Tipos de huesos

El esqueleto humano tiene múltiples funciones, por lo que no todos los huesos pueden ser iguales. Los huesos del cuerpo tienen una variedad de tamaños y formas, y se clasifican principalmente como huesos largos, cortos, planos e irregulares. En conjunto, esta distribución ósea permite, entre muchas otras cosas, los movimientos del cuerpo y la postura erguida.

Esqueleto humano

Está conformado por tejido oseo y cartilaginoso, representa cerca del 12 % del peso total del cuerpo. Cada uno de los huesos se unen entre sí mediante articulaciones que a su vez están unidas a tendones, ligamentos y músculos. La función principal del esqueleto humano es la de sostén; sin embargo, cumple con otras funciones y por lo tanto todos los huesos no tienen la misma forma.

Tipos de huesos 

Huesos largos

Los huesos que son más largos que anchos se llaman huesos largos. Son aquellos que constan de un eje largo con dos extremos abultados. Son principalmente huesos compactos pero pueden tener una gran cantidad de tejido esponjoso en los extremos. También existen huesos pequeños con estas características, como por ejemplo los de los dedos de las manos. Los huesos largos tienen dos funciones principales, una de ellas es soportar el peso del cuerpo y la segunda es facilitar el movimiento.

Los huesos largos se ubican en el esqueleto apendicular, incluye huesos en los miembros inferiores y superiores. Algunos de los huesos largos del cuerpo humano son los siguientes:

  • Miembros inferiores: la tibia, el peroné, el fémur, los metatarsianos y las falanges.
  • Miembros superiores: el húmero, el radio, el cúbito, los metacarpianos y las falanges.
Las falanges son huesos de pequeño tamaño, pero, por su forma, entran dentro de la categoría de huesos largos.

Huesos cortos

Los huesos cortos tienen forma de cubo, con aproximadamente las dimensiones verticales y horizontales iguales. Están compuestos principalmente por tejido esponjoso cubierto por una fina capa de tejido compacto. Los huesos cortos incluyen los huesos de la muñeca y el tobillo, proporcionan estabilidad y permiten el movimiento.

Los carpianos de la muñeca son ejemplos de huesos cortos, estos son los escafoides, el hueso semilunar, el piramidal, el hueso ganchoso, el pisiforme, el hueso grande, el trapezoide y el trapecio. Los huesos del tarso en el pie también son huesos cortos, estos son el calcáneo, el astrágalo, el navicular, el cuboides, el cuneiforme lateral, el cuneiforme intermedio y el cuneiforme medial.

Huesos planos

Los huesos planos son delgados, aplanados y generalmente curvados. La mayoría de los huesos de la cabeza son planos, pero también los hay en el pecho y en la pelvis. Su función es proteger los órganos internos, funcionan como una especie de escudo, además de eso, permiten la unión de ciertos músculos. Algunos ejemplos son los siguientes:

  • Huesos planos de la cabeza: occipital, parietal, frontal, nasal, lagrimal y vómer.
  • Huesos planos de la caja torácica: esternón y costillas.
  • Huesos planos de la pelvis: ilion, isquion y pubis.
Los huesos planos del cráneo protegen el encéfalo.

Huesos irregulares

Los huesos que no se encuentran en ninguna de las tres categorías anteriores se clasifican como huesos irregulares. Están compuestos principalmente de tejido esponjoso, cubiertos con una fina capa de tejido compacto. Las vértebras y algunos de los huesos del cráneo son huesos irregulares.

¿Sabías qué?
El estribo es un tipo de hueso irregular perteneciente a la cadena de huesecillos del oído medio. Es el hueso más pequeño que existe en el cuerpo humano.

Todos los huesos tienen marcas superficiales y características que hacen que un hueso específico sea único. Hay agujeros, depresiones, facetas lisas, líneas, proyecciones y otras marcas. Suelen representar vías de paso para vasos y nervios, puntos de articulación con otros huesos o puntos de unión para tendones y ligamentos.

Algunos ejemplos de huesos irregulares son los de la columna columna vertebral, que protegen la médula espina, y los huesos irregulares de la pelvis (pubis, ilion e isquion), que protegen órganos de la cavidad pelviana.

Su forma compleja ayuda a proteger órganos internos. Las vertebras de la columna son un ejemplo de este tipo de huesos.

Huesos sesamoideos

Son otra categoría de huesos, estos se caracterizan por estar incluidos dentro de los tendones. Se pueden encontrar en los tendones de las manos, los pies y la rodilla, la rotula es un ejemplo de este tipo de huesos.

Glúteos

Los glúteos conforman toda un área anatómica en la cara posterior de la pelvis de gran importancia. Los músculos principales de esta sección son el glúteo mayor, el glúteo medio y el glúteo menor. Gracias a ellos podemos mantenernos erguidos y realizar movimientos dinámicos, como sentarnos, caminar, saltar, etc.

¿qué son los glúteos?

Son un grupo de tres músculos originados en el sacro e insertados en el fémur. Dentro de sus funciones principales se incluyen la extensión, la abducción y la rotación de la articulación de la cadera.

Anatomía de los glúteos.
  • El glúteo mayor es el más grande y superficial. Es un músculo carnoso de forma cuadrangular que se inclina a lo largo de la nalga. Nace detrás de la línea de la masa lateral del sacro y termina en el tracto iliotibial y en la tuberosidad glútea del fémur.
  • El glúteo medio es un músculo ancho y grueso, cuyo tercio posterior está cubierto por el glúteo mayor. Actúa sobre la articulación de la cadera, produce la rotación interna del muslo y estabiliza la pelvis al estar de pie y caminar.
  • El glúteo menor es un músculo pequeño con forma triangular, está ubicado en la profundidad de la región posterior de la cadera, debajo del glúteo medio. Trabaja sinérgicamente con el glúteo medio para producir los movimientos de la articulación de la cadera.
¿Qué es la nalga?

Se trata de cada una de las porciones carnosas y curvas que nacen en la parte baja de la espalda. Están formadas por grasa y los músculos glúteos.

¿Sabías qué?
El glúteo mayor trabaja en conjunto con los músculos piriforme, obturador y iliopsoas para rotar la cadera. Asimismo, ayuda a sostener la pelvis ósea y el tronco, y estabiliza el fémur.

Importancia

El desuso de los glúteos o la presión que se aplica, por ejemplo, cuando nos sentamos por un período de tiempo prolongado de forma constante, puede provocar que estos músculos se atrofien, lo que está relacionado con los dolores lumbares y la dificultad para subir escaleras u otros movimientos naturales.

Algunos ejercicios y estiramientos que ayudan a trabajar los glúteos son, entre otros, el ciclismo, los aeróbicos, las sentadillas, las estocadas y el peso muerto.

Osteoartritis de cadera

La cadera es una articulación esférica que une el hueso del muslo (fémur) con el hueso de la pelvis, gracias a ella es posible el movimiento de las piernas. Esta articulación es una de las más estables del cuerpo y soporta todo su peso, razón por la que también es propensa a desarrollar ciertas complicaciones como la osteoartritis.

Anatomía de la cadera

La articulación de la cadera se conforma principalmente de dos partes:

  • La cabeza femoral, que es el hueso esférico situado en la parte superior del fémur.
  • El acetábulo, que es la cavidad cóncava en la que se encaja la cabeza femoral.
Huesos principales asociados a la cadera.

La cabeza femoral se une al acetábulo a través de ligamentos para formar la cápsula articular. Esta cápsula está revestida por una membrana sinovial que produce un líquido que lubrica la articulación.

¿Sabías qué?
La cadera está rodeada por músculos de gran tamaño, como los glúteos, los músculos aductores, los cuádriceps y los isquiotibiales. Asimismo, por la cadera pasan nervios y vasos sanguíneos de importancia, como el nervio ciático, el nervio femoral y la arteria femoral.

Un gran soporte, una gran presión

Por lo general, la articulación de la cadera es muy fuerte y estable, pero, al soportar todo el peso del cuerpo, es propensa a sufrir osteoartritis debido a la presión extra a la que es sometida.

La osteoartritis, también llamada artritis por desgaste, es un tipo de artritis que afecta al cartílago que amortigua los huesos de la cadera, por lo tanto, los huesos rozan entre sí, lo que provoca dolor y rigidez .

Diferencia entre una cadera sana y una cadera con osteoartritis.

A medida que el cartílago se empieza a desgastar, los huesos se vuelven más ásperos y el espacio que existe entre las articulaciones se reduce. Esta es la razón por la que los huesos rozan entre sí, lo que, a largo plazo, puede provocar la formación de espolones óseos (osteofitos).

Señales a tomar en cuenta

Algunos de los síntomas más comunes de la osteoartritis son el dolor, la sensibilidad y la rigidez en la cadera, la pérdida de flexibilidad, una sensación chirriante, la presencias de osteofitos e hinchazón. Estos se desarrollan lentamente y el dolor aumenta de forma progresiva con el tiempo, así que cuanto antes se inicie un tratamiento, más probabilidades habrá de disminuir sus síntomas.

Causas

Si bien la osteoartritis no tiene una causa única específica, sí existen algunos factores que aumentan la probabilidad de desarrollar esta condición, entre ellas las siguientes:

  • Edad avanzada.
  • Obesidad.
  • Lesiones articulares.
  • Genética.
  • Tensión articular.