José Miguel Lanza fue un destacado líder militar de la revolución boliviana, con grandes participaciones durante las batallas contra los realistas españoles y uno de los firmantes del acta de independencia del país. Gran parte de su presencia en la guerra está respaldada por la agrupación militar que lideró hasta el final: la republiqueta de Ayopaya.
Orígenes
El término “republiqueta” designa una agrupación de guerrilleros revolucionarios con ideales y objetivos independentistas durante la guerra de independencia de Bolivia, ubicados en diferentes regiones del antiguo Alto Perú. La republiqueta de Ayopaya concretamente se encontraba distribuida en una superficie de más de 1.000 km situada entre La Paz, Cochabamba y Oruro, y provista de su propia pero primitiva organización política y social.
Por su parte, José Miguel Lanza inició su carrera militar al unirse al Ejército del Norte en 1810, con el que participó en muchas batallas a partir de entonces contra los ejércitos realistas.
Líder de la republiqueta
José Miguel Lanza llegó a la localidad de Inquisivi en 1821 para incorporarse a la republiqueta; sin embargo, traía órdenes de sus superiores de fusilar y sustituir a José Manuel Chinchilla, líder de la agrupación para ese momento. Una vez ejecutadas las órdenes, se convirtió en el nuevo comandante en jefe y demostró ser el líder más eficiente que la republiqueta haya tenido. Organizó el ejército de una manera más práctica, asignó roles bien definidos que facilitaban la creación de estrategias militares, estableció salarios fijos y se ganó el respeto y la lealtad de sus hombres gracias a su temple, autoridad y entusiasmo.
Durante los años siguientes, Lanza se dedicó a frenar los avances españoles y debilitar sus fuerzas mediante tácticas de guerrilla al situar a los soldados en puntos estratégicos de los caminos de La Paz, Cochabamba y Oruro, ciudades a las que también ayudó a reconquistar en alianza con otros líderes patriotas.
Su última gran acción ocurrió poco después de la victoria de la batalla de Ayacucho a manos de Antonio José de Sucre, cuando se dispuso a tomar La Paz junto a su ejército en enero de 1825 para eliminar los últimos vestigios realistas.
La republiqueta de Ayopaya, como el resto de agrupaciones militares de la misma naturaleza, se disolvió a mediados del mismo año con la declaración de la independencia de Bolivia, momento en el que Lanza se convirtió en el primer presidente de la recién establecida provincia de La Paz.
¿Sabías qué?
El mismo diseño de la bandera que empleó José Miguel Lanza para representar a la republiqueta de Ayopaya fue utilizado posteriormente como símbolo del departamento y ciudad de La Paz, actual capital administrativa de Bolivia.
José Fernando de Abascal fue el antepenúltimo virrey del Perú antes la caída de la entidad territorial en 1824. Fue conocido por su gran decisión, astucia y capacidad de mando, por lo que, pese a su naturaleza empática y diplomática, se convirtió en el mayor obstáculo de la revolución independentista durante sus funciones.
1806
Tomó su nuevo cargo de virrey de Perú, con sede en Lima, el 26 de julio de 1806. Había sido designado a este puesto en 1804, pero solo pudo ejercerlo dos años después debido a que fue secuestrado por los ingleses y tuvo que tomar un camino más largo que el original tras su liberación para llegar a su destino, lo que le permitió un contacto mucho más prolongado e íntimo con las tierras hispanoamericanas; esto, sumado a su ya rica experiencia en pasadas campañas militares, lo convertían en una persona sumamente preparada para ocupar el cargo de virrey.
1809
Iniciaron los primeros estallidos de la revolución hispanoamericana, con levantamientos ocurridos a lo largo del año en diferentes puntos del por aquel entonces Alto Perú, como Quito, La Paz y Chuquisaca. Abascal demostró ser el virrey más astuto y capaz de su época, pues a pesar de que estas regiones no pertenecían a su administración, envió rápidamente tropas a detener con éxito cada una de estas insurrecciones en defensa de la administración española.
1810-1815
Comenzó una de las insurrecciones más importantes de la época independentista en 1810, la Revolución de Mayo, en donde la Junta de Buenos Aires destituyó al virrey del Río de la Plata Baltasar Hidalgo de Cisneros y tomó el poder, lo que a su vez encendería nuevamente la chispa de la revolución en varios puntos del Alto Perú y posteriormente en Chile. Como contramedida, Abascal reformó el Ejército y anexó temporalmente algunas provincias del Alto Perú a su intendencia para un mayor control fronterizo, de manera que el virreinato del Perú se convirtió en el cuartel principal de la llamada contrarrevolución.
Dentro del ciclo de conquistas y reconquistas entre patriotas y realistas, la dirección de Abascal logró frenar los avances enemigos de cada región rebelde y conseguir eventualmente las más importantes victorias. Entre ellas destaca la memorable batalla de Rancagua en 1814, considerada la más grande derrota de los patriotas de Chile.
1816
Solicitó ser sustituido en sus funciones como virrey y regresó a España el 16 de octubre, donde recibió el grado de capitán general. Su antiguo cargo fue ocupado por Joaquín de la Pezuela.
¿Sabías qué?
A pesar de las acciones militares a las que se vio obligado a recurrir y su lealtad a la Corona española, Abascal es descrito como una persona de gran tacto y con un ferviente deseo por el bien público, fuese cual fuese su nacionalidad. Es por ello que estableció varias políticas que desarrollaron la cultura, salud, educación, seguridad y derecho social de su virreinato.
Ecuador se vio marcada por uno de los hechos más sangrientos de su historia el 2 de agosto de 1810, cuando inició una revuelta ciudadana en Quito en la que patriotas atacaron el Real Cuartel de Lima e intentaron liberar a los próceres que actuaron el 10 de agosto de 1809 en la Primera Junta de Gobierno. El suceso se convirtió en una cruel matanza, cientos de quiteños murieron ese día.
Precedente: inicia la revolución
Un grupo de patriotas se reunió la noche del 9 al 10 de agosto de 1809 en la casa de Manuela Cañizares para firmar un acuerdo y establecer una nueva Junta que gobernara en nombre de Fernando VII y que destituiría al presidente Manuel de Urriez, conde de Ruiz de Castilla.
nuevo gobierno
El capitán Juan Salinas, quien apoyó el movimiento desde el inicio, ofreció sus soldados, y durante la mañana del 10 de agosto él y su pequeño ejército se apoderaron de las edificaciones gubernamentales. La soberanía recayó en la Junta Suprema, con Juan Pío Montúfar como presidente; José Cuero y Caicedo como vicepresidente, y Juan de Dios Morales, Manuel Rodríguez de Quiroga y Juan Larrea como secretarios de Estado.
La Junta implantó diversas reformas que gozaron de popularidad, sin embargo, muchos sectores no se sentían representados por sus líderes políticos y rechazaron el movimiento revolucionario. De este modo, la ejecución de este gobierno ejecutivo se hizo más difícil con el tiempo y, luego de unos 3 meses, cesó sus funciones.
Algunos cargos de la Primera Junta de Gobierno Autónoma de Quito
tensión en las calles
Ante su frustrado gobierno, Juan Pío Montúfar renunció a la presidencia de la Junta el 12 de octubre de 1809 y días después hizo un pacto con Ruiz de Castilla que consistía en mantener la Junta y no tomar ningún tipo de represalias. El 29 de octubre de 1809, Ruiz de Castilla se instaló nuevamente en el poder.
Ruiz de Castilla, contrario a lo que había prometido, desató un persecución contra todos aquellos que habían sido participes de la Primera Junta de Gobierno Autónoma de Quito y aprisionó a varios en el Cuartel Real de Lima.
día de la matanza
El 2 de agosto de 1810, Quito estaba fuera de control por la presencia teniente coronel Manuel Arredondo y sus tropas, que tenían ocupada la ciudad, y se experimentó un máximo momento de tensión cuando un grupo de patriotas intentaron liberar a los presos del Cuartel Real de Lima. Esto desató una cruenta batalla que terminó con la orden del Conde Ruiz de Castilla de matar a los reclusos en sus propias celdas, entre ellos a los ministros Quiroga, Morales, Larrea y el comandante Salinas.
La violencia invadió a la ciudad y un gran número de civiles resultaron heridos y muertos. Los ataques cesaron cuando el obispo Cuero y Caicedo recorrió las calles con un Cristo y pidió que cesara la lucha. Dos días después hubo una Asamblea de conciliación en la que se acordó la salida definitiva de Arredondo de la ciudad y un alto a las represalias.
Desde entonces, cada 2 de agosto se rinde homenaje en el país a las víctimas de la venganza colonial, tanto a los próceres como a las múltiples víctimas anónimas que lucharon y entregaron sus vidas por la libertad de su país.
El proceso de independencia latinoamericana, que inició casi simultáneamente entre los países que conforman el continente, trajo consigo personajes que hoy día son considerados padres de la Patria. Este es el caso de los legendarios libertadores Simón Bolívar y José de San Martín, cuyas personalidades distintas no les impidieron compartir la valentía por la libertad que desterró para siempre al Imperio español de las tierras americanas.
Simón Bolívar
José de San Martín
Nombre completo
Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios Ponte y Blanco.
José Francisco de San Martín y Matorras.
Fecha de nacimiento
24 de julio de 1783.
25 de febrero de 1778.
Fecha de defunción
17 de diciembre de 1830 (47 años).
17 de agosto de 1850 (72 años).
Causa de la muerte
Tuberculosis. Aún existen dudas sobre si esta fue la verdadera causa de su muerte.
Muerte natural.
Nacionalidad
Española (1783 – 1811)
Venezolana (1811 – 1819)
Grancolombiana, de la Gran Colombia, país formado por las actuales Colombia, Ecuador, Panamá y Venezuela (1819 – 1830)
Peruana (1824 -1830)
Boliviana (1825 – 1830)
Rioplatense, del Virreinato del Río de La Plata, que formaba parte de la Corona española (1778 – 1810)
Argentina (1810 – 1850)
Chilena (1818 – 1850)
Peruana (1824 – 1850)
Orígenes familiares
Aristocracia.
Campesinado.
Oficios
Militar y político.
Militar y político. Sus cargos militares predominaron significativamente por sobre los políticos.
Títulos más importantes
“Libertador y Padre de la Patria de Venezuela”, presidente de Venezuela, presidente de la Gran Colombia, dictador de Guayaquil y dictador de Perú.
“Libertador y Padre de la Patria de Argentina”, protector y fundador de la República de Perú, comandante en jefe del Ejército de Chile.
Logro más notable
Es uno de los principales responsables de la liberación e independencia de Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela, sometidos hasta entonces por el yugo del Imperio español.
Es uno de los principales responsables de la liberación e independencia de Argentina, Chile y Perú, sometidos hasta entonces por el yugo del Imperio español.
Venezuela ha sido la cuna de grandes próceres de la independencia nacional y regional. Dos de sus más grandes ejemplos son Simón Bolívar, “El Libertador”, y José Antonio Páez, “El Centauro del Llano”, ambos reconocidos por su participación en la emancipación de Hispanoamérica frente al Imperio español.
Simón Bolívar
José Antonio Páez
Nombre completo
Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Ponte Palacios y Blanco.
José Antonio Páez Herrera.
Nacimiento
24 de julio de 1783.
Caracas, Venezuela.
13 de junio de 1790.
Portuguesa, Venezuela.
Ocupación
Político y militar.
Político y militar.
Rango militar
Capitán general.
General.
También llamado
“El Libertador”.
“El Centauro del Llano”.
Firma
Padres
Don Juan Vicente Bolívar y Doña María Concepción Palacios y Blanco.
Juan Victorio Páez y María Violante Herrera.
Primeros años
Nació en Caracas en el seno de una familia acomodada. Su padre falleció cuando él tenía tres años, y seis años después falleció su madre. Quedó al cuidado de sus abuelos y más tarde de su tío Carlos Palacios.
Nació en Curpa, actual estado Portuguesa. Su familia era humilde, numerosa y de origen canario. Años más tarde se internó en los llanos de Apure mientras huía de un incidente y aprendió los oficios del llanero y ganadero.
Educación
Asistió a la escuela pública administrada por el Cabildo de Caracas, donde Simón Rodríguez fue su maestro. Luego asistió a la Academia de Matemáticas del padre Andújar.
A los 8 años fue enviado por su madre a estudiar en una pequeña escuela de Guama. Sin embargo, la verdadera escuela de Páez fue el mismo llano apureño y su estirpe fue la del llanero.
Trayectoria militar
Coronel de los Reales Ejércitos.
Comandante de Barranca.
Brigadier de los Ejércitos de la Unión y Ciudadano de la Nueva Granada.
Capitán General de los Ejércitos de Venezuela.
General de División.
Capitán General de la Confederación de la Nueva Granada.
Parte del escuadrón de caballería dirigido por Manuel Antonio Pulido.
General del Departamento de Venezuela.
Jefe del Ejército Nacional.
Jefe Militar del Departamento de Venezuela.
Rechazó un ascenso a capitán.
Conflictos
Guerras de independencia hispanoamericanas.
Batalla del Yagual.
Batalla de las Queseras del Medio.
Batalla de Carabobo.
Batalla de las Mucuritas.
Batalla de Naguanagua.
Logros
Inspiró y participó en la batallas de las guerras de independencia hispanoamericanas.
Lideró el movimiento político La cosiata.
Firmó el Tratado de Coche.
Cargos presidenciales
Presidente de Venezuela (1813 – 1814).
Presidente de Venezuela (1817 – 1819).
Presidente de la Gran Colombia (1819 – 1830).
Presidente de Bolivia (agosto – diciembre de 1825).
Presidente de la República de Perú (1824 – 1827).
Presidente de la Provincia Libre de Guayaquil (11 de julio- 31 de julio de 1822).
A mediados del siglo XIX, Perú tuvo uno de los mayores avances en el sector económico gracias a la exportación del guano. El auge de este sustrato, usado principalmente como abono y fertilizante, llevó al país a una estabilidad financiera y política jamás vista hasta entonces.
¿Qué es el guano?
El guano no es más que la masiva acumulación de los excrementos de aves marinas, focas o murciélagos. Se caracteriza por tener un color amarillento, sin embargo, las formaciones que provienen de épocas geológicas más antiguas, como el Plioceno, tienen un color rojizo.
El guano está compuesto de amoniaco, ácido úrico, fosfórico, oxálico y ácidos carbónicos, además de sales. Su rico contenido de nitrógeno y fósforo lo convierte en un valioso fertilizante.
¿Sabías qué...?
El guano de murciélagos es uno de los fertilizantes naturales más famoso en la actualidad. Esto es porque contiene todas sustancias necesarias para que las plantas se desarrollen saludablemente.
Nitrógeno como fertilizante
Un fertilizante es una mezcla química que puede ser natural o sintética. Se utiliza para enriquecer el suelo y de este modo ayudar al crecimiento vegetal. Uno de los elementos químicos más importantes para las plantas es el nitrógeno (N), un macronutriente que sirve para la formación de proteínas, ácidos nucleicos y clorofila.
Hechos previos
Las islas del litoral peruano contaban con grandes depósitos de guano, y para aprovechar este recurso, el Estado se asoció con la empresa privada y extranjera. Francisco Quirós, comerciante peruano, fue el primero en asociarse y firmó un contrato en 1841 en el que obtenía los derechos de explotación del guano por 6 años a muy bajo costo.
La explotación del guano inició en 1841 en las islas de Chincha, las de Lobos de Afuera y Lobos de Adentro y las islas del sur hasta Tarapacá.
No pasó mucho tiempo para que el Estado comprendiera que no le había dado el valor suficiente a este recurso natural, pues los agricultores ingleses estaban dispuestos a pagar mucho más dinero. Esto despertó no sólo el interés de esta lucrativa actividad, sino que también provocó una inestabilidad durante 1841 y 1842, años en los que el Estado empezó a buscar mayores beneficios.
De este modo, lo que comenzó como un sistema de contrato de alquiler a Francisco Quirós, terminó en un convenio que otorgaba al Estado el 75 % del ingreso líquido.
Inicia Ramón Castilla, inicia la era del guano
Ramón Castilla llegó a la presidencia de Perú en 1845. Era un militar mestizo, con habilidad en política y una clara visión de las necesidades del país. Aunque su gobierno fue represivo y autoritario, permitió elecciones, la fiscalización del Congreso, invirtió en educación y creó el primer programa de obras públicas en el Perú. Todo ello gracias al inicio del auge del guano.
Luego de conocerse las virtudes del guano como fertilizante de tierra, éste se convirtió en la base de la economía peruana hasta 1879.
¿Cómo se formó el guano?
El clima templado, así como la falta de lluvias en el litoral peruano hicieron posible que el excremento de aves marinas se acumulara durante siglos en los islotes de la costa, principalmente en las islas de Chincha.
El guano: principal ingreso fiscal
Con Ramón Castilla al mando, Perú se convirtió en el primer exportador mundial de guano y los ingresos generados por su venta fueron la principal fuente de ingreso fiscal, la cual aumentaba cada año de manera considerable.
Durante los dos períodos de gobierno de Castilla, el país contó con la mayor prosperidad y estabilidad política que se había vivido. Este presidente impuso un sistema de consignaciones en el que el Estado peruano autorizaba la explotación del guano en lugares específicos y por un tiempo determinado a empresarios o inversionistas. Éstos, también llamados consignatarios, tenían que asumir los gastos desde la extracción hasta la venta. Por consiguiente, al ingreso bruto se le debían restar los gastos y el producto neto se fraccionaba entre los consignatarios y el fisco.
El Contrato Dreyfus
El sistema de consignaciones se acabó durante el gobierno del presidente José Balta, quien le encomendó al ministro de Hacienda Nicolás de Piérola que convocara una licitación en París en la que vendería dos millones de toneladas de guano. Todo ello sin notificar a los consignatarios.
Este convenio comercial se llevó a cabo en 5 de julio de 1869 entre el Estado peruano y la firma Dreyfus y hermanos. Las condiciones que ofrecía el acuerdo eran excelentes, pues permitía, entre otras cosas, cubrir la deuda externa.
Los consignatarios hicieron reiteradas denuncias ante el Poder Judicial, las cuales no fueron escuchadas ya que el acuerdo con Dreyfus siguió adelante, aunque no por mucho tiempo. El dinero no fue invertido de manera correcta y en 1875 el contrato fue cancelado.
Fin de una era
La sobreexplotación del guano llevó a su parcial desaparición en las islas. La extracción del sustrato se redujo al mínimo tras el descubrimiento del alemán Fritz Haber, quien sintetizó sustancias con alto contenido de nitrógeno, lo que conllevó, finalmente, a la producción de abonos más económicos.
Para finales del siglo XX, Perú quedó inmerso en una crisis económica y social producto del despilfarro del dinero del guano y de la derrota en la guerra del Pacífico ante Chile en 1879.
Con este nombre se bautizó el movimiento liderado por el general José de San Martín, quien llevó a cabo el proceso de independencia de Argentina, Chile y Perú. Las campañas militares que dirigió San Martín entre 1814 y 1817 dieron más fuerza a las facciones que apoyaban los movimientos independentistas.
El llamado ejército del Norte de Argentina, bajo el mando del General Manuel Belgrano, había luchado contra las fuerzas realistas del Alto Perú. En octubre de 1813, Belgrano fue derrotado en la batalla de Ayahuma y San Martín fue enviado para relevarlo.
¿Sabías qué...?
En enero de 1813, San Martín derrotó a una pequeña fuerza española que había perseguido asentamientos en el río Paraná. Esta victoria es una de las primeras para los argentinos contra los españoles.
Tomó el mando en enero de 1814 y decidió que sería una tontería atacar cuesta arriba en el Alto Perú fortalecido. Consideraba que un plan de ataque mucho mejor sería cruzar los Andes en el sur, liberar a Chile y atacar al Perú por mar desde el sur.
Invasión desde Chile
San Martín aceptó la gobernación de la Provincia de Cuyo en 1814 y se instaló en la ciudad de Mendoza, que en ese momento recibía a numerosos patriotas chilenos que iban al exilio después de la aplastante derrota en la Batalla de Rancagua. Los chilenos se dividieron entre sí, y San Martín tomó la decisión de apoyar a Bernardo O’Higgins.
Mientras tanto, en el norte de Argentina, el ejército del norte había sido derrotado por los españoles, lo que demostraba claramente que la ruta al Perú a través del Alto Perú sería demasiado dificultosa.
El Ejército de los Andes
San Martín comenzó inmediatamente a reclutar, equipar y perforar el Ejército de los Andes. A finales de 1816 tenía un ejército de unos 5.000 hombres, que incluía una mezcla de infantería, caballería, artillería y fuerzas de apoyo. Él reclutó oficiales y aceptó gauchos resistentes en su ejército, generalmente como jinetes. Los exiliados chilenos eran bienvenidos y nombró a O’Higgins como su subordinado inmediato. Había incluso un regimiento de soldados británicos que lucharían valientemente en Chile.
Logia Lautaro
San Martín fue uno de los líderes de la Logia Lautaro, un grupo secreto, masónico, dedicado a la libertad completa para toda América Latina. Se sabe muy poco acerca de sus rituales o incluso de su membresía, pero formaron el corazón de la Sociedad Patriótica, una institución que aplicó presión política para una mayor libertad e independencia.
Cruce de los Andes
En enero de 1817, el ejército partió y las fuerzas españolas en Chile lo esperaban. La travesía era ardua, ya que los soldados de la planicie y los gauchos luchaban contra el frío y las altas altitudes, pero la planificación meticulosa de San Martín dio sus frutos y perdió relativamente pocos hombres y animales.
Batalla de Chacabuco
Ocurrió el 12 de febrero de 1817 y fue una victoria ganada por patriotas sudamericanos sobre los realistas españoles al norte de Santiago, Chile.
El Gobernador, Casimiro Marcó del Pont, envió todas las fuerzas disponibles bajo el mando del General Rafael Maroto para mantener al ejército de los Andes fuera de Santiago; sin embargo, el resultado fue una enorme victoria patriótica, Maroto fue derrotado completamente y perdió la mitad de su fuerza, mientras que las pérdidas de los patriotas eran insignificantes. Los españoles huyeron de Santiago y San Martín cabalgó triunfalmente en la ciudad a la cabeza de su ejército.
Batalla de Maipú
San Martín todavía creía que para que Argentina y Chile fueran verdaderamente libres, los españoles debían ser removidos de su bastión en Perú. Cubierto de gloria desde su triunfo en Chacabuco, volvió a Buenos Aires para conseguir fondos y refuerzos.
Las fuerzas realistas y españolas en el sur de Chile se habían unido con refuerzos y amenazaban a Santiago. San Martín se hizo cargo de las fuerzas patriotas una vez más y se encontró con los españoles en la Batalla de Maipú el 5 de abril de 1818. Los Patriotas aplastaron al ejército español, donde mataron a unos 2.000, capturaron alrededor de 2.200 y tomaron toda la artillería española.
Hacia Perú…
Con Chile por fin seguro, San Martín podría fijar su mirada en Perú. Comenzó a construir una marina para Chile, lo que resultó una tarea difícil, ya que los gobiernos de Santiago y Buenos Aires estaban prácticamente en bancarrota. Era difícil hacer que los chilenos y los argentinos vieran los beneficios de liberar al Perú, pero San Martín tenía un gran prestigio para ese entonces y fue capaz de convencerlos.
En agosto de 1820, partió de Valparaíso con un moderado ejército de unos 4.700 soldados y 25 cañones, bien provisto de caballos, armas y alimentos.
Liberación de Perú
San Martín había liberado Chile y Argentina al sur, y Simón Bolívar y Antonio José de Sucre lo habían liberado Ecuador, Colombia y Venezuela, por lo que sólo quedaba Perú y la actual Bolivia bajo el dominio español.
Mediante el uso de la imprenta, San Martín comenzó a bombardear a ciudadanos del Perú con propagandas pro-independencia. Mientras esto ocurría, su ejército se acercaba a Lima.
Capturó a Pisco el 7 de septiembre y a Huacho el 12 de noviembre. El pueblo de Lima, que temía un levantamiento de esclavos e indios más de lo que temía el ejército de argentinos y chilenos en la puerta, invitó a San Martín a la ciudad. El 12 de julio de 1821 entró triunfalmente en Lima a los aplausos de la población.
El 28 de julio de 1821 Perú declaró oficialmente la independencia y se dispuso a establecer un gobierno. Su breve gobierno fue iluminado y marcado por la estabilización de la economía, la liberación de los esclavos, la libertad de los indios peruanos y la abolición en las instituciones de la censura y la inquisición.
La invasión de España por Napoleón en 1808 fue el acontecimiento que finalmente desencadenó la lucha por la independencia de América Latina de España y ya para 1810, Simón Bolívar lideró una campaña bélico-militar que inició en lo que se conocía como Nueva Granada y finalizó con la independencia de Perú y Bolivia.
En esta corriente se libraron las famosas batallas de Boyacá en Colombia, la Batalla de Carabobo en Venezuela y la Batalla de Pichincha en Ecuador, que luego desembocó en la Independencia de Perú y finalizó el yugo de la Corona española.
¿Sabías qué...?
El ataque que realizó Bolívar en contra de la Nueva Granada es considerado uno de los más osados en la historia militar.
Batalla de Boyacá
El escenario para una de las mayores batallas jamás combatidas en nombre de la independencia en Colombia fue el puente de Boyacá, que se encuentra ubicado a 14 kilómetros de Tunja y a 110 kilómetros de Bogotá.
Ocurrió el 7 de agosto de 1819 y no sólo puso fin a las violentas disputas por el poder en territorio colombiano, sino que también consolidó el camino de independencia que el país había fijado el 20 de julio de 1810.
Todo comenzó con una serie de batallas encabezadas por la Campaña de Independencia dirigida por Simón Bolívar, que resistió a la Reconquista española en 1819. Después de superar una serie de obstáculos, el Ejército Patriota fue victorioso en Gámeza (11 de julio) y en Pantano de Vargas (25 de julio), eventos clave para los resultados de la Batalla de Boyacá.
Bajo el mando de Simón Bolívar, Francisco de Paula Santander y el comando de José Antonio Anzoátegui, tropas patriotas, formadas por 2.850 criollos, mulatos, indígenas, combatientes y combatientes negros, asaltaron al Ejército Real que contaba con 2.670 hombres encabezados por el coronel José María Barreiro.
Después de un combate de seis horas, las tropas de la independencia ganaron y obtuvieron la sumisión de los españoles, que fueron tomados como prisioneros.
Batalla de Carabobo
La batalla de Carabobo se libró el 24 de junio de 1821 durante la Guerra de Independencia venezolana.
En Carabobo, Bolívar lideró su ejército numéricamente superior de unos 6.500 efectivos, incluidos voluntarios de las Islas Británicas, hasta la victoria sobre los españoles comandados por el general Miguel de La Torre. El general José Antonio Páez, sus llaneros y los voluntarios británicos e irlandeses derrotaron a la derecha española mientras la caballería patriótica aplastó su centro.
La victoria decisiva de los patriotas venezolanos finalmente llevó al reconocimiento de la independencia de este país de España.
Batalla de Pichincha
El 24 de mayo de 1822, las fuerzas rebeldes sudamericanas bajo el mando del general Antonio José de Sucre y las fuerzas españolas encabezadas por Melchor Aymerich se enfrentaron en las laderas del volcán Pichincha, a la vista de la ciudad de Quito, Ecuador.
Manuela Sáenz
La batalla de Pichincha también marcó la apariencia militar de esta mujer, una nativa que se unió a las fuerzas de Sucre para luchar en esta batalla, donde le concedieron el grado de teniente y luego pasó a ser una comandante importante de la caballería en batallas posteriores. Ella es más conocida hoy por lo que sucedió después de la guerra, conoció a Simón Bolívar y los dos se enamoraron.
Esta histórica batalla fue una de las muchas que más tarde se les dio el nombre de “las guerras de la independencia de América del Sur” y, al igual que con muchos otros países sudamericanos, fue el ejército patriota el que salió victorioso.
La batalla fue una gran victoria para los rebeldes que destruyeron de una vez por todas el poder español. El pueblo de Quito pudo reclamar la independencia y establecer su propio gobierno, que posteriormente llegó a abarcar todas las jurisdicciones administrativas que se habían agrupado.
Batallas de Junín y Ayacucho
Simón Bolívar y Antonio José de Sucre marcharon hacia los Andes peruanos para combatir las dos batallas más importantes de la independencia peruana.
La batalla de Junín – 6 de agosto de 1824
En 1824, Bolívar marchó a las tierras altas peruanas con un ejército de 9.000 soldados y logró atrapar por sorpresa a la fuerza enemiga más pequeña de sólo 6.000 hombres al mando del general José de Canterac, cerca del lago Junín.
La batalla se libró principalmente con espadas y lanzas manejadas por la caballería argentina e inglesa que perseguía al ejército de Canterac mientras intentaba retirarse de las fuerzas revolucionarias que le superaban en número. Con 500 soldados perdidos, la derrota fue relativamente pequeña en términos materiales.
Sin embargo, la contienda había desmoralizado dramáticamente a las fuerzas leales españolas y hasta 3.000 de sus soldados se perdieron por deserción, enfermedad o traición durante su retirada de regreso a Cusco.
La batalla de Ayacucho – 9 de diciembre de 1824
Después de la victoria en Junín, Simón Bolívar colocó el mando del ejército en manos de su general de confianza, Antonio José de Sucre. Sucre ya había ganado una serie de importantes batallas por las fuerzas revolucionarias durante las campañas del norte en Gran Colombia.
Sucre contraatacó a una fuerza lealista española mayor que le superó en número, equipada con diez veces su artillería. Él era un gran estratega militar y comprendió cómo podía usar el terreno para ganar a pesar de la aparente desventaja.
El ejército revolucionario de Sucre derrotó completamente a las fuerzas leales y más adelante, el virrey español José de la Serna y sus generales fueron hechos prisioneros. Los términos oficiales de rendición fueron traídos y exigieron que todas las fuerzas españolas fueran expulsadas del Perú.
La batalla de Ayacucho sería posteriormente conocida como la victoria final decisiva, no sólo para la independencia de Perú, sino para la independencia de todas las antiguas colonias españolas en América del Sur.