Pintando y esculpiendo la nación

La Escuela Quiteña es la denominación que los historiadores del arte dieron a los artistas que produjeron sus obras en el período colonial de Ecuador. Abarcó una etapa prolongada en el tiempo. Fue grande el número de pintores, escultores y artesanos representativos de esta corriente artística, así como la cantidad y diversidad de las obras producidas por ellos.

Vitrales de la Escuela Quiteña.

Los conquistadores trajeron a América su cultura

El complejo y doloroso proceso de conquista y colonización de los pueblos americanos por parte de los europeos, llegados al continente en 1492, fue acompañado, para lograr sus fines, de la evangelización a través de la Iglesia Católica y de la imposición de su cultura.

La enseñanza de la fe y la doctrina cristianas, a lo que se llamó evangelización, fue decisiva para someter a los indígenas, que temerosos de Dios aceptaron la sumisión a los designios de los blancos llegados de Europa con el crucifijo en una mano y la espada en la otra.

Las ruinas de Ingapirca, una muestra de la cultura andina.

En América se fundieron dos culturas, una dominante y otra dominada; se desarrollaron creencias y hábitos culturales en los que existió un fuerte componente latino, pero que mantuvo mucho de las culturas y costumbres autóctonas; que reflejó en sus manifestaciones las grandes desigualdades existentes entre los colonizadores y los colonizados, entre peninsulares blancos y criollos, con derecho a la educación y la cultura y mestizos pobres, negros e indígenas, que no podían asistir a las instituciones ni tener acceso al conocimiento y que trabajan para mantenerlas.

Las edificaciones de Cuenca y Quito recuerdan la arquitectura medieval europea.

La educación en Ecuador

La enseñanza en Ecuador durante la colonia fue privilegio de la Iglesia Católica, como lo fue durante todo el Período Feudal. Las primeras escuelas fueron creadas por los franciscanos y a ellas asistieron los hijos de los caciques indígenas. En las instituciones educativas se impartía la doctrina cristiana, la lectura, la escritura y las artes. Posteriormente aparecieron las escuelas dentro de los conventos, pero a ellas sólo podían asistir los de piel blanca y, de forma excepcional, los mestizos. Allí se impartía formación a los miembros del clero, aunque algunas instituciones aceptaron seglares (personas que no son miembros del clero).

Los colegios de los siglos XVI y XVII fueron fundadas por órdenes religiosas, especialmente por los dominicos y jesuitas, como el colegio San Fernando, dirigido por los primeros y el San Luis, por los últimos. En otras ciudades importantes, como Riobamba y Cuenca, contaron con centros de enseñanza donde se impartió Aritmética, Gramática y Literatura, que incluía aspectos de Retórica.

Universidad colonial en Cuenca, Ecuador.

Las primeras universidades de Quito

La primera Universidad de Quito, que se construyó por los agustinos, luego de medio siglo de fundada la ciudad, fue la de San Fulgencio, seguida por la San Gregorio Magno, fundada por los jesuitas y la Santo Tomás de Aquino, de los dominicos. En ellas se enseñó Filosofía, Teología y Derecho Civil y Canónico.

Muchos años después se incluyó en las universidades los estudios de Medicina. Para impartir estas materias se formaban profesores en las propias universidades. En sus aulas se preparaban los clérigos, abogados y médicos. Los mestizos no tuvieron acceso a la enseñanza formal, aprendieron de manera autodidacta en los talleres de artesanos o en las labores directas en la agricultura. No existió la enseñanza para las mujeres. Éstas tenían que aprender las labores domésticas en el hogar. Pocas mujeres pudieron aprender a leer y escribir recluidas en los monasterios.

La Ciencia llegó a Quito

El hecho más significativo en el ámbito científico que involucró a Quito fue la llegada, en 1736, de la Misión Geodésica, que en nombre de la Academia Francesa, mediría un meridiano terrestre. Los académicos fueron dirigidos por el científico francés Carlos María de la Condamine, a quien lo acompañaron los peninsulares Jorge Juan y Antonio de Ulloa. La Misión permaneció por mucho tiempo en el país.

La Misión Geodésica determinó el sitio donde aparece el Meridiano 0 grado.

A excepción del sabio Pedro Vicente Maldonado, que dibujó el primer mapa de la Audiencia de Quito, acompañó a la Misión Geodésica y fue miembro de las academias de ciencia de París y Londres, no hubo otro quiteño que se destacara en las ciencias. Maldonado nació en Riobamba, el 24 de noviembre de 1704 y murió en Londres, una semana antes de cumplir 44 años de edad. Además de físico, matemático, astrónomo, topógrafo y geógrafo, se destacó en la política.

¿Sabías qué...?
La primera imprenta llegó a la Audiencia de Quito en 1755.

La letra impresa: llegó la imprenta a Ecuador

La primera imprenta de la Audiencia de Quito llega a Ambato en 1755.

La ciudad de Ambato tuvo el privilegio de poseer la primera imprenta de la Audiencia de Quito. El objetivo de su adquisición fue publicar los libros religiosos, pero en ella se imprimieron documentos oficiales de la Audiencia. En la última década del siglo XVIII se comenzó a imprimir el primer periódico del país.

Los talleres de artesanos

Quito desarrolló un fuerte movimiento de artesanos que, desde sus talleres, producían objetos de gran valor artístico usando diferentes materiales, como metales, maderas, semillas, huesos y otros. Es estos talleres se elaboraban pinturas, esculturas, objetos decorativos y muebles con alto nivel artístico. Eran famosos los trabajos quiteños y se comercializaban, no sólo en Quito, sino también en toda la Audiencia y fuera de sus fronteras, desde las costas del mar Caribe hasta el sur de Perú.

Los talleres eran centro de producción y difusión artística.

La habilidad de los artesanos quiteños, en su mayoría mestizos e indígenas, se reconoció en los lugares donde llegaba su arte. En muchos casos las piezas eran copias de obras europeas, pero muy bien logradas. También confeccionaron obras originales, consideradas en la actualidad entre las mejores del mundo.

La iglesia y el arte colonial en Quito

La Iglesia contribuyó al sostenimiento y difusión de las obras de arte que se produjeron en la región. Los conventos fungieron como protectorados de los artesanos y artistas. Estas instituciones demandaban la realización de altares, cuadros, imágenes y mobiliario que los artesanos podían producir. De esta manera adquirían obras de gran valor. Inicialmente estos objetos elaborados por los artistas no tenían un fin decorativo, sino que se usaban como medios de enseñanza para adoctrinar a los indígenas, que no sabían leer ni escribir.

La artesanía ecuatoriana

La calidad en el trabajo artesanal y artístico de la época colonial se mantiene en los artesanos y artistas ecuatorianos actuales con obras muy apreciadas y valiosas.

Otra de las ventajas de los talleres es que constituyeron una fuente de empleo para la, cada vez más creciente, mano de obra quiteña. En ellos laboraban una cadena de empleados: maestros, ayudantes, aprendices, vendedores, transportadores y otros. Los talleres además de producir verdaderas obras de arte, fueron un puntal importante de empleo en épocas de crisis.

La Escuela Quiteña

En Quito y Cuenca se abrieron los principales talleres y residían y laboraban los mejores artistas de la llamada Escuela Quiteña de arte. Pintores y escultores de renombre se formaron y produjeron sus principales obras en esta etapa, aunque muchas de ellas no fueron firmadas por sus autores por existir la costumbre de identificarlos por el taller donde se hacían.

Obras y maestros representativos de la Escuela Quiteña del arte

Entre las muchas obras y artistas de la etapa destacan:

El padre Bedón, perteneciente a la orden de los dominicos, realizó su obra en el siglo XVI. En el siglo XVII se destacaron los pintores Pedro Gosseal y Miguel de Santiago, que fue uno de los más destacados pintores de la etapa colonial quiteña. Miguel de Santiago poseía un taller muy famoso en el que se produjeron obras muy significativas, como los óleos “La inmaculada” y la “Eucaristía”.

¿Sabías qué...?
A través de las obras de la Escuela Quiteña, se puede ver que el trabajo es fundamental en la sociedad, que ennoblece a las personas y que es necesario para la supervivencia.

El siglo XVIII, que para el mundo Occidental constituyó el Siglo de las Luces, también reflejó en el arte un esplendor inusitado. En esa época se destacaron el escultor Manuel Chili, conocido por el nombre artístico de “Caspicara” que significa “cara de madera o cara de palo”, y se compone de dos vocablos kichwas: caspi (madera) y cara (corteza); debido a que era de rostro cobrizo y piel tersa como la madera tallada, cosa que suponen sus biógrafos, ya que no existen retratos o referencias escritas sobre sus características físicas. El también escultor Bernardo Legarda, creó obras muy representativas del carácter de los andinos, como la “Virgen Inmaculada de Quito”, que se convirtió en un símbolo para la ciudad y para el arte colonial ecuatoriano.

El arte en la colonia

La excesiva explotación e injusticia a la que fueron sometidos los trabajadores no impidió que produjeran objetos bien elaborados, muy apreciados dentro y fuera del país.

Los muros de la ciudad

La arquitectura constituyó una manifestación artística que caracterizó la ciudad. A partir de copias europeas, se erigieron edificaciones que aunque contenían predominio ajeno, incorporaron elementos autóctonos. Con gran predominio del arte barroco, tendencia cultura que tuvo gran reflejo en las manifestaciones artísticas, se edificaron conventos e iglesias. Uno de los ejemplos más significativos de esta tendencia es la Iglesia de la Compañía de Jesús, considerada una de las mayores muestras del barroco americano.

En la Basílica del Voto Nacional se observa la conjugación estilos europeos con elementos autóctonos.
Barroco: más que un estilo

Características del Barroco Americano:

· Arquitecturas con abundancia de detalles y muy complejas.

· Utilización de la elíptica oval y otras formas no rectilíneas.

· Paredes cóncavas y convexas, con ondulaciones.

· Ausencia de líneas rectas y superficies planas.

· Plantas con planos oblicuos dando la sensación de movimiento.

· Campanarios, de una o dos torres, con abundante decoración.

· La luz y efectos luminosos adquieren importancia, a través del claroscuro.

· Riqueza decorativa y exuberancia formal en espacios interiores y exteriores.

· Predominio de lo curvilíneo y triunfo de la columna salomónica.

· Arcos y frontones mixtilíneos con ventanas ovaladas.

· El arco descansa sobre la columna por medio de un entablamento (al modo romano), o descansa directamente sobre el capitel (modo bizantino).

· Palacios, iglesias, espacios urbanos, grandes jardines y galerías.

Iglesia y monasterio de San Francisco, en Quito, uno de los mejores ejemplos del barroco americano.
Uso de formas no rectilíneas en edificaciones de Otavalo.

Pan de Oro

En esta iglesia de Quita se observa la técnica del pan de oro en sus paredes.

La técnica artística conocida como Pan de Oro consiste en utilizar una fina lámina de oro batido para decorar interiores y exteriores de piezas artísticas como esculturas, íconos, retablos, piezas de orfebrería, muebles y superficies arquitectónicas. Se pueden realizar también con otros metales, dándole una tonalidad y textura variadas a las piezas. Esta técnica fue muy utilizada por los artistas y artesanos de la Escuela Quiteña.

 

Un gran Imperio de corta vida

Cuando aún faltaban 2000 años para la llegada de los conquistadores españoles, la región indoamericana ecuatorial alcanzó un alto desarrollo en la agricultura, se expandió territorialmente y logró formas nuevas de intercambio comercial con otras aldeas. Mediante guerras y alianzas tribales o familiares se formaron los señoríos étnicos, que constituyeron la estructura política más compleja en la sociedad.

La sociedad supracomunal

Con el desarrollo agrícola alcanzado por los pueblos asentados en el extremo norte de la Cordillera de los Andes, propiciado, en gran medida, por la llegada a estos territorios de hombres provenientes de Meso y Centroamérica, que conocían muy bien las técnicas de producción de alimentos, apareció un excedente que se comercializó con comunidades de otras regiones vecinas. Esta etapa se extendió en el tiempo hasta la llegada de los españoles al continente americano, en el siglo XV.

¿Sabías qué...?
Un Imperio es el conglomerado de pueblos sometidos al control de un Estado gobernado por un emperador.
Las terrazas en las montañas fue una técnica empleada en la agricultura.

El término sociedad supracomunal se refiere a la existencia del intercambio comercial entre una comunidad y otra. El desarrollo cultural de estas sociedades fue desigual. Algunos pueblos continuaron practicando la caza y la pesca, junto a la agricultura y otros, al aparecer los excedentes, aumentar la población y crecer las aldeas, favorecieron la aparición de jefes poderosos que concentraron en ellos el poder.

Machu Picchu fue la capital del Imperio.

Sociedades aldeanas

La diferencia entre las sociedades supracomunales y las aldeanas consistió en que las últimas se asentaron en un lugar para vivir de la agricultura, practicando una vida urbana estable. La aldea constituyó el centro de la sociedad. El comercio se basó en el intercambio de productos diferentes, de acuerdo a lo producido por cada aldea. Así, por ejemplo, los habitantes de la costa trocaban sal por hierbas medicinales cultivadas por los habitantes de la selva.

El mullo

La concha de los dioses.

Uno de los objetos más comercializados en la etapa supracomunal fue el mullo, nombre con el que se conocía la concha spondylus, recogida en la costa y que se halló en estudios espeleológicos realizados en distantes regiones. El mullo era venerado como una pieza ceremonial en las manifestaciones religiosas indígenas, e incluso apareció en enterramientos en sitios de la Sierra y el Oriente, así como en lugares más alejados del actual Ecuador.

La influencia de las culturas mesoamericanas en las comunidades de la región andina norte fue grande. Existen evidencias de la utilización de elementos decorativos en la cerámica de La Tolita y Jama-Coaque que se conocieron en Mesoamérica en tiempos más remotos. Se reprodujeron dioses mexicanos, como por ejemplo el de la lluvia, llamado Tlaloc.

Influencia cultural

Ingapirca, el Cuzco ecuatoriano

El metal, un paso adelante

La cultura Valdivia utilizó los metales más fáciles de moldear, como el oro, la plata y el platino; sin embargo, en esta etapa se comenzó la elaboración de objetos decorativos, rituales y utilitarios más complejos. El oro se obtenía de los ríos y también de las minas. Los objetos se elaboraron con muchos detalles y belleza, como fueron las máscaras mortuorias.

Los ayllus

Sólidas estructuras comunitarias conformaron algunas agrupaciones urbanas, como fue el caso de La Tolita, donde los hombres trabajaron en colectivo y donde la propiedad sobre los medios y los resultados de la producción eran colectivos.

En esas sociedades comunitarias existió un jefe que podía ser el cacique o el ilajtacuna, que dirigía la actividad agrícola y comercial. Tanto él como su familia eran considerados miembros de un linaje superior al resto de los integrantes de la comunidad.

El clima y los cultivos

En los valles del Imperio se cultivó el maíz.

Bosques subtropicales: maní, ají, coca, guayabas, guabas y otras frutas.

Valles: maíz, papas, fréjol, toctes, taxos, capulíes y fibras textiles.

Páramos: pastos para alimentar los animales, pajas para construir las viviendas y plantas medicinales.

Entre las formas primitivas de organización y los actuales Estados Nacionales existieron, en la región del norte andino, los señoríos étnicos, que constituyeron estructuras políticas complejas. La inexistencia de fronteras no limitó la aparición de los señoríos que comprendieron amplios territorios bajo un mismo mando.Señoríos étnicos

Se construyeron fuertes para proteger los territorios propios de ataques enemigos.

En esos espacios de influencia se construyeron tolas y comunidades humanas estructuradas, donde habitaron los quillacingas y los pastos, al norte, los caranquis, cochasquis, otavalos y cayambes, al centro, entre los ríos Chota y Guayllabamba y los panzaleos, sigchos y puruhá, al sur. Los yumbos, cañaris y paltas, habitaron en la zona tropical, al sudeste de Quito, el Azuay y el extremo sur, respectivamente, conformando amplios señoríos. En la Costa aparecieron los señoríos de La Tolita y Atacames; en Manabí, los manteños y en Guayas los huancavilcas, punaes y chonos. En la Amazonía, los cofanes, quijos y jíbaros.

Quito

Las ciudades de Tomebamba (Cuenca) y Quito constituyeron los centros políticos del Norte del Imperio Inca.

Los mindalaes

En el proceso de especialización de los miembros de los señoríos étnicos aparecieron los mindalaes. Estos eran grupos especializados en el comercio o trueque entre las diferentes poblaciones. Se llegaron a formar confederaciones, como la llamada Liga de Mercaderes Manteños.

A partir del año 1000 después de Cristo, se agruparon diversos cacicazgos y señoríos, a partir de alianzas de guerra y matrimonios, formando en la zona norte el Caranqui – Cochasquí y, en el sur de los Andes, el Cañari. Los conquistadores españoles, a su llegada, llamaron a esta organización el Reino de Quito. Este territorio se correspondía con el del actual Ecuador.

La conquista del norte por los Incas

Hacia 1470 el Reino de Quito sufrió los ataques de un señorío que se había desarrollado al sur de Perú, conocido como los Incas, que a base de alianzas y conquistas se convirtió en uno de los imperios mayores de América y el más importante de Suramérica.

¿Sabías qué...?
Los incas, a pesar de contar con un gran ejército, no lograron conquistar la Amazonía.

Tahuantinsuyo

Bandera de Tahuantinsuyo junto a la del Perú actual

Según la leyenda, Manco Cápac y su esposa Ocllo, salieron de las aguas del lago Titicaca para fundar la ciudad del Cuzco, guiados por su padre, el dios Sol y, de esta forma, gobernarlo. Alrededor de 1450, el inca Pachacutic se enfrentó y venció a otros señores y organizó el naciente imperio.

El imperio se expandió rápidamente. En el sur, Túpac Yupanqui, hijo de Pachacutic, se encargó de someter los habitantes del altiplano de la actual Bolivia, Argentina y Chile. En el norte, Huaina Cápac, su hijo, conquistó el territorio actual de Ecuador, hasta el sur de Colombia.

Ecuador formó parte del Imperio Inca

La conquista inca, aunque sangrienta, representó la integración al gran imperio andino.

Túpac Yupanqui

En la conquista de los territorios del norte, Túpac Yupanqui utilizó su inteligencia y habilidades: cuando las tribus o señoríos se le enfrentaron los sometió por la fuerza, pero cuando pudo hacerlo por las buenas, les prometió mantener el mando a los jefes, les entregó regalos o se casó con sus hermanas o hijas. De esta forma, en poco tiempo se expandió por el norte de los Andes, donde incorporó los señoríos paltas y cañaris.

Túpac Yupanqui se asentó en Tomebamba, donde se halla la actual ciudad de Cuenca, donde nació su hijo Huayna Cápac. En su avance al norte sometió a los pueblos de la Sierra, donde encontró resistencia, pero luego de 15 años de lucha, los sometió.

Huayna Cápac

Al morir su padre, en 1493, Huayna Cápac continuó la campaña iniciada por éste. Encontró férrea resistencia en los señoríos Cayambi, Cochasquí y Caranqui, al frente del cuales luchó el cacique Naxacota Puento.

Yahuarcocha: El lago de sangre

Uno de los episodios más sangrientos de la lucha por dominar el territorio norte y someterlo al Imperio Inca lo constituyó la batalla que libraron los caranqui-cochasquíes en los llanos de Socapamba, a orillas del lago, enrojecido por la sangre derramada por los soldados derrotados.

Luego de la guerra, Huayna Cápac consolidó su victoria casándose con la princesa Quilago, de Caranqui, donde construyó grandes palacios, templos y defensas y donde nació su hijo Atahualpa.

Huayna Cápac murió en Tomebamba, en 1528, al parecer, de viruela. Al morir su sucesor, se entabla una lucha por el poder entre sus hijos Huáscar y Atahualpa.