Con el descubrimiento y posterior colonización de América se inició una marcada división de clases sociales. Esta división, también llamada sistema de castas, funcionó durante los siglos que el Imperio español dominó el territorio americano. Los grupos sociales básicos fueron: los blancos, los nativos y los negros.
Blancos
Nativos
Negros
Origen
Europa.
América.
África.
Grupos
Peninsulares, nacidos en España.
Criollos, nacidos en América.
De orilla, nacidos en las islas Canarias.
Alta cultura, como los aztecas o mayas.
Cultura intermedia, como los guaraníes que cultivaban aldeas.
Cazadores y recolectores.
Cimarrones, resistentes a la esclavitud.
Libres, con libertad jurídica.
Esclavos, considerados mercancías.
Posición social
Alta. Pertenecían a la aristocracia, eran el grupo social dominante.
Media – baja. Trabajaban y pagaban tributo a la corona.
Baja. Cerraban la escala social.
Ocupaciones
Tenían los cargos más altos, como virrey, gobernante, arzobispo, obispo, funcionario o comerciantes de la Corona.
Eran encomendados a españoles y criollos. También ocupaban puestos en resguardos mineros y de haciendas.
Principalmente esclavos. Eran usados en actividades de servicio domestico, y para trabajar en minas y en plantaciones.
Presencia cuantitativa
Grupo minoritario.
Inicialmente fueron el grupo mayoritario. Con el tiempo desaparecieron y con el proceso de mestizaje.
La sociedad colonial es fruto de la interacción entre la sociedad española y los pueblos originarios, los cuales presentaban una estructura social muy compleja al momento de la conquista española. En América existieron gran cantidad de pueblos, lo que determinó la importante diversidad cultural, expresada en sociedades.
¿Qué fueron las sociedades coloniales?
Las sociedades coloniales fueron el resultado de la comunicación entre dos culturas, los blancos españoles y las comunidades nativas americanas. En América, la presencia de numerosas etnias generó una variación cultural marcada, organizada bien sea por dominios o por la relación familiar.
Había desde pueblos con organizaciones simples o tribales hasta los llamados “imperios”, como por ejemplo en Mesopotamia y Perú. En las organizaciones tribales, el parentesco familiar era el elemento principal para la integración social, mientras que en los imperios existía una marcada estratificación dentro de un complejo ordenamiento estatal.
En un principio, los españoles se concentraron esencialmente en torno a las ciudades y los nativos permanecieron en las zonas rurales. Esto provocó la aparición de una dicotomía campo-ciudad, notable en la historia de la América colonial.
La situación cambió sustancialmente a lo largo del segundo siglo colonial. Se produjo una mezcla biológica inevitable entre los nativos, los españoles y los negros, lo que dio origen a los conocidos mestizos, mulatos y zambos, quienes experimentaron un crecimiento continuo y, en algunas de las sociedades, iniciaron las luchas de independencia de sus pueblos debido a la diferencia de derechos, privilegios, labores y posición económica.
Características de la sociedad colonial
Fue una mezcla de españoles, nativos americanos y africanos.
Se produjo un mestizaje biológico y cultural.
Las sociedades estaban estratificadas de acuerdo a un sistema de clases sociales en la que los colonizadores se encontraban en el tope de la pirámide y los esclavos en el último eslabón de la misma.
El factor más importante que marcaba la clase social era el dinero. Quienes poseían más dinero podían pertenecer a las clases más altas.
Los individuos sólo se debían mezclar con personas de su misma clase social y educación.
No se podían compartir espacios entre personas de bajo estatus social y personas de alto estatus sociales, la asistencia a eventos también estaba marcada por las clases sociales.
Las colonias españolas se establecieron en puntos clave de América, comenzaron en el Río de la Plata y ascendieron hasta el actual México.
Las colonias españolas fueron divididas en virreinatos: de la Nueva España, de Nueva Granada, del Río de la Plata y de Perú.
Las colonias portuguesas abarcaron el actual Brasil y lo dividieron en 15 capitanías regidas por nobles portugueses.
Las colonias británicas se establecieron en Norteamérica junto con los franceses. El sistema de división política fue el de las conocidas “13 Colonias”.
Clases sociales
El sistema de estratificación social más conocido es el de los españoles, éste se dividía en los siguientes grupos:
Los criollos
Descendientes de españoles concebidos en América. En primera instancia, la Corona española no tenía previsto que esto sucediera y por lo tanto no poseía ningún enfoque para este segmento poblacional.
Debido a que los criollos eran cada vez más, la Corona decidió prohibirles la ocupación de cargos públicos. Esta acción se produjo debido a que, al ser originarios de América, su patria era esa y no España, lo cual podría traer conflictos a futuro a la Corona española.
Muchos de los criollos crearon fortunas extraordinarias, algunas de ellas comparables con los españoles concebidos en España.
Los mestizos
Eran hijos de españoles con mujeres originarias. En general eran rechazados tanto por los criollos como por los nativos. La mayoría desempeñaba cargos bajos o eran colaboradores de artesanos.
Los mulatos
Fueron los descendientes de un padre español y una madre esclava negra. Su suerte no era muy diferente a la de los mestizos. Eran impuros para ambas culturas, no poseían ningún tipo de derecho ni privilegio social. No llegaban a ser esclavos pero debían ocuparse de tareas domésticas, serviles y forzosas.
Los zambos
Eran hijos de un padre negro y de una madre nativa (generalmente libre), tuvieron una mejor suerte que los mulatos ya que, al ser hijos de una madre libre, eran igualmente libres.
Esclavos
La esclavitud era la práctica social y económica mediante la cual el ser humano perdía sus derechos fundamentales como persona, ya que era considerado como un objeto que podía ser comprado y vendido.
Los africanos fueron el grupo principal de esclavos de las sociedades coloniales, aunque también se incluía a los nativos. Este grupo, tratado como mercancía, tenía un valor monetario mayor al de los habitantes originarios por su resistencia física.
Trabajaban principalmente en las minas, sin embargo, sus empleos no se redujeron a esto. Los de avanzada edad trabajaron como sastres o cocineros, otros como sirvientes domésticos y los niños usualmente como “mascotas” de los niños blancos.
La esclavitud era la práctica social y económica mediante la cual el ser humano perdía sus derechos fundamentales como persona, ya que era considerado como un objeto que podía ser comprado y vendido.
¿Sabías qué...?
Brasil fue el último país de América latina en abolir la esclavitud, debido a que durante los años de colonización fue el país que más importó esclavos.
Movimiento abolicionista
El movimiento abolicionista en Hispanoamérica comenzó con la Guerra de la Independencia de México, allí luego de proclamar su libertad como nación, iniciaron la abolición de la esclavitud mediante varios decretos publicados entre los años 1824 y 1829.
A finales del siglo XVII, el estado español se había consolidado; el comercio y la producción en sus colonias americanas se habían estancado, las deudas de España habían aumentado y sus rivales imperiales habían crecido mucho, especialmente los ingleses, holandeses y franceses.
Estas fueron razones suficientes para que, bajo el gobierno de los Borbones, se crearan una serie de reformas destinadas a revitalizar el estado y el imperio.
¿Qué son las reformas borbónicas?
Las reformas borbónicas fueron una serie de cambios administrativos, políticos, militares y religiosos que la Corona española, bajo el nombre de la Casa de Borbón, realizó con el objeto de promover el desarrollo económico y comercial.
Causas
Las reformas fueron necesarias para ayudar a modernizar la tecnología y la manufactura en España y también para ayudar a establecer la supremacía española sobre el creciente poder de los criollos que eran las élites locales en el Nuevo Mundo.
Las causas principales de estas reformas en los diferentes ámbitos se describen a continuación:
Reformas económicas
Uno de los principales objetivos de las reformas borbónicas era aumentar la producción de productos primarios de exportación en las colonias, el comercio dentro de estas y en España.
La mayor preocupación de la Corona fue la minería, que proporcionó la mayor parte de los ingresos que fluyen en el tesoro español. En un esfuerzo por estimular la producción de plata, en 1736 la Corona redujo su impuesto por la mitad.
También ayudó a asegurar un precio más bajo para el mercurio, financió escuelas técnicas y bancos de crédito, dispensó títulos de nobleza a los propietarios de minas prósperas y facilitó la formación de gremios mineros.
Desde 1717, la Corona también creó monopolios estatales sobre la producción y el comercio de tabaco.
Las restricciones reales resultantes sobre la industria y la manufactura en las colonias humedecían gravemente la actividad empresarial colonial, con la excepción de los sectores de la minería, la ganadería y la agricultura orientados a la exportación.
En general, las reformas económicas de Bourbon lograron el objetivo de aumentar la producción, el comercio y los ingresos reales, al mismo tiempo que desmejoraban el sentido de lealtad y fidelidad de la élite y de los subordinados ante la Corona.
Reformas políticas y administrativas
De la mano de las reformas económicas, se produjeron una serie de medidas políticas y administrativas destinadas, una vez más, a aumentar el control real de las colonias. Una serie de reformas administrativas que consistieron en la construcción de dos nuevos virreinatos: el virreinato de Nueva Granada con Bogotá como capital, que fue abolido y luego reestablecido definitivamente en 1739 y el virreinato del Río de la Plata que tenía a Buenos Aires como capital, al cual se anexó el Alto Perú en 1776.
Después de una serie de inspecciones de 1765 a 1771, la Corona trató de debilitar el poder de los criollos, cuya influencia, había crecido demasiado.
La reforma administrativa más sustancial llegó en las décadas de 1760 y 1770, con la creación de una nueva burocracia, una especie de gobernación regional llamada la intendencia, que debía informar directamente al ministro de Indias.
El sistema de intendencia, que amenazaba la autoridad de virreyes y otros altos administradores, fracasó en gran parte, como consecuencia de la inercia institucional que se había desarrollado durante los dos siglos anteriores y la resistencia de los administradores a renunciar a su autoridad.
Reformas Militares
Especialmente después de la captura británica de Manila y La Habana en 1762, la Corona española trató de mejorar su poder militar en todo el imperio.
En general, las reformas militares fracasaron en el objetivo de fortalecer los lazos entre España y las colonias, mediante la creación de un gran cuerpo de oficiales criollos que más tarde resultarían instrumentales en las guerras de independencia.
Reformas Religiosas
En 1753, como parte del esfuerzo más amplio para reafirmar la supremacía real, la Corona negoció un convenio con Roma para tener una mayor autoridad real en la nominación y nombramiento de autoridades eclesiásticas.
La expulsión de unos 2.200 jesuitas de la América española repercutió por todo el imperio en 1767. Ésta fue una fuente crucial de desencanto entre muchos criollos de élite, lo que condujo a un nuevo enfrentamiento entre la Corona y aquellos cuyo apoyo necesitaría más para perpetuar su imperio americano.
Consecuencias
Todas estas reformas borbónicas económicas, administrativas, políticas, militares y religiosas tuvieron efectos múltiples y contradictorios que, en algunos niveles, acercaron las colonias a España y en otros profundizaron las divisiones.
Las reformas en general fracasaron en lograr los resultados deseados, principalmente al generar diversas quejas entre los criollos de élite contra la autoridad, lo que facilitó la formación de una identidad distintivamente americana y sentó las bases para las guerras de independencia después de la invasión napoleónica de Iberia en 1807 y 1808.
El Quinto Real
Fue un impuesto cobrado por la Corona española, principal fuente de beneficios que España obtuvo de sus colonias. Se fijó en 1504 para ser pagado por 10 años, pero en 1723 fue reducido casi uniformemente al diezmo (10 %). Aunque el quinto fue impuesto oficialmente sobre toda la producción de minerales, en la práctica se recolectó sólo en metales y piedras preciosas.