En 2002 fue designado el 24 de marzo como Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia. En esta fecha se recuerdan los terribles momentos de la última dictadura en Argentina, la cual tuvo lugar tras el golpe de Estado del año 1976.
24 de marzo, ¿qué sucedió?
El 24 de marzo de 1976, las Fuerzas Armadas de Argentina realizaron el golpe de Estado que derrocó al gobierno de María Estela Martínez de Perón. Ese día se instauró la dictadura cívico-militar autodenominada Proceso de Reorganización Nacional (PRN), cuyo poder fue ocupado por la Junta Militar de Gobierno que se sucedió cuatro veces hasta 1983.
Primera Junta Militar
Estuvo conformada por Jorge Rafael Videla, teniente general y comandante general del Ejército; Emilio Eduardo Massera, almirante y comandante general de la Armada; y Orlando Ramón Agosti, brigadier general y comandante general de la Fuerza Aérea.
Esta dictadura cívico-militar se caracterizó por el terrorismo de Estado, la violación a los derechos humanos y los crímenes de lesa humanidad. Arrasó con la Constitución Nacional, disolvió el Congreso, impidió el funcionamiento de partidos políticos, prohibió actividades sindicales, anuló la libertad de expresión y suspendió las garantías constitucionales de los ciudadanos. Sin duda, un gobierno represivo y sangriento.
La lucha
Con la llegada de la democracia a Argentina se inició un largo proceso judicial contra los responsables de los delitos cometidos durante la dictadura cívico-militar. Desde esa época hasta la actualidad, los organismos de Derechos Humanos luchan por la memoria, la verdad y la justicia.
Día nacional
En 2002 fue establecida la Ley N°25.633 la cual indica en su artículo primero: “Institúyase el 24 de marzo como Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia en conmemoración de quienes resultaron víctimas del proceso iniciado en esa fecha del año 1976”.
Desde entonces, esta fecha nacional busca mantener vivo el recuerdo de los trágicos acontecimientos causados por la dictadura cívico-militar en la memoria y reflexión de la sociedad. Todo ello con el objetivo de mostrar los sucesos de esta oscura etapa en Argentina, comprender los errores cometidos, sus horribles consecuencias y buscar justicia.
Objetos representativos
Desde que se estableció el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, cada 24 de marzo, civiles en todas partes realizan actos conmemorativos, especialmente en las escuelas. Algunos objetos que distinguen este día son:
Fotografías tipo carnet
Éstas muestran el rostro de cada uno de los desaparecidos y fue una de las formas en la que sus familiares trataron de restituir lo acontecido.
Pañuelos blancos
Fue la forma original en la que las madres de los desaparecidos se identificaban en las vigilias semanales en la Plaza de Mayo.
Sitios de memoria
La Ley Nº 26.691, promulgada el 27 de julio de 2011, expresa en su primer artículo:
“Declárense Sitios de Memoria del Terrorismo de Estado, en adelante Sitios, a los lugares que funcionaron como centros clandestinos de detención, tortura y exterminio o donde sucedieron hechos emblemáticos del accionar de la represión ilegal desarrollada durante el terrorismo de Estado ejercido en el país hasta el 10 de diciembre de 1983”.
Estos lugares son centros de homenajes y duelo. Algunos pertenecen a las fuerzas de seguridad y otros fueron reconvertidos en museos, centros de investigación o centros educativos. Por ejemplo el Espacio Memoria ESMA, ubicado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y denominado Espacio para la Memoria y para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos.
Rodolfo Walsh: un desaparecido
El 24 de marzo de 1977, luego de un año del golpe de Estado, el periodista, escritor y traductor argentino Rodolfo Walsh fue secuestrado por la dictadura cívico-militar tras enviar al general Videla y a la prensa internacional una copia de su obra Carta abierta de un escritor a la Junta Militar. La redacción y publicación de este texto se consideró el primer acto en conmemoración a la fecha.
La revolución rusa fue uno de los acontecimientos decisivos de la historia del siglo XX. De hecho, y tal como escribió el historiador Eric Hobsbawm, “la revolución fue universalmente reconocida como un suceso que conmocionó al mundo”, al punto que sigue siendo objeto de estudio y uno de los hechos más apasionadamente discutidos por la historia contemporánea. Inducida por la Primera Guerra Mundial, la revolución tuvo dos fases claramente separadas: la primera, en febrero de 1917, en la cual se consigue, tras la caída del régimen zarista, la proclamación de otro régimen de origen burgués y constitucional que no solucionaría los problemas del país. La segunda fase se da en octubre y en ella un partido marxista, el bolchevique, conquista el poder político; será la primera vez en la que triunfa una revolución comunista en todo un país.
EL IMPERIO ZARISTA
La autocracia zarista gobernaba un enorme país atrasado en el que la industrialización sólo había alcanzado a algunos núcleos urbanos. La ineficacia de esa monarquía se reflejaría cuando en 1905 el Imperio cae derrotado en la guerra contra Japón que pondría fin a la expansión rusa en Extremo Oriente. Ese mismo año, una revolución fallida sacudió los cimientos del régimen zarista y puso en evidencia la inestabilidad de las bases en las que se sustentaba.
A partir de ese momento, Rusia viviría importantes transformaciones económicas. Aunque los campesinos analfabetos seguían siendo mayoría, las reformas de Sergei Witte, ministro del zar Nicolás II, favorecieron una intensa industrialización urbana y el nacimiento de un proletariado pobre y combativo. Esta sociedad en transformación chocaba con una autocracia en la que el poder absoluto del Zar se sustentaba en la todopoderosa Ojrana, el cuerpo de la policía secreta del régimen desde finales del siglo XIX.
Por lo demás, diversos grupos clandestinos luchaban contra la monarquía rusa. Entre ellos, destacaba un pequeño grupo de marxistas revolucionarios dirigidos por Lenin (Vladimir Illich Uliánov): los bolcheviques, representaban una facción del Partido Socialdemócrata Ruso en el que confluía una visión radical del marxismo con la disciplina de una organización clandestina. Tras la derrota de la Revolución de 1905, los bolcheviques mantenían su estrategia por el establecimiento de una dictadura de obreros y campesinos demandando, en el plano organizativo, mantener las estructuras clandestinas del partido. Todo esto conduciría a la escisión de los mencheviques (miembros de la minoría), quienes pretendían tratar de formar un partido legal y abogar por una liquidación progresiva del zarismo hacia una revolución burguesa, en la que el tercer Estado compartiera el poder.
¿Sabías qué...?
Lenin sobrevivió a un intento de asesinato en agosto de 1918.
En este contexto, el inicio de la Primera Guerra Mundial fue dañino para Rusia. Toda la economía se orientó en abastecer al frente, con lo cual las consecuencias pesaron sobre obreros y campesinos que vieron más recortados sus ingresos y, además, fueron movilizados para el frente. La situación del ejército ruso era lamentable, estaba mal abastecido y las comunicaciones impedían cualquier ataque serio al enemigo. La carestía llevaría así a una subida espectacular de los precios y a la congelación de los salarios, lo que aumentaría las protestas. De esta manera, en un país atrasado, el esfuerzo bélico y la escasez de alimentos y combustible derrumbarían la moral de guerra de la población; habría que añadir, además, el número de muertos que hacia finales de 1916, se estimaba en tres millones de rusos. Rusia se convirtió en el caldo de cultivo perfecto para la agitación revolucionaria.
Al descontento social, se le unió la impopularidad del zar Nicolás II, que se había puesto personalmente al frente del ejército ruso y que era considerado por la población como el responsable máximo de la catástrofe de la guerra. En estas circunstancias, la oposición demócrata se vería obligada a pedir una monarquía constitucional; la situación sería tan desesperada que en 1917 estalla una revolución que acaba con el poder del zar.
EL PRIMER ACTO REVOLUCIONARIO: FEBRERO DE 1917
Antes de continuar se debe tener presente que las fechas utilizadas a lo largo de este artículo están basadas en el calendario ortodoxo, que lleva 13 días de retraso con respecto al calendario occidental. En marzo de 1917 (febrero en el calendario juliano), las protestas espontáneas de la población de Petrogrado (San Petersburgo), derivaron en una insurrección revolucionaria iniciada con una huelga de metalúrgicos y obreros textiles. Estos movimientos de protesta aumentarían considerablemente día a día, a lo que el zar no le da importancia; no es consciente de que en caso de una sublevación, las tropas con las que contaba en San Petersburgo eran de reciente reclutamiento, por lo tanto, de dudosa fidelidad. Los días 26 y 27 de febrero serían claves: tras días de movilizaciones, el zar movilizó la guarnición militar de la ciudad para sofocar la rebelión. Los soldados resistieron las primeras tentativas de confraternización y mataron a muchos manifestantes. Sin embargo, durante la noche, parte de la compañía se sumaría progresivamente a los insurgentes, que pudieron de esta forma armarse mejor. Todos los regimientos de la guarnición de Petrogrado se unirían a la revuelta. Fue el triunfo de la revolución. Bajo la presión del Estado Mayor, el zar Nicolás II abdicó el 2 de marzo.
En pocos días la autocracia zarista se derrumbó. Dos poderes contrapuestos: el gobierno provisional liberal burgués y los soviets de obreros y soldados pugnarían por el poder en los meses posteriores. La tragedia de la guerra mundial seguía golpeando al pueblo ruso. Tres acontecimientos marcarían el fin del zarismo:
• La negativa de los diputados de disolver el parlamento y la conformación de un Comité provisional de la Duma Estatal, formado por los partidos burgueses liberales del Bloque Progresista, encargado de convocar elecciones a una Asamblea Constituyente y tratar de restablecer el orden.
• La constitución del Soviet de Petrogrado de Diputados Obreros y Soldados, usualmente llamado Soviet de Petrogrado, establecido como representante de los trabajadores de la ciudad y de los soldados de la guarnición de la capital, controlado por los partidos obreros (mencheviques, bolcheviques y socialistas revolucionarios).
• El rechazo al trono de Miguel Romanov, Gran Duque de Rusia y hermano del zar, quien detentaba los derechos sucesorios. La dinastía Romanov llegaría a su fin y se proclamaba la República.
LOS INICIOS DEL GOBIERNO PROVISIONAL
El periodo posterior a la abdicación del zar fue entusiasta, pero de confusión. Ante el vacío de poder, el gobierno provisional sucedió al zarismo rápidamente, mientras que la revolución ganaba profundidad y la masa de trabajadores y campesinos se politizaba. Durante ese tiempo Rusia viviría una situación en la cual se vería inmersa en una “dualidad de poderes”. Dos instituciones pugnarían por dominar una situación caótica marcada por la guerra, la crisis económica y el derrumbamiento de las instituciones políticas. Por un lado, el Gobierno provisional controlado por los liberales moderados del Partido Democrático Constitucional (KD o Kadete). Encabezado por Mijaíl Rodzianko, un ex oficial del zar, monárquico y rico terrateniente, desde el 15 de marzo su dirección fue tomada por Georgi Lvov, un liberal progresista. Este gobierno establecería las libertades políticas, pero decidió esperar a que la Asamblea Constituyente que debía elegirse abordara las cuestiones de mayor importancia. Los soviets surgirían por toda Rusia, dominados por los mencheviques y los socialistas revolucionarios; aunque tenían gran apoyo popular, los mencheviques renunciarían a tomar el poder pues dudaban de la madurez rusa para emprender una revolución social radical.
El Gobierno provisional era un gobierno débil. Sus primeras medidas fueron decretar una amnistía política, la promesa de convocar una Asamblea constituyente y la intención de continuar la guerra; se vería desbordado tanto por los partidarios de restablecer el régimen zarista como por las masas populares, quienes veían insuficientes esas medidas y pedían, sobre todo, la firma de la paz. El Gobierno debía enfrentarse con pueblos que pedían una mayor autonomía o, incluso, la independencia. Los soviets irían adquiriendo cada vez mayor poder y controlarían todas las comunicaciones. En este clima político se produce el regreso del exilio de Lenin. Líder de los bolcheviques, hace públicas sus ideas en las llamadas Tesis de abril, afirmando que la burguesía ya no era capaz, en los países recientemente industrializados, de asumir el papel revolucionario que había desempeñado en el pasado. Consideraba que sólo se podría detener la guerra y asegurar las conquistas de la Revolución de Febrero dando todo el poder a los sóviets. Se negaba a prestar cualquier tipo de apoyo al Gobierno Provisional, demandó la confiscación de las tierras y su posterior redistribución entre los campesinos, el control obrero sobre las fábricas y la transición inmediata a una república de sóviets.
Entretanto, la guerra continuaba y los desastres que padecía el pueblo ruso minaron la fortaleza de las posturas más moderadas que virarían al extremismo. Hacia mediados de julio, los soldados, hartos la guerra, empezaron a desertar; el frente ruso fue desmoronándose. La situación también se agravaría debido a una espectacular subida de precios, lo que provocaría protestas obreras y un clima de gran tensión social. Los movimientos independentistas se extenderían por Polonia, Finlandia, el Cáucaso y Ucrania y gran parte de la alta burguesía se opondría a la aprobación de nuevos impuestos sobre la producción para financiar la guerra.
El 3 de julio se produce un levantamiento obrero por las derrotas en la ofensiva que el entonces Ministro de Guerra Aleksandr Kérenski manda en Galitzia. Éste sería duramente reprimido, en especial sobre los bolcheviques: muchos líderes, entre ellos Lenin, tuvieron que partir al exilio. Los regimientos de artilleros que habían apoyado la revolución se disolvieron, siendo enviados al frente en pequeños destacamentos, al tiempo que los obreros eran desarmados. Como consecuencia de este levantamiento, Giorgi Lvov es sustituido por Kérenski.
Kérenski subiría al poder el 17 de julio. Sin embargo, no tendría poder real debido a un gobierno cada vez más orientado a la izquierda y cada vez más necesitado de ceder ante el sóviet de Petrogrado. De hecho, debió soportar el Golpe de Estado organizado por el general Lavr Kornílov, quien intentaría restaurar el régimen zarista. Para sofocar el alzamiento militar, Kérenski solicitaría la ayuda de todos los partidos revolucionarios, aceptando la liberación y el rearme de los bolcheviques. Con ello perdería el apoyo de la derecha, que no le perdonó el haber sofocado el intento de golpe; tampoco obtendría apoyo desde la izquierda, que lo consideraría demasiado indulgente en cuanto a las represalias hacia los cómplices de Kornílov; mucho menos tendría el apoyo de la extrema izquierda bolchevique. Kerenski, solo, se muestra impotente frente a un clima social insostenible: bajo esta situación se produce el levantamiento de octubre.
LA REVOLUCIÓN BOLCHEVIQUE
La situación excepcional de la guerra, el derrumbamiento del aparato del Estado con deserciones masivas de soldados, el descrédito de las opciones más moderadas y el activismo disciplinado de los bolcheviques explica cómo una minoría marxista radical consiguió hacerse con el poder en las capitales rusas hacia octubre de 1917. Tras muchas dudas por parte de los dirigentes bolcheviques, Lenin decidió actuar; la coyuntura era oportuna por el descrédito y el aislamiento del Gobierno provisional. La operación fue rápida: la noche del 25 de octubre guardias rojos y soldados afines se hicieron con el control de San Petersburgo, la capital de invierno. Desde el acorazado Aurora se controló el Palacio de Invierno, sede del Gobierno. El gobierno de Kerenski huye y los bolcheviques se hicieron con el poder en Petrogrado y otras ciudades del país. Los soviets aumentarían su importancia y fueron la base para la creación del nuevo Estado.
El Gobierno provisional fue destituido y sus miembros huyeron o fueron arrestados. Lenin se puso al frente de un gobierno de los Comisarios del Pueblo basado en un partido de doscientos mil miembros que proclamaba su dominio sobre un Estado de más de ciento setenta millones de habitantes. El Congreso de los soviets reunido en aquel momento decidió apoyar y aceptar al nuevo gobierno. Sin embargo, muchos mencheviques y socialistas revolucionarios protestaron y dimitieron antes de aprobar un golpe de Estado ilegal. Los sóviets ratificarían la creación de un Consejo de Comisarios del Pueblo, constituido en su totalidad por bolcheviques, como base del nuevo gobierno, a la espera de la celebración de una asamblea constituyente. Una vez llegados al poder, los bolcheviques tendrían que hacer frente a graves problemas tanto económicos como sociales, crear nuevas instituciones, lograr la paz en la Primera Guerra Mundial, y, ante todo, afrontar una guerra civil en el interior contra los que no son partidarios de su régimen.
En las horas siguientes, el nuevo ejecutivo aprobaría dos decretos con los que buscaba el apoyo de las clases trabajadores:
• Uno de los primeros decretos fue, tal y cómo había prometido Lenin, la salida de Rusia de la Primera Guerra Mundial. Para ello se firma una paz provisional con los imperios centrales que, finalmente, se concretaría el 3 de marzo de 1918 con el Tratado de Brest-Litovsk. Lenin veía en ello la única posibilidad de que se consolidara la revolución bolchevique en Rusia.
• En tanto, sobre la tierra, se decreta la anulación de la deuda de los campesinos y el reparto, sin indemnización, de las grandes propiedades. En otro orden de cosas se suprimen títulos y privilegios: todos serían considerados ciudadanos de la República Soviética de Rusia.
Lenin trataba así de afianzar su poder. Sin embargo, hacia enero de 1918, no pudo evitar que se celebrasen las prometidas elecciones a la Asamblea Constituyente. El resultado fue claro: los bolcheviques sólo consiguieron un cuarto de los diputados en una asamblea donde los socialistas revolucionarios eran mayoritarios. La respuesta del gobierno de los Comisarios del Pueblo fue fulminante: la Guardia Roja disolvió la Asamblea el 5 de enero de 1919. En adelante, el gobierno de Lenin basó la legitimidad de su gobierno en los soviets, controlados férreamente por los bolcheviques. Se trataba de justificar la dictadura comunista y presentarla como una democracia basada en los soviets.
Desde un principio, los comunistas, como empezaban a ser denominados los bolcheviques, fueron estableciendo las bases de la dictadura. En diciembre de 1917, antes de la disolución de la Asamblea, un decreto había creado la Cheká, la primera de las organizaciones de inteligencia política y militar soviética, dirigida por Feliks Dzerzhinsky. Las demás fuerzas políticas, incluyendo a mencheviques y socialistas revolucionarios, serían prohibidas y perseguidas.
En esta edición aterrizamos en Chile, un país del suroeste de América del Sur que se encuentra entre la emblemática cordillera de los Andes y el océano Pacífico. Se caracteriza por ser una estrecha franja que no supera los 350 km en su ancho máximo. Tiene una superficie total de 756.950 km2 y está ubicado en una zona altamente sísmica y volcánica. Su nombre oficial es República de Chile y su capital Santiago de Chile.
¡NOS UBICAMOS EN EL MAPA!
Podemos diferenciar tres zonas en el mapa de Chile. La primera de ellas, conocida como Chile continental, comprende la larga y estrecha franja de tierra en la costa occidental del Cono Sur que se extiende a lo largo de 4.270 km, limita al norte con Perú, al este con Bolivia y Argentina, y al sur con el paso Drake. La segunda, denominada Chile insular, corresponde a un conjunto de islas de origen volcánico en el océano Pacífico Sur: el archipiélago de Juan Fernández y las islas Desventuradas, pertenecientes a Sudamérica, la isla Salas y Gómez y la isla de Pascua, geográficamente ubicadas en la Polinesia. La tercera, llamada Territorio Chileno Antártico, es una zona de la Antártida de 1.250.257,6 km² sobre la cual Chile reclama soberanía, prolongando su límite meridional hasta el Polo Sur. Debido a su presencia en América, Oceanía y la Antártida, Chile se define a sí mismo como un país tricontinental.
CAPITAL: Santiago IDIOMA OFICIAL: español PRESIDENTE: Sebastian Piñera Echenique DIVISIÓN POLÍTICA: el territorio chileno está dividido en 12 regiones, más la Región Metropolitana (R.M.) de Santiago. FLOR NACIONAL: el copihue
SISTEMA DE GOBIERNO
Chile es una República que se rige bajo un gobierno de corte democrático presidencialista. En el país existe una clara delimitación e independencia de los tres poderes del Estado. El Poder Ejecutivo es liderado por el Presidente de la República, quien además detenta el cargo de Jefe del Estado. El Poder Judicial, en cambio, está liderado por la Corte Suprema, que dicta justicia apoyada en la Corte de Apelaciones. Por su parte, el Poder Legislativo es bicameral, y se halla integrado por la Cámara de Diputados y el Senado. La primera está conformada por 120 diputados de las 13 regiones que conforman el país, mientras que la Cámara Alta está conformada por 49 senadores.
Estos tres poderes del Estado enmarcan su labor en la Constitución Política del Estado que fue dictada en 1980. Dicha carta fundamental ha sido sucesivamente reformada con el objetivo de representar fielmente los cambios que ha sufrido esta sociedad con el advenimiento de la democracia en 1990, fecha en que asumió la Presidencia de la República Patricio Aylwin luego del Régimen Militar encabezado por Augusto Pinochet en 1973.
GEOGRAFÍA
Debido a la extensión del territorio, en Chile se distinguen varios relieves: zonas desérticas en el norte del país, zonas montañosas siempre nevadas, estepas en la zona austral y paisajes polares en el extremo sur. De hecho, el relieve chileno está integrado por una depresión intermedia que cruza longitudinalmente el país y se encuentra flanqueada por dos sistemas montañosos que componen cerca del 80 % del territorio: la cordillera de los Andes al este, y la cordillera de la Costa al oeste. Entre ellas se encuentra una serie de planicies litorales, de extensión variable, que permiten el asentamiento de localidades costeras y grandes puertos.
La zona norte abarca las tres primeras regiones del país y se caracteriza por la presencia del desierto de Atacama, el de mayor aridez del mundo. Aquí, el desierto se ve fragmentado por quebradas que originan la zona conocida como la pampa del Tamarugal. Por su parte, la cordillera de la Costa es maciza y cae abruptamente formando un farellón costero que reemplaza a las planicies litorales, prácticamente ausentes. La cordillera de los Andes, en tanto, dividida en dos y cuyo brazo oriental recorre Bolivia, tiene una altura elevada y de importante actividad volcánica, que ha permitido la formación del altiplano andino y de estructuras salinas, debido a la acumulación de sedimentos durante años.
Al sur se encuentra el Norte Chico, que se extiende hasta el río Aconcagua. Los Andes comienzan a disminuir su altitud hacia el sur y a acercarse a la costa, alcanzando los 90 km de distancia a la altura de Illapel, la zona más angosta del territorio chileno. Los dos sistemas montañosos se entrecruzan, eliminando prácticamente la depresión intermedia. La existencia de ríos que atraviesan el territorio permite la formación de valles transversales, donde en el último tiempo se ha desarrollado fuertemente la agricultura, mientras que las planicies litorales comienzan a ampliarse.
La zona central, en cambio, es la región más habitada del país. Las planicies litorales son amplias y permiten el establecimiento de ciudades y puertos junto al Pacífico, mientras que la cordillera de la Costa desciende su altura. Por lo demás, la cordillera de los Andes mantiene alturas superiores a los 6.000 metros sobre el nivel del mar, aunque comienza lentamente a descender. La depresión intermedia reaparece convirtiéndose en un fértil valle que permite el desarrollo agrícola y el establecimiento humano. Hacia el sur, la cordillera de la Costa reaparece en la cordillera de Nahuelbuta, mientras los sedimentos glaciales originan una serie de lagos en la zona fronteriza.
La región patagónica se extiende desde el seno de Reloncaví, que marca el fin del valle central, hacia el sur. Durante la última glaciación, esta zona estaba cubierta por hielos que erosionaron fuertemente las estructuras del relieve chileno. Como resultado de esto, la depresión intermedia se hunde en el mar, mientras la cordillera de la Costa origina una serie de archipiélagos, como el de Chiloé y el de los Chonos, hasta desaparecer en la península de Taitao. La cordillera de los Andes, en cambio, pierde altura, con lo cual la erosión producida por la acción de los glaciares originó fiordos, es decir una excavación en forma de valle. Al oriente de la cordillera, dentro de lo que es el continente, o hacia el norte de la misma, en la isla Grande de Tierra del Fuego, se localizan pampas relativamente llanas, que cubren grandes extensiones en la zona del estrecho de Magallanes.
La cordillera de los Andes y la cordillera de la Costa desembarcan en el océano, originando así numerosas islas e islotes. Además, el país ejerce soberanía sobre varias islas de origen volcánico, conocidas en conjunto como Chile insular. De ellas, se destacan el archipiélago de Juan Fernández y la isla de Pascua.
CLIMA
La extensión latitudinal de Chile, su relieve y la influencia del océano son las causas de los diferentes climas del territorio. También influyen en este fenómeno otras cuestiones, como la posición geográfica del país respecto a las zonas de altas presiones, el frente polar y la cercanía al mar. Con todo, y a pesar de la longitud de las costas chilenas, algunas zonas del interior pueden presentar amplias oscilaciones de temperatura, y ciudades como San Pedro de Atacama, pueden experimentar incluso un clima de tipo continental.
En la zona central del país predomina el clima mediterráneo, donde el flujo marino está contenido por las altas elevaciones de la cordillera de la Costa, mientras que el flujo continental es detenido por la cordillera de los Andes. En este marco, las temperaturas son suaves registrándose una amplia diferencia entre la temperatura mínima de la noche y máxima del día. Hacia el sur, en cambio, la temperatura desciende, se producen más precipitaciones y la humedad es mucho mayor que en el centro. Por lo demás, hacia el norte, el clima es desértico, con escasas precipitaciones. De esta manera, los períodos de lluvia varían de acuerdo a las regiones, con lo que son más intensas hacia el sur. En el altiplano caen en verano y desde la zona central a la Patagonia, caen en invierno.
Las temperaturas máximas y mínimas también difieren por zona. Son más cálidas en la zona norte y central, y van descendiendo hacia el sur. En tanto, en el Chile insular, el clima es fuertemente afectado por el efecto frío del océano. No obstante, y debido a su ubicación, la isla de Pascua presenta un clima subtropical, con abundantes precipitaciones distribuidas durante el año.
FLORA Y FAUNA
Tal como podemos observar, el clima y el relieve de Chile condicionan el desarrollo de la vida y la formación de distintos ecosistemas en el país. Este es, justamente, uno de los factores que determinan la existencia de una flora y fauna sumamente variadas en una zona u otra del país.
A lo largo de toda la cordillera de los Andes, la especie insigne es el cóndor andino. La zona norte se caracteriza por su escasa vegetación debido a la extrema aridez del desierto de Atacama y la ausencia de precipitaciones. Árboles como el algarrobo, el chañar, el pimiento y el tamarugo, junto con diversas especies de cactus, son los ejemplares vegetales adaptados a las duras condiciones climáticas. Algunos de los animales que habitan la zona corresponden a la familia de los auquénidos (la alpaca, el guanaco, la llama y la vicuña), junto a otras especies de menor tamaño, como las chinchillas y las vizcachas. En las lagunas altiplánicas habitan especies de flamencos y es precisamente en esta área, donde se produce un periodo extraordinario de precipitaciones, que genera un fenómeno único: el llamado “desierto florido”, en el que las tierras áridas se ven pobladas de diversas especies de flores.
En la zona central, en cambio, se extiende un bosque esclerófilo, formado y degradado en gran parte por la expansión de los grandes núcleos urbanos, la fabricación de carbón, la utilización del suelo para la agricultura y los incendios. Algunas especies características de la vegetación de esta zona son el arrayán, el boldo, el espino, el maitén, la palma chilena y el roble, entre otros. El coipo, el degú, el zorro culpeo, la bandurria, la diuca, el loro tricahue y el zorzal son algunas de las especies de la fauna nativas de la zona.
Hacia el sur la vegetación se vuelve más tupida. Algunas especies vegetales características son el copihue, flor nacional desde 1977, diversos helechos y árboles como el alerce y la araucaria. También se encuentran el avellano y el laurel. Uno de los mayores problemas ambientales de esta zona es la sustitución de extensiones de bosque nativo por plantaciones de eucalipto y pino. Con respecto a la fauna, el puma es el principal carnívoro de la zona y habita en casi todo el país, salvo donde ha sido erradicado por la presencia humana. Otras especies animales características son los cisnes, el monito del monte y el pudú, un cérvido endémico propio de los bosques chilenos.
Más hacia la zona austral, existen grandes extensiones de bosque, aunque en este caso con menos especies arbóreas, destacándose por su importancia económica el ciprés de las Guaitecas, prácticamente arrasado en su mayor parte. Hacia el interior, se desarrollan bosques caducifolios, mientras que más al oriente hay grandes formaciones estepáreas de pastos duros. Finalmente, en el extremo meridional de esta zona, la vegetación se reduce a algunos árboles. En la estepa se desarrolló una ganadería extensiva de ovinos. Aquí habitan guanacos, ñandúes, peludos, pumas y zorros, entre otros. El huemul, que habitó antiguamente gran parte del país, sólo sobrevive en áreas de difícil acceso en esta zona.
Por su parte, a lo largo de toda la costa chilena, habitan el lobo de mar y una variedad de aves, entre las que se encuentran el albatros, los cormoranes, las gaviotas y los pelícanos. Existen algunas especies de pingüinos, como el de Humboldt y el de Magallanes, y un importante número de cetáceos, como delfines y ballenas en Magallanes, que convierten la zona económica exclusiva. Por lo demás, en el océano, existen diversas especies de mariscos (almejas, ostiones y ostras) y peces (anchoveta, jurel chileno, lenguado y merluza), que convierten a Chile en uno de los países con mayor variedad de fauna marina del mundo. Algunos peces introducidos son la carpa, el salmón y la trucha que constituyen las principales especies de peces en los ríos chilenos.
¿Sabías qué...?
Chile es un “país de poetas” debido a la importancia que han tenido diversos literatos del género lírico.
COMIDAS TÍPICAS
Cuesta hablar de una gastronomía netamente chilena, ya que las típicas preparaciones conjugan la herencia indígena, la tradición española y un insospechado legado francés.
En este caso, la cocina típica del norte de Chile integra productos propios de la tradición aimara conjuntamente con los que ofrece el amplio litoral. Además, las recetas contemplan la utilización de carne de llamas y vicuñas, que los primeros habitantes del territorio solían comer en abundancia.
El centro del país, en tanto, se caracteriza por presentar una cocina en la que confluyen la tradición indígena, las costumbres típicas de la hacienda campesina y la influencia extranjera. Los ingredientes más comunes son las legumbres, la papa, el maíz y la carne vacuna, de ave y de cerdo.
En cambio, al sur del territorio, los platos recibieron una fuerte influencia mapuche. La papa y las arvejas son algunos de los componentes más típicos. La cocina chilota también es digna de ser destacada, por las preparaciones únicas que aprovechan la gran variedad de papas existente en el lugar.
BAILES
Protagonistas de las festividades religiosas y las celebraciones criollas, las danzas nacionales reflejan la vasta gama de influencias y creencias que dominan a las distintas comunidades que conforman este país. De hecho, los diferentes instrumentos y vestimentas que acompañan a las variadas coreografías son una expresión de las identidades de una población que está fuertemente determinada por la localidad geográfica en que habita.
Ejemplo de lo anterior es la cueca, la danza nacional de Chile, que presenta algunas variaciones que dependen de la zona en que se baile. Por ello, es la gran protagonista de las celebraciones y festividades criollas. Con todo, el origen de la cueca chilena no está claramente definido, ya que investigadores la vinculan a culturas como la española, la africana, la peruana y, además, a la chilena. Incluso los bailes de la zamba, la zambacueca, zamacueca y cueca chilena parecen ser esencialmente las mismas danzas, aunque evolucionadas de acuerdo a sus variantes regionales. No obstante, predomina la teoría que dice que la cueca habría surgido de Perú y que de allí habría derivado a Chile en los albores de la Independencia.
Surgida a partir de la fundación de la ciudad de roma en la península itálica, ocurrida hacia el siglo VIII a. C, la civilización romana se expandió territorialmente hasta abarcar desde gran bretaña al Desierto del Sahara y desde la península ibérica al Éufrates.
LAS ETAPAS
La civilización romana, perteneciente a la Edad Antigua, como la Antigua Grecia, el Antiguo Egipto y la Mesopotamia (civilizaciones que la antecedieron e influyeron en su cultura, sobre todo Grecia), mantuvo su vigencia durante doce siglos, iniciándose como una monarquía con influencia etrusca para luego pasar a ser una república latina y finalmente el gran Imperio Romano que dominó Europa Occidental y los alrededores del Mar Mediterráneo.
LA MONARQUÍA
La ciudad de Roma se fundó el 21 de abril del año 753 a. C. quedando instaurada a partir de entonces la monarquía. Este sistema perduró hasta el año 509 de la misma era, cuando Tarquino el Soberbio, el último rey, fue expulsado para dar paso así a la República Romana. Ver infografía, páginas 45 a 47.
De esa etapa es escasa la documentación con que se cuenta, de modo que es poco lo que se puede afirmar terminantemente. Lo escrito sobre este periodo de la historia data del tiempo de la República y el Imperio y está basado fundamentalmente en las leyendas de Virgilio (Eneida) y Tito Livio (Ab Urbe condita). Pero si bien los orígenes de la monarquía no son precisos, puede afirmarse según investigaciones arqueológicas y lingüísticas, que fue la primera forma de gobierno que adoptó la ciudad.
Según la cronología de Varrón, durante los 243 años que duró la monarquía, Roma fue gobernada por siete reyes, con un promedio de 35 años por cada reinado; sin embargo estas son cifras cuestionadas porque la expectativa de vida en aquel tiempo debió dificultar esta posibilidad. Lamentablemente la acción violenta de los galos que saquearon la ciudad después de la batalla de Alia, en el 309 a. C. destruyó todos sus registros históricos y con ellos el testimonio que echara luz sobre el tema. Por esta razón tampoco hay certeza acerca del momento en que la monarquía pasó a manos de los etruscos, e incluso hay estudiosos que niegan que esto haya sucedido, y sostienen en cambio que sólo se trataría de alguna familia de origen etrusco que habría accedido a la realeza sin que esto implicara un control de los etruscos sobre los latinos.
Los reyes
Las funciones del rey eran ejecutivas, judiciales y religiosas; también intervenía en cuestiones legislativas, pero de manera acotada porque de estas cuestiones se ocupaba el Consejo de Ancianos o Senado, con derecho a veto sobre las leyes propuestas por el rey. Las leyes debían además pasar por otra instancia que era la de la Asamblea o Curia, órgano integrado por todos los ciudadanos en edad militar.
Los reyes eran elegidos por el pueblo, con la sola excepción de Rómulo, que ejerció su reinado por el derecho que le daba haber sido el fundador de Roma. La elección hecha por el pueblo era de por vida, sin intromisión de fuerzas militares, lo que llevó a los historiadores antiguos a sostener que el rey se elegía por sus virtudes y no por su ascendencia. El alcance de su poder es difícil de discernir. Hay autores que creen que el poder supremo residía en el pueblo, en tanto el rey era sólo el jefe del ejecutivo; otros afirman que el poder soberano estaba en el rey y que al Senado y al pueblo sólo les quedaba el control sobre cuestiones menores.
Al fallecer el monarca y hasta la elección del siguiente se producía un interregno (interregnum) durante el que el Senado podía convocar y designar a un interrex para que ocupe el cargo durante un periodo corto, generalmente menos de un año, y mantener de esta manera los auspicios sagrados, en tanto el trono permanecía vacante.
El senado
Para balancear el poder del rey, los romanos crearon la institución del Consejo de Ancianos (Senado), conformado por miembros electos por cada gens1, con carácter vitalicio. El número de miembros era invariable, pues las sucesivas familias surgían de un tronco común, de manera que integraban alguna de las gens ya existentes, lo que hacía invariable el número de senadores.
Pero esta regla tenía una excepción que se daba ante la muerte de un senador. En ese caso el rey estaba facultado para nombrar un sustituto temporal hasta que la gens designara al nuevo miembro. Partiendo de esta norma excepcional terminaron concediendo al rey la elección de los senadores.
El senado actuaba como órgano consultivo y a pesar de que en principio era elegido por el pueblo, el rey lo convocaba a menudo para considerar sus propuestas. Las reuniones del órgano se realizaban en el foro, en la sala llamada bule. Allí decidían a quien correspondía la responsabilidad de manejar las entradas de dinero, y a quien la de enfrentar al rey.
1. Las gens habrían estado constituidas por varias familias procedentes de un antepasado común y regidas por un patergentis, constituyendo un eslabón intermedio entre la familia y las civitas.
LA REPÚBLICA ROMANA
La república se inició tras la caída de Tarquino el Soberbio en el año 509 a. C. y se mantuvo por más de 450 años, hasta que, los conflictos políticos desatados por el control del poder, llevaron a una serie de guerras civiles que desembocaron en la instauración de la forma de gobierno imperial.
El origen de la palabra “república” proviene de las voces latinas res: cosa; pública: pueblo. Es decir que desde la etimología de la palabra con que se nombraba al régimen instaurado, se anunciaban sus pilares, la representatividad y la participación política, desterrando así el poder absoluto de la etapa anterior. El afianzamiento de las nuevas instituciones de gobierno y justicia, llevan a una etapa de esplendor que permiten que Roma se expanda merced a su poderoso ejército. La nueva república impone su dominio en una extensa zona que incluye territorios en Europa meridional, Asia Menor y África septentrional. La característica de la conquista es la asimilación de la cultura de los pueblos conquistados, hecho que convierte a Roma en la depositaria de la cultura de la antigüedad. Pero la exclusión de la plebe en el reparto de poder trajo consigo un conflicto entre esta clase y los patricios, que se iría agravando con los años hasta culminar con el establecimiento del régimen imperial.
LAS INSTITUCIONES REPUBLICANAS
El cambio institucional no implicó la desaparición completa de las antiguas instituciones monárquicas, sino, en muchos casos, su adaptación a la nueva forma de gobierno. Los principales organismos de entonces fueron:
1. Los Cónsules: Eran elegidos anualmente en número de dos por la asamblea popular. Su poder se asemejaba al del rey durante la monarquía, a ellos correspondía la dirección suprema del Estado en tiempos de paz y de guerra, la consulta a los dioses, la convocatoria del Senado y de la Asamblea Popular, así como la administración de justicia. Al controlarse mutuamente, los cónsules evitaban la usurpación del poder por parte de uno de ellos. Cuando finalizaban su mandato debían rendir cuenta de sus actos de gobierno ante la Asamblea.
Las leyes contemplaban una situación excepcional: en caso de emergencia y peligro nacional debían nombrar un dictador con poderes absolutos que no podía durar en el cargo más de seis meses.
2. El Senado: Esta institución que venía del tiempo de la monarquía, durante la república mantuvo sus atribuciones y se afianzó como organismo consultivo. Se ocupaba de aconsejar a los cónsules, dirigir el ordenamiento interior y la política exterior.
3. Las Asambleas: Existían tres tipos de asambleas:
Asamblea Curial: Estaba conformada por patricios que comprendían 30 curias, en cada una de las cuales se votaba por cabeza para obtener así la opinión de la mayoría. Constituyó la asamblea más antigua.
Asamblea Centurial: La formaban los ciudadanos bajos sistema militar, agrupados de a cien con un voto por agrupación. Sus reuniones eran presididas por los cónsules, a quienes tenían la responsabilidad de elegir, además de dictar leyes.
Asamblea Tribal: En estas asambleas se reunía la plebe agrupada en tribus, de ahí que sus acuerdos (que tenían fuerza de ley) se llamaran plebiscitos. Correspondía a sus atribuciones la de nombrar a los Tribunos de la Plebe.
IMPERIO ROMANO
Esta etapa se inició en el año 29 a. C. con la llegada al gobierno de Augusto (Octavio), y se mantuvo vigente hasta el año 476 d. C., cuando se produjeron las invasiones bárbaras.
Los emperadores impusieron el absolutismo concentrando todos los poderes, político, militar, religioso y administrativo.
El Imperio abarcó territorios en tres continentes, sur y oeste de Europa, oeste de Asia y norte de África.
Los comienzos
Tras derrotar a Marco Antonio en Egipto poniendo fin a los enfrentamientos internos, Octavio pasó a ser el hombre fuerte del mundo romano. Así fue que hizo su entrada triunfal en Roma en agosto del año 29 a. C. iniciando un periodo de paz tras un siglo de conquistas y guerras civiles. Por este motivo el pueblo y el Senado le rindieron honores otorgándole los títulos de Imperator, Gran Pontífice, Príncipe del Senado, Augustus (persona sagrada) y César, que era el nombre de su padre adoptivo. De esta forma Octavio se convirtió en el primer emperador de Roma con el nombre de Augusto, por eso la historia recuerda esta etapa, la más brillante de las letras y el arte latino, como “El siglo de Augusto”.
¿Sabías qué...?
La mano de obra esclava potenció el desarrollo de la minería.
El gobierno de Augusto
Augusto se ocupó de reorganizar el gobierno introduciendo grandes reformas. Para avanzar en sus propósitos pasó la legalidad a un plano meramente formal, logrando mediante maniobras políticas el control sobre los funcionarios y las instituciones. Así fue que maniató al Senado, las Asambleas y las Prefecturas, logrando que actuaran según su conveniencia. A la nobleza le permitió conservar las riquezas en tanto en lo político fuera sumisa al emperador. La clase media desapareció y creció en número la plebe, con una gran mayoría de desocupados subsidiados por el Estado por medio de donaciones en dinero, cereales, agua y juegos y espectáculos públicos. Los influyentes obtuvieron cargos en el Senado, o en las finanzas, o como gobernadores de provincias menores y prefecturas. En tanto los esclavos, que habían aumentado considerablemente por las guerras de conquista, se ocupaban de las tareas domésticas, la agricultura, la minería y las construcciones.
Entre las actividades productivas la que se vio perjudicada fue la agricultura, ya que la concentración de grandes extensiones de tierra en pocas manos (latifundio) hizo que los campesinos que quedaron sin tierra migraran a la ciudad. En cambio creció la minería gracias a las provincias conquistadas y a la gran cantidad de mano de obra esclava, y se benefició el comercio con la creación del puerto de Ostia que facilitaba el tráfico entre Oriente y Occidente.
Los sucesores
Con Augusto se inauguró la dinastía Julio-Claudia, que representa el esplendor del Imperio Romano. Esta etapa termina en el año 68 con Nerón, continuando un periodo de inestabilidad que culmina con el año de los cuatro emperadores, del que emerge como vencedor Vespasiano, inaugurando la dinastía Flavia, de origen no patricio. Luego se suceden, entre los años 96 y 180 los llamados “cinco emperadores buenos”, Nerva, Trajano, Adriano, Antonino Pío y Marco Aurelio, en un tiempo llamado “edad de plata”.
Finalizada esta etapa asume Septimio Severo y con él comienza el periodo de la monarquía militar que culmina en la anarquía durante el siglo III, que se prolonga hasta la llegada de Dioclesiano, tras un largo periodo de luchas por el poder de los emperadores que eran nombrados por sus legiones sucediéndose ininterrumpidamente.
Caída del Imperio
A Dioclesiano, quien ostentó el poder entre el año 284 y el 305, le tocó la tarea de reorganizar el Imperio instituyendo la tetrarquía. Su sucesor, Constantino el Grande, quien institucionalizó el cristianismo como religión oficial, será el último emperador del imperio unificado, pues poco después Teodosio divide el imperio entre sus hijos, Arcadio y Honorio, estableciéndose el Imperio Romano de Oriente, con sede en Constantinopla, y el de Occidente, con su sede tradicional, Roma.
Razones de la caída
Los historiadores llevan siglos debatiendo acerca de las razones de la caída del Imperio Romano. Según la teoría tradicional, que es a la que adhiere la mayoría, los rasgos más importantes pueden resumirse en 7 puntos:
1. Ruina económica: depreciación monetaria, carestía y contracción de la actividad, en especial de la comercial, lo que conduce a la autarquía.
2. Guerras civiles e intensificación de las rapiñas de una soldadesca cada vez más barbarizada.
5. Abandono de tierras y expansión de la vinculación personal (colonato).
6. Luchas de poder entre el ejército bárbaro y los funcionarios civiles romanos por la dirección del Estado, con victoria de los militares: surgen diversos caudillajes.
7. Destrucción de las clases privilegiadas e imposición del dominio del campo sobre la ciudad.
CLASES SOCIALES
La organización social consagraba la desigualdad, lo que generó una tensión entre las clases que actuó como motor de su historia. Las clases que se distinguieron fueron cinco: patricios, plebeyos, esclavos, clientes y libertos. El núcleo de los conflictos estaba dado por la tensión entre patricios y plebeyos, y en menor medida por la rebelión de los esclavos.
Pero no fue una sociedad estática sino que durante el transcurso de su historia hubo cambios y evolución.
CULTURA
La cultura romana se forjó en el intercambio con civilizaciones diferentes y muy desarrolladas como la griega, la mesopotámica y la egipcia. Estas culturas contribuyeron a la formación de la cultura y arte de los romanos. Pero a su vez, la instauración del latín como lengua de todo el imperio, hizo que su cultura se expandiera detrás de sus conquistas, llegando hasta la más alejada de las provincias fronterizas.
Se destacaron en la tecnología, los edictos de los pretores, las disposiciones del senado, de la asamblea popular y de los emperadores y las opiniones de los jurisconsultos romanos. Los principios fundamentales se han incorporado a la legislación de todos los pueblos civilizados por Roma.
GUERRAS PÚNICAS
Tuvieron lugar entre los años 264 y 146 a. C. como resultado del enfrentamiento entre Roma y Cartago. El nombre de Púnica viene de latín y hace referencia los cartagineses, descendientes
de los fenicios.
El motivo de las guerras, tres en total, fue el interés de la República Romana por extender el control territorial sobre Sicilia, para entonces bajo dominio cartaginés. Cartago era una potencia naval que dominaba el Mediterráneo Occidental; Roma era una potencia en ascenso, pero sin poderío naval. El desarrollo de los enfrentamientos llevó más de cien años y cientos de miles de muertos de ambos bandos, al cabo de los cuales Roma conquistó Cartago, arrasó la ciudad capital y se erigió en el Estado más poderoso del Mediterráneo ya que, simultáneamente vencía en las Guerras de Macedonia y en la Guerra Romano-Siria.
Los recursos naturales de nuestro planeta constituyen la base del sustento, la cultura y la identidad de los pueblos indígenas; muchos de ellos viven en áreas ricas en recursos vivos y no vivos, que incluyen bosques con abundante biodiversidad, agua y minerales.
Hoy en día, la supervivencia e integridad de estos pueblos requiere el reconocimiento de sus derechos a los recursos encontrados en sus tierras.
Demanda mundial de recursos naturales
Por la actual globalización económica, en el último cuarto de siglo se ha generado una búsqueda a gran escala de combustibles fósiles y recursos minerales por parte de las empresas mineras, pero estos son cada vez más escasos. Esta búsqueda ha llevado a la industria extractiva a regiones cada vez más vulnerables y remotas del planeta, donde predominan los grupos indígenas.
La creciente demanda mundial de productos básicos que se extraen de los recursos naturales, junto con años de precios históricamente altos, particularmente a partir del 2000, han generado decenas de proyectos extractivos.
Los proyectos de mega minería son muy intensivos, el costo de extracción es enorme y puede tomar muchos años en obtener rendimientos significativos de la inversión.
¿Sabías qué...?
Se estima que el 85 % de las áreas protegidas designadas en América Central están habitadas por pueblos indígenas.
Para los gobiernos, el ingreso del sector extractivo contribuye significativamente al Producto Interno Bruto (PIB) en los países en desarrollo. Los ingresos extractivos pueden utilizarse para financiar programas sociales de educación y alivio de la pobreza, como sucede en Brasil y Venezuela. Pero lamentablemente, a menudo también fomentan la corrupción, el conflicto y en el caso de los pueblos indígenas, un lento “genocidio cultural”.
Explotación a nivel mundial
En regiones como América Latina, los problemas que enfrentan las comunidades aborígenes están centrados en la minería y la tala; por ejemplo, en América del Norte la minería de alquitranes, en el Ártico hubo conflictos sobre parques eólicos y minería de hierro, mientras que en África se destinaron miles de hectáreas de tierra para corporaciones o gobiernos extranjeros.
Gran parte de los pueblos indígenas viven en Asia
La Fundación del Pacto de los Pueblos Indígenas de Asia, AIPP por sus siglas en inglés, señaló que dos tercios de los 370 millones de pueblos indígenas autoidentificados en el mundo viven en Asia y esas personas se encuentran actualmente marginadas y subordinadas económica, política y culturalmente.
Según el informe emitido, la causa de esta situación en la región está relacionada con la militarización, el saqueo de recursos, la reubicación forzada, el genocidio cultural y la discriminación en la vida cotidiana de los indígenas.
Como medida para mitigar esto, la AIPP llamó a los gobiernos de Asia a respetar la declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos.
Derechos y asuntos legales
Es seguro que los pueblos indígenas han sido reconocidos, pero lo que no escapa de la vista del mundo es que el reconocimiento legal no significa que se respeten los derechos, territorios, recursos y culturas de estos pueblos. Gobiernos, corporaciones, madereros, campesinos, ganaderos y muchos otros todavía codician sus tierras y recursos, además de que siempre encuentran las maneras de adquirirlos.
La emergencia toma la forma de desalojos de tierras, desplazamientos, violencia estatal y corporativa, y reubicaciones forzadas contra grupos indígenas. Tales conflictos en Centroamérica son frecuentes y violentos, pero rara vez se cubren en la prensa internacional.
Esta crisis sobre la tierra y los recursos naturales es lo que explica principalmente por qué los asuntos indígenas son también cuestiones ambientales y de desarrollo.
La jurisprudencia del Sistema Interamericano de Derechos Humanos sobre el derecho de los pueblos indígenas a la propiedad comunal, ha incorporado explícitamente dentro del ámbito material de este derecho que los recursos naturales tradicionalmente utilizados por los pueblos indígenas y vinculados a sus culturas, incluidos los usos que son estrictamente materiales y otros usos de carácter espiritual o cultural, se deben respetar.
Conservación ambiental
Una cuestión de contención es la coincidencia y el conflicto entre las estrategias de conservación y los pueblos indígenas. El hecho de que las áreas habitadas por los pueblos indígenas a menudo también se consideren cruciales para la conservación ha sido foco de conflicto y debate.
A menudo se observa que los pueblos indígenas tienen una relación intuitiva con la naturaleza, una riqueza de conocimientos tradicionales y han utilizado las prácticas de manejo de recursos naturales durante siglos para preservar sus tierras.
Cultura Agrícola Avanzada
Los timotes y los cuicas, indígenas que poblaron los Andes venezolanos, emplearon métodos avanzados para vencer los obstáculos de la topografía del terreno. Para sus cultivos construyeron terrazas o andenes, técnica ideada por ellos con el fin de evitar la erosión y conservar la capa vegetal.
El papel de mayordomía de los pueblos indígenas apoya firmemente la posibilidad de colaboración con organizaciones de conservación para mantener la biodiversidad. Sin embargo, se ha sugerido que hay diferencias inherentes e irreconciliables en las agendas de los pueblos indígenas y los conservacionistas. Mientras que los primeros se preocupan principalmente por su bienestar económico y la protección de sus tierras para su propio uso, estos últimos quieren mantener la naturaleza intacta, en la que se priorizan las áreas protegidas y programas basados en la ciencia biológica y ecológica.
“Gobierno” hace referencia a la utilización del poder del Estado y a la conducción general de sus obligaciones. El gobierno es quien asume las responsabilidades del poder ejecutivo y reúne el poder político para dirigir las actividades de la sociedad. A continuación describiremos los tipos de gobierno más conocidos.
Monarquía
En esta forma de gobierno quien conduce la jefatura del Estado es un emperador, príncipe o rey que posee un poder hereditario y vitalicio. La monarquía se puede dar de dos maneras: constitucional y absoluta. En la absoluta quien gobierna ejerce de manera exclusiva los poderes estatales. En cambio, en las constitucionales, existen otros órganos dentro del gobierno que colaboran y participan en la labor del monarca.
Autocracia
En esta forma de gobierno el poder fue adquirido de forma arbitraria por un grupo muy reducido de personas o por un partido político. Dentro de estos gobiernos se pueden dar dos variantes: los regímenes autoritarios y los totalitarios. En estos últimos, existe una concentración del poder absoluta en el aparato estatal. De esta manera, todas las actividades sociales pueden ser controladas. En los gobiernos totalitarios existe un partido político único que rechaza a quienes no aceptan sus decisiones y además es el que representa la voz oficial del Estado. Estos regímenes se dieron, por ejemplo, en la Alemania nazi, liderada por Hitler y en la Italia fascista de Mussolini.
En los regímenes autoritarios existe un pluralismo político limitado, por lo que puede haber otros partidos políticos, cercanos o no a los principios oficialistas. En estos regímenes, el partido oficialista cuenta con un líder carismático o bien existe un grupo que tiene la mayoría del poder en sus manos y es quien dirige al Estado. Este tipo de gobierno se dio en el siglo XX en las dictaduras que hubo en países de Latinoamérica.
Democracia
Del griego autoridad o poder del pueblo, la democracia reconoce en cada uno de los miembros de la comunidad el derecho a ser partícipe en la conducción y gestión de las cuestiones públicas. Estos gobiernos se caracterizan por la existencia de la pluralidad en cuestiones ideológicas y políticas. Además, se celebran periódicamente elecciones libres, existe un estado de derecho, elevada participación ciudadana y los conflictos son solucionados por vías pacíficas.