El exilio de Javiera Carrera

Javiera Carrera Verdugo fue una chilena considerada como uno de los más importantes y comprometidos personajes de la causa patriota en la historia de la independencia de Chile. Sin embargo, las disputas internas en el país que involucraban a sus hermanos la sometieron a muy precarias situaciones durante años.

Tras la terrible derrota de la batalla de Rancagua en 1814, en donde los realistas españoles recuperaron el control del país, los supervivientes patriotas y muchos civiles se vieron obligados a exiliarse a Mendoza, en las Provincias Unidas del Río de la Plata, en busca de refugio. Javiera Carrera, a pesar de estar casada en ese momento de un aristócrata español, y por lo tanto no correr peligro, decidió unirse al éxodo con sus compatriotas, incluidos sus hermanos José Miguel, Juan José y Luis, y abandonar a su esposo e hijos.

No obstante, el recibimiento de los Carrera allí fue desfavorable. Habían sido culpados y desprestigiados por los partidarios de O’Higgins, lo que sembró la desconfianza por esta familia en las autoridades rioplatenses e hicieron que fueran trasladados a Buenos Aires en consecuencia.

Allí, Javiera se encontró con graves problemas económicos y su salud comenzó a deteriorarse. Pese a ello, esto no le impidió comenzar una conspiración junto a sus hermanos Juan José y Luis, de la que se cree que era autora intelectual, para destronar a O’Higgins luego de que este recuperara el poder de Chile en la victoria de Chacabuco de 1817, mientras José Miguel se encontraba en Estados Unidos en busca de aliados. Estos planes fracasaron rápidamente, lo que condujo al fusilamiento de Juan José y Luis en 1818, y al destierro de Javiera a la localidad de Luján, para poco después ser recluida en un convento de Buenos Aires.

Logró escapar en 1819 en un barco portugués que se dirigía a Montevideo, y allí se enteró del fusilamiento de su último hermano, José Miguel, en 1821, ya que había causado muchos problemas en las Provincias Unidas del Río de la Plata en su campaña por retomar el poder de Chile. Javiera se encontraba destrozada y en peor estado de salud que nunca, pero se negó a volver a Chile mientras O’Higgins siguiera en el poder. El caudillo abdicó en 1823 y Javiera pudo regresar a su país un año después, donde vivió en paz hasta su fallecimiento en 1862.

¿Sabías qué?
Se dice que fue Javiera Carrera quien, en 1812, bordó la primera bandera de Chile como símbolo de la naciente nación independiente. Su diseño consistía en tres franjas horizontales de color azul, blanca y amarilla respectivamente.
Retrato de Javiera Carrera.

Operaciones de Thomas Alexander Cochrane al servicio de Chile

Thomas Alexander Cochrane fue un almirante británico, destacado por su participación en la lucha por la libertad de cuatro naciones, acompañada de una extensa carrera política y militar. Entre estas se encuentran sus acciones en Chile, desde donde apoyó el proceso de la independencia y le fue otorgada la nacionalidad.

Luego de una fructífera carrera militar en la Marina de Reino Unido, Cochrane incursionó en la política como diputado. Sin embargo, añoraba sus aventuras como marinero, y la oportunidad de retomarlas llegó cuando un representante de José de San Martín lo solicitó en 1817 para que se uniera a la Escuadra Nacional de Chile y colaborara con el proceso de independencia hispanoamericano.

Incursión al Callao en Perú (enero y septiembre de 1819)

Su primera misión fue la de adentrarse en las aguas del territorio peruano para atacar desde el mar a las fuerzas realistas que ocupaban el país y así extender la propaganda patriótica entre los lugareños. Al mando de la flota chilena, Cochrane arremetió contra el puerto del Callao, bloqueó la salida de los buques de la zona, se apoderó de varias de estas embarcaciones y escoltó el desembarco de sus unidades para continuar el ataque por tierra. Realizó esta operación en dos oportunidades durante el mismo año.

Expedición al sur de Chile (febrero de 1820)

Cochrane se dispuso tomar un importante enclave realista ubicado en Valdivia. La ciudad y su puerto contaban con un poderoso sistema de fortalezas que la protegían, pero el comandante ideó un plan para infiltrarse en la zona al hacer pasar su flota por buques españoles y atacar por sorpresa. Poco después de esta victoria, intentó tomar también el archipiélago de Chiloé, pero falló en el intento.

Expedición Libertadora del Perú (mayo de 1820-noviembre de 1822)

Con la formación del Ejército Libertador del Perú, el director supremo de Chile Bernardo O’Higgins nombró a Cochrane comandante de la flota naval de esta fuerza militar. En su posición logró capturar con ingeniosas y arriesgadas tácticas marítimas el puerto del Callao y Lima, además de perseguir y derrotar a los últimos buques enemigos extendidos por las costas de México.

Sin embargo, el proceder impulsivo e imprudente de Cochrane, aunque eficaz, contrastaba significativamente con el carácter calculador y sereno del jefe principal de la expedición, José de San Martín. Esto, sumado a lo que consideró una pobre e injusta remuneración que recibió del gobierno por sus servicios, lo hizo retirarse del país para servir a Brasil, Grecia y nuevamente Reino Unido, donde falleció en 1860.

¿Sabías qué?
La naturaleza ingeniosa y audaz de Thomas Cochrane lo impulsó a patentar y apoyar avances tecnológicos, donde destaca su iniciativa de utilización del alquitrán en la pavimentación de calles y la financiación del primer buque de guerra a vapor que cruzó el Atlántico, el Rising Star, el cual estaba destinado en un inicio a servir a Chile.
Retrato de Thomas Cochrane.

El legado de Paula Jaraquemada

Paula Jaraquemada fue uno de los pocos y más importantes personajes femeninos en participar en el proceso de independencia de Chile. A pesar de no portar un arma en ningún momento, sus acciones fueron un ejemplo excelso de la causa patriota, por lo que se ganó el reconocimiento y el cariño público que perduran hasta el día de hoy.

Paula Jaraquemada

Paula Jaraquemada Alquízar nació en 1768, en el seno de una familia adinerada de Santiago de Chile. Eran parientes de la familia Carrera.

Si bien los detalles exactos de su biografía se desconocen, a partir de sus 50 años se destacaron dos eventos en especial que demostraron su compromiso con la causa patriota y dejaron grabado su recuerdo en la historia del país.

El primero fue su disposición, una vez finalizada la batalla de Cancha Rayada en 1818, que terminó en una importante derrota para los patriotas. Aquí, Jaraquemada puso su hacienda de Paine, en Maipo, al servicio del debilitado Ejército, donde pudieron recuperarse y abastecerse.

En el segundo y más recordado evento, su valor y arrojo quedaron en evidencia cuando una tropa realista llegó a su hacienda y le exigió la llave de su bodega para reclamar sus víveres. Jaraquemada se negó, por lo que el oficial español amenazó con dispararle e incendiar el lugar. La mujer, como respuesta, apoyó su pecho en una de las bayonetas de los soldados y volcó el brasero de su casa sobre el suelo bajo el riesgo de extender las llamas para demostrar que no temía a ninguna de las amenazas, por lo que los realistas huyeron del lugar intimidados por su valentía.

¿Sabías qué?
Un niño, ahijado de Jaraquemada, fue testigo de la audacia de la mujer ante los realistas. Este niño era Manuel Montt, quien en el futuro sería el presidente de Chile entre 1851 y 1861.

Legado

El primero de sus legados fue sin duda el recuerdo y la buena impresión que dejó plasmadas en las personas con sus acciones y en el país con su trabajo una vez que se logró definitivamente la independencia de Chile. Se dedicó en cuerpo y alma a las obras de caridad al prestar su ayuda de diversas maneras a los huérfanos, ancianos, desamparados y presos; además, creó una fundación dedicada a estas acciones humanitarias y se manifestó en contra de la pena de muerte como sentencia en las cárceles.

Aún en tiempos posteriores, la presencia de Jaraquemada se ha mantenido en la memoria de la historia chilena, por lo que se le ha rendido homenaje con su nombre a varios lugares, establecimientos y organizaciones del país, especialmente colegios y avenidas. Además, el Hospital Clínico San Borja Arriarán de Santiago de Chile era conocido anteriormente como Hospital Paula Jaraquemada en su honor, nombre que comparte con un asentamiento localizado en la comuna de Paine.

Desde 1976 existe la Fundación Paula Jaraquemada Alquízar, dedicada al servicio, atención y educación de los niños, niñas y adolescentes de Chile, provista de más de veinticinco centros asistenciales para menores y cuatro colegios.

Retrato de Paula Jaraquemada.

Consecuencias de la batalla de San Carlos

La batalla de San Carlos fue una de las contiendas militares ocurridas en 1813 que formaron parte del proceso de la independencia de Chile, durante la etapa conocida como Patria Vieja. El resultado ambiguo de la batalla y la derrota que le siguió poco después tuvo importantes consecuencias para sus participantes y para la historia del país.

La batalla de San Carlos

Tras la batalla de Yerbas Buenas, el Ejército realista español ocupó la villa de San Carlos para reabastecerse y recuperar fuerzas, desde donde enviaron a una buena parte de sus hombres y artillería por adelantado hacia Chillán. El general José Miguel Carrera vio la oportunidad y decidió atacar a las debilitadas tropas realistas que permanecieron en San Carlos.

Carrera envió entonces a la división militar que comandaba su hermano Luis a impedir cualquier posible huida de los realistas desde San Carlos, mientras tanto, el resto de patriotas los atacaría. Sin embargo, el desempeño de estos fue deficiente, con una ejecución de órdenes confusa y desorganizada, gracias a lo cual el ejército realista pudo escapar a Chillán. Es por ello que, a pesar de que pudo haber sido una victoria decisiva para los patriotas por la ventajosa situación con la que contaban, la batalla tuvo un resultado ambiguo.

El sitio de Chillán

Una vez en Chillán, los realistas, comandados por el general Juan Francisco Sánchez, tuvieron la oportunidad de reagruparse, desde donde además solicitaron refuerzos aliados con la intención de fortalecerse. La Junta de Gobierno de Chile exigió a sus tropas, de nuevo al mando de José Miguel Carrera, que reclamaran la ciudad y derrotaran a los realistas antes de la llegada de estos refuerzos, por lo que los patriotas comenzaron a rodear y asediar la ciudad el 27 de julio.

No obstante, pese a la inferioridad numérica realista, la ciudad se encontraba en una colina que no era difícil de defender debido a su posición estratégica, a lo que se sumaba la dificultad que las condiciones invernales de ese momento causaban a los atacantes y sus suministros. La situación llevó a Carrera a ordenar desesperadamente dos ataques directos en agosto, los cuales, además de fracasar, tomaron la vida de cientos de civiles inocentes en el fuego cruzado.

Todos estos resultados desastrosos forzaron la retirada de los patriotas y marcaron la victoria realista en Chillán.

¿Sabías qué?
Los resultados de la batalla de San Carlos y el sitio de Chillán desprestigiaron a José Miguel Carrera ante la Junta de Gobierno de Chile, por lo que lo destituyeron de su cargo como general en jefe del Ejército y se lo otorgaron a Bernardo O’Higgins. Carrera recuperó brevemente este título tras el golpe de Estado que dio en 1814.
José Miguel Carrera en la batalla de San Carlos.

Juan Mackenna y su rivalidad con los hermanos Carrera

Juan Mackenna O’Reilly fue un general del ejército chileno que tuvo una gran participación política y militar en la historia del país, antes y durante su proceso de independencia. Sin embargo, en este ambiente de autoridad política surgieron poderosos opositores, entre ellos se destaca la familia de próceres Carrera.

Enero de 1814

Juan Mackenna se definió como un incondicional aliado y la mano derecha de Bernardo O’Higgins, que recién ocupaba su nuevo puesto como general en jefe del Ejército y cuya rivalidad con los hermanos Carrera era ya conocida y compartida desde años anteriores. Durante este tiempo, Mackenna emitió un informe de unas 53 páginas dedicado únicamente a arremeter en contra de los hermanos Carrera.

¿Sabías qué?
En el informe emitido por Mackenna en enero de 1814 destacan históricamente las siguientes líneas: “Tres jóvenes sin los menores conocimientos militares, ni políticos, sin valor personal, y sin más cualidades de tiranos que la irreligión y la inmoralidad; se constituyen, mediante el abuso de cuánto hay de sagrado entre los hombres, árbitros de la suerte de un millón de almas”.

Julio de 1814

José Miguel Carrera tomó el poder tras un golpe de Estado, tras lo cual procedió inmediatamente a exiliar a Mackenna a la ciudad de Mendoza, en las Provincias Unidas del Río de la Plata.

Octubre de 1814

La derrota de la batalla de Rancagua, donde José Miguel Carrera participó como uno de los líderes independentistas, forzó la huida de los supervivientes chilenos a territorio argentino en busca de refugio. Allí, Juan Mackenna y otros representantes del bando de O’Higgins se encargaron de desprestigiar a los hermanos Carrera y hacerlos responsables por la derrota ante José de San Martín, por lo que este los hizo apresar y trasladar a Buenos Aires.

Noviembre de 1814

Una vez en Buenos Aires, y resentido por todas las ofensas causadas hacia su familia, Luis Carrera exigió a Juan Mackenna una disculpa pública o de lo contrario deberían resolver sus diferencias en un duelo a muerte con pistolas, a lo que Mackenna eligió la segunda alternativa. Una vez en el lugar acordado inició el duelo, donde ambos salieron ilesos en la primera ronda; sin embargo, la segunda tuvo resultados fatales para Mackenna, quien falleció de un disparo en la garganta a manos de su adversario.

Retrato de Juan Mackenna.
Retrato de José Miguel Carrera.

Gaspar Marín y la Primera Junta de Gobierno de Chile

Gaspar Marín fue un abogado y político que tuvo importantes participaciones en la dinámica política de Chile. Entre sus más valiosos aportes se encuentran los que realizó como miembro de la primera organización gubernamental independiente del país, conocida como la Primera Junta.

La Primera Junta

Como consecuencia de la invasión de Napoleón Bonaparte a España, el encarcelamiento del rey Fernando VII y el descontento del pueblo chileno con su gobernador Francisco Antonio García Carrasco, un gran sector de los habitantes consideró que esta región geográfica y política debía formar una junta de gobierno que se administrara a sí misma en ausencia del monarca.

Así, luego de la destitución de García Carrasco para que tomara su lugar el español Mateo de Toro Zambrano, el 18 de septiembre se autorizó la convocatoria a un cabildo abierto que designó a quienes serían los miembros de la Primera Junta de Gobierno, frente a unos 400 ciudadanos que sirvieron como testigos del acontecimiento.

Gaspar Marín

Gaspar Marín era un abogado de 38 años muy querido por el pueblo, que ya había iniciado una carrera política como asesor del consulado dos años atrás y demostraba un gran anhelo por la independencia. Fue uno de los elegidos para integrar la Junta bajo el juramento de que todas sus acciones como figura de autoridad obrarían a favor del apresado monarca, el reino y sus habitantes.

Se le asignó el cargo de secretario a cargo de los departamentos de Justicia, Guerra y Negocios Extranjeros. Como miembro, tenía plenos derechos con voz y voto sobre las decisiones de la Junta, con aportes que buscaban mantener la unidad de los integrantes de la institución y de las mismas provincias de la región. Además, debido a la avanzada de edad de Mateo de Toro Zambrano, presidente de la Junta, en varias ocasiones las funciones y deberes de este recaían en Marín, su secretario, para poder llevarse a cabo de la manera más práctica.

Luego de la disolución de la Junta a favor de instaurar el primer Congreso Nacional que dirigiera el país, Gaspar Marín fue elegido para formar parte del mismo como diputado suplente por la comuna de Los Ángeles.

¿Sabías qué?
Además de ejercer como secretario de la Junta, también ocupó los cargos de senador propietario de 1812 a 1814, ministro de la Corte Suprema en 1823, diputado por Colchagua en 1825, diputado propietario por Illapel y Combarbalá en 1828, senador por las mismas comunas en 1828 y 1829, senador por Coquimbo en 1829 y diputado por Vallenar desde 1831 hasta 1834; todos cargos políticos y ninguno militar.
Retrato de la Primera Junta de Gobierno de Chile en 1810.

Juan Egaña Risco y la Constitución de 1823

Juan Egaña Risco fue un jurista, político y escritor criollo que contribuyó al proceso de independencia chileno a través de cargos políticos y las ideas sobre la soberanía y conducta del pueblo que plasmó en sus obras escritas. Entre estas redacciones se encuentra el documento que pretendió ser la carta fundamental de la joven patria: la Constitución de 1823.

Tras la renuncia de Bernardo O’Higgins como director supremo de Chile, lo que puso fin al periodo histórico conocido como Patria Nueva, Juan Egaña Risco se dispuso a redactar la constitución, el documento que contendría las leyes y la organización política bajo las cuales se regiría el país. El 27 de diciembre de 1823, Egaña Risco presentó su constitución ante el Congreso Constituyente que él mismo presidió, la cual fue promulgada dos días después.

El documento constaba de 277 artículos y era conocido como “constitución moralista”, ya que su contenido hacía un énfasis especial en establecer un estricto y detallado código de conducta que señalara la manera en la que debían comportarse tanto civiles como funcionarios en cada etapa de sus vidas y en cada aspecto de la sociedad, donde el Estado se encargaría de fomentar este estilo de comportamiento para convertirlo en un hábito. Además, el Senado cumpliría la función de verificar dicho código de conducta en los ciudadanos y actuar en consecuencia al otorgar beneficios a aquellos que destacaran en sus acciones bajo este sistema.

La Constitución de 1823 nunca fue aprobada oficialmente, por lo que nunca entró en vigencia para convertirse en el pilar de la nación. Las razones que se le atribuyeron a esta decisión fueron su naturaleza autoritaria y la aparente complejidad de sus propuestas, tan difíciles de entender como de llevar a la práctica.

¿Sabías qué?
Entre las obras escritas por Egaña Risco figura la primera obra de ficción literaria chilena en forma de cuento, titulada Cartas Pehuenches. Constaba de varios artículos que buscaban educar al pueblo y establecer en él un código de conducta moral característico.
Portada de la Constitución de 1823.

Camilo Henríquez y la Aurora de Chile

Camilo Henríquez fue un sacerdote, escritor y político chileno que, a diferencia de la mayoría de personajes independentistas, los cuales ejercían acciones militares, contribuyó a la causa a través de las letras y las palabras. Para ello utilizó, entre otras de sus obras, el primer periódico del país: la Aurora de Chile.

La imprenta aterrizó en Chile en 1811. Como un hombre versado en letras y una gran motivación por difundir su ideología política centrada en defender las iniciativas independentistas que ya se habían puesto en marcha con la Primera Junta Nacional de Gobierno en 1810, Henríquez fundó en 1812 el primer periódico de Chile, al cual bautizó como la Aurora de Chile. El gobierno de José Miguel Carrera lo nombró entonces primer redactor y editor del periódico, gracias a lo cual se estrenó su primer artículo el 13 de febrero del mismo año. Este recibió el nombre de Prospecto, y en él se especificaba la intención del periódico de sembrar una identidad y unos valores propios al país con sus publicaciones, independientes del mando y la influencia españoles.

Así, durante poco más de un año, la Aurora de Chile publicó 58 números en donde hablaba abiertamente sobre los principios de la soberanía, ideas filosóficas propias y de otros autores, y otros temas de interés para la nación como la industria, el comercio, el derecho constitucional y la instrucción pública, lo que demostraba la gran cultura de Henríquez y su deseo por brindar información al pueblo en todos los ámbitos.

El último número se publicó el 1° de abril de 1813, debido a que el mismo gobierno se dedicó a censurar su contenido en más de una ocasión. Por ello, cinco días después, Henríquez publicó un nuevo periódico, El Monitor Araucano, de objetivos muy similares al anterior.

¿Sabías qué?
Junto a José Miguel Infante, Manuel de Salas y Manuel José Gandarillas, el rostro de Camilo Henríquez figura en el Monumento a los Escritores de la Independencia, ubicado en el Parque Forestal de Santiago de Chile, un obelisco de mármol que rinde homenaje a aquellos personajes que lucharon por la independencia del país con la pluma y no con la espada.
Monumento a los Escritores de la Independencia, con la imagen del fray Camilo Henríquez.

Eustaquio Méndez y la batalla de La Tablada

Eustaquio “Moto” Méndez fue un caudillo del entonces Corregimiento de Tarija reconocido por haber perdido su mano derecha, lo que no le impidió combatir por la independencia de los territorios de la actual Bolivia. Entre todas sus participaciones destaca su papel como caudillo en la más famosa reconquista patriota de Tarija, la batalla de La Tablada.

Antecedentes

Eustaquio Méndez formó parte del cuerpo militar de San Lorenzo desde 1812, en Tarija, al crear y liderar su propio ejército de guerrilla y al apoyar las maniobras del argentino Martín Miguel de Güemes como uno de sus caudillos, hasta alcanzar el grado de capitán comandante de la división de San Lorenzo en 1816. Desde entonces lideró tropas en decenas de batallas por la independencia, especialmente aquellas que consistían en proteger su natal Tarija.

La batalla de La Tablada

El 15 de abril de 1817 dio inicio la batalla de La Tablada, donde las tropas patriotas al mando de Gregorio Aráoz de Lamadrid, líder representante del Ejército del Norte, lucharon por expulsar a las fuerzas realistas apostadas en Tajira y comandadas por Mateo Ramírez. Méndez fue uno de los principales caudillos patriotas bajo las órdenes de Lamadrid durante la batalla y que a su vez comandaban grupos de guerrilleros tarijeños montoneros, expresión que refiere a los hombres a caballo.

Las tropas montoneras que dirigían Méndez y el resto de caudillos, de unos mil milicianos, rodeaban la ciudad para ejercer presión sobre el enemigo, cuyas fuerzas se concentraban en la plaza de Tarija. En ese momento, Lamadrid ejecutó un ataque frontal con una porción de su ejército argentino para que poco después Méndez ejerciera una feroz arremetida con sus hombres por el ala izquierda del lugar y determinar así la derrota de los realistas y la recuperación patriota de la ciudad.

En Tarija actualmente se considera a Méndez como el héroe y protagonista de esta batalla, por lo que el 15 de abril de cada año se celebra el aniversario del evento y se le rinde homenaje al caudillo.

¿Sabías qué?
Actualmente no existe una versión oficial que explique cómo Eustaquio Méndez perdió su mano. Entre las muchas que existen, se dice que tuvo que cortársela él mismo en su juventud ya que se le había enredado en las riendas de una mula que iba a gran velocidad; sin embargo, la versión más popular afirma que se la cortaron como castigo los hombres al mando del general en jefe español José de la Serna, luego de ser capturado en 1818.
Eustaquio Méndez en el billete de 10 bolivianos, la moneda de curso legal de Bolivia.

Esteban Arze y la batalla de Aroma

Esteban Arze fue uno de los militares cochabambinos más reconocidos durante el proceso de independencia de las tierras de la actual Bolivia. Luego de la famosa toma de Cochabamba en 1810, lideró el ejército que triunfó en uno de los enfrentamientos militares más importantes y beneficiosos para los patriotas cochabambinos: la batalla de Aroma.

Contexto histórico

Esteban Arze fue uno de los principales líderes que dirigieron la Revolución de Cochabamba en 1810, donde el general Francisco del Rivero tomó el mando de la ciudad de Cochabamba y Arze fue designado como uno de sus principales dirigentes militares. A partir de entonces, se unió como un aliado militar a las tropas de la Junta de Buenos Aires, bajo el poder de los independentistas desde mayo del mismo año, que tenía como objetivo para entonces liberar las tierras del Perú y el Alto Perú de la administración española.

Antecedentes

El 6 de octubre de 1810, como eco de la insurrección del 14 de septiembre, la ciudad de Oruro se levantó igualmente en armas para reclamar su independencia. Sin embargo, los realistas enviaron un ejército para reprimir esta insurrección, por lo que la ciudad pidió apoyo a Cochabamba, que respondió mediante el envío de un ejército de unos 2.000 soldados liderados por Esteban Arze.

Batalla de Aroma

Luego de reforzar su ejército en la ciudad, Arze salió el 14 de noviembre al encuentro del ejército realista enviado a controlar Oruro, comandado por el español Fermín Piérola y que constaba de unos 800 hombres. La batalla entre ambas fuerzas se llevó a cabo en las llanuras de Aroma, o Aru uma en aimara, a orillas del río del mismo nombre. La estrategia de Arze y la superioridad numérica de su ejército le otorgó la victoria, lo que obligó a lo que quedaba del ejército realista a retirarse y huir hacia La Paz y con ello asegurar el control patriota en Oruro.

¿Sabías qué?
A pesar de ser uno de los independentistas más reconocidos en representación de Bolivia, su destino fue aciago, pues ciertos desacuerdos y conflictos internos provocaron que fuese exiliado de su propia tierra. Sin embargo, la historia nacional ha sabido reconocer sus méritos, con homenajes de todo tipo que se reflejan incluso en el nombre de una actual entidad territorial, la provincia de Esteban Arze.
Ciudad de Cochabamba en la actualidad, tierra natal de Esteban Arze.