Programar no es sólo para los programadores

Saber programar, hoy en día, es como saber leer y escribir. ¿Te parece muy difícil? Vas a ver que no.

Por Educ.ar

Seguramente, usás mucho la computadora y los programas que vienen cargados o que le cargaste vos. Ahora, el desafío es dar un paso más: que puedas programar para producir cosas nuevas tales como historias interactivas, juegos, animaciones y simulaciones.

Quizá pienses que programar es muy difícil, y que es algo para pocos que saben mucho. Pero, en verdad, es tan sencillo como aprender a «decirle» a la computadora qué querés que haga. Es enseñarle a hacer algo y después pedirle que lo realice. Una vez que lo sepas, vas a poder poner en práctica tus ideas, convertirlas en realidad y compartirlas.

Si sabés programar, la computadora te abre la puerta a un mundo sin límites y lleno de posibilidades para expresarte y crear.

Atención: no quiere decir que todos tengamos que ser programadores, sino que tener algunos conocimientos pueden resultar muy importantes para cualquier área o carrera en la que elijas especializarte en el futuro.

¿Qué aprendemos cuando programamos?

Los expertos cuentan que aprender a programar es algo muy parecido a aprender un idioma nuevo. Por ejemplo, para que una persona maneje bien el español, tiene que aprender no solo a leer, sino también a escribir. De la misma manera, para manejar la tecnología, hay que aprender a «escribir» en su lenguaje y crear con ella.

Fuente: http://www.educ.ar/sitios/educar/blogs/ver?id=120954&referente=estudiantes

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Pedaleando en red

En esta nota, te presentamos algunas ideas para pensar y descubrir todas las formas en que la bicicleta e internet pueden relacionarse, ¿te parece raro? Si tu respuesta es sí, entonces… ¡te vas a sorprender mucho!

Por Sebastián Friedman

Podemos pensar que la bicicleta nos hace libres, porque cuando pedaleamos vamos a nuestro propio ritmo y tenemos tiempo para disfrutar el camino, elegir el recorrido y cambiarlo todos los días para no aburrirnos. Con la bici, podés parar, dar vueltas, seguir y todo esto sin contaminar. También, ejercitás tu cuerpo y hacés muy poco ruido.

Para empezar, si querés tunear tu bicicleta sin gastar mucha plata, te contamos que hay un montón de sitios con ideas piolas para que hagas accesorios usando objetos que en general van a parar al tacho de basura y otros materiales de bajo costo. Por ejemplo, en la foto de abajo, vemos el canasto bidón ideado por Dina Stasta para su proyecto 2.° Ciclo Producción Sustentable. El canasto fue realizado con un típico bidón de lavandina de 10 litros y los cierres y las tiras fueron recuperadas de una mochila vieja.

Está bueno que sepas que hay muchísismos materiales para usar como accesorios de la bici. Otro ejemplo es el caso de las bambucicletas, que se fabrican en Rosario, provincia de Santa Fe, y que están hechas con caña de bambú. Si vivís cerca de una zona donde tenés acceso a la caña de bambú, podés empezar con esta sencilla idea para reemplazar el manubrio de tu bici por esta flexible y liviana opción, mirá la foto.

Además de muchas ideas para tunearla, hay muchas otras formas de conexión entre la bici y la web. En el barrio de Villa Urquiza, en la ciudad de Buenos Aires, funciona La Fabricicleta, un espacio recuperado por los vecinos, donde se organizan salidas, encuentros y talleres para aprender a arreglar tu bici. Entre todas las movidas que proponen, hicieron una guía para armar un taller popular de bicicletas en tu barrio. Imaginate qué genial sería organizar un taller de bicis en cada barrio, por todo el país, en donde cualquier persona pueda ir gratuitamente a aprender y compartir experiencias y conocimientos sobre el universo de la bicicleta. Así que, si te das maña con las herramientas y te animás, podés juntarte con otros, arrancar uno en tu lugar y contarnos cómo te está yendo.

Andar en bicicleta es también una forma de pensar y circular por la ciudad, así lo pensó, allá por el año 1992 en la ciudad de San Francisco en Estados Unidos, un grupo de ciclistas que se reunieron para protestar por los problemas del tránsito. El encuentro se llamó Masa Crítica y fue una experiencia tan poderosa que decidieron repetirla una vez al mes, en el mismo lugar y a la misma hora. Con el tiempo, la movida creció y se multiplicó en distintos lugares del mundo gracias a las redes sociales. El nombre, Masa Crítica, representa la idea del poder que se puede generar cuando las personas se juntan con una idea en común. Date una vuelta y chusmeá un poco su blog (Masa Crítica versión Buenos Aires), vas a encontrar muchas fotos y videos muy divertidos.

Así que si no hay Masa Crítica en tu lugar, y te parece una buena idea, ¡podés empezar una!

Fuente: http://www.educ.ar/sitios/educar/blogs/ver?referente=estudiantes%20&id=%20121139&cat=ed_blogs_cat_estudiantes

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Compartir

Hoy en día, compartir es una acción que tiene nuevos significados gracias al desarrollo de la tecnología. ¿Cómo compartís tus archivos? ¿Qué sitios usás? Acá te dejamos algunos datos que pueden servirte.

Por Giulia Santantonio

Viste un video que te gustó, escuchaste una canción de la que hablaron con tus amigos o leíste que salió una nueva peli, y lo publicás en tu muro de Facebook para compartirlo con tu entorno, es decir, con gente con la que tenés intereses en común. Seguro que, de la misma manera, estas personas también comparten información que a vos te gusta o te parece interesante. ¡De eso se trata compartir y hay un montón de maneras de hacerlo!

Compartir también es muy útil a la hora de hacer trabajos o producciones en grupo. Por ejemplo, si tenés que hacer un trabajo grupal en la compu y cada uno tiene que hacer una parte, van a tener que compartirlo de alguna manera para después juntarlo, imprimirlo y entregárselo a la profe, ¿no es cierto?

Antes, cuando no existía internet, estaban los disquetes: se guardaba todo ahí y se abrían en cualquier computadora. Así se pasaron muchos archivos hasta que llegó el CD y después el pendrive.

Con la aparición de internet, se empezó a mandar todo por correo electrónico: nunca se perdía nada y siempre se podía volver a las versiones anteriores. De todas maneras, que a menudo las casillas no tuvieran la capacidad suficiente para mandar archivos grandes podía ser un problema. Actualmente, mucho se comparte por Facebook, aunque sobre todo de una manera pública y abierta.

Hoy también existen sitios específicos que hacen que toda esa información que se quiere compartir quede en la nube (ese espacio virtual donde está todo). Lo bueno de esto es que no hay que acordarse de llevar ni CD ni pendrive y que se puede abrir desde cualquier compu con conexión a internet.

Por ejemplo, en muchos lugares se usa Dropbox: solo te registrás y pasa a ser una carpeta más de la compu, pero que ¡podés abrir desde cualquier compu!

También se usa Google Drive, donde con una cuenta de Gmail, además de compartir archivos, vas a poder chatear sobre lo que estás haciendo con tus compañeros.

Otra manera de hacerlo es a partir de una red. Esto significa que sos parte de un conjunto de compus que están conectadas entre sí. Se suben los archivos a una carpeta en red y se comparten. Y para esto no es necesario tener internet, sino solo pertenecer a este grupo de compus.

Si usás Huayra y pertenés a una red en la escuela, hay una opción mucho más específica: Huayra Compartir. Por un lado, podés usar la carpeta Compartir Web y todo lo que guardes allí lo vas a poder descargar usando el navegador web. Pero también podés usar IpTux, un chat que detecta automáticamente todas las netbooks conectadas a la misma red y con las que podés chatear y compartir archivos.

¿Conocías estos programas para compartir tus archivos/material? Y, si no, ¡probalos y contanos cómo te fue! ¿Qué beneficios les descubriste, en qué te ayudaron?

Fuente: http://www.educ.ar/sitios/educar/blogs/ver?referente=estudiantes&id=123027&cat=ed_blogs_cat_estudiantes

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¿Estás seguro?

Intercambiar imágenes, videos y opiniones en internet permite el acceso a un mundo de relaciones que también exige cierta precaución. Hoy, lo que decimos y mostramos en las redes sociales se expande a gran velocidad y tiene alcances que no podemos controlar. Por eso, antes de compartir alguna información, conviene reflexionar para luego, sí, dar un clic seguro. Sobre esto y mucho más nos habla Sergio Balardini, un especialista.

Por Educ.ar

¿Quién es Sergio Balardini?

Sergio Balardini es psicólogo y trabaja, hace años, en temas relacionados con la juventud. Para ello se vincula constantemente con adolescentes de todo el país. Actualmente, se interesa en las subjetividades que surgen a partir de las tecnologías que utilizan los jóvenes cada vez con más naturalidad. Trabaja para la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y la Fundación Friedrich Ebert (FES).

Según las investigaciones, ¿cuáles son los comportamientos más comunes de los adolescentes en relación con la tecnología?

 La primera cuestión que hay que tener en cuenta es que ya no hay un adentro y un afuera de la tecnología. Los chicos usan internet como un continuo de sus vidas reales. Por esta vía, siguen haciendo cosas que ya venían haciendo, como por ejemplo escuchar música. Además, ven videos y buscan mucha información. Los chicos se informan, prácticamente, a través de internet y la televisión. Otra cosa, por supuesto, es permanecer conectados por medio del chat. Está naturalizado que los jóvenes que tienen las condiciones materiales para hacerlo –es decir, que cuentan con computadora en sus casas– llegan y encienden la computadora, y dejan el chat permanentemente abierto. Las nuevas tecnologías facilitan estar conectados permanentemente.

En las redes sociales, ¿también se ve ese continuo entre el afuera y el adentro? 

Las redes sociales son la frutillita de un postre que ya se venía preparando. Los chicos ya se comunicaban mucho vía chat. Ya enviaban plurimensajes a través del celular. Ya existía la base sobre la cual funciona esto de estar conectados, enredados, comunicados todo el tiempo. Las redes sociales desarrollaron una plataforma para eso que ya estaba facilitado, potenciado, expandido, y ese es uno de los elementos de su éxito.

¿Cuál es la actividad más común de los jóvenes en las redes sociales?

Hay que pensar las redes sociales como la plaza pública: un lugar de encuentro, que ofrece muchas más posibilidades que el chat. La inclusión de imágenes, por ejemplo, es muy significativa en esta época, y para los adolescentes en particular. Por supuesto que hay otras cuestiones que tienen que ver con la posibilidad de armar grupos de interés, la pertenencia, la identidad. Las redes sociales son una plaza pública para estar, pero que permite diferentes modos de estar. Y esto se vuelve funcional al continuar la vida por fuera de internet.

¿Este tipo de actividades supone riesgos?

Siempre hay riesgos. Hay riesgos por fuera de internet, por supuesto. En otros tiempos, uno trataba de ser cuidadoso como adulto y, a su vez, trataba de educar a los chicos para que aprendieran a cuidarse en la calle. Pero internet y la tecnología producen fenómenos nuevos. Antes, si uno decía algo oralmente, eso no quedaba documentado en ningún sitio. Entonces, al día siguiente uno se podía olvidar y nadie podía hacerte rendir cuentas, salvo la persona a la que se lo habías dicho. Era algo que tenía vida efímera. Lo que cambia ahora es la temporalidad y la extensión espacial de este tipo de fenómenos. Cuando subís una foto o un video, no depende solo de vos a quién le va a llegar. Es algo prácticamente inabarcable hasta dónde puede llegar o cuánto tiempo pueden permanecer los efectos de estas acciones.

Después, hay otros temas. Como en la vida real, en internet también hay gente que vive buscando de qué manera puede apropiarse indebidamente de algo. Al subir una foto que dice “Nos fuimos de vacaciones”, “Vamos a estar quince días afuera”, “Qué linda la playa” y poner la foto de la casa de la que te fuiste y el teléfono fijo de ese lugar o la dirección, estás avisando que no hay nadie en tu casa. Esto también les llega a otras personas, más allá de las que uno conoce. En general, los chicos construyen sus propios sistemas de cuidado, entonces, por ejemplo, dicen: “Yo, antes de aceptar a alguien que no conozco que me pide ser su amigo, miro cuántos de mis amigos lo tienen y a quién le puedo preguntar por él”. Pero también sucede que aparece la foto de una chica o un chico lindos y se los acepta por eso.

¿Cuál debería ser entonces el rol de los adultos?

A mí me resulta muy interesante que haya adultos tensionando una conversación, porque el adulto siempre, para bien o para mal, tiene más experiencia. Eso permite hablar, sin ponerse en el lugar de maestro ciruela, y entablar cierto diálogo que ayuda a los chicos a pensar dos veces, tres veces, antes de subir una foto, un video o una opinión comprometedora.

Es importante que los adultos asuman ese rol, porque en esta sociedad, tan parecida al Gran Hermano, la cuestión de la privacidad, que es el otro gran tema, está muy diluida. Cuestiones que en otros casos uno diría: “Bueno, estas son fotos del orden de lo íntimo” hoy ocupan el espacio de lo público, legitimado por lo que se ve en los medios masivos, fundamentalmente en la televisión.

En tiempos de exposición, cuando la imagen tiene mucho que ver con la construcción de la identidad y el reconocimiento, con una cierta gratificación emocional, la imagen expuesta es un bien valorado. Uno podría pensar y estar de acuerdo con que lo público y lo privado no siempre fueron lo mismo, pero eso puede cambiar; las nuevas tecnologías empujan en esa dirección. Ahora, como adulto, entre los roles de protección y de cuidado, aparece alertar sobre las posibles consecuencias de algunas cosas que, al menos hasta hace muy poco, operaban negativamente si se hacían públicas. Ciertas acciones pueden tener un efecto no benéfico en la historia futura. Entonces, como adultos, tenemos que alertar y decir: “Mirá, sería conveniente que pienses dónde está el límite, en mi opinión está acá, yo creo que debería ser este”.

¿Los jóvenes perciben los riesgos?

Yo creo que sí, la mayoría de los jóvenes tienen idea de estas cosas. Lo que no tienen es la perspectiva, porque esto es algo que da el tiempo. Por eso, es necesaria la presencia de un adulto. Lo que pasa es que cuando los adultos solamente censuran, los adolescentes prefieren la ausencia del adulto. Por ejemplo, muchos adolescentes refieren que han pasado por situaciones incómodas, pero no le han contado a ningún adulto. Dicen que no entienden: “Lo que van a hacer es apagarme la computadora, decirme que no me conecte más, me van a sacar el Facebook, entonces prefiero no decirles”. Por lo tanto, no solo se necesita, a mi juicio, un adulto que pueda intervenir, sino un adulto que pueda dialogar.

¿Existe un uso responsable de internet?

El uso responsable de internet, en realidad, es cierta traducción de las conductas responsables que uno lleva en la vida. Existe toda una serie de herramientas, recursos y propuestas para actuar en internet. Lo interesante es cuando este tipo de propuestas son conversadas con los adolescentes. Cuando se puede construir en conjunto. Cuando uno propone debatir ciertas cuestiones, eso genera finalmente las mejores medidas, decisiones o modos de hacerlas cosas, a partir de la apropiación de los adolescentes. Si los adolescentes no participan en la discusión, es muy difícil que luego se apropien de esos modos de hacer. Muchas veces, los adultos no hablamos con claridad y firmeza a partir de nuestras convicciones, porque tememos quedar como autoritarios. Pero argumentar a favor de lo que realmente creemos es un muy buen punto de partida para establecer un diálogo sensato. Cuando nos cerramos al diálogo, los adultos solemos dar respuestas para un mundo que ya no existe más, que quedó en el pasado, y eso los jóvenes lo perciben.

Fuente: http://www.educ.ar/sitios/educar/blogs/ver?referente=estudiantes%20&id=%20117938&cat=ed_blogs_cat_estudiantes

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El periodista sos vos

Lejos quedaron los tiempos en que todos los periodistas eran personas famosas, productores de información que encontrábamos en la pantalla del televisor y en el espectro radiofónico. Hoy, las nuevas tecnologías ponen toda la información a tu alcance, en variados soportes y formatos, y el periodista podés ser vos.

Por Conectar Igualdad

En el viejo periodismo, los lectores —¡cómo no!— leían. Pero se limitaban a eso: compraban el diario y leían. O miraban televisión y, en el mejor de los casos, comentaban las noticias con amigos y colegas. O escuchaban la radio, que hasta hace un tiempo fue el más interactivo de los medios, en tanto te permitía comunicarte de una manera más o menos inmediata… siempre que tuvieras la suerte de poder comunicarte.

Con la llegada de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, todo cambió. De pronto, los lectores se convirtieron también en productores de información y comenzaron a interactuar con las noticias de nuevas formas. Simultáneamente empezaron a cuestionar el rol de los grandes medios, obligándolos a adecuar sus contenidos a los gustos y necesidades de los nuevos consumidores.

Primero fueron los blogs

Durante los primeros años de internet, no era sencillo para los usuarios producir contenidos. Servicios como el de GeoCities —que ya no existe— o cualquiera que ofreciera páginas personales resultaban revolucionarios, pero en verdad publicar información en tiempo real y actualizarla era bastante complicado.

Con la aparición de la web 2.0 y los servicios de blogging, las cosas cambiaron radicalmente. Crear un blog en WordPress o Blogger, entre muchas herramientas más, es muy fácil, y configurarlo toma unos segundos. Ni siquiera hace falta saber de programación o diseño: el sistema ofrece plantillas prediseñadas y simplemente podés elegir la que más te guste… y publicar, publicar, publicar. Sin demoras.

Esa extrema facilidad de uso y su inigualable capacidad para publicar información instantánea hicieron que la aparición de los blogs realmente revolucionara el mundo del periodismo. Incluso iniciativas estéticamente muy simples, que utilizaron únicamente las opciones predeterminadas del sistema, como Blog de Viajes, lograron una repercusión altísima. En muchos casos, estos proyectos se convirtieron en un buen negocio o una buena plataforma de lanzamiento para sus jóvenes creadores.

Y llegaron las redes sociales

El fenómeno que las redes sociales produjeron en el periodismo es muy interesante. Si los blogs dieron, tanto a los lectores como a los periodistas por fuera del circuito de los grandes medios, la ocasión de publicar, las redes sociales —en particular, Facebook y Twitter— aportaron la posibilidad de que la información circulara a una escala hasta hace un tiempo impensada para quien no contara con la estructura mecánica de un medio masivo.

La mezcla de consumo de medios, publicación en blogs y réplica en redes sociales ha sido explosiva. No solo democratizó muchísimo el acceso a la información; también dio lugar a una nueva generación de periodistas que pueden pensarse como tales al margen de su inserción en un medio masivo. Periodistas que pueden ejercer su profesión de manera completamente independiente. Y en cualquier momento, desde cualquier lugar, con equipamiento accesible.

Fuente:http://www.educ.ar/sitios/educar/blogs/verreferente=estudiantes%20&id=%20114712&cat=ed_blogs_cat_estudiantes

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Ecología mediática, evolución e interfaces

¿Qué y cómo abordar una ecología mediática? ¿Qué cambios traen aparejados los “nuevos” medios en los dispositivos de comunicación tradicionales? ¿Por qué los conceptos de interfaz,evolución, coevolución e hibridación son necesarios para pensar la convergencia de medios en el siglo XXI? Estos y otros interrogantes son abordados en esta nota del especialista en comunicación Carlos Alberto Scolari. 

Por Carlos Scolari

Cuando terminé la universidad a fines de los años ochenta, no había “nuevos” medios: todo se reducía a radio, diarios, televisión y cine. A partir de 1992, ya radicado en Italia, comencé a interesarme por las interfaces, los hipertextos y las interacciones entre los humanos y las máquinas digitales. Este interés por lo digital me llevó al tema de mi tesis, la semiótica de las interfaces, un trabajo de investigación que se expresó en mi libro Hacer clic (Gedisa, 2004). Para entonces todos mis colegas me identificaban como un “investigador de los nuevos medios” que se interesaba por los gadgets digitales…

Hace ya casi una década tomé conciencia del gran cambio que estaban viviendo los “viejos” medios: la televisión que producía series como 24 o Lost no era la misma que hacía Columbo, y los diarios de la década del 2000 adoptaron un diseño que los alejaba de las viejas publicaciones impresas. Hoy los diarios no son diarios: son páginas web impresas. Los investigadores de lo “nuevo” estábamos tan concentrados frente a la pantalla interactiva que no supimos interpretar lo que pasaba en los “viejos” medios; de la misma manera, los investigadores de la televisión o el cine detectaron cambios, pero no supieron ver la conexión entre esas mutaciones y los “nuevos” medios. Y aquí tenemos una primera conclusión: más allá de la eventual miopía de los investigadores, los “nuevos” medios están modificando a los “viejos”. Podemos decir que la llegada de nuevas especies mediáticas está transformando el ecosistema, obligando a las especies que lo habitaban a adaptarse para sobrevivir.

Hablar de Media Ecology significa sumergirse en las fascinantes obras de Marshall McLuhanNeil Postman,Walter Ong o Robert K. Logan. En estos últimos años fui profundizando un recorrido teórico de investigación que ya está dando sus primeros frutos. En el 2010 publiqué en Quaderns del CAC el artículo “Ecología de los medios. Mapa de un nicho teórico”, un primer mapa descriptivo del territorio de la Media Ecology. A este artículo le siguió “mCommunication. The emergence of mobile communication within the media ecosystem“, un texto que escribimos con Bob Logan publicado en Explorations in Media Ecology (EME), vol. 2010, pp. 169–184.

Sin embargo, como ya comenté varias veces en otras publicaciones, llegó la hora de ir más allá de la mera descripción y comenzar a desarrollar instrumentos teóricos y metodológicos para estudiar a fondo la ecología mediática. El resultado de esta profundización teórica es el artículo “Media Ecology: Exploring the Metaphor to Expand the Theory”, que acaba de publicar la prestigiosa revista Communication Theory después de un riguroso proceso de evaluación (el texto pasó por cinco revisiones a lo largo de un año y medio). A continuación el abstract del artículo y una síntesis en formato Power Point:

This article introduces media ecology and reflects on its potential usefulness for gaining an understanding of the contemporary mutations of the media system. The first section maps the origins of the field, specifically the development of the ecological metaphor. The second section explores the metaphor by including the concepts of evolution, interface, and hybridization in the media ecology discourse. The concept of evolution creates a theoretical framework for studying the history of media and suggests new concepts and questions about media extinction, survival, and coevolution. The concept of interface focuses on the media, subject, and social interactions. Finally, the analysis of media hybridizations is basic for understanding the appearance of new media that combine different devices, languages, and functions. (1)

Como se puede ver, el artículo se propone expandir la teoría ecológica de los medios a través de la incorporación de conceptos como interfazevolucióncoevolución e hibridación. Por un lado, presento la necesidad de complementar la mirada ecológica (sincrónica/espacial) con la mirada evolutiva (diacrónica/temporal): de esta manera podemos comprender las dinámicas del ecosistema en su complejidad. Por otra parte, el concepto de “interfaz” es la clave para analizar los espacios donde se expresan las diferentes relaciones entre los sujetos y los medios, y los medios entre sí. Es en las interfaces donde se pone en juego la evolución de todo el ecosistema mediático.

Actualmente tengo en evaluación otro artículo –”The Echoes of McLuhan: Media Ecology, Semiotics and Interfaces“– y antes de fin de año espero tener otra contribución teórica dedicada a detallar con minuciosidad los cambios que están generando los “nuevos” medios en las “viejas” especies mediáticas. ¿Por qué las comillas? Porque, como escribí en Hipermediaciones (Gedisa, 2008), la diferencia entre viejo y nuevo medio no es un dato teóricamente importante: todos los medios convienen en la misma ecología, algunos llegaron antes y otros después, pero nunca hay que olvidar que los “nuevos” medios de hoy serán los “viejos” de mañana. La televisión era un new media en los años 1950, y los blogs, hasta hace poco un exponente de los new media, cada día se consolidan como una forma poco novedosa respecto a otras experiencias de comunicación como Twitter o Foursquare.

(1) Este artículo introduce el concepto de ecología mediática y focaliza en su uso potencial en la comprensión de las mutaciones contemporáneas del sistema de medios. La primera sección mapea los orígenes del campo de estudio, en especial el desarrollo de la metáfora de la ecología. La segunda sección explora la metáfora al incluir el concepto de evolución, interfaz e hibridación en el discurso sobre ecología mediática. El concepto de evolución crea un marco conceptual para estudiar la historia de los medios y sugiere nuevos conceptos y preguntas sobre la extinción, supervivencia y coevolución de los medios. El concepto de interfaz se focaliza en las interacciones sociales, mediáticas y de sujeto. Finalmente, el análisis de la hibridación mediática es fundamental para entender la aparición de nuevos medios que combinan diferentes dispositivos, lenguajes y funciones.

Fuente: http://www.educ.ar/sitios/educar/recursos/ver?id=109018&referente=docentes

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Las nuevas tecnologías, herramientas para potenciar la mente

Que las nuevas tecnologías se conviertan en verdaderas herramientas de transformación social y que el acceso a ellas sea posible para todos es el desafío que se planteó Alberto Croce, director de la Fundación SES (Sustentabilidad, Educación y Solidaridad). Los especialistas que trabajan en la Fundación creen que en los movimientos juveniles está la clave para contribuir al crecimiento y al bienestar de las comunidades.

Por Conectar Igualdad

¿Por qué nos agrupamos en comunidades?

Los seres humanos nacemos en comunidad. Nacemos de una madre, en una familia, con un entorno. Si el ser humano se queda solo, muere. Eso nos hace formar grupos y no vivir solos. Las comunidades nos ayudan a desarrollar nuestras capacidades y nos transfieren la cultura, elementos constitutivos de nuestra identidad, que superan lo biológico. Necesitamos vincularnos e interactuar, enriquecer la comunidad en la que vivimos y ser parte de ella.

¿Qué es un movimiento juvenil?

Hay organizaciones sociales con distintas finalidades. Algunas están formadas exclusivamente por jóvenes, que tienen algún tipo de interés común y que sostienen una causa en particular; hoy en día, pueden estar ligados a algún activismo social, desde lo ambiental, lo educativo, lo social, lo económico, lo artístico, lo deportivo… Además, hay organizaciones juveniles en los barrios, en los clubes, con fuerte participación social. En los últimos años, estamos viendo un reflorecimiento de la participación de los jóvenes en la política, porque la ven como una herramienta de transformación y de mejoras.

¿Qué encuentran los jóvenes al formar parte de un movimiento?

Una de las cuestiones se vincula con la formación de la identidad. La identidad se construye en interacción con otros, y los movimientos juveniles les permiten a los jóvenes reconocerse a partir de cómo son reconocidos por otros. Este tipo de identidad fortalece la posibilidad de ser y de canalizar energía… Eso después se convierte en acciones concretas de transformación, mejoras sociales, propuestas, denuncias, críticas, compromiso con la realidad…

¿Qué aportan las nuevas tecnologías al desarrollo de las comunidades?

En el contexto actual, tienen un lugar cada vez más retroalimentador. No solo sirven de soporte a cosas nuevas, sino que se generan a partir de las cosas nuevas que pasan. Los usuarios son activos, y las redes son producto de lo que la gente hace. Tienen una enorme potencialidad de desarrollo. Es tan fuerte que pone en juego y en discusión otras cosas, como el uso que se hace de la tierra para estar comunicados: no logramos resolver aún cómo cuidar este mundo y evolucionar, sin dañarlo.

¿Cómo influyen las nuevas tecnologías en la organización de los movimientos juveniles?

Hoy, es casi imposible imaginar un movimiento juvenil que no tenga soporte en las nuevas tecnologías. Creo que Facebook es la red más usada. Es el espacio en el que se les dio lugar a grupos, comunidades, anuncios, que permiten que los jóvenes generen sus propios espacios.

¿Cómo pueden las nuevas tecnologías generar nuevos contenidos?

Las nuevas tecnologías no generan contenidos, sino que permiten el acceso a ellos y su difusión. En la educación popular, sabemos que el método es parte del contenido; por eso, el proceso de aprender con las nuevas tecnologías también es un contenido. La computadora es una herramienta que prolonga la mente, donde está la verdadera potencialidad.

¿Se abren nuevos espacios para la expresión y el arte a partir de las nuevas tecnologías?

Por supuesto, porque estamos hablando de la expansión de la mente, y las computadoras también ayudan a expresar sentimientos, afectos. El tema es que la potencialidad es muy fuerte. Se abre una cultura nueva a partir de todo esto, que requiere una manera distinta de pensar. Hay un campo gigantesco para explorar…

¿Qué competencias deben tener los jóvenes para desarrollarse en el siglo XXI?

Competencia para trabajar en equipo, para ejercer la ciudadanía, los derechos… El espíritu crítico es importante. Es tanta la información que se recibe, que se vuelve fundamental la capacidad de distinguir entre la información relevante y la que no lo es. Otra capacidad es la de pensar con lógica de red. Tenemos que enseñarles a los jóvenes el recorrido mental para buscar datos o información, y que no existe un solo camino o resultado, sino que siempre puede ser diverso.

La Fundación SES es una organización sin fines de lucro que trabaja por la inclusión educativa, social, política y económica de los jóvenes con menores oportunidades. Así, incide en la transformación del sistema educativo e impulsa procesos de participación juvenil en las políticas públicas. La Fundación SES trabaja en tres ámbitos: educación, buscando repercutir en los planes educativos –en la actualidad, implementa el programa nacional “Todos a Estudiar” con el Ministerio de Educación–; trabajo, desarrollando estrategias para la inclusión laboral y económica; y protagonismo juvenil, impulsando acciones para la formación de jóvenes, y apoyando iniciativas y programas que fortalecen las redes juveniles.

Fuente: http://www.educ.ar/sitios/educar/blogs/ver?referente=estudiantes%20&id=%20117455&cat=ed_blogs_cat_estudiantes

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