Conocer la diferencia entre singular y plural es muy importante para hablar y escribir de manera correcta. También es importante cuidar la concordancia de número y género entre sustantivos y adjetivos. Este cuadro comparativo te facilitará la tarea.
Singular
Plural
Significado
Es un número gramatical que expresa una sola unidad de los seres u objetos a que se refiere la palabra.
Es un número gramatical que expresa más de una unidad de los seres u objetos a que se refiere la palabra.
Uso
Se utiliza para hacer referencia a personas y cosas.
Se utiliza para hacer referencia a personas y cosas.
Morfología
Al no figurar las letras “s” o “es” al final del sustantivo o adjetivo, indica un solo elemento del referente de una palabra o expresión.
Sin embargo, existen algunas excepciones:
Palabras cuya escritura no varía en singular o plural: la o las crisis, el o los coxis, la o las caries, el o los paraguas, el o los tórax.
Para referirse a muchos seres, se modifica la forma del nombre o de adjetivo de tres maneras:
Añadiendo una “s” al final del nombre o adjetivo. Ejemplos: casas, rápidos, calles, redondos, etc.
Añadiendo las letras “es” al final del nombre o adjetivo. Ejemplos: seres, leyes, dolores.
Para formar el plural de palabras terminadas en “z”, se reemplaza esta última letra por -ces. Ejemplo: avestruz – avestruces, actriz – actrices.
No olvides que hay las palabras cuya escritura no se modifica cuando pasan a plural, como los ejemplos mencionados en la casilla de la izquierda.
Los sustantivos se pueden clasificar en contables e incontables. Como su nombre lo establece, los sustantivos contables designan cosas que se pueden contar, y los incontables hacen referencia a cosas que no se pueden contar en unidades.
El paramecio es un organismo unicelular, microscópico, de vida libre. Pertenece al grupo de ciliados más comunes, caracterizados por la presencia de cilios, dimorfismo nuclear, un tipo único de reproducción sexual y en general con una forma que se asemeja a la suela de un zapato.
Clasificación de paramecio
Reino: Protista
Filo: Ciliophora
Clase: Oligohymenophorea
Orden: Peniculida
Familia: Parameciidae
Género: Paramecium
El paramecio presenta una diferenciación celular de alto nivel que contiene varios orgánulos complejos que realizan una función específica para hacer posible su supervivencia.
Pertenece al filo Ciliophora puesto que todo su cuerpo está cubierto de pequeños filamentos similares a pelos llamados cilios que ayudan principalmente en la locomoción.
Características particulares
Morfología
Las células del paramecio son particularmente alargadas. Históricamente, según la forma de la célula, estos organismos se dividieron en dos grupos: Paramecium aurelia y Paramecium bursaria. El tipo morfológico de P. aurelia es oblongo o en forma de “cigarro”, con un extremo posterior algo cónico. P. bursaria representa células que tienen forma de “suela de zapato” que tienden a ser más cortas y su extremo posterior redondeado.
Por ser organismo ciliados, los cilios forman parte esencial del movimiento del organismo. A medida que estas estructuras se mueven de un lado a otro en un ambiente acuático, impulsan al organismo a través de su entorno.
Los cilios también ayudan en la alimentación al empujar los alimentos hacia una abertura rudimentaria de la boca conocida como el surco oral.
Estructura celular
El paramecio tiene muchos orgánulos característicos de todos los eucariotas, como las mitocondrias generadoras de energía. Sin embargo, también contiene algunos orgánulos únicos.
Debajo de una cubierta externa llamada película, hay una capa de citoplasma algo firme llamada ectoplasma. Esta región consiste en orgánulos en forma de huso conocidos como tricoquistes. Cuando descargan su contenido, se vuelven largos, delgados y puntiagudos.
La función exacta de los tricoquistes no se conoce a ciencia cierta, sin embargo, se presume que está relacionada con la defensa contra los depredadores.
Debajo del ectoplasma se encuentra un tipo de citoplasma más fluido llamado endoplasma. Esta región contiene la mayoría de los componentes celulares y orgánulos, incluidas las vacuolas.
Ciclosis
Es un proceso de digestión intracelular en el que se da un movimiento continuo de las vacuolas de alimentos junto con el endoplasma. Durante este proceso los alimentos se digieren por completo.
Las vacuolas toman funciones específicas, por ejemplo, las vacuolas alimentarias encapsulan los alimentos consumidos por el paramecio, luego se fusionan con orgánulos llamados lisosomas cuyas enzimas rompen las moléculas de los alimentos y conducen una forma de digestión. Las vacuolas contráctiles son responsables de la osmorregulación o descarga del exceso de agua de la célula.
Quizás la característica más inusual del paramecio son sus núcleos, ya que tiene de dos tipos. El micronúcleo que es diploide y contiene dos copias de cada cromosoma y el macronúcleo que contiene un subconjunto de ADN del micronúcleo y es el encargado de transcribir para producir ARNm y proteínas. El macronúcleo contiene múltiples copias de cada cromosoma, por lo tanto es poliploide.
Reproducción
El paramecio se puede reproducir de forma asexual o sexual, de acuerdo con las condiciones ambientales.
Asexual (fisión binaria)
En este tipo de fecundación una célula se divide en dos descendientes genéticamente idénticos, o células hijas. El micronúcleo sufre mitosis, pero el macronúcleo se divide de otra manera, llamada mecanismo amitótico o no mitótico.
Sexual (conjugación)
Durante la reproducción por conjugación hay un intercambio de material genético debido al apareamiento entre dos paramecios que son compatibles a través de una fusión temporal. Hay una división meiótica de los micronúcleos durante este proceso que produce gametos haploides y se transmite de una célula a otra. Los viejos macronúcleos se destruyen y se forma un micronúcleo diploide cuando los gametos de dos organismos se fusionan.
Autogamia (autofecundación)
La autogamia es esencialmente lo mismo que la conjugación, pero sucede solo con una sola célula. Durante este proceso, el micronúcleo se replica varias veces. Uno de estos nuevos micronúcleos reorganiza su contenido genético, parte del ADN está fragmentado y algunas secuencias de ADN se eliminan.
¿Sabías qué...?
El paramecio tiene una distribución mundial y por lo general vive en aguas dulces estancadas, como los charcos o los estanques, pero también se encuentran en ríos, arroyos, lagos y embalses.
A lo largo de los años, la sociedad se ha visto en la necesidad de establecer criterios de clasificación que le den orden y sentido a aquello que comunicamos; por ejemplo, clasificar una palabra según su significado o su forma y estructura. Es aquí donde entran, respectivamente, los análisis semántico y morfológico de la lengua.
Semántica y análisis semántico
Antes de poder definir el análisis semántico, primero debemos saber qué es la semántica. La semántica es todo aquello referente al estudio y posterior comprensión del significado de las palabras, frases, oraciones, párrafos e incluso símbolos, aplicados en un lenguaje natural o artificial.
Así pues, el análisis semántico es el proceso de agrupar estructuras sintácticas como oraciones, frases o párrafos como un todo, para luego relacionar cada palabra del conjunto con su significado lingüístico y así darle un sentido global; dicho de otro modo, es el acto de procesar el significado de cada palabra de un texto para la comprensión del significado práctico del contexto de dicho texto.
Morfología y análisis morfológico
Tal y como en el caso anterior, es necesario identificar antes el significado de la morfología de las palabras. En lingüística, la morfología de las palabras consiste en su forma y estructura; se refiere a las distintas variantes que puede presentar cada palabra y dependerá de las unidades gramaticales por las que esta esté formada.
Por lo tanto, el análisis morfológico es el estudio a nivel estructural de las palabras que se encuentran dentro de una oración o un texto; cómo están formadas, cómo se construyen, a qué tipo o categoría pertenece, la relación que comparten entre sí dentro de un mismo idioma o lenguaje, y la función gramatical que cumplen en el texto según dicha estructura.
¿Qué hay tener en cuenta para realizar un análisis semántico?
Ya que el objetivo del análisis semántico es comprender el significado de una frase o párrafo dentro de un idioma determinado, el primer y fundamental paso para poder realizar esto consiste en identificar el significado de cada palabra de forma individual para luego relacionar y comparar estos significados con otros de forma que el contexto en el que se sitúan pueda cobrar sentido. Estas relaciones entre palabras se dividen en los siguientes criterios de clasificación semántica:
Hiperonimia e hiponimia:
Consisten en dos criterios de clasificación que establecen entre sí una cierta jerarquización semántica, pues el significado de una palabra, conocida como hiperónimo, abarca o incluye el significado de otras palabras, conocidas como hipónimos. Ambos criterios de clasificación establecen una relación en donde un conjunto de palabras son versiones más específicas (hipónimos) de otro término cuyo significado es más general y ambiguo (hiperónimo).
Ejemplos: Hiperónimo: animal.
Hipónimos: perro, gato, elefante, caballo, león, etc.
Hiperónimo: color.
Hipónimos: azul, rojo, verde, violeta, amarillo, etc.
Hiperónimo: fruta.
Hipónimos: naranja, pera, manzana, uva, plátano, etc.
Monosemia:
Consiste en el criterio de clasificación que abarca el grupo de palabras que poseen un único significado, por lo que siempre hacen referencia al mismo ser, objeto o hecho único y específico dentro de cualquier contexto en el que se encuentren.
Ejemplos: abogado, teléfono, paraguas, sandía, átomo, mesa, etc.
Homonimia y polisemia:
Consisten en dos criterios de clasificación en donde una misma palabra puede tomar significados diferentes según el contexto en el que esté situada. Se diferencian entre sí en que en palabras homónimas, dos significados de orígenes etimológicos distintos coincidan en manifestarse como una misma palabra de idéntica pronunciación y en muchos casos de idéntica estructura, mientras que en la polisemia, a pesar de tener distintos significados, la palabra posee un único origen etimológico.
Ejemplos:
Homonimia: llama (animal; luz producida por combustión), vaca y baca (animal; soporte usado en vehículos), lengua (órgano; sistema de comunicación), hola y ola (saludo; onda de agua).
Polisemia: canino (animal; diente), estrella (cuerpo celeste; artista), planta (vegetal; parte inferior del pie), sierra (herramienta; elevación de terreno).
Meronimia y holonimia:
Consisten en dos criterios de clasificación, en donde el significado de una palabra (merónimo) consiste en la descripción de una de las partes que pueden conformar el significado o representación de otra palabra (holónimo). No deben confundirse con la hiperonimia y la hiponimia.
Ejemplos:
Holónimo: bicicleta.
Merónimos: rueda, pedal, sillín, manillar, etc.
Holónimo: árbol.
Merónimos: tronco, hojas, ramas, raíces, etc.
Holónimo: esqueleto.
Merónimos: peroné, omóplato, cráneo, costilla, etc.
Sinonimia:
Criterio de clasificación en donde dos o más palabras estructuralmente distintas poseen el mismo significado.
Criterio de clasificación en donde la palabra analizada en cuestión, dentro del contexto, adquiere el significado literal y objetivo que indica el diccionario.
Ejemplo: la naranja es rica en vitamina C – la palabra “naranja” se refiere, tal y como figura en el diccionario, a la fruta cítrica obtenida del árbol del naranjo.
Connotación:
Criterio de clasificación en donde la palabra analizada en cuestión, dentro del contexto, adquiere un significado subjetivo, distinto al del diccionario, que dependerá de lo que la persona que la utiliza quiera decir.
Ejemplo: mi hermano encontró a su media naranja – la palabra “naranja” adquiere un significado distinto a su significado literal, pues en este caso hace referencia a una pareja sentimental con la que se tiene mucho en común.
Una vez establecida la relación entre las palabras es necesario realizar un segundo análisis al texto para así identificar el sentido que este adquiere como un todo, determinar si el texto cobra un sentido literal o metafórico, y reconocer el idioma en el que es plasmado.
¿Qué hay tener en cuenta para realizar un análisis morfológico?
Para analizar morfológicamente un texto es necesario identificar las categorías gramaticales que lo componen, es decir, cómo se clasifica cada palabra según su estructura y, a su vez, la función que cumple dicha palabra en base a dicha estructura. Para este análisis se toman en cuenta los siguientes tipos de palabras:
Adjetivo:
Es el conjunto de palabras que se utilizan para describir al sustantivo y atribuirle una determinada característica.
Ejemplos: redondo, alto, rojo, corto, suave, rubio, inteligente, etc.
Adverbio:
Es el conjunto de palabras que modifican o califican un adjetivo, verbo, otro adverbio u oraciones para expresar tiempo, lugar, circunstancia, manera, cantidad, causa, grado, etc.
Ejemplos: ayer, bastante, rápidamente, también, nunca, debajo, etc.
Artículo:
Es el conjunto de palabras utilizadas junto a un sustantivo para determinarlo, señalarlo y especificarlo gramaticalmente. Comparten con éste su género y su número.
Ejemplos: él, la, los, las, un, una, unos, unas.
Conjunción:
Es el conjunto de palabras, invariables morfológicamente, que se utilizan para conectar palabras, ideas y oraciones dentro de un texto.
Ejemplos: sin embargo, y, más, pero, ya, que, etc.
Preposición:
Es el conjunto de palabras, invariables morfológicamente, usualmente cortas, que se utilizan para conectar distintos tipos de palabras entre sí de forma que el conjunto resultante complemente la idea del texto y genere un sentido gramatical.
Ejemplos: a, ante, para, hacia, hasta, según, sin, etc.
Pronombre:
Es el conjunto de palabras que pueden funcionar por sí mismas como un sustantivo sin que este último esté presente, y que se refieren a los participantes en el texto o a alguien o algo mencionado en otra parte del texto.
Ejemplos: él, ella, nosotros, nuestro, tuyo, vosotros, este, eso, etc.
Sustantivo:
Es el conjunto de palabras diferentes a los pronombres que se utilizan para nombrar e identificar a cualquier clase de persona, animal, lugar, hecho o cosa.
Ejemplos: perro, casa, silla, ordenador, amistad, pelota, España, Juan, etc.
Verbo:
Es el conjunto de palabras utilizadas para describir una acción, ocurrencia o estado del sujeto. Los verbos son alterados morfológicamente para indicar quién realiza la acción y cuándo es realizada.
Ejemplos: vivir, trabajar, comer, correr, construir, escalar, escuchar, etc.
Ejemplo de análisis morfológico
El gato maúlla en la sala
El: artículo (definido, masculino, singular)
gato: sustantivo (común, masculino, singular)
maúlla: verbo (3° persona, singular, presente de indicativo del verbo maullar)
en: preposición
la: artículo (definido, femenino, singular)
sala: sustantivo (común, femenino, singular)
¿Sabías qué...?
Una palabra puede presentar una estructura morfológicamente correcta, pero sin tener ningún sentido semántico en el idioma castellano, caso conocido como “palabra agramatical”. Algunos ejemplos de estas palabras sin sentido son “desdormir” e “imbello”.
Los orígenes de la semántica y la morfología
La palabra “semántica” fue utilizada por primera vez entre los siglos XIX y XX por quien es considerado su padre y fundador, el filólogo francés Michel Bréal. Así mismo, la palabra “morfología” se atribuye al poeta y escritor alemán Johann Wolfgang von Goethe, quien muchos años antes la utilizó para describir el estudio de la estructura de los seres vivos.