La biodegradabilidad es la capacidad que tienen los materiales orgánicos de ser descompuestos en sustancias simples gracias a la acción de microorganismos; es decir, se descomponen de forma natural. No todas las sustancias tienen esta capacidad, a las que no la poseen se conocen como materiales no biodegradables.
Materiales biodegradables
Materiales no biodegradables
Definición
Son los materiales o sustancias que pueden ser descompuestos de forma natural a través de las enzimas de los microorganismos.
Son materiales creados por el hombre y que no pueden ser degradados de manera natural por microorganismos.
Tipo
Orgánicos.
Sintéticos.
Capacidad de descomposición por microorganismos
Alta.
Baja.
Procesamiento
Por acción de hongos, bacterias, plantas o animales. Los materiales pierden sus propiedades físicas y químicas originales y se convierten en compuestos simples.
El ser humano debe reciclaros o destruirlos.
Tiempo de degradación
Depende de la complejidad del material.
Depende de la complejidad del material, pero su tiempo de degradación es mayor que el de los materiales biodegradables.
Características
Tras ser degradados, no dejan residuos.
Beneficia la reducción de las emisiones de carbono.
Pueden desaparecer o ser reciclados.
Dañan el medio ambiente y liberan sustancias o químicos tóxicos.
Saturan los vertederos.
Son difíciles de reciclar.
Ejemplos
Madera natural; papel; hojas de árboles y pasto cortado; desechos de alimentos;
residuos humanos y de origen animal, entre otros.
Latas de refrescos y ollas; chicle; plásticos como bolsas y botellas; cerámicas; pilas; fibras sintéticas, entre otros.
El líquido cefalorraquídeo es una especie de cojín que amortigua el cerebro y la médula espinal ante una lesión repentina. Examinar esta sustancia es de gran importancia para el diagnóstico de enfermedades relacionadas con el sistema nervioso central, razón por la que se realiza el análisis LCR.
¿Qué es?
Consiste en un grupo de pruebas de laboratorio que evalúan las sustancias químicas del líquido cefalorraquídeo, como proteínas, glucosa, etc. Este análisis sirve para diagnosticar enfermedades del cerebro y la médula espinal, así como otras afecciones neurológicas.
Líquido cefalorraquídeo (LCR)
Es un líquido transparente que fluye dentro y alrededor del cerebro y la médula espinal, que forman el sistema nervioso central.
Controla las acciones del cuerpo, por ejemplo, la capacidad de pensar, respirar, moverse, etc.
Reduce la flotabilidad del cerebro, proporciona nutrientes y ayuda a la eliminación de sustancias y subproductos metabólicos.
¿cómo se realiza?
Primeramente se obtiene una muestra de líquido cefalorraquídeo a través de un procedimiento llamado punción lumbar.
Tomada la muestra, se envía al laboratorio para su análisis.
Punción lumbar
Para realizar la punción lumbar, el paciente se acuesta de lado o se sienta en una mesa. El especialista limpia la espalda e inyecta un anestésico; posteriormente, inserta una aguja delgada entre dos vértebras de la zona inferior de la columna para extraer una pequeña cantidad de líquido cefalorraquídeo.
¿Qué puede diagnosticar?
Enfermedades infecciosas del cerebro y la médula espinal, como la meningitis y encefalitis.
Trastornos autoinmunes, como el síndrome de Guillain-Barré y la esclerosis múltiple (EM).
Los cambios químicos son procesos en los que una sustancia se transforma en otra, con estructura, composición y propiedades diferentes a la inicial. La oxidación, la fermentación y la combustión son ejemplos de estas reacciones, las cuales ocurren de forma constante en nuestro día a día.
Oxidación
Fermentación
Combustión
Definición
Cambio químico que ocurre cuando una sustancia entra en contacto con el oxígeno para formar óxido.
Cambio químico producido por microorganismos que transforman una sustancia en un compuesto orgánico simple.
Cambio químico que se produce cuando un material oxidable arde al entrar en contacto con el oxígeno del aire.
Tipo de reacción
Oxidación.
Oxidación.
Oxidación.
Velocidad
Puede ser rápida o lenta; todo depende del tipo de sustancia.
Suele ser lenta; por ejemplo, el proceso de fermentación del vino dura una dos semana.
Suele ser rápida; por ejemplo, la combustión del butano dura solo unos segundos.
La vida en un ecosistema a menudo implica competencia por recursos limitados. Los organismos compiten por alimentos, agua, luz solar, espacio y nutrientes. Estos recursos proporcionan la energía para los procesos metabólicos y la materia para formar las estructuras físicas de los organismos.
La estructura de los ecosistemas se puede representar a través de las pirámides ecológicas, que fueron descritas por primera vez en los estudios pioneros de Charles Elton en la década de 1920.
Las pirámides ecológicas muestran las cantidades relativas de varios parámetros, como el número de organismos, la energía y la biomasa, a través de los niveles tróficos. Este tipo de esquemas también se pueden llamar pirámides tróficas o pirámides energéticas.
FLUJO DE MATERIA A TRAVÉS DE LA TRAMA TRÓFICA
En temas anteriores hemos estudiado la fotosíntesis, mediante la cual las plantas convierten la energía de la luz solar en glucosa. Pero esa glucosa está hecha de algo más que energía pura: también contiene materia.
La fotosíntesis requiere energía luminosa, dióxido de carbono y agua. El dióxido de carbono se absorbe en el envés de las hojas y el agua a través de las raíces. El dióxido de carbono y el agua están compuestas por materia, que se transforma en glucosa a través de reacciones químicas complejas.
La materia que forma esta glucosa pasa por la cadena alimentaria de la misma manera que lo hace la energía, de organismo a organismo mientras se comen entre sí. Una red alimentaria muestra cómo la energía y la materia se mueven dentro de los ecosistemas.
Productividad primaria
Productividad primaria bruta: es la cantidad total de materia orgánica que se produce a través de la fotosíntesis.
Productividad primaria neta: es la cantidad de energía que permanece disponible para el crecimiento de las plantas después de restar la fracción que las plantas usan para la respiración.
La productividad en los ecosistemas terrestres generalmente aumenta con la temperatura hasta aproximadamente 30 °C (después de lo cual disminuye) y se correlaciona positivamente con la humedad.
La productividad primaria es más alta en zonas cálidas y húmedas de los trópicos, donde se encuentran los biomas de bosques tropicales.
¿Sabías qué?
Los ecosistemas de matorrales desérticos tienen la productividad más baja porque sus climas son extremadamente cálidos y secos.
En los océanos, la luz y los nutrientes son importantes factores de control para la productividad. La luz penetra sólo en el nivel superior de los océanos, por lo que la fotosíntesis ocurre en aguas superficiales y cercanas a la superficie. La productividad primaria marina es alta cerca de las costas lo que promueve el crecimiento del plancton.
Entre los ecosistemas acuáticos, los lechos de las algas y los arrecifes de coral tienen la producción primaria neta más alta, mientras que las tasas más bajas se producen al aire libre debido a la falta de nutrientes en las capas superficiales iluminadas.
FLUJO DE ENERGÍA A TRAVÉS DE LA TRAMA TRÓFICA
Todos los seres vivos requieren energía, ya que la mayoría de las vías metabólicas complejas la demandan, por lo que la vida misma es un proceso impulsado por la energía. Los organismos no podrían ensamblar macromoléculas como proteínas, lípidos, ácidos nucleicos y carbohidratos complejos, de sus subunidades monoméricas sin un aporte constante de energía.
Las redes alimentarias ilustran cómo la energía fluye direccionalmente a través de los ecosistemas, incluida la eficacia con que los organismos la adquieren, la usan y cuánto queda para ser utilizada por otros organismos. En una cadena alimentaria, los nutrientes y la energía pasan a medida que un organismo se come a otro.
Los niveles en la cadena alimentaria son los productores, los consumidores primarios, los consumidores de nivel superior y los descomponedores. Estos niveles se utilizan para describir la estructura y la dinámica del ecosistema.
Factor limitante
La energía se pierde en cada nivel trófico como calor y en la transferencia a los descomponedores. Por lo tanto, después de un número limitado de transferencias de energía, la cantidad de energía restante en la cadena alimentaria puede no ser lo suficientemente grande como para soportar poblaciones viables a un nivel trófico aún mayor.
ABUNDANCIA DE ESLABONES EN LAS TRAMAS TRÓFICAS
La energía pasa a través de una cadena o red alimentaria desde niveles tróficos inferiores a los superiores.
¿Sabías qué?
Por lo general, sólo el 10 % de la energía en un nivel está disponible para el siguiente. El otro 90 % se utiliza para procesos metabólicos o se emite al medio ambiente como calor.
La pérdida de energía explica por qué rara vez hay más de cuatro niveles tróficos en una cadena o red alimentaria. A veces puede haber un quinto nivel trófico, pero generalmente no queda suficiente energía para soportar un nivel adicional.
Con menos energía en niveles tróficos más altos, generalmente también hay menos organismos. Los organismos tienden a ser de mayor tamaño en los niveles tróficos más altos, pero resultan en menos biomasa por la poca cantidad que hay de estos.
La disminución en la biomasa de niveles inferiores a superiores también se representa en la pirámide ecológica.
Consecuencias de las redes alimentarias: aumento biológico
Una de las consecuencias ambientales más importantes de la dinámica del ecosistema es la biomagnificación, que es la creciente concentración de sustancias tóxicas persistentes en los organismos en cada nivel trófico, desde los productores hasta los consumidores.
Un ejemplo de estas sustancias tóxicas que se bioacumulan es el DDT o dicloro difenil tricloroetano, que fue un pesticida de uso común antes de que se conocieran sus peligros. Otros ejemplos son los bifenilos policlorados (PCB), que se usaban en líquidos refrigerantes hasta que se prohibió su uso en 1979, y los metales pesados, como mercurio, plomo y cadmio.
Estos contaminantes se estudiaron en ecosistemas acuáticos donde las especies de peces, en diferentes niveles tróficos, acumulan esas sustancias a través del consumo de los productores. Es decir, que el consumidor final va a presentar niveles más altos de estas sustancias tóxicas que el organismo productor.
¿Qué son los agroquímicos?
Los agroquímicos son sustancias que, si bien son efectivas para controlar plagas, eliminar malezas y evitar la propagación de hongos y algas en los cultivos, contaminan el medioambiente y son perjudiciales para los organismos dentro de las cadenas tróficas.
EL AGUA AYUDA A NUESTRO CUERPO A REALIZAR SUS FUNCIONES MÁS IMPORTANTES, COMO POR EJEMPLO REGULAR SU TEMPERATURA. ES POR ESTO, QUE DEBEMOS BEBER DIARIAMENTE MUCHA AGUA PARA QUE ASÍ PODAMOS REALIZAR TODAS NUESTRAS ACTIVIDADES CORRECTAMENTE.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE TOMAR AGUA?
TODOS LOS SERES VIVOS NECESITAMOS AGUA PARA SOBREVIVIR. SIN AGUA, NUESTRO CUERPO DEJARÍA DE FUNCIONAR CORRECTAMENTE. EL AGUA REPRESENTA MÁS DE LA MITAD DEL PESO DE NUESTRO CUERPO.
¿Sabías qué?
PODEMOS SOBREVIVIR SEIS SEMANAS SIN COMIDA, PERO NO PODRÍAMOS VIVIR MÁS DE UNA SEMANA SIN AGUA.
¿QUÉ SIGNIFICA TENER EL CUERPO HIDRATADO?
SIGNIFICA QUE TENEMOS LA CANTIDAD DE AGUA NECESARIA PARA QUE NUESTRO CUERPO REALICE SUS FUNCIONES, EN CASO CONTRARIO DECIMOS QUE ESTÁ DESHIDRATADO.
CUANDO NOS ALIMENTAMOS TAMBIÉN HIDRATAMOS NUESTRO CUERPO, PERO NO DE LA MISMA MANERA QUE LO HACEMOS CUANDO TOMAMOS AGUA. LA CANTIDAD DE AGUA QUE NUESTRO CUERPO NECESITA VA A DEPENDER DE LA EDAD, EL TAMAÑO Y EL NIVEL DE ACTIVIDAD O EJERCICIO DE CADA PERSONA.
¿Sabías qué?
LAS SUSTANCIAS QUE SE ENCUENTRAN DENTRO DE LOS ALIMENTOS SE LLAMAN NUTRIENTES Y ESTOS NOS AYUDAN A CRECER Y A OBTENER LA ENERGÍA NECESARIA PARA REALIZAR NUESTRAS ACTIVIDADES DIARIAS.
¡SIEMPRE DEBE HABER UN EQUILIBRIO!
SI JUGAMOS, HACEMOS MUCHO EJERCICIO O SI HACE MUCHO CALOR AFUERA, VAMOS A NECESITAR BEBER MÁS AGUA PARA COMPENSAR LA QUE PERDEMOS A TRAVÉS DEL SUDOR.
¡VAMOS A PRACTICAR!
EN ESTA IMAGEN APARECEN 2 PERSONAS, SEGÚN LO QUE HAS APRENDIDO RESPONDE: ¿QUIÉN NECESITA TOMAR MÁS AGUA? ¿POR QUÉ?
EL AGUA Y LOS MINERALES
CUANDO NOS ALIMENTAMOS, ADEMÁS DE AGUA, INGERIMOS UNOS NUTRIENTES LLAMADOS MINERALES.
LOS MINERALES SON IMPORTANTES PARA REGULAR LAS FUNCIONES DE NUESTRO CUERPO. SIN EMBARGO, CUANDO TENEMOS MUCHOS O MUY POCOS, NUESTRO CUERPO PUEDE DEJAR DE FUNCIONAR CORRECTAMENTE.
¿CÓMO SUCEDE ESTO?
EL EXCESO DE AGUA NOS HACE ORINAR MÁS, LO QUE PROVOCA LA PÉRDIDA DE MINERALES.
LA FALTA DE AGUA A LARGO PLAZO DESHIDRATA NUESTRO CUERPO.
EL AGUA AYUDA A MANTENER EL EQUILIBRIO DE LOS MINERALES, POR LO TANTO, EL EXCESO O LA FALTA DEL AGUA QUE TOMAMOS AFECTA ESE EQUILIBRIO.
¿Sabías qué?
HACE MUCHOS, MUCHOS AÑOS LAS PERSONAS BEBÍAN AGUA DIRECTAMENTE DE LOS ARROYOS, RÍOS O CASCADAS PERO AHORA ES NECESARIO QUE EL AGUA PASE POR UN PROCESO LLAMADO POTABILIZACIÓN PARA QUE PODAMOS BEBERLA.
VEO, VEO ¿QUÉ VES?
LO QUE TIENE LA NIÑA EN LAS MANOS NOS APORTA UNA BUENA CANTIDAD DE AGUA ¿PUEDES VER LO QUÉ ES?
__________________.
¡JUEGO DE PALABRAS!
A CONTINUACIÓN SE MUESTRA UNA LISTA DE PALABRAS RELACIONADAS CON EL CONSUMO DE AGUA, UTILIZA ESAS PALABRAS PARA COMPLETAR LAS ORACIONES.
1) AGUA
2) MINERALES
3) FRUTAS
4) SUDOR
PARA QUE NUESTRO CUERPO SE MANTENGA HIDRATADO DEBEMOS BEBER _________.
LOS ______________ SON IMPORTANTES PARA REGULAR LAS FUNCIONES DE NUESTRO CUERPO.
LAS ______________ TIENEN UNA GRAN CANTIDAD DE AGUA.
A TRAVÉS DEL ____________ Y LA ORINA ELIMINAMOS AGUA DE NUESTRO CUERPO.
RECURSOS PARA DOCENTES
Micrositio “El Agua”
En este micrositio encontrará numerosos recursos para enseñarles a los niños la importancia del agua.
La principal dificultad de las definiciones de ácido y base de Brönsted y Lowry es que solo pueden aplicarse a reacciones que implican la transferencia de un protón, por lo que para que una sustancia pueda actuar como un ácido en el sentido de la definición de Brönsted-Lowry debe contener en su molécula un átomo de hidrógeno ionizable.
Sin embargo, hay muchas reacciones en las que una sustancia que de acuerdo con la teoría de Brönsted-Lowry no sería un ácido se comporta realmente como tal en el sentido más clásico del término (el de formador de sales). Así, por ejemplo, en ausencia de disolvente y, por lo tanto, sin que exista transferencia de protones, el dióxido de carbono, CO2, reacciona con un óxido básico como el óxido de calcio, CaO, para formar una sal:
CaO + CO2 CaCO3
El problema estriba esencialmente en el injustificado papel especial que la teoría de Brönsted-Lowry otorga al protón. Para superar esta dificultad, Lewis propuso en 1923 un innovador concepto de ácido y base. El nuevo punto de vista no tuvo apenas eco en el mundo científico hasta que el propio Lewis volvió a presentar sus ideas más ampliamente desarrolladas en 1938. De acuerdo con esta teoría, un ácido es toda sustancia (molecular o iónica) que puede aceptar un par de electrones, y una base toda sustancia que puede ceder un par de electrones. En otras palabras, un ácido debe tener su octeto de electrones incompleto y una base debe poseer un par de electrones solitarios. Entonces, la unión de un ácido y una base corresponde a la formación de un enlace covalente dativo o coordinado.
El concepto de base propuesto por Lewis coincide esencialmente con el de Brönsted-Lowry, ya que para que una sustancia pueda aceptar un protón (es decir, comportarse como base en el sentido de Brönsted-Lowry) debe poseer un par de electrones no compartidos. Por ejemplo, la molécula de agua, H2O, y el ion cloruro, Cl–, que pueden aceptar un protón, tienen las siguientes estructuras electrónicas:
o sea, que poseen un par de electrones no compartidos que pueden emplear para aceptar un protón, formando, respectivamente, el ion H3O+ y la molécula HCl:
Evidentemente, tanto el agua como el ion cloruro pueden comportarse como bases de Lewis cediendo un par de electrones no compartidos a un ácido. Vemos, pues, que, respecto al concepto de base de la teoría de Brönsted-Lowry, el concepto propuesto por Lewis no amplía de forma significativa el número de compuestos que pueden ser considerados como bases.
Sin embargo, el caso es radicalmente distinto para el concepto de ácido. Para empezar, hay sustancias que son ácidos de acuerdo con la definición de Brönsted-Lowry y que no lo son en el sentido de Lewis. Por ejemplo, para Lewis el HCl no es realmente un ácido sino la combinación de un ácido (H+) y una base (Cl–); ya vimos que el ion Cl– es una base tanto según la definición de Brönsted-Lowry como de Lewis y ahora justificaremos que el ion H+ es un ácido en el sentido de Lewis mediante la reacción:
H+ + H2O H3O+
En la que el H+ acepta un par de electrones de la molécula de agua para formar un ion H3O+, y se comporta por lo tanto, como un ácido. También deben ser considerados como ácidos en el sentido de Lewis los cationes metálicos, que aceptan pares de electrones al hidratarse o solvatarse. Y, volviendo a la reacción que escribimos más arriba entre el dióxido de carbono y el óxido de calcio:
CaO + CO2 CaCO3
También aquí debemos considerar que el CO2 es un ácido en el sentido de Lewis, ya que en esta reacción el átomo de carbono del CO2 acepta en covalencia dativa un par de electrones cedidos por el átomo de oxígeno del CaO:
El modelo de Lewis se utiliza en química orgánica para explicar el comportamiento catalítico de algunos compuestos que son ácidos de Lewis, pero, en general, cuando se estudian reacciones que tienen lugar en disolución acuosa o simplemente que implican una transferencia de protones, la generalización propuesta por Lewis resulta innecesaria y los químicos razonan en estos casos a partir de los conceptos de Arrhenius o de Brönsted-Lowry.
Gilbert N. Lewis (1875-1946)
Físico y químico estadounidense. Fue profesor en la Universidad de California, en la que introdujo la termodinámica como asignatura a principios de siglo. Publicó un libro de texto en 1923 que llegó a ser un libro clásico sobre termodinámica que incluía todos los avances del momento. Estudió el enlace covalente y, en 1926, propuso el nombre de fotón para el cuanto de energía electromagnética.
Los éteres son utilizados como solventes orgánicos en diversas reacciones de síntesis orgánica, así como en la separación de mezclas y purificación debido a sus propiedades física y químicas.
Los éteres (R-O–R´) son compuestos oxigenados que se caracterizan por tener dos cadenas carbonadas unidas a un átomo de oxígeno mediante enlaces simples C-O.
Dicho de otra forma, los éteres son el resultado de sustituir los hidrógenos de la molécula de agua por sustituyentes del tipo alquilo y arilo, entre otros.
PROPIEDADES FÍSICAS Y QUÍMICAS DE LOS ÉTERES
Los éteres son compuestos polares, ya que la suma de los momentos polares de sus enlaces es diferente de cero, así mismo los dos pares de electrones libres contribuyen a la polaridad de este tipo de compuestos.
Las fuerzas intermoleculares que predominan en los éteres son del tipo dipolo-dipolo. Además, debido a la ausencia de grupos hidroxilos en su estructura, no son capaces de formar enlaces o puentes de hidrogeno por lo cual sus puntos de ebullición son inferiores a los observados en alcoholes con masas molares semejantes.
Los éteres son sustancias más volátiles que los alcoholes.
En cuanto a su comportamiento químico, los éteres son sustancia de baja reactividad si se comparan con otros compuestos oxigenados, de allí que sean utilizados como solventes en diversas reacciones químicas.
Uno de los puntos a favor que presentan los éteres frente a otro solventes orgánicos polares como los alcoholes es que no se comportan como ácidos en presencia de una base fuerte y por tanto pueden ser utilizados en reacciones en medio básico sin riesgo alguno.
NOMENCLATURA DE ÉTERES
Según la nomenclatura funcional, los éteres se denominan al colocar el nombre de los sustituyentes en orden alfabético, seguidos de la palabra éter.
Por otra parte, debido a que los éteres son considerados derivados oxigenados de los alcanos, se pueden nombrar con la denominación del alcano correspondiente a la cadena principal precedido por el nombre del sustituyente alcoxido.
En el caso de los éteres cíclicos el nombre está conformado por el prefijo oxa- seguido del nombre del ciclo correspondiente, cuya numeración inicia en el átomo de oxígeno.
¡RECUERDA!
Las normas generales de nomenclatura orgánica son:
Seleccionar la cadena principal, ésta siempre es la más larga y la que contiene el grupo funcional de mayor prioridad.
Enumerar la cadena principal, para lo cual se asigna la numeración más baja posible al grupo funcional principal y a los sustituyentes e insaturaciones presentes en la estructura.
Identificar y nombrar los sustituyentes presentes.
Los sustituyentes se nombran en orden alfabético, en casos donde los sustituyentes se encuentran repetidos se utilizan prefijos de cantidad que no son considerados al momento de ordenar, por ejemplo: di = 2, tri = 3, tetra = 4, penta = 5, hexa = 6 y así sucesivamente.
¡Aplica lo aprendido!
Indica el nombre del siguiente éter.
Ubicar los sustituyentes y enumerar la cadena principal de los mismos.
El sustituyente señalado en azul es un alqueno, el nombre indica la posición del doble enlace seguida del prefijo correspondiente a la cadena principal y el sufijo –enil.
SUSTITUYENTES INSATURADOS
Para nombrar sustituyentes con doble y triple enlace es necesario cambiar los sufijos correspondientes a cada caso, como se indica a continuación:
-Alquenos, se cambia la terminación –eno por –enil.
-Alquinos, se cambia el sufijo –ino por -inil.
El sustituyente señalado en verde tiene a su vez dos radicales iguales, los cuales se deben nombrar indicando la posición y utilizando el prefijo de cantidad correspondiente seguido del nombre de la cadena principal.
Una vez que se nombran ambos sustituyentes, se agrega la palabra “éter” al final para completar el nombre del compuesto.
Al adicionar una sustancia en un agua, ésta se puede disolver o no. Lo que determina que ocurra un hecho u otro es la solubilidad del soluto, la cual a su vez depende diferentes factores, entre ellos, la polaridad.
Solubilidad
La solubilidad es la capacidad que tiene una sustancia de disolverse en otra, por ejemplo: la sal se disuelve en el agua, por tanto la sal es soluble en agua.
Dicho de otra forma, la solubilidad es la máxima cantidad de soluto que se puede disolver en un determinado solvente y se expresa como:
Solubilidad = (g soluto ÷ g solvente) x 100
¡Recuerda!
Una sustancia tiene una solubilidad diferente para cada solvente.
¿Cuál es la solubilidad de una sustancia en 140 g de agua si sólo se disuelven 5 g de la misma?
Solubilidad = (5 g soluto ÷ 140 g) x 100 = 3,6
Polaridad
La polaridad es una propiedad de las moléculas que se manifiesta cuando existe una separación de cargas en las mismas que da lugar a la formación de un dipolo eléctrico.
En este sentido se distinguen dos tipos de moléculas: polares y apolares. Las primeras son aquellas que poseen dipolos eléctricos, es decir, tienen un extremo positivo y otro negativo. En tanto, las segundas no poseen dipolo eléctrico.
¿Polares o apolares?
Solubilidad y polaridad
La solubilidad de una sustancia en un determinado solvente dependerá de la polaridad de ambos componentes. En general, la solubilidad en función de la polaridad está determinada por la siguiente regla: “Lo semejante disuelve a lo semejante”.
La anterior premisa significa que una sustancia polar se disuelve en un solvente polar, en tanto, un soluto apolar se disuelve en un disolvente apolar.
Etanol en agua
El etanol y el agua son sustancias polares que forman enlaces o puentes de hidrógeno (fuerza intermolecular), de manera que cuando el etanol se añade al agua, inicia el proceso de solvatación, es decir, las moléculas de etanol y agua empiezan a interactuar entre sí y dan como resultado la formación de puentes de hidrogeno entre estas.
Hexano en agua
El agua es una sustancia polar capaz de formar puentes de hidrógeno, mientras que el hexano es una sustancia apolar cuyas fuerzas dispersión de London son más débiles. Entonces, considerando la regla de “lo semejante disuelve a lo semejante”, se puede deducir que el hexano no se disuelve en agua.
A nivel molecular, lo que ocurre es que la interacción agua-agua es más fuerte que la interacción agua-hexano y como resultado el hexano no se disuelve en el agua.
Miscible e inmiscible
Los términos miscibles e inmiscibles son utilizados frecuentemente para describir la solubilidad de un líquido en otro. Dos líquidos son miscibles cuando forman una solución o mezcla homogénea, en tanto, son inmiscibles cuando no forman una solución.
Ejercicios:
1) Resuelve los siguientes problemas.
a) En 150 g de agua se disolvieron 40 g de una sustancia. ¿Cuál es la solubilidad de la sustancia?
b) La solubilidad de una sustancia A en 120 g de agua es igual a 3. ¿Cuántos gramos de de A se disolvieron en el agua?
2) Una con flecha los elementos de las columnas A y B según corresponda.
A
B
Metanol
Cloroformo
Polar
Agua
No polar
Hexano
Glicerina
3) Predice la solubilidad de las siguientes sustancias en agua.
a) Tolueno
b) Ácido acético
d) Metanol
e) Acetona
4) Predice la solubilidad de las siguientes sustancias en tolueno.
Arrhenius propuso definiciones precisas de ácido, base y sal basadas en su teoría de la disociación electrolítica.
Para Arrhenius, un ácido es cualquier sustancia que en disolución acuosa da iones H+ (o, para ser más precisos y puesto que estos iones se hidrolizan, iones H3O+), es decir que contiene hidrógeno reemplazable por un metal o por un radical positivo para formar sales; una base es cualquier sustancia que en disolución da iones hidroxilo OH- , es decir que contiene uno más grupos hidroxilo reemplazables por radicales ácidos negativos para formar sales; y una sal es un compuesto que se ioniza dando aniones distintos al ion OH- y cationes distintos al ion H3O+. Una sal ácida (NaHSO4, KHCO3, etc.) es la que, además de dar cationes de uno o más metales (sales dobles), da iones H3O+; análogamente, una sal básica (ClSbO, Cl(OH)Ca, etc.) es aquella que, además de los aniones que corresponden a su radical ácido, da aniones OH-. Por oposición a las sales ácidas y a las básicas, las sales normales se denominan sales neutras.
Los elementos químicos son sustancias que no pueden descomponerse en sustancias más simples mediante procesos químicos ordinarios. Los elementos son los materiales fundamentales de los que se compone toda la materia.
Valencia y afinidad química
El concepto de afinidad química hace referencia a la tendencia de un átomo o de una molécula a reaccionar o combinarse con otros átomos u otras moléculas distintas. Definido en términos parecidos, el concepto ya fue introducido en la química en el s. XVIII. Pero para que un concepto tenga realmente carácter científico debe estar asociado a una magnitud medible y de ahí que en el s. XIX se explorasen posibles maneras de medir la afinidad. Se asoció finalmente con la disminución de la energía libre (función de estado de un sistema que depende de la concentración de las sustancias, la presión y la temperatura). Sin embargo, nosotros utilizaremos aquí el concepto de afinidad de un modo laxo, como un recurso de lenguaje para expresar la tendencia a reaccionar de dos sustancias, dos moléculas o dos átomos.
¿Sabías qué...?
El 6 de marzo de 1869 fue presentada por el científico ruso Dimitri Mendeleev la primera tabla periódica. El elemento radioactivo mendelevium es un homenaje a él.
Si dos elementos son afines, en condiciones adecuadas reaccionarán para formar un compuesto. Esos dos elementos se combinarán en determinada proporción, lo que sugiere el concepto de valencia química, que puede definirse como un número entero que expresa la capacidad de combinación de un átomo con otros para formar un compuesto. Aclararemos y ampliaremos esta definición con un ejemplo: el hidrógeno y el oxígeno se combinan para dar agua según la reacción
Hidrógeno + oxígeno = agua
La fórmula del agua es H2O, lo que significa que la molécula de agua está formada por tres átomos: dos de hidrógeno y uno de oxígeno. Así pues, el oxígeno y el hidrógeno se combinan en la proporción 1:2, es decir, que el oxígeno “vale” o tiene valencia doble que la del hidrógeno. Si damos el valor 1 a la valencia del hidrógeno, la valencia del oxígeno será 2.
Análogamente a como hemos razonado la valencia del oxígeno se razona la valencia de otros no metales. Así, para el cloro, puesto que se une al hidrógeno para formar cloruro de hidrógeno (HCl) en la proporción 1:1, la valencia será 1; para el nitrógeno, que se une al hidrógeno para formar amoníaco (NH3) en la proporción 1:3, la valencia será 3; y para el carbono, que se une al hidrógeno para formar metano (CH4) en la proporción 1:4, la valencia será 4.
En el caso de los metales, la valencia se computa a partir del número de átomos de hidrógeno que el metal sustituye en un compuesto. Así, en el cloruro de sodio (sal común, NaCl) el átomo de sodio, Na, sustituye a un átomo de hidrógeno (ya que el ácido del que deriva la sal es HCl), por lo tanto la valencia del sodio es 1. En el carbonato de calcio (caliza, CaCO3), el átomo de calcio sustituye a dos átomos de hidrógeno, por lo tanto la valencia del calcio es 2.
Existen muchos elementos que presentan valencias de valores distintos; así el nitrógeno es trivalente en el amoníaco, pero forma óxidos con las valencias 2, 3, 4 y 5.
Teoría del enlace de valencia
Es una teoría química que explica que un átomo central de una molécula tiende a formar pares de electrones, de acuerdo con las restricciones geométricas, definidas por la regla del octeto.