Trayectoria militar de Carlos de Montúfar

Carlos de Montúfar, hijo de Juan Pío de Montúfar (presidente de la Primera Junta de Gobierno Autónoma de Quito y precursor de la independencia nacional) fue un coronel y patriota ecuatoriano, considerado uno de los libertadores del país. Su carrera militar inició durante su permanencia en España y terminó en el territorio de la actual Colombia, mientras era coronel y ayudante general del ejército de Simón Bolívar.

Carlos de Montúfar y Larrea-Zurbano (1780-1816), apodado el Caudillo, inició su formación militar en el Colegio de Nobles de Madrid. Su participación en la guerra de la Independencia española le valió una condecoración y el grado de teniente coronel del ejército español.

Batalla de Bailén (1808)

Tras la invasión napoleónica a España, se inició la guerra de la Independencia española. Montúfar participó en la batalla de Bailén como ayudante del principal jefe militar español, el general Francisco Xavier Castaños. España salió victoriosa y Napoleón tuvo su primera derrota militar.

Sitio de Zaragoza (1808)

Fueron dos asedios ocurridos en la ciudad de Zaragoza. Allí pelearon las tropas del primer Imperio francés de Napoleón Bonaparte contra las fuerzas españolas de la dinastía Borbón. Terminó con la retirada de las fuerzas francesas.

Batalla de Somosierra (1808)

Los franceses obtuvieron la victoria en este conflicto y Napoleón logró ingresar a Madrid. No obstante, la participación de Montúfar destacó por su heroísmo.

Obra que representa la batalla de Somosierra.
¿Sabías qué?

La Junta Central Suprema y Gubernativa del Reino eligió a Montúfar como comisionado regio en Ecuador, donde la revolución quiteña debilitaba el dominio colonial. El objetivo era llevar la paz a su país y guíar a los líderes hacia el nuevo sistema constitucional del Imperio español. Al llegar a Quito, Montúfar fue arrastrado por las filas revolucionarias, decidió unirse a la causa patriota y luchar contra los españoles.

Batalla de El Panecillo (1812)

Este cruel combate se llevó a cabo en el cerro El Panecillo de Quito, donde se enfrentaron las tropas realistas de Toribio Montes y Sámano y los defensores de Quito comandados por Carlos de Montúfar. Resultó en la victoria realista y Montúfar se vio obligado a salir de la ciudad.

Los escapes de Montúfar

Tras huir de Quito, Montúfar se trasladó a la ciudad de Ibarra. A finales de 1812 fue capturado y desterrado a España. Allí logró escaparse y viajar hasta Panamá, donde se incorporó a las fuerzas del libertador Simón Bolívar.

Batalla de la Cuchilla del Tambo (1816)

En este conflicto lucharon las tropas independentistas de Nueva Granada y las tropas de la Corona española en Popayán, Colombia. La derrota de los patriotas representó el fin de la Primera República. Montúfar fue capturado, condenado a muerte y ejecutado por la espalda por ser considerado un traidor.

Pintura de batalla de la Cuchilla del Tambo. La victoria realista representó el final de la reconquista española en Nueva Granada.

Guerra ideológica

Todas nuestras ideas, conceptos u opiniones se expresan en las relaciones que tenemos con la sociedad y la naturaleza. Son las bases para una ideología que puede reinar o no en una colectividad y que a su vez, pueden generar grandes conflictos entre naciones. La guerra ideológica trata de cambiar la mentalidad de los ciudadanos a través de la propaganda, moviliza sociedades y crea tensiones armadas entre pueblos.

las ideas en una guerra

Según la Real Academia Española, la ideología es un “conjunto de ideas fundamentales que caracterizan el pensamiento de una persona, colectividad o época, de un movimiento cultural, religioso o político”, por lo tanto, cuando está enmarcada en una doctrina o interés que promueve un acto bélico, sirve para que miles de hombres y mujeres mueran y maten masivamente.

La visión ideológica en un conflicto no solo ayuda a impulsar intervenciones militares y provocar enfrentamientos; sino que también permite aglutinar la opinión pública de un bando y funciona como agente de movilización social frente al enemigo.

La guerra ideológica tiene sus orígenes en la Revolución francesa, en la que nacieron los conceptos de libertad política, igualdad y fraternidad.

la guerra fría: una guerra de ideas

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, inició un nuevo enfrentamiento entre dos superpotencias: Estados Unidos y la Unión Soviética, ambas con intereses contrapuestos, una fuerte influencia en grandes regiones del planeta y un arsenal de armas nucleares.

No obstante, esta rivalidad nunca desembocó en un conflicto armado, más bien se lo considera un “conflicto ideológico” entre dos naciones con características económicas, sociales y políticas radicalmente opuestas y que, a su vez, se valoraban a sí mismas como modelos a seguir para el resto del mundo. Algunas de los principios e ideales de cada potencia son las siguientes:

ESTADOS UNIDOS UNIÓN SOVIÉTICA
Defiende el sistema capitalista. Defiende el sistema comunista.
Tiene respeto total a la propiedad privada. Elimina la propiedad privada para satisfacer a la propiedad pública o colectiva.
El mercado está dirigido por la ley de oferta y demanda. El mercado es controlado por el Estado, el cual establece los precios.
Hay división de poderes y representatividad. Hay dictadura del proletariado a través del Estado.

¿Sabías qué?
El término “Guerra Fría” fue empleado por primera vez en 1947 por Bernard Baruch, asistente del entonces presidente estadounidense Franklin Delano Roosevelt. Se la llamó así porque no hubo choque armado.

Si bien la Guerra Fría no fue un conflicto armado, representó una amenaza constante entre dos bloques que de manera directa o indirecta se manifestaban en batallas entre otros países pequeños o competían cultural, científica o tecnológicamente, todo esto a través de un gran aparato de propaganda que comunicaba los logro obtenidos traducidos como un avance del sistema.

La competencia tecnológica se hizo evidente durante la Guerra Fría en la carrera espacial: lucha entre Estados Unidos y la Unión Soviética por explorar el espacio y enviar humanos a él.

Guerra y propaganda

En política, la propaganda consiste en divulgar información u opiniones con el propósito de que las personas actúen y piensen de determinaba manera. Este concepto es prácticamente inherente al de guerra, pues la acción bélica precisa de la propaganda para condensar la opinión pública, orienta el ánimo de cuantos sufren y desestabiliza el campo enemigo. Las proclamas, los manifiestos, los folletos, los discursos, las caricaturas y los panfletos son algunos tipos de propaganda política.

El legendario Napoleón

Napoleón I Bonaparte (1769-1821) fue un general de la Revolución francesa, primer cónsul de la República, emperador de los franceses y rey de Italia. Se lo considera tanto un genio militar como un déspota ilustrado, y es que la leyenda de Napoleón fue consecuencia de la propaganda que él mismo difundió en cada país conquistado.

La prensa y el arte fueron las responsables de ampliar sus victorias para crear una imagen ideal de su Ejército y el culto a su persona. En contraste, los ingleses aprovecharon el auge de la propaganda y publicaron caricaturas y panfletos que resaltaban la crueldad y la corrupción en la que estaba envuelta Napoleón, quien empezó a ver este sistema de publicidad como un peligroso enemigo.