El término “edecán” proviene del francés aide-de-camp, que significa “ayudante de campo”. Hacia el siglo XIX, Simón Bolívar eligió a personas de alto rango militar para que sirvieran como sus ayudantes o edecanes, estas personas tenían su absoluta confianza y lo asistieron en las tareas más significativas de la guerra. Eran hombres honorables que siempre fueron leales al Libertador.
UN POCO DE HISTORIA
La palabra “edecán” apareció por primera vez en el Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española en 1791. El vocablo de origen francés ya era de uso común en la milicia española, pues desde mucho antes ya era empleado para designar a los ayudantes de campo en tiempos de guerra.
Definición de “edecán” por al RAE (1791)
EDECAN. s. m. Milic. Oficial militar, cuyo oficio es llevar y comunicar en el ejército las órdenes del General de quien es EDECAN. Es voz francesa modernamente introducida; pero admitida ya por el uso común en la milicia española. Antes se llamaban Ayudantes, y así los nombra siempre el Marques de Santa Cruz en sus Reflexiones Militares. Præfecti castrorum adjutor.
Dado que el siglo XVIII estuvo marcado por campañas castrenses y períodos de guerras, la palabra “edecán” formó rápidamente parte fundamental de vocabulario propio de las maquinarias militares.
AYUDANTES DE BOLÍVAR
La vida del Libertador estuvo repleta de episodios de batallas, revoluciones y exilios. Para superar con éxito estos eventos, Bolívar contó con múltiples edecanes durante toda su trayectoria política y militar. Por ejemplo, durante la batalla de Carabobo (1821) los edecanes fueron los tenientes coronel Diego Ibarra, Felipe Álvarez, Manuel Ibáñez y León Umaña; y los capitanes Andrés María Álvarez, Daniel F. O´Leary, José Ignacio Pumar, Celedonio Medina y Anacleto Clemente, entre otros.
¿Sabías qué?
Diego Ibarra Rodríguez del Toro (1798-1852) fue un militar del Ejército patriota y el primer edecán de Simón Bolívar por muchos años durante las guerras por la independencia de los pueblos de América.
¿Qué sabes de los diccionarios? Si te interesa saber cómo se elaboran, cuál fue el primero de la lengua castellana, qué tipos de diccionarios existen y saber más y más, te invitamos a sumergirte en la siguiente lectura.
Los diccionarios no sólo sirven para resolver una tarea o para llevarlos a la escuela, tienen utilidad a lo largo de toda la vida. Quizás, muchos los consideren como largos listados de palabras. Pero, en realidad, son mucho más que eso y no sólo existen aquellos que definen las palabras de un idioma sino que también hay etimológicos, de combinaciones, de sinónimos y antónimos, ideológicos, etc.
Para comenzar a comprender su importancia, queremos compartir un relato que cuenta el lingüista y escritor español José Antonio Millán. Según dice, la Justicia de Vizcaya (provincia de España), condenó a unos jóvenes por llamar “cipayos” a unos policías. El primer juez que tomó la causa buscó la palabra en el Diccionario de la Academia, y observó que significaba: “soldado de la India de los siglos XVIII y XIX”. Esto no parecía un insulto y no los condenó. Pero más tarde, la corte volvió a tomar el diccionario y observó una segunda acepción: “Secuaz a sueldo”. Eso sí era un insulto. En consecuencia, los jóvenes fueron declarados culpables.
Así, podemos advertir que el diccionario se utiliza en distintas profesiones y podría ser esencial para resolver conflictos.
¿Sabías qué...?
¿Sabías que los primeros diccionarios eran simples glosarios de términos? No explicaban el significado de las palabras, tan sólo ofrecían palabras equivalentes o sinónimos.
El informe del Instituto Cervantes de 2013 precisa que el español es la segunda lengua del mundo por número de hablantes y el segundo idioma de comunicación internacional. Además, indica que es la segunda lengua más utilizada en las dos principales redes sociales del mundo:
Facebook y Twitter.
Cabe destacar que Covarrubias temía morir pronto, por lo que se apresuró a llevar la obra a imprenta. Pero, tras la publicación, continuó trabajando en el texto, y dejó un manuscrito de cerca de cuatrocientas páginas en el cual corregía algunas voces, ampliaba otras y añadía muchas más. Probablemente se proponía sacar una nueva versión.
No obstante, más allá de las observaciones, la obra constituye un hito en la historia de la lengua y la cultura española, pues es el primer diccionario monolingüe del castellano. Además, fue considerado por la RAE en 1713 como un referente de primer orden para la redacción de un gran diccionario del español. Posteriormente otros diccionarios tomaron como fuente al Tesoro de la lengua castellana o española.
LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA
Es una institución cultural que se creó en Madrid en 1713, por iniciativa de Juan Manuel Fernández Pacheco (1650-1725), marqués de Villena, quien fue también su primer director. Junto con otras veintiuna Academias correspondientes en sendos países donde se habla español, conforman la Asociación de Academias de la Lengua Española.
Su objetivo es velar por el buen uso de la lengua española. Para esto se organiza en Pleno y, a su vez, en comisiones que se reúnen periódicamente para desarrollar diversas actividades y confeccionar obras y publicaciones.
El Pleno se ocupa de los asuntos generales relacionados con la actividad académica y la elaboración y revisión de las obras y proyectos en curso. En el desempeño de sus tareas, cuenta con la ayuda de la Junta de Gobierno y de las distintas comisiones. También cuenta con la cooperación del Instituto de Lexicografía, integrado por filólogos y lexicógrafos que realizan tareas de apoyo para la elaboración de las obras académicas.
DICCIONARIOS MONOLINGÜES
Si los diccionarios son clasificados de acuerdo a la información que contienen, se pueden distinguir dos tipos: los léxicos y los enciclopédicos.
• Léxicos: son los que explican los significados de las palabras, a excepción de los nombres propios. Éstos pueden ser de dos tipos: normativos o de uso.
– Normativos: son un compendio de las palabras y acepciones reconocidas por las autoridades académicas. El diccionario normativo más consultado es el de la RAE.
– De uso: reúnen las palabras y las acepciones que utilizan los hablantes y ofrecen, además, ejemplos e indicaciones que nos muestran el uso que habitualmente se hace de las palabras.
• Enciclopédico: además de ofrecer el significado de las palabras, contienen información general sobre países, ciudades, personajes de la historia, etc.
DICCIONARIOS ESPECIALIZADOS
Algunos diccionarios contienen información especializada referida a un determinado ámbito conceptual: biología, informática, economía, etc.
Entre los diccionarios especializados de lingüística cabe mencionar:
• Etimológicos: informan sobre la procedencia de las palabras.
• De combinaciones: muestran las combinaciones deunas palabras con otras en función de su significado.
• Sinónimos y antónimos.
• Fraseológicos: contienen las expresiones y locuciones más utilizadas.
• De dudas: reúne los términos en los que se suele cmeter mayor número de incorrecciones.
CÓMO USAR EL DICCIONARIO
Hay ciertas cuestiones que se deben considerar a la hora de consultar un diccionario. En primer lugar, es esencial saber que no se encuentran todas las palabras. Atención aquí: esto no quiere decir que falte el significado de una palabra, se refiere a que no se encuentran todas las variantes de una palabra. Por ejemplo: “correr” es un verbo que tiene diversas variables (corrimos, correremos, corran, etc.), entonces en el diccionario sólo se incluye en infinitivo.
Las formas que figuran son:
• El infinitivo de los verbos, tal como vimos en el ejemplo de “correr”.
• En el caso de los sustantivos y adjetivos, sólo se incluye el singular. Así, se puede corroborar que en un diccionario figura la palabra “mesa” o “lindo” pero no “mesas” o “lindos”.
• En los sustantivos y adjetivos que poseen la forma de masculino y femenino, sólo figura la forma masculina, y la terminación que corresponde al femenino. Por ejemplo: en el diccionario figura “secretario, ria”.
Otra cuestión a tener en cuenta a la hora de buscar una palabra, es la diversidad de significados que puede tener. Cada uno de los significados recibe el nombre de acepción. Entonces, cuando una palabra tiene más de una acepción, se detallan todas ellas precedidas de un número. Veamos como ejemplo la definición que da la RAE de la palabra banco.
¿Sabías qué...?
Los primeros diccionarios eran copiados a mano y privilegio de una minoría.
BANCO
(Del fr. ant. bank, y este del germ. *banki). > Información etimológica 1. m. Asiento, con respaldo o sin él, en que pueden sentarse varias personas. 2. m. Madero grueso escuadrado que se coloca horizontalmente sobre cuatro pies y sirve como de mesa para muchas labores de los carpinteros, cerrajeros, herradores y otros artesanos. 3. m. cama (II del freno). U. m. en pl. 4. m. En los mares, ríos y lagos navegables, bajo que se prolonga en una gran extensión. 5. m. Conjunto de peces que van juntos en gran número. 6. m. Establecimiento público de crédito, constituido en sociedad por acciones. 7. m. Establecimiento médico donde se conservan y almacenan órganos, tejidos o líquidos fisiológicos humanos para cubrir necesidades quirúrgicas, de investigación, etc. Banco de ojos, de sangre 8. m. Arq. sotabanco (II piso habitable). > Información de uso 9. m. Geol. Estrato de gran espesor. 10. m. Ingen. Macizo de mineral que presenta dos caras descubiertas, una horizontal superior y otra vertical.
ADEMÁS DEL SIGNIFICADO
Hay diccionarios que, complementariamente con el significado de las palabras, ofrecen otra información. Por ejemplo: información etimológica (procedencia), categorial (si es verbo, sustantivo, etc.), léxica (sinónimos, antónimos, etc.) y de uso.
Siguiendo el ejemplo de la definición de la palabra banco, se puede observar que la RAE, por ejemplo, provee información etimológica y de uso.
Elaborar un bosquejo de la organización tentativa de la investigación.
Buscar y recopilar información relacionada con el tema a tratar.
Seleccionar la información de acuerdo a la estructura del borrador inicial con la organización tentativa.
Reestructurar la investigación en caso de adquirir un nuevo enfoque con el paso anterior.
Hacer un borrador total o parcial del trabajo.
Corroborar que la estructura de la monografía cumpla con el formato establecido.
Revisar el trabajo y las citas bibliográficas usadas.
Enviar el trabajo al asesor o tutor (en caso de contar con uno) para su revisión.
Elaborar la versión final de la investigación.
Estructura de una monografía
Las partes de una monografía y su orden pueden ser variables dependiendo del formato que se emplee en la institución hacia dónde va dirigida la misma. Usualmente, estos trabajos de investigación contienen las siguientes partes:
Portada: muestra el título de la monografía a través del cual se ve reflejado el objetivo general del trabajo investigativo. En esta parte también aparece el nombre del auto, el nombre del tutor o asesor, el lugar de la publicación y la fecha. En algunas ocasiones, esta página puede ser omitida.
Dedicatoria o agradecimientos: consiste en una hoja opcional en la que el autor dedica o agradece a alguien por su aporte relacionado con la elaboración de la monografía.
Índice: muestra los títulos y subtítulos del trabajo al igual que el número de página de los mismos. En algunas ocasiones se podrían agregar índices de recursos usados a lo largo del trabajo como índice de tablas e índice de gráficos
Prólogo: consiste en una hoja en la que la persona que escribió la monografía explica los motivos que la llevaron a elegir ese tema y los problemas afrontados durante el desarrollo de la misma. Esta parte no es indispensable.
Introducción: contiene una extensión entre 2 y 3 páginas en donde se expone el tema, su problemática y el objetivo general. En esta parte, el autor debe explicar la metodología usada para llevar a cabo la investigación.
Cuerpo del trabajo: está organizado en capítulos o secciones que siguen un orden. Parte desde lo general a lo particular. Comprende el desarrollo de la investigación como tal.
Conclusiones: son un recuento de las respuestas encontradas a través de la investigación para el problema planteado.
Apéndices o anexos: su función es la de proporcionar apoyo para indagar más obre el tema tratado y servir de respaldo para las afirmaciones realizadas en el cuerpo del trabajo.
Bibliografía: es una parte de suma importancia ya que muestra las fuentes consultadas por el autor y de las cuales se basó su investigación.