Epifitas: plantas aeroterrestres

Las epífitas, también llamadas plantas aeroterrestres, crecen en todas partes pero se encuentran principalmente en las ramas, troncos e incluso las hojas de los árboles. El nombre epífita proviene de la palabra griega epi que significa “sobre” y phyton que significa “planta”.

¿Qué son las epífitas?

Las epífitas, también llamadas plantas aéreas o plantas aeroterrestres se definen como aquellas plantas que crecen sobre otras plantas o sobre cualquier estructura que les brinde apoyo físico.

Las epífitas no tienen sus raíces conectadas al suelo y tampoco son parásitas, sólo toman apoyo de las demás plantas.

Las epífitas en su mayoría se encuentran en zonas húmedas tropicales, donde su capacidad para crecer por encima del nivel del suelo las beneficia ya que tienen mejor acceso a la luz solar y pueden explotar los nutrientes que se encuentran disponibles en las hojas de las plantas que usan como soporte. La mayoría de las epifitas son plantas angiospermas, dentro de ellas se incluyen muchas especies de orquídeas, musgos, bromelias, hepáticas y helechos.

Las epífitas se benefician de la materia orgánica y los nutrientes que se acumulan en la copa de los árboles.

Pueden localizarse en ramas, troncos y otras estructuras de la planta. Sin embargo, a pesar de que viven sobre las estructuras de otras, esto no quiere decir que sean parásitas. Existen muchos tipos de epífitas, y a pesar de que la gran mayoría se encuentran en bosques tropicales y nublados donde obtienen el agua de la humedad del aire, algunas pueden vivir en terrenos áridos o desérticos y recogen la humedad de la niebla.

Adaptaciones de las epífitas

Las plantas epífitas germinan en algunas zonas de los árboles y los matorrales, durante su desarrollo sus raíces no tocan el suelo, quedan suspendidas en el aire, una característica que para la mayoría de las plantas supondría la muerte, por lo que todas las plantas no pueden ser epífitas. Las raíces de las plantas epífitas se han adaptado a no tocar el suelo y mantenerse adheridas al organismo o estructura física que los sostiene.

¿Sabías qué...?
Existen plantas parásitas que desarrollan raíces especializadas que introducen en los vasos conductores de la planta huésped para quitarles sus nutrientes y agua. Las plantas parásitas se clasifican en dos tipos: hemiparásitas y holoparásitas, de acuerdo a si pueden realizar o no la fotosíntesis.

Las epífitas presentan una serie de adaptaciones que les permiten vivir de esta manera, se pueden agrupar de la siguiente manera:

  • Adaptaciones morfológicas: la adaptación más común de las epífitas es que la disposición de sus hojas tiene forma de roseta para que puedan captar mejor el agua, ya que sus raíces no pueden absorberla del suelo. Adicionalmente poseen unas estructuras llamadas domacios a través de las cuales obtienen nitrógeno.
La disposición de las hojas les permite acumular agua que luego pueden aprovechar.
  • Adaptaciones anatómicas: debido a que las epifitas no pueden acceder tan fácilmente al agua, deben perder la menor cantidad posible, para ello han desarrollado una cutícula gruesa en sus hojas que les permite evitar la pérdida de agua por evaporación. Algunas especies de orquídeas y bromelias desarrollan un tejido conocido como velamen ubicado en las raíces que les permite absorber agua en época de lluvia e impide la salida de agua de las mismas.
  • Adaptaciones fisiológicas: las epífitas desarrollan una ruta metabólica denominada estrategia CAM, esta se basa en separar la formación de energía fotosintética del intercambio de gases para así perder la menor cantidad de agua posible.
Las epífitas abren sus estomas en la noche, pierden menos agua por evaporación por las bajas temperaturas.
  • Adaptaciones reproductivas: debido a que el espacio donde se ubican las epífitas (usualmente troncos) es muy reducido, no pueden formar colonias, es por ello que desarrollan semillas que puedan dispersarse por el viento y así viajar largas distancias con el fin de colonizar otros árboles.

Tipos de plantas epífitas

  • Bromelias: son el grupo de plantas pertenecientes a la familia Bromeliaceae, son típicas de regiones tropicales de América del Sur y se caracterizan por presentar una única flor y hojas dispuestas en forma de roseta. Algunas epífitas de esta familia son las las especies del género Tillandsia y Guzmania.
Flor de bromelia.
  • Orquídeas: son un grupo de plantas pertenecientes a la familia Orquidaceae, las orquídeas epífitas conforman casi el 90 % del total de las especies de esa familia. Así como las demás plantas epífitas, las orquídeas cuelgan de los troncos y obtienen el agua del ambiente.

 

Un ejemplo de orquídea epífita es la del género Phalaenopsis.
  • Helechos: al igual que las bromelias y las orquídeas, viven en continua interacción con otras plantas que le facilitan la obtención de nutrientes. Son más comunes en países tropicales. El cuerno de alce de Australia es un ejemplo de helecho epífito.
¿Epífitas o parásitas?

Las plantas epífitas no son plantas parásitas ya que no obtienen sus nutrientes de la planta que las sostiene mediante la introducción de sus raíces, como lo hacen comúnmente las plantas parásito, además de ello, las epífitas si realizan la fotosíntesis, muchas plantas parásitas no.

  • Musgos: son un grupo de plantas briofitas que pueden crecer sobre rocas (litofitos) o sobre troncos.
  • Líquenes: son organismos formados por un alga y un hongo que se encuentran en relación simbiótica. Están distribuidos prácticamente en todo el mundo. Un ejemplo conocido es el liquen de Islandia.

 

Monte Verde: hallazgo arqueológico más antiguo de América

Durante décadas, los arqueólogos sostuvieron que los primeros seres humanos entraron a América sobre el puente del Estrecho de Bering hace unos 13.000 años. Pero en 1976 se hizo un descubrimiento en Chile que obligó a que esa conclusión fuera reescrita: Monte Verde.

¿Qué es Monte Verde?

Es un yacimiento arqueológico ubicado en la Región de Los Lagos, al sur de Chile que fue descubierto por primera vez en 1976. El sitio está a unos 500 kilómetros al sur de Santiago.

Las ruinas de Monte Verde están muy bien conservadas y representan un pequeño asentamiento de 20 a 30 personas que vivían en 12 chozas. La llama extinta, los mariscos, una variedad de vegetales y frutos secos, y lo más asombroso, un trozo todavía reconocible de carne de mastodonte, fueron recuperados en el sitio y representan la dieta de los ocupantes.

Entre los fósiles se encontraron restos de Paleollamas, ancestros de las llamas actuales.

Historia de un gran hallazgo

Hasta hace pocos años, la mayoría de los arqueólogos creía que los Clovis eran los primeros seres humanos en llegar a América, y que se extendieron a través de Norteamérica. Tal creencia ha sido refutada por el hallazgo de Monte Verde en Chile, que fue ocupado por lo menos mil años antes del asentamiento de los Clovis más antiguos.

Por razones que aún no están muy claras, hace aproximadamente 13.000 años la superficie de agua de Monte Verde se elevó e inundó el campamento, lo que obligó a los habitantes a marcharse. Luego se formó una turbera que asfixió el lugar pero lo protegió del ataque bacteriano y los cambios destructivos de la humedad.

Los Clovis eran considerados la cultura indígena más antigua del continente americano a mediados del siglo XX.

Hallazgos arqueológicos

La turba que se formó en Monte Verde conservó todo lo que dejó la gente:

Herramientas

Se encontró una gran variedad de herramientas de madera, como palos de excavación, lanzas y un mortero. También se recuperaron instrumentales hechos de piedra.

Cimientos de las casas

La madera y los materiales de al menos 12 estructuras se conservaron en el sitio. Los cimientos estaban hechos de troncos y tablones sostenidos con estacas de un tipo diferente de madera que apoyaban habitaciones de 3 a 4 metros de largo por cada lado. Se presume que colocaron postes verticales para sostener un armazón de troncos cubierto por pieles de animales.

¿Sabías qué...?
El gonfoterio es un animal mamífero extinto, ancestro del elefante, cuyos restos fosilizados se encontraron en Monte Verde durante las primeras excavaciones.

Plantas comestibles

Las plantas eran extremadamente importantes en la dieta del pueblo de Monte Verde. Alrededor de 42 especies comestibles han sido identificadas en el lugar, entre ellas patatas silvestres, bambúes, champiñones, semillas de juncos, bayas, frutos secos y una gran cantidad de frutas exóticas. Debido a que muchas de estas son de especies que maduran a lo largo del año, se presume que el sitio fue ocupado durante ese período de tiempo. Otra evidencia de la importancia de los vegetales en la dieta de la gente de Monte Verde es el gran número de piedras para moler encontradas allí.

Otro hallazgo

Monte Verde no es el único sitio que pone en duda el paradigma tradicional. En 1997, un grupo de científicos encabezado por la Dra. Anna Roosevelt del Museo de Campo de Chicago, anunció los resultados de sus excavaciones en la Caverna de la Roca Pintada de la Amazonia brasileña, donde encontraron los restos de un antiguo campamento, huesos de animales y fosas de frutas que datan de más de 11.000 años.

Plantas medicinales

Los restos de unas 22 especies de plantas fueron recuperadas del sitio; el análisis reveló que eran especies no comestibles idénticas a las utilizadas hoy por los pueblos nativos locales para la cura de enfermedades. Quizás la gente de Monte Verde también las usó con este fin.

Plantas medicinales, plantas exóticas y plantas comestibles fueron encontradas en el campamento.

Huesos de animales

Los huesos estaban bien conservados; la mayoría provenía de mastodontes, un pariente cercano pero extinto del mamut y del elefante. Uno de los huesos todavía tenía un pedazo de carne unido a él.

Huella humana

Una sola huella, la de un niño pequeño, se conservaba en el lodo arenoso cerca de un hogar.

La huella era de aproximadamente 12,7 cm por lo que se presume que pertenecía a un niño.

Ruptura de paradigmas

Monte Verde da una imagen general de la vida en América que hasta hace poco se relacionaba con otras teorías e interpretaciones sobre sus primeros ocupantes. Como se señaló anteriormente, el paradigma tradicional afirma:

  • Las personas entraron por primera vez a América hace 12.000 años, aproximadamente.
  • Los primeros americanos, los paleoindios, vivieron principalmente como grupos móviles pequeños de grandes cazadores.

 

Los Clovis eran principalmente cazadores, por ello la forma puntiaguda de sus herramientas o puntas de caza.

La evidencia en Monte Verde contradice el primer punto y difiere marcadamente del segundo punto. Las fechas de radiocarbono de hace 13.000 años de Monte Verde indican que los humanos ya habían cruzado el estrecho de Bering anteriormente. Además, los materiales orgánicos de Monte Verde indican que las plantas eran extremadamente importantes en su dieta y que vivían en un lugar durante todo el año, lo que contrasta con las imágenes tradicionales de los paleoindianos como hábiles cazadores.

Agricultura indígena

Los pueblos indígenas pueden contribuir significativamente al debate sobre la agricultura familiar gracias a su riqueza de conocimientos tradicionales, espiritualidad y comprensión de la gestión de los ecosistemas.

Los pueblos indígenas son un grupo muy diverso adaptado a vivir en muchos ambientes diferentes, pero siempre en estrecha relación con la naturaleza; comparten varios elementos claves en sus medios de subsistencia que los distinguen. Con respecto a sus sistemas alimentarios, éstos combinan la recolección, la caza y el cultivo.

El trabajo se realiza a través de la reciprocidad; la unidad productora es la comunidad o el clan y dependen de recursos comunales como bosques, lagos, ríos, tierras y pastos.

Los sistemas alimentarios de los indígenas son respetuosos con el medio ambiente

Importancia de la agricultura Indígena

Los agraristas han trabajado la tierra durante miles de años y encontraron soluciones naturales para hacer frente a condiciones adversas. Protegieron las semillas de las plantas, lo que aseguró una amplia variedad de cultivos disponibles, utilizaron plantas para repeler las plagas y emplearon métodos ecológicos para mejorar la calidad del suelo.

En el siglo XX, la agricultura comenzó a depender en gran medida de los “milagros” de la industria moderna, la incorporación de productos químicos, el monocultivo y otros métodos dañinos. Sin embargo, las comunidades indígenas de todo el mundo continuaron con sus métodos tradicionales y antiguos, y los transmitieron de generación en generación según las necesidades de la comunidad y las condiciones climáticas.

 

La agricultura indígena no ha desaparecido, sólo ha sido silenciada por la avaricia corporativa y los productos químicos tóxicos.

 

Descubrimiento de la antigua sabiduría indígena

En siglos pasados, la cultura de Tiahuanaco habitó una región en las montañas andinas cerca del lago Titicaca en Bolivia, en una elevación de más de 12.000 pies, donde utilizaron un sistema de riego avanzado que ayudó a alimentar a una población numerosa.

Las técnicas que utilizaron eran desconocidas para los colonizadores españoles y siglos después fueron redescubiertas.

Las pistas de esta tecnología agrícola antigua fueron encontradas en la década de 1980 por un equipo de arqueólogos. Las más visibles fueron pequeñas ondulaciones encontradas a través de las llanuras, indicadores de un complejo sistema de canales, riego y drenaje.

¿Sabías qué...?
El conocimiento indígena es un recurso inmensamente valioso que proporciona a la humanidad ideas sobre cómo las comunidades han interactuado con su entorno cambiante.

A medida que los arqueólogos desenterraron este antiguo paisaje, creció la comprensión de su profundo significado agrícola.

Técnica waru waru para cultivar

Esta tecnología se basa en la modificación de la superficie del suelo para facilitar el movimiento y el almacenamiento del agua, y aumentar el contenido orgánico del suelo. Este sistema de riego para manejo del suelo se desarrolló por primera vez en el año 300 a. C., antes del surgimiento del Imperio Inca. Más tarde, fue abandonada tras el descubrimiento de tecnologías de riego más avanzadas. Sin embargo, en 1984 en Tiahuanaco, Bolivia y Puno, Perú, se restableció el sistema que se conoce en la región como Waru Warn, que es el nombre tradicional Quechua para esta técnica.

La técnica acuñada waru waru por los lugareños no sólo ha aumentado la productividad y la seguridad de los cultivos, sino que además, las pequeñas parcelas de tierra que utilizan las comunidades locales, no causan gran impacto al medio ambiente circundante.

Recuperar una técnica utilizada por sus antiguos parientes permite a los agricultores locales reconectarse con sus raíces ancestrales.

Con la recuperación de esta técnica, los agricultores no sólo aseguran un futuro más próspero y saludable para sus hijos, sino que también proporcionan inspiración para que el resto del mundo redescubra la sabiduría de sus raíces indígenas.

Agricultura aborigen en América

La conexión entre cultura y tierra tiene como modelo la agricultura indígena a través de prácticas de cultivo de alimentos que se adaptan a ambientes específicos y que trabajan en contraposición con procesos naturales. Las prácticas agrícolas tradicionales de los nativos americanos ejemplifican esta relación.

En América del Norte, los pueblos indígenas combinaron el maíz, los frijoles y la calabaza para crear un policultivo que actualmente se conoce como “las tres hermanas”. En las regiones húmedas, los agricultores cultivaron estas mismas plantas en montículos elevados para mejorar el drenaje, mientras que en el árido oeste plantaron en jardines deprimidos y bordeados para capturar la lluvia.

A lo largo de las Américas, los agricultores indígenas combinaron cultivos intercalados y agroforestería para producir altos rendimientos de cultivos en pequeños espacios. Por ejemplo, en las regiones montañosas de los continentes los agricultores cultivan cafetales. Éstos son sombreados con varios pisos de árboles frutales altos que forman la capa superior, cafetales en la capa intermedia y las plantas más pequeñas como chiles, cebollinos y chayotes cerca del suelo.

Los árboles protegen las plantas que tienen debajo de los vientos fuertes y las temperaturas frías, y sus hojas caídas proporcionan un abono natural.

A lo largo de la costa del Pacífico de América del Sur, los agricultores indígenas utilizaron una gama de sofisticados sistemas hidráulicos para convertir una región geográfica climáticamente extrema en un paisaje productivo.

Conservación de la biodiversidad

El papel del conocimiento indígena en la preservación de la biodiversidad es esencial para el desarrollo humano; este conocimiento sobre los recursos fitogenéticos es una herramienta invaluable en la búsqueda de nuevas formas de conservar y utilizar estos recursos para beneficiar a las comunidades locales.

En las montañas construyeron miles de hectáreas de terrazas que redujeron la erosión, y en las mesetas excavaron jardines hundidos que redujeron el escurrimiento. En las tierras bajas propensas a inundaciones construyeron miles de plataformas elevadas con canales para mejorar el drenaje y proteger sus campos de las inundaciones repentinas. En los valles más secos de la costa construyeron campos hundidos para capturar el agua de lluvia.

En general, estas prácticas fueron sostenibles y perduraron durante miles de años hasta que fueron interrumpidas por conquistas y asentamientos coloniales. Mientras que los cultivos indígenas americanos se introdujeron en colonias y en todo el mundo, los métodos de producción de los agricultores indígenas fueron en su mayor parte evitados por las sociedades occidentales y colonizadoras durante más de 500 años.

 

Revolución Neolítica

Con el fin de reflejar el profundo impacto que la agricultura tuvo sobre la población humana, el arqueólogo australiano Gordon Childe popularizó el término “Revolución Neolítica” en la década de 1940.

Hoy en día se cree que el impacto de la innovación agrícola fue exagerado en el pasado, puesto que el desarrollo de la cultura neolítica parece haber sido un cambio gradual más que repentino.

¿Qué es la Revolución Neolítica?

Después de que el término “Edad de Piedra” fue acuñado a finales del siglo XIX, los expertos propusieron dividirla en diferentes períodos: Paleolítico, Mesolítico y Neolítico.

El término Neolítico se refiere a la última etapa de la Edad de Piedra. El período es significativo por su arquitectura megalítica, la difusión de las prácticas agrícolas y el uso de herramientas de piedra pulida.

La Revolución Neolítica ocurrió hace aproximadamente 12.000 años; la transición de los métodos de forraje de subsistencia a la agricultura permitió a los grupos crear asentamientos permanentes y evitar viajar nómadamente en busca de alimento.

 

El cambio al sedentarismo tuvo enormes efectos sobre la cultura humana, y también produjo cambios fisiológicos y ambientales.

 

Este cambio incluyó la domesticación de plantas y animales que implicó la selección intencional de especies con rasgos específicos para crear más ventajas para los seres humanos en el futuro.

La forma en que vivimos hoy, establecida en hogares, cerca de otras personas en pueblos y ciudades, donde consumimos alimentos cultivados en granjas, tenemos protección regida por leyes, y además contamos con tiempo libre para aprender, explorar e inventar, es todo resultado de la revolución neolítica.

Domesticación de plantas

Los progenitores silvestres de los cultivos, que incluyen trigo, cebada y guisantes se remontan a la región del Cercano Oriente.

Los cereales se comenzaron a cultivar en Siria hace 10.000 años, mientras que los higos se cultivaron antes; las frutas sin semillas prehistóricas descubiertas en el valle del Jordán sugieren que los árboles de la higuera fueron plantados hace 11.300 años.

Aunque la transición de la recolección silvestre fue gradual, el cambio de un modo de vida nómada a un modo de vida asentado estuvo influenciado por la aparición de aldeas neolíticas tempranas.505259292

Las aldeas neolíticas contaban con piedras de moler para procesar el grano.

 

Los orígenes de la producción de arroz y mijo datan del mismo período neolítico en China. Los arrozales más antiguos conocidos del mundo, descubiertos en el este de China en 2007, revelan evidencias de antiguas técnicas de cultivo como el control de inundaciones e incendios.

En México, el cultivo de la calabaza comenzó hace alrededor de 10.000 años; por su parte, el maíz se originó a través de mutaciones genéticas naturales de su antepasado homólogo, ahora extinto, llamado teosinte.

 

La primera mazorca de maíz data de hace apenas 5.500 años atrás.

 

Animales de granja

Las vacas, las cabras, las ovejas y los cerdos tienen sus orígenes como animales de cría en una región que abarca el este de Turquía, Irak y el suroeste de Irán. Esta región dio inicio a la Revolución Neolítica. Las fechas para la domesticación de estos animales datan de hace más de 10.000 años.

Estudios genéticos muestran que las cabras y otros animales acompañaron la expansión hacia el oeste de la agricultura en Europa, lo que ayudó a revolucionar la sociedad de la Edad de Piedra.

Antes de la llegada del ganado doméstico en Europa, las poblaciones prehistóricas no eran capaces de digerir la leche de vaca cruda. Pero en algún momento, probablemente durante la propagación de la agricultura en el sureste de Europa, se produjo una mutación para la tolerancia a la lactosa que aumentó a través de la selección natural gracias a los beneficios nutritivos de la leche.

 

La revolución que llevó a nuestro modo de vida actual fue el desarrollo de la tecnología necesaria para plantar y cosechar cultivos y domesticar animales.

 

Resultados

  1. La innovación agrícola aumentó considerablemente la producción de alimentos. Creó un excedente más allá de lo que se necesitaba para la supervivencia.
  2. Se produjeron más alimentos, lo que liberó el tiempo de las personas del trabajo agrícola.
  3. La gente podría especializarse en otro trabajo que no fuera la agricultura.
  4. Con más alimentos y temporalmente mejor nutrición, la población aumentó a un ritmo más rápido que los recursos de una zona.
  5. A medida que aumentaban las familias y el número de trabajadores potenciales, las necesidades alimenticias aumentaron aún más.
¿Sabías qué...?
Los niveles nutricionales de las poblaciones neolíticas eran generalmente inferiores a los de los cazadores-recolectores, trabajaban más horas y tenían poca longevidad.

Consecuencias

Significativamente, la práctica generalizada de la agricultura llevó a cambios sociales enormes.

La agricultura llevó al establecimiento de asentamientos permanentes, ya que los viajes estacionales con animales y plantas no eran tan necesarios. Antes de esto, el almacenamiento de alimentos era difícil o imposible porque el estilo de vida nómada significaba que todos los alimentos almacenados tendrían que ser transportados.

Por lo tanto, la agricultura también condujo a la capacidad de tener excedentes de alimentos, que llevó a la posibilidad de que el grupo apoyara a poblaciones más altas, así como la creación de especialización, que significaba que cada vez más individuos no eran necesarios para participar en el proceso agrícola.

Debido a este cambio, más personas eran libres para dedicar su tiempo a otras cosas, como el arte, la política y la religión.

 

Además de los cambios sociales, la revolución neolítica también tuvo efectos biológicos; por ejemplo, la facilidad de transmisión de enfermedades infecciosas en los espacios más pequeños donde habitaban un mayor número de personas.

Muchos investigadores argumentan que esta revolución y los cambios dietéticos repentinos que la acompañaron también condujeron a cambios nutricionales y fisiológicos en los seres humanos.

El fin del Neolítico

Hacia el final de esta era se introdujo la metalurgia del cobre, que marca un período de transición a la Edad de Bronce, a veces denominada la Era Calcolítica o Eneolítica.

 

El bronce es una mezcla de cobre y estaño, que tiene una mayor dureza que el cobre y un punto de fusión más bajo.

El bronce podría ser utilizado para fabricar armas, algo que no era posible con el cobre porque no es lo suficientemente duro como para soportar las condiciones de combate. Con el tiempo, el bronce se convirtió en el material primario para las herramientas y las armas, y una buena parte de la tecnología de la piedra se convirtió en obsoleta, lo que señaló el final del Neolítico y por lo tanto, de la Edad de Piedra.

 

Arte Neolítico

Los cambios masivos en la forma de vida de la gente también cambiaron el tipo de arte. La escultura neolítica se hizo más grande porque la gente no tenía que transportarla; la cerámica llegó a ser más extensa y fue utilizada para almacenar la comida cosechada en las granjas.

 

Sífilis

Es producida por una bacteria llamada Treponema pallidum que afecta tanto a varones como a mujeres. 

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas aparecen dos o tres semanas después del contacto sexual y tienen dos etapas:
– En la primera etapa aparece una pequeña llaga o úlcera llamada chancro que puede aparecer en la boca, ano, vagina o pene. Es generalmente única y tiene bordes sobreelevados. La llaga o úlcera no duele y desaparece sola sin ningún tipo de tratamiento después de 15 días.
– En la segunda etapa, después de seis meses (o más), al desaparecer la llaga puede aparecer: erupción (o ronchitas en la piel) en el cuerpo, sobre todo en el tronco, palmas y plantas, lesiones en la boca, fiebre, aumento generalizado del tamaño de los ganglios y caída del cabello.

¿Cómo se transmite?

Por relaciones sexuales (vaginales, anales u orales) sin preservativo con una persona infectada a través del contacto con las lesiones de la piel o de las mucosas, ya sean chancro o sifilides.

¿Cómo se trata?

Se trata y se cura con un antibiótico llamado penicilina.

¿Cómo se previene?

Usando preservativo en todas tus relaciones sexuales.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina)

http://msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48/117-sifilis#sthash.Y0p74YtU.dpuf