¿Qué harías si ves que una piedra va a caer sobre ti? Automáticamente te moverías de lugar ¿cierto?. Esto sucede porque nuestro cuerpo cumple con la función de relación, una de las tres funciones vitales de todo ser vivo que permite que percibamos todo lo que ocurre en el medio, lo procesemos y reaccionemos de una forma adecuada.
función de relación: ¿En qué consiste?
Es la capacidad que tiene el ser vivo de captar estímulos del medio, procesarlos y reaccionar frente a ellos. La función de relación permite percibir todos los cambios que ocurren tanto en el exterior como en el interior del cuerpo humano, seguidamente consigue interpretarlos para elaborar la respuesta necesaria y responder a cada estímulo o variación de la mejor manera.
Estas variaciones pueden ser muy rápidas o lentas, por lo que esta función necesita de la intervención y coordinación de diversas estructuras para dar una réplica, lo que significa que diversos sistemas están involucrados.
Es todo cambio físico o químico producido en el exterior o en el interior del organismo que desencadena en él una respuesta. Si ocurre un cambio en el medio y éste no afecta a un ser vivo, no se considera estímulo. Pueden ser lumínicos, térmicos, sonoros, químicos o motores.
Funciones básicas de la relación
Percepción de los estímulos
En esta fase de la función de relación actúan los receptores, células especializadas que reciben los estímulos y hacen llegar esa información a los centros de coordinación. Los receptores pueden ser internos cuando captan información procedente del interior del organismo, o externos cuando captan información del exterior. Los receptores externos están agrupados en los órganos de los sentidos.
Órganos de los sentidos
- La nariz y el sentido del olfato
La nariz es el órgano del sentido del olfato. Dentro de la nariz se encuentra la pituitaria amarilla, zona en la que se ubican los receptores olfativos y por lo tanto se perciben los olores. Estos receptores envían al cerebro la información recibida por medio del nervio olfativo.
Fragante o floral, leñoso o resinoso, Frutal (no cítrico), químico, mentolado o refrescante, dulce, quemado o ahumado, cítrico, podrido y acre o rancio.
- La piel y el sentido del tacto
El sentido del tacto permite percibir la textura, la forma y la temperatura de todo lo que se toca. La piel es el órgano que tiene los receptores del sentido del tacto, los cuales están unidos nervios que permiten la transmisión de la información hasta el cerebro.
- La lengua y el sentido del gusto
Con el sentido del gusto es posible saborear los alimentos. Su órgano principal es la lengua y el sabor se percibe cuando los alimentos son introducidos en la boca y entran en contacto con ella. En la superficie de la lengua existen unas pequeñas protuberancias que permiten diferenciar los sabores, las papilas gustativas: receptores del sabor.
El gusto es muy sencillo, puede distinguir sólo cinco tipos diferentes de estímulos o sabores: agrio, dulce, amargo, umami y salado.
- Los ojos y el sentido de la vista
La visión es el sentido por el medio del cual se puede ver, percibir la luz, los colores y las formas. Sus órganos principales son los ojos. Los estímulos luminosos llegan a los receptores de la retina y viajan hasta el cerebro gracias al nervio óptico. El cerebro es el responsable de recibir la información e interpretarla.
- Los oídos y el sentido de la audición
La audición es el sentido que permite la percepción de los sonidos que se producen en el medio ambiente. Los órganos de la audición son los oídos, situados uno a cada lado de la cabeza. Los receptores que captan los sonidos están ubicados en el caracol, y éste a su vez está unido al nervio auditivo que lleva la información al cerebro.
En el oído se ubica un hueso llamado estribo, el hueso más pequeño de todo el cuerpo humano con una longitud aproximada de 3 mm.
Procesamiento de la información
En esta fase de la función de relación actúan los centros de coordinación: el sistema nervioso y el sistema endocrino. Ambos reciben la información enviada por los receptores, la descifra y crea las órdenes a cumplir por los órganos efectores.
Coordinación nerviosa
Es realizada el sistema nervioso central, cuyo tejido está constituido por neuronas: células capaces de transmitir información por medio de impulsos nerviosos. Este sistema coordina las respuestas rápidas y breves.
Todo el sistema nervioso recoge la información que proveen los receptores, la procesa, la coordina y elabora las órdenes a ejecutar por los efectores. Está compuesto por el sistema nervioso central y el sistema nervioso periférico.
Es la unidad estructural, fundamental y básica del sistema nervioso. Las neuronas son células sensibles a estímulos que se encuentran interconectadas unas con otras. Forman redes complejas e interminables por todo el cuerpo del individuo para conducir señales eléctricas que darán respuestas a estímulos externos y ambientales.
Coordinación endocrina
La lleva a cabo el sistema endocrino, un mecanismo regulador de las acciones de diversos órganos del cuerpo. Está formado por un conjunto de glándulas endocrinas que fabrican y vierten hormonas a la sangre. El sistema endocrino coordina respuestas más lentas y duraderas.
En la coordinación endocrina se envían señales nerviosas del hipotálamo a la hipófisis para que esta ultima segregue hormonas. Las hormonas producidas viajan por la sangre y regulan la segregación de otras hormonas en otras glándulas del sistema, así como la actividad de los órganos. Finalmente, la hipófisis detiene la producción de hormonas en la sangre al aumentar el nivel de éstas.
Ejecución de respuesta
Esta es la fase final de la función de relación y es efectuada por el aparato locomotor que permite la interacción entre el individuo y su medio; y además es el responsable de ejecutar las órdenes dada por los sistemas de coordinación. El aparato locomotor está integrado por el sistema esquelético y el muscular.
El sistema esquelético
El sistema esquelético está conformado por los huesos y las articulaciones, sirve de armazón para el cuerpo, como protección a los órganos y tejidos internos, fabricación de células sanguíneas y como reserva de calcio y fósforo.
El cuerpo humano cuenta con 206 huesos entre largos, cortos y planos. Los huesos están formado por tejido óseo compacto en la zona exterior y por tejido óseo esponjoso en la zona interior. Los huesos, a su vez, están unidos entre ellos por las articulaciones, éstas pueden ser fijas, semimóviles y móviles.
El cuerpo humano cuenta con más de 300 articulaciones. Éstas le dan movilidad al cuerpo humano, como las articulación del hombro; sin embargo, algunas otras funcionan de protección, como las del cráneo.
Sistema muscular
El sistema muscular comprende los músculos esqueléticos, éstos permiten los movimientos rápidos y voluntarios, y están unidos a los huesos por medio de tendones que tiran de ellos para finalmente producir un movimiento. Los músculos pueden ser fusiformes, planos y circulares.