Si nos detenemos a observar los objetos que nos rodean podremos identificar diferentes formas geométricas. Pero… ¿qué significa geometría? La palabra geometría está compuesta por geo, que significa “Tierra” y metría, que significa “medir”; es decir, “medir la Tierra”. La geometría es una de las ciencias más antiguas, es una rama de la matemática que se ocupa del estudio de las propiedades de las figuras geométricas en el plano o en el espacio. En esta oportunidad vamos a estudiar los ángulos.
Un ángulo es la porción de plano comprendida entre dos semirrectas que tienen un origen común. La amplitud del giro de un ángulo se puede medir, y la unidad que se utiliza para expresarlo se llama grado. Si se realiza una vuelta completa, el ángulo mide 360°.
Para comprender mejor este concepto veamos los elementos que conforman un ángulo: Lados de un ángulo: cada una de las semirrectas. Vértice de un ángulo: punto en el que coinciden las dos semirrectas. Amplitud: abertura que hay entre los lados.
¿CON QUÉ INSTRUMENTO SE MIDEN LOS ÁNGULOS?
Gráficamente se puede medir un ángulo utilizando el transportador. Es un semicírculo o círculo graduado, normalmente de plástico o metal, en el que aparece marcado el centro de la circunferencia que debemos colocar en el vértice del ángulo, haciendo coincidir la marca de 0° con uno de los lados del ángulo. Obtenemos su medida viendo el punto de la circunferencia graduada por el que pasa el otro lado del ángulo.
CLASIFICACIÓN DE LOS ÁNGULOS
1. POR SU MEDIDA:
CONVEXO
Se llaman ángulos convexos a aquellos que miden menos de 180°.
Dentro de los ángulos convexos se encuentran los rectos, agudos y obtusos.
CÓNCAVO
Su amplitud es mayor que 180°.
LLANO
Mide 180°.
¿Sabías qué...?
La geometría se inició como ciencia en el antiguo Egipto y Babilonia.
2. POR SU POSICIÓN:
ADYACENTES
Tienen el vértice y un lado en común. Suman 180°.
CONSECUTIVOS
Tienen el vértice y un lado en común.
OPUESTOS POR EL VÉRTICE
Tienen sólo el vértice en común.
3. POR SUS CARACTERÍSTICAS:
COMPLEMENTARIOS
Dos ángulos son complementarios cuando su suma da como resultado un ángulo de 90°.
SUPLEMENTARIOS
Dos ángulos son suplementarios cuando su suma da como resultado un ángulo de 180°.
Las enfermedades digestivas son todas aquellas que afectan cualquier parte del sistema digestivo, pueden ir desde afecciones simples, a enfermedades crónicas y graves como la colitis ulcerosa.
Gastritis
Se conoce como gastritis a la inflamación, irritación o erosión de las paredes del estómago. Estas lesiones provocan un daño en la barrera de moco que protege la pared del estómago y por lo tanto los jugos gástricos dañan e inflaman ese revestimiento.
Causas de la gastritis
La gastritis puede tener diversas causas: consumo excesivo de alcohol, estrés, vómitos crónicos, uso excesivo de medicamentos y específicamente de fármacos antiinflamatorios. Sin embargo, las causas principales se pueden englobar en dos:
Infección por Helicobacter pylori, bacteria que infecta el revestimiento de la mucosa del estómago. Si no se trata puede producir úlceras e incluso cáncer de estómago.
Aunque la infección por Helicobacter pylori está entre las infecciones humanas más comunes en todo el mundo, solo algunas de esas infecciones desarrollan gastritis u otros trastornos gastrointestinales. Los médicos creen que la vulnerabilidad a la bacteria podría ser heredada o podría ser consecuencia del estilo de vida del paciente.
Reflujo biliar, es decir el reflujo de la bilis en el estómago desde el tracto biliar.
Síntomas
Los síntomas de la gastritis pueden ser diferentes entre cada individuo y en muchas personas, incluso no presentar síntomas. Dentro de las más comunes se destacan:
Malestar estomacal recurrente.
Dolor abdominal.
Distención abdominal.
Indigestión.
Sensación de ardor en el estómago.
Vómitos, en algunos casos, con sangre.
Pérdida de apetito.
Heces oscuras.
Recomendaciones y tratamiento
Uso de antiácidos.
Evitar los alimentos picantes y calientes.
Evitar el consumo de alimentos en gran cantidad porque eso requiere una mayor producción de jugos gástricos.
Si la causa es la bacteria Helicobacter pylori, el médico prescribirá una serie de antibióticos.
Enfermedad celÍaca
Es un trastorno autoinmune que se desencadena por el consumo de gluten, es decir, la enfermedad está relacionada con una especie de alergia al gluten. El gluten es una proteína que se encuentra en muchos alimentos, como el trigo, el centeno y los granos.
Cuando una persona que padece de la enfermedad celiaca consume algún alimento con gluten, su cuerpo reacciona de manera excesiva a la proteína y daña las vellosidades (proyecciones muy pequeñas que se encuentran en la pared del intestino delgado).
Cuando las vellosidades se lesionan, la actividad del intestino delgado reduce su eficiencia y la absorción de nutrientes disminuye. Si esta enfermedad no se trata de manera adecuada, puede provocar desnutrición, abortos espontáneos, infertilidad, enfermedades neurológicas e incluso algunos tipos de cáncer.
Causas
La causa de la enfermedad celíaca hasta la fecha es desconocida, algunos estudios indican que los genes, la alimentación infantil, las infecciones gastrointestinales o la infección por bacterias pueden contribuir con su aparición, sin embargo, la razón precisa aún no se conoce.
La enfermedad celíaca también puede activarse luego de alguna cirugía, de un parto, de una infección viral e incluso el estrés.
Síntomas
Los síntomas de las personas que sufren de la enfermedad celíaca pueden variar de paciente en paciente. Las señales más comunes son: diarrea, fatiga, pérdida de peso, hinchazón, dolor abdominal, gases, náuseas, estreñimiento y vómito.
Otros síntomas pueden no estar relacionados con el sistema digestivo, por ejemplo: anemia, pérdida de densidad ósea, erupción cutánea, daño en el esmalte dental, úlceras en la boca, dolores de cabeza, dolor en articulaciones y acidez.
Recomendaciones y tratamiento
No existen medicamentos para tratar la enfermedad celíaca, por lo que se debe seguir una dieta estricta libre de gluten. El paciente que sufre de enfermedad celíaca no puede consumir pan, pasteles, cerveza, pasta, cereales y medicamentos que contengan gluten.
Cáncer colorrectal
Es un tipo de cáncer que afecta el colón y el recto, se conoce también como cáncer de intestino o cáncer de colon. Un cáncer colorrectal puede ser benigno o maligno. Si es benigno el tumor no se propagará, mientras que si es maligno, las células dañadas pueden propagarse por muchas partes del cuerpo y dañar los tejidos.
Causas
Los expertos no están seguros de cuál es la causa exacta por la que algunas personas padecen de cáncer colorrectal mientras que otras no. Sin embargo, algunos de los factores de riesgo son:
La edad, las personas mayores son más propensas.
Alto consumo de proteína animal, grasas saturadas y alcohol.
Poco consumo de fibra.
Haber padecido de cáncer de ovario, en el caso de las mujeres.
Antecedentes familiares.
Padecer de colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn o la enfermedad del colon irritable.
Síntomas
Ir al baño constantemente.
Diarrea o estreñimiento.
Sensación de que el intestino no se vacía correctamente luego de una evacuación.
Evacuación con sangre.
Dolor abdominal.
Distención abdominal.
Pérdida de peso.
Vómito.
Deficiencia de hierro.
Recomendaciones y tratamiento
El tratamiento del paciente dependerá de varios factores por ejemplo, el tamaño del tumor, la localización y la etapa en la que se encuentre el cáncer. Los métodos más comunes para eliminar el cáncer son: las cirugías, la radioterapia y la quimioterapia.
Cálculos biliares
Los cálculos biliares son sustancias endurecidas que se forman a partir del colesterol, se almacenan dentro de la vesícula biliar y pueden tener desde el tamaño de un grano de arena hasta de una pelota de golf. En general no causan muchos problemas pero si pueden producir dolor.
La gonorrea es una infección causada por la bacteria Neisseria Gonorrhoeae. Puede causar infección de la uretra, el cérvix, el recto y la garganta. Sin embargo, muchas personas no saben que tienen gonorrea porque, aunque estén infectadas, pueden no presentar síntomas.
¿Cuáles son los síntomas?
La gonorrea puede afectar los genitales, el recto o la garganta. Muchos varones y mujeres con gonorrea pueden no presentar síntomas, especialmente cuando la infección está presente en el recto o la garganta.
En la mujer, los síntomas pueden incluir: flujo vaginal generalmente verdoso o amarillento, ardor cuando orina o la necesidad de orinar más frecuentemente, sangrado después de las relaciones sexuales, sangrado entre los períodos de menstruación, dolor abdominal o pélvico.
En el varón, los síntomas pueden incluir: flujo del pene generalmente verdoso o amarillento, ardor cuando orina o la necesidad de orinar más frecuentemente, testículos adoloridos o hinchados.
En ambos, pueden sentir: dolor/ardor, secreción y/o sangrado.
La Infección del recto puede ocurrir después de tener sexo anal receptivo. En la mujer, la infección rectal puede ocurrir por transmisión de la bacteria desde la vagina. Aunque a menudo no haya síntomas con la infección rectal, éstos pueden incluir molestias rectales, picazón, dolor, flujo o sangrado del ano. La Infección de la garganta puede ocurrir después de relaciones oral-genital con una persona infectada. En ese caso, puede presentarse con dolor de garganta.
¿Cómo se transmite?
Durante el contacto sexual (sexo vaginal, anal u oral) sin preservativo con una persona infectada. La transmisión es por contacto con las mucosas infectadas.
¿Cómo se trata?
Se trata y se cura con antibióticos. Como el varón o la mujer con gonorrea a menudo tienen clamidia también, el tratamiento debe asociarse a las dos infecciones.
Es importante que la pareja se aplique tratamiento para prevenir la reinfección. Y habiendo recibido correctamente una dosis única (en algunos casos se necesita un tratamiento más prolongado), se cura después de 24 horas.
Si la gonorrea no se trata, pude aumentar el riesgo de transmisión del VIH y en la mujer puede invadir el área pélvica e infectar el útero, las trompas de falopio o los ovarios causando la EPI (Enfermedad Pélvica Inflamatoria). En el varón, la gonorrea puede afectar los testículos, causando hinchazón y dolor y también puede causar infertilidad.
¿Cómo se previene?
Usando preservativos durante todas las relaciones sexuales.
Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina)
El cáncer es el proceso de crecimiento y diseminación incontrolado de las células. Puede aparecer prácticamente en cualquier lugar del cuerpo en la forma de tumores. El tumor suele invadir el tejido circundante y puede provocar metástasis en otros sitios distantes del organismo. Este tipo de cáncer se desarrolla en los tejidos del colon y/o el recto.
El colon y el recto son partes del aparato digestivo. Forman un tubo largo, muscular, llamado intestino grueso. Los alimentos digeridos parcialmente entran en el colon procediendo del intestino delgado. El colon extrae agua y nutrientes de los alimentos y convierte el resto en desechos (materia fecal). Los desechos pasan del colon al recto y luego al exterior del cuerpo por el ano.
¿Cuáles son las causas?
No se conocen las causas exactas del cáncer colorrectal. Rara vez puede explicarse por qué el cáncer colorrectal se presenta en una persona y no en otra. Sin embargo, es importante aclarar que no es contagioso.
¿Quiénes pueden tener cáncer de colon y recto?
La investigación ha demostrado que personas con ciertos factores de riesgo tienen más probabilidad que otras de padecer cáncer colorrectal:
Edad mayor de 50 años: El cáncer colorrectal es más probable que ocurra cuando las personas envejecen. Más del 90% de las personas con esta enfermedad fueron diagnosticadas después de los 50 años de edad.
Pólipos colorrectales: Los pólipos son tumores en la pared interior del colon o del recto. Son comunes en personas de más de 50 años de edad. La mayoría de los pólipos son benignos (no cancerosos), pero algunos pólipos (adenomas) pueden convertirse en cáncer. Encontrarlos y extirparlos puede reducir el riesgo de cáncer colorrectal.
Antecedentes familiares: Familiares cercanos (padres, hermanos, hermanas o hijos) de una persona con antecedentes de cáncer colorrectal tienen en cierta manera mayor probabilidad de presentarlo, especialmente si el familiar tuvo el cáncer a una edad joven. Si muchos familiares cercanos tienen antecedentes, el riesgo es aún mayor.
Alteraciones genéticas: Los cambios en ciertos genes aumentan el riesgo de cáncer colorrectal.
Antecedentes personales de cáncer: La persona que ya ha tenido cáncer colorrectal en el pasado puede presentarlo una segunda vez. También las mujeres con antecedentes de cáncer de ovarios, de útero (endometrio) o de mama tienen, en cierto modo, un mayor riesgo de padecer cáncer colorrectal.
Colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn: La persona que ha tenido alguna enfermedad que causa inflamación del colon (como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn) por muchos años tiene un riesgo mayor de presentar cáncer colorrectal.
Dieta: Algunos estudios sugieren que las dietas ricas en grasas (especialmente grasa animal) y pobres en calcio, folato (ácido fólico) y fibra pueden aumentar el riesgo de cáncer colorrectal. También, algunos estudios sugieren que las personas que consumen una dieta pobre en frutas y verduras pueden tener un riesgo mayor de cáncer colorrectal.
Consumo de tabaco: La persona que consume algún tipo de tabaco puede tener un riesgo mayor de presentar pólipos y cáncer colorrectal.
¿Cómo se puede prevenir?
En adultos un nivel mínimo de 30 minutos diarios de actividad física regular (por ejemplo caminar) y de 60 minutos para niños y jóvenes en edad escolar.
Una dieta saludable que se caracterice por: una baja ingesta de grasas de origen animal (fiambres, embutidos, manteca y leche entera, por ejemplo) y de ácidos grasos trans (presentes en la margarina, los productos de pastelería y las golosinas, entre otros), consumo de frutas y verduras (al menos 400 gramos por día), así como de legumbres, cereales integrales y frutos secos, y reducir al mínimo la exposición a aflatoxinas en los alimentos.
Evitar el consumo de tabaco.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento del cáncer se basa en estrategias de control local -como la cirugía y la radioterapia- y estrategias de control sistémico -como la quimioterapia, hormonoterapia y terapias biológicas.
Dependiendo de la situación del paciente, y de la extensión y el tipo de enfermedad, el tratamiento puede hacerse con el objetivo de curar a la persona, de controlar los síntomas o de prolongar la vida. En todo caso, deben realizarse junto con el tratamiento antitumoral tratamientos que ayuden a la persona a controlar el dolor u otros síntomas de modo que su calidad de vida sea la mejor posible.
En los pacientes en los que no es posible curar ni prolongar la vida, el control de síntomas se vuelve aún más importante porque ayuda a que la persona enfrente con mejores herramientas la última etapa de su vida. A veces, dada la incapacidad actual de la ciencia para curar los tipos de cáncer más agresivos en estados avanzados de evolución, es preferible renunciar al tratamiento curativo y aplicar un tratamiento paliativo que proporcione el menor grado posible de malestar y conduzca a una muerte digna.
Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina) http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48/247-cancer-de-colon-y-recto#sthash.o4ueTzUW.dpuf