Los hermanos Lemoine

Juan Manuel Lemoine y su hermano José Joaquín Lemoine fueron  dos de los principales responsables de iniciar el proceso de independencia de Bolivia. Si bien gran parte de la historia de Juan Manuel se desconoce, es bien sabido que José Joaquín se desempeñó como militar y político patriota hasta su vejez.

La primera y más importante participación militar de los hermanos Lemoine de la que se tiene registro ocurrió durante la revolución de Chuquisaca en 1809, en la cual ambos cumplieron un papel similar y por ello son considerados dos de los principales impulsores de la revuelta. Esta inició tras el arresto del fiscal Jaime de Zudañez por parte del presidente de la Real Audiencia de Charcas Ramón García de León y Pizarro, tras lo cual los hermanos irrumpieron en el templo de San Francisco, con los frailes bajo amenaza, e hicieron sonar las campanas del lugar para reunir al pueblo e iniciar así el levantamiento.

Tras el éxito de la revolución y la consecuente renuncia de Pizarro, la Audiencia, ahora al mando de Juan de Arenales, reorganizó la milicia local y nombró líder del regimiento de Plateros a Juan Manuel, mientras que a José Joaquín lo designó como el jefe del cuerpo de Infantería. A partir de entonces, la Audiencia estableció comunicación con diferentes ciudades del Alto Perú para alentarlas a levantarse contra la Corona española, movimiento acrecentado tras los eventos de la Revolución de Mayo de Buenos Aires en 1810, con lo que los hermanos cooperaron para anexar cada vez más ciudades a la causa.

Durante este proceso, bajo la autoridad de la Junta de Buenos Aires, Juan Manuel fue designado gobernador del territorio de Chiquitos mientras que José Joaquín se unió al Ejército del Norte para continuar los enfrentamientos contra los realistas. Este territorio, sin embargo, fue retomado por los españoles tras la batalla de Huaqui, y Juan Manuel se vio forzado a huir.

Si bien no se cuenta con suficiente información sobre Juan Manuel tras estos eventos, se sabe que José Joaquín continuó con su carrera militar al participar en las batallas de Tucumán, Salta y Sipe-Sipe, por las que fue ascendido. También se desempeñó en política como edecán del gobierno argentino en 1818 y como diputado de la Asamblea y ministro de Hacienda de la ya independiente Bolivia en 1836. Falleció en su tierra natal, Chuquisaca, en 1856.

¿Sabías qué?
La primera esposa de José Joaquín de Lemoine, María Teresa Bustos y Salamanca, fue una de las más fervientes revolucionarias femeninas que participaron en el proceso de independencia de Bolivia. Durante la revolución de Chuquisaca vendió todas sus pertenencias de valor para proveer de armamento al pueblo amotinado, entre varias otras acciones posteriores.
Mapa del virreinato del Río de la Plata y las regiones del Alto Perú a finales del siglo XVIII. Al norte puede observarse la gobernación de Chiquitos, bajo administración de Juan Manuel Lemoine en 1811.

La revolución de Chuquisaca y la Campana de la Libertad

La revolución de Chuquisaca es considerada por muchos como el primer movimiento independentista ocurrido en Hispanoamérica. Durante este evento hizo acto de presencia la Campana de la Libertad, instrumento que es actualmente reconocido como un símbolo de la ciudad de Sucre.

Tras conocer la noticia del arresto del fiscal Jaime de Zudañez, los hermanos Joaquín y Juan Manuel de Lemoine partieron rápidamente hacia la Basílica de San Francisco de Charcas donde, armado con un sable, Juan Manuel amenazó a los frailes del convento para que le permitieran hacer uso de una de las campanas de la torre principal. Tan pronto tuvo acceso al instrumento, lo tocó con tal fuerza y ahínco que llegó a romperlo y causar en este una gran brecha como resultado.

El objetivo de este acto fue convocar en ese punto a la población de Charcas, incitarlos a levantarse contra el presidente de la Real Audiencia Ramón García de León y Pizarro por el injusto encierro de Zudañez y exigir su renuncia. La convocatoria resultó un éxito, pues la muchedumbre iracunda invadió el palacio de gobierno y permaneció allí bajo constantes amenazas hasta que finalmente un representante de Pizarro se mostró con el documento en el cual había firmado su dimisión, lo que condujo a su encarcelamiento y la desintegración de su guarnición real.

Cada 25 de mayo, las autoridades correspondientes rinden homenaje a la desde entonces conocida como la Campana de la Libertad como símbolo de la primera muestra de rebeldía y oposición ante el gobierno de la monarquía española, y con ello el precedente del proceso de independencia de los países hispanoamericanos. La misma se encuentra aún presente en la basílica, incluida la fractura que le fue causada hace más de 200 años.

¿Sabías qué?
La historia de la Campana de la Libertad de Sucre guarda una gran similitud con la Campana de la Libertad de Filadelfia, Pensilvania, Estados Unidos. Ambas están rotas, son símbolos reconocidos y reciben el mismo nombre, pues ambas fueron utilizadas en momentos clave de la historia de la independencia de sus respectivos países.
Basílica de San Francisco de Charcas, hogar de la Campana de la Libertad. Atribución de la imagen: NoverthIglesia de San francisco2CC BY-SA 3.0

Proclama a los pueblos de América

En 1809, cuando se instauró la Primera Junta de Gobierno Autónoma de Quito, el recién nombrado ministro de Gracia y Justicia Manuel Rodríguez de Quiroga redactó un comunicado que expresaba los motivos del movimiento y las razones por las que los pueblos cercanos debían solidarizarse con la causa. Si bien esta Junta no duró mucho tiempo, el texto forma parte del archivo histórico que fundamenta la independencia del Ecuador.

Quiroga formó parte la reunión que se llevó a cabo la noche del 9 al 10 de agosto de 1809 en casa de Manuela Cañizares. Fue allí donde se organizó la Primera Junta de Gobierno y fue nombrado ministro de Gracia y Justicia.

la proclama

Pueblos de la América:

La sacrosanta ley de Jesucristo y el imperio de Fernando VII perseguido y desterrado de la península, han fijado su augusta mansión en Quito. Bajo el Ecuador han erigido un baluarte inexpugnable contra las infernales empresas de la opresión y la herejía. En este dichoso suelo, donde en dulce unión hay confraternidad, tienen ya su trono la paz y la justicia: no resuenan más que los tiernos y sagrados nombres de Dios, el rey y la patria. ¿Quién será tan vil y tan infame que no exhale el último aliento de la vida, derrame toda la sangre que corre en sus venas y muera cubierto de gloria por tan preciosos e inexplicables objetos? Si hay alguno, levante la voz, y la execración general será su castigo: no es hombre, deje la sociedad y vaya a vivir con las fieras. En este fértil clima, en esta tierra regada antes de lágrimas y sembrada de aflicción y dolores, se halla ya concentrada la felicidad pública. Dios en su santa Iglesia y el Rey en el sabio gobierno que le representa, son los solos dueños que exigen nuestro debido homenaje y respeto. El primero manda que nos amemos como hermanos, y el segundo anhela por hacernos felices en la sociedad en que vivimos. Lo seremos, paisanos y hermanos nuestros, pues la equidad y la justicia presiden nuestros consejos. Lejos ya los temores de un yugo opresor que nos amenazaba el sanguinario tirano de Europa. Lejos los recelos de las funestas consecuencias que traen consigo la anarquía y las sangrientas empresas de la ambición que acecha la ocasión oportuna de coger su presa. El orden reina, se ha precavido el riesgo y se han echado por el voto uniforme del pueblo los inmóviles fundamentos de la seguridad pública. Las leyes reasumen su antiguo imperio; la razón afianza su dignidad y su poder irresistibles; y los augustos derechos del hombre ya no quedan expuestos al consejo de las pasiones ni al imperioso mandato del poder arbitrario. En una palabra, desapareció el despotismo y ha bajado de los cielos a ocupar su lugar la justicia. A la sombra de los laureles de la paz, tranquilo el ciudadano dormirá en los brazos del gobierno que vela por su conservación civil y política. Al despertarse alabará la luz que le alumbra y bendecirá a la Providencia que le da de comer aquel día, cuando fueron tantos los que pasó en la necesidad y en la miseria. Tales son las bendiciones y felicidades de un gobierno nacional. ¿Quién será capaz de censurar sus providencias y caminos? Que el enemigo devastador de la Europa cubra de sangre sus injustas conquistas, que llene de cadáveres y destrozos humanos los campos del antiguo mundo, que lleve la muerte y las furias delante de sus legiones infernales para saciar su ambición y extender los términos del odioso imperio que ha establecido: tranquilo y sosegado, Quito insulta y desprecia su poder usurpado. Que pase los mares, si fuese capaz de tanto: aquí le espera un pueblo lleno de religión, de valor y de energía. ¿Quién será capaz de resistir a estas armas? Pueblos del continente americano, favoreced nuestros santos designios, reunid vuestros esfuerzos al espíritu que nos inspira y nos inflama. Seamos unos, seamos felices y dichosos, y conspiremos unánimemente al individuo objeto de morir por Dios, por el Rey y la patria. Esta es nuestra divisa, esta será también la gloriosa herencia que dejemos a nuestra posteridad.

Fuente: Romero, José Luis y Romero, Luis Alberto (1977). Pensamiento político de la emancipación (1790-1825) Tomo I. Biblioteca Ayacucho.

Viaje a Europa de José de Antepara

Antepara fue precursor de la independencia de Guayaquil, Ecuador. Si bien es homenajeado en su país natal por su relevante participación en la emancipación hispanoamericana, cumplió un rol fundamental como periodista en Londres, donde editó un periódico en el que publicaba sus entusiastas ideas revolucionarias.

Amistad con Miranda

A principios del siglo XIX, los patriotas sudamericanos ubicados en la capital inglesa se concentraron alrededor del prócer venezolano Francisco de Miranda para crear la logia Lautaro: organización que trabajaba en secreto con el fin de lograr la independencia americana del poder español. A este grupo pertenecieron, entre otros, San Martín, Bernardo O’Higgins y José Antepara.

Antepara fue el secretario privado y el confidente de Miranda. Ambos, agitados con la sensación de libertad que pregonada el movimiento, concibieron la idea de independencia de Guayaquil (lugar de nacimiento de Antepara) y Venezuela (patria de Miranda) desde su estadía en el continente europeo.

¿Sabías qué?
Antepara participó en los acontecimientos del 9 de octubre de 1820 (Día de la Independencia de Guayaquil) y en las campañas militares posteriores.

Labores periodísticas

Hacia 1810, en Londres no solo existía un gran entusiasmo por las ideas independentistas, sino también por el desarrollo del correo, el noticiero manuscrito y la imprenta: un perfecto escenario para la difusión de ideas a través de periódicos.

Antepara fue un apasionado redactor y plasmó sus opiniones a favor de la independencia de los pueblos de América en El Colombiano: primer periódico libre fundado en Londres que divulgaba ideas de revolución en el Nuevo Mundo.

El Colombiano nació de la colaboración de varios personajes:

  • Miranda, fundador y coeditor.
  • Antepara, redactor principal y coeditor.
  • Los Fagoaga, financistas para la edición y distribución.
  • Cortés Campomanes, colaborador en materia militar.
  • Dr. Constancio, Gould Francis Leckie y Jamen Mill, entendidos en asuntos diplomáticos.
Características de El Colombiano

  • Fue un periódico de material político-literario. Difundía especialmente ideas independentistas.
  • Redactado en español.
  • Tenía un formato regular, 2 pliegos de 8 páginas, a 2 columnas.
  • Se publicó en la imprenta del tipógrafo R. Juigné, en 17 Margaret Street, Cavendish Square, Londres.
  • Contaba con un lema en latín en la primera página.
  • Su primer número circuló el 15 de marzo de 1810.
  • Su quinto y último número circuló el 15 de mayo de 1810.
  • Se distribuyó quincenalmente.
  • El Gobierno español lo llamó “papel incendiario”.

Antepara, a pesar de ser redactor de un periódico londinense, no tuvo la oportunidad de dedicarse al periodismo en su ciudad natal, pues, destinó sus últimos días a las actividades políticas y militares en Guayaquil después de la memorable Revolución del 9 de octubre de 1820.

José María de la Concepción de Antepara y Arenaza (1770-1821), precursor del movimiento emancipador, es una de las figuras políticas más importantes del Ecuador. Se puede observar una estatua en su honor en la Columna a los próceres del 9 de octubre de 1820: imponente monumento localizado en el Parque Centenario de Guayaquil, ciudad de Guayaquil. Atribución de imagen: SageoSageoEG – Parque Centenario et José de AnteparaCC BY-SA 4.0

José Miguel Lanza y la republiqueta de Ayopaya

José Miguel Lanza fue un destacado líder militar de la revolución boliviana, con grandes participaciones durante las batallas contra los realistas españoles y uno de los firmantes del acta de independencia del país. Gran parte de su presencia en la guerra está respaldada por la agrupación militar que lideró hasta el final: la republiqueta de Ayopaya.

Orígenes

El término “republiqueta” designa una agrupación de guerrilleros revolucionarios con ideales y objetivos independentistas durante la guerra de independencia de Bolivia, ubicados en diferentes regiones del antiguo Alto Perú. La republiqueta de Ayopaya concretamente se encontraba distribuida en una superficie de más de 1.000 km situada entre La Paz, Cochabamba y Oruro, y provista de su propia pero primitiva organización política y social.

Por su parte, José Miguel Lanza inició su carrera militar al unirse al Ejército del Norte en 1810, con el que participó en muchas batallas a partir de entonces contra los ejércitos realistas.

Líder de la republiqueta

José Miguel Lanza llegó a la localidad de Inquisivi en 1821 para incorporarse a la republiqueta; sin embargo, traía órdenes de sus superiores de fusilar y sustituir a José Manuel Chinchilla, líder de la agrupación para ese momento. Una vez ejecutadas las órdenes, se convirtió en el nuevo comandante en jefe y demostró ser el líder más eficiente que la republiqueta haya tenido. Organizó el ejército de una manera más práctica, asignó roles bien definidos que facilitaban la creación de estrategias militares, estableció salarios fijos y se ganó el respeto y la lealtad de sus hombres gracias a su temple, autoridad y entusiasmo.

Durante los años siguientes, Lanza se dedicó a frenar los avances españoles y debilitar sus fuerzas mediante tácticas de guerrilla al situar a los soldados en puntos estratégicos de los caminos de La Paz, Cochabamba y Oruro, ciudades a las que también ayudó a reconquistar en alianza con otros líderes patriotas.

Su última gran acción ocurrió poco después de la victoria de la batalla de Ayacucho a manos de Antonio José de Sucre, cuando se dispuso a tomar La Paz junto a su ejército en enero de 1825 para eliminar los últimos vestigios realistas.

La republiqueta de Ayopaya, como el resto de agrupaciones militares de la misma naturaleza, se disolvió a mediados del mismo año con la declaración de la independencia de Bolivia, momento en el que Lanza se convirtió en el primer presidente de la recién establecida provincia de La Paz.

¿Sabías qué?
El mismo diseño de la bandera que empleó José Miguel Lanza para representar a la republiqueta de Ayopaya fue utilizado posteriormente como símbolo del departamento y ciudad de La Paz, actual capital administrativa de Bolivia.
Bandera de la republiqueta de Ayopaya o bandera de La Paz.

Francisco del Rivero y la Revolución de Cochabamba

El general Francisco del Rivero fue un líder militar cochabambino que luchó contra la Corona española durante el período de revolución del antiguo Alto Perú. Destaca por protagonizar uno de los primeros episodios del proceso de la independencia latinoamericana y uno de los más importantes de la historia del país: la Revolución de Cochabamba.

Antecedentes

Las revoluciones de Chuquisaca y La Paz en 1809 despertaron el espíritu independentista de varios sectores criollos del Alto Perú. Temeroso de que las insurrecciones iniciaran también en su región, el gobernador de Cochabamba, José González de Prada, envió a un grupo de soldados liderados por Francisco del Rivero, de quien sospechaba, a un pueblo cercano a Oruro para sofocar una insurrección iniciada por el cacique Manuel Victoriano Titichoca. Sin embargo, este se retiró sin oponer resistencia; así, Del Rivero vio la oportunidad de reunir milicianos fuera de la ciudad y ponerse en contacto con otros cochabambinos para convencerlos de derrocar a González de Prada y organizar los pasos para llevar a cabo dicho objetivo.

La revolución

El 14 de septiembre de 1810, unos mil soldados reclutados y liderados por Francisco del Rivero, Esteban Arze y Melchor Guzmán irrumpieron en Cochabamba para tomar la ciudad. No obstante, contrario a lo que podría esperarse, no hubo derramamiento de sangre. Las tropas, junto a los civiles ávidos de independencia, rodearon el cuartel general de la ciudad y sus líderes ingresaron en él para someter a González de Prada y reclamar así el control y la autonomía. Este huyó entonces hacia el Perú para luego formarse un cabildo en el lugar que designó a Francisco del Rivero como el nuevo gobernador intendente de Cochabamba.

Desde su nueva posición reconoció la autoridad de la Junta de Buenos Aires que se había formado en mayo de ese mismo año, y autorizó el envío de tropas para apoyar al Ejército Auxiliar en su lucha por liberar las tierras del Perú y el Alto Perú, además de participar en algunas de las batallas.

¿Sabías qué?
A pesar de la enorme participación de Francisco del Rivero durante la Revolución de Cochabamba, por alguna razón, únicamente Esteban Arze es recordado como el líder de la revuelta y es a quien históricamente se le atribuye este logro, para relegar a Del Rivero a un segundo plano.
Bandera de la Revolución de Cochabamba, creada por Francisco del Rivero y Esteban Arze.

Trayectoria militar de Carlos de Montúfar

Carlos de Montúfar, hijo de Juan Pío de Montúfar (presidente de la Primera Junta de Gobierno Autónoma de Quito y precursor de la independencia nacional) fue un coronel y patriota ecuatoriano, considerado uno de los libertadores del país. Su carrera militar inició durante su permanencia en España y terminó en el territorio de la actual Colombia, mientras era coronel y ayudante general del ejército de Simón Bolívar.

Carlos de Montúfar y Larrea-Zurbano (1780-1816), apodado el Caudillo, inició su formación militar en el Colegio de Nobles de Madrid. Su participación en la guerra de la Independencia española le valió una condecoración y el grado de teniente coronel del ejército español.

Batalla de Bailén (1808)

Tras la invasión napoleónica a España, se inició la guerra de la Independencia española. Montúfar participó en la batalla de Bailén como ayudante del principal jefe militar español, el general Francisco Xavier Castaños. España salió victoriosa y Napoleón tuvo su primera derrota militar.

Sitio de Zaragoza (1808)

Fueron dos asedios ocurridos en la ciudad de Zaragoza. Allí pelearon las tropas del primer Imperio francés de Napoleón Bonaparte contra las fuerzas españolas de la dinastía Borbón. Terminó con la retirada de las fuerzas francesas.

Batalla de Somosierra (1808)

Los franceses obtuvieron la victoria en este conflicto y Napoleón logró ingresar a Madrid. No obstante, la participación de Montúfar destacó por su heroísmo.

Obra que representa la batalla de Somosierra.
¿Sabías qué?

La Junta Central Suprema y Gubernativa del Reino eligió a Montúfar como comisionado regio en Ecuador, donde la revolución quiteña debilitaba el dominio colonial. El objetivo era llevar la paz a su país y guíar a los líderes hacia el nuevo sistema constitucional del Imperio español. Al llegar a Quito, Montúfar fue arrastrado por las filas revolucionarias, decidió unirse a la causa patriota y luchar contra los españoles.

Batalla de El Panecillo (1812)

Este cruel combate se llevó a cabo en el cerro El Panecillo de Quito, donde se enfrentaron las tropas realistas de Toribio Montes y Sámano y los defensores de Quito comandados por Carlos de Montúfar. Resultó en la victoria realista y Montúfar se vio obligado a salir de la ciudad.

Los escapes de Montúfar

Tras huir de Quito, Montúfar se trasladó a la ciudad de Ibarra. A finales de 1812 fue capturado y desterrado a España. Allí logró escaparse y viajar hasta Panamá, donde se incorporó a las fuerzas del libertador Simón Bolívar.

Batalla de la Cuchilla del Tambo (1816)

En este conflicto lucharon las tropas independentistas de Nueva Granada y las tropas de la Corona española en Popayán, Colombia. La derrota de los patriotas representó el fin de la Primera República. Montúfar fue capturado, condenado a muerte y ejecutado por la espalda por ser considerado un traidor.

Pintura de batalla de la Cuchilla del Tambo. La victoria realista representó el final de la reconquista española en Nueva Granada.

Motín del 2 de agosto de 1810

Ecuador se vio marcada por uno de los hechos más sangrientos de su historia el 2 de agosto de 1810, cuando inició una revuelta ciudadana en Quito en la que patriotas atacaron el Real Cuartel de Lima e intentaron liberar a los próceres que actuaron el 10 de agosto de 1809 en la Primera Junta de Gobierno. El suceso se convirtió en una cruel matanza, cientos de quiteños murieron ese día.

Precedente: inicia la revolución

Un grupo de patriotas se reunió la noche del 9 al 10 de agosto de 1809 en la casa de Manuela Cañizares para firmar un acuerdo y establecer una nueva Junta que gobernara en nombre de Fernando VII y que destituiría al presidente Manuel de Urriez, conde de Ruiz de Castilla.

Óleo que muestra una representación de la reunión de los próceres del 10 de agosto de 1809 en la casa de doña Manuela Cañizares.

nuevo gobierno

El capitán Juan Salinas, quien apoyó el movimiento desde el inicio, ofreció sus soldados, y durante la mañana del 10 de agosto él y su pequeño ejército se apoderaron de las edificaciones gubernamentales. La soberanía recayó en la Junta Suprema, con Juan Pío Montúfar como presidente; José Cuero y Caicedo como vicepresidente, y Juan de Dios Morales, Manuel Rodríguez de Quiroga y Juan Larrea como secretarios de Estado.

La Junta implantó diversas reformas que gozaron de popularidad, sin embargo, muchos sectores no se sentían representados por sus líderes políticos y rechazaron el movimiento revolucionario. De este modo, la ejecución de este gobierno ejecutivo se hizo más difícil con el tiempo y, luego de unos 3 meses, cesó sus funciones.

Algunos cargos de la Primera Junta de Gobierno Autónoma de Quito

Juan Pío Montúfar, presidente.
Obispo José de Cuero y Caicedo, vicepresidente.
Juan de Dios Morales, ministro de Negocios extranjeros y Guerra.
Manuel Rodríguez de Quiroga, ministro de Gracia y Justicia.
Juan de Larrea, ministro de Hacienda.

tensión en las calles

Ante su frustrado gobierno, Juan Pío Montúfar renunció a la presidencia de la Junta el 12 de octubre de 1809 y días después hizo un pacto con Ruiz de Castilla que consistía en mantener la Junta y no tomar ningún tipo de represalias. El 29 de octubre de 1809, Ruiz de Castilla se instaló nuevamente en el poder.

Ruiz de Castilla, contrario a lo que había prometido, desató un persecución contra todos aquellos que habían sido participes de la Primera Junta de Gobierno Autónoma de Quito y aprisionó a varios en el Cuartel Real de Lima.

día de la matanza

El 2 de agosto de 1810, Quito estaba fuera de control por la presencia teniente coronel Manuel Arredondo y sus tropas, que tenían ocupada la ciudad, y se experimentó un máximo momento de tensión cuando un grupo de patriotas intentaron liberar a los presos del Cuartel Real de Lima. Esto desató una cruenta batalla que terminó con la orden del Conde Ruiz de Castilla de matar a los reclusos en sus propias celdas, entre ellos a los ministros Quiroga, Morales, Larrea y el comandante Salinas.

Juan José de Salinas y Zenitagoya fue un militar que presidió la Falange armada de la Primera Junta de Gobierno Autónoma de Quito en 1809.

La violencia invadió a la ciudad y un gran número de civiles resultaron heridos y muertos. Los ataques cesaron cuando el obispo Cuero y Caicedo recorrió las calles con un Cristo y pidió que cesara la lucha. Dos días después hubo una Asamblea de conciliación en la que se acordó la salida definitiva de Arredondo de la ciudad y un alto a las represalias.

Desde entonces, cada 2 de agosto se rinde homenaje en el país a las víctimas de la venganza colonial, tanto a los próceres como a las múltiples víctimas anónimas que lucharon y entregaron sus vidas por la libertad de su país.

Carrera militar de Manuel Ascencio Padilla

Manuel Ascencio Padilla fue un líder militar que tuvo una destacada participación en las guerras por la independencia de Argentina y Bolivia. Demostró un gran compromiso por la causa patriótica en su lucha contra las fuerzas realistas, a las cuales enfrentó principalmente con la ayuda de cientos de miles de guerrilleros de los pueblos originarios de la región.

Revolución de Chuquisaca (1809)

Ascencio Padilla se unió a la revolución desde su comienzo el 25 de mayo, donde, entre otras acciones, utilizó su cargo como alcalde pedáneo de la parroquia de San Miguel de Moromoro en Chuquisaca para evitar el envío de suministros y provisiones a las tropas asignadas a reprimir la rebelión. Sin embargo, meses después, este movimiento cayó y Ascencio Padilla se vio obligado a huir hacia las aldeas de las serranías circundantes.

Revolución de Mayo (1810)

Sirvió como apoyo a la recién formada Junta de Buenos Aires, a través de la cual los revolucionarios despojaron del poder al virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros.

Revolución de Cochabamba (1810)

Luego de la victoria patriota del 14 de septiembre, la ciudad de Cochabamba reconoció la autoridad de la Junta de Buenos Aires y nombró a Padilla comandante civil y militar de una región que tenía su sede en el pueblo de La Laguna, el cual fue renombrado posteriormente como Padilla en su honor.

Batallas libradas entre 1810 y 1816

Durante los siguientes años comandó algunos batallones y reforzó otros bajo el mando de Manuel Belgrano, donde logró reunir cientos de miles de guerrilleros, principalmente quechuas y chiriguanos, agrupaciones que recibían el nombre de republiquetas. Aquí destaca su aporte al famoso Ejército del Norte, tanto al sumar hombres a sus filas como al servir de anfitrión para sus tropas.

Participó en una gran cantidad de batallas contra los realistas españoles con resultados variados, con mención de las victorias en las batallas de Aroma, Pintatora, Tucumán y Salta, y las derrotas de Huaqui, Tacobamba, Vilcapugio y Ayohuma, entre otras batallas y operaciones de guerrilla. Su estrategia de combate consistía en atacar por sorpresa y retirarse a tiempo a lugares seguros de montaña antes de que el enemigo pudiese responder satisfactoriamente.

Batalla de La Laguna (1816)

Ascencio Padilla encontró la muerte a manos del coronel realista Francisco Javier Aguilera, quien rodeó y derrotó a su ejército en La Laguna y lo decapitó.

¿Sabías qué?
Ascencio Padilla compartió toda su carrera militar, de principio a fin, con su esposa Juana Azurduy, otra famosa y aguerrida personalidad de las guerras de independencia hispanoamericana. Es por ello que rara vez se menciona a uno sin incluir al otro en los relatos históricos.
Juana Azurduy, esposa de Manuel Ascencio Padilla.

Primera y Segunda Revolución Industrial

Parte de los siglos XVIII y XIX destacó por traer grandes avances sociales, económicos y especialmente tecnológicos a la sociedad, en donde surgieron los grandes inventos y fuentes de energía que hoy día consideramos fundamentales, y que en su momento cambiaron por completo el estilo de vida de las personas. Esta transformación está divida en dos períodos, conocidos como Primera y Segunda Revolución Industrial.

Primera Revolución Industrial Segunda Revolución Industrial
Cronología Entre 1750 y 1870. Entre 1870 y 1914.
Lugar Inglaterra. Europa, Estados Unidos y Japón.
Características principales Período histórico caracterizado por la innovación técnica y la mecanización. Período histórico caracterizado por la automatización y la aplicación científica.
Principales fuentes de energía utilizadas Carbón y vapor. Electricidad, gas y petróleo.
Metales principalmente utilizados Hierro y acero. Acero, aluminio, cobre, níquel y aleaciones diversas.
Principales industrias Industria textil, minera y metalúrgica. Industria siderometalúrgica, química y eléctrica
Vehículos inventados y utilizados Ferrocarriles y barcos a vapor. Ferrocarril eléctrico, primeros automóviles y aviones.
Avances tecnológicos destacados Máquinas de vapor, máquinas textiles. Telégrafo, vehículos eléctricos, motor de combustión, teléfono, radio, pila, bombilla, cine.
Mayores productos consumidos Ropa y herramientas básicas. Máquinas de consumo privado, como las de coser, escribir, transporte, etc.
Economía Industrias formadas por la burguesía que había acumulado riquezas por herencia familiar. Nació entonces el capitalismo. Surgieron las grandes empresas multinacionales y las sociedades anónimas. Hubo un manejo y una necesidad de cantidades inmensas de dinero.
Aspectos sociales La clase obrera no estaba organizada, por lo que eran frecuentemente explotados y sus derechos irrespetados. Surgió el taylorismo: método aplicado para la organización de la mano de obra en la que cada trabajador poseía horarios y tareas fijos. Se crearon los sindicatos.