Proclama a los pueblos de América

En 1809, cuando se instauró la Primera Junta de Gobierno Autónoma de Quito, el recién nombrado ministro de Gracia y Justicia Manuel Rodríguez de Quiroga redactó un comunicado que expresaba los motivos del movimiento y las razones por las que los pueblos cercanos debían solidarizarse con la causa. Si bien esta Junta no duró mucho tiempo, el texto forma parte del archivo histórico que fundamenta la independencia del Ecuador.

Quiroga formó parte la reunión que se llevó a cabo la noche del 9 al 10 de agosto de 1809 en casa de Manuela Cañizares. Fue allí donde se organizó la Primera Junta de Gobierno y fue nombrado ministro de Gracia y Justicia.

la proclama

Pueblos de la América:

La sacrosanta ley de Jesucristo y el imperio de Fernando VII perseguido y desterrado de la península, han fijado su augusta mansión en Quito. Bajo el Ecuador han erigido un baluarte inexpugnable contra las infernales empresas de la opresión y la herejía. En este dichoso suelo, donde en dulce unión hay confraternidad, tienen ya su trono la paz y la justicia: no resuenan más que los tiernos y sagrados nombres de Dios, el rey y la patria. ¿Quién será tan vil y tan infame que no exhale el último aliento de la vida, derrame toda la sangre que corre en sus venas y muera cubierto de gloria por tan preciosos e inexplicables objetos? Si hay alguno, levante la voz, y la execración general será su castigo: no es hombre, deje la sociedad y vaya a vivir con las fieras. En este fértil clima, en esta tierra regada antes de lágrimas y sembrada de aflicción y dolores, se halla ya concentrada la felicidad pública. Dios en su santa Iglesia y el Rey en el sabio gobierno que le representa, son los solos dueños que exigen nuestro debido homenaje y respeto. El primero manda que nos amemos como hermanos, y el segundo anhela por hacernos felices en la sociedad en que vivimos. Lo seremos, paisanos y hermanos nuestros, pues la equidad y la justicia presiden nuestros consejos. Lejos ya los temores de un yugo opresor que nos amenazaba el sanguinario tirano de Europa. Lejos los recelos de las funestas consecuencias que traen consigo la anarquía y las sangrientas empresas de la ambición que acecha la ocasión oportuna de coger su presa. El orden reina, se ha precavido el riesgo y se han echado por el voto uniforme del pueblo los inmóviles fundamentos de la seguridad pública. Las leyes reasumen su antiguo imperio; la razón afianza su dignidad y su poder irresistibles; y los augustos derechos del hombre ya no quedan expuestos al consejo de las pasiones ni al imperioso mandato del poder arbitrario. En una palabra, desapareció el despotismo y ha bajado de los cielos a ocupar su lugar la justicia. A la sombra de los laureles de la paz, tranquilo el ciudadano dormirá en los brazos del gobierno que vela por su conservación civil y política. Al despertarse alabará la luz que le alumbra y bendecirá a la Providencia que le da de comer aquel día, cuando fueron tantos los que pasó en la necesidad y en la miseria. Tales son las bendiciones y felicidades de un gobierno nacional. ¿Quién será capaz de censurar sus providencias y caminos? Que el enemigo devastador de la Europa cubra de sangre sus injustas conquistas, que llene de cadáveres y destrozos humanos los campos del antiguo mundo, que lleve la muerte y las furias delante de sus legiones infernales para saciar su ambición y extender los términos del odioso imperio que ha establecido: tranquilo y sosegado, Quito insulta y desprecia su poder usurpado. Que pase los mares, si fuese capaz de tanto: aquí le espera un pueblo lleno de religión, de valor y de energía. ¿Quién será capaz de resistir a estas armas? Pueblos del continente americano, favoreced nuestros santos designios, reunid vuestros esfuerzos al espíritu que nos inspira y nos inflama. Seamos unos, seamos felices y dichosos, y conspiremos unánimemente al individuo objeto de morir por Dios, por el Rey y la patria. Esta es nuestra divisa, esta será también la gloriosa herencia que dejemos a nuestra posteridad.

Fuente: Romero, José Luis y Romero, Luis Alberto (1977). Pensamiento político de la emancipación (1790-1825) Tomo I. Biblioteca Ayacucho.

El Diario de una residencia en Chile de María Graham

Conocida posteriormente como María Callcott, fue una escritora, ilustradora y naturalista británica, destacada por, entre otras obras, sus memorias acerca de sus experiencias vividas en diferentes partes del mundo. Entre estos destinos destaca Chile, cuya experiencia relató en su libro Diario de una residencia en Chile y el cual se convirtió en un ícono histórico del país.

Tras su estancia en la India e Italia, María Graham emprendió un nuevo viaje junto a su esposo Thomas Graham en 1822, esta vez en dirección a Suramérica. Sin embargo, cerca de su destino, Thomas falleció producto de un cuadro febril y María se vio obligada a desembarcar sola en el puerto de Valparaíso, en Chile, donde decidió quedarse  alrededor de nueve meses.

Fue durante su estancia en este lugar que Graham escribió el libro Diario de una residencia en Chile, en el cual recopiló toda la información que aprendió del país, desde las costumbres locales y la flora presente hasta los más importantes acontecimientos históricos, sociales y políticos que se vivieron en la época, donde incluía además sus impresiones sobre destacadas figuras independentistas como Bernardo O’Higgins, José de San Martín, José Ignacio Zenteno y Thomas Alexander Cochrane, con quienes llegó a entablar amistad. Estos escritos se complementaban con dibujos hechos a mano por la misma Graham que ilustraban aquello de lo que la autora era testigo.

En su primera edición inglesa, publicada en 1824, el libro se encuentra dividido en tres secciones principales: un bosquejo de la historia de Chile a modo de introducción, donde detalla el periodo histórico comprendido entre la conquista de Chile hasta el gobierno de O’Higgins, diversas entradas que describen el aspecto cultural, geográfico y económico del país, acompañadas con sus propias observaciones sobre la condición política del mismo, y finalmente una posdata con comentarios adicionales y un apéndice que registraba los documentos que utilizó en su investigación histórica y los diferentes tipos de plantas que observó. Entre las páginas de este libro destaca además la descripción sobre el terremoto de Valparaíso en noviembre de 1822, uno de los más intensos en la historia del país y el cual Graham experimentó en persona.

Diario de una residencia en Chile ha sido valorado con el tiempo como un libro de importancia trascendental para el país, en especial por su condición como una de sus principales y más icónicas fuentes históricas.

¿Sabías qué?
La importancia del diario trascendió a la cultura popular chilena evidenciada en obras que lo referencian, como la serie de televisión titulada Diario de mi residencia en Chile: María Graham, donde se narra la vida y experiencias de la escritora en el país.

Antonio José de Irisarri y el tratado de Paucarpata

Antonio José de Irisarri fue un militar, escritor y diplomático guatemalteco-chileno que tuvo una muy importante y extensa carrera política durante y posterior al proceso de independencia de Chile. Sin embargo, su contribución al país se vio interrumpida durante la guerra contra la Confederación Perú-Boliviana, a partir del conocido tratado de Paucarpata.

Durante la guerra entre la Confederación Perú-Boliviana y el Ejército Unido Restaurador, formado por chilenos y peruanos opositores a la Confederación, ambos bandos se disputaron el destino de Perú como territorio compartido con Bolivia o como país soberano respectivamente. El Congreso de Chile envió tropas comandadas por el almirante Manuel Blanco Encalada, acompañado por el coronel Antonio José de Irisarri como consejero privado del líder militar y como representante plenipotenciario del país.

No obstante, al desembarcar en Arequipa para comenzar la invasión, las fuerzas restauradoras se vieron ampliamente superadas por las de la Confederación, comandadas por el general Andrés de Santa Cruz. Como consecuencia, Blanco Encalada e Irisarri se vieron obligados a aceptar un acuerdo de paz entre ambos bandos para asegurar la vida de sus hombres a cambio de que los mismos reconocieran la autoridad de la Confederación y aceptaran no volver a tomar las armas en su contra, acuerdo conocido como el tratado de Paucarpata, por ser este el lugar donde se llevaron a cabo las negociaciones.

Irisarri abrió la primera reunión con el general de la Confederación Ramón Herrera, donde, además de la seguridad de sus hombres chilenos, solicitó también la seguridad de los peruanos restauradores y que no se tomara represalías contra ellos. Los representantes chilenos firmaron el tratado en la segunda reunión, el 17 de noviembre de 1837.

Sin embargo, al regresar las tropas a Chile y al enterarse el Gobierno de lo sucedido, este no reconoció las decisiones de Blanco Encalada e Irisarri en Perú ni aceptó las condiciones del tratado. Como consecuencia, el organismo acusó a Irisarri de traición y fue condenado a muerte en su ausencia, pues para ese momento este aún no había abandonado Perú. En vista de las circunstancias, Irisarri se exilió a Colombia y nunca más regresó a su país.

¿Sabías qué?
El deseo de Irisarri por una vida pacífica y familiar en Chile, sumado a la vieja amistad que compartía con Andrés de Santa Cruz, fue el motivo por el cual Irisarri participó en la expedición en contra de su voluntad.
Retrato de Antonio José de Irisarri.

Batalla de Cone

También conocida como la batalla de Yaguachi, fue un combate armado que se libró en la actual provincia ecuatoriana de Guayas, cerca de la zona de Yaguachi, entre las tropas de la División Protectora de Quito y las fuerzas realistas. Este conflicto resultó con la victoria patriota y la independencia definitiva de Guayaquil.

Ilustración de la batalla de Yaguachi. Atribución: CaburcaBatalla-de-YaguachiCC BY-SA 4.0

datos de interés

Fecha: 19 de agosto de 1821

Lugar: Yaguachi, provincia del Guayas, Ecuador

Resultado: victoria independentista

Cambios: se logró la independencia de Guayaquil

Beligerantes: Gran Colombia, Guayaquil y División Protectora de Quito contra el Imperio español y su Ejército realista

Comandantes: Antonio José de Sucre contra Francisco González

DESARROLLO

El presidente Aymerich diseñó un plan ofensivo con una tropa comandada por el coronel Francisco González, que había viajado desde Quito para terminar definitivamente con la revolución del 9 de octubre de 1820, fecha en la que Guayaquil proclamó su independencia. La idea consistía en enfrentar a ambos bandos el 20 de agosto de 1821.

Melchor de Aymerich y Villajuana (5 de enero de 1754-11 de octubre de 1836) fue un militar español y el último presidente y gobernador español de Quito.

Antonio José de Sucre lideraba las fuerzas independentistas y, al conocer las intenciones del ejército español, envió al general Mires a atacar de forma anticipada a los realista en Yaguachi, el 19 de agosto de 1821. La estrategia militar de Mires obligó al bando enemigo a replegarse, reorganizarse y a retroceder lentamente. La batalla terminó con la derrota de los realistas.

¿Sabías qué?
El coronel González se fugó del lugar del enfrentamiento con unos pocos hombres. En el campo de batalla las bajas realistas superaron por mucho a las patriotas, mientras que las fuerzas españolas perdieron cerca de 400 soldados, los independentistas tuvieron unas 20 víctimas.

El éxito patriota restauró el ánimo libertario, razón por la que se expidió el Decreto de Gratitud y Agradecimiento a la República de Colombia al general Sucre y sus oficiales.

Algunas de las más destacadas actuaciones durante esta contienda fueron llevadas a cabo por personajes como el coronel Cayetano Cestaris, el mayor Morán, Abdón Calderon, Baltazar García y de la Rocha y José Ariza, entre otros.

La capitana patriota

Martina Silva de Gurruchaga fue una de las heroínas de la independencia de Argentina, colaboró con la causa revolucionaria con valor, inteligencia y generosidad. Su vida y obra son un ejemplo de patriotismo y compromiso con la libertad.

La capitana Martina Silva de Gurruchaga.

1810

Contrajo matrimonio con el comerciante y patriota salteño José Fructuoso de Gurruchaga.

1812

Formó parte de una red de espionaje que informó a las fuerzas patriotas sobre los movimientos de los realistas en Salta.

1813

Bordó una bandera celeste y blanca para el general Manuel Belgrano y le presentó una partida de paisanos armados y equipados por ella. Belgrano la nombró capitana del ejército patriota y le regaló un manto de seda con una leyenda.

1820

Martina Silva donó veinte mil pesos fuertes de su patrimonio para sostener la revolución.

1874

Murió a los 79 años en su natal Salta.

1954

Sus restos fueron trasladados al Panteón de las Glorias del Norte de la Catedral de Salta.

HOMENAJE

• En su ciudad natal, Salta, existe una calle que lleva el nombre de Martina Silva de Gurruchaga, que va desde la avenida Entre Ríos hasta la avenida Bolivia. Asimismo, se encuentran una Escuela Técnica y una plaza que llevan su nombre, esta última situada sobre la avenida ingeniero Mario Banchik.
• También hay algunos libros que la mencionan o le dedican un capitulo, como: Patriotas Argentinas (1910), de Adolfo Carranza; Diccionario biográfico de mujeres Argentinas (1980), de Lily Sosa de Newton; y Amantes, cautivas y guerreras (1996), de María de París.

¿Sabías qué?
El manto otorgado a Martina Silva de Gurruchaga por el general Manuel Belgrano se conserva en el Museo Histórico de Luján, donde también se exhibe un retrato de Martina.

Román Deheza

Fue un destacado militar argentino que participó en las guerras de la independencia y en las guerras civiles de su país. Su trayectoria abarcó desde el Alto Perú hasta el Paraguay, pasando por Chile y el Brasil. Fue gobernador de Santiago del Estero y jefe del Estado Mayor de varios ejércitos. Su vida es un testimonio de la complejidad y el dinamismo de la historia sudamericana del siglo XIX.

Monumento al Ejército de los Andes. Atribución de imagen: Claudia Fernández, Monumento al Ejercito de los Andes, CC BY-SA 3.0

1810

Se enlistó en el Ejército del Norte y peleó en la Alto Perú.

1813

Se trasladó a Chile con la División Auxiliar para luchar contra los realistas.

1817

Cruzó los Andes con el Ejército de los Andes y participó en la batalla de Chacabuco.

1820

Se unió a la campaña de Arenales en el Perú y peleó en la batalla de Cerro de Pasco.

1824

Participó en las batallas de Junín y Ayacucho, que establecieron la independencia del Perú.

1825

Fue designado como jefe del Estado mayor del Ejército Libertador por Bolívar.

1827

Regresó a Argentina y luchó en la guerra contra Brasil en la batalla de Ituzaingó.

1829

Se unió a la Liga del Interior y confrontó las montoneras federales de Facundo Quiroga.

1830

Fue elegido como gobernador de Santiago del Estero por la Sala de Representantes.

1831

Se exilió en Bolivia y después en Perú tras la caída de José María Paz.

1846

Regresó a Argentina y sirvió a Paz como jefe del Estado Mayor del Ejército.

1852

Finalmente, emigró a Paraguay donde fue nombrado jefe del Estado Mayor del Ejército paraguayo por Solano López.

¿Sabías qué?
Román Deheza se exilió a Bolivia y Perú después de la caída del general José María Paz, líder de la Liga del Interior, una coalición de provincias unitarias que se oponía al federalismo de Juan Manuel de Rosas. Deheza había sido gobernador de Santiago del Estero, pero tuvo que abandonar el cargo cuando Paz fue capturado por los federales en 1831.

División Protectora de Quito

También llamada Junta Protectora de Quito o Ejército de Guayaquil, fue una tropa militar creada después de la independencia de Guayaquil para lograr la liberación de otros pueblos de la Real Audiencia de Quito. Estuvo comandada por el coronel Luis Urdaneta, con León de Febres Cordero como jefe de Estado Mayor

FORMACIÓN

La independencia de Guayaquil se logró el 9 de octubre del 1820, con este suceso se rompieron los lazos entre la Provincia de Guayaquil y el Imperio español. Después de redactar el acta de independencia, la recién organizada Junta de Gobierno provisional pretendía expandir las intenciones emancipadoras hacia otros poblados cercanos, como Quito y Cuenca. De este modo, en noviembre de 1820, se creó la División Protectora de Quito.

La División Protectora de Quito estaba conformada por los batallones Libertadores, Vengadores, Voluntarios de la Patria y Daule, entre otros, bajo el mando directo del coronel Luis Urdaneta y con el coronel León de Febres Cordero como jefe de Estado Mayor.

Luis Urdaneta Farías  (24 de octubre de 1768-27 de agosto de 1831)
León de Febres Cordero y Oberto (28 de junio de 1797-7 de julio de 1872)

TRAYECTORIA

Batalla de Camino Real

Fecha: 9 de noviembre de 1820

Lugar: sector de Camino Real, cerca de Bilován, Ecuador

Resultado: victoria guayaquileña

Primera batalla de Huachi

Fecha: 28 de noviembre de 1820

Lugar: sector de Huachi Grande, a las afueras de Ambato, Ecuador

Resultado: victoria realista

Batalla de Yaguachi

Fecha: 19 de agosto de 1821

Lugar: Cantón de Yaguachi, Provincia del Guayas, Ecuador

Resultado: victoria independentista

Segunda batalla de Huachi

Fecha: 12 de septiembre de 1821

Lugar: Huachi Grande, cerca de Ambato, Ecuador

Resultado: victoria realista

Batalla de Tanizagua

Fecha: 3 de enero de 1821

Lugar: Guaranda, provincia de Bolívar, Ecuador

Resultado: victoria realista

Batalla de Pichincha

Fecha: 24 de mayo de 1822

Lugar: faldas del volcán Pichincha, Quito, Ecuador

Resultado: victoria independentista, toma de Quito

¿Sabías qué?
El 6 de abril de 1821, Antonio José de Sucre llegó a Guayaquil y lideró la División Protectora de Quito para partir a Yaguachi.
El triunfo de la batalla de Camino Real representó no solo el primer gran éxito de Luis Urdaneta y Febres Cordero, sino la esperanza de todas las fuerzas guayaquileñas que deseaban consolidar la emancipación en la región.

FIN DE LA DIVISIÓN

Tras la batalla de Pichincha, Sucre entró a la ciudad de Quito y, meses después, en julio, Guayaquil se incorporó a la Gran Colombia. Bajo este contexto, se ordenó la desintegración de la División Protectora de Quito.

Julieta Lanteri

Giulia Maddalena Angela Lanteri es una figura destacada en la historia de la lucha por los derechos de las mujeres, dejó una huella imborrable en el tejido social de Argentina y América Latina. Como médica y política, Lanteri desafió las restricciones impuestas a las mujeres de su época y abrió camino para la igualdad y la justicia.

Julieta Lantieri ejerciendo su derecho al voto, en 1911.

1891

Ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, siendo una de las primeras mujeres en hacerlo.

1898

Se graduó de farmacéutica y luego de médica, fue la quinta mujer en recibirse en Argentina y la primera en Italia.

1906

Participó en el Congreso Internacional de Libre Pensamiento, donde expuso sobre la igualdad de género, la igualdad de política y el divorcio.

1910

Organizó el Primer Congreso Femenino Internacional, donde se presentaron trabajos de mujeres de todo el mundo sobre temas de género.

1911

Fue la primera mujer en votar en Argentina y en América Latina, ya que aprovechó una ambigüedad en el padrón electoral que no especificaba el sexo de los votantes.

1918

Fundó el Partido Feminista Nacional, el primer partido político femenino de Argentina, y se presentó como candidata a diputada nacional, aunque no fue elegida.

1920

Creó la Liga Pro Derechos de la Mujer, una organización que reclamaba por el sufragio femenino, el divorcio vincular, la igualdad civil y la educación sexual.

1922

Participó nuevamente como candidata a diputada nacional, pero fue impugnada por el gobierno.

1930

Formó parte en la fundación de la Unión Feminista Nacional, que agrupaba a varias organizaciones feministas.

HONORES

• Una calle en el barrio de Puerto Madero, en la ciudad de Buenos Aires, lleva su nombre.
• Una estación de la línea H del subterráneo, en la Facultad de Derecho, también lleva su nombre, fue la primera mujer en darle su nombre a una estación de subterráneo de Buenos Aires.
• Varias escuelas en las ciudades de San Juan, Berazategui y Rosario llevan su nombre.
• Fue declarada ciudadana ilustre de la ciudad de Buenos Aires en 2009.

¿Sabías qué?
Google le dedico un doodle a Julieta Lanteri el 22 de marzo de 2023, en el 150 aniversario de su nacimiento.

El patriota de la independencia

Miguel de Azcuénaga fue un destacado militar y político argentino, que dejó una huella imborrable en la historia de la independencia de Argentina. Su valentía en las batallas, su compromiso con la defensa de Buenos Aires durante las invasiones inglesas y su papel como vocal de la Primera Junta de Gobierno patrio lo convierten en una figura clave en los primeros años de la lucha por la libertad y la soberanía del país.

Azcuénaga junto a los miembros de la Primera Junta de las Provincias Unidas del Río de la Plata.

INVASIONES INGLESAS

Primera invasión (1806):

  • El virrey Rafael de Sobremonte huyó de la ciudad, pero Azcuénaga, junto con 500 milicianos, permaneció en Buenos Aires para defenderla.
  • Aunque la ciudad finalmente cayó en manos de los británicos, Azcuénaga demostró valentía y compromiso con la resistencia.

Segunda invasión (1807):

  • Azcuénaga estuvo nuevamente involucrado en la defensa de la ciudad de Buenos Aires.
  • Las fuerzas británicas, dirigidas por John Whitelocke, asaltaron la ciudad, pero finalmente fueron derrotadas por los rioplatenses.
  • Azcuénaga y otros patriotas desarrollaron un papel fundamental en la victoria contra los invasores.

PARTICIPACIÓN EN LA REVOLUCIÓN DE MAYO

  • Vocal de la Primera Junta: el 25 de mayo de 1810, Azcuénaga fue elegido vocal de la Primera Junta de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Esta junta fue el primer gobierno patrio después de la Revolución de Mayo.
  • Organización de Milicias: la junta le encomendó la organización y refuerzo de las milicias. Azcuénaga reclutó a la fuerza a personas para el servicio militar y desempeñó un papel importante en la preparación para la lucha por la independencia.
  • Predecesor de la Intendencia de Buenos Aires: después de la Revolución de Mayo, Azcuénaga se convirtió en el primer gobernador intendente de la Intendencia de Buenos Aires. Su liderazgo contribuyó a establecer las bases para la autonomía y la lucha por la libertad en Argentina.

IMPORTANCIA

Miguel de Azcuénaga desempeñó un papel crucial en la independencia de Argentina. Como vocal de la Primera Junta de Gobierno patrio firmó el acta de independencia y contribuyó a establecer las bases para la autonomía del país. Además, su compromiso con la defensa de Buenos Aires durante las invasiones inglesas también dejaron una huella significativa.

Firma de Miguel de Azcuénaga.

¿Sabías qué?
Cuando Miguel de Azcuénaga se convirtió en el vocal de la Primera Junta de las Provincias Unidas del Río de la Plata, era el miembro de mayor edad. Tenía 56 años en ese momento. También tenía una amplia experiencia en el gobierno, debido a que fue funcionario del cabildo en varias ocasiones.

El Intrépido Corsario

Juan Bautista Azopardo fue un personaje multifacético y valeroso durante la independencia de Argentina. Su disposición a luchar en defensa de Buenos Aires y su participación en la guerra contra Brasil son ejemplos de su sacrificio por la libertad. Su vida modesta y su muerte en la pobreza también son recordatorios de los desafíos que enfrentaron muchos héroes anónimos en ese momento.

Monumento a Azopardo en San Nicolás de los Arroyos, Buenos Aires. Atribución de imagen: Carlos Berzzi, Columna Conmemorativa de la Batalla de Juan Bautista Azopardo, CC BY-SA 3.0

COMIENZOS Y CARRERA CORSARIA

Desde temprana edad, estudió la construcción de barcos en el arsenal de Tolón, en Francia. Después, actuó como corsario bajo el mandato de Holanda y España, participó en enfrentamientos contra Inglaterra. En 1804 tuvo un papel importante en la captura de la fragata inglesa Neptuno, que fue llevada al puerto de Montevideo como botín.

Durante las invasiones inglesas de 1806 y 19807, fue responsable de transportar fuerzas para la defensa de Buenos Aires, participando en la lucha contra los invasores británicos.

REVOLUCIÓN DE MAYO Y GUERRA CONTRA BRASIL

En 1810, cuando estalló la Revolución de Mayo, Azopardo se unió a las fuerzas criollas y recibió el grado de teniente coronel de las Milicias Urbanas tras la campaña del Paraguay. Su compromiso con la causa criolla fue inquebrantable. Participó activamente en los eventos que llevaron a la destitución del virrey Cisneros y al establecimiento de la Primera Junta. Su presencia en las calles de Buenos Aires fue un símbolo de resistencia.

Durante la guerra contra Brasil, Azopardo demostró su lealtad a la causa Argentina. Su participación en las operaciones navales fue crucial para la defensa de las costas.

RELACIÓN CON OTROS HÉROES NACIONALES

El legado de Juan Bautista Azopardo se entrelaza con el de otros héroes nacionales argentinos, que forman una red de valentía y compromiso que marcó la historia de la independencia. Algunos de ellos son:

Manuel Belgrano: compartieron un profundo amor por la patria y mientras Azopardo luchaba en las calles de Buenos Aires, Belgrano lideraba movimientos patriotas y diseñaba la bandera Argentina.
Juan José Castelli: enfrentaron desafíos y sacrificios en su búsqueda de la libertad. Castelli participó activamente en la Revolución de Mayo y en la Primera Junta. Su papel en la historia se asemeja al de Azopardo.

¿Sabías qué?
Juan Bautista Azopardo fue encarcelado en tres ocasiones y sentenciado a muerte, pero milagrosamente logró evitar la ejecución de la pena, incluso logró escapar de la cárcel dos veces.