Lachesis es un género de serpientes venenosas que se encuentra agrupado dentro de la subfamilia de las víboras de foseta. Este género cuenta con tres especies distribuidas entre América Central y América del Sur, una de ellas es la serpiente cuaima, también conocida como serpiente de cascabel muda.
Generalidades
Es una serpiente venenosa de la familia Viperidae. Tiene una cabeza grande, deprimida en forma de corazón. Es de color marrón con tonos naranjas. Presenta manchas negras en forma de diamante. A los lados de los ojos tiene una banda horizontal negra. El color del vientre es blanco. Tiene una longitud máxima de entre 2 m y 3,6 m. Tiene similitud con las serpientes cascabel de los géneros Crotalus y Sistrurus.
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Sauropsida
Orden: Squamata
Familia: Viperidae
Género: Lachesis
Especie: Lachesis muta
Etimología
“Lachesis” hace referencia a una de las tres deidades griegas del destino, Láquesis, que determina el hilo de la vida. El epíteto específico viene del latín mutus que significa “mudo” y hace referencia a la ausencia de cascabel en esta especie.
Distribución y hábitat
Lachesis muta se encuentra distribuida al este de los Andes en Colombia; sur y este de Venezuela; Guyana; Trinidad; Surinam; Guayana Francesa; norte y centro de Brasil; este de Perú; este de Ecuador, y noreste de Bolivia. Se puede localizar desde el nivel del mar hasta aproximadamente 1.300 m s. n. m. Su hábitat son los bosques tropicales lluviosos y bosques húmedos montanos bajos, que tengan una precipitación anual mayor a 2.000 mm, de preferencia con precipitaciones superiores a los 4.000 mm.
Comportamiento y reproducción
Es una especie solitaria, terrestre y nocturna. No suele ser agresiva, a menos que sea perturbada, en ese caso infla el cuello y vibra la cola. Durante el día duerme enrollada en madrigueras o en la base de los árboles. Se alimenta de animales pequeños y medianos, principalmente mamíferos. Es ovípara, alcanza la madurez sexual a los dos años de edad, pone entre 5 y 19 huevos por nidada.
Veneno
Tiene un potente veneno con efectos neurotóxicos, proteolíticos, hemorrágicos y miotóxicos. La mordedura de esta víbora causa inflamación en la zona, dolor intenso, necrosis y muchas veces gangrena.
¿Sabías qué?
Aunque es una de las especies más venenosas, su tasa de mortalidad es baja porque en general es poco agresiva y evita el contacto con los humanos.
Estado de conservación
Figura como una especia de preocupación menor según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN o Libro Rojo. La preocupación no se ha incrementado gracias a que la víbora habita muchas áreas protegidas.
Víbora de gran tamaño
En algunas localidades de Brasil se ha documentado que puede llegar a morder personas a la altura de la cara, incluso si la persona está de pie, esto gracias a su gran tamaño.
Los solsticios y los equinoccios son fenómenos que marcan el inicio de las estaciones, se presentan dos veces al año, por ejemplo, el solsticio sucede durante el verano y el invierno, mientras que el equinoccio ocurre durante la primavera y el otoño.
Equinoccios
Solsticios
¿De dónde proviene la palabra?
Del latín aequinoctium, que significa “noche igual”.
Del latín solstitium, que significa “sol quieto”.
¿Qué indican?
Entrada a primavera y otoño.
Entrada a verano e invierno.
¿Cuándo ocurren?
– 20 de marzo: equinoccio de primavera en el hemisferio norte y de otoño en el hemisferio sur.
– 22 de setiembre: equinoccio de otoño en el hemisferio norte y de primavera en el hemisferio sur.
– 21 de junio: solsticio de verano en el hemisferio norte y de invierno en el hemisferio sur.
– 21 de diciembre: solsticio de invierno en el hemisferio norte y de verano en el hemisferio sur.
¿En qué posición se encuentra el Sol?
Punto más cercano al ecuador.
Punto más distante del ecuador.
Duración del día
No cambia.
Durante el solsticio de verano el día es más largo y durante el solsticio de invierno el día es más corto.
El desarrollo del lenguaje inicia con el nacimiento mismo de las palabras que conforman nuestro idioma. Estas no han surgido de la nada, pues como todo, parten de un origen, y su estudio puede enseñarnos mucho sobre nuestra historia y cultura. El estudio del origen de las palabras es conocido como etimología.
¿Qué es la etimología?
La etimología de una palabra se refiere a que su origen y desarrollo histórico: es decir, su uso más antiguo conocido, su transmisión de un idioma a otro y, con ello, sus cambios de forma y significado. Etimología es también el término utilizado para describir la rama de la lingüística que estudia la historia de las palabras.
Diferencia entre definición y etimología
Una definición nos dice qué significa una palabra y cómo se usa en nuestro propio tiempo, mientras que la etimología nos dice de dónde vino una palabra (a menudo, pero no siempre, de otro idioma), lo que solía significar y la estructura morfológica que tuvo en ese momento específico del tiempo.
Por ejemplo, la definición de la palabra “desastre” es “un hecho que causa una destrucción y angustia generalizadas, una catástrofe” o “una grave desgracia”. Por otro lado, la etimología de la palabra “desastre” nos remonta a una época en la que la gente comúnmente atribuía grandes desgracias a la influencia de las estrellas (del latín dis-, que significa “separación en varios caminos” y astro, que significa “estrella”).
¿De dónde vienen las palabras?
Nuevas palabras han ingresado y continúan ingresando a los distintos idiomas del mundo de muchas maneras diferentes. La mayoría de las palabras utilizadas en castellano han sido tomadas de otros idiomas, principalmente del latín y del griego, y luego modificadas hasta convertirse en las palabras que conocemos actualmente.
Palabras originadas del latín:
Divinus: divino.
Templum: templo.
Caelestis: celestial.
Collis: colina.
Palabras originadas del griego:
Aeros (aire): aéreo.
Bios (vida): biología.
Demos (población): democracia.
Cardias (corazón): cardiopatía.
Procesos a través de los cuales se originan las palabras
Modificaciones
Una vez que las personas comienzan a utilizar una palabra, ésta se vuelve susceptible de ser alterada, ya sea por comodidad, para que suene diferente a otras palabras parecidas, u otras razones.
Cambios semánticos
El significado de las palabras puede cambiar con el tiempo a medida que la sociedad avanza y cambia con ello sus costumbres, sus valores y su estilo de vida.
Generación
A medida que cada grupo de personas de una época distinta use las palabras, cada pequeña diferencia que cada uno de estos grupos utilizó en dichas palabras puede convertirse en cambios permanentes hasta originar palabras nuevas que se seguirán transmitiendo de generación en generación.
Préstamo
Las palabras se adoptan con frecuencia de idiomas extranjeros, generalmente con algunos cambios en su sonido. Muchas palabras prestadas son nombres de cosas o alimentos que han sido traídos a nuestras tierras desde otros países.
¿Sabías qué...?
La etimología de la palabra etimología proviene del griego ἔτυμον o étumon, que significa “verdadero sentido” o “sentido de una verdad”, y el sufijo también griego -λογία o logia, que significa “estudio de”.
Ejemplos de etimología: origen de los nombres de los países de Latinoamérica
Argentina
Su nombre está vinculado con la palabra “plata”, en latín argentum. Esta asociación con la plata proviene del Río de la Plata y la sierra de la Plata, un lugar en las cercanías del río en el que supuestamente abundaba este metal.
Bolivia
El país se nombró de esta forma en honor al prócer y libertador Simón Bolívar. El nombre exacto provino del diputado Manuel Martín Cruz, que tiempo después de lograr la independencia del país, comentó: “si de Rómulo, Roma; de Bolívar, Bolivia”.
Brasil
El nombre del país surge de un árbol de un color rojo muy intenso que los exploradores portugueses que llegaron a esas tierras bautizaron como Pau Brasil, o palo brasil, debido a la semejanza del color de este con las brasas.
Chile
Existen dos teorías de su etimología. Una de ellas dicta que proviene de chilli, nombre que los pueblos mapuche usaban para referirse a la frase “donde se acaba la tierra”. Otra teoría propone que el nombre proviene de chiri, palabra quechua que significa “frío”.
Colombia
Inicialmente, Colombia era conocida bajo el nombre Nueva Granada cuando aún formaba parte de una sola tierra con Ecuador, Panamá y Venezuela. Luego de la separación fue bautizada como Colombia por Simón Bolívar en honor a Cristóbal Colón. Curiosamente, Colón proviene de Columbus, que en latín significa “paloma”.
Costa Rica
Fue bautizado de este modo por Cristóbal Colón debido a la creencia de que sus tierras se encontraban repletas de oro. Colón recorrió estas costas en uno de sus viajes en 1502.
Cuba
Proviene de la palabra cubanacán, palabra que se traduce del idioma de los antiguos indios taínos como “lugar del centro”. Estos habitaban la isla antes de la llegada de los españoles.
Ecuador
Su nombre proviene de la línea imaginaria que separa el planeta tierra en dos hemisferios, pues dicha línea atraviesa el norte del país.
El Salvador
Toma su nombre de la fortaleza que los españoles instalaron en su capital, conocida como San Salvador.
Guatemala
Al igual que con Chile, existen dos teorías de su etimología. Una propone que proviene de la palabra náhuatl quauhtemallan, que significa “tierra de muchos árboles”. La otra teoría describe que la palabra tiene su origen en guhatezmalha, que significa “montaña que vomita agua”.
Honduras
Se pensaba que el nombre fue dado por Cristóbal Colón por la gran profundidad de sus costas, pero posteriormente el origen se atribuyó al historiador español Bartolomé de las Casas, que se refería al país como “Hondure” e insinuaba que esta palabra era de origen indio.
México
Fue como los españoles llamaron a la capital del imperio azteca Metztlixihtlico, que en idioma náhuatl se traduce como “el lugar en el ombligo de la Luna”.
Panamá
Se piensa que su origen proviene de la frase “abundancia de peces” escrita en el idioma de los pueblos que habitan en la provincia de Darién. Sin embargo, aún se debate sobre ello.
Paraguay
Aunque no es algo plenamente establecido, se cree que su nombre proviene del río con quien comparte nombre, y que éste, a su vez, proviene de las palabras del idioma de los pueblos guaraníes para, que significa “río”, gua que significa “nacido”, e y que significa “agua”.
Perú
Se cree que el nombre proviene tanto del río Virú como del nombre de un poderoso cacique de los pueblos originarios que habitaban la zona circundante a esta. Al mismo tiempo se cree que esta palabra, en el idioma de dicha tribu, significaba “agua” o “río”.
Puerto Rico
El nombre proviene de la capital de la ciudad a la que Colón llamó de esta manera, debido a las enormes riquezas que salían desde su puerto hacia España. Previo a esto, los pueblos taínos de la zona llamaban a la isla Boriquén, que significa “Tierra del Altísimo o del Gran Señor”.
República Dominicana
Su nombre proviene del nombre del fundador de la Orden de Predicadores, Santo Domingo de Guzmán, también conocida como “orden dominicana”, quienes establecieron su base y casa de estudios en el país.
Uruguay
Según ciertas teorías, el nombre del país proviene del río Uruguay, y éste, a su vez, proviene del idioma del pueblo charrúa. Según el mismo uru proviene del ave urú que habita en estas aguas, y guay, que se asocia a las palabras “río” y “nacido”.
Venezuela
El nombre del país significa literalmente “pequeña Venecia”, nombre que recibió del explorador Amerigo Vespucci porque las viviendas sobre estacas en las que vivían los nativos del lugar le recordaron a dicha ciudad italiana.
El castellano y el árabe
Muchas de las palabras que utilizamos en el idioma también provienen de los pueblos árabes que antiguamente habitaron la Península Ibérica. Así, podemos encontrar ejemplos apasionantes como algodón (alquṭún), naranja (naranǧa) y azúcar (assúkkar), entre muchos otros.
Las enciclopedias son parte esencial de nuestra vida académica. Desde pequeños acudimos a ellas para ir formándonos en diferentes áreas. Les presentamos el origen de la primera enciclopedia y la importancia que implicó su creación.
ANTECEDENTES DE LA ENCICLOPEDIA
«En esta obra no se encontrarán… los conquistadores que han destruido la Tierra, sino los genios inmortales que la han iluminado. […] Aun los nombres de los príncipes y de los grandes personajes no tienen derecho a ocupar un lugar en la Enciclopedia, excepto en virtud de los beneficios que le hayan hecho a la ciencia; la Enciclopedia le debe todo al talento y nada a los títulos. Es la historia del espíritu humano, no de la vanidad». Encyclopédie ou Dictionnaire raisonné des sciences, des arts et des métiers (1751-1772); París, Francia.
Desde que el hombre comenzó a conocer el mundo en el que vivía, construyó el conocimiento clasificando todos los objetos que estudiaba. Desde el mismo momento en que ese saber fue acrecentándose, también se gestó la idea de reunirlo todo de tal manera que aquello que quisiéramos conocer, estaría al alcance de la mano en un solo lugar.
Los primeros lugares en los que fue almacenándose el conocimiento serían las academias griegas, aunque el primer espacio que realmente podemos considerar como un antecedente a la clasificación cuidada del saber fue la Biblioteca de Alejandría; una de las siete maravillas del mundo antiguo. Esta biblioteca llegaría a albergar unos 700.000 manuscritos, y cuyo catálogo abarcaba matemática, astronomía, geometría, mecánica y medicina.
Así las cosas, diferentes autores siempre trataron de compilar todo el conocimiento del momento. Entre ellos encontramos a Plinio “El Viejo” en el año 77 con los 37 libros de su Historia Natural; aunque esta obra no contaba con un método de búsqueda organizado y estaba volcada a la narrativa. El orden y la clasificación por categorías implican una comprensión profunda del tema. Entre los años 627 y 630 hallamos la obra de San Isidoro de Sevilla, Originum sive etymologiarum libri viginti (Etimologías), que consta de 20 libros en los que se recopilaba ciencia, revelaciones, origen y significados. Otro antecedente importante es el Suda del mundo mediterráneo; un compendio histórico escrito en griego por eruditos bizantinos del siglo X, ordenado alfabéticamente y con 30.000 entradas. Como último antecedente lejano podemos citar en China los 22.877 manuscritos reunidos entre 1403 y 1408 por los 2.000 eruditos reclutados por el emperador Yongle de la dinastía Ming.
LOS PRIMEROS PASOS HACIA LA ENCICLOPEDIA ACTUAL
En el siglo XIII aparece la figura de Roger Bacon, un monje franciscano inglés cuyos conocimientos del griego y otros idiomas orientales lo llevaron a traducir importantes obras del Mundo Antiguo; consideraba que era sumamente importante los escritos en su idioma original. En el año 1267 se publica su Opus Maius que desarrollaba un método de confirmación de información para categorizar en ciencias, filosofía, moral y ética; era una obra con saberes de fuerte carga religiosa y sería el germen para el establecimiento del método científico y una clasificación un poco más ordenada.
El filósofo y político inglés Francis Bacon, publica en 1605, Of the proficiency and advancement of learning, divine and human. En este escrito establece que existen dos árboles de conocimiento: el humano y el divino. Aquí, indudablemente, se percibe la influencia de la Summa Teologicæ de Santo Tomás de Aquino.
Para el siglo XVIII el editor André Le Breton estaba en la búsqueda de dos autores para traducir Cyclopaedia de Ephrain Chambers y la empresa recaería entonces en las manos de Denis Diderot y Jean Le Rond D´Alembert.
Cyclopaedia pretendía reunir todo el conocimiento de la época, organizada en 47 artes y ciencias. Si bien Ephrain Chambers se había basado en las categorías descritas por Francis Bacon, introdujo varias ramas de los dos árboles principales del conocimiento –el humano y el divino– por lo que tanto Diderot como D´Alembert no estuvieron de acuerdo con la clasificación que tenía esta obra. Ambos retornarían a la fuente original para, no sólo traducir sino ordenar nuevamente todo el material con el fin de no tener objeciones religiosas ni filosóficas; el argumento religioso se los daría la Summa Teologicæ y el argumento epistemológico lo aportaría D´Alembert al lograr una acabada cohesión entre ciencias y artes tomando como parámetro a John Locke.
Esta enciclopedia sería conocida como el “texto supremo de la Ilustración” y modificaría para siempre la manera de concebir al mundo.
LA OBRA DE DIDEROT Y D´ALEMBERT
Los autores de la que se considera la primera enciclopedia iniciaron un trabajo monumental como alternativa al Diccionario de Trévoux de los jesuitas, pero no lo hicieron solos. Diderot desarrollaría lo concerniente a la historia de la filosofía, además de tener un marcado interés por la tecnología; para ello apelaría a autores como Montesquieu, Voltaire, Rousseau, Du Marsais y Daubenton. D´Alembert se abocaría a la matemática, el abate Morellet a la teología, Buffon a las ciencias de la naturaleza, Paul-Joseph Barthez a la medicina, Quesnay y Turgot a la economía y el caballero de Jaurcourt ayudaba a Diderot en cuestiones de redacción y edición.
Si tuviéramos que definir de alguna manera las tendencias filosóficas predominantes en esta enciclopedia, serían el empirismo y el sensualismo, ambas características de la Ilustración. Como lo dijimos previamente, Diderot emplearía la imagen del árbol del conocimiento apreciado por la escolástica medieval y recuperada por Francis Bacon; y se basaría en esa clasificación de las facultades y las ciencias tan difundida en su momento. Este hecho no deja de ser paradójico ya que la imagen bíblica del Génesis se invierte al reunir en una obra el saber humano y asociarlo a esa figura. El conocimiento ahora estaría al alcance de todos.
Diderot era un soberbio analítico que registraría todo ordenándolo con criterio racional y alfabético sin ningún tipo de reservas. La gran novedad que establece Diderot es la utilización de las referencias a los objetos y las palabras para que el lector pueda abordar fácilmente ese gran espacio de saberes.
El 28 de junio de 1751 se imprimieron 2.000 ejemplares del primer volumen para enviárselos a los suscriptores. La Enciclopedia triunfó en toda Europa y varios países, incluida Rusia, buscaron hacerse de ella rápidamente.
Diderot debió esconderse por el año 1752 al publicarse el tomo II pues fue precedido de un gran escándalo que llevaría a la suspensión de la publicación. Sin embargo, en 1753 aparecería el tomo III y éste sería condenado por el Consejo del rey: ya desde el primer tomo la enciclopedia había puesto en tela de juicio el derecho divino de la realeza. Los tomos IV, V y VI se publicaron en 1754, 1755 y 1756 respectivamente.
El mismo Rousseau acabaría publicando una respuesta violenta en contra de los artículos de la enciclopedia cuando, en 1757, se publicó el tomo VII el artículo “Ginebra” escrito por D’Alembert. En 1759, se prohíbe definitivamente la Enciclopedia y el privilegio otorgado para publicar de 1748 fue anulado, con la orden de devolver el dinero a los suscriptores. A modo de indemnización, Le Breton editaría dos volúmenes diferentes que se le enviarían a cada uno de ellos. D’Alembert, Marmontel y Duclos se retiraron. Diderot continuaría solo durante siete años. En 1766 se editarían los diez últimos volúmenes. El último de los once volúmenes de grabados aparecería en 1772. Pero a partir del volumen VIII, Diderot ignoraría que todos los ejemplares se verían sometidos a la censura del editor Le Breton, que, sin embargo, dejó que los volúmenes se publicaran.
La obra de Diderot y sus colaboradores impulsó la producción de enciclopedias quedando como símbolo del espíritu de la Ilustración. Desde el catolicismo, se intentaría borrar todo recuerdo de la primera enciclopedia: el abate Jacques-Paul Migne (1800-1875), fundador de la Biblioteca Universal del clero y editor de faraónicas colecciones de textos de padres de la Iglesia griega y latina, publicaría una Enciclopedia eclesiástica (1851-1859) de 66 volúmenes. Esfuerzo inútil ya que actualmente no se tienen registros de esta última empresa, salvo en círculos especializados.
La enciclopedia daría lugar también a otros trabajos como la enciclopedia filosófica realizada por Hegel y Fichte, ambos hijos de la filosofía de la Revolución Francesa y de la Ilustración.
INFLUENCIA DE LAS ENCICLOPEDIAS
Ponemos un orden en el mundo clasificándolo, es decir, tenemos un conocimiento enciclopédico de nuestro entorno. En el mundo antiguo, el hombre era definido como un ser bípedo que conocía de acuerdo a las observaciones que hacía y lo que se preguntaba; con el advenimiento de la enciclopedia, se cambia la forma de clasificación ya que se rompen las fronteras entre lo conocido y lo incognoscible, y ya no es necesario pasar por la experiencia para conocer algo.
A partir de la Ilustración el conocimiento tiene mayor relevancia que la religión; la fe en la ciencia llega para arrebatarle el poder a la Iglesia. Existe una revalorización de los pensadores y es algo que el mismo Diderot especificaría en su obra.
Surgen modernas disciplinas académicas en el siglo XIX y las instituciones se adaptan a esa forma de conocer: es la cosmovisión actual, la nuestra. Finalmente, la estructura mental del mundo occidental, el pensamiento, sería cincelado por el filo acerado del enciclopedismo; la primera enciclopedia había iniciado el camino de manera irrevocable.