El timo es una glándula inmune ubicada entre los pulmones, detrás del esternón, que cumple una función crucial en la preparación del cuerpo para luchar contra las infecciones y las células cancerosas. Además, es de gran importancia para el sistema endocrino. Sin embargo, solo está activa hasta la pubertad.
ANATOMÍA
Esta glándula se encuentra en la parte superior del pecho, en una zona llamada mediastino, justo delante y encima del corazón. Es de color gris rosado y está compuesta de dos lóbulos irregulares.
En los niños suele tener un tamaño grande, con un peso que va de los 10 a los 15 gramos. Durante la pubertad llega a pesar unos 30 gramos, y luego de esta etapa, en la adultez, empieza a reducirse hasta llegar a pesar unos 6 gramos aproximadamente.
La cápsula está formada de tejido conectivo de donde se generan tabiques o septos que lo fraccionan en lóbulos incompletos.
La corteza es la parte más superficial del timo y en ella se encuentran múltiples células que preceden a los linfocitos T. También comprende células reticulares epiteliales y macrófagos.
La médula es la parte central del timo. Allí, la red de células reticulares endoteliales se concentra, mientras que la cantidad de células linfoides se reduce.
Funciones
Producir células T (linfocitos T), las cuales ayudan a combatir las bacterias, los virus y las toxinas. Asimismo, identifica y ataca células cancerosas.
Producir hormonas, como la timopoyetina y la timulina, que ayudan al proceso de transformación de las células T en distintos tipos de combatientes contra enfermedades; la timosina, que incentiva la respuesta del sistema inmunológico; y el factor humoral tímico, que promueve el aumento de la respuesta del sistema inmunológico a los virus.
¿Sabías qué?
Las células T pueden ser citotóxicas (responsables de matar células infectadas), auxiliares (responsables de hacer que las células B produzcan anticuerpos) y reguladoras (responsables de suprimir a las células B y a otras células T si llegan a dañar el cuerpo).
Trastornos asociados
El timo se puede ver afectado por trastornos genéticos presentes al nacer o enfermedades comunes en adultos, algunos ejemplos de estos son el síndrome de DiGeorge, la enfermedad de injerto contra huésped, las masas mediastínicas, el timoma y el carcinoma tímico (cáncer de timo).
También pueden ocurrir algunas relacionadas con el cáncer de timo, por ejemplo, la miastenia gravis, la aplasia pura de glóbulos rojos y la hipogammaglobulinemia.
El líquido cefalorraquídeo es una especie de cojín que amortigua el cerebro y la médula espinal ante una lesión repentina. Examinar esta sustancia es de gran importancia para el diagnóstico de enfermedades relacionadas con el sistema nervioso central, razón por la que se realiza el análisis LCR.
¿Qué es?
Consiste en un grupo de pruebas de laboratorio que evalúan las sustancias químicas del líquido cefalorraquídeo, como proteínas, glucosa, etc. Este análisis sirve para diagnosticar enfermedades del cerebro y la médula espinal, así como otras afecciones neurológicas.
Líquido cefalorraquídeo (LCR)
Es un líquido transparente que fluye dentro y alrededor del cerebro y la médula espinal, que forman el sistema nervioso central.
Controla las acciones del cuerpo, por ejemplo, la capacidad de pensar, respirar, moverse, etc.
Reduce la flotabilidad del cerebro, proporciona nutrientes y ayuda a la eliminación de sustancias y subproductos metabólicos.
¿cómo se realiza?
Primeramente se obtiene una muestra de líquido cefalorraquídeo a través de un procedimiento llamado punción lumbar.
Tomada la muestra, se envía al laboratorio para su análisis.
Punción lumbar
Para realizar la punción lumbar, el paciente se acuesta de lado o se sienta en una mesa. El especialista limpia la espalda e inyecta un anestésico; posteriormente, inserta una aguja delgada entre dos vértebras de la zona inferior de la columna para extraer una pequeña cantidad de líquido cefalorraquídeo.
¿Qué puede diagnosticar?
Enfermedades infecciosas del cerebro y la médula espinal, como la meningitis y encefalitis.
Trastornos autoinmunes, como el síndrome de Guillain-Barré y la esclerosis múltiple (EM).
Los huesos de nuestro cuerpo cumplen muchas funciones importantes, desde brindar soporte hasta permitir su movimiento. También juegan un papel importante en la producción de células sanguíneas y el almacenamiento de grasa. La médula ósea es el tejido esponjoso o viscoso que llena las cavidades de los huesos.
¿Qué es la médula ósea?
La médula ósea, también llamada tejido mieloide, es un tejido blando y gelatinoso que se encuentra dentro de algunos huesos. La médula ósea es roja o amarilla, según la preponderancia de tejido hematopoyético o graso.
funciones generales
La médula ósea da lugar a todas las células linfoides que migran al timo y maduran en células T, así como a la población principal de células B convencionales.
Las células B maduran en la médula ósea y se someten a una selección antes de llegar a los tejidos linfoides periféricos.
Las plaquetas, que son cruciales para el proceso de coagulación de la sangre, se forman a partir de la médula ósea al igual que otras células sanguíneas.
La médula amarilla participa activamente en el almacenamiento de lípidos.
Tipos
Médula ósea roja
La médula roja forma todas las células sanguíneas con la excepción de los linfocitos. También contribuye, junto con el hígado y el bazo, a la destrucción de glóbulos rojos viejos.
Este tipo de médula consiste en un tejido fibroso delicado y muy vascularizado que contiene células madre, que se diferencian en varias células sanguíneas. Las células madre se convierten primero en precursores, o células blásticas, de varios tipos:
Los normoblastos dan lugar a los glóbulos rojos o eritrocitos.
Los mieloblastos se convierten en granulocitos, un tipo de glóbulos blancos o leucocitos.
Las plaquetas, pequeños fragmentos de células sanguíneas que se forman a partir de células gigantes de la médula llamadas megacariocitos.
En los mamíferos, la formación de sangre en los adultos tiene lugar predominantemente en la médula. En los vertebrados inferiores, otros tejidos también pueden producir células sanguíneas, incluidos el hígado y el bazo.
A medida que envejecemos, la médula ósea roja se reemplaza gradualmente por médula ósea amarilla. En la edad adulta, la médula ósea roja se puede encontrar en algunos huesos, incluidos:
Cráneo
Vértebras
Esternón
Costillas
Extremos del húmero
Pelvis
Extremos del fémur
Extremos de la tibia
Médula ósea amarilla
Este tipo de médula participa en el almacenamiento de grasas. Las grasas de la médula ósea amarilla se almacenan en células llamadas adipocitos y se pueden utilizar como fuente de energía según sea necesario.
Contiene células madre mesenquimales, que pueden convertirse en células de hueso, grasa, cartílago o músculos.
La médula amarilla que se encuentra en los huesos esponjosos y en el eje de los huesos largos, no es vascular y consiste principalmente en células grasas. Está compuesto por tejido hematopoyético que se ha vuelto inactivo.
estructura
La médula ósea está formada por componentes celulares y no celulares, y estructuralmente se divide en regiones vasculares y no vasculares.
La sección no vascular de la médula ósea está compuesta por células hematopoyéticas empaquetadas entre células grasas, bandas delgadas de tejido óseo o trabéculas, fibras de colágeno, fibroblastos y células dendríticas.
La sección vascular contiene vasos sanguíneos que suministran nutrientes al hueso y transportan las células madre sanguíneas y las células sanguíneas maduras formadas hacia la circulación.
afecciones involucradas
Para diagnosticar alguna enfermedad relacionada con la médula ósea, especialmente aquellas que tienen que ver con la sangre y sus componentes se debe realizar la aspiración de médula ósea, que consiste en la extracción directa mediante succión de una pequeña cantidad de médula ósea, a través de una aguja hueca.
La necesidad de una aspiración de médula ósea se basa normalmente en estudios de sangre previos y es particularmente útil para proporcionar información sobre las diversas etapas de las células sanguíneas inmaduras.
La médula ósea es fundamental para la producción de células sanguíneas. Por lo tanto, una variedad de afecciones relacionadas con la sangre implican problemas con la médula ósea y afectan la cantidad de células sanguíneas producidas. Esto hace que compartan muchos síntomas comunes, que incluyen:
Fiebre: puede ser el resultado de no tener suficientes glóbulos blancos sanos.
Fatiga o debilidad: se debe a la falta de hemoglobina, la proteína de los glóbulos rojos que transporta el oxígeno.
Aumento de infecciones: debido a que hay menos glóbulos blancos sanos que ayudan a combatir las infecciones.
Dificultad para respirar: un recuento de glóbulos rojos más bajo puede resultar en que los tejidos de su cuerpo reciban menos oxígeno.
Sangrado y moretones: debido a que la persona tiene menos plaquetas sanas, por lo tanto la sangre tiene menos coagulación.
¿Sabías qué?
Muchas personas con leucemia, linfoma, anemia de células falciformes y otras enfermedades potencialmente mortales, dependen de los trasplantes de médula ósea o sangre del cordón umbilical para sobrevivir.
Leucemia
Es un tipo de cáncer que puede afectar tanto la médula ósea como el sistema linfático. Ocurre cuando las células sanguíneas sufren mutaciones en su ADN. Esto hace que crezcan y se dividan más rápidamente que las células sanguíneas sanas. Con el tiempo, las células que mutaron comienzan a desplazar a las células sanas de la médula ósea.
Algunos de los principales tipos de leucemia incluyen:
Leucemia mielógena aguda
Leucemia mielógena crónica
Leucemia linfocítica aguda
Leucemia linfocítica crónica
No existe una causa clara de la leucemia, pero ciertas cosas pueden aumentar su riesgo, que incluyen:
Exposición a ciertos químicos.
Exposición a la radiación.
Algunas afecciones genéticas, como el síndrome de Down.
Anemia aplásica
Ocurre cuando la médula ósea no produce suficientes células sanguíneas nuevas. Esto sucede por daño a las células madre de la médula ósea, lo que les dificulta su conversión en nuevas células sanguíneas.
Este daño puede ser:
Adquirido: por la exposición a toxinas, radiación o enfermedades infecciosas, como Epstein-Barr o citomegalovirus. Los trastornos autoinmunitarios, como la artritis reumatoide y el lupus, también pueden causar anemia aplásica.
Heredado: por una condición genética. Un ejemplo de anemia aplásica hereditaria es la anemia de Fanconi.
Trastornos mieloproliferativos
Los trastornos mieloproliferativos ocurren cuando las células madre de la médula ósea crecen de manera anormal. Esto puede conducir a un aumento en el número de un tipo específico de glóbulo.
El organismo humano cuenta con los sistemas necesarios para defenderse las 24 horas de las agresiones medioambientales externas. Diversos tejidos, órganos y fluidos conforman estas barreras de defensa que intervienen para impedir la entrada de agentes dañinos al cuerpo.
¿QUÉ SISTEMAS NOS PROTEGEN DE LOS PELIGROS EXTERNOS?
La inmunidad es el sistema biológico de defensa. Está compuesto por múltiples células ubicadas en la piel, la médula ósea, la sangre, el timo, el sistema linfático, el bazo y la mucosa. Todas estas células se trasladan por medio de la sangre y el sistema linfático hacia los órganos del cuerpo. Las barreras de defensa su pueden clasificar de distintas maneras: internas o externas, inespecíficas o específicas, e innatas y adquiridas.
Es el encargado de proteger y resguardar al cuerpo humano. Su principal función es combatir las infecciones que generan los agentes patógenos. También es conocido como sistema inmunitario y consta de distintas barreras de defensa, las cuales intervienen al dar diferentes respuestas.
Mecanismos de respuesta del sistema inmune
Inmunidad innata
Es la que se encuentra en todos los individuos desde que nacen. Este tipo de inmunidad es también llamada inespecífica, lo cual significa que estos sistemas reconocen y responden a los patógenos en una forma genérica y duradera.
Inmunidad adaptativa o adquirida
Es aquella que se desarrolla a lo largo de la vida del individuo. Comprende la actividad de los linfocitos y se adquiere a medida que las personas se exponen a las enfermedades o se las inmuniza mediante la vacunación. Comprende la inmunidad pasiva y activa.
El sistema inmune está disperso en todo el cuerpo pero funciona coordinadamente. Está constituido por órganos, tejidos, proteínas y células especiales que pueden clasificarse en:
Órganos linfoides primarios.
Órganos linfoides secundarios.
Leucocitos: principales células del sistema inmune
Se les llama leucocitos a cualquiera de los glóbulos blancos que circulan en la sangre. Se encuentran principalmente en el timo, el bazo y la médula ósea. Estas células se clasifican en dos grupos: los fagocitos y los linfocitos.
Los fagocitos son los encargados de eliminar las bacterias o los cuerpos extraños.
Los linfocitos son la memoria de este sistema y se encargan de almacenar la información sobre una infección o enfermedad para que esta no aparezca nuevamente.
Clasificación de los linfocitos
Linfocito B
Maduran en el bazo fetal y en la médula ósea roja.
Linfocito T
Maduran en el timo.
Órganos linfoides primarios
Se trata de los órganos en los que se forman y maduran los leucocitos. Estos son la médula ósea roja y el timo.
Órganos linfoides secundarios
Se trata de los órganos en los que se almacenan los leucocitos. Estos son los ganglios linfáticos, el bazo, las amígdalas, las placas de Péyer y el apéndice vermiforme.
¿Cómo funciona el sistema inmune?
1er paso: cuando un agente externo invade el organismo, los leucocitos trabajan en función de reconocer y armar al organismo de anticuerpos para atacar a la infección o la invasión del agente extermo a través de los fagocitos.
2do paso: los linfocitos, en tanto, almacenan la información para producir los suficientes anticuerpos de manera que el organismo esté preparado ante cualquier agente externo, bacteria o infección que tenga la misma naturaleza.
3er paso: si la infección es muy grande, el sistema emplea otros mecanismos de defensa como los ganglios linfáticos y las alarmas.
¿Qué es un anticuerpo?
Es una molécula que sintetiza el organismo para responder ante la presencia de cualquier antígeno, es decir, son capaces de detectar la entrada de un elemento extraño al organismo, rodearlo y colaborar con el sistema inmune para defenderse de él. Los anticuerpos están en todo el cuerpo y circulan a través del sistema linfático.
¿Sabías qué?
Las vacunas logran que el cuerpo esté prevenido para un posible contagio, es decir, hacen inmune al cuerpo ante cierta enfermedad.
¿Qué es la memoria inmunológica?
Cuando un linfocito B se activa puede dividirse en dos subtipos: las células plasmáticas y las células de memoria. Estas últimas pueden vivir durante muchos años o durante toda la vida en el cuerpo. Cuando un antígeno invade al organismo, inmediatamente empiezan a propagarse aquellas células que son capaces de sintetizar el anticuerpo específico contra ellos, por lo que el individuo queda inmune por si vuelve a ingresar otra vez el antígeno.
¿Sabías qué?
La vacunación es posible gracias a las células de memoria.
Es una red de vasos y ganglios extendidos por todo el cuerpo que se encargan de transportar la linfa que circula a través de determinados órganos, tejidos y de la médula ósea. Este sistema cumple las siguientes funciones:
Transporta el líquido de los tejidos que rodean a las células.
Recoge las moléculas de grasa absorbidas en el intestino delgado.
Mantiene el equilibrio osmótico en el espacio intersticial.
Interviene en la producción de glóbulos blancos y anticuerpos.
Defiende al organismo de virus y bacterias.
El sistema linfático está compuesto principalmente por la linfa, los vasos linfáticos y los ganglios linfáticos.
¿Qué es la linfa?
Es una sustancia transparente y amarillenta que circula por el sistema linfático. En su recorrido defiende al cuerpo contra los microorganismos patógenos y absorbe los nutrientes que se encuentran en el sistema digestivo.
¿Sabías qué?
Tomar al menos dos litros de agua al día ayuda al correcto funcionamiento de los órganos linfáticos, también colabora con la eliminación de gérmenes y microorganismos dañinos.
¿Qué son los antibióticos?
Son sustancias que por lo general se extraen de cultivos de bacterias o de hongos. Son letales para un tipo específico de bacterias.
¿CUÁLES ALIMENTOS INCREMENTAN LAS DEFENSAS?
Las frutas y vegetales tienen un alto contenido de vitaminas y minerales con capacidades antioxidantees que escudan las células del sistema inmune.
Los cereales integrales y frutos secos son ricos en zinc, manganeso y cobre. Se trata de una serie de minerales que mejoran el funcionamiento del sistema inmune.
Las frutas cítricas, como la naranja, la mandarina y el limón tienen gran cantidad de vitamina C, micronutriente que potencia el sistema inmune. También previenen contra los catarros y alivian los síntomas del resfriado.
La miel contiene inhibina, sustancia con capacidad bacteriana y antiséptica. Es utilizada desde la Antigüedad para aliviar la tos.
El ajo es un antibiótico natural, consumirlo ayuda a prevenir infecciones. Asimismo, mejora la respuesta del sistema inmune frente a virus y bacterias.
El yogur cuenta con bacterias de valor probiótico.
El tomate rojo, así como los pimientos, las remolachas, las fresas y las cerezas tienen su característico color gracias a la vitamina A y al caroteno, uno de los pigmentos naturales que aumentan la eficacia del sistema inmune.
Ingerir aproximadamente dos litros de líquidos ayuda no solo a disolver la mucosidad, sino que también mantiene hidratada la mucosa respiratoria y la protege de infecciones.
Las lentejas presentan un alto contenido de zinc, potasio, magnesio, vitamina B y carbohidratos. Son de gran importancia en la alimentación porque activa la producción de glóbulos blancos y combate las bacterias.
Los pescados y las legumbres son ricos en vitamina B, que ayuda a mejorar el estado de ánimo y el mantiene en correcto funcionamiento el sistema nervioso.
Superalimentos
Se denominan superalimentos a una serie de semillas, frutas, hortalizas y algas cuyo contenido en nutrientes resulta asombroso. Además, muchos de estos alimentos contienen sustancias con propiedades medicinales.
RECURSOS PARA DOCENTES
Video “Miastenia gravis”
Este video aclara algunos puntos relacionados con la miastenia gravis, enfermedad neuromuscular autoinmune y crónica.
Recurso que le permitirá conocer más sobre la celiaquía, una enfermedad hereditaria y autoinmunitaria en la cual la superficie absortiva del intestino delgado resulta dañada debido a la intolerancia al gluten.
Esta función le permite a los seres vivos obtener información de su alrededor y así poder responder de manera adecuada. Para esto cuentan con dos sistemas: el nervioso y el endocrino. La función de relación comienza cuando los receptores de los órganos de los sentidos que captan la información proveniente del medio exterior y la envían al cerebro. Posteriormente, el cerebro envía la orden a través de los nervios para que los diferentes sistemas la reciban y ejecuten las respuestas. El ser humano tiene 5 sentidos que le permiten percibir los diferentes estímulos del medio ambiente. El hombre es considerado un sistema abierto porque nuestro cuerpo está en constante interacción con el medio ambiente, recibe estímulos y produce respuestas, por lo que intercambia constantemente materia y energía.
sistema nervioso central
El sistema nervioso central (SNC) está formado por el encéfalo y la médula espinal. El encéfalo comprende un conjunto de órganos, entre los cuales se encuentra el cerebro, que es el centro de comando del sistema nervioso; es la parte encargada de la percepción del entorno, de las emociones y del control voluntario de las asociaciones de nuestro cuerpo. Por su parte, el cerebelo es un órgano formado por dos hemisferios que recibe información de los sistemas sensoriales, la médula espinal y otras partes del cerebro y luego regula los movimientos motores. Entre las enfermedades que afectan el SNC están: la enfermedad de Alzheimer y el accidente cerebro vascular.
sistema sensorial
Gracias a nuestros sentidos percibimos el mundo que nos rodea y el cerebro es el encargado de interpretar esa información. La producción de la visión es un mecanismo complejo que se da en cuatro fases: percepción, transformación, transmisión e interpretación. Por otro lado, escuchar es la capacidad de recibir e interpretar mensajes en el proceso de comunicación. Los sabores los percibimos cuando las sustancias químicas estimulan los receptores en la lengua y la garganta, y los olores los percibimos cuando las sustancias químicas en el aire ingresan a la nariz durante el proceso de respiración. Por último encontramos receptores en la piel que detectan el tacto, la presión, la vibración, la temperatura y el dolor.
sistema de locomoción
El esqueleto y los músculos trabajan en conjunto para permitir el movimiento, pero es el cerebro quien controla estos movimientos. El aparato locomotor no es ni autónomo ni independiente, está formado por un conjunto de sistemas que lo ayudan a desempeñar sus funciones. El sistema nervioso es uno de ellos y tiene tres funciones básicas: la sensitiva, la integradora y la motora. Para caminar, tomar un objeto o girar la cabeza, los sistemas óseo, articular y muscular trabajan en conjunto y conforman el sistema ósteo-artro-muscular. Entre los problemas que se encuentran asociados con este sistema están el mal de Parkinson y la esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
estímulos, respuestas y actos reflejos
De todos los sistemas que conforman nuestro cuerpo, el sistema nervioso periférico junto al sistema nervioso central, coordinan la acción y las respuestas que son llevadas a cabo como consecuencia de estímulos externos. La médula espinal es un órgano que está protegido por la columna vertebral y ayuda al cerebro a comunicarse con diferentes partes del cuerpo. Los estímulos son detectados por las células receptoras, cuyo trabajo es convertir el estímulo en señales eléctricas. De los muchos tipos de actividades neurales, hay un tipo simple en el que un estímulo conduce a una acción inmediata, esto es el acto reflejo. La vía anatómica por la que se produce esta acción se denomina arco reflejo.
sistema circulatorio
El sistema circulatorio es una extensa red de órganos y vasos sanguíneos que se encarga de transportar oxígeno y otros nutrientes a todos los órganos y tejidos del cuerpo, así como también de eliminar los productos de desecho. La sangre comienza su recorrido en el corazón, donde se divide en dos patrones de circulación. Un recorrido es la circulaciónpulmonar, que se usa para oxigenar los pulmones y donde la sangre viaja hacia los pulmones y vuelve al corazón. El otro recorrido es más largo y se llama circulación general, donde se distribuye la sangre hacia todos los demás sistemas del cuerpo. Las principales venas son la cava y la pulmonar, y las arterias principales son las coronarias, las pulmonares y la aorta. Algunas de las enfermedades cardiovasculares son la arteriosclerosis, la hipertensión y el infarto o ataque cardíaco.
sistema endocrino
Este sistema está formado por un conjunto de glándulas que producen y secretanhormonas. Estas sirven como mensajeros químicos, que además controlan y coordinan actividades en todo el cuerpo, como la respiración, el metabolismo, la reproducción, la percepción sensorial, el movimiento, el desarrollo sexual y el crecimiento. Hay dos categorías principales de glándulas: exocrinas y endocrinas. El hipotálamo es la glándula que conecta el sistema endocrino con el sistema nervioso, tiene como función controlar la liberación de las hormonas secretadas por la hipófisis. La tiroides es una glándula que se encuentra en el cuello y que produce principalmente la hormona tiroxina. Una deficiencia de esta hormona causa hipotiroidismo y su aumento causa lo que se conoce como hipertiroidismo.
sistema inmune
En este sistema muchas células, órganos y tejidos trabajan en conjunto para identificar y defender al cuerpo de los agentes patógenos que lo invaden. La inmunidad innata es la primera línea de defensa del cuerpo encargada de detectar a los invasores. La inmunidad adaptativa, también llamada adquirida o específica, es la segunda línea de defensa que actúa luego del llamado del sistema inmune innato y se desarrolla a lo largo de la vida del individuo. La memoria inmunológica significa que el sistema inmune puede recordar los antígenos que lo activaron previamente. El lupus, la artritis reumatoide, la enfermedad de Crohn, la esclerosis múltiple y el SIDA son enfermedades asociadas con el sistema inmune.
El cuerpo humano es una asombrosa máquina formada por diferentes órganos que trabajan en conjunto para mantener el equilibrio fisiológico. La unidad más pequeña de cualquier organismo vivo es la célula. Las células se agrupan para formar tejidos específicos, y éstos, a su vez, se organizan para formar diferentes órganos. Todos los cuerpos vivos cumplen tres funciones: nutrición, relación y reproducción.
Integración de funciones de nutrición
Los seres vivos interactúan con el medio, toman las sustancias nutritivas y la energía necesaria para vivir, y arrojan las sustancias de desecho. Para que esta función de nutrición se cumpla, deben realizarse distintos procesos llevados a cabo por el sistema digestivo, el sistema respiratorio, el sistema circulatorio y el sistema excretor.
Salud y alimentación: problemáticas humanas
Cuando el organismo no recibe las sustancias nutritivas suficientes o cuando las recibe en exceso, se producen alteraciones o trastornos alimenticios que alteran no sólo la vida social sino también la personal de quienes los padecen. Comprenden un conjunto de enfermedades tales como la hipertensión arterial, la enfermedad cardiovascular, la obesidad y sobrepeso, la bulimia, la anorexia y el colesterol alto.
Sistema urinario
El sistema urinario es el responsable de eliminar del organismo las sustancias tóxicas que se forman en las células y de contribuir a mantener la reacción alcalina de la sangre. Consta principalmente de dos riñones que vuelcan cada uno su contenido en la vejiga a través de tubos llamados uréteres. La vejiga evacua su contenido al exterior por medio de un conducto llamado uretra.
Integración de funciones de relación y locomoción
La función de relación es una de las tres funciones vitales de todo organismo vivo, permite captar información de los cambios ocurridos en el medio, procesarlos y finalmente elaborar una respuesta para sobrevivir. Su funcionamiento depende de los órganos de los sentidos, el sistema nervioso, el sistema endocrino y finalmente el aparato locomotor, que se encarga de realizar los movimientos.
Sistema de defensas
La inmunidad es el sistema biológico de defensa y está compuesto por múltiples células ubicadas en la piel, la médula ósea, la sangre, el timo, el sistema linfático, el bazo y la mucosa. Todas estas células se trasladan por medio de la sangre y el sistema linfático hacia los órganos del cuerpo. Las frutas, los vegetales, los cereales integrales, la miel, el ajo y el pescado son sólo algunos de los alimentos que mejoran nuestro sistema inmune.