Es una instalación de radioastronomía ubicada en Nuevo México, Estados Unidos. Esta impresionante estructura es capaz de captar y analizar las radiaciones electromagnéticas provenientes del espacio, permite a los científicos estudiar una amplia gama de fenómenos astronómicos, desde la formación de estrellas y galaxias, hasta la presencia de agujeros negros y la exploración de señales extraterrestres.
HISTORIA
Comenzó en la década de 1960, cuando se propuso la idea de construir un sistema de radiotelescopios capaz de explorar el universo con una claridad sin precedentes. Tras varios años de planificación y desarrollo, el observatorio Very Large Array fue inaugurado en 1980 y ha sido fundamental en el avance de la astronomía gracias a su capacidad para detectar emisiones de radio emitidas por cuerpos celestes.
CARACTERÍSTICAS
El observatorio Very Large Array consiste en 27 antenas parabólicas de 25 metros de diámetro cada una, dispuestas en un patrón en forma de “Y” con vías ferroviarias que permiten modificar su posición. La disposición de las antenas es crucial, ya que les permite funcionar en conjunto como un solo telescopio gigante. Esta característica le da al observatorio una resolución angular extremadamente alta, lo que permite a los astrónomos obtener imágenes detalladas de objetos astronómicos distantes.
INVESTIGACIONES
Se han realizado una serie de observaciones significativas desde su inauguración. Algunas de ellas son:
• Agujeros negros supermasivos: el VLA ha sido fundamental en el estudio de agujeros negros supermasivos en el centro de galaxias. Ha permitido observar la emisión de radio proveniente de estos objetos, lo cual ha ayudado a los astrónomos a comprender mejor su comportamiento y su influencia en sus entornos galácticos.
• Supernovas y remanentes de supernovas: mediante el estudio de las emisiones de radio de las supernovas y sus remanentes, el VLA ha contribuido a la comprensión de la evolución estelar y la dinámica de las explosiones estelares.
• Observaciones detalladas de galaxias cercanas y lejanas: ha proporcionado imágenes detalladas de galaxias en distintas etapas de evolución, ayudando a los astrónomos a entender mejor su estructura, composición y dinámica.
• Nubes moleculares y formación estelar: las observaciones en el VLA han contribuido a la comprensión de las nubes moleculares en nuestra galaxia, así como de los procesos de formación estelar que ocurren en su interior.
• Estudios de líneas de emisión de radio: también ha sido utilizado para estudiar las líneas de emisión de radio de moléculas, lo que ha permitido investigar la composición química y las condiciones físicas de diversas regiones del espacio, incluyendo nubes de gas interestelar y atmósferas de planetas y lunas.
¿Sabías qué?
El observatorio Very Large Array ha sido escenario de películas y series de televisión de ciencia ficción, como la película Contact y la serie The Messenger. Su distintiva disposición de antenas ha capturado la imaginación del público y ha contribuido a su popularidad, convirtiéndolo en un icono de la exploración espacial y el estudio del cosmos.
Es conocido como Observatorio de Izaña. Está situado en lo alto de las montañas volcánicas de Tenerife, por lo que ofrece las condiciones ideales para explorar el universo. Alberga una gran variedad de telescopios avanzados, entre ellos el Telescopio Solar Europeo, que permite investigar y desvelar los secretos de nuestro sol. Además, fue declarado Reserva y Parque Nacional de Cielo oscuro, lo que significa que promueve la protección de la oscuridad natural para preservar la calidad del cielo estrellado.
HISTORIA
Se remonta a la década de 1960, cuando se comenzó a buscar un lugar en España para ubicar un observatorio de la Agencia Espacial Europea (ESA). En 1964 se eligió el Parque Nacional del Teide, un lugar que cuenta con condiciones atmosféricas excepcionales, como la gran estabilidad de la atmósfera y la baja contaminación lumínica. Además, se encuentra a una gran altura, alrededor de los 2.400 metros sobre el nivel del mar, lo que permite una mejor observación de los cuerpos celestes. En 1964 se instaló el primer telescopio fotopolarimétrico nocturno de la Universidad de Burdeos. En la década de 1980, la ESA decidió centrar sus esfuerzos en los telescopios solares y transferir la propiedad del observatorio a España. A partir de ese momento, el Gobierno de España se hizo cargo de su gestión y comenzó a ampliar y modernizar las instalaciones.
DESCRIPCIÓN
Cuenta con varios telescopios para llevar a cabo sus investigaciones, como:
• Telescopio solar GREGOR: permite realizar observaciones de alta resolución de la superficie solar y su atmósfera.
• Telescopio Óptico Nórdico (NOT): se utiliza para estudios en el campo del a cosmología observacional, la astrofísica estelar y la astrofísica de altas energías.
• Telescopio Solar THEMIS: es utilizado para estudiar la actividad y el comportamiento del Sol.
• Telescopio Carlos Sánchez: se usa principalmente para la observación de estrellas jóvenes y en etapas avanzadas de evolución.
ÁREAS DE INVESTIGACIÓN
El observatorio se especializa en el estudio del Sol, investigando fenómenos como las manchas solares, las eyecciones de masa coronal y la actividad solar en general. Para eso se utilizan telescopios solares como el telescopio solar THEMIS y el telescopio solar GREGOR. También se lleva a cabo investigaciones en astrofísica estelar, cosmología, astrofísica de altas energías e instrumentación astronómica.
¿Sabías qué?
El Observatorio del Teide no solo es utilizado para la investigación científica, sino que también es un lugar popular para la astrofotografía. Muchos aficionados y expertos en la materia acuden al observatorio para capturar imágenes espectaculares del firmamento. Además, el paisaje volcánico que rodea el observatorio brinda un elemento visual único a las imágenes.
Fue un renombrado astrónomo y pionero en el estudio de los cuerpos celestes en el sistema solar. Sus investigaciones y descubrimientos revolucionaron la comprensión del universo, y su legado continua siendo una inspiración para las futuras generaciones de astrónomos.
Nombre completo: Gerrit Pieter Kuiper.
Nacionalidad: neerlandés/estadounidense.
Fecha de nacimiento: 7 de diciembre de 1905.
Lugar de nacimiento: Haren, Países Bajos.
Fecha de fallecimiento: 24 de diciembre de 1973.
Lugar de fallecimiento: Ciudad de México, México.
Ocupación: astrónomo, científico planetario, profesor universitario y cartógrafo.
Áreas de estudio: astronomía.
VIDA
Nació en una pequeña ciudad neerlandesa donde transcurrió su infancia. Estudió en la Universidad de Leiden, donde obtuvo su título de ingeniería en 1927 y su doctorado en 1933. Durante sus estudios, se interesó en la astronomía y la física centrándose en el estudio de los planetas y los cuerpos celestes del sistema solar. Durante el año 1933, Kuiper se trasladó a Estados Unidos, donde continuó su trabajo en la Universidad de Chicago y fundó el Laboratorio de física Atmosférica y Espacial de la Universidad de Chicago. En 1958 Kuiper ayudó a la formación de la NASA y es elegido como presidente del Panel Asesor de la NASA sobre Planetas. Además, entre 1973 y 1974 dirigió la misión Mariner 10, que exploró Venus y Mercurio.
DESCUBRIMIENTOS
Gerard Kuiper realizó numerosos descubrimientos y contribuciones significativas en el campo de la astronomía y la exploración espacial:
• Postuló la existencia de un gran número de objetos helados más allá de Neptuno. Este cinturón, conocido como Cinturón de Kuiper, ha demostrado ser crucial para la comprensión del sistema solar.
• Descubrió satélites naturales, como Miranda, el quinto satélite más grande de Urano, así como Nereida, un satélite de Neptuno. También descubrió la atmósfera de Titán, que es el mayor de los satélites de Neptuno.
• A través de observaciones, sugirió la presencia de anillos alrededor del planeta Urano, lo que fue confirmado más tarde por la sonda Voyager 2.
• Realizó estudios detallados sobre la naturaleza de la superficie lunar contribuyendo de manera significativa al conocimiento de la geología lunar y a la preparación para las futuras misiones lunares tripuladas.
• Demostró la presencia de dióxido de carbono en la atmósfera marciana.
PREMIOS
Gerard Kuiper recibió varios premios y honores a lo largo de su carrera, entre los que se incluyen:
• El Premio Jules Janssen, el más importante reconocimiento entregado por la Sociedad Astronómica de Francia en 1951.
• El Premio Henry Norris Russel, entregado por la Sociedad Astronómica Estadounidense en 1959.
• La Medalla Nacional de Ciencia, otorgada por el presidente de Estados Unidos en 1960.
EPONIMIA
Diversos objetos astronómicos y fenómenos espaciales reciben el nombre de Kuiper en honor a sus contribuciones a la astronomía:
• Cinturón de Kuiper.
• Cráter lunar.
• Cráter mercuriano.
• Cráter marciano.
• Asteroide 1776 Kuiper.
¿Sabías qué?
Gerard Kuiper fue uno de los científicos que propuso la idea de enviar sondas espaciales a estudiar los planetas exteriores del sistema solar. Esto llevó al desarrollo de misiones emblemáticas como las Voyager 1 y 2, que han brindado información invaluable sobre Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
Fue un visionario astrónomo griego que desafió los paradigmas de su época con su teoría heliocéntrica. En la actualidad sigue siendo una figura fascinante y pionera en la historia de la astronomía. A pesar de que sus ideas revolucionarias no fueron plenamente comprendidas en su tiempo, su legado perdura como un faro de conocimiento científico y valentía intelectual.
SU VIDA
Aristarco de Samos fue un famoso astrónomo y matemático griego que vivió entre los siglos II y II a. C. Se conocen muy pocos detalles sobre su vida, pero se sabe que nació alrededor del año 310 a. C. en la isla de Samos, Grecia, y falleció alrededor del 230 a. C. Aristarco es conocido principalmente por sus contribuciones en el campo de la astronomía. Fue uno de los primeros en proponer un modelo heliocéntrico del universo y, aunque era una teoría revolucionaria para su época, fue descartada a favor del modelo propuesto por Claudio Ptolomeo, pero más tarde fue redescubierta y corroborada por científicos como Copérnico y Johannes Kepler.
MODELO HELIOCÉNTRICO
Fue uno es los modelos propuestos por Aristarco de Samos, el cual planteaba que el Sol estaba en el centro del sistema solar y que la Tierra y demás planetas giraban a su alrededor. Esta teoría, revolucionaria para su época, desafiaba la concepción geocéntrica prevaleciente en la que se creía que la Tierra era el centro del universo. Aunque el modelo de Aristarco pasó desapercibido durante mucho tiempo, finalmente sirvió como base para la teoría posteriormente desarrollada por Nicolás Copérnico. De esta forma, Aristarco de Samos se convirtió en un pionero de la astronomía al adelantarse a su tiempo con audaces y visionarias ideas que marcaron un hito en la comprensión del universo.
OBRA DESTACADA
Entre sus obras destaca un trabajo que ha sobrevivido hasta la época moderna:
• Sobre los tamaños y distancias del Sol y de la Luna: un libro en el que calculó las distancias relativas entre la Tierra, el Sol y la Luna, así como el tamaño de los cuerpos celestes. Sus cálculos, aunque realizados con métodos rudimentarios, fueron sorprendentemente precisos, lo que refleja su profundo conocimiento matemático y su hábil observación astronómica.
EPONIMIA
Existen varios lugares que llevan el nombre de Aristarco de Samos, como por ejemplo:
• Cráter lunar Aristarchus.
• Asteroide 3999 Aristarco.
• Observatorio Astronómico Aristarco en Grecia.
• Observatorio Astronómico Nacional Aristarco en Ucrania.
¿Sabías qué?
Aristarco de Samos fue uno de los primeros en proponer que las estrellas son cuerpos celestes muy distantes, semejantes al Sol pero mucho más lejanos. Esta idea revolucionaria desafiaba la creencia común en la antigüedad de que las estrellas eran pequeñas luces que se encontraban fijas en una esfera celestial. Su teoría sobre la inmensidad y la distancia de las estrellas fue un importante avance en la comprensión del universo.
La Tierra es el único planeta cuyo nombre en inglés no se deriva de la mitología griega o romana. El nombre deriva del inglés antiguo y germánico, hay, por supuesto, cientos de otros nombres para el planeta en otros idiomas.
La Tierra, como los demás planetas, recorre desde hace millones de años su órbita alrededor del Sol, y lo seguirá haciendo durante otros miles de millones de años sin cambios notables. Es el Sol, con un volumen 1.000 veces mayor que todos los planetas juntos, quien la retiene y regula, además, el sistema solar. Si existiese otra estrella cercana, es decir, si el Sol perteneciese a un sistema binario, o si los planetas tuviesen masas mucho mayores, las órbitas de sus componentes sufrirían variaciones continuas. En ningún planeta habría posibilidad de vida porque pasaría demasiado cerca o demasiado lejos de su estrella y, por tanto, no existiría una sucesión regular de las estaciones.
¿Sabías qué...?
La Luna es el cuerpo celeste más fácil de ubicar en el cielo y es el único sitio, más allá de la Tierra el cual el hombre ha sido capaz de pisar.
La Luna está dotada también de un movimiento de rotación y otro de traslación alrededor de la Tierra (que se cumplen en tiempos iguales); por consiguiente, las posiciones relativas de la Tierra y la Luna respecto al Sol varían periódicamente. Ello explica que la Luna presente a la Tierra siempre la misma cara y las fases lunares.
No es del todo exacto afirmar que la Luna gira alrededor de la Tierra. Ambas giran alrededor del punto de equilibrio del sistema Tierra-Luna, o sea el centro de gravedad o centro de masa. Y como la Tierra es 81 veces mayor que la Luna, este centro está situado a 1.600 km por debajo de la superficie terrestre, del lado más próximo a la Luna. De esto se deduce que no es la Tierra la que sigue una verdadera órbita elíptica alrededor del Sol, sino que es el centro de gravedad del sistema el que lo hace, mientras que la Tierra oscila ligeramente de un lado a otro.
¿Por qué la Tierra no se cae?
La fuerza de la gravedad es la responsable de que los gases que componen la atmósfera no escapen al espacio y de que la Tierra permanezca estable en su órbita, relacionándose con el resto de cuerpos del universo y manteniendo unidas a los miles de millones de estrellas que pueblan la galaxia. La fuerza de la gravedad del Sol es casi 28 veces el valor de la gravedad terrestre y es la que mantiene en sus órbitas a todos los planetas y demás cuerpos que integran el sistema solar.
Color y luminosidad
Una característica de los planetas es reflejar una parte de la luz solar incidente (el porcentaje de luz reflejada se llama albedo y es un dato físico importante para todos los cuerpos del sistema solar, pues facilita el conocimiento de características como la dimensión y el material que recubre su superficie). La Tierra tiene un albedo de 0,40, o sea que refleja al espacio un 40 % de la luz solar que recibe; ello se debe a que los océanos, los casquetes polares y la capa de nubes actúan como espejos.
Heng Zhang
El astrónomo y geofísico chino Heng Zhang (78-139 d.C.), reconocido como el inventor del primer sismógrafo, fue asimismo el astrónomo oficial de la corte china. Descubrió y registró que la luz emitida por la Luna era, en realidad, luz procedente del Sol reflejada por la superficie de ésta.
El albedo terrestre está sujeto a variaciones estacionales porque la Tierra difunde más luz entre marzo y junio, y entre octubre y noviembre que entre julio y septiembre. El color de la Tierra también varía, es más azulado en los períodos que refleja más luz. En cuanto a las relaciones entre la Tierra y la Luna, la primera se ve desde la Luna 100 veces más luminosa que la Luna llena vista desde la Tierra.
Dimensiones
La distancia media entre la Tierra y la Luna es de 384.403 km. Esta distancia puede alcanzar 406.697 km en el apogeo, cuando la velocidad orbital de la Luna es de 3.474 km/h, o bien reducirse a 356.410 km en el perigeo, cuando la velocidad orbital es de 3.959 km/h. Mientras que la Tierra tiene como diámetro ecuatorial 12.756 km y como diámetro polar 12.713 km, con un achatamiento polar de 1/298, la Luna tiene un diámetro de 3.476 km y forma casi esférica. La Tierra tiene una masa de 5,98 x 1024 Kg y una densidad media de 5,52 veces la del agua, frente a 3,36 veces la densidad de la Luna, que posee también una masa mucho más baja: 1/81 de la terrestre. De la masa y las dimensiones se deduce la fuerza de gravedad en la superficie de ambos cuerpos, y también puede calcularse el peso de un objeto sobre la Luna, que es, un 1/6 de su peso sobre la Tierra.
Eclipses de Sol y de Luna
Durante su trayectoria alrededor del Sol, la Luna se encuentra periódicamente situada entre el Sol y la Tierra.
El interés científico del eclipse de Sol depende de que la Luna oculte al Sol por completo (eclipse total); en el brevísimo período que puede durar el eclipse total, desde pocos segundos hasta un máximo de 7,30 minutos, se puede ver la parte más externa del Sol, la cromosfera, con las protuberancias, y la tenue corona con sus penachos. Debido a que la sombra de la Luna llega con dificultad a alcanzar la Tierra, la zona de sombra sobre la superficie terrestre no es superior a 275 km. Alrededor de esta zona el eclipse es parcial, o sea que se ve el disco del Sol parcialmente, no pudiéndose observar la corona ni la cromosfera.
Existe eclipse anular cuando el disco lunar no es lo suficientemente grande como para ocultar por completo al Sol. Esto se debe a que las distancias de la Luna a la Tierra y de la Tierra al Sol no son constantes, dado que las órbitas lunar y terrestre no son exactamente circulares. El disco negro de la Luna aparece entonces rodeado de un sutil anillo brillante, cuya luminosidad es suficiente para impedir la visión de la cromosfera y de la corona.
Los eclipses totales de Sol (y de Luna) se reproducen en el mismo orden después de un período de 18 años y 11 días, denominado saros (igual a 223 lunaciones), pero no en los mismos lugares. Por ejemplo: el 20 de julio de 1963 se observó un eclipse total en Canadá, y el 31 de julio de 1981 otro en Siberia (Rusia). El 11 de agosto de 1999 pudo verse un eclipse total de sol desde Gran Bretaña hasta la India. El 29 de marzo de 2006 tuvo lugar un eclipse solar total que comenzó a manifestarse al noreste del Brasil y acabó en la frontera noreste de Mongolia.
Eclipse lunar
Los eclipses de Luna se producen cuando ésta penetra en el cono de sombra de la Tierra, lo que sucede sólo durante la Luna llena. Contrariamente a los eclipses de Sol, los de Luna son visibles en todos los lugares de la Tierra donde pueda observarse la Luna por encima del horizonte. El cono de sombra está rodeado de un cono de penumbra, que intercepta una parte de la luz solar. Los eclipses de Luna pueden ser también totales o parciales. El eclipse es total si la Luna penetra completamente en el cono de sombra, y parcial si penetra sólo en parte; por último, el eclipse de penumbra se produce cuando la Luna penetra sólo en el cono de penumbra. En un año se observan de dos a cinco eclipses de Luna.
La Tierra y la Luna: su formación
El análisis radiactivo de las rocas superficiales de la Tierra indica una edad de por lo menos 3.500 millones de años. La corteza terrestre se solidificó lentamente, debido a la gran cantidad de potasio radiactivo que generaba calor en el interior. El Sol, cuya edad se estima en 5.000 millones de años, había nacido ya, aun cuando era invisible por estar oculto en el interior de la primitiva nebulosa de materia estelar, particularmente densa sobre el plano de la eclíptica. En efecto, la nube bloqueaba todas las radiaciones solares a escasa distancia del Sol. A causa de la temperatura excesivamente baja (quizá -260 °C), los gases de agua, el amoníaco, el nitrógeno, el dióxido de carbono, el monóxido de carbono y el metano formaron, junto con el polvo, la nieve y el hielo, unos cuerpos que serían los planetas. Debió de ser una tempestad permanente, en cuyo seno se formaron masas cada vez más grandes, que se rompían y agregaban de nuevo.
La Tierra pudo nacer así, o sea, por acumulaciones sucesivas y, a medida que aumentaba de masa, atraía a otros cuerpos menores. El calor generado, además de disolver los hielos y producir vapor, eliminó las sustancias más ligeras y volátiles, dejando sólo las más pétreas y metálicas.
En realidad, sobre el origen de la Luna hay muchas dudas. Según H. C. Urey, se formó también en frío, por acumulación de pequeños cuerpos. Fred Whipple sostiene que esto quizá sucedió cuando la Tierra empezó a perder el anillo que la rodeaba (similar al que todavía hoy circunda a Saturno). El núcleo de la Luna comenzó a calentarse poco a poco a causa de la presencia de elementos radiactivos; sin embargo, es probable que no se calentase lo suficiente como para producir un núcleo de hierro, como ocurrió en el caso de la Tierra.
Pequeños cuerpos siguieron cayendo sobre la Luna durante centenares de miles de años, y provocaron cráteres. Mientras, el calor interior aumentaba y fundía las capas más próximas a la superficie. En este período crítico, las grandes depresiones lunares que ahora se denominan mares, los valles y las grietas se inundaron de lava. Ese período fue breve, así como fueron también rápidos la expansión y el enfriamiento sucesivos, que produjeron tensiones, hundimientos, relieves y formaciones de diverso tipo. La acción de los volcanes es evidente en diversas regiones de la Luna, pero muchos cráteres, y especialmente los mayores, fueron producidos por impactos de meteoritos, como sucedió también en la Tierra; sin embargo, en el caso de esta última las fuerzas geológicas han rellenado, erosionado y destruido los cráteres, excepto algunos de los más recientes. Los picos centrales de muchos cráteres lunares, más bajos que los bordes de los cráteres mismos, se formaron en el período durante el cual la Luna estaba parcialmente fundida; el meteoro que originó el cráter rompió el centro de la superficie, de la cual brotó la lava que creó estas montañas. También los mares fueron producidos, siempre en el mismo período, por el impacto de grandes meteoros que, al romper la costra, provocaron intensas expulsiones e inundaciones de lava.
Los asteroides son cuerpos celestes de dimensiones reducidas que se mueven en órbitas de tipo planetario. Los cometas son pequeños cuerpos celestes esferoidales constituidos por polvo cósmico y partículas de hielo y gases. Los meteoritos son vestigios del material con el que se constituyó el sistema solar.
Asteroides
El primer asteroide fue descubierto por el astrónomo italiano G. Piazzi en enero de 1801: se trataba de Ceres, desde 2006 considerado un planeta enano. Hoy se conocen varios miles de asteroides, pero con seguridad existen centenares de miles. En general, describen órbitas ligeramente alargadas y están situados en una zona entre Marte y Júpiter, si bien algunos penetran dentro de la órbita de Marte y otros llegan hasta las órbitas de Venus y de Mercurio.
Giuseppe Piazzi
Astrónomo italiano (1746-1826). Descubrió los cuerpos que pueblan el llamado cinturón de asteroides (nombre propuesto por Herschel). En la primera observación (1801) descubrió el asteroide Ceres (llamado planeta enano a partir de 2006), que orbita alrededor del Sol.
A causa de sus pequeñas dimensiones, las fuerzas de gravitación internas son demasiado débiles para proporcionarles forma esférica; por consiguiente es probable que la mayoría de los asteroides tenga estructuras irregulares.
Los asteroides no están distribuidos de manera uniforme en orden de distancia al Sol. Ocupan una zona en la cual se encuentran espacios vacíos, que han sido atribuidos a las perturbaciones provocadas por Júpiter. Los planetoides Troyanos son una familia particular de asteroides. Se trata de 12 planetoides cuyos períodos de revolución son más o menos iguales a los de Júpiter (unos 12 años). Esta configuración permanece inmutable, es decir, los planetoides se mueven siempre equidistantes del Sol o de Júpiter, y aunque se desvían ligeramente, retornan a la posición de equilibrio. Siete de los planetoides Troyanos están próximos al vértice del triángulo equilátero que precede a Júpiter, y cinco están en el vértice que sigue Júpiter en su órbita.
¿Sabías qué...?
Palas es el asteroide con mayor tamaño del cinturón de asteroides. Fue encontrado por H. W. Olbers en marzo de 1802.
La sonda Dawn, lanzada en septiembre de 2007, es la encargada de recoger datos sobre la naturaleza física y dinámica del cinturón de asteroides.
Los asteroides próximos
Se conocen varios asteroides que penetran en la órbita de Marte y pasan cerca de la órbita terrestre. Eros circula a unos 22.400 millones de kilómetros de ésta. Otros asteroides han pasado también muy cerca de la Tierra: en 1932, Amor pasó a unos 16.000 millones de kilómetros y Apolo a 10.500 millones de kilómetros. En 1936 Adonis lo hizo a unos 2.000 millones de kilómetros de las órbitas de Venus, la Tierra y Marte, y un año después, Hermes llegó aún más cerca: a casi 776.000 km, o sea dos veces la distancia a la Luna. Algunos cálculos muestran que Hermes se podría acercar directamente hasta 355.000 km. En las últimas décadas se han enviado sondas espaciales para la exploración de asteroides.
Posibilidades de colisión
Para los asteroides del grupo Apolo parece que la posibilidad de choque con la Tierra debe excluirse por un período de unos 200 millones de años, pero sería posible que cualquier asteroide menor cayera sobre la Tierra en los próximos dos millones de años. En el pasado las colisiones eran frecuentes, pero con el tiempo el número de los asteroides ha disminuido, especialmente entre Mercurio y la Tierra. Existe mucha mayor abundancia de ellos entre Marte y Júpiter; puesto que es donde se encuentra el cinturón de asteroides, y por ello, Marte está continuamente bombardeado por estos cuerpos celestes.
Cometas
Aunque sigan las leyes de la gravitación, las órbitas de los cometas cruzan las de los planetas en todas direcciones. Existen cometas periódicos que vuelven con frecuencia al perihelio; otros con órbitas tan alargadas que pasan una vez cada millón de años alrededor del Sol, y otros que orbitan también en los confines del sistema solar, a la velocidad de unos centímetros por segundo, y que no se alejan de esas regiones. Estos últimos tardan de 10 a 50 millones de años en realizar una órbita alrededor del Sol. Los cometas están constituidos por una mezcla de hielo, polvo, rocas y gas en estado sólido, condensados en un núcleo, encerrado a su vez en un envoltorio de polvo meteórico. Tales núcleos, que tienen masas tan pequeñas que se necesitarían millares para igualar la masa terrestre, se describen como “bolas de nieve sucia” y han sido estudiados desde la proximidad, sobre todo en el caso del cometa Halley, por diversas series de sondas, entre las cuales destaca la Giotto, de la Agencia Europea del Espacio (ESA). Esta sonda se aproximó en marzo de 1986 a menos de 1.000 km del núcleo del cometa, obteniendo datos valiosísimos acerca de la composición de estos cuerpos. Los datos que recogió la sonda NEAR (de la NASA), en 2000, del asteroide Eros serán muy valiosos para comprender la composición originaria del sistema solar.
¿Sabías que el cometa Halley pasa regularmente cerca de la Tierra?
Este cometa describe una órbita alrededor del Sol, lo que permite predecir el momento en que pasará cerca de la Tierra, hecho que ocurre aproximadamente cada 76 años desde, al menos, el 240 a.C. Desde entonces ha pasado más de treinta veces por la órbita terrestre.
Al aproximarse al Sol, los cometas periódicos sufren ciertas modificaciones. En primer lugar, la radiación solar comienza a vaporizar los hielos. Estos materiales que se liberan son impelidos por la presión del viento solar, dando lugar a la característica cabellera de gas y polvo que siempre apunta en dirección contraria a la del Sol.
Los cometas con períodos más breves son los que se extinguen antes. Duran algunos millares de años y, en su lugar, aparecen nuevos cometas provenientes de los confines del sistema solar, de donde son arrancados por las perturbaciones cósmicas. Llegados a las proximidades de los planetas mayores, el campo de gravitación de éstos modifica sus órbitas, haciéndolas menos alargadas, y los transforma en cometas periódicos. Pero a veces puede suceder también lo contrario. Si el cometa encuentra al planeta tangencialmente, es lanzado como una honda fuera del sistema solar, en una órbita hiperbólica.
Una flotilla al encuentro de Halley
El estudio directo de los cometas, que habría parecido una misión imposible a los científicos de las primeras décadas del siglo XX, fue sin embargo la misión que la Agencia Espacial Europea se planteó como bautismo de fuego en el campo de la exploración del espacio. Para ello se propuso el desarrollo y construcción de una sonda interplanetaria, a la que se bautizó con el nombre de Giotto en recuerdo del pintor italiano Giotto di Bondone (1267-1337) -que representó el cometa en su famoso cuadro La adoración de los Magos-, que permitiese a la Agencia Espacial Europea colaborar activamente en el esfuerzo internacional de observación del cometa Halley durante su paso por las proximidades de la Tierra en 1986. Apoyada por una flotilla compuesta por los ingenios rusos Vega I y II y las naves japonesas Suisei y Sakigake, la sonda Giotto logró llevar a cabo la máxima aproximación al núcleo del cometa y realizar hasta un total de once experimentos cruciales que permitieron estudiar en detalle la estructura y composición de estos cuerpos procedentes de los confines remotos del sistema solar.
La sonda Giotto quedó “aparcada” en órbita hasta 1992, cuando llevó a cabo el estudio del cometa Grigg-Skjellerup.
Meteoritos
Como ya se ha dicho, los cometas están formados por polvo. A este propósito se puede decir que el polvo y los meteoritos son uno de los principales constituyentes del universo. Los planetas y las estrellas nacen alrededor de un núcleo de polvo. Los meteoritos que se observan en la actualidad son restos del material con que fue construido nuestro sistema solar. A los meteoritos que entran en la atmósfera terrestre se les denomina estrellas fugaces. A veces llegan como si se tratara de una lluvia; en este caso se pueden contar hasta cien en una hora, aunque se han registrado récords de millares de meteoros por hora durante las famosas lluvias de las Leónidas, Jacobínidas, etc. Sin embargo, la mayoría de ellos están aislados, y se llaman esporádicos. Su origen es muy diverso: o son partículas residuales de la nebulosa originaria, que poco a poco caen sobre el Sol al ser frenadas en sus órbitas por la presión de la radiación solar, o provienen de los espacios interestelares.
Mientras que los pequeños meteoritos que penetran en la atmósfera terrestre se disgregan, hay meteoritos mucho mayores que alcanzan el suelo. Éstos pueden tener dimensiones considerables y pesar muchas más. Mientras que los meteoros pequeños son semejantes a copos de nieve y están constituidos por un material como el de los planetas, los meteoritos más grandes son petreoferrosos y están formados a elevadas presiones (a unas 50.000 atmósferas). De ello se deduce que sólo pueden formarse en el interior de los planetas.
De todos modos, es conveniente advertir que los meteoritos, aparte de haber experimentado la alteración normal durante su recorrido por el universo, han sufrido la importante acción de la atmósfera al producirse su penetración en la Tierra. Por ello, al estudiar este tipo de materiales, es necesario tratar de distinguir entre su propia naturaleza y los efectos sufridos, subsiguientes a su formación.