Timo, una glándula inmune

El timo es una glándula inmune ubicada entre los pulmones, detrás del esternón, que cumple una función crucial en la preparación del cuerpo para luchar contra las infecciones y las células cancerosas. Además, es de gran importancia para el sistema endocrino. Sin embargo, solo está activa hasta la pubertad.

ANATOMÍA

Esta glándula se encuentra en la parte superior del pecho, en una zona llamada mediastino, justo delante y encima del corazón. Es de color gris rosado y está compuesta de dos lóbulos irregulares.

En los niños suele tener un tamaño grande, con un peso que va de los 10 a los 15 gramos. Durante la pubertad llega a pesar unos 30 gramos, y luego de esta etapa, en la adultez, empieza a reducirse hasta llegar a pesar unos 6 gramos aproximadamente.

Anatomía del timo.
  • La cápsula está formada de tejido conectivo de donde se generan tabiques o septos que lo fraccionan en lóbulos incompletos.
  • La corteza es la parte más superficial del timo y en ella se encuentran múltiples células que preceden a los linfocitos T. También comprende células reticulares epiteliales y macrófagos.
  • La médula es la parte central del timo. Allí, la red de células reticulares endoteliales se concentra, mientras que la cantidad de células linfoides se reduce.

Funciones

  • Producir células T (linfocitos T), las cuales ayudan a combatir las bacterias, los virus y las toxinas. Asimismo, identifica y ataca células cancerosas.
  • Producir hormonas, como la timopoyetina y la timulina, que ayudan al proceso de transformación de las células T en distintos tipos de combatientes contra enfermedades; la timosina, que incentiva la respuesta del sistema inmunológico; y el factor humoral tímico, que promueve el aumento de la respuesta del sistema inmunológico a los virus.

¿Sabías qué?
Las células T pueden ser citotóxicas (responsables de matar células infectadas), auxiliares (responsables de hacer que las células B produzcan anticuerpos) y reguladoras (responsables de suprimir a las células B y a otras células T si llegan a dañar el cuerpo).

Trastornos asociados

El timo se puede ver afectado por trastornos genéticos presentes al nacer o enfermedades comunes en adultos, algunos ejemplos de estos son el síndrome de DiGeorge, la enfermedad de injerto contra huésped, las masas mediastínicas, el timoma y el carcinoma tímico (cáncer de timo).

También pueden ocurrir algunas relacionadas con el cáncer de timo, por ejemplo, la miastenia gravis, la aplasia pura de glóbulos rojos y la hipogammaglobulinemia.

Gingivitis

La gingivitis es la inflamación de las encías. Se debe a los efectos a largo plazo de los depósitos de placa en los dientes. La placa es un material adherente compuesto de bacterias, moco y residuos de alimentos que se acumula en las áreas expuestas del diente.

¿Cuáles son las causas?

Si la placa no se quita, se convierte en un depósito duro denominado sarro que queda atrapado en la base del diente. La placa y el sarro irritan e inflaman las encías. Las bacterias y las toxinas que éstas producen hacen que las encías se infecten, se inflamen y se tornen sensibles.
Los siguientes factores aumentan el riesgo de padecer gingivitis:
• Ciertas infecciones y enfermedades en todo el cuerpo (generalizadas).
• Mala higiene dental.
• Embarazo (los cambios hormonales aumentan la sensibilidad de las encías).
• Diabetes no controlada.
• Los dientes mal alineados, los bordes ásperos de las obturaciones y la aparatología oral mal colocada o contaminada (como correctores dentales, prótesis, puentes y coronas).
• El uso de ciertos medicamentos como la fenitoína, las pastillas anticonceptivas y el bismuto.
Muchas personas tienen algún grado de gingivitis. Ésta generalmente aparece durante la pubertad o durante las primeras etapas de la edad adulta, debido a los cambios hormonales. Puede persistir o reaparecer con frecuencia, según la salud de sus dientes y encías.

¿Cuáles son los síntomas?

La gingivitis puede presentarse de diferentes maneras: sangrado de encías (sangre en el cepillo de dientes incluso con un cepillado suave); apariencia roja brillante o roja púrpura de las encías; encías sensibles al tacto, pero por lo demás indoloras; úlceras bucales; encías inflamadas o de aspecto brillante.

¿Cómo se previene?

La buena higiene oral es la mejor forma de prevenir la gingivitis. Los dientes deben cepillarse por lo menos dos veces al día y usar hilo dental, al menos una vez por día. También se pueden recomendar las cremas dentales o enjuagues bucales antisarro y antiplaca.

La limpieza o profilaxis dental profesional hecha con cierta regularidad es importante para quitar la placa que se puede formar, incluso con un cuidadoso cepillado y uso de seda dental. Muchos odontólogos aconsejan hacerse una limpieza dental profesional por lo menos cada seis meses.

¿Cuál es el tratamiento?

El objetivo es reducir la inflamación. El odontólogo o el higienista oral hacen una limpieza de los dientes, para lo cual puede usar diversos instrumentos para aflojar y remover los depósitos de los dientes.

La limpieza dental profesional, además del cepillado y uso de la seda dental, se puede recomendar dos veces al año o con más frecuencia para casos graves de enfermedad periodontal. Igualmente, se puede recomendar el uso de enjuagues bucales antibacterianos u otro tipo de ayudas.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina)

http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48-temas-de-salud-de-la-a-a-la-z/404-gingivitis