso de que sea necesario, adminístrelo con el bebé en posición de sentado
• No exponer al niño al humo indirecto del tabaco.
• Tener las vacunas al día según el calendario nacional de vacunación

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina)

http://msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48-temas-de-salud-de-la-a-a-la-z/360-otitis#sthash.EvmxPHn2.dpuf

Mononucleosis

Es una infección viral que causa fiebre, dolor de garganta e inflamación de los ganglios linfáticos, con mayor frecuencia en el cuello.

Esta enfermedad es causada en el 90% de los casos por el virus de Epstein-Barr (VEB), que es un tipo de herpes. En raras ocasiones, puede ser ocasionada por otros virus como el citomegalovirus (CMV).

¿Cuáles son los síntomas?

La mononucleosis puede comenzar lentamente con fatiga, malestar general, dolor de cabeza y dolor de garganta. Este último empeora lentamente. Las amígdalas se inflaman y desarrollan una cubierta blanca amarillenta. Con frecuencia, los ganglios linfáticos del cuello se inflaman y se vuelven dolorosos. Muchas veces se acompaña de una erupción cutánea.

Otros síntomas comunes son:

  • Somnolencia
  • Fiebre
  • Molestia general, intranquilidad o sensación general de enfermedad
  • Inapetencia
  • Rigidez o dolores musculares
  • Erupción cutánea
  • Dolor de garganta
  • Inflamación de los ganglios linfáticos, casi siempre en el cuello y la axila

Muchas veces, sin embargo, no presenta síntomas.

¿Cómo se transmite?

La mononucleosis es también conocida como la enfermedad del beso ya que se transmite a través de la saliva tras contactos íntimos y prolongados. El contagio intrafamiliar es muy bajo.

¿Cuál es el tratamiento?

No hay tratamiento específico, solo se tratan los síntomas.. Se recomienda reposo, evitar los esfuerzos físicos, ingesta de líquidos, y medicamentos para el dolor y la fiebre como son el ibuprofeno o paracetamol. .

La fiebre normalmente cede en 10 días y tanto la inflamación de ganglios linfáticos como la del bazo se curan en 4 semanas. El cansancio por lo regular desaparece en unas cuantas semanas, pero puede persistir por 2 o 3 meses.

¿Cómo se previene?

Las personas con mononucleosis pueden ser contagiosas mientras tengan síntomas y hasta por unos cuantos meses después. El tiempo durante el cual una persona con la enfermedad es contagiosa varía. El virus puede vivir durante varias horas por fuera del cuerpo.

 

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina)

http://msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48-temas-de-salud-de-la-a-a-la-z/468-mononucleosis#sthash.e7VFayHm.dpuf

Gastroenteritis

La gastroenteritis es la inflamación del tubo digestivo secundaria a una infección viral o bacteriana. El mayor peligro de esta enfermedad es la deshidratación sobre todo en el caso de bebés, niños pequeños, adultos mayores y personas inmunodeprimidas.

Los virus más comunes que provocan gastroenteritis son:

– El rotavirus es la principal causa de gastroenteritis grave en niños. También puede infectar a adultos expuestos a niños con el virus.
– El norovirus es común entre niños en edad escolar. También puede causar brotes en hospitales y en barcos de cruceros.
– El astrovirus.
– El adenovirus entérico.

Las bacterias que más usualmente causan gastroenteritis son:

– Escherichia coli.
– Salmonella.
– Estafilococo.
– Campylobacter jejuni.
– Shigella.
– Yersinia.

¿Cómo se transmite?

La transmisión depende del tipo de virus o de bacteria. Suele adquirirse por el consumo de agua o alimentos contaminados. También puede transmitirse de persona a persona, al entrar en contacto con las deposiciones y el vómito del enfermo.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas pueden variar pero en general incluyen:

– Diarrea.
– Dolor abdominal.
– Nauseas.
– Vómitos.
– Fiebre (en algunos casos).

¿Cuál es el tratamiento?

El objetivo del tratamiento es prevenir la deshidratación, garantizando que el cuerpo tenga suficiente agua y líquidos. Por ello es importante reponer las pérdidas de líquidos por la diarrea o vomitos, tomando abundante cantidad de liquido.

En algunos casos en particular, el médico puede indicar medicación especial.

Los lactantes deben seguir tomando leche materna junto con los líquidos adicionales.

En ciertas ocasiones cuando no se tolera la hidratación por vía oral, el paciente puede ser internado para el aporte de líquidos.

Depende de la causa de la gastroenteritis. En todos los casos es importante que la persona afectada ingiera líquidos para evitar la deshidratación.

¿Cómo prevenirla?

El lavado de manos y el consumo de agua y alimentos seguros son la mejor forma de evitar las gastroenteritis.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina)

http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48-temas-de-salud-de-la-a-a-la-z/463-gastroenteritis

Gingivitis

La gingivitis es la inflamación de las encías. Se debe a los efectos a largo plazo de los depósitos de placa en los dientes. La placa es un material adherente compuesto de bacterias, moco y residuos de alimentos que se acumula en las áreas expuestas del diente.

¿Cuáles son las causas?

Si la placa no se quita, se convierte en un depósito duro denominado sarro que queda atrapado en la base del diente. La placa y el sarro irritan e inflaman las encías. Las bacterias y las toxinas que éstas producen hacen que las encías se infecten, se inflamen y se tornen sensibles.
Los siguientes factores aumentan el riesgo de padecer gingivitis:
• Ciertas infecciones y enfermedades en todo el cuerpo (generalizadas).
• Mala higiene dental.
• Embarazo (los cambios hormonales aumentan la sensibilidad de las encías).
• Diabetes no controlada.
• Los dientes mal alineados, los bordes ásperos de las obturaciones y la aparatología oral mal colocada o contaminada (como correctores dentales, prótesis, puentes y coronas).
• El uso de ciertos medicamentos como la fenitoína, las pastillas anticonceptivas y el bismuto.
Muchas personas tienen algún grado de gingivitis. Ésta generalmente aparece durante la pubertad o durante las primeras etapas de la edad adulta, debido a los cambios hormonales. Puede persistir o reaparecer con frecuencia, según la salud de sus dientes y encías.

¿Cuáles son los síntomas?

La gingivitis puede presentarse de diferentes maneras: sangrado de encías (sangre en el cepillo de dientes incluso con un cepillado suave); apariencia roja brillante o roja púrpura de las encías; encías sensibles al tacto, pero por lo demás indoloras; úlceras bucales; encías inflamadas o de aspecto brillante.

¿Cómo se previene?

La buena higiene oral es la mejor forma de prevenir la gingivitis. Los dientes deben cepillarse por lo menos dos veces al día y usar hilo dental, al menos una vez por día. También se pueden recomendar las cremas dentales o enjuagues bucales antisarro y antiplaca.

La limpieza o profilaxis dental profesional hecha con cierta regularidad es importante para quitar la placa que se puede formar, incluso con un cuidadoso cepillado y uso de seda dental. Muchos odontólogos aconsejan hacerse una limpieza dental profesional por lo menos cada seis meses.

¿Cuál es el tratamiento?

El objetivo es reducir la inflamación. El odontólogo o el higienista oral hacen una limpieza de los dientes, para lo cual puede usar diversos instrumentos para aflojar y remover los depósitos de los dientes.

La limpieza dental profesional, además del cepillado y uso de la seda dental, se puede recomendar dos veces al año o con más frecuencia para casos graves de enfermedad periodontal. Igualmente, se puede recomendar el uso de enjuagues bucales antibacterianos u otro tipo de ayudas.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina)

http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48-temas-de-salud-de-la-a-a-la-z/404-gingivitis

Rubéola

La rubéola es una enfermedad que se transmite por aire y es causada por el virus de la rubéola.

Por lo general aparece en la infancia. Sin embargo, si una mujer contrae rubéola al inicio de su embarazo, puede producir alteraciones graves en el feto y/o en el recién nacido.

¿Cuáles son los síntomas?

La rubéola se caracteriza por la aparición de pequeñas erupciones en la piel de un color rosáceo que se inician en la cabeza y progresan hacia los pies. Después puede aparecer malestar general, fiebre, conjuntivitis, enrojecimiento de los ojos, dolor de garganta e inflamación de los ganglios alrededor de la nuca y en la región posterior de las orejas.

En el momento en el que el virus de la rubéola está circulando hay mayor riesgo de que se presenten casos de síndrome de rubéola congénita. En este caso, si la madre embarazada no se encuentra bien inmunizada puede adquirir la enfermedad y transmitírsela al bebe. Este síndrome se caracteriza por lesiones como: retraso mental, cataratas, sordera y cardiopatía de elevada la mortalidad.

Vacunación

Para prevenir la rubéola se tiene que recibir el esquema completo de vacunación.

Todas las personas deben contar con dos dosis de la vacuna doble y/o triple viral; una dosis al año de vida y con un refuerzo durante el ingreso escolar (5 ó 6 años) de vacuna triple viral. Durante el puerperio, la madre debe vacunarse de inmediato en el caso de no tener el esquema completo.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina)

http://msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48/261-rubeola-#sthash.ISlvmgXu.dpuf

Bronquiolitis

La bronquiolitis es una enfermedad bastante común y algunas veces grave, que expresa una inflamación aguda de las vías aéreas inferiores (bronquiolos). Afecta principalmente a los más pequeños, en especial a los bebés menores de 6 meses, y es más frecuente en los meses fríos (otoño e invierno). Es una causa frecuente de hospitalización de niños menores de un año durante el invierno y comienzos de la primavera.

La causa más frecuente de la bronquiolitis es el virus sincicial respiratorio (VSR). Más de la mitad de los bebés están expuestos a este virus en su primer año de vida. Otros virus que pueden causar la bronquiolitis pueden ser: adenovirus, influenza y parainfluenza.

¿Cómo se contagia?

El virus se transmite de una persona a otra por el contacto directo con las manos contaminadas con secreciones nasales o a través de gotitas aerotransportadas generadas al toser o estornudar, por aquellos que presentan la enfermedad.

¿Cuáles son los síntomas?

La bronquiolitis suele comenzar como un resfrío. Luego de dos o tres días de ese cuadro, algunos niños pueden tener pocos síntomas o síntomas menores y otros desarrollar más problemas respiratorios, como sibilancias (ruido similar a un silbido en el pecho, al respirar) y tos.

El niño con bronquiolitis puede presentar alguno de los siguientes síntomas:

  • Tos
  • Fatiga
  • Fiebre
  • Respiración muy rápida (taquipnea)
  • Aleteo nasal o retracción de los músculos del tórax en un esfuerzo por respirar.
  • Cansancio.
  • Color azulado en la piel, las uñas o los labios debido a la falta de oxígeno (cianosis): en este caso necesita tratamiento urgente.

¿Cómo puede prevenirse?

  •  Mantener la lactancia materna.
  •  No exponer a los niños al humo del cigarrillo.
  • Lavarles las manos a los niños con agua y jabón con frecuencia.
  • Mantener alejados a los bebés de aquellas personas que están resfriadas o tienen tos.
  • Si alguien en la familia tiene alguna infección de las vías respiratorias, debe lavarse las manos con frecuencia, especialmente antes de manipular al niño.

¿Cómo se trata?

Los antibióticos no son efectivos contra las infecciones virales. El tratamiento incluye broncodilatadores administrados con un aerosol y una aerocámara (generalmente denominados como “paf”).

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina) http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48/122-bronquiolitis-bronquitis#sthash.UpueVjVl.dpuf