Las computadoras ya invadieron los hogares y se volvieron esenciales para el desarrollo de diversas actividades. ¡Ahora llegaron los robots! Los actuales desarrollos de la inteligencia artificial, la robótica y la mecatrónica permiten confirmar que la sociedad del siglo XXI se basará en una masiva intervención de robots en todos los aspectos de la vida cotidiana, y la medicina no estará exenta de esta transformación.
En todo el mundo ya comenzaron a utilizarse los robots; en el ámbito de la industria son esenciales para optimizar la cadena de producción y en el campo de la medicina juegan un rol central en la asistencia al paciente. Por ejemplo, la robótica ha permitido el desarrollo de prótesis inteligentes que reemplazan un miembro faltante y buscan suplir sus funciones motrices. También ha dado lugar a la invención de robots auxiliares en intervenciones quirúrgicas. Existen brazos robotizados que reemplazan la mano del médico, lo que permite que la operación sea más rápida, eficaz y menos invasiva.
A fines de los años 80, el desarrollo de la cirugía mínima invasiva y laparoscópica dio un giro a la medicina del momento, ya no fue necesario que los médicos coloquen sus manos dentro del cuerpo humano para realizar la operación. Además comenzaron a hacer uso de los avances en la tecnología de imágenes y el desarrollo de nuevos instrumentos. En este marco, aparecieron los robots mejorando aún más los procedimientos médicos y permitiendo realizar cirugías con mayor precisión y en lugares en los que la mano humana tiene limitaciones.
Si todo esto parece un gran avance y si bien existen muchas aplicaciones que ya se emplean alrededor del mundo, no hay que ignorar que existen muchos dispositivos robóticos que se encuentran en pleno desarrollo o prueba. Esto nos permite vislumbrar que estamos comenzando con la revolución robótica.
ROBOTS QUIRÚRGICOS
Un robot en un quirófano nos habla de múltiples ventajas. Es una herramienta inteligente que busca optimizar el procedimiento y compensar toda limitación. Algunas de las ventajas son:
• La operación se realiza con más precisión.
• El tiempo de recuperación del paciente es menor.
• Daña menos tejidos alrededor de la zona afectada.
• Compensa deficiencias y limitaciones del médico, como el temblor de la mano.
El Robot Da Vinci: es el robot quirúrgico más conocidos en el ámbito de la robótica médica, se trata de un sistema diseñado para posibilitar cirugías complejas con invasiones mínimas al cuerpo humano. Se utiliza especialmente para operaciones de próstata, reparaciones de válvulas cardíacas y procedimientos quirúrgicos ginecológicos. En la actualidad y desde su introducción en 1999, hay más de 1.200 robots Da Vinci instalados en todo el mundo, como Venezuela, Argentina, o España donde hay 12 de ellos.
ROBOTS PARA ALMACENAJE Y DISTRIBUCIÓN DE MEDICAMENTOS
Quizás parezca sencilla la tarea de almacenar y distribuir los medicamente, pero no es tan fácil. Los errores cometidos en estos procedimientos pueden cobrarse la vida de varias personas. Según un informe de 1999 divulgado por el IOM (Instituto de Medicina) de Estados Unidos, entre 44.000 y 98.000 personas mueren en Estados Unidos cada año debido a errores médicos. Como se puede observar es necesario mejorar estos procedimientos y para esta tarea han diseñado robots.
El robot más conocido es el Homerus: permite a los usuarios elegir medicamentos según códigos a rayas que están disponibles 24 horas al día. El robot, además, dispone de una unidad que envasa medicamentos en la dosis necesitada, posteriormente los marca con un código a rayas y los almacena o reparte.
ROBOTS PARA LA REHABILITACIÓN Y PRÓTESIS
La idea de apelar a los robots para mejorar el bienestar de las personas con discapacidad apareció cuando surgieron las primeras computadoras y cobró auge con el desarrollo de las computadoras personales. Se advirtió que estas máquinas las podrían utilizar las personas con discapacidades motoras y del habla para comunicarse con los demás. Rápidamente se desarrollaron programas específicos para suplir estas necesidades. En este marco, la robótica también aportó herramientas, se desarrollaron miembros artificiales, robots de soporte a las terapias de rehabilitación o robots para proveer asistencia personal en hospitales.
“LO APRENDÍ DE UN ROBOT”
¿Te imaginas algún día diciendo que un robot te enseñó a realizar una tarea? Comienza a pensar en eso porque muy pronto podría suceder. Las nuevas tecnologías cada vez se vuelven más esenciales en el ámbito de la educación y en lo referente a la formación de los médicos también se vuelven imprescindibles.
Existen sistemas de simulación de avanzada y robots que preparan al estudiante de medicina para llegar al consultorio. El objetivo es que practiquen con situaciones ficticias, pero muy reales para evitar errores que podrían tener graves consecuencias en una persona. También se han desarrollado videojuegos que colaboran con el entrenamiento.
Los robots tienen apariencia humana y si bien pueden ser juzgados como simples maniquíes, tiene la capacidad de simular la dilatación de las pupilas, la voz, el pulso, las secreciones corporales… Incluso simulan morir.
Una investigación realizada entre estudiantes de medicina de las universidades de Michigan y de Wisconsin-Madison, en los Estados Unidos, muestra que un 98 % de los futuros médicos tiene opiniones muy favorables sobre el uso de los videojuegos y la tecnología relacionada con los nuevos medios en la educación médica.
LO ÚLTIMO EN ROBÓTICA MÉDICA
Microrobot que detecta enfermedades: se llama Cyberplasm. Es un pequeño robot con una fisonomía similar a la lamprea (un pez de cuerpo casi cilíndrico, liso y viscoso), no llegaría a tener más de un centímetro de largo, y podría moverse por el interior del cuerpo, recogiendo datos y estudiando en detalle cualquier anomalía que pudiera encontrar. Es construido con tejido vivo y se alimentaría, de forma autónoma, transformando la glucosa y el oxígeno, al igual que lo realizan las células. El creador es Daniel Frankel, un investigador de Inglaterra. Su proyecto, en el que trabaja junto con otros cuatro investigadores, fue seleccionado en 2009 y obtuvo una inversión de cinco millones de dólares a tres años, aportados por la Fundación Nacional de la Ciencia (NSF) norteamericana y por el Consejo de Investigación en Ingeniería y Ciencias Físicas (EPSRC) de Reino Unido.
Robot dirigido por el pensamiento: es un brazo robótico que fue diseñado por investigadores de la Universidad de Brown en Providence, Estados Unidos. Ya ha sido puesto en funcionamiento; una mujer paralizada tras un infarto hace quince años ha sido capaz de alcanzar, y tomarse una bebida por su cuenta mediante el uso de sus pensamientos, para dirigir un brazo robótico. Este no es el único caso, hay otros pacientes que también lo han probado. Para lograrlo los científicos deben implantar un sensor en el cerebro encargado de enviar las órdenes a una computadora. Este sistema se llama BrainGate y está inspirado en el objetivo de construir una interfaz cerebro-computador que algún día podría dar más movilidad a las personas con parálisis.
Robot para operaciones cerebrales: investigadores de China y Japón desarrollaron, luego de un arduo trabajo que comenzó en 2009, un sistema robótico capaz de mejorar los niveles médicos y de seguridad para los pacientes que deben someterse a cirugías vasculares cerebrales. Los médicos operan sin estar en contacto directo con el paciente, las acciones las realizan desde el controlador maestro, observando la imagen tridimensional de los vasos sanguíneos en la pantalla. El movimiento que se debe realizar es transmitido a la terminal robótica, la cual es capaz de insertar un tubo en el vaso sanguíneo. Con este tubo se instalan sensores y se transmite la información de contacto entre el tubo y la pared del vaso, para controlar que la inserción haya sido perfecta, lo que mejora el efecto de la intervención.