Los biomas son áreas ecológicas en las que habitan animales y plantas adaptadas para vivir en ese entorno. Los biomas a menudo se definen por factores abióticos como la temperatura, el clima, el relieve, la geología, los suelos y la vegetación. El clima es la característica principal que distingue un bioma de otro, factor determinante para la presencia o ausencia de algún tipo de flora o fauna. Hay diferentes tipos de biomas: los terrestres (selvas, praderas, sabanas, taigas, estepas, desiertos y tundras), los acuáticos (lagos, estanques, ríos y arroyos) y los marinos (océanos, arrecifes de coral y estuarios).
Biomas en América Latina
La mayoría de los biomas del mundo están presentes en América del Sur. En las selvas y los bosques habitan las comunidades bióticas más diversas del mundo y desempeñan un papel significativo en la absorción de CO2 en el planeta. Sin embargo, los biomas más extensos son los pastizales, matorrales y desiertos. Por su parte, las regiones montañosas albergan ecosistemas ricos en especies endémicas caracterizadas por adaptaciones específicas a las condiciones extremas de gran altitud. La actividad humana ha transformado la cobertura vegetal original en gran parte en América del Sur, particularmente en áreas boscosas. La destrucción de hábitats continúa a un ritmo acelerado en todo el continente.
Bosques
Los bosques representan una gran superficie de terreno con una alta densidad de árboles donde habitan muchos animales. Además, funcionan como moduladores del flujo de agua, influyen en el clima, absorben el CO2 de la atmósfera y son conservadores del suelo. Alrededor del 40 % de América Latina está cubierta por bosques y, en particular, por la selva amazónica. Entre las múltiples amenazas a la selva amazónica, la expansión agrícola es la más grande. Además, la expansión urbana, la minería, la extracción de petróleo, las represas y la producción irresponsable de madera han llevado a una pérdida masiva de tierras forestales.
Conservación y áreas protegidas
Las áreas protegidas han demostrado ser la clave para la conservación de la biodiversidad. Cumplen una amplia gama de funciones que incluyen la investigación científica, la protección de especies, la conservación de la biodiversidad, la protección de cuencas hidrográficas, el mantenimiento de sitios culturales, la educación, el turismo y la recreación. En América Latina, la superficie que se encuentra bajo protección es de más de 211 millones de hectáreas.
f) Uno de los principales impactos dañinos para los ecosistemas de la producción agrícola es la liberación de gran cantidad de oxígeno en el ambiente. ( )
Durante la segunda mitad del siglo XVIII se iniciaría en Inglaterra un proceso de profundas transformaciones económicas y sociales, conocido como Revolución Industrial. Al principio, los cambios fueron lentos y pasaron inadvertidos para la mayor parte de la población, pero tiempo después se consideraron revolucionarios por la profundidad de las transformaciones que impulsaron en la organización del trabajo, las relaciones sociales, la relación con la naturaleza, la ideología y los sistemas políticos. Así, este movimiento tecnológico y científico permitió al ser humano entrar en posesión de nuevos medios y elementos, que hicieron más viable la producción, el desarrollo y superación cultural y económica del hombre y de la sociedad en general.
CAUSAS
En este proceso de cambio constante y crecimiento continuo intervienen varios factores que se combinan y potencian entre sí, por lo que no puede hablarse de un único hecho. Así, las invenciones técnicas y los descubrimientos teóricos, el adelanto en el comercio internacional, la expansión colonial durante el siglo XVII, la creación de nuevos mercados financieros y la acumulación de capital son fuertes catalizadores de un tiempo en el que Gran Bretaña en primer lugar, y el resto de Europa continental después, sufren el mayor conjunto de transformaciones socioeconómicas, tecnológicas y culturales de la historia de la humanidad.
La existencia de controles fronterizos más intensos evitó la propagación de enfermedades, disminuyendo así la propagación de epidemias como las ocurridas en tiempos anteriores. De esta manera, hubo un considerable aumento de la población que permitió mayor eficacia en la producción de alimentos y alentó a aquellos que no pudieron encontrar trabajos agrícolas a buscar empleos relacionados con la industria. Por ende, se originó un movimiento migratorio desde el campo a las ciudades así como un nuevo desarrollo en las fábricas.
CARACTERÍSTICAS
La primera Revolución Industrial se caracterizó por lo siguiente:
A) La mecanización de la industria y de la agricultura.
B) La aplicación de la fuerza motriz en la industria.
C) El desarrollo del sistema fabril.
D) El aceleramiento de los transportes y las comunicaciones.
E) El aumento notable del dominio capitalista en toda la actividad económica.
DEL TALLER A LA FÁBRICA
Los primeros cambios se registraron en la actividad manufacturera, sobre todo en la producción de textiles. Los modestos instrumentos empleados para el hilado o el tejido, en una por entonces insignificante producción, fueron reemplazados por telares mecánicos impulsados por energía hidráulica. Así fue como surgió el primer instrumento hábil, la denominada Spinning Jenny, una potente máquina inventada en 1765 por James Hargreaves que reproducía mecánicamente los movimientos del hilador utilizando una rueca con la que podía trabajar con varios husos al mismo tiempo. De esta manera, la combinación de la máquina de vapor con los telares mecánicos permitió aumentar notablemente el volumen de producción y la productividad del trabajo.
Los dueños de las nuevas máquinas eran, en su mayoría, comerciantes que abastecían los mercados europeos y coloniales y controlaban la fabricación de paños en las áreas rurales. Hacia las últimas décadas del siglo XVIII, estos burgueses comenzaron a construir edificios de gran tamaño, denominados fábricas. Allí instalaron los nuevos telares mecánicos y concentraron todo el proceso de producción de textiles. Los trabajadores concurrían a las fábricas y cumplían largas jornadas de trabajo; como pago, recibían un salario. Así, las fábricas constituyeron la base de la nueva organización económica.
¿Sabías qué...?
Los romanos conquistaron a Bretaña en el año 43.
La invención de la máquina de vapor por James Watt en 1712, posiblemente fue una de las más importantes innovaciones de la Revolución Industrial. Al funcionar continuamente, no era necesario que estuviera ubicada cerca de un río o un arroyo, tal como los molinos que funcionaban gracias a la energía hidráulica, ni tampoco dependía de las condiciones climáticas, como los molinos de viento. De hecho, hizo posible mejoramientos en el trabajo del metal al reemplazar el carbón vegetal por el coque -un combustible sólido formado por la destilación de carbón calentado a grandes temperaturas sin contacto con el aire- como reductor y fuente de energía en los altos hornos, lo que facilitó el desarrollo de la industria siderúrgica.
Fue durante la Revolución Industrial que nuevos métodos para la utilización del mineral de hierro se generalizaron. De este modo, la abundancia de carbón mineral en Inglaterra posibilitó a ese país el poder sustituir las máquinas hechas de madera por las de material de hierro. No obstante, sería recién en la llamada Segunda Revolución Industrial que Henry Bessemer crearía un método innovador de transformación del hierro en acero. Así, debido a su resistencia y su bajo costo de producción, el acero logró sustituir al hierro, transformándose en un metal básico para la fabricación de herramientas.
Por otra parte, hacia la primera mitad del siglo XIX los sistemas de transporte y de comunicación desencadenaron las primeras innovaciones. Así fueron surgiendo los primeros barcos a vapor (creado por Robert Fulton en el año 1807) y la locomotora de vapor (creada por George Stephenson en el año 1814), el recubrimiento de piedra en las carreteras (John Loudon McAdam), el telégrafo (inventado por Samuel Morse en el año 1836). Con todo, también se fueron instaurando las primeras iniciativas en el campo de la electricidad, como el descubrimiento de la ley de corriente eléctrica o ley de Ohm (experimentada por Georg Simon Ohm hacia 1827), y el estudio del electromagnetismo (descubierto por Michael Faraday en el año 1827), que fueron clave para el desarrollo de la Revolución Industrial.
En el sector textil la competencia entre ingleses y franceses permitió el perfeccionamiento de los telares. Así, el tejedor y comerciante francés Joseph Marie Jacquard participó en el desarrollo y dio su nombre al primer telar programable con tarjetas perforadas, mientras que Josue Heilmann inventó la primera máquina para el peinado de algodón. Por lo demás, el acero se convertiría en una de las más valorizadas materias primas. Hacia 1856, en los hornos de Siemens-Martin se llevó a cabo el proceso inventado por Sir Henry Bessemer para la transformación de hierro en acero. Así pues, la industria bélica presentó avances significativos.
APOGEO DEL CAPITALISMO
A medida que se desarrollaban las nuevas industrias, también se fueron sentando las bases de un modo distinto de organización de la producción y del trabajo, al que se lo conoce como capitalismo. Las antiguas sociedades integradas con capitales familiares fueron cediendo ante la aparición de las grandes sociedades anónimas, indispensables para costear los gastos que demandaban los medios necesarios para la producción. De este modo, se fue afirmando progresivamente un sistema económico en el que se diferenciaron dos nuevas clases sociales: los obreros industriales asalariados, que aportaban su fuerza de trabajo, y la burguesía, integrada exclusivamente por los propietarios del capital, es decir, de los medios necesarios para la producción: fábricas, máquinas, herramientas, tierras y dinero.
Con todo, colaboraron en ello diversos factores, como la libertad de enriquecimiento que benefició a quienes poseían la capacidad empresarial, así como la economía de mercado basada en el libre juego de la oferta y la demanda en la fijación de precios y salarios. De hecho, en los primeros tiempos de la industrialización, una parte de las ganancias de los capitalistas resultaba de la diferencia entre el costo de la producción y el precio de venta.
REVOLUCIÓN AGRÍCOLA
A partir del primer tercio del siglo XVIII, los sistemas de explotación tradicional de la tierra fueron modificándose como consecuencia de la aparición paulatina de innovaciones técnicas y de cambios en la distribución de la propiedad. Estas novedades se experimentaron por primera vez en el condado de Norfolk, ubicado al este de Inglaterra, difundiéndose luego hacia los demás países mediterráneos, en los que las innovaciones fueron más tardías y consistieron, sobre todo, en una mejora, diversificación y ampliación de los regadíos. De hecho, en aquellas zonas de Europa con mayor densidad de población se fueron generando nuevas técnicas, por lo que suele decirse que la creciente demanda de productos agrícolas llevó a una intensificación de los cultivos y a la concentración de la propiedad de la tierra.
El progreso técnico agropecuario se basaba ahora en la rotación de cultivos, que abarcaba tres o cuatro años, sin dejar en barbecho. Es decir que se plantaban cereales en años alternos y plantas forrajeras en los años intermedios. De esta manera, la rotación continuada implicó la inclusión de nuevos cultivos en el ciclo, en los que la tierra se regeneraba sin necesidad de dejar de producir. La incorporación del hierro mejoró de forma progresiva al utillaje agrícola, perfeccionando tanto forma como estructura. Con estas innovaciones la Revolución Industrial posibilitó cambios y ofreció nuevos recursos técnicos.
Este conjunto de innovaciones perjudicó notablemente a los campesinos, sobre todo a jornaleros y pequeños propietarios. Suprimidas las zonas comunales de pastos, reducido el bosque e incapaces de hacer frente a la competencia de las máquinas, sus posibilidades de subsistencia eran mínimas. En muchos casos, la única solución posible era la venta de propiedades a los terratenientes y el éxodo rural hacia las ciudades, que dio lugar a su proletarización. Este fue el precio de la modernización de las explotaciones.
TRANSFORMACIONES SOCIALES
La industrialización no sólo tuvo un gran impacto económico, sino que además generó enormes transformaciones sociales. Todos estos cambios trajeron consigo consecuencias tales como el traspaso de la población del campo a la ciudad y el crecimiento sostenido de la población. No obstante, también se fueron generando serias consecuencias ambientales, ejemplificadas con el deterioro del ambiente y la degradación del paisaje y con la explotación irracional de la tierra.
Así las cosas, la concentración de las fábricas en las ciudades provocaría el crecimiento de los centros urbanos, adonde muchos campesinos y artesanos se dirigieron en busca de empleo. Por ello, el crecimiento de las ciudades inglesas de Londres, Manchester y Liverpool fue una de las consecuencias más significativas de la industrialización inglesa del siglo XIX.
NACIMIENTO DEL PROLETARIADO
Como consecuencia de la revolución agrícola y demográfica, se produjo un éxodo masivo de campesinos hacia las ciudades. El campesino se fue desvinculando del señorío feudal y se convirtió en un jornalero cuyo trabajo se retribuyó con un salario, mientras que el artesano que trabajaba su propio taller se trasladó a las fábricas en calidad de obrero asalariado y pasó a depender del propietario de las máquinas. De esta manera, la concentración de industrias en las ciudades provocó el crecimiento de los centros urbanos como consecuencia del crecimiento natural de sus habitantes y por el arribo de nuevos contingentes.
Estos nuevos obreros industriales se establecieron en los alrededores de las fábricas, generalmente ubicadas en los suburbios de las ciudades. No obstante, la carencia de habitaciones fue el primer problema que sufrió esta población marginada socialmente, a tal punto que debían vivir en espacios reducidos sin comodidades mínimas y carentes de higiene; aumentando así el hacinamiento y las malas condiciones de vida, y favoreciendo la propagación de epidemias y enfermedades contagiosas.
A ello también se sumaban sus propias condiciones laborales, en donde las jornadas de trabajo eran muy extensas, llegando a veces a más de 14 o 15 horas diarias y en las que participaban hombres, mujeres y niños con salarios miserables, y carentes de protección legal frente a la arbitrariedad de los dueños de las fábricas o centros de producción.
CRECIMIENTO DE LA BURGUESÍA
Como contraste, al proletariado industrial fortaleció el poder económico y social de los grandes empresarios, afianzando de este modo el sistema económico capitalista, caracterizado por la propiedad privada de los medios de producción y la regulación de los precios por el mercado de acuerdo con la oferta y la demanda. En este escenario, la burguesía desplaza definitivamente a la aristocracia terrateniente, logrando que su situación de privilegio social se basara fundamentalmente en la fortuna y no en el origen o la sangre.
Avalados por una doctrina que defendía la libertad económica, estos empresarios obtenían grandes riquezas no sólo como resultado de la diferencia entre el costo de la producción y el precio de venta sino, además, pagando bajos salarios por la fuerza de trabajo aportada por los obreros. En consecuencia, el principal conflicto de esa época fueron los reclamos para obtener salarios más altos y el mejoramiento de sus condiciones de trabajo.
CONSECUENCIAS
Tal como vimos, la Revolución Industrial tuvo importantes consecuencias en el mundo. Ahora bien, si bien es cierto que otorgó enormes ventajas en el incremento de la producción, también es cierto que ocasionaron problemas de orden socioeconómico que, más tarde, darían carácter fundamental a las luchas sociales y a las reivindicaciones del trabajador asalariado. Por ello, podemos mencionar como consecuencias de este proceso las que siguen a continuación:
A) El desplazamiento del hombre por la máquina, que realiza la labor en menos tiempo y a menor costo.
B) El abaratamiento de los costos de producción y de transporte.
C) La creación de empresas monopólicas: las nuevas técnicas industriales, a diferencia de las antiguas, necesitaron de la creación de empresas de gran envergadura y la concentración de la población en extensas aglomeraciones urbanas.
D) La aparición, por consiguiente, de grandes centros fabriles. En este sentido, las grandes metrópolis se convirtieron en lugar de cita de la sociedad industrial.
E) La construcción y exportación de maquinarias propias de los países más industrializados hacia aquellos que buscan incrementar su desarrollo mejorando su infraestructura y desarrollando vías de comunicación.
F) El nacimiento de lo que se constituirá en el proletariado industrial.
G) La aparición de un mercantilismo impuesto con notable rapidez. Se hizo necesario que cada país industrial desarrolle su imperio colonial que dependiese de sí mismo y formase una extensa y compleja unidad comercial autosuficiente, protegida, en caso de ser necesario, por barreras aduaneras contra la competencia exterior.
Los recursos naturales de nuestro planeta constituyen la base del sustento, la cultura y la identidad de los pueblos indígenas; muchos de ellos viven en áreas ricas en recursos vivos y no vivos, que incluyen bosques con abundante biodiversidad, agua y minerales.
Hoy en día, la supervivencia e integridad de estos pueblos requiere el reconocimiento de sus derechos a los recursos encontrados en sus tierras.
Demanda mundial de recursos naturales
Por la actual globalización económica, en el último cuarto de siglo se ha generado una búsqueda a gran escala de combustibles fósiles y recursos minerales por parte de las empresas mineras, pero estos son cada vez más escasos. Esta búsqueda ha llevado a la industria extractiva a regiones cada vez más vulnerables y remotas del planeta, donde predominan los grupos indígenas.
La creciente demanda mundial de productos básicos que se extraen de los recursos naturales, junto con años de precios históricamente altos, particularmente a partir del 2000, han generado decenas de proyectos extractivos.
Los proyectos de mega minería son muy intensivos, el costo de extracción es enorme y puede tomar muchos años en obtener rendimientos significativos de la inversión.
¿Sabías qué...?
Se estima que el 85 % de las áreas protegidas designadas en América Central están habitadas por pueblos indígenas.
Para los gobiernos, el ingreso del sector extractivo contribuye significativamente al Producto Interno Bruto (PIB) en los países en desarrollo. Los ingresos extractivos pueden utilizarse para financiar programas sociales de educación y alivio de la pobreza, como sucede en Brasil y Venezuela. Pero lamentablemente, a menudo también fomentan la corrupción, el conflicto y en el caso de los pueblos indígenas, un lento “genocidio cultural”.
Explotación a nivel mundial
En regiones como América Latina, los problemas que enfrentan las comunidades aborígenes están centrados en la minería y la tala; por ejemplo, en América del Norte la minería de alquitranes, en el Ártico hubo conflictos sobre parques eólicos y minería de hierro, mientras que en África se destinaron miles de hectáreas de tierra para corporaciones o gobiernos extranjeros.
Gran parte de los pueblos indígenas viven en Asia
La Fundación del Pacto de los Pueblos Indígenas de Asia, AIPP por sus siglas en inglés, señaló que dos tercios de los 370 millones de pueblos indígenas autoidentificados en el mundo viven en Asia y esas personas se encuentran actualmente marginadas y subordinadas económica, política y culturalmente.
Según el informe emitido, la causa de esta situación en la región está relacionada con la militarización, el saqueo de recursos, la reubicación forzada, el genocidio cultural y la discriminación en la vida cotidiana de los indígenas.
Como medida para mitigar esto, la AIPP llamó a los gobiernos de Asia a respetar la declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos.
Derechos y asuntos legales
Es seguro que los pueblos indígenas han sido reconocidos, pero lo que no escapa de la vista del mundo es que el reconocimiento legal no significa que se respeten los derechos, territorios, recursos y culturas de estos pueblos. Gobiernos, corporaciones, madereros, campesinos, ganaderos y muchos otros todavía codician sus tierras y recursos, además de que siempre encuentran las maneras de adquirirlos.
La emergencia toma la forma de desalojos de tierras, desplazamientos, violencia estatal y corporativa, y reubicaciones forzadas contra grupos indígenas. Tales conflictos en Centroamérica son frecuentes y violentos, pero rara vez se cubren en la prensa internacional.
Esta crisis sobre la tierra y los recursos naturales es lo que explica principalmente por qué los asuntos indígenas son también cuestiones ambientales y de desarrollo.
La jurisprudencia del Sistema Interamericano de Derechos Humanos sobre el derecho de los pueblos indígenas a la propiedad comunal, ha incorporado explícitamente dentro del ámbito material de este derecho que los recursos naturales tradicionalmente utilizados por los pueblos indígenas y vinculados a sus culturas, incluidos los usos que son estrictamente materiales y otros usos de carácter espiritual o cultural, se deben respetar.
Conservación ambiental
Una cuestión de contención es la coincidencia y el conflicto entre las estrategias de conservación y los pueblos indígenas. El hecho de que las áreas habitadas por los pueblos indígenas a menudo también se consideren cruciales para la conservación ha sido foco de conflicto y debate.
A menudo se observa que los pueblos indígenas tienen una relación intuitiva con la naturaleza, una riqueza de conocimientos tradicionales y han utilizado las prácticas de manejo de recursos naturales durante siglos para preservar sus tierras.
Cultura Agrícola Avanzada
Los timotes y los cuicas, indígenas que poblaron los Andes venezolanos, emplearon métodos avanzados para vencer los obstáculos de la topografía del terreno. Para sus cultivos construyeron terrazas o andenes, técnica ideada por ellos con el fin de evitar la erosión y conservar la capa vegetal.
El papel de mayordomía de los pueblos indígenas apoya firmemente la posibilidad de colaboración con organizaciones de conservación para mantener la biodiversidad. Sin embargo, se ha sugerido que hay diferencias inherentes e irreconciliables en las agendas de los pueblos indígenas y los conservacionistas. Mientras que los primeros se preocupan principalmente por su bienestar económico y la protección de sus tierras para su propio uso, estos últimos quieren mantener la naturaleza intacta, en la que se priorizan las áreas protegidas y programas basados en la ciencia biológica y ecológica.
Los pueblos indígenas pueden contribuir significativamente al debate sobre la agricultura familiar gracias a su riqueza de conocimientos tradicionales, espiritualidad y comprensión de la gestión de los ecosistemas.
Los pueblos indígenas son un grupo muy diverso adaptado a vivir en muchos ambientes diferentes, pero siempre en estrecha relación con la naturaleza; comparten varios elementos claves en sus medios de subsistencia que los distinguen. Con respecto a sus sistemas alimentarios, éstos combinan la recolección, la caza y el cultivo.
El trabajo se realiza a través de la reciprocidad; la unidad productora es la comunidad o el clan y dependen de recursos comunales como bosques, lagos, ríos, tierras y pastos.
Importancia de la agricultura Indígena
Los agraristas han trabajado la tierra durante miles de años y encontraron soluciones naturales para hacer frente a condiciones adversas. Protegieron las semillas de las plantas, lo que aseguró una amplia variedad de cultivos disponibles, utilizaron plantas para repeler las plagas y emplearon métodos ecológicos para mejorar la calidad del suelo.
En el siglo XX, la agricultura comenzó a depender en gran medida de los “milagros” de la industria moderna, la incorporación de productos químicos, el monocultivo y otros métodos dañinos. Sin embargo, las comunidades indígenas de todo el mundo continuaron con sus métodos tradicionales y antiguos, y los transmitieron de generación en generación según las necesidades de la comunidad y las condiciones climáticas.
Descubrimiento de la antigua sabiduría indígena
En siglos pasados, la cultura de Tiahuanaco habitó una región en las montañas andinas cerca del lago Titicaca en Bolivia, en una elevación de más de 12.000 pies, donde utilizaron un sistema de riego avanzado que ayudó a alimentar a una población numerosa.
Las pistas de esta tecnología agrícola antigua fueron encontradas en la década de 1980 por un equipo de arqueólogos. Las más visibles fueron pequeñas ondulaciones encontradas a través de las llanuras, indicadores de un complejo sistema de canales, riego y drenaje.
¿Sabías qué...?
El conocimiento indígena es un recurso inmensamente valioso que proporciona a la humanidad ideas sobre cómo las comunidades han interactuado con su entorno cambiante.
A medida que los arqueólogos desenterraron este antiguo paisaje, creció la comprensión de su profundo significado agrícola.
Técnica waru waru para cultivar
Esta tecnología se basa en la modificación de la superficie del suelo para facilitar el movimiento y el almacenamiento del agua, y aumentar el contenido orgánico del suelo. Este sistema de riego para manejo del suelo se desarrolló por primera vez en el año 300 a. C., antes del surgimiento del Imperio Inca. Más tarde, fue abandonada tras el descubrimiento de tecnologías de riego más avanzadas. Sin embargo, en 1984 en Tiahuanaco, Bolivia y Puno, Perú, se restableció el sistema que se conoce en la región como Waru Warn, que es el nombre tradicional Quechua para esta técnica.
La técnica acuñada waru waru por los lugareños no sólo ha aumentado la productividad y la seguridad de los cultivos, sino que además, las pequeñas parcelas de tierra que utilizan las comunidades locales, no causan gran impacto al medio ambiente circundante.
Con la recuperación de esta técnica, los agricultores no sólo aseguran un futuro más próspero y saludable para sus hijos, sino que también proporcionan inspiración para que el resto del mundo redescubra la sabiduría de sus raíces indígenas.
Agricultura aborigen en América
La conexión entre cultura y tierra tiene como modelo la agricultura indígena a través de prácticas de cultivo de alimentos que se adaptan a ambientes específicos y que trabajan en contraposición con procesos naturales. Las prácticas agrícolas tradicionales de los nativos americanos ejemplifican esta relación.
En América del Norte, los pueblos indígenas combinaron el maíz, los frijoles y la calabaza para crear un policultivo que actualmente se conoce como “las tres hermanas”. En las regiones húmedas, los agricultores cultivaron estas mismas plantas en montículos elevados para mejorar el drenaje, mientras que en el árido oeste plantaron en jardines deprimidos y bordeados para capturar la lluvia.
A lo largo de las Américas, los agricultores indígenas combinaron cultivos intercalados y agroforestería para producir altos rendimientos de cultivos en pequeños espacios. Por ejemplo, en las regiones montañosas de los continentes los agricultores cultivan cafetales. Éstos son sombreados con varios pisos de árboles frutales altos que forman la capa superior, cafetales en la capa intermedia y las plantas más pequeñas como chiles, cebollinos y chayotes cerca del suelo.
A lo largo de la costa del Pacífico de América del Sur, los agricultores indígenas utilizaron una gama de sofisticados sistemas hidráulicos para convertir una región geográfica climáticamente extrema en un paisaje productivo.
Conservación de la biodiversidad
El papel del conocimiento indígena en la preservación de la biodiversidad es esencial para el desarrollo humano; este conocimiento sobre los recursos fitogenéticos es una herramienta invaluable en la búsqueda de nuevas formas de conservar y utilizar estos recursos para beneficiar a las comunidades locales.
En las montañas construyeron miles de hectáreas de terrazas que redujeron la erosión, y en las mesetas excavaron jardines hundidos que redujeron el escurrimiento. En las tierras bajas propensas a inundaciones construyeron miles de plataformas elevadas con canales para mejorar el drenaje y proteger sus campos de las inundaciones repentinas. En los valles más secos de la costa construyeron campos hundidos para capturar el agua de lluvia.
En general, estas prácticas fueron sostenibles y perduraron durante miles de años hasta que fueron interrumpidas por conquistas y asentamientos coloniales. Mientras que los cultivos indígenas americanos se introdujeron en colonias y en todo el mundo, los métodos de producción de los agricultores indígenas fueron en su mayor parte evitados por las sociedades occidentales y colonizadoras durante más de 500 años.
Con el fin de reflejar el profundo impacto que la agricultura tuvo sobre la población humana, el arqueólogo australiano Gordon Childe popularizó el término “Revolución Neolítica” en la década de 1940.
Hoy en día se cree que el impacto de la innovación agrícola fue exagerado en el pasado, puesto que el desarrollo de la cultura neolítica parece haber sido un cambio gradual más que repentino.
¿Qué es la Revolución Neolítica?
Después de que el término “Edad de Piedra” fue acuñado a finales del siglo XIX, los expertos propusieron dividirla en diferentes períodos: Paleolítico, Mesolítico y Neolítico.
El término Neolítico se refiere a la última etapa de la Edad de Piedra. El período es significativo por su arquitectura megalítica, la difusión de las prácticas agrícolas y el uso de herramientas de piedra pulida.
La Revolución Neolítica ocurrió hace aproximadamente 12.000 años; la transición de los métodos de forraje de subsistencia a la agricultura permitió a los grupos crear asentamientos permanentes y evitar viajar nómadamente en busca de alimento.
Este cambio incluyó la domesticación de plantas y animales que implicó la selección intencional de especies con rasgos específicos para crear más ventajas para los seres humanos en el futuro.
La forma en que vivimos hoy, establecida en hogares, cerca de otras personas en pueblos y ciudades, donde consumimos alimentos cultivados en granjas, tenemos protección regida por leyes, y además contamos con tiempo libre para aprender, explorar e inventar, es todo resultado de la revolución neolítica.
Domesticación de plantas
Los progenitores silvestres de los cultivos, que incluyen trigo, cebada y guisantes se remontan a la región del Cercano Oriente.
Los cereales se comenzaron a cultivar en Siria hace 10.000 años, mientras que los higos se cultivaron antes; las frutas sin semillas prehistóricas descubiertas en el valle del Jordán sugieren que los árboles de la higuera fueron plantados hace 11.300 años.
Aunque la transición de la recolección silvestre fue gradual, el cambio de un modo de vida nómada a un modo de vida asentado estuvo influenciado por la aparición de aldeas neolíticas tempranas.505259292
Los orígenes de la producción de arroz y mijo datan del mismo período neolítico en China. Los arrozales más antiguos conocidos del mundo, descubiertos en el este de China en 2007, revelan evidencias de antiguas técnicas de cultivo como el control de inundaciones e incendios.
En México, el cultivo de la calabaza comenzó hace alrededor de 10.000 años; por su parte, el maíz se originó a través de mutaciones genéticas naturales de su antepasado homólogo, ahora extinto, llamado teosinte.
Animales de granja
Las vacas, las cabras, las ovejas y los cerdos tienen sus orígenes como animales de cría en una región que abarca el este de Turquía, Irak y el suroeste de Irán. Esta región dio inicio a la Revolución Neolítica. Las fechas para la domesticación de estos animales datan de hace más de 10.000 años.
Estudios genéticos muestran que las cabras y otros animales acompañaron la expansión hacia el oeste de la agricultura en Europa, lo que ayudó a revolucionar la sociedad de la Edad de Piedra.
Antes de la llegada del ganado doméstico en Europa, las poblaciones prehistóricas no eran capaces de digerir la leche de vaca cruda. Pero en algún momento, probablemente durante la propagación de la agricultura en el sureste de Europa, se produjo una mutación para la tolerancia a la lactosa que aumentó a través de la selección natural gracias a los beneficios nutritivos de la leche.
Resultados
La innovación agrícola aumentó considerablemente la producción de alimentos. Creó un excedente más allá de lo que se necesitaba para la supervivencia.
Se produjeron más alimentos, lo que liberó el tiempo de las personas del trabajo agrícola.
La gente podría especializarse en otro trabajo que no fuera la agricultura.
Con más alimentos y temporalmente mejor nutrición, la población aumentó a un ritmo más rápido que los recursos de una zona.
A medida que aumentaban las familias y el número de trabajadores potenciales, las necesidades alimenticias aumentaron aún más.
¿Sabías qué...?
Los niveles nutricionales de las poblaciones neolíticas eran generalmente inferiores a los de los cazadores-recolectores, trabajaban más horas y tenían poca longevidad.
Consecuencias
Significativamente, la práctica generalizada de la agricultura llevó a cambios sociales enormes.
La agricultura llevó al establecimiento de asentamientos permanentes, ya que los viajes estacionales con animales y plantas no eran tan necesarios. Antes de esto, el almacenamiento de alimentos era difícil o imposible porque el estilo de vida nómada significaba que todos los alimentos almacenados tendrían que ser transportados.
Por lo tanto, la agricultura también condujo a la capacidad de tener excedentes de alimentos, que llevó a la posibilidad de que el grupo apoyara a poblaciones más altas, así como la creación de especialización, que significaba que cada vez más individuos no eran necesarios para participar en el proceso agrícola.
Además de los cambios sociales, la revolución neolítica también tuvo efectos biológicos; por ejemplo, la facilidad de transmisión de enfermedades infecciosas en los espacios más pequeños donde habitaban un mayor número de personas.
Muchos investigadores argumentan que esta revolución y los cambios dietéticos repentinos que la acompañaron también condujeron a cambios nutricionales y fisiológicos en los seres humanos.
El fin del Neolítico
Hacia el final de esta era se introdujo la metalurgia del cobre, que marca un período de transición a la Edad de Bronce, a veces denominada la Era Calcolítica o Eneolítica.
El bronce podría ser utilizado para fabricar armas, algo que no era posible con el cobre porque no es lo suficientemente duro como para soportar las condiciones de combate. Con el tiempo, el bronce se convirtió en el material primario para las herramientas y las armas, y una buena parte de la tecnología de la piedra se convirtió en obsoleta, lo que señaló el final del Neolítico y por lo tanto, de la Edad de Piedra.
Arte Neolítico
Los cambios masivos en la forma de vida de la gente también cambiaron el tipo de arte. La escultura neolítica se hizo más grande porque la gente no tenía que transportarla; la cerámica llegó a ser más extensa y fue utilizada para almacenar la comida cosechada en las granjas.