Entre 1806 y 1807 se llevaron a cabo dos intentos de invasiones inglesas por la conquista del virreinato del Río de La Plata, que para ese entonces pertenecía a la Corona española. Ambas acciones militares estuvieron enmarcadas en la guerra anglo-española y acabaron con la derrota de las tropas inglesas.
Primera invasión
Segunda invasión
Fecha
1806
1807
Lugar
Buenos Aires, dominada por España para entonces.
Buenos Aires, dominada por España para entonces.
Beligerantes
Virreinato del Río de la Plata.
Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda.
Virreinato del Río de La Plata.
Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda.
Comandantes Virreinato del Río de La Plata
Rafael de Sobremonte
Santiago de Liniers
Juan Martín de Pueyrredón
Martín de Álzaga
Pascual Ruiz Huid
Rafael de Sobremonte
Santiago de Liniers
Juan Martín de Pueyrredón
Martín de Álzaga
Pascual Ruiz Huid
Comandantes Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda
William Carr Beresford
Denis Pack
Home Riggs Popha
John Whitelocke
Samuel Auchmuty
Charles Stirling
Fuerzas Virreinato del Río de La Plata
8.000 criollos y 3.000 milicianos.
Alrededor de 7.000 hombres.
Fuerzas Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda
Alrededor de 1.600 soldados con 100 acompañantes.
Más de 12.000 soldados.
¿Qué sucedió?
Primer ataque inglés
Las tropas inglesas llegaron a la bahía de Montevideo en junio de 1806. Para finales de mes ya habían desembarcado en Quilmes, cerca de Buenos Aires.
Huida del virrey
Al conocer la llegada de los ingleses, el virrey Sobremonte huyó de Buenos Aires hacía Córdoba. Los vecinos motivaron su destitución. El 27 de junio, la ciudad se rindió ante Reino Unido. La bandera de los ingleses permaneció 46 días allí.
Contraataque
Montevideo inició un plan para expulsar a los invasores y al poco tiempo había unido fuerzas con Santiago Liniers, al mando del gobierno bonaerense. Atacaron el 12 de agosto y lograron la retirada de los británicos.
Ataque a Montevideo
Los ingleses retomaron su plan inicial, esta vez, la ofensiva empezó por Montevideo. En enero de 1807 sitiaron por mar y tierra la ciudad, luego fue tomada.
Batalla en Buenos Aires
Liniers fue nombrado virrey y el Cabildo organizó la resistencia tras lo sucedido en Montevideo. A finales de junio de 1807 los ingleses llegaron a Buenos Aires. Finalmente, y luego de una confusa batalla, lo ingleses fueron derrotados.
Victoria rioplatense
Los bonaerenses no se conformaron con la retirada de las tropas inglesas, sino que también exigieron al libertad de Montevideo. La rendición británica se firmó el 7 de julio, y con ello acabó el dominio sobre la capital uruguaya.
Resultado
Victoria bonaerense, dominada por España.
Victoria bonaerense, dominada por España.
Causas
La Revolución Industrial trajo consigo un significativo avance tecnológico en Inglaterra, por lo que era necesario un aumento de producción y materia prima. Razón por la que fueron atraídos hacia Buenos Aires, la cual contaba con una importante actividad económica.
La necesidad de una nueva colonia, pues se había perdido el dominio sobre el territorio de Estados Unidos.
El bloqueo comercial impuesto por Napoleón Bonaparte a Reino Unido imposibilitaba la llegada de materia prima a su territorio.
Consecuencias
Los criollos de el Río de La Plata se organizaron de tal manera que pudieron derrotar a Inglaterra.
Se inició la idea de independencia de Argentina por parte de los habitantes de Buenos Aires, ya que pudieron defenderse por su cuenta, sin la ayuda del virrey.
Inglaterra cambió la estrategia e inició una relación diplomática con el virreinato del Río de La Plata para su beneficio comercial.
La literatura argentina es una de las más fértiles, destacadas e influyentes de nuestro idioma. Desde sus inicios ha ocupado un valioso lugar dentro de la historia social y cultural del país y del continente. Dos de sus más importantes representantes son los porteños Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares.
J. L. Borges
Bioy Casares
Nombre de nacimiento
Jorge Francisco Isidoro Luis Borges
Adolfo Vicente Perfecto Bioy Casares
Retrato
Fecha de nacimiento
24 de agosto de 1899
15 de septiembre de 1914
Lugar de nacimiento
Buenos Aires, Argentina
Buenos Aires, Argentina
Fecha de fallecimiento
14 de junio de 1986
8 de marzo de 1999
Lugar de fallecimiento
Ginebra, Suiza
Buenos Aires, Argentina
Ocupación
Escritor, principalmente de cuentos, poesía y ensayos. Se destacó en la literatura fantástica.
Escritor, principalmente de cuentos, poesía y ensayos. Se destacó en la literatura fantástica.
Otras ocupaciones
Traductor, crítico, bibliotecario, editor y profesor.
Periodista, editor y guionista.
Primeros años
Nació en una familia acomodada y recibió una educación esmerada. Desde pequeño se interesó por la literatura gracias a una biblioteca familiar.
Nació en una familia acomodada y recibió una educación esmerada. Desde pequeño se interesó por la literatura gracias a una biblioteca familiar.
Educación
Realizó sus estudios secundarios en el Collège Calvin de Ginebra, Suiza.
Realizó sus estudios secundarios en el Instituto Libre de Segunda Enseñanza de Buenos Aires. Tiempo después abandonó la Universidad de Buenos Aires.
Amistad
Conoció a Adolfo Bioy en 1932, con quien comenzó una amistad que se mantendría de por vida. Juntos escribieron muchas obras bajo distintos seudónimos, como Benito Suárez Lynch y Honorio Bustos Domecq.
Conoció a Jorge Luis Borges en 1932, con quien comenzó una amistad que se mantendría de por vida. Juntos escribieron muchas obras bajo distintos seudónimos como Benito Suárez Lynch y Honorio Bustos Domecq.
Primera publicación
Poesía – Fervor de Buenos Aires (1923)
Cuento – Prólogo (1929)
Obras notables
Historia de una eternidad (1936).
Ficciones (1944).
El Aleph (1949).
El informe de Broodie (1970).
El libro de arena (1975).
Siete noches (1980).
La invención de Morel (1940).
Plan de evasión (1945).
La trama celeste (1948).
El sueño de los héroes (1954).
Diario de la guerra del cerdo (1969).
Dormir al sol (1973).
Obras en colaboración (J. L. Borges y Bioy Casares)
Seis problemas para don Isidro Parodi (1942).
Los mejores cuentos policiales (1943) Antología de cuentos policiales.
Dos fantasías memorables (1946).
Un modelo para la muerte (1946).
Cuentos breves y extraordinarios (1955) Antología de relatos breves.
Libro del Cielo y del Infierno (1960) Antología de textos.
Crónicas de Bustos Domecq (1967).
Nuevos cuentos de Bustos Domecq (1977).
Seis problemas para don Isidro Parodi (1942).
Los mejores cuentos policiales (1943) Antología de cuentos policiales.
Dos fantasías memorables (1946).
Un modelo para la muerte (1946).
Cuentos breves y extraordinarios (1955) Antología de relatos breves.
Libro del Cielo y del Infierno (1960) Antología de textos.
Crónicas de Bustos Domecq (1967).
Nuevos cuentos de Bustos Domecq (1977).
Premios
Premio Municipal de Poesía de Buenos Aires (1929).
Gran Premio de Honor de la SADE(1944).
Premio Nacional de Literatura (Argentina, 1956).
Premio Formentor (1961).
Premio Internacional de Literatura (1961).
Gran Premio del Fondo Nacional de las Artes (1962).
IX Premio de Poesía de la ciudad de Florencia (1965).
Premio Jerusalén (1971).
Premio Internacional Alfonso Reyes (1973).
Premio Cervantes (1980).
Premio Mundial Cino Del Duca (1980).
Premio Ollin Yoliztli (1983).
Premio Konex (1984).
Premio Municipal de Literatura de la Ciudad de Buenos Aires (1941).
Premio Nacional de Literatura (Argentina, 1963 y 1970).
Gran Premio de Honor de la SADE (1975).
Premio Esteban Echeverría (1984).
Premio del Instituto Latinoamericano de Roma (1985).
Premio Lilia del Instituto Italo-Latinoamericano de Roma (1986).
Premio Capri (Italia, 1988) .
Premio Miguel de Cervantes (España, 1990) .
Premio Rioplatense Rotary Club de Montevideo (1992).
Premio Konex (1984 y 1994).
Premio Roger Caillois (Francia, 1995).
Premio Maestro del Arte (Buenos Aires, 1998).
Otras distinciones
Elegido miembro de la Academia Argentina de Letras (1955).
Recibió un doctorado honoris causa de:
Universidad de Columbia (1971).
Universidad de Yale (1971).
Universidad de Oxford (1971).
Universidad de Michigan (1972).
Universidad de la Sorbona (1977).
Universidad de Harvard (1981).
Se le otorgó la Orden del Sol (Perú, 1965).
Recibió la insignia de Caballero de la Orden del Imperio Británico (1965).
Fue nombrado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires (1973.)
Fue nombrado miembro honorario de la American Academy of Art and Letter de Nueva York y del Instituto de Artes y Letras de Estados Unidos (INAL) (1917).
Recibió la Orden Bernardo O’Higgins (Chile, 1976).
Recibió la Orden del Mérito (República Federal de Alemania, 1979).
Recibió la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio (España, 1983).
Ganó el Libro del Mes (Octubre) del “Club del Libro”, por Plan de evasión (1945).
Recibió el Laurel de Plata (Rotary Club de Buenos Aires) (1974).
Se convirtió en miembro de la Legión de Honor de Francia (1981).
Fue nombrado miembro honorario de PEN Club Internacional (1986).
Fue nombrado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires (1986).
Recibió un doctorado honoris causa de:
Universidad Stendhal de Grenoble (1993).
Universidad Gabriele D’Annunzio de Chieti, Pescara, Italia (1988).
Fue nombrado Personalidad Emérita de la Cultura Argentina (1996).
Citas
“Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón”.
“Si la literatura no fuera más que un álgebra verbal, cualquiera podría producir cualquier libro, a fuerza de ensayos y variaciones”.
“El pasado es arcilla que el presente labra a su antojo. Interminablemente”.
“Llega un momento en la vida en que, haga uno lo que haga, solamente aburre. Queda entonces una manera de recuperar el prestigio: morir”.
“La eternidad es una de las raras virtudes de la literatura”.
“La vida es una partida de ajedrez y nunca sabe uno a ciencia cierta cuándo está ganando o perdiendo”.
El vasto territorio que llamamos América se divide en tres grandes regiones: norte, centro y sur. Cada una de ellas tiene sus particularidades geográficas, económicas, demográficas, etc. En este cuadro podrás apreciar de un vistazo las diferencias entre las tres regiones.
América del Norte
América Central
América del Sur
Ubicación
Se ubica en el extremo norte del continente americano.
Corresponde a la columna que conecta América del Norte con América del Sur.
Es la vasta extensión de tierra al sur del continente americano.
Países que la conforman
Canadá, Estados Unidos y México.
Belice, Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Nicaragua, Panamá y México (parcialmente)
Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana Francesa, Guyana, Paraguay, Perú, Trinidad y Tobago, Surinam, Uruguay y Venezuela.
Principales ciudades
Toronto, Montreal, Vancouver, Washington, Nueva York, Los Angeles, Ciudad de México y Guadalajara.
Ciudad de Panamá, San José, Managua, San Pedro Sula, Ciudad de Guatemala y Tegucigalpa.
San Pablo, Buenos Aires, Lima, Bogotá, Quito, Santiago de Chile y Caracas.
Población
579 millones.
50 millones.
422 millones.
Economía
Es de las economías más grandes del mundo. El PIB de la región es de 23 millones de dólares, superior al de la Unión Europea. Cuenta con un elevado desarrollo industrial y económico, que la ubica entre las 15 mayores economías del mundo.
Se basa principalmente en la agricultura, el turismo y algunas industrias pequeñas, como la de la confección.
Se pueden distinguir tres tipos de economía en esta región:
De libre mercado: se basan en modelo capitalista estadounidense. Países como Chile, Colombia y Perú son ejemplos de este modelo.
Economía social de mercado o economía mixta: en esta categoría entran Argentina, Uruguay, Brasil, Ecuador, Bolivia, Paraguay que poseen una normativa con el fin de regular el libre mercado.
Economía semi-cerrada: aplican controles y normativas mucho más estrictas; rechazan radicalmente el libre mercado. Un ejemplo de este tipo de economía es Venezuela.
Geografía
América del Norte cuenta con todos los climas del mundo. Su vegetación también es muy variada: hay diversidad de bosques y, en su extremo norte, la tundra. También posee desiertos y manglares.
Se trata de una región montañosa y escarpada. Es uno de los grandes ejes volcánicos de la Tierra. Cuenta con unos 60 volcanes en el interior (casi todos inactivos) y 31 sobre la costa del océano Pacífico.
Se divide en tres secciones: la cordillera, las tierras bajas del interior y el escudo continental.
La cordillera de los Andes destaca por ser la cadena montañosa más larga y joven del mundo.
Las tierras bajas se suelen clasificar en tres sistemas: los llanos del Orinoco, la llanura del Amazonas y la llanura chacopampeana o del Plata.
El escudo continental se separa en tres secciones desiguales: el macizo de Brasilia, el macizo guayanés, y el macizo patagónico.
Incomparables espectáculos de la naturaleza, kilómetros para recorrer los más variados paisajes y climas, ciudades que concentran las más interesantes costumbres en un crisol cultural de años: Argentina, una tierra para conocer.
Estado soberano organizado como república representativa y federal, la Argentina está dividida en 23 provincias en las que reinan los más diversos y hermosos avistajes naturales. Al mismo tiempo, cuenta con uno de los 20 centros urbanos más poblados del mundo: la ciudad autónoma de Buenos Aires, capital de la nación y sede del gobierno federal.
El nombre Argentina se remonta a la época de la conquista española. Por esos años, las noticias acerca de la existencia de tierras con inmensas riquezas en plata hicieron que numerosos expedicionarios se internaran en nuestro territorio. En algunos mapas de la época, la zona del Río de la Plata aparece nombrada como Terra argentea, ya que argentum, en latín significa “plata”.
Y si la mítica fortuna que le brindó su nombre, basada en la posibilidad de encontrar grandes cantidades del precioso metal en el territorio, no se acercaba a la realidad como se creía entonces, no por ello dejó de transformarse en uno de los países más productivos e industrializados de la región. La agricultura, la ganadería y los recursos energéticos se transformaron en su principal fuente de riqueza; la variedad de espectáculos naturales y la intensa actividad cultural se volvieron sus características sobresalientes.
¿Sabías qué...?
Las raíces culturales argentinas son predominantemente europeas, y eso se ve reflejado en su arquitectura, música, literatura y estilo de vida.
Geografía
La República Argentina se encuentra en el Hemisferio Sur, respecto del Ecuador, más concretamente en el extremo meridional de América del Sur. Es el segundo país en extensión de Sudamérica y el octavo del mundo. Posee una superficie continental de 2.791.810 Km2 contando las Islas Malvinas, otras islas del Atlántico Sur y un sector de la Antártida. De norte a sur tiene una extensión de 3.800 km, más del doble de la que existe de este a oeste (1.425 km).
Ubicado en el sur del continente, conforma junto a Chile, Uruguay, Paraguay y el sur de Brasil el Cono Sur. Limita con cinco países: al norte con Bolivia y Paraguay, al noreste con Uruguay y Brasil, y al oeste con Chile. Tiene una extensa costa que desemboca en el océano Atlántico.
El punto más alto por sobre nivel del mar está situado en el Aconcagua (en la provincia de Mendoza) de 6960,8 msnm, que es la montaña más alta de América y de los hemisferios meridional y occidental. El punto más bajo se encuentra en Laguna del Carbón, provincia de Santa Cruz, a 105 metros bajo el nivel del mar. El mismo sitio es también considerado el más bajo en toda Sudamérica.
El noroeste del relieve argentino está formado por la Puna, altiplanicie que se prolonga desde el altiplano boliviano y de la Puna de Atacama chilena. Al este se extiende El Chaco, llanura que se prolonga por Paraguay, más allá del río Pilcomayo, y por el este hasta el río Paraná.
La Mesopotamia, única área selvática del país, limita con los ríos Uruguay, Iguazú y Paraná. La región más rica de Argentina es la Pampa, la llanura por excelencia: abarca casi toda la provincia de Buenos Aires, el sur de Santa Fe y Córdoba, y el este de la provincia de La Pampa. Al sur del río Colorado se halla la Patagonia, con amplias mesetas al este.
Los principales lagos son el Argentino, el Viedma, el San Martín, el Col-huéHuapí, el Nahuel Huapí y el Buenos Aires. Entre los ríos de la cuenca del Plata destacan el Paraná, el Uruguay, el Salado del Norte y el Pilcomayo; en la vertiente atlántica: el Colorado, el Chubut, el Salado y el Negro; y en la cuenca del Desaguadero, el Bermejo-Desaguadero-Salado.
Por otro lado, la diversidad de temperaturas es muy variada a causa de la extensión territorial, los accidentes en el relieve y la proximidad del océano. En el sector septentrional dominan los climas subtropical y tropical, provocando temperaturas elevadas y precipitaciones durante todo el año; en la Pampa, el subtipo pampeano con influencia oceánica; en la Patagonia, el clima frío y seco.
Turismo
Hasta hace no tanto tiempo atrás, el ecoturismo, el turismo rural, el agroturismo, el turismo verde, y el turismo activo, eran nuevas modalidades en el desarrollo de la actividad turística.
Actualmente, el turismo deportivo y de aventura, el turismo gastronómico, el enoturismo, y el turismo literario y científico, entre otros, son productos ya consolidados a nivel mundial. A lo largo del territorio argentino, todas y cada una de estas nuevas concepciones de la actividad económica, junto con todas y cada una de sus modalidades tradicionales (sol y playa, museos y monumentos históricos, negocios, entre otras), encuentran un espacio geográfico y cultural adecuado para su desarrollo y aprovechamiento.
Argentina posee un territorio con gran potencialidad turística. Desde principios de la década del ochenta, cuando la UNESCO declaró el Parque Nacional Los Glaciares como Patrimonio Natural y las Ruinas de las Misiones Jesuíticas como Patrimonio Cultural de la Humanidad, el país ha sumado seis sitios adicionales -de carácter natural y cultural- al listado del Patrimonio Mundial. Otros tantos se encuentran en tentativa, esperando para sumarse a este conjunto de bienes. Al mismo tiempo, la Ciudad de Buenos Aires ha sido catalogada como la mejor ciudad de la región y una de las diez mejores ciudades a nivel internacional por parte de los viajeros de todo el mundo.
Sin embargo, a pesar de tales ventajas, su rendimiento -en relación a otros países de América Latina- como destino turístico es relativamente modesta. El crecimiento más importante de la industria se dio tras la devaluación del peso, lo que aumentó notablemente su competitividad por la disminución relativa de los precios locales en dólar, pero en los últimos años se detectó un crecimiento acelerado de los costos, lo cuál le quitó dicha ventaja a nivel internacional. A pesar de ello, Argentina logró sostener su oferta gracias a sus imponentes paisajes naturales, los diversos lugares a visitar y la calidad de las propuestas.
Buenos aires y alrededores
La ciudad de Buenos Aires, una de las más importantes de Latinoamérica, es una gran urbe cosmopolita y multifacética. Con evidente influencia universalista, provoca asombro en el turista su arquitectura europea. Es capital de la República Argentina y nudo vital de la nación.
Testigo de su importantísima vida cultural son sus numerosos museos, salas de exposiciones y conferencias, galerías de arte, cines y teatros con espectáculos nacionales e internacionales de primer nivel. El Colón, uno de los teatros líricos más importantes del mundo, es sede, junto a variados escenarios, de una intensa actividad musical que abarca todos los géneros incluyendo por supuesto al típico y famoso tango.
Su vida nocturna es muy variada y se extiende hasta altas horas de la madrugada. Discotecas, restaurantes, confiterías y muchas otras atracciones para todos los gustos pueden encontrarse por toda la ciudad, brindando una oferta innumerable al turista.
¿Sabías qué...?
La bandera argentina fue creada por el militar y político Manuel Belgrano el 27 de febrero de 1812.
Quebrada de Humahuaca
Declarada Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad, recorrerla es vivir a pleno el color y la belleza de la naturaleza junto a la magia de una inmemorial cultura. Allí, los diferentes pueblitos enlazan historia y tradiciones de raíces ancestrales que persisten junto a la impronta de la conquista. Por estas razones, la UNESCO se comprometió a apoyar el desarrollo educativo y sustentable de la zona, de forma tal que se preserve la cultura de los pueblos originarios que habitan la belleza paisajística de esta zona de la provincia de Jujuy.
TREN DE LAS NUBES
Es uno de los tres ferrocarriles que viaja a más altura en el mundo, aprovechando las vertiginosas montañas de la Cordillera de los Andes que atraviesa y los paisajes espectaculares que permite disfrutar el recorrido. Parte de la ciudad de Salta, recorre el valle de Lerma y se introduce en la Quebrada del Toro para llegar hasta la Puna. El punto final es el kilómetro 1.350 donde se encuentra el viaducto La Polvorilla de 224 metros de longitud por 63 de altura.
El recorrido dura aproximadamente unas quince horas ida y vuelta, atravesando 29 puentes, 21 túneles, 13 viaductos, 2 “rulos” y 2 zig-zags. Por su gran altura, muchas veces pueden apreciarse nubes debajo de los puentes o en las laderas, de ahí su nombre.
Cataratas del Iguazú
Declaradas “Patrionio Mundial Natural de la Humanidad” por la UNESCO, estas enormes caídas de agua son un espectáculo sublime e inigualable. Sus 275 saltos con alturas que llegan a superar los 70 metros se encuentran ubicados en un marco salvaje y agreste de vegetación subtropical, formando un mundo de cascadas y espectaculares arco iris que aparecen gracias a las nubes de gotitas atomizadas que resultan de la fuerza con que se estrella el agua.
Entre los principales saltos podemos nombrar el Mitre, el Belgrano, el Rivadavia, Los Tres Mosqueteros, el San Martín, el Bozzetti, Las Dos Hermanas y la famosa Garganta del Diablo, uno de los más espectaculares por su tamaño y efecto escenográfico.
El Parque Nacional Iguazú, que alberga a las famosas cascadas, contiene más de 400 especies de aves, alrededor de 2.000 especies vegetales y un mundo inconmensurable de insectos, lo que hace de este bioma uno de los ambientes naturales más ricos del país.
¿Sabías qué...?
Las Cataratas del Iguazú fueron consideradas una de las 7 Maravillas del Mundo en 2011.
Cerro Aconcagua
Llamado el “Techo de América”, es el pico más alto de todo el continente con 6.960,8 msnm. Se encuentra ubicado en la provincia de Mendoza, dentro del Parque Provincial Aconcagua (71.000 hectáreas) y es la meta de escaladores de todas partes del mundo. Su ascensión hasta la cumbre es un reto difícil y requiere de una muy buena preparación y planeamiento, pero el imponente paisaje de montañas nevadas hace que el desafío valga la pena.
Cañón del Atuel
Bautizado por algunos como el mini Cañón del Colorado, esta extraordinaria formación geomorfológica que se encuentra a 37 km de San Rafael es un escenario de hermosas rocas modeladas por el viento y el agua que dieron vida a las más variadas esculturas naturales: Museo de Cera, Sillón de Rivadavia, El Lagarto, Los Viejos, Los Monstruos, La Ciudad Encantada, El Mendigo, Los Jardines Colgantes, Los Monjes, El sillón de Rivadavia, Los Castillos, El Puño, La Momia y la cabeza del León entre otras que llaman la atención.
Península de Valdés
Accidente costero formado sobre el Mar Argentino, en la provincia del Chubut, la Península de Valdés es uno de los siete Patrimonios de la Humanidad declarados por la UNESCO en Argentina. Se encuentra ubicado a solo una hora de la ciudad de Puerto Madryn y es el principal centro en diversidad y abundancia de fauna marina del país. Sus kilómetros de playas con aguas transparentes e importantes acantilados brindan al turista un marco paisajístico de gran belleza y la oportunidad de avistar ballenas desde la costa, entre otros animales.
Glaciar Perito Moreno
Por lo espectacular de la vista que ofrece, el glaciar Perito Moreno es considerado la octava maravilla del mundo. El imponente bloque de hielo se encuentra rodeado de bosques y montañas creando un paisaje único en el mundo, pero lo que más atrae al turismo nacional e internacional es la oportunidad de observar el desprendimiento de las grandes masas congeladas que se separan cada dos o cuatro años de la estructura. De hecho, es junto con Puerto Madryn (Chubut) y las Cataratas del Iguazú (Misiones), un emblema del turismo argentino y uno de los sitios del país más visitados.
Cultura
Las raíces argentinas, ligadas a los pueblos originarios y a las diversas oleadas de inmigrantes que arribaron al país, especialmente desde Europa, modelaron una cultura con diferentes aristas a tener en cuenta desde cualquier perspectiva que se decida encararla. La religión se encuentra con las creencias populares, el idioma oficial ha sido modificado por el lunfardo local, la música encuentra diferentes expresiones más allá del folklore y las costumbres de antaño continúan formando parte de la vida cotidiana. En suma, la heterogeneidad de razas que ha dado lugar a la identidad argentina, aún puede observarse en las manifestaciones culturales nacionales y es quizás la principal característica que conserva.
Religión
En la Argentina rige una completa libertad de cultos. La religión oficial es la Católica Apostólica Romana, representada por una importante cantidad de iglesias que tienen lugar en todo el país. Sin embargo, también puede encontrarse sedes de otros cultos, entre las que se destacan la sinagoga central de la religión judía, única sede donde se forman los rabinos de todo el mundo, la Mezquita de Palermo, el templo islámico más grande de Latinoamérica, y las de la religión ortodoxa griega y rusa entre otras.
Al dividir porcentualmente la población, encontraremos que el 93 % profesa el catolicismo, seguido por el 2,5 % que es protestante y un 2 % que es judía. El restante 2,5 % se distribuye entre otras religiones.
Santos populares
En muchas ocasiones, ocurre que las personas eligen adoptar divinidades locales en lugar de creer únicamente en las que fueron enseñadas por la iglesia. En Argentina se trata de un fenómeno totalmente actual y los llamados santos populares aparecen en cantidades, en algunos casos concentrándose en distintas regiones, y en otros transformándose en devociones nacionales.
Uno de los casos más emblemáticos es el Gauchito Gil, uno de los representantes más importantes del Santoral Profano Correntino. Desde hace más de cien años tiene vigencia en su provincia, pero en los últimos años ha trascendido estos límites, encontrándose lugares de culto desde Salta hasta Ushuaia.
Antonio Gil habría sido un gaucho ejecutado injustamente durante las constantes luchas fratricidas entre los Liberales (o Celestes) y los Autonomistas (o Colorados) en el siglo XIX. En la actualidad, el Santuario principal se encuentra en el cruce de las rutas Nº 123 y 119, a 8 km de la ciudad de Mercedes. Desde lejos se observa el centenar de tacuaras con banderas rojas, el mausoleo con las placas de agradecimiento y una enorme cantidad de ofrendas: muletas, vestidos de novia, juguetes, casas hechas en miniatura, autitos y estampitas del santo con los pedidos escritos detrás o con expresiones de agradecimiento. Es costumbre dejar una cinta atada a las miles de cintas que hay, y retirar otra ya “bendecida” que debe colocarse en la muñeca, en el espejo del auto o en algún lugar privilegiado de la casa para que proteja o ayude.
Otro santo que ha cobrado gran importancia a nivel nacional es San La Muerte, aunque se encuentra predominantemente en las provincias de Corrientes, Chaco, Misiones y Formosa. El culto pagano es profesado principalmente para conseguir trabajo o no perderlo, encontrar cosas perdidas, obtener el amor de alguien, vengarse de un desaire, de una afrenta o de un mal recibido. Su imagen, una pequeña talla en madera o hueso de la figura de un esqueleto incrustada en alguna parte del cuerpo, se cree que puede proteger a quien la lleva de las balas y las puñaladas.
La última santa que presentaremos es la Difunta Correa, una figura mítica basada en una leyenda del siglo XIX. Cuenta la historia que en el transcurso del año 1835, un criollo de apellido Bustos fue reclutado en una leva para las montoneras de Facundo Quiroga y llevado por la fuerza a La Rioja. Su mujer, María Antonia Deolinda Correa, desesperada porque su esposo iba enfermo, tomó a su hijo y siguió las huellas de la montonera.
Luego de mucho andar -cuenta la leyenda-, al borde de sus fuerzas, sedienta y agotada, se dejó caer en la cima de un pequeño cerro. Unos arrieros que pasaron luego por la zona, al ver animales de carroña que revoloteaban se acercaron al cerro y encontraron a la madre muerta y al niño aún con vida, amamantándose de sus pechos. Recogieron al niño, y dieron sepultura a la madre en las proximidades del Cementerio Vallecito, en la cuesta de la sierra Pie de Palo.
Idioma
El idioma oficial de la Argentina es el castellano, pero también son hablados el inglés y el portugués, sobre todo por la mayoría de las personas involucradas en actividades turísticas. Lo más distintivo en este país es el uso del “vos” en lugar del “tú” para el trato informal, y el uso del “che” para dirigirse a otra persona, llamarle la atención o como sustitución del nombre. En general, se utiliza como muestra de confianza.
En diversas regiones se mantienen las lenguas aborígenes y en Buenos Aires la presencia del lunfardo, una forma dialectal nacida en esa ciudad que ha sido fuertemente influida por las lenguas de los inmigrantes. El lunfardo ha ejercido un fuerte influjo en el habla informal de todo el país a través de su uso en las letras de tango y en la poesía porteña.
Costumbres
Dos hábitos argentinos caracterizan principalmente a la nación al punto de volverse emblemas reconocidos internacionalmente y costumbres nacionales: el asado al asador y el mate. El primero es una forma particular de cocinar carne de vacuno, cabrito o cordero, entre otras. La técnica consiste en colocar sobre dos hierros cruzados a modo de cruz la carne que desea asarse y clavar la parte inferior en el suelo, casi verticalmente. Uno de ellos, el más corto, sirve para sujetar la carne que queda colocada longitudinalmente sobre el hierro más largo y se cocina sobre brasas, generalmente de leña. A medida que la carne va asándose se la aproxima gradualmente a las brasas, hasta que la cocción final se realiza paralelamente al suelo, sobre aquéllas.
Por otro lado, el mate, costumbre compartida con otros pueblos de América del Sur, tiene gran difusión en Argentina. La infusión se prepara en un calabacín hueco en el que se pone yerba y a veces un poco de azúcar. Luego, se vierte agua caliente (sin hervir) y se absorbe el líquido con una bombilla. El agua va reponiéndose, no así la yerba que dura varias infusiones, en especial si es de buena calidad. Cuando se detecta la necesidad de renovar la yerba, se cambia parcialmente la que venía utilizándose, por yerba fresca.
El virreinato constituyó la máxima expresión territorial y político-administrativa que existió en la América española. Debido a las grandes extensiones de sus posesiones en América, la Corona Española recurrió entonces a la división por virreinatos y así garantizar el dominio y la autoridad real en el nuevo continente.
CAUSAS DE SU CREACIÓN
Conforme los conquistadores fueron ganando tierras para la corona española también fueron en aumento sus peticiones de cargos ya que la corona los recompensaba otorgándoles títulos de gobernadores y capitanes generales, aunque pronto se haría evidente que podían llegar a surgir fuertes señoríos en sus posesiones indianas.
La inexistencia de fronteras entre las primeras gobernaciones y su continua expansión gracias a la suma de conquistas daría lugar a que surgieran conflictos entre los gobernadores. Para controlar esta situación y para unificar regiones se planteó la necesidad de crear una instancia superior que garantizara la unidad y cohesión de los nuevos territorios. Así, dentro de la institución virreinal quedaron comprendidas las demás instancias de gobierno y administración: las audiencias, las gobernaciones, las alcaldías mayores o corregimientos y los municipios o cabildos.
EL VIRREY
El virrey era el título con el que se conocía al responsable de administrar y gobernar, como representante y en nombre de la corona española, un país o una provincia. De este modo, y ejerciendo plenamente las prerrogativas regias, su figura tuvo especial importancia por la enorme acumulación de territorios que, debido a su dispersión y la imposibilidad de comunicaciones rápidas, no podía gestionarse de forma centralizada.
Así las cosas, el virrey poseía atribuciones administrativas, militares, judiciales y financieras. En su persona, pues, reunía tres atribuciones: gobernador, capitán general y presidente de la audiencia, cargos que debía desempeñar en el marco de una compleja relación con las demás autoridades.
EL VIRREINATO COLOMBINO
En primera instancia, el primer virreinato otorgado en América recayó en la figura de Cristóbal Colón, según consta en las Capitulaciones de Santa Fe concedidas por los Reyes Católicos antes de que el famoso almirante iniciara su primer viaje rumbo a las Indias. Así como en su condición de almirante le correspondía el mando y la jurisdicción sobre las aguas de la Mar Oceánica (hoy Océano Atlántico), en su calidad de virrey ejercería el poder sobre las tierras descubiertas y por descubrir.
Sin embargo, el llamado Virreinato colombino tuvo una corta duración, ya que desde un primer momento los Reyes Católicos restringieron las facultades del almirante, y pese a que su hijo Diego obtuvo el cargo de manera honoraria, terminó extinguiéndose definitivamente en 1536.
EL VIRREINATO DE NUEVA ESPAÑA
Tras la destrucción del Imperio Azteca y el sometimiento de los nativos, los conquistadores españoles se dispusieron a derribar la antigua capital azteca, Tenochtitlán, y fundar una nueva ciudad de aspecto europeo, la actual Ciudad de México, que se convertiría en la capital del Virreinato de Nueva España. De este modo, y con la construcción de la nueva capital, España puso especial énfasis en la europeización de los territorios recién conquistados, introduciendo instituciones políticas occidentales, con el objetivo de afianzar su dominio en la región. Una vez derribados los últimos vestigios de dominación indígena a manos de Hernán Cortés, designado como Capitán General de la región, la metrópoli decidió constituir estos nuevos territorios como un virreinato, delegando la función de virrey sobre Antonio de Mendoza, en 1536.
En su máxima extensión, el Virreinato de Nueva España ocupó toda América Central y las Antillas, y llegó a abarcar territorios propios del centro y sur de los actuales Estados Unidos y Filipinas. Ahora bien, el impacto demográfico producido tras la conquista sería enorme. De hecho, un alto porcentaje de la población nativa moriría a causa de las enfermedades traídas desde Europa, tales como la viruela o la tuberculosis. Por otra parte, los sistemas de trabajo forzado a los que fueron sometidos los indígenas aceleraron el retroceso demográfico iniciado durante los primeros años de la conquista.
En el plano económico, en el Virreinato de Nueva España obtuvo especial relevancia la minería y el comercio. Asimismo, otras actividades importantes fueron la agricultura (maíz, cacao y otros productos originarios de la antigua Mesoamérica), y la ganadería (introducida por los europeos, quienes trajeron la mayor parte de los animales criados).
El descubrimiento de numerosos yacimientos mineros captó entonces la atención de la Corona, que inmediatamente dispuso su explotación. De estos yacimientos, pues, se extraían materiales tales como el oro, la plata, el cobre y el hierro. Con todo, la creación de ciudades mineras, en torno a las minas, produjo el surgimiento de nuevas explotaciones agrícolas y ganaderas dedicadas a su abastecimiento. Las principales minas de Nueva España fueron la de Zacatecas (1546), Pachuca (1552), Fresnillo y Guanajuato (1554), y finalmente San Luis Potosí (1592).
Por su parte, la regulación comercial quedaría en manos de la Casa de Contratación con sede en Sevilla. De hecho, el monopolio y las políticas proteccionistas impuestas por la metrópoli impidieron el óptimo desarrollo por todo el virreinato. El comercio directo con otras zonas del imperio estaba prohibido, con lo cual muchas medidas proteccionistas conducirían al apogeo de actividades ilícitas tales como la piratería o el contrabando.
EL VIRREINATO DE NUEVA GRANADA
El Virreinato de Nueva Granada abarcó los actuales territorios de Ecuador, Colombia, Panamá y Venezuela. Fue creado mediante Real Cédula el 27 de mayo de 1717 uniendo la Real Audiencia de Quito, la Capitanía General de Venezuela y la Real Audiencia de Santa Fe. De hecho, la Corona se vio obligada a constituir este nuevo virreinato por dos razones principales: era la zona más importante de producción aurífera y su estratégica posición le permitía enfrentar con efectividad el contrabando y la piratería. La ciudad de Bogotá, pues, pasó a ser la capital del nuevo virreinato, convirtiéndose de esta manera en uno de los principales centros de actividad de las posesiones del imperio en América.
Su fundación obedece a la nueva política borbónica de reorganización administrativa y de reforma y modernización de los sistemas de extracción y comercialización de materias primas obtenidas de las colonias. De existencia intermitente, el Virreinato de Nueva Granada fue disuelto y vuelto a formar en numerosas ocasiones: tras su primera fundación en 1717, fue disuelto por dificultades económicas en 1724; refundado en 1740, fue nuevamente disuelto por los independentistas que se hicieron con el poder en 1810 y recuperado por Fernando VII en 1816. Finalmente, sería reemplazado por una nueva entidad, la Gran Colombia, tras ser definitivamente disuelto por los independentistas en torno a 1822.
EL VIRREINATO DEL PERÚ
El Virreinato del Perú sería la entidad político-administrativa fundada en 1542 tras el sometimiento del Imperio Inca. Así, en su máxima extensión, abarcaría territorios que actualmente se corresponden con Perú, Ecuador, Bolivia, Colombia, y parte de Argentina y Chile. De este modo, los primeros asentamientos comenzaron a desarrollarse tras la captura de Cuzco, principal ciudad inca, por parte de Francisco Pizarro, en 1534.
Fruto del choque de intereses entre los distintos conquistadores, el virreinato vivió cuarenta años de caos administrativo, principalmente como consecuencia del desigual reparto de la tierra. No obstante, a mediados del siglo XVI, Francisco de Toledo, virrey del Perú, lograría encauzar la situación y establecer un marco administrativo estable, que se prolongaría durante todo el período colonial.
Quizás una de las particularidades más significativas del Perú estuvo en la temprana explotación de los metales preciosos, cuyo centro más importante fue el cerro rico de Potosí, descubierto por los españoles en 1545.
Durante el siglo XIX, época en la que se suceden los distintos alzamientos independentistas a lo largo del continente, el Virreinato del Perú se mantendría como principal bastión de los realistas, hasta su disolución, en 1824, tras la Batalla de Ayacucho. Asimismo, el Perú sería también testigo de los alzamientos de Túpac Amaru II y Túpac Katari, precedentes de la futura emancipación latinoamericana.
EL VIRREINATO DEL RÍO DE LA PLATA
El Virreinato del Río de la Plata fue creado en 1776 por orden de Carlos III. Nacido de una escisión del Virreinato del Perú, integró los territorios de las gobernaciones de Buenos Aires, Paraguay, Tucumán y Santa Cruz de la Sierra, el corregimiento de Cuyo de la Capitanía General de Chile y los corregimientos de la provincia de Charcas. De este modo, abarcó los actuales territorios de Argentina, Bolivia, Uruguay y Paraguay, y partes del sur de Brasil y el norte de Chile. Su capital se situó en Buenos Aires, fundada en 1580 por Juan de Garay.
Las causas de la creación de este virreinato surgieron de la necesidad de la metrópolis de defender sus posesiones al sur del continente de las ambiciones de otras potencias coloniales, como Inglaterra y Portugal. Al encontrarse toda esta zona bajo administración del Virreinato del Perú, el tráfico entre Lima y Buenos Aires era muy lento y hacía difícil organizar la defensa de Buenos Aires en caso de un eventual ataque.
La economía en este virreinato seguía el modelo extractivo-exportador, y al igual que el resto de los virreinatos y la propia metrópolis, se mostró ajeno a la proto-industrialización surgida en el siglo XVIII. La ganadería, asentada principalmente en Buenos Aires, constituyó una importante actividad económica. Por su parte, la minería no ocupaba el lugar preferencial que poseía en el resto de los virreinatos, aunque la actividad minera se limitaba a una serie de yacimientos explotados en la actual Bolivia, y desde el puerto de Buenos Aires se exportaban enormes cantidades de oro y plata llegadas, principalmente, del Alto Perú. El comercio, centrado en la exportación de ganado y derivados, cereales, oro y plata, estaba fuertemente regulado por la metrópolis, lo cual favoreció la proliferación de actividades contrabandistas. La actividad comercial estaba en manos de unos pocos españoles, los cuales a su vez, detentaban gran parte del poder político.
A finales del siglo XVII, el estado español se había consolidado; el comercio y la producción en sus colonias americanas se habían estancado, las deudas de España habían aumentado y sus rivales imperiales habían crecido mucho, especialmente los ingleses, holandeses y franceses.
Estas fueron razones suficientes para que, bajo el gobierno de los Borbones, se crearan una serie de reformas destinadas a revitalizar el estado y el imperio.
¿Qué son las reformas borbónicas?
Las reformas borbónicas fueron una serie de cambios administrativos, políticos, militares y religiosos que la Corona española, bajo el nombre de la Casa de Borbón, realizó con el objeto de promover el desarrollo económico y comercial.
Causas
Las reformas fueron necesarias para ayudar a modernizar la tecnología y la manufactura en España y también para ayudar a establecer la supremacía española sobre el creciente poder de los criollos que eran las élites locales en el Nuevo Mundo.
Las causas principales de estas reformas en los diferentes ámbitos se describen a continuación:
Reformas económicas
Uno de los principales objetivos de las reformas borbónicas era aumentar la producción de productos primarios de exportación en las colonias, el comercio dentro de estas y en España.
La mayor preocupación de la Corona fue la minería, que proporcionó la mayor parte de los ingresos que fluyen en el tesoro español. En un esfuerzo por estimular la producción de plata, en 1736 la Corona redujo su impuesto por la mitad.
También ayudó a asegurar un precio más bajo para el mercurio, financió escuelas técnicas y bancos de crédito, dispensó títulos de nobleza a los propietarios de minas prósperas y facilitó la formación de gremios mineros.
Desde 1717, la Corona también creó monopolios estatales sobre la producción y el comercio de tabaco.
Las restricciones reales resultantes sobre la industria y la manufactura en las colonias humedecían gravemente la actividad empresarial colonial, con la excepción de los sectores de la minería, la ganadería y la agricultura orientados a la exportación.
En general, las reformas económicas de Bourbon lograron el objetivo de aumentar la producción, el comercio y los ingresos reales, al mismo tiempo que desmejoraban el sentido de lealtad y fidelidad de la élite y de los subordinados ante la Corona.
Reformas políticas y administrativas
De la mano de las reformas económicas, se produjeron una serie de medidas políticas y administrativas destinadas, una vez más, a aumentar el control real de las colonias. Una serie de reformas administrativas que consistieron en la construcción de dos nuevos virreinatos: el virreinato de Nueva Granada con Bogotá como capital, que fue abolido y luego reestablecido definitivamente en 1739 y el virreinato del Río de la Plata que tenía a Buenos Aires como capital, al cual se anexó el Alto Perú en 1776.
Después de una serie de inspecciones de 1765 a 1771, la Corona trató de debilitar el poder de los criollos, cuya influencia, había crecido demasiado.
La reforma administrativa más sustancial llegó en las décadas de 1760 y 1770, con la creación de una nueva burocracia, una especie de gobernación regional llamada la intendencia, que debía informar directamente al ministro de Indias.
El sistema de intendencia, que amenazaba la autoridad de virreyes y otros altos administradores, fracasó en gran parte, como consecuencia de la inercia institucional que se había desarrollado durante los dos siglos anteriores y la resistencia de los administradores a renunciar a su autoridad.
Reformas Militares
Especialmente después de la captura británica de Manila y La Habana en 1762, la Corona española trató de mejorar su poder militar en todo el imperio.
En general, las reformas militares fracasaron en el objetivo de fortalecer los lazos entre España y las colonias, mediante la creación de un gran cuerpo de oficiales criollos que más tarde resultarían instrumentales en las guerras de independencia.
Reformas Religiosas
En 1753, como parte del esfuerzo más amplio para reafirmar la supremacía real, la Corona negoció un convenio con Roma para tener una mayor autoridad real en la nominación y nombramiento de autoridades eclesiásticas.
La expulsión de unos 2.200 jesuitas de la América española repercutió por todo el imperio en 1767. Ésta fue una fuente crucial de desencanto entre muchos criollos de élite, lo que condujo a un nuevo enfrentamiento entre la Corona y aquellos cuyo apoyo necesitaría más para perpetuar su imperio americano.
Consecuencias
Todas estas reformas borbónicas económicas, administrativas, políticas, militares y religiosas tuvieron efectos múltiples y contradictorios que, en algunos niveles, acercaron las colonias a España y en otros profundizaron las divisiones.
Las reformas en general fracasaron en lograr los resultados deseados, principalmente al generar diversas quejas entre los criollos de élite contra la autoridad, lo que facilitó la formación de una identidad distintivamente americana y sentó las bases para las guerras de independencia después de la invasión napoleónica de Iberia en 1807 y 1808.
El Quinto Real
Fue un impuesto cobrado por la Corona española, principal fuente de beneficios que España obtuvo de sus colonias. Se fijó en 1504 para ser pagado por 10 años, pero en 1723 fue reducido casi uniformemente al diezmo (10 %). Aunque el quinto fue impuesto oficialmente sobre toda la producción de minerales, en la práctica se recolectó sólo en metales y piedras preciosas.
La fundación del Buenos Aires Lawn Tennis Club, en 1892, marcó el origen del desarrollo del tenis en la Argentina. Los hermanos Stanley Knight y L.H. Knight fueron quienes dominaron la escena de la competencia nacional durante casi un cuarto de siglo, entre 1900 y 1922.
En 1921 se fundó la Asociación Argentina de Tenis, que dos años más tarde se dio a conocer internacionalmente con la primera participación nacional en la Copa Davis. Sin embargo, el tenis argentino no brilló con luz propia sino a partir de la década de 1950, con la aparición de tres grandes figuras: Enrique Morea, Mary Terán de Weiss y Alejo Russel. En la década siguiente se destacó la solitaria figura de Norma Baylon, y en 1970 surgió el primer ídolo popular del tenis argentino: el marplatense Guillermo Vilas.
La figura de Vilas brilló sobre todo entre 1973 y 1983. A lo largo de esos diez años ganó dos veces el Abierto de Australia, una vez el Roland Garros y otra el Abierto de Estados Unidos (estos dos últimos los obtuvo en 1977), y llevó al seleccionado argentino junto con otra gran figura de aquella época, José Luis Clerc, a lugares muy destacados en diversas ediciones de la Copa Davis.
La brillante trayectoria de Vilas en el difícil circuito internacional produjo como fenómeno paralelo una rápida popularización de la práctica del tenis en Argentina.
Casi todos los clubes deportivos del país se vieron obligados a poner a disposición de sus socios pistas adecuadas para la práctica del tenis, al tiempo que los diarios y las revistas daban una cobertura hasta entonces inédita de los campeonatos más importantes.
En esa estela de entusiasmo por el tenis surgió la otra gran estrella de este deporte en Argentina, Gabriela Sabatini. Su carrera fue brillante, llegando a figurar en varias ocasiones y a través de largas temporadas entre las diez mejores jugadoras del mundo entre mediados de los ochenta y mediados de los noventa. Su máximo trofeo lo alcanzó al imponerse en el Abierto de Estados Unidos de 1990.
Una nueva generación hizo eclosión a inicios del siglo XXI. En 2002, David Nalbandian fue el primer tenista argentino finalista en el Torneo de Wimbledon. En 2004, la final de Roland Garros fue jugada por primera vez en la historia por dos argentinos; en ella, Gastón Gaudio venció a Guillermo Coria. Ese mismo año, Paola Suárez, campeona mundial en dobles, ganó la medalla de bronce en Atenas, junto a Patricia Tarabini. En 2005, en el Masters de Shanghai, por primera vez cuatro argentinos integraron el cuadro de los “8 maestros” del año; en la final de ese torneo, Nalbandian batió al suizo Roger Federer, por entonces número uno del mundo.
Entre las nuevas figuras surgió Juan Martín del Potro, quien en 2008 alcanzó el Top 10 con solo veinte años de edad y al año siguiente se consagró campeón del US Open. En los Juegos Olímpicos de Londres 2012 se hizo con la medalla de bronce en individual masculino, primera de esta categoría ganada por un tenista argentino.
Esta enfermedad, también conocida como “mal de los rastrojos”, es causada por el virus Junín, y afecta a una región del país que abarca parte de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y La Pampa. La contraen principalmente las personas que viven o trabajan en el campo.
¿Cómo se transmite?
El virus Junín suele estar presente en algunas especies de roedores silvestres. Estos roedores presentan infecciones crónicas sin síntomas, con eliminación del virus, particularmente por la saliva, que contagia a roedores sanos y contamina el medio ambiente, a partir del cual el hombre se infecta accidentalmente.
¿Cuáles son los síntomas?
Es una enfermedad aguda que presenta cuadros clínicos de gravedad variable, desde formas leves a formas graves caracterizada por fiebre y alteraciones de la sangre, neurológicas, renales y cardiovasculares, que sin tratamiento puede evolucionar hacia la muerte en un lapso de una a dos semanas.
El comienzo de la enfermedad es inespecífico, con decaimiento, dolor de cabeza y fiebre moderada. Con el avance de la enfermedad se agregan dolores musculares y articulares, dolor retroocular, dolor abdominal, mareos, náuseas y vómitos. En caso de haber hemorragias, éstas se limitan a leves hemorragias nasales o en las encías.
Los signos neurológicos son frecuentes: irritabilidad, somnolencia, temblores.
¿Cuál es el tratamiento?
El diagnóstico y tratamiento precoz aumentan enormemente las posibilidades de cura de esta enfermedad. El tratamiento específico es la administración precoz de plasma.
¿Cómo puede prevenirse?
– Realizar la vacunación contra la fiebre hemorrágica argentina, la que está indicada a partir de los 15 años de edad en las zonas de riesgo del país.
– Realizar una higiene cuidadosa, principalmente de las manos y cambio de ropas, cada vez que se hayan frecuentado zonas con roedores.
– No introducir tallos, hojas o granos en la boca.
– No acostarse sobre bolsas o en el suelo, comer y dormir en habitaciones limpias. Usar calzado cerrado.
– Mantener desmalezados los alrededores de la vivienda para evitar que las lauchas se acerquen a ella.
– Disponer de lugares libres de maleza para los juegos de niños.
– No destruir la fauna de predadores de roedor: lechuzas, lechuzones y chimangos, entre otros.
Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina) http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48/192-fiebre-hemorragica-argentina#sthash.aj1FPoKM.dpuf
El 24 de junio se cumple un nuevo aniversario del nacimiento del titiritero y escritor argentino Javier Villafañe. Murió el 1 de abril de 1996.
Por Alejo Prudkin
Un escucha de oficio
“Javieres habrá muchos. Pero un Javier como el que vive en Buenos Aires, en la casa de Almagro, hay uno solo” (Laura Devetach, La casa de Javier, Colihue, 1990).
Javier Villafañe nació el 24 de junio de 1909, en el barrio de Almagro, Buenos Aires. Desde niño anidó un especial gusto por la escucha de relatos –ya fueran clásicos narrados por su madre, o populares por una empleada española–; por sentir y palpitar la poesía callejera, y se maravillaba con el mundo de los títeres. Personajes como el clown norteamericano Frank Brown, o como el titiritero Dante S. Verzura, impresionaron y estimularon la imaginación de un chico que soñaba en grande.
Con un paso esquivo por los rígidos marcos de la escuela primaria y secundaria, su juventud estuvo signada por lecturas punzantes, la visita asidua a espectáculos de títeres y marionetas en el barrio de La Boca –comandados por artistas de origen italiano como Bastián de Terranova, Carolina Ligotti y Vito Cantone–, por sus primeras novias y el cultivo de la amistad con individuos de la talla de Enrique Wernicke, José Luis Lanuza y Juan Pedro Ramos. Cabe destacar que este último se irá perfilando como su primer compañero de viajes y andanzas.
La(s) vuelta(s) al mundo
Cumplido el servicio militar obligatorio, donde materializa sus primeras piezas literarias –como Don Juan Farolero, publicado en 1936–, y ya empleado de Obras Sanitarias de la Nación, a los 24 años asiste a una escena determinante para su vida. Transcrita por su amigo Pablo Medina, en Javier Villafañe. Antología. Obra y Recopilaciones (Sudamericana, 1990), el propio Villafañe comenta:
“Un día estábamos en el balcón de la casa de mi hermano, Oscar, en la calle Azcuénaga, con Juan Pedro Ramos, el poeta y amigo, y pasó un carro conducido por un viejo, y sobre el heno que llevaba iba un muchacho mirando el cielo mientras masticaba un pastito largo y amarillo. Pensamos en ese momento con Juan qué hermoso sería poder viajar toda la vida en un carro y que el caballo nos llevara adonde quisiera”.
Seducidos por el ideal de libertad, por la voluntad artística y la celebración de la vida, ambos compañeros dan origen a “La Andariega”, aquella mítica carreta devenida hogar y teatro de títeres ambulante. Nacida de un carro hielero y remozada por manos propias y amigas, se pobló de personajes legendarios como el mentado Maese Trotamundos.
Un creador trashumante
“Un día llegó a la ciudad un titiritero. Un hombre que tenía barba y había caminado el mundo con sus títeres” (Javier Villafañe, El caballo celoso, Colihue, 1993).
Habiendo perfeccionado la confección y el manejo de los títeres, y con aportes artísticos de Emilio Pettorutti, Raúl Soldi, Carybé, Enrique Molina y Norah Borges, entre otros, Ramos y Villafañe dan su primera función en un baldío del barrio de Belgrano, el 22 de octubre de 1935.
Primero hacia el sur de la provincia de Buenos Aires, en compañía de Juan Pedro Ramos, y luego hacia el norte –donde quedaría particularmente impactado por la gente, la fauna y la geografía entrerrianas–, acompañado fugazmente por Justiniano Orozco López, Villafañe da comienzo a su infinito derrotero de artista ambulante. A esos primeros viajes seguirían otros por el interior profundo de la Argentina y países como Chile, Bolivia, Paraguay y Uruguay, en gran parte acompañado por su amigo Liberto Fridman.
Con el tiempo llegaron sus distintas nupcias, sus hijos, el oficio periodístico y una profusa obra literaria. Pero nunca se truncó su vida andariega. Sus pies y “sus manos” hollaron Europa, África y América. En 1967 se exilia en Venezuela, hace escuela en la Universidad de Los Andes (ULA) y desde allí se lanza a los caminos manchegos tras los pasos de Don Quijote. En Venezuela, España y donde lo encuentre el tiempo, se dedica a recuperar cuentos e historias de niños y reyes. “Yo les robo cosas a los niños. Aunque en realidad no debería decir robar, porque las cosas no tienen dueño. ¿Acaso la palabra no anda en el aire y es de todos?”, supo comentar con picardía (Pablo Medina, Javier Villafañe. Antología. Obra y Recopilaciones, Sudamericana, 1990).
La(s) casa(s) de Javier
“Toda mi vida fue buscar el lugar donde quería morir. Aún sigo viajando” (Javier Villafañe, “El anciano viajero” en Los ancianos y las apuestas, Sudamericana, 1990).
En 1980 se muda a España y en 1984 retorna a nuestro país. Nunca dejó de crear, de vivir con plenitud y de viajar. Poeta, titiritero, amigo, conversador y amante de la vida, fue reconocido por reyes y plebeyos, y supo cultivar la amistad de grandes figuras como Federico García Lorca, Julio Cortázar y Atahualpa Yupanqui. El 1 de abril de 1996, la muerte lo busca y encuentra, como ya había prefigurado poéticamente en “El viejo titiritero y la muerte” (en Los ancianos y las apuestas, Sudamericana, 1990).
Bibliografía utilizada:
-Devetach, Laura. La casa de Javier. Buenos Aires, Colihue, 1990.
-Medina, Pablo. Javier Villafañe. Antología. Obra y Recopilaciones. Buenos Aires, Sudamericana, 1990.
-Villafañe, Javier. Los ancianos y las apuestas. Buenos Aires, Sudamericana, 1990.
-Villafañe, Javier. El caballo celoso. Buenos Aires, Colihue, 1993.
Es una enfermedad viral transmitida por mosquitos infectados, sobre todo por el mosquito común, del género Culex. Estos mosquitos tienen hábitos domiciliarios y suelen aparecer durante la noche y producir zumbido.
La enfermedad se presenta principalmente en Estados Unidos, Canadá, México, Centro y Sur América. En nuestro país se han presentado brotes de esta enfermedad en Córdoba, Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Chaco
¿Cuáles son los síntomas?
A partir de la picadura de un mosquito infectado comienza el periodo de incubación, que puede durar entre 4 a 21 días, luego del cual menos del 1% de las personas infectadas desarrollan los síntomas de la enfermedad.
Esta enfermedad afecta principalmente a personas mayores, los individuos mayores de 60 años son los que tienen la mayor frecuencia de encefalitis.
Algunas personas desarrollaran síntomas leves como un cuadro gripal con fiebre, acompañado de dolor de cabeza y náuseas; otras pueden desarrollar formas graves con signos de infección en el sistema nervioso central tales como cuello rígido, desorientación, confusión, temblores, coma y en algunos casos la muerte.
La encefalitis de San Luis se transmite por mosquitos infectados.
¿Cómo se transmite?
Los mosquitos adquieren el virus al alimentarse de la sangre de animales infectados con el virus, principalmente aves, y luego lo transmiten al picar a una persona.
La infección no se transmite de persona a persona.
¿Cómo se trata?
El tratamiento es para tratar los síntomas. Muchas veces los pacientes necesitan ser hospitalizados. Los pacientes no requieren aislamiento.
¿Cómo se puede prevenir?
No existe vacuna para prevenir la enfermedad. Las medidas de prevención incluyen las medidas para evitar el desarrollo de los mosquitos y aquellas para evitar el contacto con los mismos, usando medidas de protección personal como el uso de repelente y ropa de mangas largas y pantalones largos.
¿Qué se puede hacer para reducir la exposición a los mosquitos?
Estos mosquitos ponen sus huevos en el agua estancada o de movimiento lento (tal como arroyos o pequeños cursos de agua) y la maleza, los pastos altos y los arbustos les sirven de refugio exterior.
Para evitar el contacto y la proliferación de mosquitos en la casa:
Colocar mallas protectoras o mosquiteros en las puertas y ventanas. Reparar o reemplazar las que tengan rasgaduras o agujeros.
Eliminar todos los recipientes que puedan acumular agua que no tengan utilidad o bien colocarlos boca abajo. Si se utilizan para almacenar agua, mantenerlos tapados.
Limpiar las canaletas frecuentemente (especialmente en primavera y otoño) para evitar que se tapen y acumulen agua.
Limpiar las piscinas exteriores con cloro, si no están en uso, vaciarlas y mantenerlas cubiertas.
Cambiar el agua de los bebederos de animales cada tres o cuatro días.
Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina) http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48-temas-de-salud-de-la-a-a-la-z/451-encefalitis-de-san-luis-#sthash.UHi95uHQ.dpuf