Gaspar Marín y la Primera Junta de Gobierno de Chile

Gaspar Marín fue un abogado y político que tuvo importantes participaciones en la dinámica política de Chile. Entre sus más valiosos aportes se encuentran los que realizó como miembro de la primera organización gubernamental independiente del país, conocida como la Primera Junta.

La Primera Junta

Como consecuencia de la invasión de Napoleón Bonaparte a España, el encarcelamiento del rey Fernando VII y el descontento del pueblo chileno con su gobernador Francisco Antonio García Carrasco, un gran sector de los habitantes consideró que esta región geográfica y política debía formar una junta de gobierno que se administrara a sí misma en ausencia del monarca.

Así, luego de la destitución de García Carrasco para que tomara su lugar el español Mateo de Toro Zambrano, el 18 de septiembre se autorizó la convocatoria a un cabildo abierto que designó a quienes serían los miembros de la Primera Junta de Gobierno, frente a unos 400 ciudadanos que sirvieron como testigos del acontecimiento.

Gaspar Marín

Gaspar Marín era un abogado de 38 años muy querido por el pueblo, que ya había iniciado una carrera política como asesor del consulado dos años atrás y demostraba un gran anhelo por la independencia. Fue uno de los elegidos para integrar la Junta bajo el juramento de que todas sus acciones como figura de autoridad obrarían a favor del apresado monarca, el reino y sus habitantes.

Se le asignó el cargo de secretario a cargo de los departamentos de Justicia, Guerra y Negocios Extranjeros. Como miembro, tenía plenos derechos con voz y voto sobre las decisiones de la Junta, con aportes que buscaban mantener la unidad de los integrantes de la institución y de las mismas provincias de la región. Además, debido a la avanzada de edad de Mateo de Toro Zambrano, presidente de la Junta, en varias ocasiones las funciones y deberes de este recaían en Marín, su secretario, para poder llevarse a cabo de la manera más práctica.

Luego de la disolución de la Junta a favor de instaurar el primer Congreso Nacional que dirigiera el país, Gaspar Marín fue elegido para formar parte del mismo como diputado suplente por la comuna de Los Ángeles.

¿Sabías qué?
Además de ejercer como secretario de la Junta, también ocupó los cargos de senador propietario de 1812 a 1814, ministro de la Corte Suprema en 1823, diputado por Colchagua en 1825, diputado propietario por Illapel y Combarbalá en 1828, senador por las mismas comunas en 1828 y 1829, senador por Coquimbo en 1829 y diputado por Vallenar desde 1831 hasta 1834; todos cargos políticos y ninguno militar.
Retrato de la Primera Junta de Gobierno de Chile en 1810.

Motín del 2 de agosto de 1810

Ecuador se vio marcada por uno de los hechos más sangrientos de su historia el 2 de agosto de 1810, cuando inició una revuelta ciudadana en Quito en la que patriotas atacaron el Real Cuartel de Lima e intentaron liberar a los próceres que actuaron el 10 de agosto de 1809 en la Primera Junta de Gobierno. El suceso se convirtió en una cruel matanza, cientos de quiteños murieron ese día.

Precedente: inicia la revolución

Un grupo de patriotas se reunió la noche del 9 al 10 de agosto de 1809 en la casa de Manuela Cañizares para firmar un acuerdo y establecer una nueva Junta que gobernara en nombre de Fernando VII y que destituiría al presidente Manuel de Urriez, conde de Ruiz de Castilla.

Óleo que muestra una representación de la reunión de los próceres del 10 de agosto de 1809 en la casa de doña Manuela Cañizares.

nuevo gobierno

El capitán Juan Salinas, quien apoyó el movimiento desde el inicio, ofreció sus soldados, y durante la mañana del 10 de agosto él y su pequeño ejército se apoderaron de las edificaciones gubernamentales. La soberanía recayó en la Junta Suprema, con Juan Pío Montúfar como presidente; José Cuero y Caicedo como vicepresidente, y Juan de Dios Morales, Manuel Rodríguez de Quiroga y Juan Larrea como secretarios de Estado.

La Junta implantó diversas reformas que gozaron de popularidad, sin embargo, muchos sectores no se sentían representados por sus líderes políticos y rechazaron el movimiento revolucionario. De este modo, la ejecución de este gobierno ejecutivo se hizo más difícil con el tiempo y, luego de unos 3 meses, cesó sus funciones.

Algunos cargos de la Primera Junta de Gobierno Autónoma de Quito

Juan Pío Montúfar, presidente.
Obispo José de Cuero y Caicedo, vicepresidente.
Juan de Dios Morales, ministro de Negocios extranjeros y Guerra.
Manuel Rodríguez de Quiroga, ministro de Gracia y Justicia.
Juan de Larrea, ministro de Hacienda.

tensión en las calles

Ante su frustrado gobierno, Juan Pío Montúfar renunció a la presidencia de la Junta el 12 de octubre de 1809 y días después hizo un pacto con Ruiz de Castilla que consistía en mantener la Junta y no tomar ningún tipo de represalias. El 29 de octubre de 1809, Ruiz de Castilla se instaló nuevamente en el poder.

Ruiz de Castilla, contrario a lo que había prometido, desató un persecución contra todos aquellos que habían sido participes de la Primera Junta de Gobierno Autónoma de Quito y aprisionó a varios en el Cuartel Real de Lima.

día de la matanza

El 2 de agosto de 1810, Quito estaba fuera de control por la presencia teniente coronel Manuel Arredondo y sus tropas, que tenían ocupada la ciudad, y se experimentó un máximo momento de tensión cuando un grupo de patriotas intentaron liberar a los presos del Cuartel Real de Lima. Esto desató una cruenta batalla que terminó con la orden del Conde Ruiz de Castilla de matar a los reclusos en sus propias celdas, entre ellos a los ministros Quiroga, Morales, Larrea y el comandante Salinas.

Juan José de Salinas y Zenitagoya fue un militar que presidió la Falange armada de la Primera Junta de Gobierno Autónoma de Quito en 1809.

La violencia invadió a la ciudad y un gran número de civiles resultaron heridos y muertos. Los ataques cesaron cuando el obispo Cuero y Caicedo recorrió las calles con un Cristo y pidió que cesara la lucha. Dos días después hubo una Asamblea de conciliación en la que se acordó la salida definitiva de Arredondo de la ciudad y un alto a las represalias.

Desde entonces, cada 2 de agosto se rinde homenaje en el país a las víctimas de la venganza colonial, tanto a los próceres como a las múltiples víctimas anónimas que lucharon y entregaron sus vidas por la libertad de su país.

Primeras instituciones políticas argentinas

La nación argentina aspiró desde su nacimiento a una organización constitucional inspirada en los modelos estadounidense y francés. Desde finales del siglo XVIII se difundían en el Río de la Plata las ideas de Charles Montesquieu, John Locke y Jean-Jacques Rousseau sobre el gobierno y la libertad que daban contenido a la idea de un Estado republicano y democrático.

Este pensamiento, en el que se apoyaron las doctrinas revolucionarias en Estados Unidos y Francia, aparecía con particular contundencia en la Declaración de la Independencia norteamericana de 1776 y en la Declaración de los Derechos del Hombre de 1789, redactada en Francia. Posteriormente, durante el siglo XIX, se universalizó el sistema constitucional, caracterizado por la separación de funciones de los poderes del Estado y la forma representativa de gobierno mediante la vigencia del sistema electoral.

Primer y Segundo Triunvirato

Las primeras instituciones políticas argentinas fueron cuerpos colegiados que poco a poco redujeron el número de sus miembros, con la consiguiente concentración del poder. Así, los órganos de gobierno de la década de 1810 a 1820 se iniciaron con la Primera Junta, que fue sucedida por el Triunvirato, al que se le encomendó funciones ejecutivas.

El Primer Triunvirato estaba formado por Juan José Paso (foto), Feliciano Chiclana y Miguel de Sarratea.

En octubre de 1811, la Junta dictó un reglamento de división de poderes. Fue el primer intento constitucional en tal sentido, que dejaba el Legislativo en manos de la Junta, que pasó a llamarse Junta Conservadora; el poder ejecutivo le fue asignado al Triunvirato y el judicial, a los tribunales. Pero el Triunvirato rechazó este reglamento, concentró el poder y disolvió la Junta. También dictó un estatuto al que denominó “provisional”, que no logró la aceptación de las provincias debido a su marcado corte centralista.

Sin embargo, el Triunvirato tuvo el mérito de dictar dos decretos importantes de sesgo liberal: el de libertad de imprenta, el 26 de octubre de 1811; y el de seguridad individual, el 23 de noviembre de 1811.

Formalizado el Segundo Triunvirato, se encargó de convocar una asamblea, conocida como la Asamblea del Año XIII que, con el fin de declarar la Independencia y dictar una Constitución, fue convocada por decreto del 24 de octubre de 1812. Éste fue el primer documento de la historia constitucional argentina que declaró caduca la autoridad de Fernando VII en el Río de la Plata, y también el primer intento formal de sancionar una Constitución.

El Segundo Triunvirato lo conformaban Nicolás Rodríguez Peña (foto), Juan José Paso y Álvaro Antonio Jonte.

Asamblea del año XIII

Aunque la Asamblea del año XIII no llegó a materializar sus objetivos principales, adoptó un conjunto de medidas de significativa importancia, que serían la base de la futura Constitución. Asimismo, la asamblea instaló el primer poder ejecutivo unipersonal, al que se llamó Directorio, traducción literal de su homónimo francés.

Si bien no logró sus principales objetivos, la Asamblea del año XIII dio grandes pasos en su lucha por la Declaración de la Independencia.

Algunas de las resoluciones importantes dictadas por la Asamblea fueron:

Medidas de carácter político:

  • Declaró que residía en ella la representación y el ejercicio de la soberanía de las Provincias Unidas del Plata.
  • Ordenó acuñar la primera moneda nacional, con el sello de la Asamblea.

Medidas de carácter social:

  • Declaró la libertad de vientres a partir del 31 de agosto de 1813.
  • Abolió los sistemas de prestación obligatoria de trabajo para los indígenas (mita, encomienda y yanaconazgo).
  • Medidas de carácter judicial:
  • Prohibió el uso del tormento para el esclarecimiento de la verdad y la investigación de los crímenes.
  • Dictó el Reglamento de la Cámara de Apelaciones para la organización de la justicia en todas sus instancias