Ciénaga Grande de Santa Marta

Se trata de la laguna costera más grande, importante y productiva de Colombia. Es una zona de gran interés para la conservación de la diversidad biológica, ya que alberga una gran cantidad de especies animales y vegetales. Allí confluyen el río Magdalena y el mar Caribe, y cuenta con un santuario de flora y fauna en su extremo sur.

Vista aérea de la Ciénaga Grande de Santa Marta.

Características

  • Es una laguna de agua salobre de unas 45.000 hectáreas.
  • Está ubicada en el extremo noroccidental del departamento del Magdalena.
  • El agua dulce proviene del sistema de lagunas interconectadas por caños, del río Magdalena y de otros ríos que descienden de la Sierra Nevada de Santa Marta, mientras que el agua salada procedente del mar Caribe.
  • Es una importante base productiva pesquera.
  • Es un humedal protegido por la Convención sobre los Humedales de Importancia Internacional (conocida como la Convención de Ramsar).

¿Sabías qué?
Gracias a su rica diversidad en flora y fauna, la Unesco declaró este lugar como Reserva de la Biósfera en el año 2000.
En la ciénaga hay pueblos palafíticos en donde habitan unas 2.500 personas que dependen de la pesa para subsistir.

Región biodiversa

Según el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras José Benito Vives de Andréis (INVEMAR), la biodiversidad de la Ciénaga Grande de Santa Marta consta de por lo menos 276 especies de plantas terrestres, 12 de plantas acuáticas, 4 especies de mangle, 300 tipos de algas fitoplantónicas, 144 especies de peces, 102 especies de moluscos, 26 de reptiles, 19 de mamíferos y más de 200 de aves.

Fauna típica

  • Ponche (Hydrochaeris hydrochaeris).
  • Zorra manglera (Procyon lotor).
  • Tortuga icotea (Chrysemys scripta).
  • Caimán aguja (Crocodylus acutus).
  • Pato cuervo o longuillo (Phalacrocorax olivaceus olivaceus).
  • Pato aguja (Anhinga anhinga).
El caimán aguja (Crocodylus acutus) es una especie que regula las poblaciones de peces carnívoros, lo que, además de proporcionar nutrientes al agua, impide la sedimentación de las ciénagas y ayuda a mantener un equilibrio dentro de la red trófica.

Flora típica

  • Helecho de mangle (Acrostichum aureum).
  • Enea (Typha dominguensis).
  • Suan (Ficus dendrocida).
  • Palma llanera (Copernicia tectorum).
  • Nolí o palma aceitera (Elaeis oleífera).
  • Tanico (Pterocarpus officinalis).
  • Palma de vino (Schellea magdalenica).
En la ciénaga, los manglares son ecosistemas compuestos esencialmente de tres especies de mangle: mangle prieto (Avicennia germinans), mangle rojo (Rhizophora mangle) y mangle blanco/amarillo (Laguncularia racemosa).

¿Sabías qué?
Los bosques de manglares ofrecen múltiples beneficios para Colombia y el mundo, pues una sola hectárea de manglar captura enormes cantidades dióxido de carbono, lo que contribuye a la reducción de los gases de efecto invernadero.
Santuario

En 1977, el INDERENA creó el Santuario de Flora y Fauna Ciénaga Grande de Santa Marta (SFF CGSM), una zona de unas 23.000 hectáreas ubicada en el extremo sur de la ciénaga. Es un territorio repleto de manglares, ciénagas y bosques anfibios.

AMENAZAS y Conservación

Algunas de las actividades que destruyen el lugar son los incendios forestales provocados; la deforestación para la agricultura y la ganadería; la tala y quema de mangle, y los diques construidos ilegalmente.

Asimismo, debido al gran valor biológico del complejo lagunar, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible trabaja en acciones que permitan la conservación y recuperación de este sitio Ramsar, entre los que destaca la creación del Comité de Coordinación para la Gestión Integral de la Ciénaga Grande de Santa Marta (res. 1300 de 2016).

Antonio José de Irisarri y el tratado de Paucarpata

Antonio José de Irisarri fue un militar, escritor y diplomático guatemalteco-chileno que tuvo una muy importante y extensa carrera política durante y posterior al proceso de independencia de Chile. Sin embargo, su contribución al país se vio interrumpida durante la guerra contra la Confederación Perú-Boliviana, a partir del conocido tratado de Paucarpata.

Durante la guerra entre la Confederación Perú-Boliviana y el Ejército Unido Restaurador, formado por chilenos y peruanos opositores a la Confederación, ambos bandos se disputaron el destino de Perú como territorio compartido con Bolivia o como país soberano respectivamente. El Congreso de Chile envió tropas comandadas por el almirante Manuel Blanco Encalada, acompañado por el coronel Antonio José de Irisarri como consejero privado del líder militar y como representante plenipotenciario del país.

No obstante, al desembarcar en Arequipa para comenzar la invasión, las fuerzas restauradoras se vieron ampliamente superadas por las de la Confederación, comandadas por el general Andrés de Santa Cruz. Como consecuencia, Blanco Encalada e Irisarri se vieron obligados a aceptar un acuerdo de paz entre ambos bandos para asegurar la vida de sus hombres a cambio de que los mismos reconocieran la autoridad de la Confederación y aceptaran no volver a tomar las armas en su contra, acuerdo conocido como el tratado de Paucarpata, por ser este el lugar donde se llevaron a cabo las negociaciones.

Irisarri abrió la primera reunión con el general de la Confederación Ramón Herrera, donde, además de la seguridad de sus hombres chilenos, solicitó también la seguridad de los peruanos restauradores y que no se tomara represalías contra ellos. Los representantes chilenos firmaron el tratado en la segunda reunión, el 17 de noviembre de 1837.

Sin embargo, al regresar las tropas a Chile y al enterarse el Gobierno de lo sucedido, este no reconoció las decisiones de Blanco Encalada e Irisarri en Perú ni aceptó las condiciones del tratado. Como consecuencia, el organismo acusó a Irisarri de traición y fue condenado a muerte en su ausencia, pues para ese momento este aún no había abandonado Perú. En vista de las circunstancias, Irisarri se exilió a Colombia y nunca más regresó a su país.

¿Sabías qué?
El deseo de Irisarri por una vida pacífica y familiar en Chile, sumado a la vieja amistad que compartía con Andrés de Santa Cruz, fue el motivo por el cual Irisarri participó en la expedición en contra de su voluntad.
Retrato de Antonio José de Irisarri.

El intendente Benjamín Vicuña Mackenna

Benjamín Vicuña Mackenna fue un abogado e historiador chileno que brindó un gran aporte a la política del país, y por ello se considera uno de sus personajes más representativos. Entre sus contribuciones figuran sus acciones como intendente, época en la que la capital experimentó uno de los mayores avances urbanos de su historia.

Vicuña Mackenna se convirtió en intendente de la ciudad de Santiago de Chile en 1872, bajo el mandato del presidente Federico Errázuriz Zañartu. Una vez en el cargo, se dispuso a transformar y modernizar por completo la capital, inspirado en el progreso urbano que había observado durante sus viajes por Europa, especialmente en Francia.

Durante su administración figuran alrededor de 20 reformas significativas a la ciudad, entre las que figuran la optimización y mejoramiento de los servicios públicos, como los de transporte, seguridad, y la extensión de los sistemas de agua potable e iluminación de calles y avenidas. Además hizo construir edificaciones y estructuras de gran importancia que actualmente forman parte de la identidad de la ciudad, como el parque urbano del cerro Santa Lucía, el sistema de carreteras conocido como Camino de Cintura que marcaría los límites del centro de la ciudad, y la canalización de parte del río Mapocho para su aprovechamiento. Entre estas construcciones nuevas se encuentran además un gran número de mercados, escuelas, plazas y zonas verdes.

En 1876 abandonó el puesto como intendente para postularse por el puesto de presidente de la República en representación del Partido Liberal Democrático, aunque se retiró antes de los comicios al ser opacado por sus contendientes, en especial Errázuriz Zañartu. Desde entonces se mantuvo en el cargo de senador por Santiago y Coquimbo hasta poco antes de su muerte en 1886.

¿Sabías qué?
Los aportes de Vicuña Mackenna al pueblo chileno no se limitaban a la política, pues tenía participaciones activas en otros ámbitos. Ejerció como voluntario de la 3ª Compañía del Cuerpo de Bomberos de Santiago, de la cual fue su director, y escribió decenas de decenas de textos, principalmente de contenido histórico.
Monumento a Benjamín Vicuña Mackenna, en las inmediaciones del cerro Santa Lucía.