Incas

La palabra Inca viene del quechua, Inka, cuyo significado es rey o príncipe, y es el nombre genérico que se les daba a los gobernantes cusqueños, soberanos que establecieron un vasto imperio en los andes hacia el siglo XV, poco tiempo antes de la llegada de los españoles. Por extensión este nombre se le da a todos los súbditos del imperio incaico o incanato. Arqueológicamente es el nombre de una cultura desarrollada durante el periodo prehispánico.

Inca Pachacutec.
Ruinas de Machu Picchu.

SU HISTORIA

Si bien el Cusco se constituyó en su área central durante el periodo de su apogeo, este pueblo provenía, posiblemente, del Altiplano, de donde llegó al Cusco hacia el año 1100 entablando desde entonces una relación con los pueblos de la zona que osciló entre las batallas y las alianzas. Con el tiempo este grupo alcanzó un gran poder, pero se mantuvieron en su territorio hasta la invasión chanca y el gobierno de Pachacutec Inca Yupanqui, cuando empezaron a expandirse por otras regiones.

Según una leyenda, fue durante el gobierno del inca Viracocha que aparecieron los chancas rodeando la ciudad de Cusco. Se trataba de un pueblo guerrero de la sierra central que atacó la ciudad destruyéndola, lo que provocó la huida de Viracocha. El general Yupanqui se presentó entonces ante las ruinas del viejo templo solar, el Inticancha, implorando la ayuda del dios Sol, quien accedió convirtiendo las piedras que rodeaban la ciudad en soldados a los que llamaron pururaucas, que derrotaron al enemigo. Yupanqui fue aclamado por el pueblo como su nuevo inca, y asumió el cargo con el nombre de Pachacutec (‘el que transforma el mundo’).

¿Sabías qué...?
Los emperadores Incas eran considerados como descendientes del Dios Sol.
Templo del Sol.

LA EXPANSIÓN

Con el gobierno en manos de un militar, este sector se vio favorecido y dio paso a la expansión. Pachacutec conquistó la meseta del Collao, Arequipa, el valle del Mantaro, a los chinchas (icas), Lima, entre otros territorios, y organizó el Tahuantinsuyo.

Túpac Yupanqui fue el sucesor de Pachacutec, y como auqui o príncipe heredero privilegió la continuidad en los planes de expansión que se extendieron hacia la costa y la sierra norte, dominando a los chachapoyas, los chimú y otros pueblos importantes hasta el actual territorio de Ecuador.

La campaña continuó, ya como inca, avanzando hasta el río Maule, donde se asentó la frontera sur del imperio. Pero la mayor extensión la alcanzaron durante el reinado del hijo de Túpac, Huayna Cápac, entre los años 1493 y 1525. Hacia 1525, el territorio bajo control inca se extendía por la zona más meridional de la actual Colombia, por Ecuador, Perú y Bolivia y por zonas de lo que hoy en día es el norte de Argentina y Chile, abarcando un área de más de 3.500 km de norte a sur, y de 805 km de este a oeste.

De acuerdo a las estimaciones realizadas por investigadores, se cree que la región llegó a tener entre tres millones y medio y dieciséis millones de habitantes pertenecientes a las distintas culturas andinas.

Nativa peruana.

RUPTURA Y CAÍDA

En 1525 murió Huayna Cápac sin llegar a nombrar sucesor, y esto produjo la división del Imperio. Sus hijos, hermanastros entres sí, Huáscar y Atahualpa, disputaron por el trono hasta 1532, cuando Huáscar fue capturado. Para entonces el Imperio se encontraba seriamente debilitado. Este momento de crisis fue aprovechado por Francisco Pizarro, quien desembarcó en la costa del actual territorio de Perú con 180 hombres equipados con armas de fuego, y apoyados por grupos de indígenas que se oponían a la dominación inca. Así fue como llegaron a controlar el Imperio y hacer prisionero a su jefe, Atahualpa. Atahualpa temía que Pizarro ordenara su destitución para favorecer a su hermano Huáscar, por lo que dio la orden de ejecutarlo, lo que se convertiría, al año siguiente, en una de las causas por las que fuera sometido a proceso por los españoles. El 26 de julio de 1533, cuando todavía se estaba acumulando un enorme depósito de ornamentos de oro procedentes de todos los rincones del Imperio para entregárselo a Pizarro a cambio de la liberación de Atahualpa, el Inca fue ejecutado al garrote por orden del conquistador español.

Luego de la ejecución los españoles marcharon sobre Cusco. Al llegar a mitad de camino, en Jauja, conocieron a Túpac Hualpa o Toparpa, quien se presentó como hijo de Huayna Cápac y legítimo heredero del cargo de inca, lo que fue reconocido por Pizarro. Pero al llegar a Cusco el conquistador se enteró de que Toparpa había sido asesinado, por lo que nombró a Manco Inca como su sucesor. Este en 1536 se rebeló contra los españoles y avanzó sobre Cusco y Lima cercándolas durante algunas semanas, pero finalmente fue derrotado en la fortaleza de Sacsayhuamán.

Después de la derrota Manco Inca se escapó hacia el oriente y fundó Vilcabamba, un centro de resistencia donde él y sus descendientes se hicieron conocidos como los incas de Vilcabamba. A su muerte le sucedió su hijo Sayri Túpac, quien firmó la paz con el virrey Andrés Hurtado de Mendoza, marqués de Cañete, pero falleció en 1561, siendo reemplazado por Titu Cusi Yupanqui, que reinició las hostilidades; finalmente, en 1570, asumió el poder Túpac Amaru, quien fue derrotado y decapitado en 1572 por orden del virrey Francisco de Toledo.

ORGANIZACIÓN POLÍTICA

El gran mérito de los incas fue el de recopilar y extender las costumbres ancestrales de los pueblos andinos. No tenían una gran capacidad creativa pero sí una llamativa capacidad para ordenar, difundir y administrar el sistema andino en un extenso territorio. El parentesco al que llaman ayllu, que es el conjunto de personas que se consideran parientes, pues desciende de un pasado común, es la base de su cultura y organización. Estos parientes tienen un vínculo de reciprocidad lo que los obliga a ayudarse mutuamente en las labores cotidianas; este tipo de trabajo es conocido como ayni. También tienen la obligación de trabajar juntos para el beneficio de todo el ayllu; este trabajo se conoce como minga.

Cada ayllu tiene una autoridad a la que llaman curaca, en español, cacique, que son los que se encargan de regular las relaciones sociales, llevar a cabo las fiestas, almacenar recursos, repartir tierras y disponer de la mano de obra.
En la plenitud de su civilización, los incas habían logrado la construcción de un sistema político y administrativo superior al de cualquier otra cultura americana. Eran un imperio teocrático basado en la agricultura y en el sistema de ayllus, y gobernado por el inca, a quien el pueblo adoraba como a un dios viviente.

En la plenitud de su civilización, los incas habían logrado la construcción de un sistema político y administrativo superior al de cualquier otra cultura americana. Eran un imperio teocrático basado en la agricultura y en el sistema de ayllus, y gobernado por el inca, a quien el pueblo adoraba como a un dios viviente.

Los ayllu se organizaban en torno a la autoridad del curaca.

EL ESTADO INCAICO

El carácter teocrático del estado se lo daba el hecho de que creían que el Inca era hijo del sol, el dios más importante en sus creencias. El Inca a su vez era asesorado en cuestiones de gobierno por un consejo de nobles y sacerdotes llamados orejones, que pertenecían a la familia real. Su fuerza militar, perfectamente organizada y entrenada, fue la que permitió su expansión. Esto se vio facilitado por la vasta red de caminos que construyeron, en los que existían tambos o postas que servían para el descanso de las tropas movilizadas, y para cambiar allí animales y armamento. Los pueblos del imperio tenían la obligación de tributar al Estado una cantidad determinada de materia prima o productos manufacturados, según las características de cada zona. La población tenía la obligación de realizar trabajos para el Estado, los curacas o los sacerdotes. Por eso es que el llamado Camino del Inca tenía tanto tránsito.

Creían que el Inca era hijo del sol.
El curaca y los tributos

El encargado de recibir los tributos de cada ayllus era el curaca respectivo. Los bienes tributados eran acumulados en depósitos reales ubicados en las aldeas, caminos y ciudades. Funcionarios designados para la tarea se encargaban de contabilizarlos, y luego comunicaban a los administradores del Cusco las cantidades de cada producto. Para hacerlo se valían de quipus, instrumento hecho con tiras de cuero que se anudaban para certificar la cuenta. De este modo, el Inca conocía las cantidades de excedente y en qué regiones del imperio sobraban o faltaban determinados productos. Esto facilitaba la redistribución y la asistencia cuando alguna región era afectada por una catástrofe y perdía su cosecha, entonces el Estado acudía en auxilio con alimentos, materias primas y manufacturas de las que tenían almacenadas. Los bienes acumulados también se aplicaban para costear las campañas militares.

EJÉRCITO

Los incas lograron la expansión a fuerza de una cuidada organización militar. Entre los 25 y los 50 años los hombres tenían la obligación de servir al ejército. Los altos mandos eran siempre miembros de las panacas nobles de Cusco, y la jefatura suprema del ejército la tenía el propio Inca, que podía delegarla en alguno de sus generales o parientes cercanos.

Con el tiempo y el ejercicio se fue formando un grupo de militares profesionales, incluso en los niveles medio y bajo de la tropa, que provenían de etnias vencidas que eran reclutados para esta tarea. Cuando estaban por comenzar una acción militar, la encabezaban con un desfile para impresionar al enemigo. Los soldados marchaban con sus distintivos mientras el generalísimo iba en su litera llevando en su mano el emblema de su mando. Así alardeaban de su poder a la vista del ejército enemigo. Luego el general o el Inca pasaba revista a sus tropas mientras se hacían sonar instrumentos musicales, completada esta tarea venía la arenga y finalmente se efectuaba el ataque.

Dos elementos fueron claves para el poder militar inca: la intendencia y la disciplina. Sus caminos con las postas fueron estratégicos y su disciplina sumamente rígida. Un soldado no podía abandonar la formación bajo ninguna circunstancia.

Construían casas emplazadas en lugares estratégicos para la defensa.

NOBLEZA REAL

La nobleza fue bautizada por los españoles como “orejones”, impresionados por sus enormes orejas, las que se veían ampliadas por los grandes pendientes que usaban.

Los orejones recibían una educación especial durante cuatro años. En sus cursos aprendían lengua quechua, religión, quipus, historia, geometría, geografía y astronomía. Cuando terminaban los estudios participaban de una ceremonia de graduación, en la cual debían superar las pruebas que se les planteaban. Los candidatos se presentaban en la plaza central de Cusco vestidos de blanco y con el pelo corto y un llautu negro con plumas rodeando la cabeza. Tras unas plegarias al Sol, la Luna y el Trueno, subían a la colina de Huanacaui, donde guardaban ayuno, participaban de competencias y bailaban.

Después pasaban a la presencia del inca, quien les entregaba unos pantalones ajustados, una diadema de plumas y un pectoral de metal. Para terminar se ocupaba de perforarles personalmente las orejas con una aguja de oro, con el fin de que pudieran colgarse sus característicos pendientes. Los orejones constituían el cuerpo de funcionarios del Imperio. En el lugar más alto estaban los cuatro apu, que eran los administradores de las cuatro regiones y asesoraban de manera directa al emperador. En orden jerárquico les seguían los tucricues, que eran los gobernadores de provincias, que residían en sus provincias y eran periódicamente inspeccionados. Todos ellos gozaban de privilegios como el de poseer tierras y poder optar por la poligamia. Era habitual que recibieran regalos del emperador, como mujeres, objetos preciosos, llamas, permisos para ir en andas o usar tronos.

CURACAS

La nobleza estaba constituida por los curacas, en algunos casos sus ancestros era aún más antiguos que los emperadores. Cuando sus comunidades fueron conquistadas por los incas, aceptaron sumarse a la estructura imperial a cambio de que se les permitiera conservar sus privilegios. Entre estas prerrogativas estaba el derecho a cobrar tributo a los miembros de su comunidad. El pacto incluía como garantía la manifestación pública de adhesión al inca, y el envío de su hijo y sucesor a Cusco para recibir educación. Aprendían la lengua quechua, la religión y las costumbres del Imperio. El intercambio de los curacas con el emperador solía incluir la oferta que estos hacían al monarca de una hija o una hermana para que la tomara como esposa secundaria, en tanto recibían de él mujeres y servidores. Esta costumbre estrechaba los lazos entre ellos.

Los curacas tenían obligación de peregrinar cada año a la ciudad capital para ofrecer parte de los bienes producidos.

Pero sobre los curaca se encontraban los jefes de provincia, y debajo de ellos lo que los españoles llamaron “segunda persona”, que era el huatunruna, que era quien intermediaba ante el pueblo. Los curacas no se casaban con los demás miembros del ayllu sino que formaban, dentro de él, un grupo privilegiado de principales, enlazados con otras familias curacales de la provincia o del mismo Cusco.

GRUPOS NO PRIVILEGIADOS

En el ayllu se agrupaban como comunidad los campesinos unidos por vínculos familiares y que compartieran territorio y antepasados. El Estado los asistía entregando tierras para la subsistencia de la comunidad. Cada año el curaca se ocupaba de asignar las parcelas a cada familia, de acuerdo con el número de componentes. La comunidad trabajaba las tierras de manera colectiva. Tenían que solventar con el producido los fuertes tributos que les aplicaban el Estado y los curacas. Las comunidades campesinas que quedaban desposeídas de sus tierras recibían el nombre de mitimaes. Los incas solían enviar estas comunidades a regiones rebeldes para que se instalaran allí a colonizar y de paso controlar e informar los movimientos de la región. Allí reproducían sus ayllu y sus costumbres. Podía tratarse también de pueblos que se hubieran rebelado, en cuyo caso, luego de someterlos se los enviaba al confín más lejano a su lugar de origen. El grupo de los yanas o siervos provenía de diferentes estratos. En su mayoría eran prisioneros de guerra, aunque también podían ser jóvenes reclutados por el emperador. Los yanas no poseían vínculos ni atributos étnicos, ni gozaban de los beneficios los ayllu. La mayoría servían en el palacio imperial o los templos, aunque también podían ser entregados a los nobles para que trabajasen su tierra. La situación de estos servidores no era exactamente la de esclavitud, ya que les estaba permitido poseer tierras, ganados y bienes, aunque solo los podían transmitir a uno de sus hijos.

ECONOMÍA

Los incas se destacaron por lo avanzado de su agricultura. Llegaron a desarrollar una estrategia para cada zona obteniendo así el mayor de los provechos. Utilizaron andenes o terrazas de cultivo para aprovechar las laderas de los cerros, camellones o Waru Waru en zonas altas inundables e irrigaciones.

Entre las herramientas de las que se valían para trabajar la tierra estaba el chaki-taclla, un arado de pie.

Sus principales cultivos eran la papa y el maíz, y luego el ají, la chirimoya, la papaya, el tomate y el frijol. Para el transporte utilizaban las llamas, en tanto que la vicuña y la alpaca eran domesticadas para aprovechar su lana. Otros animales domesticados fueron guanacos, perros, cobayas y ocas.

En cuanto a sus manufacturas, se destacaron la cerámica, los tejidos, los ornamentos metálicos y las armas con bellas ornamentaciones.

Las comunicaciones de las autoridades residentes en Cusco, con el resto del Imperio, eran buenas, aunque no contaban ni con caballos, ni transportes de ruedas ni sistema de escritura. Tenían era una importante red de caminos empedadros que conectaban las regiones permitiendo una ágil comunicación utilizando mensajeros entrenados, los chasquis, que actuaban con un sistema de relevos recorriendo 402 km al día. Los registros de tropas, suministros, datos de población e inventarios generales se llevaban a cabo mediante los quipus, juegos de cintas de diferentes colores anudados según un sistema codificado, que les permitía llevar la contabilidad. Botes construidos con madera de balsa constituían un modo de transporte veloz a través de ríos y arroyos.

Sistema de canaleta.

RECIPROCIDAD Y DISTRIBUCIÓN

El funcionamiento del sistema social incaico estaba basado en la reciprocidad y la redistribución. El tema de la reciprocidad ya era practicado por las tribus andinas en sus comunidades campesinas. Consistía en la práctica solidaria entre todos los miembros de una comunidad. Por ejemplo, los habitantes de un ayllu se ayudaban entre sí a sembrar y a cosechar en las parcelas de subsistencia; y, en ocasión de un matrimonio, toda la comunidad ayudaba a levantar la casa de los recién casados. Los incas incorporaron el principio de reciprocidad de los ayllus como una de las bases del funcionamiento económico y social de su imperio.

Para que funcionara la redistribución, los campesinos debían reconocer los niveles de autoridad que existían en la sociedad. Los ayllu aportaban sus tributos entregándolos a los curacas; estos bienes se acumulaban en depósitos reales situados en aldeas, caminos y ciudades. La contabilidad de estos recursos estaba a cargo de funcionarios especializados que se valían de quipus, instrumentos hechos con tiras de cuero que se anudaban para entregar información fehaciente sobre las cantidades a los administradores de Cusco. Así el inca se mantenía informado de los excedentes y de donde provenían, así como de donde faltaban productos. Cuando algunos pueblos del imperio no podían satisfacer sus necesidades básicas porque las regiones en las que vivían habían sido afectadas por malas cosechas u otras catástrofes, el Estado incaico redistribuía una parte de los alimentos, materias primas y productos manufacturados almacenados. También utilizaba los bienes acumulados para costear los gastos de las constantes expediciones militares, y para premiar los servicios realizados por algunos funcionarios generalmente nobles.

Los tributos de las comunidades campesinas dados al Estado eran de tres tipos:
1. Trabajos colectivos en las tierras del Inca.
2. Trabajos individuales periódicos y rotativos a los que llamaban mita, sistema con el que se construían puentes y caminos.
3. Las comunidades debían entregar a los curacas alimentos, materias primas y productos manufacturados.

COSMOVISIÓN

DIOSES

El dios supremo de los Incas era el sol, llamado Inti y representado bajo la forma del dios Viracocha. De acuerdo a sus creencias en tiempos antiguos había creado el cielo, la tierra y la humanidad, cuya primera generación pecó contra él. Por este motivo Viracocha los castigó convirtiéndolos en piedra para crear después una nueva generación. Luego de cumplida su tarea se alejó hacia el este internándose en el mar. El dios sol era el que regía el ciclo agrícola y daba a la tierra la luz y el calor. Su representante en la tierra era el Inca. La luna, a quien llamaban Mama Quilla, era hermana y a la vez esposa del sol, y afectaba al mundo femenino. En su honor se construyeron templos con paredes revestidas con hojas de plata.

Los incas vinculaban a los animales con las estrellas, partiendo de la creencia de que estas últimas eran guardianes celestiales, de este modo cada especie animal tenía su propia estrella o constelación. Los arrieros de llamas oraban a la constelación de la llama, que conocemos como Lira. La constelación que en la actualidad se conoce como las Pléyades, fue identificada por los incas como Collca, palabra cuyo significado en español es “almacén”. Ella era la responsable de la preservación de las semillas. Tenían también diosas, que eran las encargadas de cuidar la reproducción. A estas diosas las conocían como Mama Cocha, que era la madre del mar, y Mama Pacha, que era la madre de la tierra. Ellos creían que gracias a la intervención de estas diosas tanto el mar como la tierra eran generosos e inagotables en la provisión de alimentos.

HUACAS

Los lugares y objetos sagrados estaban encarnados por una fuerza sobrenatural a la que llamaban huaca. Consideraban sagrados los cerros, ríos, rocas y otras manifestaciones singulares de la naturaleza, como así también los templos y los enterramientos. Tenían una fuerte relación con el culto a los antepasados, cuya máxima expresión era la momificación del cuerpo de cada Inca.

Una categoría especial de huacas eran los mallqui, cadáveres sagrados y momificados de los fundadores de los ayllu, y como las otras, estaban jerarquizadas. Las huacas tenían un orden y una jerarquía en el espacio, de acuerdo con sus funciones y a quien representaban, es decir, al prestigio de aquellos de los que recibían culto. El Cusco mismo era una huaca impresionante y en torno a él, orientados en líneas o ceques que partían en todas las direcciones, se organizaban en el espacio las huacas.

Por tratarse de entidades con poderes especiales, a las huacas se les hacían ofrendas solicitándoles ayuda. Se ofrecían sacrificios humanos, en especial niños y llamas, sacrificadas y enterradas junto a ellos. La expansión territorial de los incas mediante la conquista, generó la rivalidad entre sus divinidades y las de los pueblos conquistados que tenían sus huacas. Someter a un pueblo implicaba para los incas que su dios se había impuesto sobre las huacas de los adversarios. Esto devino en la persecución contra las huacas, aunque también hubo épocas en que se buscó la incorporación de estas a un panteón común.

Roca ceremonial de Machu Picchu.

SACERDOTES

Tuvieron especial importancia a comienzos del imperio, tiempo en que ejercieron cargos importantes e incluso intentaron apoderarse de la administración. Pero al ser derrotados por los nobles, perdieron privilegios y tuvieron que darle acceso en su oficio a gente del pueblo. El hermano o primo del Inca era quien ejercía como pontífice de los sacerdotes y se lo llamaba Villca Humu. Si bien debía mantener el celibato, se cree que tenía concubinas. Su alimento consistía en hierbas, bebía solo agua y realizaba ayunos de hasta ocho días seguidos. Su lugar de residencia era el campo, en zona próxima a Cusco. Allí se lo veía vestido con su característica túnica de lana, larga hasta los tobillos, y abrigado por una manta de color marrón, gris o negra. Para las ceremonias Villca Humu usaba una manta blanca, y un pectoral de oro en forma de media luna, además de otros adornos como brazaletes, ajorcas de oro y una tiara del mismo metal que llevaba el símbolo solar. Un consejo de ocho o diez altos sacerdotes acompañaba al pontífice en su tarea como juez supremo de todas las cuestiones religiosas. El alto clero era designado por el pontífice y designaba a sus subalternos. Quienes se ocupaban del culto y de los sacrificios eran los sacerdotes comunes. Cada amanecer mataban una llama blanca en el templo. Al animal degollado le arrancaban corazón y pulmones, y rociaban con su sangre la imagen del sol. Todo esto exigía gran cuidado, pues de cometer errores en su realización, podían tener consecuencias nefastas como sequías o lluvias torrenciales.

Cultura Paracas

Cultura precolombina que se desarrolló en la península homónima, situada en la provincia de Pisco, departamento de Ica, actual territorio de Perú, entre los años 700 a. C. y 200 d. C. Su descubrimiento se produjo en 1925 como resultado de las excavaciones arqueológicas emprendidas por el arqueólogo peruano Julio C. Tello.

Poco después de haber hecho el descubrimiento, Tello, junto a su discípulo Toribio Mejía Xesspe, instaló un campamento arqueológico en el sitio, frente a la bahía de Paracas, al sur de Pisco. Estas excavaciones han aportado la mayoría de la información que se posee acerca de la cultura en cuestión.

Hoy se sabe que esta civilización estuvo situada a lo largo de la costa sur central de Perú, y su centro cultural se ubicaba en la colina del Cerro Colorado, próximo a la península de Paracas, entre el valle de los ríos Pisco e Ica.

ETIMOLOGÍA

Paracas es una voz quechua que significa lluvia de arena (para, lluvia, y aco, arena), y alude a los efectos causados por los vientos huracanados que suelen azotar periódicamente la región, los mismos que arrastran arena y guano de las islas cercanas, y cubren con ella la superficie a modo de una capa blanquecina. Este fenómeno atmosférico ha dado su nombre a la península de Paracas, y por extensión, a la cultura preincaica descubierta en esa región.

Cementerios

Como producto de sus excavaciones, Tello encontró en las colinas conocidas como Cerro Colorado un cementerio perteneciente a una antigua cultura. En el lugar halló 39 tumbas en forma de pozos a los que denominó “cavernas”; estas “cavernas” contenían fardos funerarios envueltos en finos mantos y alrededor de ellos instrumentos de caza, utensilios de cerámica, pieles de animales y alimentos.
Un tiempo después, en 1927, trabajando junto a su asistente Mejía Xesspe, encontró otro cementerio en Waricayan, en las proximidades de Cerro Colorado, al que llamó Paracas-Necrópolis. Allí detectó la presencia de 429 cadáveres momificados, cada uno envuelto en varios mantos y en general en buen estado de conservación.

Las excavaciones continuaron y Tello dio con un tercer cementerio al que denominó Arena Blanca o Cabeza Larga (por la presencia de cráneos deformados). Además de tumbas saqueadas, en el lugar había restos de viviendas subterráneas.

Las épocas

De acuerdo a los estudios realizados en los cementerios, Tello concluyó que los tres pertenecían a una cultura a la que llamó paracas, cultura que, supuestamente, había pasado por dos épocas perfectamente definidas por la forma de enterrar sus muertos: “paracas cavernas” (los enterraban en tumbas cavadas de manera vertical y con forma de copa invertida) y “paracas necrópolis” (los cementerios, de trazos rectangulares y más sofisticados, simulaban “ciudades de muertos”). Esta teoría se mantuvo en boga durante décadas, hasta que nuevos estudios permitieron determinar a los arqueólogos especializados en la región, que la denominada “paracas necrópolis” corresponde a otra tradición cultural, la cultura topará. Esta cultura tenía similitudes con la paracas, como la práctica textil, la cerámica y la deformación craneana con propósito estético y ritual, pero lo cierto es que la paracas después del año 200 se fundió con la Nazca.

Tello hizo estudios comparados entre los restos arqueológicos encontrados, pero llegó a una conclusión que luego se demostró que era equivocada.

Periodo paracas cavernas

Según Tello este periodo se extendió entre los años 700 a. C. y 200 a. C. y estuvo fuertemente influido por la cultura chavín, sobre todo en la cerámica. Durante este tiempo el centro principal se situó en Tahajuana, a orillas del río Ica. Gracias a los restos arqueológicos encontrados en Cerro Colorado, se pudo determinar algunas de sus características principales, como la de enterrar los muertos momificados a una profundidad de 6 metros, en tumbas con la forma de copa invertida. Las momias, gracias a las condiciones climáticas del desierto de Nazca, se encuentran en perfecto estado de conservación. Son de ambos sexos y se las halló colocadas en posición fetal, envueltas en mantas de colores brillantes, de confección simple aunque decoradas con motivos complejos que incluyen dibujos de peces, serpientes y otros animales, además de figuras geométricas.

Organización política y social

Constituían un Estado teocrático gobernado por sacerdotes, con privilegios que solo compartían con la nobleza guerrera. El resto de la sociedad estaba por debajo, dedicado a la producción y sometido al poder.

Los miembros de la cultura paracas eran hábiles pescadores. Embarcaciones construidas con tallos y hojas de totora.

Economía

Las principales actividades productivas eran la agricultura intensiva y la pesca en el mar. Para salir a pescar utilizaban sus caballitos de totora. En cuanto a la agricultura, el grado de desarrollo alcanzado se debió a su habilidad para la construcción de acueductos en el desierto, y al uso del guano como fertilizante.

Cerámica

La cerámica era polícroma, con complejos decorados en rojo y amarillo o blanco y negro, asociados a representaciones religiosas. El formato era tipo calabaza, con dos picos unidos por una asa puente. La pintura se hacía luego de la cocción, lo que favoreció la conservación de los colores.

Textiles

Durante este periodo los tejidos se caracterizaron por ser de tipo geométrico y rígido, donde predominaba la técnica de doble tela. En su confección se nota la influencia de la cultura chavín, sobre todo en los decorados, que representan seres antropomorfos.

Trepanaciones craneanas

Entre los paracas, el uso de las trepanaciones craneanas tenía fines medicinales. Con ellas trataban a los heridos en la zona craneal, y de acuerdo a lo que se puede observar en las momias encontradas, en cuyos cráneos se ve nítidamente la formación de tejido cicatrizado, se deduce que muchos pacientes sobrevivieron a este tipo de cirugía, lo que demuestra lo adelantados que estaban en las prácticas medicinales. Y aunque queda como incógnita el estado en que quedaban los pacientes luego de sobreponerse a la intervención quirúrgica, lo cierto es que se han hallado un número significativo de cráneos con trepanaciones con placas de oro en la zona del agujero. El cirujano paracas era llamado sir kah y utilizaba instrumentos como cuchillos y bisturís de obsidiana.

Se cree que la mayoría de los pacientes en los que se practicaba este tipo de cirugía eran guerreros que habían sufrido ruptura de cráneo durante la batalla, y con la intervención se buscaba aliviar los dolores de cabeza. Para realizar la operación es probable que hayan utilizado como anestesia coca, ayahuasca y otras sustancias alucinógenas, luego trepanaban el cráneo y sustituían el hueso roto por una placa de oro, cerraban la herida y le aplicaban vendajes.

La cultura paracas tenía excelentes cirujanos.

¿Paracas necrópolis o cultura topará?

Cuando en 1927 Tello y Mejía Xesspe, en plena investigación de la cultura paracas, descubrieron en Warikayan restos de viviendas prehispánicas en cuyo interior se encontraban cientos de fardos funerarios, interpretaron que lo que habían hallado era una especie de ciudad cementerio. A partir de esto llamaron a este cementerio paracas necrópolis. Luego, comparándolo con el cementerio paracas cavernas, llegaron a la conclusión de que eran representativos de dos etapas distintas de una misma cultura. Sin embargo, todo parece indicar que la teoría es equivocada.

En primer lugar, Warikayan no parece haber sido una necrópolis, sino un asentamiento grande de la época, que coincide con la de los desarrollos regionales post Formativo (Corresponde al tercer periodo en que se divide la Prehistoria de América). La acumulación de más de 400 fardos todavía no tiene una explicación satisfactoria. Podría haber sido un sitio considerado sagrado por la coloración roja de sus cerros y su cercanía al mar.

Los arqueólogos encontraron en paracas necrópolis más de 400 momias.

Entre los fardos funerarios, Tello encontró espléndidos mantos bordados con un estilo particular al que denominó como al lugar: “paracas necrópolis”. También halló cerámicas, aunque con poca coloración y monocromas. Tiempo después se comprobó que éste era un estilo extendido en los valles de Cañete, Chincha y Pisco, al que se denomina “estilo topará” y que poco tiene que ver con el paracas caverna o el nazca, con sus diseños decorativos multicolores.

Esto reveló que aquello que Tello identificó como una etapa de la cultura paracas, la paracas necrópolis, en realidad pertenecía a otra tradición cultural cuyo nombre deviene de una localidad ubicada en las proximidades del valle de Chincha, que se cree que fue el centro de esta cultura.

El hecho que Warikayan o “paracas necrópolis” estuviese justo en la frontera de dos áreas culturales, topará y nazca, contribuyó a la confusión de Tello.

Actualmente se cree que el brusco cambio cultural ocurrido en la península de Paracas, tanto en cerámica como en arquitectura, se debió a una guerra de expansión llevada adelante por los topará. Esta teoría se sustenta en la presencia de armas en muchos de los fardos funerarios, así como la masiva presencia de cráneos rotos y trepanados, indicios de una época muy violenta.

CULTURA ARQUEOLÓGICA

Una cultura arqueológica es la suma de los conjuntos de artefactos y demás elementos materiales (construcciones, restos de caminos, de canales, etc.) correspondientes a una época y un lugar (yacimiento o región) determinados. Los artefactos encontrados en yacimientos de una misma época que comparten características parecidas se reúnen en tipologías que, a su vez, se agrupan en conjuntos, y todos ellos forman una cultura arqueológica.

Así, una cultura arqueológica es sólo una sistematización de los elementos materiales obtenidos durante las excavaciones, una convención de carácter artificial que sirve a los arqueólogos para ordenar los datos obtenidos en éstas. No tiene por qué ser, ni mucho menos, el reflejo cultural de un grupo humano concreto y diferenciado de los demás grupos humanos, distorsión en la que se ha incurrido con suma facilidad hasta finales del siglo XX.

Por ello, según algunos autores, lo más indicado sería utilizar los términos cronocultura o complejo tecnológico/estilístico para referirnos a estos conjuntos artefactuales. Otros, en cambio, consideran que un tecnocomplejo es una fase evolutiva cultural independiente del espacio y del tiempo.

Cultura Moche

También es llamada Mochica, se trata de una cultura precolombina que se ubicó en la costa norte del Perú entre los años 100 d. C. y 700 d. C. Se destaca por su trabajo con la cerámica y su arquitectura, consideradas las mejores de Perú.

Ubicación

Se estableció en la costa norte de Perú, entre Lambayeque y Huarmey, su centro cultural era el valle de Moche y Virú, cerca de Trujillo. Pertenece al periodo llamado “De los maestros artesanos”.

Mapa actual del Perú.

Organización

La nación Moche se organizaba en grupos independientes de señoríos, donde gobernaba un Curaca. Fue una sociedad con estructura militar y estaba estratificada en diferentes grupos:

  • Cie-Quich: gobernante o rey de uno o muchos valles costeños.
  • Alaec: reyes subordinados al poder de un soberano Moche “Cie quich”.
  • Sacerdotes: poseían gran poder en la población mochica e iniciaban los rituales religiosos
  • El Pueblo: campesinos, pescadores, comerciantes y artesanos.
El gobernante o Cie-Quich era representado por un jaguar.

Joyas de la cultura moche

Los mochicasse destacan por el trabajo con la cerámica, donde retratan diversos temas como plantas, animales, la vida cotidiana y su religión. Es comparable con la cerámica griega. Principalmente es de color rojo y en su fabricación se utilizaron moldes lo que ayudó a la producción de grandes cantidades.

La cerámica griega es conocida como de alta calidad tanto en fabricación como en decoración. El trabajo en cerámica de los mochicas es comparable al de los griegos.

Las piezas pueden clasificarse en:

  • Escultórico: representación de animales y personas.
  • Realista: representación exacta de su vida cotidiana.
  • Documental: muestran información sobre su modo de vida, pensamiento y religión.

Religión moche

Su principal dios fue AiApaec, que fue representado como un ser humano con boca y colmillos de tigre. La mayoría de sus ritos fueron sacrificios de prisioneros de guerra. El templo de mayor importancia fue la Huaca de la Luna, en donde los sacerdotes hacían sus rituales.

Trabajo con los metales

Los mochicas descubrieron las bondades del trabajo con oro, plata y cobre. Desarrollaron técnicas de extracción de minerales, fundición y el tratamiento con químicos. El metal era usado para la fabricación de objetos de uso cotidiano como tazas y platos, también para joyas y objetos religiosos.

Ejemplos de algunos diseños que crearon los moches para trabajar en cerámica y metal.

Arquitectura

Los principales materiales de construcción fueron el barro y el adobe, con éstos construyeron templos donde vivían los gobernantes, centros administrativos, talleres y viviendas. Los arquitectos también utilizaron la piedra para la construcción de murallas y terrazas. Las construcciones eran realizadas por súbditos y prisioneros de guerra.

La arquitectura mochica puede clasificarse en:

  • Monumental: templos y centros administrativos.
  • Doméstica: viviendas para la población.
  • Militar: murallas y fortalezas, donde utilizaban piedra y adobe parra mayor defensa.
La arquitectura moche aportó conocimientos y técnicas para las construcciones incas.

Censos demográficos

Los censos proporcionan una estadística descriptiva del número de individuos, tamaño de la población y composición del hogar o de la familia, e información sobre la distribución por sexo y edad. A menudo incluyen otros temas demográficos, económicos y relacionados también con la salud.

Ecuador

La República del Ecuador limita con Colombia, Perú y el océano Pacífico. El país también incluye las Islas Galápagos en el Pacífico.

El último censo oficial que registró la población de Ecuador ocurrió en el 2010 y mostró que había 14.483.499 personas; luego se realizó un estimado de 16,62 millones para el 2017.

El país tiene una densidad de población de 59 personas por kilómetro cuadrado.

La mayor concentración de ecuatorianos habita en las dos ciudades más grandes: Guayaquil con una población de 2.350.915 y la ciudad capital de Quito con 2.239.191 según los datos del censo de 2010.

Ecuador tiene una población muy diversa étnicamente. La mayoría de los grupos étnicos descienden de los colonos españoles y de los pueblos originarios de América, ya que la mezcla de estos dos grupos creó la categoría mestiza. Hasta el 2014, el grupo étnico más grande seguía ocupado por los mestizos, descendientes de colonos españoles e indígenas, que constituyen el 71,9 % de la población.

Los amerindios representan casi el 7 % de la población, mientras que los afroecuatorianos, descendientes de esclavos negros representan el 7 % de la población; por su parte, los blancos de ascendencia europea constituyen el 12 % de la población.

Los mestizos son el grupo más grande que ocupa el territorio ecuatoriano.

Se estima que de 2 a 3 millones de ecuatorianos viven en el extranjero, pero el aumento del desempleo en los principales países receptores como España, Estados Unidos e Italia, ha frenado la emigración y aumenta la probabilidad de que regresen a su país de origen. Ecuador tiene una población inmigrante pequeña pero creciente y es el principal receptor de refugiados de América Latina.

Argentina

Este país se encuentra en el sureste de América del Sur, limita con Chile, Uruguay, Brasil, Paraguay, Bolivia, el océano Atlántico Sur y el Pasaje de Drake.

¿Sabías qué...?
Las ciudades más grandes de Latinoamérica son Sao Paulo, Brasil con 21 millones de habitantes, Buenos Aires, Argentina con 13,6 millones y Río de Janeiro, Brasil con 12,2 millones.

El último censo realizado fue en el 2010 donde se publicó que contaba con 40,1 millones de habitantes. A pesar de ser un país grande, tiene una densidad de población bastante baja de sólo 14 personas por kilómetro cuadrado.

Para el 2017 se estimó una población de 44,27 millones de personas en Argentina.

La capital y la ciudad más grande del país es Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la segunda área metropolitana más grande de América del Sur.

Argentina es un país muy diverso de inmigrantes, por lo que los argentinos a menudo lo llaman “el crisol de razas”. Entre los siglos 18 y 19, este país recibió más de 6,6 millones de inmigrantes.

La mayoría de los argentinos descienden de varios grupos étnicos europeos, con más del 55 % de origen italiano. El segundo origen étnico más común es el español; alrededor del 17 % tiene orígenes franceses y aproximadamente el 8 % desciende de inmigrantes alemanes. Argentina tiene hoy una gran población árabe, la mayoría de los cuales son de Siria y el Líbano. También hay alrededor de 180.000 asiáticos, principalmente de origen chino y coreano.

El gobierno argentino estima que hay 750.000 residentes sin documentos oficiales, muchos de los cuales inmigraron de Paraguay, Perú y Bolivia.

Argentina tiene una proporción bastante alta de personas mayores de 65 años, que representan casi el 11 % de la población. Alrededor del 26 % de la población tiene menos de 15 años, que es ligeramente inferior al promedio mundial.

Venezuela

Situado en la costa norte de América del Sur, la República Bolivariana de Venezuela es uno de los países más grandes del continente. Posee una trayectoria censal de gran relevancia desde el año 1873, cuando se celebró el primer censo poblacional con la cifra de 1.732.411 habitantes.

El último censo oficial fue en el 2011 donde se determinó que la población de Venezuela era de 23.054.985; sin embargo, un cálculo de la CIA del mismo año colocó los números en 27.150.095. Al darle confiabiabilidad a estos datos se pudo estimar que la población de Venezuela en el 2017 sería de 31,98 millones de habitantes.

Venezuela cuenta con una superficie total de 916.445 kilómetros cuadrados, pero está relativamente poco poblada, lo que se debe en parte a un paisaje montañoso en algunas áreas. En general, hay un promedio de 33,8 personas por cada kilómetro cuadrado de tierra.

El World Factbook de la CIA produjo un conjunto de estadísticas basadas en su propia estimación de julio de 2011 que sitúa a la población de Venezuela en 27.635.743.

La población de Venezuela representa el 0,42 % de la población total del mundo, es decir que una de cada 238 personas en el planeta es residente de Venezuela.

México

La Ciudad de México es la capital de México y la sede de los poderes federales de la Unión Mexicana; también es el Distrito Federal, que es una entidad federal dentro del país que no es en realidad ninguno de los 31 estados, sino que pertenece a la federación en su conjunto.

El censo de 2010 utilizó tanto una forma corta como una larga de encuesta. La forma larga se usó para 2,9 millones de hogares lo que representa el 10 % de la población total. Se recopilaron datos como bienes del hogar, empleo, seguridad alimentaria, educación, migración, uso de la atención médica e historias de nacimiento. En este censo la población total era de 8,851 millones de habitantes y se llegó a estimar la cifra de 8.918.653 para el 2016.

La Ciudad de México tiene una larga y rica historia, es conocida como uno de los centros financieros más grandes del continente y la ciudad de habla hispana más grande del mundo.

En 1921, el censo mostraba que más del 54 % de la población de la ciudad era mestiza, el 23 % era europea y casi el 19 % era indígena. La Ciudad de México es hoy el hogar de un gran número de inmigrantes y expatriados de Canadá, Estados Unidos, América del Sur, América Central, Islas del Caribe, Europa y Oriente Medio.

Datos del censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) han demostrado que el número de extranjeros en el país ha crecido un 95 % en la última década, la mayoría de los cuales provienen de Estados Unidos.

La población actual de México es de 129.810.731 según las últimas estimaciones de las Naciones Unidas.

Perú

La República del Perú se encuentra en el oeste de América del Sur; tiene una larga historia de culturas, incluidas algunas de las más antiguas del mundo. La ley en Perú requiere que el Gobierno realice un censo cada diez años. En total, se han realizado 11 censos en Perú desde el primero en 1836.

Polémica en Perú

El último censo de Perú en el 2007 se llevó a cabo debido a las polémicas imprecisiones en el censo del 2005. El hacer que todos los habitantes se quedaran en casa el día del censo y que la mayoría de las empresas cerraran le costó al país hasta 250 millones de dólares.

El último censo oficial en Perú se llevó a cabo en el 2007 debido a imprecisiones en el censo de 2005; en este se determinó que la población aumentó de 22.639.443 en el año 1993 a 28.220.764 habitantes.

En 2006, en una encuesta del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), los peruanos se autoidentificaron como mestizos 59,5 %, quechuas 22,7 %, aymará 2,7 %, amazónicos 1,8 %, negros o mulatos 1,6 %, blancos 4,9 % y otros 6,7 %.

Hoy en día, la población de este país es multiétnica y para el 2017 se estimó una cifra de 32,17 millones de personas. Del total de la población peruana, el 50,1 % son hombres y el 49,9 % son mujeres.

El censo que se realizó en Perú para intentar clasificar su población por etnia ocurrió en 1940.

La ciudad más grande de Perú es su capital, Lima. Es el hogar de más de 8 millones de habitantes, que representa una cuarta parte de la población.

Chile

La República de Chile es un país de América del Sur con una franja de tierra larga pero estrecha que se encuentra entre el Océano Pacífico y la Cordillera de los Andes y cuenta con una superficie total de 756.096 kilómetros cuadrados.

El último censo oficial se realizó en el 2002, que situó a la población en 15,1 millones. Se estima que la población de Chile creció en el 2017 a 18,05 millones de habitantes; la sociedad chilena ha crecido constantemente en los últimos 60 años y ahora representa el 0,25 % de la población mundial.

Una de cada 404 personas en la Tierra es residente de Chile.

Chile es ahora el sexto país más poblado de Sudamérica; también es uno de los más prósperos y estables de la región, líder en América Latina en ingresos per cápita, desarrollo humano, globalización y baja percepción de corrupción.

Este país sudamericano cuenta con una sociedad multiétnica. Un estudio genético realizado por la Universidad de Chile encontró que el promedio de la población chilena es de 35 % pueblos originarios y 64 % caucásicos.

Debido a las mejoras en las condiciones de vida de la población, la esperanza de vida para los chilenos fue la más alta en América del Sur en 2013.

Corriente Libertadora del Sur

Con este nombre se bautizó el movimiento liderado por el general José de San Martín, quien llevó a cabo el proceso de independencia de Argentina, Chile y Perú. Las campañas militares que dirigió San Martín entre 1814 y 1817 dieron más fuerza a las facciones que apoyaban los movimientos independentistas.

El llamado ejército del Norte de Argentina, bajo el mando del General Manuel Belgrano, había luchado contra las fuerzas realistas del Alto Perú. En octubre de 1813, Belgrano fue derrotado en la batalla de Ayahuma y San Martín fue enviado para relevarlo.

¿Sabías qué...?
En enero de 1813, San Martín derrotó a una pequeña fuerza española que había perseguido asentamientos en el río Paraná. Esta victoria es una de las primeras para los argentinos contra los españoles.

Tomó el mando en enero de 1814 y decidió que sería una tontería atacar cuesta arriba en el Alto Perú fortalecido. Consideraba que un plan de ataque mucho mejor sería cruzar los Andes en el sur, liberar a Chile y atacar al Perú por mar desde el sur.

Los argentinos honran a San Martín, que hizo campaña en Argentina, Chile y Perú como héroe de su independencia nacional.

Invasión desde Chile

San Martín aceptó la gobernación de la Provincia de Cuyo en 1814 y se instaló en la ciudad de Mendoza, que en ese momento recibía a numerosos patriotas chilenos que iban al exilio después de la aplastante derrota en la Batalla de Rancagua. Los chilenos se dividieron entre sí, y San Martín tomó la decisión de apoyar a Bernardo O’Higgins.

Mientras tanto, en el norte de Argentina, el ejército del norte había sido derrotado por los españoles, lo que demostraba claramente que la ruta al Perú a través del Alto Perú sería demasiado dificultosa.

En julio de 1816, San Martín finalmente obtuvo la aprobación del presidente Juan Martín de Pueyrredón para cruzar a Chile y atacar al Perú desde el sur.

El Ejército de los Andes

San Martín comenzó inmediatamente a reclutar, equipar y perforar el Ejército de los Andes. A finales de 1816 tenía un ejército de unos 5.000 hombres, que incluía una mezcla de infantería, caballería, artillería y fuerzas de apoyo. Él reclutó oficiales y aceptó gauchos resistentes en su ejército, generalmente como jinetes. Los exiliados chilenos eran bienvenidos y nombró a O’Higgins como su subordinado inmediato. Había incluso un regimiento de soldados británicos que lucharían valientemente en Chile.

Logia Lautaro

San Martín fue uno de los líderes de la Logia Lautaro, un grupo secreto, masónico, dedicado a la libertad completa para toda América Latina. Se sabe muy poco acerca de sus rituales o incluso de su membresía, pero formaron el corazón de la Sociedad Patriótica, una institución que aplicó presión política para una mayor libertad e independencia.

Cruce de los Andes

En enero de 1817, el ejército partió y las fuerzas españolas en Chile lo esperaban. La travesía era ardua, ya que los soldados de la planicie y los gauchos luchaban contra el frío y las altas altitudes, pero la planificación meticulosa de San Martín dio sus frutos y perdió relativamente pocos hombres y animales.

En febrero de 1817, el ejército de los Andes entró en Chile sin oposición.

Batalla de Chacabuco

Ocurrió el 12 de febrero de 1817 y fue una victoria ganada por patriotas sudamericanos sobre los realistas españoles al norte de Santiago, Chile.

El Gobernador, Casimiro Marcó del Pont, envió todas las fuerzas disponibles bajo el mando del General Rafael Maroto para mantener al ejército de los Andes fuera de Santiago; sin embargo, el resultado fue una enorme victoria patriótica, Maroto fue derrotado completamente y perdió la mitad de su fuerza, mientras que las pérdidas de los patriotas eran insignificantes. Los españoles huyeron de Santiago y San Martín cabalgó triunfalmente en la ciudad a la cabeza de su ejército.

Bernardo O’Higgins se convirtió en el primer jefe de estado chileno.

Batalla de Maipú

San Martín todavía creía que para que Argentina y Chile fueran verdaderamente libres, los españoles debían ser removidos de su bastión en Perú. Cubierto de gloria desde su triunfo en Chacabuco, volvió a Buenos Aires para conseguir fondos y refuerzos.

Las fuerzas realistas y españolas en el sur de Chile se habían unido con refuerzos y amenazaban a Santiago. San Martín se hizo cargo de las fuerzas patriotas una vez más y se encontró con los españoles en la Batalla de Maipú el 5 de abril de 1818. Los Patriotas aplastaron al ejército español, donde mataron a unos 2.000, capturaron alrededor de 2.200 y tomaron toda la artillería española.

La impresionante victoria de Maipú marcó la definitiva liberación de Chile.

Hacia Perú…

Con Chile por fin seguro, San Martín podría fijar su mirada en Perú. Comenzó a construir una marina para Chile, lo que resultó una tarea difícil, ya que los gobiernos de Santiago y Buenos Aires estaban prácticamente en bancarrota. Era difícil hacer que los chilenos y los argentinos vieran los beneficios de liberar al Perú, pero San Martín tenía un gran prestigio para ese entonces y fue capaz de convencerlos.

En agosto de 1820, partió de Valparaíso con un moderado ejército de unos 4.700 soldados y 25 cañones, bien provisto de caballos, armas y alimentos.

Liberación de Perú

San Martín había liberado Chile y Argentina al sur, y Simón Bolívar y Antonio José de Sucre lo habían liberado Ecuador, Colombia y Venezuela, por lo que sólo quedaba Perú y la actual Bolivia bajo el dominio español.

Mediante el uso de la imprenta, San Martín comenzó a bombardear a ciudadanos del Perú con propagandas pro-independencia. Mientras esto ocurría, su ejército se acercaba a Lima.

Capturó a Pisco el 7 de septiembre y a Huacho el 12 de noviembre. El pueblo de Lima, que temía un levantamiento de esclavos e indios más de lo que temía el ejército de argentinos y chilenos en la puerta, invitó a San Martín a la ciudad. El 12 de julio de 1821 entró triunfalmente en Lima a los aplausos de la población.

El 28 de julio de 1821 Perú declaró oficialmente la independencia y se dispuso a establecer un gobierno. Su breve gobierno fue iluminado y marcado por la estabilización de la economía, la liberación de los esclavos, la libertad de los indios peruanos y la abolición en las instituciones de la censura y la inquisición.

El 3 de agosto San Martín fue nombrado Protector del Perú.

 

Migraciones de los pueblos originarios por América latina

Hoy en día, la migración interna e internacional de los pueblos indígenas es un tema inevitable para cualquier grupo académico, gubernamental o de defensa.

Entre los grupos de migrantes indígenas más famosos están los mayas de Guatemala que huyeron de su país durante la guerra civil en América Central y se han establecido desde entonces en América del Norte, y los Otavalos del Ecuador, que emigraron a Colombia, Chile, Argentina y Brasil para buscar mejores oportunidades económicas.

En la mayoría de los casos, las comunidades indígenas se contaban dentro de la migración interna y los gobiernos municipales no reconocían sus diferencias culturales.

Definición de pueblos indígenas

Las comunidades, pueblos y naciones indígenas son aquellas que, aunque tienen una continuidad histórica con sociedades pre-invasoras y pre-coloniales que se desarrollaron en sus territorios, se consideran distintas de otros sectores de las sociedades que prevalecen en esos territorios. Forman en la actualidad sectores no dominantes de la sociedad y están decididos a preservar, desarrollar y transmitir a las generaciones futuras sus territorios ancestrales y su identidad étnica, como base de su prolongación como pueblos, de acuerdo con sus propios patrones culturales, instituciones sociales y sistemas legales.

¿Sabías qué...?
En el 2009 el Foro Permanente para los Asuntos Indígenas de las Naciones Unidas informó que había más de 370 millones de indígenas en unos 90 países de todo el mundo.

Características de los migrantes indígenas

Es difícil hacer generalizaciones sobre los migrantes indígenas, ya que provienen de tantos lugares y tienen diferentes niveles de reconocimiento en sus países de origen. Mientras que la mayoría son hombres, un número creciente de mujeres ha comenzado a emigrar por su cuenta para unirse a sus maridos, hermanos y padres.

Los niveles de educación difieren según la generación.

Cada vez son más los grupos indígenas migran para buscar mejores oportunidades económicas, aunque la persecución sigue para muchos. Un nuevo factor que afecta el movimiento de los grupos indígenas fuera de sus tierras tradicionales es la degradación ambiental, que por una parte ha estado relacionado con el cambio climático.

Migración interna

La migración de las zonas rurales a las zonas urbanas, que a menudo conduce a la migración internacional, es una característica común de los migrantes indígenas. Estos movimientos normalmente siguen dos caminos: desplazamiento de sus tierras y migración económica a regiones más desarrolladas dentro del país de origen.

En las Américas, la migración indígena hacia las ciudades se inició en la década de 1950, ya que en su mayoría los hombres abandonaron el hogar en busca de trabajo. A finales de la década de 1990, las mujeres indígenas de América y Asia habían comenzado a unirse al flujo, a menudo eran empleadas domésticas.

Otra forma de migración interna, que también a veces conduce a la migración internacional, es el tráfico de mujeres y niños indígenas.

Migración Internacional

Una vez que los pueblos indígenas se han mudado dentro de su país de origen, muchos comienzan a emigrar al extranjero. Sus caminos incluyen participar en programas de trabajadores temporales, ingresar ilegalmente a un país u obtener el estatuto de refugiado.

En América Latina, Otavalos y Quechuas de Ecuador y Perú han emigrado en la región andina, entre Perú, Bolivia y Ecuador, para buscar mejores oportunidades económicas. También se han establecido en Italia y España, donde llegan como turistas pero trabajan sin documentos desde principios de los años noventa.

Mantener lazos

Al igual que muchos migrantes, los pueblos indígenas mantienen fuertes vínculos con sus comunidades de origen una vez que se trasladan al extranjero. Estos vínculos sirven para muchos propósitos, que incluyen la producción de recursos culturales para fortalecer las culturas indígenas, la membresía y el mantenimiento de las costumbres.

En el caso de los pueblos indígenas perseguidos, algunos grupos han buscado refugio de la reubicación forzada, campañas políticas y esfuerzos para destruir sus culturas y poblaciones. Casos bien documentados incluyen a los mayas de Guatemala que huyeron durante la guerra civil de los años ochenta en ese país y se establecieron en el sur de México, en California y en Florida.

México

El territorio de México moderno era el hogar de numerosas civilizaciones indígenas antes de la llegada de los conquistadores europeos; los Olmecas, los Zapotecos y los Mixtecos, que dominaban las montañas de Oaxaca y el istmo de Tehuantepec, los Mayas en Yucatán y los Aztecas que, desde su capital central en Tenochtitlan, dominaban gran parte del centro y sur del país.

Benito Juárez, indio zapoteco y presidente de México de 1858 a 1872. Fue el primer presidente mexicano con raíces indígenas.

Guatemala

Muchos de los pueblos indígenas de Guatemala son de herencia maya. Otros grupos son Xinca y Garífuna.

Sólo la cultura maya representa aproximadamente el 40 % de la población.

Nicaragua

Los Misquitos son nativos americanos en Centroamérica. Su territorio se expande desde Cabo Cameron, Honduras, hasta Río Grande, Nicaragua, a lo largo de la costa Misquito.

A lo largo de los siglos los Misquitos se han casado con esclavos escapados que han buscado refugio en comunidades misquitas. La sociedad misquita tradicional estaba altamente estructurada, con una estructura política definida. Había un rey pero no tenía poder total.

Argentina

Los primeros indicios de presencia humana en la Argentina se encuentran en la Patagonia y datan de 11.000 a. C. En 1480, el Imperio Inca bajo el imperio del emperador Pachacutec lanzó una ofensiva y conquistó el actual noroeste argentino, integrándolo en una región llamada Collasuyu. Las zonas central y meridional, la Pampa y la Patagonia, estaban dominadas por las culturas nómadas, unificadas en el siglo XVII por los mapuches.

A medida que el país se modernizaba e industrializaba, los nativos que subsistían en los emprendimientos agrarios se encontraban en un estado de decadencia.

Bolivia

La cultura de Tiwanakan se desarrolló en el extremo meridional del lago Titicaca. Esta cultura, centrada alrededor y nombrada para la gran ciudad de Tiwanaku, desarrolló técnicas arquitectónicas y agrícolas avanzadas. Los Moxos en las tierras bajas orientales y los Mollos, al norte de la actual ciudad de La Paz, Bolivia, también desarrollaron sociedades agrícolas avanzadas que se habían disipado en el siglo XIII.

El colapso de la influencia de Tiwanakan resultó en el surgimiento de los Aymaras, un pueblo beligerante que vivía en pueblos fortificados, tenían una capacidad extraordinaria para adaptarse a las condiciones climáticas únicas de la región.

En 2005, por primera vez en la historia del país, se eligió a un presidente indígena aimara, Evo Morales.

Brasil

Los registros de fósiles encontrados en Minas Gerais muestran evidencia de que el área ahora llamada Brasil ha estado habitada por poblaciones indígenas, durante al menos 8.000 años. Los restos arqueológicos indican un patrón complejo de acontecimientos culturales regionales y de migraciones internas.

Cuando llegaron los primeros exploradores europeos, todas las partes del territorio estaban habitadas por tribus indígenas semi-nómadas, que subsistían en una combinación de caza, pesca, recolección y agricultura.

Colombia

Hoy en día, los pueblos indígenas de Colombia abarcan al menos 85 culturas distintas y más de 1.378.884 personas.

Uno de ellos es la cultura muisca, un subconjunto del grupo étnico Chibcha más grande, famoso por su uso del oro, que llevó a la leyenda de El Dorado. En el momento de la conquista española, los Chibchas eran la civilización indígena más grande entre los incas y los aztecas.

Los dos principales grupos lingüísticos que dominaron el territorio ahora conocido como Colombia durante el período precolombino fueron los Caribes y los Chibchas.

Perú

La mayoría de los peruanos son indígenas o mestizos, de ascendencia mixta indígena, africana, europea y asiática. Perú tiene la población indígena más grande de América del Sur y sus tradiciones y costumbres han dado forma a la manera en que los peruanos viven y se ven hoy en día.

Los pueblos indígenas amazónicos, como Urarina, Bora, Matsés, Ticuna, Yagua, Shipibo y Aguaruna, desarrollaron complejos sistemas chamánicos de creencias antes de la Conquista Europea del Nuevo Mundo.

Machu Picchu es una de las maravillas de la humanidad, y fue construido por la civilización Inca.

A pesar de que el Perú declaró oficialmente su carácter multiétnico y reconoce al menos seis docenas de dialectos, que incluyen el quechua, el aymara y el hegemónico español, la discriminación y el peligro del lenguaje desafían a los pueblos indígenas en este país.

Con la República nació la tiranía

La República de la Gran Colombia fue un hermoso proyecto bolivariano que para su consolidación necesitaba de la unidad de todos los factores influyentes de la época, pero eso era casi una utopía en las condiciones de las primeras décadas del siglo XIX. Bolívar intentó todo para salvarla, pero la tiranía fue la solución deseada por muchos.

La tiranía surgió en el Imperio Romano. Augusto fue uno de los primeros tiranos de la historia.

¿Tiranía o democracia?

La tiranía es un régimen que a diferencia de las democracias no garantiza los derechos humanos de los ciudadanos y el poder se concentra en grupos pequeños que mantienen métodos autoritarios de gobierno. Por su parte un régimen político lo constituye el conjunto de las instituciones que participan de la forma de llegar al poder y su ejercicio como tal, como es el caso del Consejo Electoral, los ministerios, tribunales y otras instituciones. Los gobernantes, ciudadanos, líderes de grupos sociales y partidos políticos, son actores que participan en el juego político, en base a reglas preestablecidas que pueden ser escritas, como es el caso de las constituciones y otras leyes, o tácitas, provenientes de la costumbre y la práctica política.

¿Sabías qué...?
El federalismo es la organización de un país en distintos estados que tienen amplias competencias propias y se deben a un gobierno central.
Julio César fue una de los mayores dictadores de la antigüedad.

En los regímenes democráticos existe la igualdad de derechos y la libertad participativa en los asuntos político-sociales, considerados estos valores insustituibles. En cambio, en una tiranía, las garantías constitucionales y la fuerza ejercida por los grupos de poder sobre otros grupos se manifiesta en forma autoritaria. El autoritarismo es una ideología basada en la desigualdad entre los ciudadanos, la jerarquización de las sociedades y la obediencia incondicional de los sometidos al orden de poder conformado como un bien superior.

Dictadura, democracia oligárquica y totalitarismo

En una dictadura la característica esencial es la concentración del poder político y las funciones de gobierno en una persona o un pequeño grupo. Ese grupo de poder, generalmente son militares, que ejercen el gobierno por tiempo indefinido, rompiendo las reglas preestablecidas y haciendo caso omiso de las leyes. Se consolidan en el poder utilizando métodos represivos, como la persecución, el encarcelamiento y hasta la muerte de los opositores. De esta forma logran mantener las grandes masas alejadas de la práctica de la política.

La democracia oligárquica, por su parte, se caracteriza por la conformación de una alianza entre el grupo en el poder y la minoría oligárquica, que tiene las posibilidades de alcanzar los votos, ya que los puestos principales son elegibles. De esta forma se manipulan los resultados o se logra la participación de menos votantes. Este sistema no respeta el consenso y la voluntad popular. Generalmente aparece en sistemas agrícolas y mineros que mantienen tradiciones y ritos religiosos muy marcados.

Cuando una sociedad es regida por un partido político que ejerce su poder y, mediante una ideología oficial, impone su programa y fusiona estado y sociedad, llevando la política al ámbito privado, estamos en presencia del totalitarismo. Lo esencial para mantener el poder en este sistema es la unidad de todos los miembros de la sociedad, a los que se adoctrina y se aterroriza, mediante el uso de la fuerza policíaca y la propaganda en los medios de comunicación masiva y las escuelas.

Gobernar mediante decretos

Desde el 24 de junio de 1828 hasta marzo de 1830, Simón Bolívar gobernó la Gran Colombia mediante decretos presidenciales, obviando la Constitución. Esta forma de ejercer el poder es una característica de las dictaduras.

Simón Bolívar.

Bolívar: ¿Demócrata o dictador?

Luego de su actividad de gobierno en Ecuador y Perú, Bolívar regresa, en 1826, a Colombia, donde asume la presidencia. Pero, ¿qué encuentra el Libertador? Las fuerzas estaban divididas, la dispersión y las conspiraciones se sucedían. El propio vicepresidente fue uno de los sublevados. Existían dos posiciones bien diferenciadas: de una parte los conservadores, empeñados en que Bolívar mantuviera un régimen unitario, mediante medidas fuertes para el mantenimiento del orden. Por otra parte, Santander y sus partidarios apoyaron la política liberal. Estos lucharon por más derechos cívicos y una forma de gobierno federal. Bolívar convocó a una Asamblea en Ocaña con el fin de modificar la Constitución, de forma tal que le diera mayores poderes al presidente, pero no logró sus objetivos, la Asamblea se disolvió sin llegar a ningún acuerdo, con el argumento de que el objetivo de Bolívar era crear una monarquía con visos de república.

¿Sabías qué...?
En junio de 1828 la Asamblea, controlada por los bolivarianos, concedió poderes dictatoriales a Bolívar.

El centralismo como antesala de la dictadura

Bolívar llegó a Colombia con la experiencia de los acontecimientos de Perú y en poco tiempo conoció un proceso similar en este territorio. Por ello se convenció de la necesidad de mantener y fortalecer el centralismo. Dejó atrás las medidas populistas, la liberación de esclavos y las movilizaciones del pueblo. Con el apoyo de los conservadores, tomó medidas de corte autoritario. Estas medidas fueron el resultado de las acciones para evitar movilizaciones populares liberales. Primó entonces el centralismo y conservadurismo.

Simón Bolívar expresó en uno de sus mensajes:

“No aspiremos a lo imposible no sea que por elevarnos sobre la región de la libertad, descendamos a la región de la tiranía. De la libertad absoluta se desciende siempre al poder absoluto”.

Al constituirse la República Bolivia, Bolívar quiso poner en práctica sus ideas elaborando y proponiendo una Constitución con instituciones cercanas a la monarquía. Entre otras cosas planteó el cargo vitalicio de presidente y que el de los senadores fuera hereditario, así como también propuso otras instituciones propias de los sistemas monárquicos. Aunque Bolívar no desistió de sus ideas y planes, en esta ocasión no logró convencer a los bolivianos y su proyecto fue rechazado también por otros países.

Un objetivo no logrado.

La dictadura

La salvación de la República, para muchos, estaba en aplicar la dictadura. Por ello le pedían a Bolívar que gobernara con mano dura y con plenos poderes. Una de las primeras acciones que realizó fue la de suprimir el cargo de vicepresidente. Además permitió la reapertura de los antiguos monasterios, reinició el cobro de impuestos a los indígenas y aumentó las tasas de los impuestos a las importaciones.

Después del atentado…

La dictadura se tornó más recia luego del atentado. Fueron ejecutados 14 supuestos conspiradores y Santander y sus amigos allegados fueron deportados como medida preventiva para evitar nuevos hechos.

En todo el territorio se reabrieron los antiguos monasterios.

Santander, que desde sus inicios se había opuesto a esa política, se enfrentó violentamente a Bolívar, tratando incluso de asesinarlo. Varios uniformados penetraron armados al Palacio de Gobierno y, si no lograron sus fines fue gracias al valor de Manuelita Sáenz, que enfrentó a los atacantes y permitió que Bolívar escapara por una puerta trasera de la habitación donde se hallaba.

Problemas que tuvo que enfrentar Bolívar:

– Movimiento separatista en Venezuela liderado por el general José Antonio Páez.

– Insurrección al sur de Nueva Granada.

– Invasión de Perú.

Simón Bolívar luchó por la unidad
Causas de la desintegración de la Gran Colombia:

-Intereses oligárquicos regionales.

-Gran extensión del territorio que conformaba la Gran Colombia.

-Intereses de Gran Bretaña y Estados Unidos.

El Congreso Admirable

En un último intento por evitar la separación de Venezuela y Colombia, Bolívar organizó un Congreso, con el fin de modificar la Constitución para poder gobernar. La Constitución se aprobó, pero Bolívar comprendió que sólo lograría la unidad de Colombia con su renuncia al mando y así lo hace. Sin embargo los venezolanos se negaron a recibirlo y hablar con él, mientras permaneciera en territorio colombiano. Finalmente Venezuela se separa de la Gran Colombia.

 

El Héroe que murió capitán

En estas montañas se produce la Batalla de Pichincha.

La Batalla de Pichincha significó más que la independencia de Quito y el inicio de la liberación de otros territorios del dominio español en Suramérica, fue también un ejemplo de sacrificio y heroísmo de los quiteños, guayaquileños, colombianos y de los habitantes de otras regiones del continente. Entre los muchos hombres que se destacaron en la contienda gloriosa se destacó Abdón Calderón, que recibió heridas que le causaron la muerte y aun así no dejaba de arengar a la tropa.

Nacimiento de un Héroe

El 30 de julio de 1804 nació en Cuenca Abdón Calderón Garaycoa, un niño que estaría llamado a convertirse en Héroe. Fue bautizado al día siguiente de nacer. Sus padres fueron el cubano Francisco Calderón, contador de las Cajas Reales y funcionario del gobierno español en Cuenca, y la guayaquileña Manuela de Jesús de Garaycoa y Llaguno, perteneciente a una de las más influyentes familias de Guayaquil.

¿Sabías qué...?
Los miembros del batallón al que perteneció Abdón Calderón decidieron no tener, en lo adelante, capitán.
Bandera de Guayaquil.

A pesar de ser funcionario de la metrópoli, Francisco Calderón apoyó el movimiento patriótico de 1809. Por esta posición fue hecho prisionero y enviado a Guayaquil, Cuenca y Machala. Cuando se estableció la Junta Superior de Gobierno, en 1810, fue liberado y se incorporó al Ejército Independentista de Quito, con el grado de coronel. Participó activamente, como parte de los radicales, en la campaña de 1811-1812. Fue fusilado, en Ibarra, al ser éstos derrotados en el Combate de El Panecillo.

Francisco fue un ejemplo a seguir de su hijo Abdón, debido a su recta trayectoria y la acción realizada el día en que iba a ser ejecutado, que pidió, como última voluntad, que le quitaran la venda de sus ojos y le entregaran el escapulario al futuro Héroe de Pichincha.

Los golpes en la vida de Abdón Calderón

Tras la muerte del padre, con sólo ocho años de edad, Abdón tuvo que enfrentar las penurias de la pobreza. Al ser incautados los bienes de su padre, su madre quedó en la miseria y murió un año más tarde, en Guayaquil.

¿Sabías qué...?
En las revistas militares, al mencionarse el nombre de Abdón Calderón, la tropa contestaba: “Murió gloriosamente en el Pichincha, pero vive en nuestros corazones”.

Los estudios

Los años de niñez en Guayaquil transcurrieron tranquilos para Abdón, que estudió con muy buenos resultados con profesores de la talla de Vicente Rocafuerte, quien fuera su pariente al casarse, en 1842, con su hermana, dos años menor, Baltazara Calderón.

De los estudios a la guerra

El nueve de octubre de 1820, cuando estalla la insurrección por la independencia en Guayaquil, Abdón sólo tiene 16 años de edad. José Joaquín Olmedo, el ilustre escritor y político, creó un ejército al que llamó División Protectora de Quito, que tenía como fin luchar por la independencia de las vecinas audiencias. El joven, de inmediato se alista en la tropa. Allí alcanzó el grado de subteniente del Batallón de Voluntarios de la Patria. El patriota Ignacio Salazar fue su jefe inmediato.

Con la victoria de Camino Real, un mes después del triunfo de la revuelta en Guayaquil, donde se destacó el joven patriota por su valor, fue ascendido a teniente. El coronel Luis Urdaneta lo elogió grandemente. Entre 1820 y 1822 participó en los combates siguientes: la primera derrota de Huachi, la de Tanizagua, la victoria de Cone, la segunda derrota de Huachi, el avance de Guayaquil a Cuenca y de Cuenca a Quito. Es por ello que cuando participó en la Batalla del Pichincha, Abdón Calderón, a pesar de su juventud, ya era todo un veterano conocedor de la guerra.

Una victoria y dos temores

Con el triunfo de Pichincha Ecuador se liberó del dominio español, pero Bolívar temía al realismo, que continuaba en el poder del Alto y Bajo Perú y tratarían de reconquistar los derechos perdidos en la Gran Colombia.

Cronología de los combates

Camino Real

Huachi 1

Tanizagua

Babahoyo

Yaguachi

Huachi 2

Guayaquil – Cuenca

Pichincha

Cuenca, una ciudad con mucha historia.

El fin de una vida y el comienzo de la inmortalidad: la Batalla de Pichincha

El 24 de mayo de 1822 se produjo la histórica Batalla de Pichincha. La participación de Abdón Calderón en este hecho ha sido objeto de orgullo para los cuencanos y ecuatorianos en general. Este joven de 18 años de edad recibió cuatro heridas de bala ese día. Pero a pesar de las heridas decidió permanecer en la primera línea de combate, arengando a la tropa de su batallón y portando la bandera azul de Guayaquil.

La revancha de Abdón por la muerte de su padre

Abdón Calderón heredó de su padre el sacrificio, la valentía, el desprendimiento y el patriotismo y a su muerte juró vengar la afrenta infame ocasionada por los realistas en San Antonio de Ibarra.

A la primera herida la recibió en el brazo derecho, tomó la espada con la mano izquierda y continuó combatiendo; recibió otro balazo en el brazo izquierdo que le interesa un tendón y le rompe el antebrazo, por lo que tiene que soltar la espada que fue colocada en su vaina por un sargento; continuó al mando de la Compañía cuando recibió un tercer balazo, esta vez en el muslo izquierdo, que le fracturó el hueso. En ese estado, arremetió contra el enemigo, recibiendo un cuarto balazo en el muslo derecho que le astilló el hueso. Cayó desfallecido al suelo, inmóvil. Sus compañeros lo trasladaron al campamento, donde lo tendieron en el suelo. Un soldado le calmó la sed y lo asistió. Al día siguiente lo trasladaron a Quito y lo asistieron en el Hospital San Juan de Dios, donde falleció finalmente.

En el Hospital San Juan de Dios de Quito murió Abdón Calderón.

Algunos historiadores han afirmado que murió en el combate, pero lo cierto es que fue trasladado herido a Quito, donde murió catorce días después, el 7 de junio de 1822. Según los médicos, la causa de la muerte de Calderón fue, además de las complicaciones de lacepticemia en sus heridas, la deshidratación por disentería, al ingerir comida dañada y no querer retirarse del combate para recuperarse.

Honores post mortem

Antes de morir, en su Informe de los Resultados de la Batalla, del 28 de mayo, el mariscal Antonio José de Sucre escribió: “…hago una particular memoria de la conducta del teniente Calderón, que habiendo recibido sucesivamente cuatro heridas, no quiso retirarse del combate. Probablemente morirá, pero el Gobierno de la República sabrá compensar a la familia los servicios de este oficial heroico”.

Cuando Simón Bolívar llegó a Quito, unos días después de la victoria, y conoció los hechos ocurridos, ascendió póstumamente a Abdón Calderón al grado de Capitán.

 

 

Civiles vs militares

Bolívar presidió Ecuador desde el 11 de julio de 1822.

El gobierno de Juan José Flores se desarrolló bajo métodos militaristas y dictatoriales y, aunque mantuvo la unidad del territorio y alcanzó algunos logros políticos y sociales, no logró el apoyo popular. En marzo de 1846 se produjo la Revolución Marcista que derrocó a Flores e inició a una etapa de gobiernos constitucionales, conocidos como civilistas.

Los orígenes de una etapa

Aciertos y desaciertos caracterizaron la etapa florista de la historia ecuatoriana, pero los errores no fueron evidentes hasta que no se comparó con la etapa en que gobernó el país Vicente Rocafuerte. Su elección se produjo en el mes de agosto por el período de un cuatrienio, considerado el más fecundo en la historia republicana ecuatoriana. Rocafuerte representó los intereses de los ricos hacendados y comerciantes, fundamentalmente costeños, pero su programa alcanzó otras regiones del país.

Vicente Rocafuerte fue el segundo presidente del Ecuador y quien abrió el camino para el surgimiento de los gobiernos civilistas.

En cuanto al sector productivo, fueron establecidas medidas de libre circulación de los productos de la agricultura y la pequeña industria, como responsabilidad del poder ejecutivo. En el campo de la educación se creó la Dirección General de Estudios y se fundaron varias instituciones educativas, como fue el caso del primer colegio para mujeres. Se organizaron programas universitarios y las cátedras dentro de éstas.

Rocafuerte logró cambios profundos en las estructuras públicas, porque no sólo fue un militar exitoso, sino un intelectual formado en las ideas más liberales y revolucionarias de Europa. Además, se relacionó con los más importantes hombres de ciencia de la época. Este contraste entre un militar y un intelectual produjo una concientización en las fuerzas sociales del país.

José Joaquín de Olmedo: actor de la revolución

Todos los procesos sociales necesitan de ideólogos que los proyecten y los impulsen. Vicente Ramón Roca, Gabriel García Moreno, Pedro Moncayo, Vicente Rocafuerte, José María Urbina, José Joaquín de Olmedo y otras figuras de reconocida postura cívica lideraron el derrocamiento de Flores. Entre los mencionados se destacó la figura del poeta Olmedo, que escribió los más potentes versos para exaltar la imagen de El Libertador, mientras participó activamente en la política ecuatoriana, siendo uno de los miembros del triunvirato que inició la etapa posterior al florismo.

Palacio presidencial de Quito, Ecuador.

La Carta de la Esclavitud

Juan José Flores convoca a una Asamblea Constituyente con la esperanza de mantener el régimen dictatorial y perpetuarse en el poder. Como resultado del cónclave se aprueba una Constitución a la que los opositores llamaron la Carta de la Esclavitud. Esta fue la gota que derramó la copa y que desató una lucha por expulsar del poder a Flores.

¿Sabías qué...?
Con la Abolición de la Esclavitud no se eliminó el racismo, la pobreza y la discriminación de los negros en Ecuador.

Los cabecillas organizaron las acciones y planearon el levantamiento general, pero el pueblo enardecido no esperó y hubo que adelantar los acontecimientos, por lo que se iniciaron enfrentamientos el 5 de marzo en toda la ciudad de Guayaquil, repercutiendo en otros lugares del país, especialmente en Quito.

Desde la Antigüedad los generales han ansiado el poder.

Se tomaron las calles

El día seis el pueblo se lanzó a las calles. El apoyo a los principales dirigentes del movimiento fue masivo. Al día siguiente era imposible contener la avalancha de gente. Ante los hechos, el gobernador Espantoso renunció frente a la Junta Popular formada, que exigió la renuncia del presidente Flores.

El triunvirato

La victoria popular concluyó en la formación de un gobierno provisorio compuesto por tres representantes, Olmedo, por Quito; Roca, por Guayaquil y Noboa, por Cuenca. Flores reaccionó, lógicamente defendiendo los intereses, privilegios y propiedades, tanto suyos como de sus colaboradores. Pero fracasó ante la fuerza y la cantidad de simpatizantes que ganó la Revolución en todo el territorio ecuatoriano.

En La Elvira, hacienda perteneciente a la provincia Los Ríos, se refugiaron Flores y sus seguidores. Allí se libraron fuertes enfrentamientos. Los días 17 y 18 de junio se firmó el Convenio de la Virginia, donde Juan José Flores reconoció la victoria de los marcistas y entregó el gobierno de la República.

Bandera del 6 de marzo de 1845

Al triunfar la Revolución del 6 de marzo de 1845, se adoptó una nueva bandera que formaba tres cuarteles paralelos al asta, blancos los de ambos extremos y azul el del centro. Aparecen tres estrellas que representan los departamentos de la época: Quito, Guayaquil y Cuenca.

Bandera de la Revolución Marcista.

Gobiernos constitucionales

A partir de 1845 aparecieron gobiernos electos y ajustados a la Constitución, que ejercieron el poder ejecutivo como civiles y no desde posturas militaristas. Primero apareció un Gobierno Provisorio, que en menos de nueve meses preparó el camino para los siguientes gobiernos electos.

Gobiernos civilistas

Períodos

Gobierno Provisorio

-José Joaquín de Olmedo

-Vicente Ramón Roca

-Diego Noboa y Artela

6 de marzo de 1845 8 de diciembre de 1845
-Vicente Ramón Roca

Presidente Constitucional

8 de diciembre de 1845 15 de octubre 1849
-Manuel de Ascásubi Encargado del Poder 15 de octubre de 1849 7 de diciembre de 1850
-Diego Noboa

Presidente Constitucional Interino

8 de diciembre de 1850 13 de septiembre de 1851
-José María Urbina

Jefe Supremo

Presidente

13 de septiembre de 1851 15 de octubre de 1856
-Francisco Robles

Presidente Constitucional

16 de octubre de 1856 31 de agosto de 1859

Principales características de cada gobierno

Vicente Ramón Roca Rodríguez

-Apoyó la educación, la cultura y la libertad de prensa, tanto hablada como escrita.

-Se repararon carreteras y puentes en las provincias de Pichincha y Cotopaxi.

-Mejoró el alumbrado y el malecón de Guayaquil.

-Se construyó la Iglesia Matriz de Latacunga.

Manuel de Ascásubi y Matheu

-Restableció el crédito público y las finanzas, suspendidos por los gobiernos militaristas.

-Fundó las escuelas dominicanas populares.

-Introdujo el método lancasteriano en la educación.

-Mejoró los hospitales.

-Fundó una Escuela de Obstetricia en la ciudad de Cuenca.

-Restableció la Escuela Náutica en Guayaquil.

-Construyó un puente sobre el rio Jubones que facilitó el comercio en la zona.

-Mejoró el método y la claridad en la Contabilidad Fiscal.

-Impulsó las artes y los trabajos manuales.

Diego Noboa y Arteta

-Funda el 26 de marzo de 1851 la Provincia de Cotopaxi.

-Se preocupó, en su corto mandato, por mejorar la vialidad.

José María Urbina Viteri

-Aprobó la manumisión de los esclavos, el 27 de septiembre de 1852.

-Expulsó a los jesuitas del territorio ecuatoriano en 1852.

-Definió y orientó la economía ecuatoriana.

-Creó el Ejército Nacional conformado por negros.

¿Sabías qué...?
Uno de los primeros decretos del presidente Urbina, en 1851, fue el de abolir totalmente la esclavitud.

Francisco Robles García

-Construyó varia obras marítimas y carreteras.

-En 1857 fundó el Instituto Científico de Latacunga, el Colegio la Unión; el Instituto de Señoritas, en Loja; en 1858 los Colegios Bolívar, de Ambato y Benigno Malo, de Cuenca.

-Multiplicó las escuelas primarias.

-Dispuso la protección legal gratuita de los indígenas, por parte abogados de pobres y agentes fiscales.

-Permitió el establecimiento de las hermanas de la Caridad.

-Aprobó el Código Civil, en 1861.

– Dispuso la reparación de los daños causados por el terremoto que asoló Quito en marzo de 1859, medida que lo hizo muy popular.

El fin de la etapa civilista

Las contradicciones siempre presentes en la historia ecuatoriana se profundizan en el año 1856, cuando Urbina sucede a Robles en la presidencia. Las negociaciones desastrosas con extranjeros en las que se arrienda Galápagos, las reclamaciones de territorios orientales de Ecuador por parte del Perú, y el bloqueo que hace esta nación al importante puerto de Guayaquil son acciones que llevaron a un descontento popular que terminó con revueltas seccionales en 1859.

Los civilistas

La Revolución Civilista del 6 de marzo de 1845 recuperó la libertad ciudadana de los ecuatorianos.

Quito, Cuenca, Guayaquil y Loja forman gobiernos autónomos, dividiendo una vez más la nación, como resultado de la práctica de intereses sectarios de las oligarquías regionales. La crisis se mantuvo por más de un año.

En ese contexto aparece, como figura política, Gabriel García Moreno, quien se propone llegar al gobierno para aplicar una política anticlerical y liberal que permita la unidad nacional y el desarrollo agrícola de Ecuador. Con el apoyo de Juan José Flores, García Moreno toma la Sierra y Guayaquil, logrando reunificar nuevamente al país.

Los marcistas

La rebelión nacionalista llevada a cabo contra Juan José Flores ocurrió en el mes de marzo, por eso sus partidarios fueron conocidos como “marcistas”.

Así, con la llegada de García Moreno al poder, se concluye la etapa de los gobiernos civilistas.

Bandera actual de Ecuador.

 

Corriente libertadora del norte

La invasión de España por Napoleón en 1808 fue el acontecimiento que finalmente desencadenó la lucha por la independencia de América Latina de España y ya para 1810, Simón Bolívar lideró una campaña bélico-militar que inició en lo que se conocía como Nueva Granada y finalizó con la independencia de Perú y Bolivia.

En esta corriente se libraron las famosas batallas de Boyacá en Colombia, la Batalla de Carabobo en Venezuela y la Batalla de Pichincha en Ecuador, que luego desembocó en la Independencia de Perú y finalizó el yugo de la Corona española.

¿Sabías qué...?
El ataque que realizó Bolívar en contra de la Nueva Granada es considerado uno de los más osados en la historia militar.
Corriente liderada por Simón Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios, el “Libertador”.

Batalla de Boyacá

El escenario para una de las mayores batallas jamás combatidas en nombre de la independencia en Colombia fue el puente de Boyacá, que se encuentra ubicado a 14 kilómetros de Tunja y a 110 kilómetros de Bogotá.

Ocurrió el 7 de agosto de 1819 y no sólo puso fin a las violentas disputas por el poder en territorio colombiano, sino que también consolidó el camino de independencia que el país había fijado el 20 de julio de 1810.

Todo comenzó con una serie de batallas encabezadas por la Campaña de Independencia dirigida por Simón Bolívar, que resistió a la Reconquista española en 1819. Después de superar una serie de obstáculos, el Ejército Patriota fue victorioso en Gámeza (11 de julio) y en Pantano de Vargas (25 de julio), eventos clave para los resultados de la Batalla de Boyacá.

Bajo el mando de Simón Bolívar, Francisco de Paula Santander y el comando de José Antonio Anzoátegui, tropas patriotas, formadas por 2.850 criollos, mulatos, indígenas, combatientes y combatientes negros, asaltaron al Ejército Real que contaba con 2.670 hombres encabezados por el coronel José María Barreiro.

Después de un combate de seis horas, las tropas de la independencia ganaron y obtuvieron la sumisión de los españoles, que fueron tomados como prisioneros.

Esta batalla fue decisiva para la liberación de Nueva Granada, actualmente Colombia.

Batalla de Carabobo

La batalla de Carabobo se libró el 24 de junio de 1821 durante la Guerra de Independencia venezolana.

En Carabobo, Bolívar lideró su ejército numéricamente superior de unos 6.500 efectivos, incluidos voluntarios de las Islas Británicas, hasta la victoria sobre los españoles comandados por el general Miguel de La Torre. El general José Antonio Páez, sus llaneros y los voluntarios británicos e irlandeses derrotaron a la derecha española mientras la caballería patriótica aplastó su centro.

La victoria decisiva de los patriotas venezolanos finalmente llevó al reconocimiento de la independencia de este país de España.

Esta batalla independizó a Venezuela del control español.

Batalla de Pichincha

El 24 de mayo de 1822, las fuerzas rebeldes sudamericanas bajo el mando del general Antonio José de Sucre y las fuerzas españolas encabezadas por Melchor Aymerich se enfrentaron en las laderas del volcán Pichincha, a la vista de la ciudad de Quito, Ecuador.

Manuela Sáenz

La batalla de Pichincha también marcó la apariencia militar de esta mujer, una nativa que se unió a las fuerzas de Sucre para luchar en esta batalla, donde le concedieron el grado de teniente y luego pasó a ser una comandante importante de la caballería en batallas posteriores. Ella es más conocida hoy por lo que sucedió después de la guerra, conoció a Simón Bolívar y los dos se enamoraron.

Esta histórica batalla fue una de las muchas que más tarde se les dio el nombre de “las guerras de la independencia de América del Sur” y, al igual que con muchos otros países sudamericanos, fue el ejército patriota el que salió victorioso.

La batalla fue una gran victoria para los rebeldes que destruyeron de una vez por todas el poder español. El pueblo de Quito pudo reclamar la independencia y establecer su propio gobierno, que posteriormente llegó a abarcar todas las jurisdicciones administrativas que se habían agrupado.

Sucre ya era considerado un comandante muy capaz, pero la Batalla de Pichincha solidificó su reputación como uno de los principales oficiales militares rebeldes.

Batallas de Junín y Ayacucho

Simón Bolívar y Antonio José de Sucre marcharon hacia los Andes peruanos para combatir las dos batallas más importantes de la independencia peruana.

Perú fue el último bastión de los españoles en el Nuevo Mundo.

La batalla de Junín – 6 de agosto de 1824

En 1824, Bolívar marchó a las tierras altas peruanas con un ejército de 9.000 soldados y logró atrapar por sorpresa a la fuerza enemiga más pequeña de sólo 6.000 hombres al mando del general José de Canterac, cerca del lago Junín.

La batalla se libró principalmente con espadas y lanzas manejadas por la caballería argentina e inglesa que perseguía al ejército de Canterac mientras intentaba retirarse de las fuerzas revolucionarias que le superaban en número. Con 500 soldados perdidos, la derrota fue relativamente pequeña en términos materiales.

Sin embargo, la contienda había desmoralizado dramáticamente a las fuerzas leales españolas y hasta 3.000 de sus soldados se perdieron por deserción, enfermedad o traición durante su retirada de regreso a Cusco.

La batalla de Ayacucho – 9 de diciembre de 1824

Después de la victoria en Junín, Simón Bolívar colocó el mando del ejército en manos de su general de confianza, Antonio José de Sucre. Sucre ya había ganado una serie de importantes batallas por las fuerzas revolucionarias durante las campañas del norte en Gran Colombia.

Sucre contraatacó a una fuerza lealista española mayor que le superó en número, equipada con diez veces su artillería. Él era un gran estratega militar y comprendió cómo podía usar el terreno para ganar a pesar de la aparente desventaja.

El ejército revolucionario de Sucre derrotó completamente a las fuerzas leales y más adelante, el virrey español José de la Serna y sus generales fueron hechos prisioneros. Los términos oficiales de rendición fueron traídos y exigieron que todas las fuerzas españolas fueran expulsadas del Perú.

La batalla de Ayacucho sería posteriormente conocida como la victoria final decisiva, no sólo para la independencia de Perú, sino para la independencia de todas las antiguas colonias españolas en América del Sur.

El ataque brillante de Sucre estuvo liderado por el colombiano José María Córdoba y en poco tiempo el ejército realista había sido derrotado con unos 2.000 hombres muertos.