Fiebre del Nilo Occidental

Es una enfermedad transmitida por la picadura de mosquitos infectados de los géneros Culex y Aedes. Los mosquitos adquieren el virus, fundamentalmente, a partir de aves infectadas. Afecta principalmente a los humanos, a los equinos y a algunas aves.

Los virus del Nilo Occidental se encuentran en gran parte del mundo (África, partes de Asia y Europa, la región del Mediterráneo, Medio Oriente, Australia y América)

El repelente de mosquitos evita sus picaduras.

¿Cuáles son los síntomas?

Aproximadamente el 80 % de las personas infectadas permanecen asintomáticos; el 20 % tiene síntomas similares a los de la gripe. Menos del 1 % desarrolla meningitis, encefalitis o parálisis aguda, pero algunos de estos casos son mortales u ocasionan discapacidad permanente.

En particular en los adultos mayores, este virus puede causar una grave enfermedad que afecta el tejido cerebral. En su forma más grave, puede causar daño neurológico permanente y puede ser fatal. Entre los síntomas de la encefalitis (inflamación del cerebro) se cuentan la rápida aparición de fuerte dolor de cabeza, fiebre alta, rigidez del cuello, confusión, pérdida de conciencia (coma) o debilidad muscular.

¿Cómo se transmite?

Se transmite por la picadura de mosquitos que se han infectado al picar a un ave portadora del virus.

No se transmite de persona a persona, pero podría transmitirse vía trasfusión de sangre, transplante de órganos, y se han registrado casos aislados de transmisión transplacentaria y de probable transmisión por la leche materna.

¿Cómo se trata?

El tratamiento es para tratar los síntomas. En algunos casos se puede requerir la internación.

¿Cómo se puede prevenir?

No existe vacuna para prevenir la enfermedad. Las medidas de prevención incluyen evitar el contacto con mosquitos usando medidas de protección personal, es decir utilizar repelente y vestir ropa de mangas largas y pantalones largos.

¿Qué se puede hacer para a reducir la exposición a los mosquitos?

Para evitar el contacto y la proliferación de mosquitos en la casa:

  • Colocar mallas protectoras o mosquiteros en las puertas y ventanas. Reparar o reemplazar las que tengan rasgaduras o agujeros.
  • Eliminar todos los recipientes que puedan acumular agua que no tengan utilidad o bien colocarlos boca abajo. Si se utilizan para almacenar agua, mantenerlos tapados.
  • Limpiar las canaletas frecuentemente (especialmente en primavera y otoño) para evitar que se tapen y acumulen agua.
  • Limpiar las piscinas exteriores con cloro, si no están en uso, vaciarlas y mantenerlas cubiertas.
  • Cambiar el agua de los bebederos de animales cada tres o cuatro días.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina) http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48-temas-de-salud-de-la-a-a-la-z/452-fiebre-del-nilo-occidental#sthash.PrfmMun6.dpuf

Fiebre hemorrágica Argentina

Esta enfermedad, también conocida como “mal de los rastrojos”, es causada por el virus Junín, y afecta a una región del país que abarca parte de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y La Pampa. La contraen principalmente las personas que viven o trabajan en el campo.

¿Cómo se transmite?

El virus Junín suele estar presente en algunas especies de roedores silvestres. Estos roedores presentan infecciones crónicas sin síntomas, con eliminación del virus, particularmente por la saliva, que contagia a roedores sanos y contamina el medio ambiente, a partir del cual el hombre se infecta accidentalmente.

La fiebre hemorrágica argentina suele ser contraída por personas que trabajan en el campo.

¿Cuáles son los síntomas?

Es una enfermedad aguda que presenta cuadros clínicos de gravedad variable, desde formas leves a formas graves caracterizada por fiebre y alteraciones de la sangre, neurológicas, renales y cardiovasculares, que sin tratamiento puede evolucionar hacia la muerte en un lapso de una a dos semanas.

El comienzo de la enfermedad es inespecífico, con decaimiento, dolor de cabeza y fiebre moderada. Con el avance de la enfermedad se agregan dolores musculares y articulares, dolor retroocular, dolor abdominal, mareos, náuseas y vómitos. En caso de haber hemorragias, éstas se limitan a leves hemorragias nasales o en las encías.

Los signos neurológicos son frecuentes: irritabilidad, somnolencia, temblores.

¿Cuál es el tratamiento?

El diagnóstico y tratamiento precoz aumentan enormemente las posibilidades de cura de esta enfermedad. El tratamiento específico es la administración precoz de plasma.

¿Cómo puede prevenirse?

– Realizar la vacunación contra la fiebre hemorrágica argentina, la que está indicada a partir de los 15 años de edad en las zonas de riesgo del país.

– Realizar una higiene cuidadosa, principalmente de las manos y cambio de ropas, cada vez que se hayan frecuentado zonas con roedores.

– No introducir tallos, hojas o granos en la boca.

– No acostarse sobre bolsas o en el suelo, comer y dormir en habitaciones limpias. Usar calzado cerrado.

– Mantener desmalezados los alrededores de la vivienda para evitar que las lauchas se acerquen a ella.

– Disponer de lugares libres de maleza para los juegos de niños.

– No destruir la fauna de predadores de roedor: lechuzas, lechuzones y chimangos, entre otros.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina) http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48/192-fiebre-hemorragica-argentina#sthash.aj1FPoKM.dpuf

Caries

La caries es una enfermedad infecciosa que afecta a los tejidos duros del diente, “esmalte” y “dentina”; comienza a partir de depósitos de placa bacteriana que no son removidos con el cepillado. Estos depósitos generan ácidos que le van sacando los minerales al diente y formando así cavidades de color oscuro y material blando que se van haciendo cada vez más profundas, hasta llegar al tejido blando del diente llamado “pulpa”.

¿Cuáles son las causas?

Las caries se producen a raíz de los depósitos de placa bacteriana que no son removidos con cepillo. La Placa Bacteriana está formada por un conjunto de bacterias y de restos de alimentos que quedan sobre los dientes y forman una película pegajosa y blanquecina a partir de la cual se generan los ácidos que causan caries. La placa puede provocar también inflamación de las encías. Estas bacterias se alimentan de azúcares que obtienen de los alimentos que ingerimos, generan ácidos y éstos alteran las superficies de los dientes, produciendo caries.

¿Cómo es su evolución?

La primera etapa comienza con una descalcificación de la superficie del diente que se ve como manchas o líneas blancas. Esta etapa es reversible si el odontólogo aplica medidas preventivas sobre ellas. Si por el contrario la situación continúa, se produce una cavidad en el esmalte de color café, que no duele. En este momento el odontólogo puede restaurar nuestra pieza dentaria, limitando el daño que la caries ha causado y evitando que el proceso carioso continúe.

Posteriormente el avance continúa hacia la dentina en la cual se experimenta dolor provocado por los cambios térmicos (frío, caliente) o presencia de ácidos. Si la lesión avanza hacia los tejidos más profundos, ocasiona dolor espontáneo, que aumenta por las noches. Como vemos esta situación tuvo un tiempo de evolución durante el cual se hubiese podido evitar la pérdida de una pieza dentaria.

¿Cómo prevenirlas?

La forma más efectiva para eliminar la placa bacteriana es con el cepillado; los enjuagatorios o buches NO reemplazan al cepillado y sólo debe utilizarse como complemento del mismo. El cepillo debe ser renovado cada 3 meses. Debe lavarse tanto la superficie externa de los dientes como la interna y también la lengua para remover las bacterias.

También se recomienda:

  • Evitar el consumo de golosinas y azúcares. De hacerlo, cepillarse los dientes enseguida.
  • Mantener una alimentación variada y equilibrada.
  • Visitar al dentista al menos 1 vez al año.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina) http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48-temas-de-salud-de-la-a-a-la-z/406-caries#sthash.fe1MNhgk.dpuf

Fiebre tifoidea

La fiebre tifoidea es una infección bacteriana causada por una bacteria llamada Salmonella typhi (S. typhi) que causa diarrea y erupción cutánea.

¿Cómo se transmite?

La Salmonella typhi se propaga a través de alimentos, agua o bebidas contaminadas.

Algunas personas pueden convertirse en portadores de la bacteria Salmonella typhi y continuar expulsando la bacteria en sus heces por años, diseminando la enfermedad.

La bacteria Salmonella typhi causa la fiebre tifoidea.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas iniciales incluyen fiebre, malestar general y dolor abdominal. A medida que empeora la enfermedad, se presenta fiebre alta (típicamente por encima de 39.5 °C) y diarrea abundante.

Algunas personas con fiebre tifoidea presentan una erupción en la piel como “manchas rosas”, pequeños puntos rojos en el abdomen y el tórax.

¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento incluye la rehidratación con el aporte de líquidos y electrolitos, tanto por vía oral como por vía intravenosa según el grado de gravedad, y el tratamiento antibiótico contra las bacterias.

¿Cómo puede prevenirse?

Las medidas de protección individual consisten en consumir agua segura y alimentos no contaminados y/o bien cocidos.

También existen vacunas que pueden ser indicadas para aquellos que viajan a países endémicos.

Además, los viajeros a dichas zonas deben beber sólo agua hervida o embotellada e ingerir alimentos bien cocidos.

 

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina) http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48/188-fiebre-tifoidea#sthash.6PKVMxGg.dpuf

Fisura oral

La fisura oral o “labio leporino” es una anomalía congénita que consiste en una abertura en el labio y/ o el paladar, que no ha podido cerrarse completamente antes del nacimiento. Se producen al comienzo del desarrollo del feto.

Algunos bebés sólo presentan abertura de labio (labio leporino), otros sólo abertura del paladar (fisura palatina), y otros presentan ambas aberturas.

¿Son frecuentes?

Son uno de los principales defectos de nacimiento.

Existen varios casos en los que los bebés con estos problemas tienen además otros defectos de nacimiento.

Todos los bebés con fisuras orales deben ser examinados meticulosamente por un médico inmediatamente después de nacer para descartar la presencia de otros defectos de nacimiento.

¿Cuáles son las causas?

Existen varios factores que pueden incidir en su desarrollo:

  • Antecedentes en la familia (herencia genética).
  • Consumo y/o exposición durante el embarazo a: ciertos medicamentos, algunos tipos de virus e infecciones, radiaciones, alcohol y tabaco.
  • Falta de ácido fólico durante el embarazo.
  • Parentesco entre los padres (parejas formadas por primo-prima o tío sobrina, entre otros).

¿Qué problemas pueden tener los bebés y niños con fisuras orales?

Las dificultades se presentan especialmente en aquellos bebés y niños con fisuras de paladar y muy poco en el caso de los bebés que tienen fisura de labio.

Las principales son:
– Dificultades para comer.
– Infecciones frecuentes en el oído y pérdida de la audición.
– Problemas en el lenguaje.
– Problemas dentales.

Con la ayuda de distintos especialistas como pediatras, odontólogos, cirujanos pediátricos, otorrinolaringólogos (especialistas en nariz, garganta y oídos), fonoaudiólogos, genetistas y trabajadores sociales es posible ir resolver estos problemas y reducir sus complicaciones.

– Dificultades para succionar
A los bebés con fisura de paladar les cuesta succionar con suficiente fuerza. Para ayudarlos a alimentarse bien – ya sea con la teta o la mamadera- existe una pequeña placa de plástico que se utiliza como paladar artificial y que al tapar la abertura permite que el bebé pueda succionar con mayor facilidad.

– Problemas en los oídos
Son frecuentes las infecciones, dado que puede acumularse líquido en el oído, lo que le causa dolor y fiebre al bebé. Una complicación mayor puede ser la pérdida de la audición y su consecuente problema en el desarrollo del lenguaje. Pero esto puede evitarse si las infecciones son tratadas correctamente y a tiempo. Por eso es fundamental realizar al niño un examen de los oídos al menos una vez al año y en caso de encontrar líquido tratarlo con los medicamentos adecuados, e incluso con cirugías de ser necesario.

 – Problemas en el lenguaje
Los niños con este tipo de fisuras pueden tardar un poco más en hablar que el resto. Además sus palabras pueden sonar “nasales” (como si fueran dichas desde la nariz) y puede costarles pronunciar algunas consonantes. Sin embargo, la mayoría casi siempre desarrolla un lenguaje normal después de la reparación de la fisura. Algunos pueden necesitar recibir también rehabilitación con un fonoaudiólogo o una nueva cirugía más adelante.

– Problemas dentales
A estos niños pueden faltarles algunos de los dientes, presentar dientes anormales o mal ubicados. Por lo general estos problemas pueden resolverse con un grupo de especialistas como los odontólogos infantiles, los ortodoncistas y los cirujanos orales.

¿Cuál es el tratamiento adecuado?

Depende de la cantidad y la gravedad de las fisuras, pero en general esta malformación se corrige con cirugías. Generalmente la fisura del labio se repara cuando el bebé ya cumplió los 3 meses de vida, y la fisura del paladar cuando tiene entre 6 y 18 meses. A menudo se hace necesario volver a realizar cirugías a medida que el niño va creciendo.

¿Cómo pueden prevenirse?

Algunas recomendaciones importantes para prevenir estos defectos pueden ser el consumo de ácido fólico durante los meses previos a la concepción y durante el embarazo. Si bien el ácido fólico se encuentra en alimentos como las verduras de hojas verdes, las legumbres y las naranjas, es importante que el médico garantice los niveles necesarios del mismo recetándolo como complemento vitamínico para la mujer embarazada. También se recomienda que las madres no consuman alcohol ni fumen, y tengan especial cuidado sobre cuáles son los medicamentos que ingieren durante ese período (especialmente medicamentos anticonvulsivantes).

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina) http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48/139-fisura-oral#sthash.tsQHXGuB.dpuf

Fobia

¿Qué es?

Puede tratarse de fobia social o de una fobia específica a un objeto. La fobia social provoca mucha ansiedad ante situaciones de todos los días donde se debe socializar con otros. Se tiene la sensación de ser observado y juzgado por todos. La ansiedad aparece previa al encuentro. Se manifiesta como incomodidad y vergüenza durante el evento social. Y luego, el malestar puede perdurar durante varios días en forma de preocupación o humillación. Los eventos sociales que disparan esta ansiedad pueden limitarse a una situación en particular o bien a cualquier situación en donde deba interactuar con extraños.

En el caso de la fobia específica, se sufre un miedo intenso e irracional a un objeto que no representa peligro alguno. Las fobias más comunes son a volar, a las alturas en general, a los perros, a las arañas, a los lugares cerrados, a los túneles, a sumergirse en el agua y a la sangre.

¿Cuáles son los síntomas?

En ambos casos la persona es consciente de que su miedo es irracional pero sólo pensar en enfrentarlos le produce inmensa ansiedad. Por eso un síntoma típico es el tratar de evitar la situación u objeto que produce miedo. Esto puede interferir con actividades diarias como son ir al colegio, ir a trabajar o salir con amigos.
Otros síntomas típicos de quien experimenta esta ansiedad extrema son: sudoración, palpitaciones, náuseas, temblores, rubor y dificultad para hablar.

Estos síndromes pueden aparecer acompañados por depresión y por otros desórdenes de ansiedad.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina) http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48/220-fobias#sthash.Tl4rEP9f.dpuf

Galactosemia

La galactosemia es una enfermedad congénita, hereditaria, caracterizada por la imposibilidad de degradar completamente la galactosa, que compone la mitad de la lactosa, el azúcar presente principalmente en la leche. El otro azúcar es la glucosa.

Las personas que padecen este trastorno no pueden consumir ningún tipo de leche (ni animal ni humana).
La incidencia en la Argentina es de 1 cada 60.000 nacidos vivos.

¿Cómo se detecta?

Es una de las enfermedades que se pueden diagnosticar con la llamada “prueba del talón” o pesquisa neonatal. Esta prueba, obligatoria a nivel nacional, consiste en un análisis de sangre que se realiza a todos los recién nacidos a partir de las 48hs y hasta las 72hs. de vida, para detectar 6 enfermedades congénitas.

Su detección temprana, antes del primer mes de vida, permite iniciar un tratamiento con una dieta libre de lactosa, es decir sin leche ni productos lácteos y así evitar los daños que puede producir.

¿Cuáles son los síntomas?

Los bebés con galactosemia, si consumen leche materna o artificial que contenga lactosa, pueden presentar los siguientes síntomas:
• Convulsiones
• Irritabilidad
• Letargo
• Alimentación deficiente y poco aumento de peso
• Ictericia (color amarillento en la piel)
• Vómitos

¿Cómo se trata?

Las personas que padezcan esta condición deben evitar de por vida consumir cualquier tipo de leche y los productos que contengan derivados de la leche.

Los lactantes deberán consumir leches maternizadas libres de lactosa.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina) http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48-temas-de-salud-de-la-a-a-la-z/492-galactosemia#sthash.w8RVLSWE.dpuf

Gammaglobulina

La gammaglobulina es un concentrado de anticuerpos cuya función es proporcionar las defensas en forma inmediata para prevenir una enfermedad en particular.

La gammaglobulina que se provee por el Programa Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles (ProNaCEI) es:

-Gammaglobulina para la rabia.

-Gammaglobulina para la varicela.

-Gammaglobulina para el tétanos.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina)

http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48/279-gama-globulina-

Sarampión

El sarampión es una enfermedad muy contagiosa de origen viral. Se transmite por vía aérea y se propaga fácilmente cuando la persona infectada elimina secreciones respiratorias al hablar, toser o estornudar o bien simplemente por estar en contacto con cualquier objeto contaminado. El virus puede vivir hasta 2 horas sobre las superficies contaminadas.

Argentina no presenta casos autóctonos desde el año 2000. Desde 2009 se han registrado casos importados de sarampión. El último brote fue en el año 2010, posterior al mundial de fútbol de Sudáfrica, donde se registraron dos casos importados y 15 relacionados a la importación y adquiridos en el país.
En 2011 se registraron 2 casos relacionados a la importación en la localidad turística de El Bolsón y un caso importado en Santa Fe, sin registrarse casos secundarios.


¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas iniciales suelen aparecer entre 8 y 12 días después de la infección y son:

– Fiebre alta.
– Secreción nasal, conjuntivitis y tos.
– Pequeñas manchas blancas en la cara interna de la mejilla.
– Erupción en la cara y cuello que se va extendiendo al resto del cuerpo.

Las complicaciones pueden ser por el mismo virus o por una sobreinfección bacteriana, e incluyen:
– diarrea intensa,
– infecciones al oído,
– laringotraqueobronquitis (crup),
– neumonía,
– meningoencefalitis,
– convulsiones,
– y ocasionalmente la muerte.

También pueden presentarse secuelas posteriores a la infección como ceguera (por la carencia de vitamina A), la panencefalitis esclerosante subaguda (PEES), que es un trastorno neurológico crónico degenerativo, grave y mortal poco frecuente (1 caso por cada 100.000 casos de sarampión).

¿A quiénes afecta?

Afecta sobre todo a los niños y los casos más graves se dan en lactantes, menores de 5 años, desnutridos y adultos con inmunodeficiencias. Sin embargo, cualquier persona expuesta puede ser afectada por el virus.
Es letal en el 3% al 6% de los casos y los que corren más peligro son los bebés de entre los 6 a los 11 meses de edad.

¿Cómo se previene?

La vacunación es altamente efectiva en la prevención del sarampión. Las personas que no han recibido la vacunación completa están en alto riesgo de contraer la enfermedad.

La vacuna contra el sarampión es una vacuna a virus vivo atenuado que está asociada con la vacuna de la papera y rubeola en la vacuna Triple ViralEsta vacuna es obligatoria y debe ser aplicada a los niños al cumplir el año de vida con un refuerzo al ingreso escolar, según el Calendario Nacional de Vacunación.

También se aplica una dosis a los 11 años a aquellos niños que no hubieran recibido las dos dosis correspondientes.

¿Cuál es el tratamiento?

No hay un tratamiento específico para el sarampión. Sí se pueden tratar los síntomas como la fiebre y las complicaciones que puedan presentarse. La recuperación suele llevar entre dos o tres semanas.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina)

http://msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48/214-sarampion#sthash.gaO8UGQE.dpuf

Sífilis congénita

La sífilis congénita es una infección del recién nacido transmitida por su madre infectada con una bacteria llamada Treponema pallidum. Esta enfermedad cuando no es tratada provoca graves trastornos en la salud del niño.

¿Cómo se transmite?

Si la mujer embarazada tiene esta bacteria en su sangre puede pasar al feto, a través de la placenta o a través del canal de parto. La mayor parte de las mujeres con sífilis de menos de un año de duración transmitirán la infección al niño.

La sífilis es una infección de transmisión sexual por lo que se recomienda el uso de preservativo durante todo el embarazo.

¿Cómo se previene?

Es una enfermedad de transmisión sexual prevenible con el uso de preservativos. Es importante solicitar las pruebas diagnósticas durante el control prenatal. En caso de detectar la infección en la mujer embarazada el tratamiento con un antibiótico llamado penicilina permite la curación de la enfermedad en la mujer y evita la posibilidad de que se le transmita a su hijo/a.

Por eso, se recomienda que todas las mujeres embarazadas se realicen las pruebas diagnósticas en:

  • la primera consulta médica del embarazo,
  • el último trimestre del embarazo,
  • luego del parto.

La pareja de la mujer embarazada también debe realizarse el estudio para detectar la sífilis.

¿Cuál es el tratamiento?

Es importante detectar la infección tempranamente en la mujer embarazada ya que la sífilis en adultos es de fácil curación. El tratamiento oportuno de la madre evita de forma eficaz la infección del feto.

El tratamiento consiste en el suministro de penicilina. También debe incluir a la pareja de la mujer embarazada.

Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina)

http://msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48-temas-de-salud-de-la-a-a-la-z/413-sifilis-congenita#sthash.Zlc0huRl.dpuf