El sistema feudal es la organización social, política y económica basada en los feudos que se extendió por Europa tras la caída del Imperio romano de occidente y que predominó en los siglos IX-XV.
En los primeros siglos de la Edad Media, Constantinopla era el centro de la economía mediterránea. En el siglo VIII, el núcleo del Mediterráneo oriental se trasladó a las ciudades musulmanas de Damasco, primero, y Bagdad, después, mientras que la economía occidental se orientaba hacia un reforzamiento de los contactos con los germanos del norte. Dado que escaseaba el dinero y la agricultura era pobre, la ganadería constituía la principal fuente de riqueza.
La base de la nueva estructura económica fue el latifundio, laico o eclesiástico. Los pequeños propietarios cedían sus tierras a cambio de protección, lo cual solía comportar la pérdida de su libertad. Así aparecieron los siervos, que constituían la gran masa de la población campesina y estaban sujetos a las cargas y las reglas que les imponía el señor. De éstas, las dos más características eran la capitación, impuesto personal, y el formariage, prohibición de contraer matrimonio sin el permiso señorial. Más tarde, se les consideró también adscritos al predio en que trabajaban. Esta categoría servil estaba compuesta por los pequeños propietarios libres, los antiguos colonos y los esclavos.
Los villanos pagaban al señor un censo o renta fija por la tierra que cultivaban bajo contrato. En teoría eran libres, aunque estaban sujetos a muchas de las prestaciones de trabajo, monetarias o en especie de los anteriores. La nobleza constituía la cima de la pirámide jerárquica de la sociedad. Por encima de ella sólo se hallaba, aunque a menudo sólo fuera nominalmente, el rey.
Evolución del feudalismo
A lo largo del siglo IX, el sistema de relaciones feudales empezó a evolucionar y a extenderse a todas las capas sociales. La debilidad progresiva del poder central facilitó la adquisición de prerrogativas por parte de los señores y vasallos y los beneficios tendieron a convertirse en bienes hereditarios. Los condes dividieron el honor o alodio, en tenencias, repartiéndolas entre sus vasallos. Y éstos, convertidos a su vez en señores, pudieron procurarse sus propios vasallos concediéndoles en feudo una parte de sus tenencias.
Señores y vasallos
Desde los tiempos merovingios, los pequeños propietarios (hombres libres) buscaron la protección de un señor feudal poderoso. De este modo, y gracias al juramento de fidelidad en el que le ofrecían sus servicios, se convertían en sus vasallos, a cambio de lo cual el señor los ponía bajo su protección y les otorgaba un feudo o beneficio (homenaje). Los vasallos reales, hombres libres, debían servir ante todo como caballeros en las huestes del señor, aunque además solían prestar servicios administrativos y judiciales. Era costumbre que algunos vasallos prestaran servicios domésticos y el incumplimiento de este uso podía acarrearles la reducción a la esclavitud. El señor quedaba obligado a proteger y mantener a sus vasallos, hacerles justicia y garantizar la integridad de los bienes que les cedía en feudo.
Hundimiento del sistema feudal
La multiplicación de relaciones entre señores feudales y vasallos modificó sus respectivas obligaciones y a la larga originó el hundimiento del sistema feudal. El deseo de poseer más beneficios llevó a algunos a hacerse vasallos de varios señores y a subinfeudar luego las tierras conseguidas. El establecimiento de vasallos en los lugares donde se requería mayor vigilancia fue una de las consecuencias más importantes del feudalismo, contribuyó a la expansión del sistema y significó la aparición de variantes o peculiaridades locales. A partir del siglo XI, el sistema feudal empezó a desintegrarse.
La Tierra es el único planeta cuyo nombre en inglés no se deriva de la mitología griega o romana. El nombre deriva del inglés antiguo y germánico, hay, por supuesto, cientos de otros nombres para el planeta en otros idiomas.
La Tierra, como los demás planetas, recorre desde hace millones de años su órbita alrededor del Sol, y lo seguirá haciendo durante otros miles de millones de años sin cambios notables. Es el Sol, con un volumen 1.000 veces mayor que todos los planetas juntos, quien la retiene y regula, además, el sistema solar. Si existiese otra estrella cercana, es decir, si el Sol perteneciese a un sistema binario, o si los planetas tuviesen masas mucho mayores, las órbitas de sus componentes sufrirían variaciones continuas. En ningún planeta habría posibilidad de vida porque pasaría demasiado cerca o demasiado lejos de su estrella y, por tanto, no existiría una sucesión regular de las estaciones.
¿Sabías qué...?
La Luna es el cuerpo celeste más fácil de ubicar en el cielo y es el único sitio, más allá de la Tierra el cual el hombre ha sido capaz de pisar.
La Luna está dotada también de un movimiento de rotación y otro de traslación alrededor de la Tierra (que se cumplen en tiempos iguales); por consiguiente, las posiciones relativas de la Tierra y la Luna respecto al Sol varían periódicamente. Ello explica que la Luna presente a la Tierra siempre la misma cara y las fases lunares.
No es del todo exacto afirmar que la Luna gira alrededor de la Tierra. Ambas giran alrededor del punto de equilibrio del sistema Tierra-Luna, o sea el centro de gravedad o centro de masa. Y como la Tierra es 81 veces mayor que la Luna, este centro está situado a 1.600 km por debajo de la superficie terrestre, del lado más próximo a la Luna. De esto se deduce que no es la Tierra la que sigue una verdadera órbita elíptica alrededor del Sol, sino que es el centro de gravedad del sistema el que lo hace, mientras que la Tierra oscila ligeramente de un lado a otro.
¿Por qué la Tierra no se cae?
La fuerza de la gravedad es la responsable de que los gases que componen la atmósfera no escapen al espacio y de que la Tierra permanezca estable en su órbita, relacionándose con el resto de cuerpos del universo y manteniendo unidas a los miles de millones de estrellas que pueblan la galaxia. La fuerza de la gravedad del Sol es casi 28 veces el valor de la gravedad terrestre y es la que mantiene en sus órbitas a todos los planetas y demás cuerpos que integran el sistema solar.
Color y luminosidad
Una característica de los planetas es reflejar una parte de la luz solar incidente (el porcentaje de luz reflejada se llama albedo y es un dato físico importante para todos los cuerpos del sistema solar, pues facilita el conocimiento de características como la dimensión y el material que recubre su superficie). La Tierra tiene un albedo de 0,40, o sea que refleja al espacio un 40 % de la luz solar que recibe; ello se debe a que los océanos, los casquetes polares y la capa de nubes actúan como espejos.
Heng Zhang
El astrónomo y geofísico chino Heng Zhang (78-139 d.C.), reconocido como el inventor del primer sismógrafo, fue asimismo el astrónomo oficial de la corte china. Descubrió y registró que la luz emitida por la Luna era, en realidad, luz procedente del Sol reflejada por la superficie de ésta.
El albedo terrestre está sujeto a variaciones estacionales porque la Tierra difunde más luz entre marzo y junio, y entre octubre y noviembre que entre julio y septiembre. El color de la Tierra también varía, es más azulado en los períodos que refleja más luz. En cuanto a las relaciones entre la Tierra y la Luna, la primera se ve desde la Luna 100 veces más luminosa que la Luna llena vista desde la Tierra.
Dimensiones
La distancia media entre la Tierra y la Luna es de 384.403 km. Esta distancia puede alcanzar 406.697 km en el apogeo, cuando la velocidad orbital de la Luna es de 3.474 km/h, o bien reducirse a 356.410 km en el perigeo, cuando la velocidad orbital es de 3.959 km/h. Mientras que la Tierra tiene como diámetro ecuatorial 12.756 km y como diámetro polar 12.713 km, con un achatamiento polar de 1/298, la Luna tiene un diámetro de 3.476 km y forma casi esférica. La Tierra tiene una masa de 5,98 x 1024 Kg y una densidad media de 5,52 veces la del agua, frente a 3,36 veces la densidad de la Luna, que posee también una masa mucho más baja: 1/81 de la terrestre. De la masa y las dimensiones se deduce la fuerza de gravedad en la superficie de ambos cuerpos, y también puede calcularse el peso de un objeto sobre la Luna, que es, un 1/6 de su peso sobre la Tierra.
Eclipses de Sol y de Luna
Durante su trayectoria alrededor del Sol, la Luna se encuentra periódicamente situada entre el Sol y la Tierra.
El interés científico del eclipse de Sol depende de que la Luna oculte al Sol por completo (eclipse total); en el brevísimo período que puede durar el eclipse total, desde pocos segundos hasta un máximo de 7,30 minutos, se puede ver la parte más externa del Sol, la cromosfera, con las protuberancias, y la tenue corona con sus penachos. Debido a que la sombra de la Luna llega con dificultad a alcanzar la Tierra, la zona de sombra sobre la superficie terrestre no es superior a 275 km. Alrededor de esta zona el eclipse es parcial, o sea que se ve el disco del Sol parcialmente, no pudiéndose observar la corona ni la cromosfera.
Existe eclipse anular cuando el disco lunar no es lo suficientemente grande como para ocultar por completo al Sol. Esto se debe a que las distancias de la Luna a la Tierra y de la Tierra al Sol no son constantes, dado que las órbitas lunar y terrestre no son exactamente circulares. El disco negro de la Luna aparece entonces rodeado de un sutil anillo brillante, cuya luminosidad es suficiente para impedir la visión de la cromosfera y de la corona.
Los eclipses totales de Sol (y de Luna) se reproducen en el mismo orden después de un período de 18 años y 11 días, denominado saros (igual a 223 lunaciones), pero no en los mismos lugares. Por ejemplo: el 20 de julio de 1963 se observó un eclipse total en Canadá, y el 31 de julio de 1981 otro en Siberia (Rusia). El 11 de agosto de 1999 pudo verse un eclipse total de sol desde Gran Bretaña hasta la India. El 29 de marzo de 2006 tuvo lugar un eclipse solar total que comenzó a manifestarse al noreste del Brasil y acabó en la frontera noreste de Mongolia.
Eclipse lunar
Los eclipses de Luna se producen cuando ésta penetra en el cono de sombra de la Tierra, lo que sucede sólo durante la Luna llena. Contrariamente a los eclipses de Sol, los de Luna son visibles en todos los lugares de la Tierra donde pueda observarse la Luna por encima del horizonte. El cono de sombra está rodeado de un cono de penumbra, que intercepta una parte de la luz solar. Los eclipses de Luna pueden ser también totales o parciales. El eclipse es total si la Luna penetra completamente en el cono de sombra, y parcial si penetra sólo en parte; por último, el eclipse de penumbra se produce cuando la Luna penetra sólo en el cono de penumbra. En un año se observan de dos a cinco eclipses de Luna.
La Tierra y la Luna: su formación
El análisis radiactivo de las rocas superficiales de la Tierra indica una edad de por lo menos 3.500 millones de años. La corteza terrestre se solidificó lentamente, debido a la gran cantidad de potasio radiactivo que generaba calor en el interior. El Sol, cuya edad se estima en 5.000 millones de años, había nacido ya, aun cuando era invisible por estar oculto en el interior de la primitiva nebulosa de materia estelar, particularmente densa sobre el plano de la eclíptica. En efecto, la nube bloqueaba todas las radiaciones solares a escasa distancia del Sol. A causa de la temperatura excesivamente baja (quizá -260 °C), los gases de agua, el amoníaco, el nitrógeno, el dióxido de carbono, el monóxido de carbono y el metano formaron, junto con el polvo, la nieve y el hielo, unos cuerpos que serían los planetas. Debió de ser una tempestad permanente, en cuyo seno se formaron masas cada vez más grandes, que se rompían y agregaban de nuevo.
La Tierra pudo nacer así, o sea, por acumulaciones sucesivas y, a medida que aumentaba de masa, atraía a otros cuerpos menores. El calor generado, además de disolver los hielos y producir vapor, eliminó las sustancias más ligeras y volátiles, dejando sólo las más pétreas y metálicas.
En realidad, sobre el origen de la Luna hay muchas dudas. Según H. C. Urey, se formó también en frío, por acumulación de pequeños cuerpos. Fred Whipple sostiene que esto quizá sucedió cuando la Tierra empezó a perder el anillo que la rodeaba (similar al que todavía hoy circunda a Saturno). El núcleo de la Luna comenzó a calentarse poco a poco a causa de la presencia de elementos radiactivos; sin embargo, es probable que no se calentase lo suficiente como para producir un núcleo de hierro, como ocurrió en el caso de la Tierra.
Pequeños cuerpos siguieron cayendo sobre la Luna durante centenares de miles de años, y provocaron cráteres. Mientras, el calor interior aumentaba y fundía las capas más próximas a la superficie. En este período crítico, las grandes depresiones lunares que ahora se denominan mares, los valles y las grietas se inundaron de lava. Ese período fue breve, así como fueron también rápidos la expansión y el enfriamiento sucesivos, que produjeron tensiones, hundimientos, relieves y formaciones de diverso tipo. La acción de los volcanes es evidente en diversas regiones de la Luna, pero muchos cráteres, y especialmente los mayores, fueron producidos por impactos de meteoritos, como sucedió también en la Tierra; sin embargo, en el caso de esta última las fuerzas geológicas han rellenado, erosionado y destruido los cráteres, excepto algunos de los más recientes. Los picos centrales de muchos cráteres lunares, más bajos que los bordes de los cráteres mismos, se formaron en el período durante el cual la Luna estaba parcialmente fundida; el meteoro que originó el cráter rompió el centro de la superficie, de la cual brotó la lava que creó estas montañas. También los mares fueron producidos, siempre en el mismo período, por el impacto de grandes meteoros que, al romper la costra, provocaron intensas expulsiones e inundaciones de lava.
Sabemos que la Tierra es esférica y algo achatada en los polos pero ¿siempre estuvimos seguros de eso? Pues sorprende descubrir que no, y en la historia encontramos algunas teorías sobre cómo era.
Antes de Galileo Galilei
Para los seres humanos en la Antigüedad mirar el cielo era la manera de conocer el mundo que los rodeaba. Como no existían telescopios, sus descubrimientos se basaban únicamente en observaciones a simple vista.
La Tierra es un disco
Una de las primeras teorías veía que la Tierra era un disco plano de gran tamaño. Entonces apareció la pregunta más importante: si es plana ¿en qué se apoyaba? El filósofo y matemático Tales de Mileto respondió a esta pregunta al proponer que era un disco flotante.
La idea de Tales de Mileto no convenció a los filósofos griegos Leucipo y Demócrito, quienes afirmaron que la Tierra tenía forma cilíndrica y en la base superior del cilindro se ubicaban los hombres.
Curiosidad hindú
Según la cultura hindú, la Tierra era una semiesfera que se sostenía por cuatro elefantes que estaban apoyados en el caparazón de una inmensa tortuga.
UN GRAN PROBLEMA
Todas estas teorías presentaron un gran problema, si la Tierra era un disco plano o una semiesfera cargada por cuatro elefantes, ¿cómo se explicaba el movimiento del Sol y la Luna en el cielo? Sólo pudieron responder que estos dos se apagaban y se escondían.
Resulta muy curioso que en la Antigüedad el filósofo Pitágoras propuso que la Tierra era esférica y que giraba alrededor del Sol. Esto resultó un gran escándalo, pues los griegos pensaban que la Tierra era el centro del universo y el Sol giraba alrededor de ella.
Aristóteles
De todas las teorías de la Antigüedad, sobrevivió a la crítica la teoría propuesta por el griego Aristóteles. Él veía a la Tierra en el centro del universo rodeada de muchas capas esféricas (como las capas de una cebolla). En una capa se ubicaba al cielo de la Luna, luego al cielo del Sol, en otra capa al cielo de Mercurio, así sucesivamente con los astros conocidos hasta llegar a la última esfera que daba una vuelta a la Tierra en 24 horas y ayudaba a mantener el movimiento de las otras capas.
UNA NAVEGACIÓN
Magallanes y Juan Elcano
Hemos observado que algunos de los pensadores de la Antigüedad, especialmente en Grecia, descubrieron que la Tierra era redonda. Sin embargo, esto fue demostrado por Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano.
Ambos lideraron un viaje para encontrar un camino a las Islas Molucas navegando hacia poniente. La expedición cumplió su objetivo ya que encontraron un paso por el sur de América y una ruta por el océano Pacífico. No sólo se convirtió en la primera expedición en dar la vuelta al mundo, sino que ayudó a demostrar la forma esférica de la Tierra.
En la actualidad, los cálculos avanzados y la alta tecnología han corroborado la forma de nuestro planeta y del universo.
Se denominan polos a los dos puntos de la superficie de un planeta que coinciden con el eje de rotación. En el planeta Tierra se encuentran el Polo Norte y el Polo Sur.
Polos geográficos terrestres
La Tierra está atravesada por el eje terrestre que marca el movimiento de rotación sobre sí misma, el punto situado sobre el eje a 90 ° al norte de la línea ecuatorial se denomina Polo Norte o ártico, mientras que el punto ubicado sobre el eje a 90 ° al sur del ecuador se le denomina Polo Sur o antártico.
Polo Norte
Se encuentra ubicado en el océano Ártico y es reconocible por la presencia de los casquetes de hielo. Sobre la superficie de este punto se encuentra de manera directa la estrella polar. Como hecho curioso, los primeros seres humanos en alcanzarlo fueron Umberto Nobile, Roald Amundsen y Lincoln Ellworth el 11 de mayo de 1926.
En comparación con el Polo Sur, las temperaturas del Polo Ártico son más cálidas. En la estación de invierno la temperatura puede oscilar entre -43 °C y -26 °C, y durante el verano la temperatura media es 0 °C.
Polo Sur
Situado sobre la Antártica, puede ser descrito como una inmensa meseta helada ubicada a 2.835 metros sobre el nivel del mar. Se calcula que el grosor de la capa de hielo en el Polo Sur es de 2.700 metros.
El Polo Sur fue descubierto por Roald Amudsen el 14 de diciembre de 1911. Como curiosidad, anualmente el marcador que señala el Polo Sur debe ser reubicado, esto se debe a que es un inmenso glaciar que se desplaza a una grandiosa velocidad de 10 metros por año.
Una importante diferencia
Es de gran importancia conocer la diferencia entre los polos geográficos y los polos magnéticos. Los polos geográficos son los puntos marcados por el eje de la Tierra. Los polos magnéticos son aquellos que podemos ubicar con la ayuda de una brújula. Los polos magnéticos cambian de ubicación de manera constante, esto se debe a que el centro de la Tierra no es sólido.
A partir de los polos
Los polos son el punto de inicio para trazar la red geográfica, es decir, aquellas líneas imaginarias sobre la superficie de la Tierra que se denominan meridianos y paralelos. Estas líneas permiten la ubicación correcta de un punto sobre la superficie terrestre.
Entender el eje de rotación
La rotación es el movimiento que realiza un cuerpo sobre un punto que permanece fijo. Este punto fijo forma una línea a la que se le denomina eje de rotación. Los polos geográficos representan los puntos de esta línea imaginaria.
Los seis elementos más comunes asociados con las moléculas orgánicas como el carbono, el hidrógeno, el nitrógeno, el oxígeno, el fósforo y el azufre, toman una variedad de formas químicas y pueden existir durante largos períodos en la atmósfera, en tierra, en agua o debajo de la superficie terrestre.
Procesos geológicos como la erosión, el drenaje de agua, el movimiento de las placas continentales y la meteorización, están involucrados en el ciclo de elementos en la Tierra. El reciclaje de materia inorgánica entre los organismos vivos y su medio ambiente se denomina ciclo biogeoquímico.
Los ciclos biogeoquímicos pueden clasificarse como gaseosos, en los que el reservorio es el aire o los océanos (por evaporación) y sedimentarios, en el que el yacimiento es la corteza terrestre. Los gaseosos tienden a moverse más rápidamente que los sedimentarios y se ajustan más fácilmente a los cambios en la biosfera debido al gran reservorio atmosférico.
Ciclo del agua
Una molécula muy significativa en nuestro planeta que recorre los ecosistemas es la molécula de agua (H2O). Si bien generalmente se trata del ciclo del agua como los diversos estados que presenta la misma, al menos algunas moléculas de agua son absorbidas por las plantas y se dividen en átomos de hidrógeno y oxígeno; este último se libera en la atmósfera como oxígeno molecular (O2). Así, en virtud de los organismos fotosintéticos, el ciclo del agua es una parte importante de los ciclos del oxígeno y del hidrógeno.
La mayor parte del agua se encuentra en los océanos y las capas polares, aunque el agua también está presente en lagos y ríos de agua dulce, el cuerpo de los organismos y en el suelo como agua subterránea.
El ciclo de sedimentación es una extensión del ciclo hidrológico. El agua transporta material de la tierra al océano, donde se añaden como sedimentos. El ciclo de sedimentos incluye la erosión física y química, el transporte de nutrientes y la formación de sedimentos a partir de los flujos de agua.
El ciclo de sedimentos está ligado con el flujo de seis elementos importantes, que son el hidrógeno, el carbono, el oxígeno, el nitrógeno, el fósforo y el azufre. Estos elementos, también conocidos como macroelementos, constituyen el 95 % de todos los seres vivos. El equilibrio de estas moléculas es necesario para sostener la vida.
Ciclo del carbono
El carbono es uno de los elementos más importantes para los organismos vivos, como lo demuestra su abundancia y presencia en todas las moléculas orgánicas. El ciclo del carbono ejemplifica la conexión entre los organismos en varios ecosistemas. El carbono se intercambia entre los heterótrofos y los autótrofos dentro y entre los ecosistemas principalmente a través del CO2 atmosférico, una versión completamente oxidada del carbono que sirve como bloque básico para que los autótrofos puedan construir moléculas orgánicas de alta energía como la glucosa.
¿Sabías qué...?
La liberación mundial de carbono a través de las actividades humanas ha aumentado de 1 billón de toneladas al año en 1940 a 6,5 millones de toneladas en el año 2000.
Los fotoautótrofos y los quimioautótrofos aprovechan la energía del Sol y de los compuestos químicos inorgánicos para unir los átomos de carbono y transformarlos en compuestos orgánicos reducidos cuya energía se puede absorber posteriormente a través de los procesos de respiración y fermentación.
Ciclo del nitrógeno
En el suelo, así como en las raíces de ciertas plantas, el nitrógeno es fijado por bacterias, rayos y radiación ultravioleta.
Ciertas bacterias toman las formas en las que se fijó el nitrógeno y posteriormente lo procesan. Este proceso que se conoce como oxidación proporciona energía para que el ciclo del nitrógeno tenga lugar. Las plantas absorben nitratos o iones de amonio del suelo y los convierten en compuestos orgánicos; por su parte, los animales obtienen nitrógeno mediante el consumo de plantas u otros animales.
Los residuos de los animales contienen nitrógeno; por lo tanto, independientemente de la forma de excreción del animal, algún nitrógeno se libera de nuevo en el ecosistema a través de este proceso.
Muchos problemas ambientales son causados por la interrupción del ciclo del nitrógeno gracias a la actividad humana, desde la producción de smog troposférico hasta la perturbación del ozono estratosférico y la contaminación del agua subterránea. Un ejemplo de uno de los problemas causados es la formación de gases de efecto invernadero.
Ciclo de Azufre
El azufre es un elemento esencial para las macromoléculas de los seres vivos. Varios grupos de microorganismos son responsables de llevar a cabo los procesos implicados en el ciclo del azufre.
Dentro de la porción terrestre, el ciclo comienza con el desgaste de las rocas, lo que hace que el azufre almacenado se libere; luego entra en contacto con el aire donde se convierte en sulfato. El sulfato es absorbido por plantas y microorganismos y se convierte en formas orgánicas; los animales consumen estas formas orgánicas a través de los alimentos, de tal manera que es movido a través de la cadena alimentaria. A medida que los organismos mueren y se descomponen, se libera de nuevo como sulfato y algunos entran en los tejidos de los microorganismos. También hay una variedad de fuentes naturales que emiten azufre directamente en la atmósfera, donde se incluyen las erupciones volcánicas, la descomposición de materia orgánica en pantanos y la evaporación del agua.
El azufre eventualmente se instala en la Tierra. Una pérdida continua de este elemento ocurre a través del drenaje en lagos y arroyos, y ocasionalmente en océanos. Dentro del océano se realizan algunos ciclos de azufre a través de las comunidades marinas, que se mueven a través de la cadena alimentaria; una parte de este es emitida de nuevo a la atmósfera por la evaporación, el restante se pierde en las profundidades del océano, donde se combina con el hierro para formar el sulfuro ferroso que es el responsable del color negro de la mayoría de los sedimentos marinos.
Ciclo del fósforo
El fósforo es un elemento importante para todas las formas de vida. Como fosfato, constituye una parte importante del marco estructural que mantiene el ADN y el ARN juntos. Al igual que el calcio, el fósforo es importante para los vertebrados; en el cuerpo humano, el 80 % del fósforo se encuentra en los dientes y huesos.
El ciclo de fósforo difiere de los otros ciclos biogeoquímicos en que no incluye una fase gaseosa; aunque pequeñas cantidades de ácido fosfórico pueden llegar a la atmósfera, lo que contribuye, en algunos casos, a la lluvia ácida. Muy poco fósforo circula en la atmósfera porque a las temperaturas y presiones normales de la Tierra, el fósforo y sus diversos compuestos no son gases. El fósforo se mueve en un ciclo a través del agua, el suelo, los sedimentos y los organismos, pero el mayor reservorio de fósforo está en la roca sedimentaria.
Con el tiempo, la lluvia y la intemperie causan que las rocas liberen iones de fosfato y otros minerales. Este fosfato inorgánico se distribuye entonces en el suelo y en el agua.
Las plantas absorben fosfato inorgánico del suelo y pueden ser consumidas por los animales; una vez en la planta o el animal, el fosfato se incorpora en moléculas orgánicas como el ADN. Cuando la planta o el animal mueren, se descomponen por la acción de bacterias, el fosfato orgánico se devuelve al suelo y puede estar disponible nuevamente para las plantas. Este proceso se conoce como mineralización.
El fósforo en el suelo puede terminar en los cursos de agua y eventualmente en los océanos. Una vez allí, se puede incorpora con el tiempo a los sedimentos.
El mismo proceso ocurre dentro del ecosistema acuático. El fósforo no es muy soluble, se une fuertemente a las moléculas en el suelo y alcanza principalmente las aguas donde viaja con las partículas de suciedad. Los fosfatos también entran en las vías fluviales a través de escurrimientos de fertilizantes, filtraciones de aguas residuales, depósitos minerales naturales y desechos de otros procesos industriales.
Aunque obviamente es beneficioso para muchos procesos biológicos, en aguas superficiales una concentración excesiva de fósforo se considera un contaminante. El fosfato estimula el crecimiento excesivo del plancton y las plantas, que tienden a consumir grandes cantidades de oxígeno disuelto, lo que potencialmente sofoca a los peces y otros animales marinos, al mismo tiempo que bloquea la luz solar disponible para las especies que habitan en el fondo. Esto se conoce como eutrofización.
Contaminación
Las actividades humanas han aumentado considerablemente los niveles de CO2 en la atmósfera y los niveles de nitrógeno en la biosfera. Los ciclos biogeoquímicos alterados combinados con el cambio climático aumentan la vulnerabilidad de la biodiversidad, la seguridad alimentaria, la salud humana y la calidad del agua.
La capacidad de un organismo para detectar cambios y tener respuestas apropiadas se llama sensibilidad, y todo aquello a lo que responde y reacciona se llama estímulo. El comportamiento es la forma en que todos los seres vivos responden a estos estímulos en su entorno.
En los animales las respuestas son más rápidas y más obvias. Los animales unicelulares responden a los estímulos moviéndose hacia o lejos de ellos.
En animales multicelulares, el proceso de respuesta a los estímulos es diferente. Las respuestas se producen en cuestión de segundos a través de una compleja red de comunicación que involucra varios procesos vitales como el movimiento, la locomoción, el transporte y la respiración, entre otros.
La respuesta y la coordinación en animales implican los órganos de los sentidos, el sistema nervioso y los mensajeros químicos llamados hormonas.
Las plantas también reaccionan a condiciones ambientales específicas. Sin embargo, no tienen sistema nervioso y sus respuestas se basan en un lento crecimiento modificado o movimientos llamados movimientos de turgencia causados por la distensión de las células.
Comportamiento de las plantas
El comportamiento instintivo de una planta depende principalmente de crecimiento o movimiento en una dirección dada debido a cambios en su entorno.
Nastias
Las nastias son ciertos movimientos que realizan algunos órganos de la planta y que pueden estar influenciados por algún agente externo. Se diferencian de los tropismos en el hecho de que no influyen en la dirección del estímulo y la deformación que ocurre en el proceso no es permanente, sino transitoria.
Tropismos
En las plantas, la respuesta a un estímulo se conoce como tropismo. Este movimiento de la planta hacia o lejos de un estímulo puede venir en muchas formas. Cuando el movimiento es hacia el estímulo, se llama tropismo positivo; del mismo modo, si el movimiento se aleja del estímulo, se llama tropismo negativo. Si bien hay varias formas de tropismo, los más conocidos y estudiados son:
Fototropismo
Conocemos que las plantas crecen hacia el sol, por lo que pueden producir alimentos a través de la fotosíntesis. Este movimiento en respuesta a la luz solar se llama fototropismo. El fototropismo positivo de los tallos resulta del rápido crecimiento de las células en el lado sombreado de un tallo que las del lado iluminado;como resultado, el tallo se curva hacia la luz.
Mientras que la mayoría de las plantas apenas crecen hacia el sol, algunas de ellas lo siguen durante todo el día. Por ejemplo, los girasoles por la mañana apuntan al este hacia el sol naciente y poco a poco lo siguen durante todo el día, hasta que apuntan al oeste hacia el sol poniente.
El fototropismo es importante por dos razones principales, una es que aumenta la probabilidad de que los tallos y las hojas intercepten la luz para la fotosíntesis y la otra de que las raíces obtengan el agua y los minerales que necesitan.
Geotropismo
El crecimiento descendente de las raíces y el crecimiento ascendente de los brotes son ejemplos de geotropismo.
El geotropismo aumenta la probabilidad de dos resultados importantes, uno que las raíces tendrán más probabilidades de encontrar agua y minerales, y otro que los tallos y las hojas serán más capaces de interceptar la luz para la fotosíntesis.
Tigmotropismo
Es producto de la adaptación y se da como una respuesta de crecimiento de las plantas al tener contacto con un objeto sólido. El ejemplo más común de tigmotropismo es el enrollamiento exhibido por los órganos especializados, que en botánica son llamados “zarcillos”.
Existen zarcillos de tipo foliar, que provienen de las hojas y de tipo caulinar, procedentes de tallos delgados; éstos pueden no tener la capacidad de generar flores y hojas, pero pueden permitir a la planta trepar o arrastrarse.
Este tipo de crecimiento se llama circumnutación y aumenta las posibilidades del tallo de tocar un objeto al cual puede aferrarse.
Gracias al tigmotropismo, una planta puede adaptarse y crecer sobre un tronco, pared o cualquier objeto que se interponga en su camino. Para ello, desarrollan un órgano especial que les permite adherirse al soporte.
Comportamiento animal
La manera en que un animal responde a su ambiente externo puede diferir de acuerdo con su ambiente interno actual.
¿Sabías qué...?
Los actos de agresión de los animales entre sí pueden ser causados por razones que van desde la protección de sus jóvenes a disputas territoriales.
Hay dos tipos de comportamiento animal:
Comportamiento innato o instintivo
Es el comportamiento que no se aprende, sino que está determinado por la genética del individuo. Por ejemplo, las tortugas recién nacidas saben nadar directamente hacia el océano.
Comportamiento aprendido o adquirido
Este tipo de comportamiento no está genéticamente programado en el animal. Por ejemplo, los cachorros de león no saben automáticamente cómo cazar su presa, deben aprender esta habilidad, a menudo a través del juego. El comportamiento adquirido es capaz de cambiar y desarrollarse significativamente con el tiempo y mejora con la experiencia.
Los recursos naturales de nuestro planeta constituyen la base del sustento, la cultura y la identidad de los pueblos indígenas; muchos de ellos viven en áreas ricas en recursos vivos y no vivos, que incluyen bosques con abundante biodiversidad, agua y minerales.
Hoy en día, la supervivencia e integridad de estos pueblos requiere el reconocimiento de sus derechos a los recursos encontrados en sus tierras.
Demanda mundial de recursos naturales
Por la actual globalización económica, en el último cuarto de siglo se ha generado una búsqueda a gran escala de combustibles fósiles y recursos minerales por parte de las empresas mineras, pero estos son cada vez más escasos. Esta búsqueda ha llevado a la industria extractiva a regiones cada vez más vulnerables y remotas del planeta, donde predominan los grupos indígenas.
La creciente demanda mundial de productos básicos que se extraen de los recursos naturales, junto con años de precios históricamente altos, particularmente a partir del 2000, han generado decenas de proyectos extractivos.
Los proyectos de mega minería son muy intensivos, el costo de extracción es enorme y puede tomar muchos años en obtener rendimientos significativos de la inversión.
¿Sabías qué...?
Se estima que el 85 % de las áreas protegidas designadas en América Central están habitadas por pueblos indígenas.
Para los gobiernos, el ingreso del sector extractivo contribuye significativamente al Producto Interno Bruto (PIB) en los países en desarrollo. Los ingresos extractivos pueden utilizarse para financiar programas sociales de educación y alivio de la pobreza, como sucede en Brasil y Venezuela. Pero lamentablemente, a menudo también fomentan la corrupción, el conflicto y en el caso de los pueblos indígenas, un lento “genocidio cultural”.
Explotación a nivel mundial
En regiones como América Latina, los problemas que enfrentan las comunidades aborígenes están centrados en la minería y la tala; por ejemplo, en América del Norte la minería de alquitranes, en el Ártico hubo conflictos sobre parques eólicos y minería de hierro, mientras que en África se destinaron miles de hectáreas de tierra para corporaciones o gobiernos extranjeros.
Gran parte de los pueblos indígenas viven en Asia
La Fundación del Pacto de los Pueblos Indígenas de Asia, AIPP por sus siglas en inglés, señaló que dos tercios de los 370 millones de pueblos indígenas autoidentificados en el mundo viven en Asia y esas personas se encuentran actualmente marginadas y subordinadas económica, política y culturalmente.
Según el informe emitido, la causa de esta situación en la región está relacionada con la militarización, el saqueo de recursos, la reubicación forzada, el genocidio cultural y la discriminación en la vida cotidiana de los indígenas.
Como medida para mitigar esto, la AIPP llamó a los gobiernos de Asia a respetar la declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos.
Derechos y asuntos legales
Es seguro que los pueblos indígenas han sido reconocidos, pero lo que no escapa de la vista del mundo es que el reconocimiento legal no significa que se respeten los derechos, territorios, recursos y culturas de estos pueblos. Gobiernos, corporaciones, madereros, campesinos, ganaderos y muchos otros todavía codician sus tierras y recursos, además de que siempre encuentran las maneras de adquirirlos.
La emergencia toma la forma de desalojos de tierras, desplazamientos, violencia estatal y corporativa, y reubicaciones forzadas contra grupos indígenas. Tales conflictos en Centroamérica son frecuentes y violentos, pero rara vez se cubren en la prensa internacional.
Esta crisis sobre la tierra y los recursos naturales es lo que explica principalmente por qué los asuntos indígenas son también cuestiones ambientales y de desarrollo.
La jurisprudencia del Sistema Interamericano de Derechos Humanos sobre el derecho de los pueblos indígenas a la propiedad comunal, ha incorporado explícitamente dentro del ámbito material de este derecho que los recursos naturales tradicionalmente utilizados por los pueblos indígenas y vinculados a sus culturas, incluidos los usos que son estrictamente materiales y otros usos de carácter espiritual o cultural, se deben respetar.
Conservación ambiental
Una cuestión de contención es la coincidencia y el conflicto entre las estrategias de conservación y los pueblos indígenas. El hecho de que las áreas habitadas por los pueblos indígenas a menudo también se consideren cruciales para la conservación ha sido foco de conflicto y debate.
A menudo se observa que los pueblos indígenas tienen una relación intuitiva con la naturaleza, una riqueza de conocimientos tradicionales y han utilizado las prácticas de manejo de recursos naturales durante siglos para preservar sus tierras.
Cultura Agrícola Avanzada
Los timotes y los cuicas, indígenas que poblaron los Andes venezolanos, emplearon métodos avanzados para vencer los obstáculos de la topografía del terreno. Para sus cultivos construyeron terrazas o andenes, técnica ideada por ellos con el fin de evitar la erosión y conservar la capa vegetal.
El papel de mayordomía de los pueblos indígenas apoya firmemente la posibilidad de colaboración con organizaciones de conservación para mantener la biodiversidad. Sin embargo, se ha sugerido que hay diferencias inherentes e irreconciliables en las agendas de los pueblos indígenas y los conservacionistas. Mientras que los primeros se preocupan principalmente por su bienestar económico y la protección de sus tierras para su propio uso, estos últimos quieren mantener la naturaleza intacta, en la que se priorizan las áreas protegidas y programas basados en la ciencia biológica y ecológica.
La hidatidosis es una enfermedad producida por un parásito que se llama Echinococcus granulosus y que transmite el perro a través de su materia fecal. Cuando el perro infectado elimina su materia fecal, salen con ella miles de huevos del parásito que contaminan el agua, el pasto, la tierra, las verduras y hasta quedan adheridos en el pelo del mismo perro. Cuando las ovejas comen los huevos con el pasto o el agua, en sus órganos (pulmones, hígado, etc.) se forman los quistes. Si el perro es alimentado con estas vísceras enfermas, en su intestino se forman otra vez los parásitos, y empieza el ciclo nuevamente.
¿Cómo se transmite?
La infección se produce cuando los huevos del parásito llegan a la boca de las personas (principalmente de los niños) y esto ocurre por actividades como: darle besos al perro, dejarse lamer por el perro, comer verduras contaminadas, tomar agua contaminada, etc.
¿Cuáles son los síntomas?
Las personas enfermas desarrollan quistes en el hígado y los pulmones, aunque también pueden llegar a otros lugares del cuerpo. Las personas con quistes hidatídicos pueden no tener síntomas durante muchos años (son portadores asintomáticos) hasta que el quiste es más grande y aparecen los síntomas (convirtiéndose en portadores sintomáticos).
¿Cómo es el tratamiento?
En las personas los quistes pequeños se tratan con medicación pero si alcanzan un gran tamaño se debe recurrir a la cirugía. En los perros también se realiza un tratamiento con medicación para evitar la eliminación del parásito por materia fecal
El sistema público de salud entrega gratuitamente medicamentos para el tratamiento en seres humanos y para la desparasitación de los perros.
¿Cómo se puede prevenir?
– No alimentemos a los perros con achuras crudas.
– Desparasitemos a los perros cada 45 días.
– Mantengamos a los perros lejos de los lugares donde se carnea
– Lavemos con agua potable y a chorro fuerte las frutas y verduras.
– Evitemos que los perros laman a los niños en la boca.
– Evitemos que los niños se lleven tierra o arena a la boca.
– Lavemos bien nuestras manos, después de tocar un perro, antes de comer y tantas veces como sea necesario.
– Cerquemos las huertas para que no entren los perros.
– Tratemos de tener pocos perros, uno o dos por familia y que no anden sueltos
Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina)