Influencia de Manuela Espejo

Manuela Espejo fue una de las quiteñas más representativas de su época. No solo fue gestora de los ideales independentista y la lucha por la libertad, sino también una precursora de la enfermería, el periodismo femenino y la defensa de las mujeres en el Ecuador. Esta ilustre revolucionaria marcó la historia de su país y su influencia en la sociedad de antaño se mantiene hasta la actualidad.

Retrato de Manuela de la Santa Cruz y Espejo (1753-1829). Atribución imagen: SebasdreyesManuela EspejoCC BY-SA 4.0

LA ENFERMERA

Aunque para el siglo XVIII las oportunidades de estudio para las mujeres eran escasas, Manuela obtuvo una muy buena educación en su hogar centrada en las ciencias naturales y la medicina. Desde muy joven participó en actividades humanitarias y asistió a los enfermos y desvalidos; inicialmente con su padre, el médico y cirujano Luis Espejo; luego acompañó a su hermano Eugenio, insigne doctor y personaje de renombre en Quito.

En 1785, cuando la fiebre amarilla azotó a la población quiteña, Manuela y su hermano tuvieron una notable labor, pues ofrecieron asistencia médica a todos lo que la necesitaran, especialmente a los más pobres. Además de su amplio conocimiento sobre el área, su entrega, pasión y bondad, le confirieron el título de pionera de la enfermería en el país.

LA PERIODISTA Y FEMINISTA

Manuela fue la primera mujer de su país que se aventuró a expresar sus ideas en la prensa. Escondió su identidad bajo el seudónimo Erophilia en el diario Primicias de la cultura de Quito.

Aprovechó ese espacio para plasmar su opinión sobre la discriminación de las mujeres, las limitaciones a las que estaban sometidas y exigir un trato igualitario; asimismo, en este medio defendió la postura política de sus hermanos, que eran perseguidos por el gobierno de la Real Audiencia. Manuela nunca se silenció y dio los primeros pasos de los movimientos feministas en el país.

LA INDEPENDENTISTA

Manuela contribuyó activamente al círculo independentista. Luchó con valentía, seguridad e inteligencia por estos ideales. Siempre respaldó a sus hermanos, quienes fueron perseguidos políticos y posteriormente encarcelados. Llegó a a acusar al presidente Luis Muñoz de Guzmán por provocar la muerte de su hermano y fue a juicio, pero no tuvo éxito.

Afortunadamente, logró ver el fruto de sus esfuerzos: a su país libre. Su trabajo por la causa patriota fue aclamado en toda la región y se convirtió en una figura de valor para la historia ecuatoriana.

¿Sabías qué?
En su honor, el municipio de Quito creó el premio Manuela Espejo, entregado a aquellas mujeres que hayan cumplido un trabajo destacado en el desarrollo local y nacional a través de actividades culturales, educativas y ambientales, entre otras.

Isidoro Barriga y López de Castro

Fue un militar y héroe patriota de la Nueva Granada que luchó en las fuerzas independentistas lideradas por Simón Bolívar. Participó en batallas cruciales como la batalla de Miñarica y su destacada actuación le valió varios reconocimientos, incluyendo la Medalla de Tarqui.

General Isidoro Barriga.

PARTICIPACIÓN EN LA GUERRA DE INDEPENDENCIA

Se unió al ejército a una temprana edad y ascendió rápidamente de rango por su valentía y lealtad, convirtiéndose en uno de los hombres de confianza de Antonio José de Sucre. Participó en importantes batallas como la de Carabobo en 1821, la de Ayacucho en 1824, y el Portete de Tarqui en 1829, en ellas fue reconocido por su heroísmo.

Más tarde, se originó una crisis política en Ecuador entre Vicente Rocafuerte y el doctor José Félix Valdivieso, a quien Barriga apoyó dirigiendo el ejército del interior del gobierno de Quito en la batalla Miñarica en 1834, la cual perderían ante las tropas de Rocafuerte a pesar de su sacrificado patriotismo.

RECONOCIMIENTOS

Isidoro Barriga y López de Castro recibió varios reconocimientos por su notorio desempeño en el campo militar. Algunos de ellos son:

• Medalla de Tarqui.
• Medalla de Ayacucho.
• Escudo de Junín.
• Escudo de Carabobo.
• Estrella de los Libertadores de Venezuela.
• Busto del Libertador.

¿Sabías qué?
El 16 de julio de 1831, Isidoro Barriga y Mariana Carcelén, la marquesa de Solanda y Villarocha, se casaron, a pesar de que ella había enviudado. Esta unión fue considerada por muchos como un adulterio moral, ya que en esa época era costumbre seguir la castidad en respeto a la memoria del difunto conyugue, o esperar al menos cinco años antes de volver a casarse.

La Espía de los Patriotas

Rosa “Rosita” Campuzano Cornejo, fue una actriz, activista y espía ecuatoriana que desempeñó un papel clave en la historia de la independencia del Perú. Su vida estuvo marcada por el amor, el espionaje, la aventura y la tragedia. Su destacada contribución a la causa patriota la ha convertido en una de las mujeres más fascinantes de la historia sudamericana.

Placa de la Orden de El Sol de Perú. Atribución de imagen: Alexeinikolayevichromanov, Grand Cross Star Order Sun Peru AEACollections, CC BY-SA 4.0

1817

Llegó a Lima como la amante del general realista Domingo Tristán y Moscoso, quien se reunía frecuentemente con José de La Mar y con el virrey de La Serna, quienes hablaban en su presencia sobre los planes de los realistas.

1821

Conoció y se enamoró del general José de San Martín, el libertador del Perú. Ella lo ayudó con información secreta y lo acompañó en sus viajes.

1822

Recibió la Orden del Sol, una condecoración otorgada por José de San Martín a los que colaboraron con la causa patriota.

1824

Inició una relación con el comerciante alemán Juan Weniger, con el que tuvo un hijo que bautizó con el nombre de Alejandro, el cual no pudo criar, pues el padre se lo arrebató cuando se separaron.

1832

Se casó con Ernestro Gaber, quien la abandonó y se fue a Europa.

1851

Murió en la ciudad de Lima, casi en la indigencia. Fue sepultada en la iglesia de San Juan Bautista.

IMPORTANCIA PARA LA CAUSA INDEPENDENTISTA

Rosa Campuzano desempeñó un papel significativo en la lucha por la independencia al respaldar al general José de San Martín en la liberación del Perú. Brindó apoyo a través de información confidencial, el reclutamiento de oficiales desertores del ejército realista y acompañó a San Martín en sus viajes. Su valiosa contribución fue reconocida con la condecoración de la Orden del Sol.

Su relación y respaldo al general San Martín terminaron cuando este se entrevistó con Simón Bolívar en Guayaquil y decidió retirarse de la política. Ella sin embargo, no regresó a Ecuador, sino que se quedó en Lima.

¿Sabías qué?
En 1821, Rosa Campuzano fue denunciada a la Inquisición por tener libros prohibidos, como los de Voltaire y Rousseau, que mostraban su interés por la ilustración y el pensamiento crítico.

Los últimos años de Casimiro Marcó del Pont

Francisco Casimiro Marcó del Pont fue un militar y político español, reconocido por ser el último gobernador realista de Chile, antes de ser capturado por el Ejército patriota. A su forzosa dimisión le siguieron varios años de muy precarias circunstancias como prisionero.

La decisiva victoria patriota de la batalla de Chacabuco el 12 de febrero de 1817 marcó el fin de la gobernación de Marcó del Pont, por lo que este, al enterarse del resultado de la contienda y de que el Ejército vencedor iba en camino a Santiago a reclamar su trono, intentó huir a Valparaiso; sin embargo, fue interceptado y capturado en la localidad del Totoral por una avanzadilla patriota que había sido prevenida de la presencia del ahora exgobernador, ya que el apoyo a los independentistas crecía por todo Chile tan rápido como ahora descendía la fidelidad al gobierno español.

¿Sabías qué?
Tras la captura, Marcó del Pont y José de San Martín tuvieron una entrevista secreta, pues el primero solo aceptó entregar su espada y  rendirse por completo ante un oficial de su categoría. Aunque no existe evidencia de ello, la tradición dicta que San Martín, como respuesta a ciertos comentarios discriminatorios que Marcó del Pont hizo en el pasado, se mofó de este durante dicho encuentro con las palabras: ¡Venga esa mano blanca, mi general!

Luego de dos meses bajo custodia patriota, Marcó del Pont fue enviado por San Martín como prisionero a Mendoza. Durante este tiempo, el español redactó una carta donde solicitaba al director supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, Juan Martín de Pueyrredón, que lo dejara en libertad a cambio de jurar por su honor que jamás volvería a levantar las armas en contra de la causa independentista; pese a ello, la carta nunca llegó a su destino, y Marcó del Pont fue trasladado desde Mendoza a San Luis junto a otros prisioneros españoles de la batalla de Chacabuco en mayo del mismo año.

En febrero de 1819 se levantó un motín de prisioneros españoles en San Luis en el cual Marcó del Pont, fiel a su palabra, nunca participó, por lo que fue absuelto de ser ejecutado. No obstante, esto no evitó que fuera trasladado nuevamente, esta vez a la hacienda de La Estanzuela, donde fue encarcelado y abandonado. Las precarias circunstancias físicas y emocionales que sufrió en el lugar afectaron gravemente su estado de salud, lo que causó su muerte en 1821.

Retrato de Casimiro Marcó del Pont.

El exilio de Javiera Carrera

Javiera Carrera Verdugo fue una chilena considerada como uno de los más importantes y comprometidos personajes de la causa patriota en la historia de la independencia de Chile. Sin embargo, las disputas internas en el país que involucraban a sus hermanos la sometieron a muy precarias situaciones durante años.

Tras la terrible derrota de la batalla de Rancagua en 1814, en donde los realistas españoles recuperaron el control del país, los supervivientes patriotas y muchos civiles se vieron obligados a exiliarse a Mendoza, en las Provincias Unidas del Río de la Plata, en busca de refugio. Javiera Carrera, a pesar de estar casada en ese momento de un aristócrata español, y por lo tanto no correr peligro, decidió unirse al éxodo con sus compatriotas, incluidos sus hermanos José Miguel, Juan José y Luis, y abandonar a su esposo e hijos.

No obstante, el recibimiento de los Carrera allí fue desfavorable. Habían sido culpados y desprestigiados por los partidarios de O’Higgins, lo que sembró la desconfianza por esta familia en las autoridades rioplatenses e hicieron que fueran trasladados a Buenos Aires en consecuencia.

Allí, Javiera se encontró con graves problemas económicos y su salud comenzó a deteriorarse. Pese a ello, esto no le impidió comenzar una conspiración junto a sus hermanos Juan José y Luis, de la que se cree que era autora intelectual, para destronar a O’Higgins luego de que este recuperara el poder de Chile en la victoria de Chacabuco de 1817, mientras José Miguel se encontraba en Estados Unidos en busca de aliados. Estos planes fracasaron rápidamente, lo que condujo al fusilamiento de Juan José y Luis en 1818, y al destierro de Javiera a la localidad de Luján, para poco después ser recluida en un convento de Buenos Aires.

Logró escapar en 1819 en un barco portugués que se dirigía a Montevideo, y allí se enteró del fusilamiento de su último hermano, José Miguel, en 1821, ya que había causado muchos problemas en las Provincias Unidas del Río de la Plata en su campaña por retomar el poder de Chile. Javiera se encontraba destrozada y en peor estado de salud que nunca, pero se negó a volver a Chile mientras O’Higgins siguiera en el poder. El caudillo abdicó en 1823 y Javiera pudo regresar a su país un año después, donde vivió en paz hasta su fallecimiento en 1862.

¿Sabías qué?
Se dice que fue Javiera Carrera quien, en 1812, bordó la primera bandera de Chile como símbolo de la naciente nación independiente. Su diseño consistía en tres franjas horizontales de color azul, blanca y amarilla respectivamente.
Retrato de Javiera Carrera.

El conde de Ruiz de Castilla

Manuel Ruíz Urriés de Castilla fue un militar y administrador colonial español que desempeñó importantes cargos en el virreinato del Perú y la presidencia de Quito. Su trayectoria se vio marcada por su participación en la rebelión de Tupac Amaru, su enfrentamiento con la revolución quiteña de 1809 y su trágico asesinato en prisión.

Escudo de la Real Audiencia de Quito.

1779

Viajó al Perú como corregidor de las provincias de Chilques, Paruro y Masques.

1781

Participó como coronel de milicia en la lucha contra la insurrección de Tupac Amaru.

1783

Fue ascendido como coronel del ejército, el 15 de octubre.

1788

Fue designado intendente de Huancavelica, aunque su nombramiento fue retenido por el virrey Croix.

1790

Tomó posesión como gobernador de las minas de Huancavelica y recibió el título de Conde de Ruiz y Castilla.

1792

Fue ascendido a brigadier y al año siguiente fue nombrado comandante general de armas de Cuzco.

1794

Fue designado presidente de la Real Audiencia del Cuzco, hasta 1806.

1806

Sofocó la sublevación de Cuzco, lo que le valió un ascenso a teniente coronel.

1808

Fue nombrado presidente de la Audiencia y Cancillería Real de Quito.

1809

Fue depuesto por una revolución criolla que estableció la Primera Junta de Gobierno Autónoma de Quito, presidida por el marqués de Selva Alegre. Más tarde, le devuelven el mando a cambio de una amnistía.

1811

Se declaró la independencia de Quito y Ruiz Urriés de Castilla fue depuesto de su cargo y encarcelado.

1812

Fue asesinado a puñaladas en la cárcel de Quito durante disturbios populares en junio.

REPRESIÓN DE LA REBELIÓN DE TUPAC AMARU

Manuel Ruíz Urriés de Castilla lideró una de las columnas que luchó contra los rebeldes de Tungasuca durante la rebelión de Tupac Amaru en el siglo XVIII, capturando a la esposa e hijos de Tupac Amaru, Micaela Bastidas e Hipólito. Por su valentía, recibió el rango de coronel del ejército y fue reconocido por el virrey Agustín de Jáuregui.

Posteriormente, como gobernador de Cuzco, tuvo que enfrentar las consecuencias del levantamiento indígena, trabajando para restaurar el orden, la justicia y la economía, así como fortaleciendo la defensa militar y la lealtad al rey.

¿Sabías qué?
Manuel Ruíz Urriés de Castilla recibió el título nobiliario de conde de Ruiz por parte del rey Carlos IV de España en 1790, en agradecimiento por su labor como gobernador de las minas de Huancavelica. Sin embargo, no tuvo continuidad, ya que su único hijo, Antonio Ruiz de Castilla y Casasús, falleció sin dejar descendencia en 1816.

Pedro de Montúfar

Fue un prócer de la independencia de Quito, que lideró la revolución de los Marqueses y la Primera Junta de Gobierno Autónoma de Quito en 1809. Fue también alcalde de Quito, comandante de las tropas quiteñas y tío de Carlos Montúfar, otro destacado héroe de la libertad. Su vida fue una aventura de valor, patriotismo y nobleza.

Batalla de Pichincha.

1778

Contrajo matrimonio con Maria Nicolassa Guerrero y Matheu, hija del conde de Selva Florida.

1793

Fue elegido como alcalde de segundo voto del cabildo de Quito.

1808

Formó parte de la Revolución de los Marqueses, que estableció la Primera Junta de Gobierno Autónoma de Quito.

1809

Asumió como alcalde de primer voto y presidente del Cabildo.

1812

Participó en la batalla de San Antonio e Ibarra, en la que el Estado de Quito fue derrotado por las fuerzas realistas.

1822

Al terminar la batalla de Pichincha, que marcó definitivamente la independencia de Quito, se unió a la Gran Colombia de Bolívar.

1830

Reconoció la creación de la República del Ecuador bajo el mando de Juan José Flores.

PRIMERA JUNTA AUTÓNOMA DE GOBIERNO

Se estableció el 10 de agosto de 1809 con la destitución del presidente de la Real Audiencia de Quito, Manuel Ruiz Urriés de Castilla, y la formación de la primera Junta de Gobierno Autónoma de Quito. Montúfar era el alcalde de primer voto y presidente del cabildo de Quito, y junto a otros nobles quiteños, proclamó la soberanía de la ciudad y fidelidad al rey Fernando VII, que había sido depuesto por Napoleón Bonaparte.

Esta Primera Junta fue el primer grito de independencia de las colonias españolas en América, y se inspiró en la Junta Central Suprema que se había formado en España para resistir la invasión francesa. La Junta de Quito envió cartas al virrey de Nueva Granada y a los Infantes de España, solicitando el reconocimiento de su autonomía y lealtad al rey. Sin embargo, la junta fue disuelta por las fuerzas realistas en noviembre del mismo año, y Pedro de Montúfar fue capturado y enviado como prisionero a lima.

¿Sabías qué?
Pedro de Montúfar fue el único prócer de la independencia de Quito que vivió hasta ver la creación de la República del Ecuador en 1830, bajo el mando de Juan José Flores. Montúfar reconoció la nueva nación y se mantuvo al margen de las luchas políticas que siguieron a la separación de la Gran Colombia.

El último capitán general del Nuevo Reino de Granada

Juan de la Cruz Mourgeon y Achet fue un militar que tuvo una carrera distinguida en el ejército español. Se trata de un benemérito de la patria en grado heroico, condecorado en la guerra de la independencia española con las órdenes de San Fernando y San Hermenegildo. Es recordado por su destacada carrera como militar y administrativo.

Escudo de Carlos III de España Toisón y su Orden variante leones de gules. Atribución imagen: Host09, Escudo de Carlos III de España Toisón y su Orden variante leones de gules, CC BY-SA 3.0

PAPEL EN LA INDEPENDENCIA DE AMÉRICA

Fue el último líder militar y presidente de la corte de justicia en Quito del Nuevo Reino de Granada en los años previos a la independencia de Hispanoamérica. Durante la guerra de independencia española, Mourgeon y Achet fue condecorado por su participación en las batallas de La Albuera, Bailén y la reconquista de Sevilla. En medio de los primeros disturbios del levantamiento popular español, el gobernador de Cádiz, Francisco José María Solano y Ortiz de Rozas fue ejecutado por ser acusado de simpatizar con los franceses. Su ayudante, el general José de San Martín, estuvo a punto de correr la misma suerte, pero fue salvado por el teniente coronel Juan de la Cruz Mourgeon, quien lo protegió y escondió en su casa. Ambos tuvieron un papel clave en la campaña contra las tropas de Napoleón en Bailén.
En 1819, Mourgeon fue nombrado capitán general de Santa Fe y virrey de Nueva Granada por Fernando VII, aunque no ejerció plenamente como virrey. En 1821, fue designado presidente de la Audiencia de Quito por el mismo monarca.

Juan de la Cruz Mourgeon es recordado por su importante carrera militar y administrativa en España durante el siglo XIX. Su participación en la guerra de la independencia española y su papel en la protección de San Martín son momentos destacados en su carrera. Aunque no hay anécdotas específicas, su legado histórico refleja la compleja historia de España y su influencia en la formación de la América Latina moderna.

Operaciones de Thomas Alexander Cochrane al servicio de Chile

Thomas Alexander Cochrane fue un almirante británico, destacado por su participación en la lucha por la libertad de cuatro naciones, acompañada de una extensa carrera política y militar. Entre estas se encuentran sus acciones en Chile, desde donde apoyó el proceso de la independencia y le fue otorgada la nacionalidad.

Luego de una fructífera carrera militar en la Marina de Reino Unido, Cochrane incursionó en la política como diputado. Sin embargo, añoraba sus aventuras como marinero, y la oportunidad de retomarlas llegó cuando un representante de José de San Martín lo solicitó en 1817 para que se uniera a la Escuadra Nacional de Chile y colaborara con el proceso de independencia hispanoamericano.

Incursión al Callao en Perú (enero y septiembre de 1819)

Su primera misión fue la de adentrarse en las aguas del territorio peruano para atacar desde el mar a las fuerzas realistas que ocupaban el país y así extender la propaganda patriótica entre los lugareños. Al mando de la flota chilena, Cochrane arremetió contra el puerto del Callao, bloqueó la salida de los buques de la zona, se apoderó de varias de estas embarcaciones y escoltó el desembarco de sus unidades para continuar el ataque por tierra. Realizó esta operación en dos oportunidades durante el mismo año.

Expedición al sur de Chile (febrero de 1820)

Cochrane se dispuso tomar un importante enclave realista ubicado en Valdivia. La ciudad y su puerto contaban con un poderoso sistema de fortalezas que la protegían, pero el comandante ideó un plan para infiltrarse en la zona al hacer pasar su flota por buques españoles y atacar por sorpresa. Poco después de esta victoria, intentó tomar también el archipiélago de Chiloé, pero falló en el intento.

Expedición Libertadora del Perú (mayo de 1820-noviembre de 1822)

Con la formación del Ejército Libertador del Perú, el director supremo de Chile Bernardo O’Higgins nombró a Cochrane comandante de la flota naval de esta fuerza militar. En su posición logró capturar con ingeniosas y arriesgadas tácticas marítimas el puerto del Callao y Lima, además de perseguir y derrotar a los últimos buques enemigos extendidos por las costas de México.

Sin embargo, el proceder impulsivo e imprudente de Cochrane, aunque eficaz, contrastaba significativamente con el carácter calculador y sereno del jefe principal de la expedición, José de San Martín. Esto, sumado a lo que consideró una pobre e injusta remuneración que recibió del gobierno por sus servicios, lo hizo retirarse del país para servir a Brasil, Grecia y nuevamente Reino Unido, donde falleció en 1860.

¿Sabías qué?
La naturaleza ingeniosa y audaz de Thomas Cochrane lo impulsó a patentar y apoyar avances tecnológicos, donde destaca su iniciativa de utilización del alquitrán en la pavimentación de calles y la financiación del primer buque de guerra a vapor que cruzó el Atlántico, el Rising Star, el cual estaba destinado en un inicio a servir a Chile.
Retrato de Thomas Cochrane.

El legado de Paula Jaraquemada

Paula Jaraquemada fue uno de los pocos y más importantes personajes femeninos en participar en el proceso de independencia de Chile. A pesar de no portar un arma en ningún momento, sus acciones fueron un ejemplo excelso de la causa patriota, por lo que se ganó el reconocimiento y el cariño público que perduran hasta el día de hoy.

Paula Jaraquemada

Paula Jaraquemada Alquízar nació en 1768, en el seno de una familia adinerada de Santiago de Chile. Eran parientes de la familia Carrera.

Si bien los detalles exactos de su biografía se desconocen, a partir de sus 50 años se destacaron dos eventos en especial que demostraron su compromiso con la causa patriota y dejaron grabado su recuerdo en la historia del país.

El primero fue su disposición, una vez finalizada la batalla de Cancha Rayada en 1818, que terminó en una importante derrota para los patriotas. Aquí, Jaraquemada puso su hacienda de Paine, en Maipo, al servicio del debilitado Ejército, donde pudieron recuperarse y abastecerse.

En el segundo y más recordado evento, su valor y arrojo quedaron en evidencia cuando una tropa realista llegó a su hacienda y le exigió la llave de su bodega para reclamar sus víveres. Jaraquemada se negó, por lo que el oficial español amenazó con dispararle e incendiar el lugar. La mujer, como respuesta, apoyó su pecho en una de las bayonetas de los soldados y volcó el brasero de su casa sobre el suelo bajo el riesgo de extender las llamas para demostrar que no temía a ninguna de las amenazas, por lo que los realistas huyeron del lugar intimidados por su valentía.

¿Sabías qué?
Un niño, ahijado de Jaraquemada, fue testigo de la audacia de la mujer ante los realistas. Este niño era Manuel Montt, quien en el futuro sería el presidente de Chile entre 1851 y 1861.

Legado

El primero de sus legados fue sin duda el recuerdo y la buena impresión que dejó plasmadas en las personas con sus acciones y en el país con su trabajo una vez que se logró definitivamente la independencia de Chile. Se dedicó en cuerpo y alma a las obras de caridad al prestar su ayuda de diversas maneras a los huérfanos, ancianos, desamparados y presos; además, creó una fundación dedicada a estas acciones humanitarias y se manifestó en contra de la pena de muerte como sentencia en las cárceles.

Aún en tiempos posteriores, la presencia de Jaraquemada se ha mantenido en la memoria de la historia chilena, por lo que se le ha rendido homenaje con su nombre a varios lugares, establecimientos y organizaciones del país, especialmente colegios y avenidas. Además, el Hospital Clínico San Borja Arriarán de Santiago de Chile era conocido anteriormente como Hospital Paula Jaraquemada en su honor, nombre que comparte con un asentamiento localizado en la comuna de Paine.

Desde 1976 existe la Fundación Paula Jaraquemada Alquízar, dedicada al servicio, atención y educación de los niños, niñas y adolescentes de Chile, provista de más de veinticinco centros asistenciales para menores y cuatro colegios.

Retrato de Paula Jaraquemada.