Animales nocturnos

Los animales nocturnos son más activos durante la noche para cazar, aparearse o evitar el calor y los depredadores. Estos animales duermen durante el día, a menudo en una madriguera o una guarida. Muchos animales, como los del desierto, son nocturnos, lo que les permite escapar del calor diurno extremo.

¿Por qué algunos animales son nocturnos?

Hay varias teorías sobre cómo los animales se volvieron nocturnos, pero la biología evolutiva es la teoría más aceptada. Hace millones de años, cuando los antepasados ​​de los mamíferos actuales vivieron y evolucionaron, desarrollaron características nocturnas para evadir a los depredadores diurnos.

Activarse durante la noche, cuando sus depredadores dormían, permitió que ciertas especies sobrevivieran y continuaran transmitiendo estas características nocturnas de generación en generación.

Los animales nocturnos tienen adaptaciones especiales que les ayudan a sobrevivir en la oscuridad.

¿Cómo ven los animales en la oscuridad?

Los animales nocturnos han desarrollado rasgos físicos que les permiten transitar en la oscuridad con mayor eficacia. Los ojos se agrandan y las pupilas se ensanchan.

Una capa reflectante llamada tapete se encuentra detrás de la retina y cualquier luz que atraviese el ojo se refleja en el tapete. Las retinas contienen células de tipo bastón, que empaquetan su ADN de una manera que convierte el núcleo de cada célula en una lente recolectora de luz.

¿Sabías qué?
Los ojos del búho son tan grandes que no pueden moverse en la cuenca, pero sus pupilas anchas les ayudan a captar más luz.

Otras adaptaciones

La vista no es la única característica de la que dependen los animales nocturnos. Algunos dependen de otros sentidos para adaptarse a la oscuridad. Los animales como los búhos y los grandes felinos tienen un oído especializado para cazar de noche; las orejas de los búhos y las de los grandes felinos tienen mucha movilidad para detectar cualquier estímulo de sonido.

Muchos animales nocturnos tienen un buen sentido del olfato y, a menudo, se comunican con las marcas de olor. Ese sentido del olfato proviene del órgano de Jacobson ubicado entre la región nasal y bucal.

Algunos animales como por ejemplo las serpientes usan el sentido del olfato para localizar a sus presas.

¿Sabías qué?
La contaminación lumínica interfiere con la luz natural de la que dependen los animales nocturnos para ver en la oscuridad.

Los pelos especializados con receptores sensoriales juegan un papel importante en la capacidad de muchos animales para encontrar comida durante la noche. En los mamíferos, los receptores están en los bigotes. En los artrópodos, los receptores se encuentran en todo el cuerpo del animal y tienen apariencia de pelos.

Las arañas también usan sus redes como herramientas sensoriales para alertarlas cuando atrapan presas.

Algunos animales con adaptación extrasensorial usan la ecolocalización para encontrar comida, como en el caso de los murciélagos.

ventajas de ser un animal nocturno

Muchos animales cazan la misma presa, como los búhos y los halcones. Sin embargo, como los halcones son diurnos y los búhos nocturnos, la competencia por la comida es mínima. Esto permite la continuidad de las especies, ya que no existe conflicto entre ambas.

La caza exitosa es otro beneficio de la actividad nocturna para los animales depredadores. Si tomamos como ejemplo a los leones, su presa consiste en cebras y antílopes. Cazar presas por la noche le da al león la ventaja y aumenta su probabilidad de éxito, debido al hecho de que la cebra y el antílope son diurnos y tienen mala visión nocturna.

El impacto de la actividad humana en los animales nocturnos

Tanto los animales diurnos como los nocturnos se han visto afectados negativamente por la actividad humana. El impacto en los animales nocturnos se puede ver a través de la contaminación lumínica y la destrucción de su hábitat.

A medida que los humanos expanden la tierra que ocupan y traen consigo su tecnología, la luz no natural es más común en el territorio ocupado por una variedad de animales salvajes. Mientras las ciudades se iluminan durante el día y la noche, los animales nocturnos no logran tener la oscuridad que necesitan para realizar sus actividades y la luz no natural permite que los animales diurnos tengan más horas de caza.

La destrucción de hábitats debido a la actividad humana ha puesto en peligro una gran variedad de especies nocturnas. Como los grandes depredadores no manifiestan temor ante la presencia humana, se crea un círculo de vida desequilibrado en algunos ecosistemas, ya que la presencia de depredadores representa un nivel alto de amenaza para los animales nocturnos.

Ejemplos de animales nocturnos

Búhos

Son uno de los animales nocturnos más conocidos, cazan pequeños mamíferos e insectos y han evolucionado para ser cazadores nocturnos exitosos, con ojos extremadamente grandes en comparación con sus cuerpos.

Murciélagos

A diferencia de los búhos, los murciélagos no tienen una visión muy buena. Para poder ver durante sus actividades nocturnas, utilizan la ecolocalización. Es decir, emiten ondas sonoras por su boca o nariz que cuando chocan en un objeto, producen eco y este vuelve a las orejas del murciélago. Esta adaptación les permite volar y cazar con éxito.

Las principales presas de los murciélagos son los insectos.

Zorros

Los zorros usan su extraordinario sentido del oído para encontrar a sus presas. Son omnívoros, se alimentan de gusanos, bayas y arañas.

Leopardos

Las manchas de los leopardos le proporcionan un camuflaje eficaz para que puedan descansar durante el día en los árboles o en las cuevas. También utilizan llamadas especiales para comunicarse entre sí. Tienen una dieta variada, comen otros mamíferos como antílopes y ciervos, pero también insectos y peces.

Ratones

Los ratones son el ejemplo clásico de animales nocturnos que tienen mala visión, por lo que dependen de sus sentidos del oído y del olfato altamente desarrollados para cazar y desplazarse.

Los ratones usan sus bigotes para detectar cambios de temperatura y sentir la superficie sobre la que caminan.

¿Sabías qué?
La córnea es la parte frontal de los ojos que cubre el cristalino y el iris. Es mucho más grande en los animales nocturnos y eso les ayuda a ver en la oscuridad. Cuando la córnea, los lentes y la pupila son más grandes, dejan entrar más luz y esa es la razón principal por la que los animales nocturnos pueden ver bien de noche.

CAPÍTULO 12 / TEMA 4

Prevención terciaria

La prevención terciaria tiene como objetivo reducir el impacto de enfermedades con efectos a largo plazo. De este modo, se ayuda a las personas a manejar sus problemas de salud y lesiones para mejorar, en lo posible, su calidad de vida y su esperanza de vida.

Los programa de rehabilitación o grupos de apoyo pertenecen a la prevención terciaria.

Fisioterapia

Hacia 1958, la Organización Mundial de la Salud (OMS) se refirió a la fisioterapia como “el arte y la ciencia del tratamiento por medio del ejercicio terapéutico, calor, frío, luz, agua, masaje y electricidad”. Además, el organismo establece que la fisioterapia “incluye la ejecución de pruebas eléctricas y manuales para determinar el valor de la afectación, la fuerza muscular, las capacidades funcionales, la amplitud del movimiento articular y las medidas de la capacidad vital, así como ayudas diagnósticas para el control de la evolución”.

La fisioterapia ayuda a mejorar la movilidad de las extremidades.

Es una ciencia y técnica que utiliza tanto agentes físicos como naturales para curar, prevenir o tratar diferentes enfermedades. Para lograr el objetivo se practican pruebas eléctricas y manuales que determinan el alcance de la lesión y la fuerza muscular, pruebas que determinan las capacidades funcionales, la amplitud del movimiento articular, así como ayudas diagnósticas para el control de la evolución. También se sirve de ejercicios terapéuticos, como masoterapia, hidroterapia, mecanoterapia, ultrasonoterapia o electroterapia que permiten prevenir una enfermedad.

¿Sabías qué?
El yoga es una disciplina que permite, a través de la unión del cuerpo y la mente, mantener un buen estado de salud.

Actividad física

Se considera actividad física a cualquier movimiento corporal que implique como resultado un gasto de energía mayor a la tasa de metabolismo basal. Ahora bien, muchas veces se utiliza este concepto como sinónimo de ejercicio físico, que es una forma de actividad física planificada y repetitiva con la finalidad de mejorar o mantener uno o varios aspectos de la condición física. Por ello, suele decirse que la actividad física es “cualquier actividad que involucre movimientos significativos del cuerpo o de los miembros”, y también “todos los movimientos de la vida diaria, incluyendo el trabajo, la recreación, el ejercicio, y actividades deportivas”.

La recomendación de realizar actividad física está orientada, sobre todo, al ejercicio aeróbico. Ejemplo de ello es correr o andar en bicicleta.

Efectos de la actividad física

Un nivel adecuado de actividad física regular en los adultos:

  • Reduce el riesgo de hipertensión, cardiopatía coronaria, accidente cerebro-vascular, diabetes, cáncer de mama, de colon y depresión.
  • Mejora la salud ósea y funcional.
  • Es un determinante clave del gasto energético, fundamental para el equilibrio calórico y el control del peso.
Caminar diariamente libera las endorfinas (hormonas de la felicidad) en la sangre, lo que reduce el estrés y la ansiedad.

Recomendaciones sobre la actividad física

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recientemente ha elaborado un estudio denominado Recomendaciones mundiales sobre la actividad física para la salud con el objetivo general de proporcionar orientación sobre la frecuencia, duración, intensidad, tipo y cantidad total de actividad física, y prevención de las enfermedades no transmisibles. Así, las recomendaciones que figuran en ese documento distinguen tres grupos de edad:

Manejar bicicleta es una actividad física que ayuda al sano funcionamiento de la columna.
  1. Niños y jóvenes (5 a 17 años): para quienes integran este grupo, la actividad física consiste en juegos, deportes, desplazamientos, actividades recreativas, educación física o ejercicios programados en el contexto de la familia, la escuela o las actividades comunitarias. Con el fin de mejorar las funciones cardio-respiratorias, las musculares y la salud ósea, además de reducir el riesgo de enfermedades, se recomienda que:
  • Inviertan como mínimo 60 minutos diarios en actividades físicas de intensidad moderada a vigorosa.
  • La actividad física superior a 60 minutos diarios reportará un beneficio aún mayor para la salud.
  • La actividad física diaria debería ser, en su mayor parte, aeróbica. Convendría incorporar, como mínimo tres veces por semana, actividades vigorosas que refuercen los músculos y huesos.
¿Sabías qué?
La frecuencia cardíaca de cualquier persona que hace deporte varía según la edad. Para conocer la frecuencia cardíaca es necesario restar la edad a 220, es decir, FC= (220 – edad).
  1. Adultos (18 a 64 años): consiste en actividades recreativas o de ocio, desplazamientos (por ejemplo, paseos a pie o en bicicleta), actividades ocupacionales (es decir, trabajo), tareas domésticas, juegos, deportes o ejercicios programados en el contexto de las actividades diarias, familiares y comunitarias. En ellos se recomienda que:
  • Dediquen como mínimo 150 minutos semanales a la práctica de actividad física aeróbica de intensidad moderada, o bien 75 minutos de actividad física aeróbica vigorosa cada semana. Lo ideal sería una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas.
  • La actividad aeróbica debe practicarse en sesiones de 10 minutos de duración, como mínimo.
  • Es necesario, a fin de obtener mayores beneficios para la salud, aumentar hasta 300 minutos por semana la práctica de actividad física moderada aeróbica, o bien hasta 150 minutos semanales de actividad física intensa aeróbica, aunque también es recomendable una combinación equivalente de actividad moderada y vigorosa.
  • Dos o más veces por semana se deberían realizar actividades de fortalecimiento de los grandes grupos musculares.
  1. Adultos mayores (de 65 años en adelante): la actividad física consiste en actividades recreativas o de ocio, desplazamientos (por ejemplo, caminatas o en bicicleta), actividades ocupacionales (cuando la persona todavía desempeña actividad laboral), tareas domésticas, juegos, deportes o ejercicios programados en el contexto de las actividades diarias, familiares y comunitarias. Por ello, se recomienda que:
  • Dediquen 150 minutos semanales a realizar actividades físicas moderadas aeróbicas, o bien algún tipo de actividad física vigorosa aeróbica durante 75 minutos, o una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas.
  • La actividad se debe practicar en sesiones de 10 minutos, como mínimo.
  • Con el fin de obtener mayores beneficios para la salud, deberían dedicarse hasta 300 minutos semanales a la práctica de actividad física moderada aeróbica, o bien 150 minutos semanales de actividad física aeróbica vigorosa, o una combinación equivalente de actividad moderada y vigorosa.
  • Aquellos que se encuentran con movilidad reducida deberían realizar actividades físicas tres días o más a la semana para mejorar su equilibrio e impedir las caídas.
  • Realizar actividades que fortalezcan los principales grupos de músculos dos o más días a la semana.
  • Aquellos que no puedan realizar la actividad física recomendada debido a su estado de salud, deben mantenerse físicamente activos en la medida en que se lo permita su estado.

Beneficios de la actividad física

La actividad física es muy importante para la salud. En este sentido, la práctica sistemática y de forma regular tiene un gran valor para la prevención de enfermedades y para rehabilitarse en casos de problemas de salud. Estos son los importantes beneficios de realizar actividades físicas:

  1. A nivel cardiovascular:
  • Mejora el rendimiento del corazón y reduce las necesidades energéticas para un determinado grado de esfuerzo. Además, la frecuencia cardíaca y la presión arterial experimentan un incremento más suave.
  • Aumenta la frecuencia cardíaca sobre aquellos valores normales en condiciones de sedentarismo.
  • Reduce la frecuencia cardíaca de reposo en relación con la población sedentaria.
  • Contribuye al control de la presión arterial en reposo y durante el esfuerzo en individuos con hipertensión.
  • Aumenta el número y la densidad de los capilares sanguíneos.
  • Favorece la circulación y reduce el riesgo de desarrollar várices y trombosis.
  • Favorece una mayor irrigación del miocardio.
Las actividades al aire libre favorecen la circulación arterial.
  1. A nivel respiratorio:
  • Aumenta la capacidad de ventilación y reduce la frecuencia respiratoria en cada esfuerzo físico realizado.
  • Aumenta el tono de los músculos respiratorios y les confiere más resistencia a la fatiga.
Los ejercicios de respiración contribuyen a mantener en buen estado los pulmones.
  1. A nivel metabólico:
  • Aumenta la capacidad aeróbica y la potencia de los sistemas de oxidación de las células musculares, especialmente de aquellas de contracción lenta.
  • Reduce la producción de ácido láctico durante la realización de un ejercicio físico.
  • Potencia la utilización de ácidos grasos como sustrato energético y permite estabilizar el glucógeno contenido en los músculos que abastecen de energía el proceso de contracción muscular.
  • Incrementa la actividad metabólica general tanto durante la realización del esfuerzo físico como durante las horas y días posteriores.
  • Aumenta la tolerancia a la glucosa. Además, mejora la sensibilidad de los receptores insulínicos de los músculos y los tejidos grasos, lo que favorece una mejor y más rápida utilización de glucosa.
  • Reduce los niveles de triglicéridos y, en menor grado, del colesterol ligado a las lipoproteínas de baja y de muy baja densidad.
  • Contribuye a controlar el peso, evita el exceso de la reserva adiposa y favorece a la distribución o ubicación de grasa corporal.
La actividad física contribuye a la oxigenación del cerebro.
  1. A nivel osteoarticular:
  • Mejora la estructura y las funciones de los ligamentos, los tendones y las articulaciones.
  • Aumenta la actividad de los procesos implicados en el cuidado de los huesos y reduce el ritmo de desgaste óseo asociado con el paso de los años y con ciertos cambios hormonales.
  • Incrementa el contenido mineral de los huesos, por lo que disminuye la velocidad de pérdida de densidad ósea.
El ejercicio previene la osteoporosis.
  1. A nivel mental:
  • Aumenta la sensación de bienestar.
  • Reduce la tensión y el estrés emocional.
  • Disminuye la ansiedad.
  • Mejora las funciones intelectuales de las personas sedentarias de mediana edad.
  • Se lo utiliza como soporte en programas de desintoxicación de la drogodependencia y el alcoholismo.
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Artículo “Plantas medicinales”

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