A finales del siglo XV, el Imperio español creó los virreinatos, instituciones locales y administrativas para el gobierno. Después del descubrimiento de América, los virreyes fueron los representantes personales del rey de España y manejaron grandes territorios, entre esos los del virreinato del Perú y los del virreinato del Río de La Plata.
Virreinato del Perú
Virreinato del Río de La Plata
Territorio
El virreinato abarcó los territorios de las actuales repúblicas de Perú, Bolivia, Chile, Argentina, Colombia, Ecuador, Panamá, Paraguay y Uruguay; así como el área oeste y sur de Brasil y el sur de Venezuela.
El virreinato abarcó zonas territoriales de las actuales repúblicas de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay.
Período
1542-1824
1776-1814
Capital
Lima (1542 – 1821) y Cuzco (1821 – 1824)
Buenos Aires
Idioma
El español era el idioma oficial, pero también se hablaba quechua, aimara y otras lenguas nativas.
El español era el idioma oficial, pero también se hablaba quechua, aimara y otras lenguas nativas.
Rey
Carlos I (1542 a 1556)
Fernando VII (de derecho) (1808 – 1824)
Carlos III (1776 a 1788)
Fernando VII (de derecho) (1808 – 1814)
Origen
En 1534, los españoles terminaron la conquista del Perú, acto que también dio fin al Imperio inca e inicio a un conflicto entre los conquistadores. Para terminarla, el rey Carlos I firmó la creación del virreinato del Perú en sustitución de las antiguas gobernaciones.
El virreinato del Perú ocupaba una gran región, lo que dificultaba las tareas del gobierno. Razón por la que se dividió el territorio y se creó un nuevo virreinato. También influyó la ambición de Portugal sobre la Banda Oriental y el auge comercial que tenía Buenos Aires.
Historia
Primer virrey
Fue Blasco Núñez Vela, nombrado el 1° de marzo de 1543. Su autoridad fue limitada y al poco tiempo fue asesinado por Pizarro.
Reparto de Guaynamarina
Pedro de la Gasca eliminó unas gobernaciones y redistribuyó las encomiendas en el Perú para restablecer el orden.
Nuevo virrey
Francisco Álvarez de Toledo fue nombrado virrey. Su mandato fue considerado el más eficiente.
Conflicto con los mapuches
Los mapuches no aceptaban el dominio español y lucharon por su territorio. Los españoles enviaron cientos de tropas para la campaña contra los mapuches en la guerra de Arauco.
Reformas borbónicas
España cambió de dinastía a la casa Borbón, la cual limitó el poder de las autoridades del virreinato y reforzó el control del ejército desde la ciudad.
Reducción del territorio
Las reformas borbónicas provocaron la reducción del virreinato y dos nuevos virreinatos aparecieron: el de Nueva Granada y el del Río de La Plata.
Poca importancia comercial
Las decisiones tomadas por la Corona causaron la caída comercial del virreinato. Y Lima perdió su condición como principal ciudad de las colonias españolas en América.
Independencia
Los movimientos de emancipación se expandieron por todos los territorios del virreinato durante el siglo XIX. Aunque había resistencia española, ya en 1820 Guayaquil proclamaba su independencia.
Fin del virreinato
La segunda década del siglo XIX marcó la emancipación de Chile y Perú. Con la batalla de Ayacucho en 1824 ganada por Sucre frente a los realistas el virreinato del Perú llegó a su fin.
Primer virrey
El 27 de julio de 1776, el rey nombró a Pedro Cevallos como virrey, gobernador de Madrid y capitán general del corregimiento del Cuyo.
Expedición de Cevallos
Expedición militar que pretendía acabar con las incursiones portuguesas y disuadir a los ingleses para que atacaran los puertos.
Nuevo virrey
Cevallos terminó su misión y el 29 de junio de 1778 recibió el mando como virrey Juan José Vértiz y Salcedo.
Intendencias
Este virreinato se dividió en 8 intendencias por una Real Ordenanza promulgada en 1782. Al año siguiente se estableció la Real Audiencia de Buenos Aires.
Invasiones inglesas
Inglaterra intentó tomar el territorio de Buenos Aires en dos ocasiones, pero fueron derrotados y obligados a abandonar por completo la región.
Bonaparte y José I
Estos personajes enviaron a Sassenay para que jurara lealtad al monarca impuesto por la ocupación francesa, pero sus exigencias fueron negadas.
Revolución de Chuquisaca
El gobernador fue destituido y se formó una Junta de Gobierno. La rebelión se extendió a La Paz, acto conocido como el Primer Grito Libertario de América.
Revolución de Mayo
Los rebeldes, aún en el virreinato, desacataron Semana de Mayo, lo que resultó en la destitución del virrey Baltasar Hidalgo y la sustitución por la Primera Junta de Gobierno. Allí inició la desintegración del virreinato.
Fin del virreinato
La lucha entre los independentistas y los realistas fue continua. En junio de 1860 España reconoció la independencia de Argentina, y luego las de Bolivia, Paraguay y Uruguay.
Organización política
Rey español, la máxima autoridad.
Consejo de Indias, administradora de las colonias.
Virrey, representante del rey.
Audiencias, tribunal de justicia superior del virreinato.
Corregimiento e intendencia, zonas administrativas del virreinato.
Cabildos, administradores de las instancias más pequeñas.
Curacazgo, jefe político de los ayllu.
Rey español, la máxima autoridad.
Intendencias, también llamadas provincias.
Virrey, representante del rey.
Gobernadores intendentes, nombrados por el rey.
Corregidores y cabildos, administradores de las instancias más pequeñas.
Organización social
Españoles peninsulares, quienes ocupaban los cargos principales del virreinato.
Criollos, hijos de españoles nacidos en el virreinato.
Clase media, formada por españoles y criollos son fortuna.
Curacas, representaban la clase alta de la República de los indios.
Mestizos, producto de la unión entre españoles, nativos y negros.
Esclavos, clase social más desfavorecida.
Clase alta, compuesta por españoles. Estaban allí los altos funcionarios, dignatarios, comerciantes y terratenientes.
Clase baja, formada por la población de castas de mezcla.
Esclavos, principalmente africanos trasladados a América como manos de obra.
Gauchos, especialista en el trabajo con el ganado.
Nativos, aunque legalmente no podían ser esclavizados, eran usados como mano de obra barata.
Economía
Basada principalmente en la minería, la agricultura, la ganadería y el comercio.
Basada principalmente en la actividad extractiva-exportadora. Destacaba la ganadería, la minería y el comercio.
El virreinato constituyó la máxima expresión territorial y político-administrativa que existió en la América española. Debido a las grandes extensiones de sus posesiones en América, la Corona Española recurrió entonces a la división por virreinatos y así garantizar el dominio y la autoridad real en el nuevo continente.
CAUSAS DE SU CREACIÓN
Conforme los conquistadores fueron ganando tierras para la corona española también fueron en aumento sus peticiones de cargos ya que la corona los recompensaba otorgándoles títulos de gobernadores y capitanes generales, aunque pronto se haría evidente que podían llegar a surgir fuertes señoríos en sus posesiones indianas.
La inexistencia de fronteras entre las primeras gobernaciones y su continua expansión gracias a la suma de conquistas daría lugar a que surgieran conflictos entre los gobernadores. Para controlar esta situación y para unificar regiones se planteó la necesidad de crear una instancia superior que garantizara la unidad y cohesión de los nuevos territorios. Así, dentro de la institución virreinal quedaron comprendidas las demás instancias de gobierno y administración: las audiencias, las gobernaciones, las alcaldías mayores o corregimientos y los municipios o cabildos.
EL VIRREY
El virrey era el título con el que se conocía al responsable de administrar y gobernar, como representante y en nombre de la corona española, un país o una provincia. De este modo, y ejerciendo plenamente las prerrogativas regias, su figura tuvo especial importancia por la enorme acumulación de territorios que, debido a su dispersión y la imposibilidad de comunicaciones rápidas, no podía gestionarse de forma centralizada.
Así las cosas, el virrey poseía atribuciones administrativas, militares, judiciales y financieras. En su persona, pues, reunía tres atribuciones: gobernador, capitán general y presidente de la audiencia, cargos que debía desempeñar en el marco de una compleja relación con las demás autoridades.
EL VIRREINATO COLOMBINO
En primera instancia, el primer virreinato otorgado en América recayó en la figura de Cristóbal Colón, según consta en las Capitulaciones de Santa Fe concedidas por los Reyes Católicos antes de que el famoso almirante iniciara su primer viaje rumbo a las Indias. Así como en su condición de almirante le correspondía el mando y la jurisdicción sobre las aguas de la Mar Oceánica (hoy Océano Atlántico), en su calidad de virrey ejercería el poder sobre las tierras descubiertas y por descubrir.
Sin embargo, el llamado Virreinato colombino tuvo una corta duración, ya que desde un primer momento los Reyes Católicos restringieron las facultades del almirante, y pese a que su hijo Diego obtuvo el cargo de manera honoraria, terminó extinguiéndose definitivamente en 1536.
EL VIRREINATO DE NUEVA ESPAÑA
Tras la destrucción del Imperio Azteca y el sometimiento de los nativos, los conquistadores españoles se dispusieron a derribar la antigua capital azteca, Tenochtitlán, y fundar una nueva ciudad de aspecto europeo, la actual Ciudad de México, que se convertiría en la capital del Virreinato de Nueva España. De este modo, y con la construcción de la nueva capital, España puso especial énfasis en la europeización de los territorios recién conquistados, introduciendo instituciones políticas occidentales, con el objetivo de afianzar su dominio en la región. Una vez derribados los últimos vestigios de dominación indígena a manos de Hernán Cortés, designado como Capitán General de la región, la metrópoli decidió constituir estos nuevos territorios como un virreinato, delegando la función de virrey sobre Antonio de Mendoza, en 1536.
En su máxima extensión, el Virreinato de Nueva España ocupó toda América Central y las Antillas, y llegó a abarcar territorios propios del centro y sur de los actuales Estados Unidos y Filipinas. Ahora bien, el impacto demográfico producido tras la conquista sería enorme. De hecho, un alto porcentaje de la población nativa moriría a causa de las enfermedades traídas desde Europa, tales como la viruela o la tuberculosis. Por otra parte, los sistemas de trabajo forzado a los que fueron sometidos los indígenas aceleraron el retroceso demográfico iniciado durante los primeros años de la conquista.
En el plano económico, en el Virreinato de Nueva España obtuvo especial relevancia la minería y el comercio. Asimismo, otras actividades importantes fueron la agricultura (maíz, cacao y otros productos originarios de la antigua Mesoamérica), y la ganadería (introducida por los europeos, quienes trajeron la mayor parte de los animales criados).
El descubrimiento de numerosos yacimientos mineros captó entonces la atención de la Corona, que inmediatamente dispuso su explotación. De estos yacimientos, pues, se extraían materiales tales como el oro, la plata, el cobre y el hierro. Con todo, la creación de ciudades mineras, en torno a las minas, produjo el surgimiento de nuevas explotaciones agrícolas y ganaderas dedicadas a su abastecimiento. Las principales minas de Nueva España fueron la de Zacatecas (1546), Pachuca (1552), Fresnillo y Guanajuato (1554), y finalmente San Luis Potosí (1592).
Por su parte, la regulación comercial quedaría en manos de la Casa de Contratación con sede en Sevilla. De hecho, el monopolio y las políticas proteccionistas impuestas por la metrópoli impidieron el óptimo desarrollo por todo el virreinato. El comercio directo con otras zonas del imperio estaba prohibido, con lo cual muchas medidas proteccionistas conducirían al apogeo de actividades ilícitas tales como la piratería o el contrabando.
EL VIRREINATO DE NUEVA GRANADA
El Virreinato de Nueva Granada abarcó los actuales territorios de Ecuador, Colombia, Panamá y Venezuela. Fue creado mediante Real Cédula el 27 de mayo de 1717 uniendo la Real Audiencia de Quito, la Capitanía General de Venezuela y la Real Audiencia de Santa Fe. De hecho, la Corona se vio obligada a constituir este nuevo virreinato por dos razones principales: era la zona más importante de producción aurífera y su estratégica posición le permitía enfrentar con efectividad el contrabando y la piratería. La ciudad de Bogotá, pues, pasó a ser la capital del nuevo virreinato, convirtiéndose de esta manera en uno de los principales centros de actividad de las posesiones del imperio en América.
Su fundación obedece a la nueva política borbónica de reorganización administrativa y de reforma y modernización de los sistemas de extracción y comercialización de materias primas obtenidas de las colonias. De existencia intermitente, el Virreinato de Nueva Granada fue disuelto y vuelto a formar en numerosas ocasiones: tras su primera fundación en 1717, fue disuelto por dificultades económicas en 1724; refundado en 1740, fue nuevamente disuelto por los independentistas que se hicieron con el poder en 1810 y recuperado por Fernando VII en 1816. Finalmente, sería reemplazado por una nueva entidad, la Gran Colombia, tras ser definitivamente disuelto por los independentistas en torno a 1822.
EL VIRREINATO DEL PERÚ
El Virreinato del Perú sería la entidad político-administrativa fundada en 1542 tras el sometimiento del Imperio Inca. Así, en su máxima extensión, abarcaría territorios que actualmente se corresponden con Perú, Ecuador, Bolivia, Colombia, y parte de Argentina y Chile. De este modo, los primeros asentamientos comenzaron a desarrollarse tras la captura de Cuzco, principal ciudad inca, por parte de Francisco Pizarro, en 1534.
Fruto del choque de intereses entre los distintos conquistadores, el virreinato vivió cuarenta años de caos administrativo, principalmente como consecuencia del desigual reparto de la tierra. No obstante, a mediados del siglo XVI, Francisco de Toledo, virrey del Perú, lograría encauzar la situación y establecer un marco administrativo estable, que se prolongaría durante todo el período colonial.
Quizás una de las particularidades más significativas del Perú estuvo en la temprana explotación de los metales preciosos, cuyo centro más importante fue el cerro rico de Potosí, descubierto por los españoles en 1545.
Durante el siglo XIX, época en la que se suceden los distintos alzamientos independentistas a lo largo del continente, el Virreinato del Perú se mantendría como principal bastión de los realistas, hasta su disolución, en 1824, tras la Batalla de Ayacucho. Asimismo, el Perú sería también testigo de los alzamientos de Túpac Amaru II y Túpac Katari, precedentes de la futura emancipación latinoamericana.
EL VIRREINATO DEL RÍO DE LA PLATA
El Virreinato del Río de la Plata fue creado en 1776 por orden de Carlos III. Nacido de una escisión del Virreinato del Perú, integró los territorios de las gobernaciones de Buenos Aires, Paraguay, Tucumán y Santa Cruz de la Sierra, el corregimiento de Cuyo de la Capitanía General de Chile y los corregimientos de la provincia de Charcas. De este modo, abarcó los actuales territorios de Argentina, Bolivia, Uruguay y Paraguay, y partes del sur de Brasil y el norte de Chile. Su capital se situó en Buenos Aires, fundada en 1580 por Juan de Garay.
Las causas de la creación de este virreinato surgieron de la necesidad de la metrópolis de defender sus posesiones al sur del continente de las ambiciones de otras potencias coloniales, como Inglaterra y Portugal. Al encontrarse toda esta zona bajo administración del Virreinato del Perú, el tráfico entre Lima y Buenos Aires era muy lento y hacía difícil organizar la defensa de Buenos Aires en caso de un eventual ataque.
La economía en este virreinato seguía el modelo extractivo-exportador, y al igual que el resto de los virreinatos y la propia metrópolis, se mostró ajeno a la proto-industrialización surgida en el siglo XVIII. La ganadería, asentada principalmente en Buenos Aires, constituyó una importante actividad económica. Por su parte, la minería no ocupaba el lugar preferencial que poseía en el resto de los virreinatos, aunque la actividad minera se limitaba a una serie de yacimientos explotados en la actual Bolivia, y desde el puerto de Buenos Aires se exportaban enormes cantidades de oro y plata llegadas, principalmente, del Alto Perú. El comercio, centrado en la exportación de ganado y derivados, cereales, oro y plata, estaba fuertemente regulado por la metrópolis, lo cual favoreció la proliferación de actividades contrabandistas. La actividad comercial estaba en manos de unos pocos españoles, los cuales a su vez, detentaban gran parte del poder político.