Hantavirus

El hantavirus es una enfermedad viral aguda grave, causada por el virus Hanta. Los ratones de campo (principalmente los colilargos) lo transmiten a las personas, eliminando el virus en la saliva, las heces y la orina.

Virus Hanta, transmitido principalmente por ratones de campo.

¿Cómo se transmite?

– Por inhalación: es la causa más frecuente. Ocurre cuando respiramos en lugares abiertos o cerrados (galpones, huertas, pastizales) donde las heces o la orina de los roedores infectados desprendieron el virus contaminando el ambiente.
– Por contacto directo: al tocar roedores vivos o muertos infectados, o las heces o la orina de estos roedores.
– Por mordeduras: al ser mordidos por roedores infectados.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas se parecen a un estado gripal: fiebre, dolores musculares, escalofríos, cefaleas (dolores de cabeza) náuseas, vómitos, y a veces dolor abdominal y diarrea. Después de algunos días puede haber dificultad respiratoria que puede agravarse produciendo lo que se conoce como “síndrome cardiopulmonar por hantavirus”, que si bien es poco frecuente puede llevar a la muerte si no ser tratado a tiempo.

¿Cómo es el tratamiento?

No existe tratamiento específico. Aquellos pacientes con síndorme cardiopulmonar por hantavirus deben ser asistidos en establecimientos hospitalarios, de preferencia con unidades de terapia intensiva que cuenten con asistencia respiratoria mecánica.

¿Cómo puede prevenirse?

– Evitar la convivencia con roedores y el contacto con sus secreciones.
– Evitar que los roedores entren o hagan nidos en las viviendas.
– Tapar orificios en puertas, paredes y cañerías, mantener la higiene con agua y lavandina, colocar huertas y leña a más de 30 mts de las viviendas, cortar pastos y malezas hasta un radio de 30 mts alrededor del domicilio.
– Ventilar por lo menos 30 minutos antes de entrar a lugares que hayan estado cerrados (viviendas, galpones). Cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo húmedo antes de ingresar.
– Realizar la limpieza (pisos, mesas, cajones y alacenas) con una parte de lavandina cada diez de agua (dejar 30 minutos y luego enjuagar). Humedecer el piso antes de barrer para no levantar polvo.
– Al acampar hacerlo lejos de maleza y basurales, no dormir directamente sobre el suelo y consumir agua potable.
– Si se encuentra un roedor vivo: usar veneno para roedores o tramperas para capturarlo (no intentar tocarlo o golpearlo). Consulte en el municipio si se dispone de un servicio de control de plagas.
– Si se encuentra un roedor muerto: rociarlo con lavandina junto con todo lo que haya podido estar en contacto y esperar un mínimo de 30 minutos. Luego recogerlo usando guantes y enterrarlo a más de 30 cm de profundidad o quemarlo.

 

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina)

http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48/106-hantavirus

Síndrome Respiratorio Agudo Severo (o SARS)

El síndrome respiratorio agudo severo (SARS por sus siglas en inglés) es una enfermedad respiratoria viral que puede poner en peligro la vida.

¿Cómo se transmite?

Se disemina principalmente por el contacto directo o indirecto: cuando una persona infectada tose o estornuda, lanza al aire gotas de mucosidad o saliva que contienen el virus, que al entrar en contacto con las mucosas como boca, nariz u ojos de otro individuo susceptible lo infectan.

¿Cuáles son los síntomas?

Esta infección puede ser leve, o evolucionar a un cuadro de neumonía de extensión y severidad variable, pudiendo producir un cuadro de insuficiencia respiratoria aguda.

Los síntomas incluyen:
– Fiebre alta
– Malestar general
– Dolor de cabeza
– Dolores en el cuerpo
– Mareos
– Tos seca no productiva (es decir, que no permite mover la mucosidad)
– Dolor de garganta
– Disnea
– Neumonía

¿Cuál es el tratamiento?

Las personas sospechosas de tener SARS deben ser evaluadas inmediatamente por un médico. Si se sospecha que tienen la enfermedad, deben ser internadas. El tratamiento incluye además el uso de medicación antiviral.

¿Cómo puede prevenirse?

Las medidas de prevención incluyen los principios básicos de higiene personal, en especial el lavado de manos frecuente con agua y jabón.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina)

http://msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48/189-sindrome-respiratorio-agudo-severo-o-sars#sthash.t2ioJn3V.dpuf

Fiebre hemorrágica Argentina

Esta enfermedad, también conocida como “mal de los rastrojos”, es causada por el virus Junín, y afecta a una región del país que abarca parte de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y La Pampa. La contraen principalmente las personas que viven o trabajan en el campo.

¿Cómo se transmite?

El virus Junín suele estar presente en algunas especies de roedores silvestres. Estos roedores presentan infecciones crónicas sin síntomas, con eliminación del virus, particularmente por la saliva, que contagia a roedores sanos y contamina el medio ambiente, a partir del cual el hombre se infecta accidentalmente.

La fiebre hemorrágica argentina suele ser contraída por personas que trabajan en el campo.

¿Cuáles son los síntomas?

Es una enfermedad aguda que presenta cuadros clínicos de gravedad variable, desde formas leves a formas graves caracterizada por fiebre y alteraciones de la sangre, neurológicas, renales y cardiovasculares, que sin tratamiento puede evolucionar hacia la muerte en un lapso de una a dos semanas.

El comienzo de la enfermedad es inespecífico, con decaimiento, dolor de cabeza y fiebre moderada. Con el avance de la enfermedad se agregan dolores musculares y articulares, dolor retroocular, dolor abdominal, mareos, náuseas y vómitos. En caso de haber hemorragias, éstas se limitan a leves hemorragias nasales o en las encías.

Los signos neurológicos son frecuentes: irritabilidad, somnolencia, temblores.

¿Cuál es el tratamiento?

El diagnóstico y tratamiento precoz aumentan enormemente las posibilidades de cura de esta enfermedad. El tratamiento específico es la administración precoz de plasma.

¿Cómo puede prevenirse?

– Realizar la vacunación contra la fiebre hemorrágica argentina, la que está indicada a partir de los 15 años de edad en las zonas de riesgo del país.

– Realizar una higiene cuidadosa, principalmente de las manos y cambio de ropas, cada vez que se hayan frecuentado zonas con roedores.

– No introducir tallos, hojas o granos en la boca.

– No acostarse sobre bolsas o en el suelo, comer y dormir en habitaciones limpias. Usar calzado cerrado.

– Mantener desmalezados los alrededores de la vivienda para evitar que las lauchas se acerquen a ella.

– Disponer de lugares libres de maleza para los juegos de niños.

– No destruir la fauna de predadores de roedor: lechuzas, lechuzones y chimangos, entre otros.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina) http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48/192-fiebre-hemorragica-argentina#sthash.aj1FPoKM.dpuf

Enfermedades zoonóticas

Las zoonosis constituyen un grupo de enfermedades de los animales que son transmitidas al hombre por contagio directo con el animal enfermo, a través de algún fluido corporal como orina o saliva, o mediante la presencia de algún intermediario como pueden ser los mosquitos u otros insectos. También pueden ser contraídas por consumo de alimentos de origen animal que no cuentan con los controles sanitarios correspondientes, o por consumo de frutas y verduras crudas mal lavadas.

Las zoonosis pueden ser causadas por diferentes agentes, tales como parásitos, virus o bacterias. Los parásitos son organismos que pueden encontrarse por fuera del animal (ej: en la piel), éstos se denominan ectoparásitos; o por dentro (ej: en el intestino), llamados endoparásitos. Algunos suelen verse a simple vista y otros solamente a través de un microscopio. Estos organismos se alimentan de su hospedador, produciendo desde enfermedad leve, a veces casi imperceptible, hasta daños más graves, en algunos casos pudiendo provocar la muerte. Algunos ejemplos de parásitos son Echinococcus granulosus, agente causal de la hidatidosis, o Sarcoptes scabiei, causante de la sarna sarcóptica.

Las bacterias son microorganismos muy pequeños, no visibles a simple vista, que pueden presentar diferentes formas como bastones, denominados bacilos; redondos, llamados cocos; o forma espiralada como las espiroquetas. Las bacterias se pueden clasificar como saprófitas, éstas no generan enfermedad y se encuentran como habitantes normales en todos los seres vivos; o patógenas, como agentes causales de diversas patologías, dentro de las cuales se encuentran las enfermedades zoonóticas.

Algunas bacterias se encuentran en fluidos corporales, como la orina de los animales (ej: Leptospira interrogans, agente causal de la leptospirosis), o en algunos alimentos como la leche sin pasteurizar (ej: Brucella abortus, agente causal de la brucelosis), o la carne.

Los virus son microorganismos también muy pequeños, más pequeños que las bacterias. Éstos necesitan de las células de los seres vivos para poder vivir y multiplicarse, por la tanto suelen encontrarse dentro de ellas. Sin embargo, son capaces de existir dentro o fuera de ellas también. Algunos son más resistentes a diversas condiciones de temperatura y humedad, y otros más susceptibles. Como ejemplos se encuentran el virus causante de la fiebre amarilla, que se puede encontrar dentro de los glóbulos blancos de la sangre y se contagia a través de la picadura de mosquitos; o el virus causal de hantavirus, que puede ser transmitido a través de contacto directo o inhalación de partículas virales que son eliminadas en materia fecal u orina de algunas especies de roedores.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina)
http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48/136-enfermedades-zoonoticas#sthash.ODE4oml4.dpuf